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BALANCE Y RETOS DEL INAES*
Por Ing. Carlos Rojas Gutiérrez
Quiero compartir lo que me ha tocado observar en estos últimos meses sobre la
situación en que recibimos la Institución, para tratar de bosquejar con ustedes lo
que es mi opinión, mi perspectiva de lo que debería ser este organismo.
Diagnóstico
Hay algunos que están aquí presentes, fundadores incluso del Fondo Nacional de
Empresas de Solidaridad que como saben, tenía en aquella época el objetivo de
construir un piso productivo con base en el trabajo que se había venido realizando
en un buen número de comunidades campesinas y también de colonias populares;
con base en esos trabajos, se habían desarrollado experiencias vinculadas a los
aspectos productivos con resultados muy valiosos para el gobierno en general,
para el Estado mexicano y que habían probado su eficacia y acierto. Lo tengo que
decir con claridad: el acierto de algunos de los proyectos era porque se habían
desarrollado con base en la participación y en la corresponsabilidad de los grupos.
.
De hecho, el Fondo Nacional de Apoyo a Empresas de Solidaridad, en buena
medida es resultado de esas experiencias, de haber empezado a trabajar
directamente con los campesinos, con los indígenas, básicamente en las zonas
rurales y también con algunos programas que resultaron muy exitosos y muy
reconocidos.
Uno de ellos que dio pie y que le ha dado sentido a una de las más importantes
vertientes de trabajo en nuestra Institución fue el Crédito a la Palabra, un
programa que extrapolamos y que aprendimos en el Estado de Guerrero, que se
llevaba a cabo de manera muy modesta pero que resultaba de enorme valor
porque con base en la palabra y lo que eso significa para los mexicanos, dio pie a
lo que hoy se constituye por las Cajas Solidarias de Apoyo, por las Cajas
*
Palabras introductorias del Ing. Carlos Rojas Gutiérrez en el Taller de Planeación Estratégica para el
personal del INAES, el 11 de julio del 2013.
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Solidarias de Ahorro y Préstamo, y lo que hoy es el área de Finanzas Populares y
que anteriormente supongo que tenía un nombre parecido.
Recuerdo esto porque después de 20 años de haber iniciado las tareas del
Fondo, hoy estamos en otras circunstancias, no solamente tenemos otra
Institución que se llama de otra manera, sino estamos en una circunstancia
administrativa diferente, pertenecemos a un sector diferente, ya no estamos en el
sector de desarrollo social sino estamos vinculados a la economía, que yo creo
que tiene mucho sentido, porque es precisamente nuestro objetivo: el promover la
inclusión productiva de los diferentes grupos sociales.
Hay también algunas mejoras que vale la pena resaltar y que no deberíamos de
soslayar; parece poco, pero lo cierto es que por primera vez en un Plan Nacional
de Desarrollo, apareció el tema de la Economía Social, lo que implica el reto de
vincular dos ámbitos tradicionalmente desvinculados: el económico y el social.
Hay que recordar que desde que empezaron estos instrumentos de planeación en
1982-83, o desde el Plan Global de Desarrollo de la Administración, o incluso
desde 1976 al 82, que fue cuando comenzaron a tomarse con seriedad las tareas
de planeación en México, nunca se había mencionado el tema ni siquiera
retóricamente.
Por lo tanto, esto representa una buena oportunidad y un gran reto para nosotros,
porque tenemos tareas por delante que van a requerir un enorme esfuerzo para
que el tema no solamente aparezca en términos discursivos o enunciativos en un
instrumento de esta naturaleza, sino traducirlo en un trabajo institucional que dé
frutos y que empiece --como dicen ahora, no sé si eso es un verbo clonista en
español--, a visibilizar el sector y a darle observación pública a un sector que
normalmente ha estado medio soslayado, marginado ahí, despreciado incluso,
dados los grandes instrumentos económicos, pues pareciera que la economía
social es algo marginal, cosa que en la realidad, no es así.
Lo cierto es que tampoco tenemos manera de comprobar que no es así,
simplemente es algo que percibimos o que medio entendemos, dado que hay
millones de mexicanos que trabajan en eso, en las áreas vinculadas a la economía
social y, que en muchos casos, reciben sus oportunidades o sus bienes y servicios
de este sector, entonces, yo lo quiero ver como una inmejorable oportunidad, el
que estemos aquí, y espero que este Taller tenga resultados de esta naturaleza,
para no solamente tener algunas definiciones, sino plantear opciones de futuro, un
poco que nos ayudemos todos a pensar y a reflexionar sobre la Institución que
queremos construir, hacia dónde vamos, lo que tenemos que cambiar, lo que
tenemos que evolucionar, porque la impresión que tengo yo de las visitas en
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campo y de las cosas que he ido observando, es de que no estamos bien, no
quiero ser hipercrítico, ni ser pesimista pero encuentro informes muy positivos
como si ésta fuera una institución realmente ejemplar y francamente, me siento
muy distante, de lo que yo aspiraría a que fuera una Institución de esta naturaleza.
Creo que lo que más hemos perdido en estos últimos tiempos, es un poco o un
mucho el espíritu que predominó en los tiempos originales, en mucho empujados
por la misma comunidad y por las mismas organizaciones y por los mismos grupos
que participaban con nosotros; lo cierto es que había entusiasmo, y que
muchísimos de los que participábamos en esas tareas, teníamos un espíritu de
servicio, concebíamos una institución que acompañaba solidariamente a la gente,
que iba con ellos, y así se construían los proyectos. En aquellas épocas, no había
ventanillas, ni levantábamos el telón, ni recibíamos papeles, ni los calificábamos y
los entregábamos .
Normalmente, había un proceso de acompañamiento, tanto en nuestras
Representaciones o Delegaciones, como por las áreas centrales y creo que una
buena parte de mi diagnóstico pesimista, es que se ha perdido esa capacidad, la
institución perdió vocación; he estado en algunas delegaciones, he platicado con
los compañeros y compañeras que están ahí, algunos que vienen desde épocas
muy pasadas, o sea, no es privativo de unos o de otros, simplemente es lo que
está sucediendo y yo me encuentro con que ya no saben dónde están los
proyectos, ya no saben de qué se trata, ya no están acompañando a la gente,
ahora son receptores de reclamos, ahora abren la ventanilla para que les griten y
les exijan, a veces con razón y a veces sin ella.
Porque esa es la otra cosa, con las políticas de “demanda libre”, entre comillas,
porque eso ni es demanda ni es libre, se dio pie a un proceso de manipulación y
de corrupción --hay que decirlo con claridad--, entre muchas organizaciones, por
las razones que ustedes quieran, no viene al caso el tratar de explicar. El caso es
que el destino o el trabajo sustantivo que se hace en muchas de nuestras oficinas
es un trabajo burocrático, sin visión, sin compromiso y sin ánimo de servir,
simplemente, sacamos la chamba, presentamos los 245 informes que cada mes
hay que entregar, los reportes desde objetivos que no están claros y que no
necesariamente reflejan lo que quisiéramos tener en la Institución.
Ya no voy a ahondar en este tema. Creo que habría mucho que decir y mucho que
señalar pero no viene al caso, porque simplemente hay que reconocerlo pero
tampoco hay que explayarse de más, ni tirarse al piso para decirlo con sencillez
sobre lo que sucede.
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Qué queremos construir
Yo más bien quisiera que nos planteáramos, qué vamos a hacer, qué queremos
construir, hacia dónde llevamos nuestra Institución. Si el anterior balance lo
reconocemos con un sentido autocrítico, objetivo y positivo, con ganas de estar
viendo hacia adelante, me parece que eso sí le va a dar mucho sentido a un
Taller de esta naturaleza y nos va a ayudar a que definamos con claridad cuál es
la visión y misión de nuestra nueva Institución, para que luego, ustedes y todos,
nos ayuden a transmitirla.
Una Institución que no se mueve, que no se motiva, que no se entusiasma, que no
se molesta, que no se irrita ante la marginación y la pobreza, que no es capaz de
autoprotestar porque las cosas no salen adecuadamente, no vale la pena. Yo
francamente, no quiero una Institución de ese tipo,
Lo que quiero es que permee un gran ánimo entre todos nosotros, un gran ánimo
en nuestros compañeros y nuestras compañeras y que hagamos una Institución
que recupere el espíritu de servicio, para eso estamos.
He escuchado muchas voces de gente que con toda objetividad llega y me dice:
“oye es que no nos dan una explicación”, y tienen razón en exigirla, es lo menos
que pueden pedir, y nosotros somos los primeros obligados en dárselas, no
estamos obligados a dar apoyos, a eso sí, no estamos obligados, y menos si no
cumplen las normas y los requerimientos aunque no nos gusten, pero no podemos
tener una actitud cerrada y de autoritarismo mal entendido.
Creo que si logramos obtener un resultado de esa naturaleza, dónde tengamos
claro qué es lo que queremos, hacia dónde vamos, y salimos animados y con
ganas de entrarle al tema, nos vamos a sentir todos muy satisfechos de haber
estado aquí un par de sesiones para aclararnos todos estos temas.
Principales cambios
Ahora, hacia dónde veo que debemos de transitar, mi impresión es que debemos
dividirla en dos partes. La parte del trabajo cotidiano, me parece que tenemos que
perfeccionarla, mejorarla pero con mucho énfasis, en el trato a la gente. Creo que
los procesos de capacitación, de acompañamiento, de incubación, no están siendo
correctamente aplicados, no los estamos verificando nosotros mismos,
simplemente, estamos sirviendo de puente para que algunas instituciones los
otorguen y estamos cumpliendo técnicamente con eficacia pero no me parece que
tengan buenos resultados.
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Me decían en una visita unos compañeros de una organización indígena que
respeto y quiero mucho, están haciendo un taller con adultos mayores y llevaron a
sus viejitos en una comunidad indígena, cuando tiene uno más de 60 ó 65 años,
es ya casi un ancianito en muchos casos, y obviamente, muchos de ellos no
hablan español, ni saben leer ni escribir, y tienen ganas de hacer algo, eso sí, si
saben producir x, y ó z, y tienen muchas cosas que enseñar y nosotros no somos
capaces de encauzarlos de manera pertinente.
Aplicamos un taller de incubación como si estuviéramos en el Tecnológico de
Monterrey, para empezar, no llevaban ni traductor, bueno, no sabían ni que había
necesidad de tener un traductor, porque la gente no entiende y así es México, así
está donde tenemos que servir.
Son ese tipo de cosas las que me parece deben de permear en nosotros, en una
enorme sensibilidad para mejorar las cosas. Creo que las cosas en término de las
áreas de acompañamiento productivo, de servicio de acompañamiento en las
delegaciones, vamos a tener que revisarlas con toda profundidad.
Las Reglas de Operación así como están, son insostenibles, inaceptables, no hay
manera de hacerlo si queremos dejar de ser una simple ventanilla que abre reja,
recibe papeles, contesta y se da la media vuelta.
Si queremos dejar de hacer eso, necesitamos modificar de fondo las Reglas de
Operación. Yo aspiraría a tener algunas Reglas de Operación como las que
tienen el Instituto Nacional del Emprendedor, unas cuantas cuartillas, una gran
simpleza, sencillez, ya dependiendo del tipo de proyecto, es como entra la
complejidad de lo que se requiere, pero aquí pedimos para un proyecto minúsculo,
lo mismo que para un proyecto mayor, y eso no está bien, incluso debería de
haber algún tratamiento específico para ciertos grupos sociales, para adultos
mayores, para mujeres en situación de violencia o personas con alguna
discapacidad.
Necesitamos diseñar criterios a partir de la realidad, no imponernos desde las
reglas de operación a la realidad. Eso es imposible, es más fácil modificar las
reglas, a que modifiquemos la realidad. Creo que el camino es al revés.
También necesitamos encontrar nuevos espacios en términos de finanzas
populares. Ahí Guillermo Bernal está trabajando estos temas con algunas ideas
que permitan recuperar lo mucho que hay recuperable, pero tampoco podemos
estarle sirviendo a instrumentos que poco tienen que ver con nuestra institución y
que han incluso, hecho uso de los apoyos.
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No podemos apoyar a Caja Popular Mexicana, son nuestros amigos, vamos a
seguir conversando con ellos, les vamos a ayudar en el terreno de gestoría,
legislativo, y demás requwerimientos, sí pero no les podemos dar recursos
públicos. Ayer me enseñó alguien de mi oficina, los resultados del concurso de los
fondos de CONAFE. Igual que nosotros, también abren su ventanilla y las
empresas o los que tienen alguna iniciativa vinculada a la innovación tecnológica o
científica, igual que nosotros, nada más que en el terreno de la ciencia y la
tecnología.
De verdad, que a mí me da vergüenza que el Estado Mexicano apoye a CocaCola o a la Volkswagen, porque incluso las investigaciones que desarrollan no las
hacen aquí en México, aquí las cobran, pero las hacen en Alemania o en otros
países, y vienen y las presenta aquí, y se les apoya. Vean ustedes la lista,
chequen esto que les estoy diciendo y es vergonzoso que el Estado Mexicano
canalice esos recursos. No necesitan mayores ayudas, qué bueno que están
aquí, se instalaron porque aquí les convenía, qué bueno que generan empleos,
pero no necesitan apoyos, los que requieren apoyos son otros, en fin, pero
chéquenle.
Necesitamos también ver la manera en que vamos a entrarle al tema de las
organizaciones campesinas y sociales, vamos a tener que acotar en el futuro la
manera de trabajar con ellas y también el tipo de proyectos que financiamos, tanto
sectorialmente, como en su ubicación regional.
Vamos a tener cambios muy importantes, en términos de ubicación regional de los
recursos; estuvimos la semana pasada en el Estado de Chiapas y es el estado
que menos recursos tuvo de FONAES en años pasados, Oaxaca por ahí se va, y
creo que Guerrero, anda compitiendo fuertemente.
Los recursos se fueron a otro lado, y no porque no haya gente que necesite, pero
hay otros que necesitan más, entonces, no puede haber trato igual para
desiguales, por lo que requerimos que haya nuevas definiciones, nuevas
estrategias, para ver cómo podemos evitar estas negociaciones llenas de
confrontación y podemos seguir. Si les vamos a ayudar y sí vamos a estar con
ellos, pero con otras reglas.
Ahora lo que tenemos que hacer, es transitar lo más adecuadamente, creo que
se ha hecho una muy buena tarea de verificación y de trabajo en las Delegaciones
con las visitas que se han realizado desde el nivel central, en algunos lados se les
ha pasado la mano, compañeros, han sido muy duros, den más margen y, en
otros, la norma es norma, y así nos vamos.
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Creo que podemos resolver y transitar esto adecuadamente en términos políticos
y vamos a ver cómo le podemos hacer. La tarea fundamental en el terreno
institucional, creo yo, ya se los he dicho varias veces, va a ser el trabajo con los
jóvenes, ahí es donde está el mayor espacio para construir, es donde está el
mayor reto de este país, en nosotros todos.
Creo que todo lo que podamos construir en este sector, en los jóvenes, va a ser
muy valioso, y realmente creo que es eso, la aportación que vale la pena, que
nosotros podemos dejar en esta Institución, un trabajo sólido, positivo,
esperanzador, que genere oportunidades productivas para los jóvenes y me
parece que estamos encaminados hacia allá.
No podemos simplemente conformarnos con que 7 millones de muchachos,
muchos de ellos de la edad de nuestros hijos, ni estudian, ni trabajan, no tienen
destino, no tienen esperanza, ni tienen un horizonte de nada, no nos podemos
conformar y ahí es donde hay muchas cosas qué hacer.
Existen algunas otras cosas, que luego descuidamos pero que nos mandata la Ley
y tenemos que atender, por ejemplo, tenemos que construir un Observatorio de lo
que significa la economía social, esa parte la estamos trabajando con la
Universidad Nacional Autónoma de México, para que sea un órgano externo
quien pueda realizar una tarea de esa naturaleza.
Necesitamos construir un programa de fomento a la economía social, esa sí es
tarea nuestra, para ello está en marcha el concurso de un diagnóstico, es bueno
concursarlo, porque como es la primera vez, va a ser como el punto de arranque,
seguramente lo va a ganar alguna institución académica, de prestigio, de solidez
institucional, que sirva de base para lo que queremos hacer hacia el futuro, sirva
de base para tener un buen programa de fomento a la economía social.
Estoy pensando también, que tenemos que hacer un esfuerzo por mostrar lo que
significa la economía social, en el terreno académico y de investigación, una
vertiente va a ser pedirle al Fondo de Cultura Económica que haga una colección
especial sobre el tema, que creo que vale la pena y que ojalá, si luego tienen
sugerencias de publicaciones, de libros, de autores, etc. que valga la pena sugerir
y solicitar a lo mejor podemos hacer una buena colección; tengo también el
ofrecimiento del Canal 11, creo que podemos entrar al Canal 22 y vamos a
removerle para entrarle también a los medios masivos, con seriedad, con
responsabilidad, pero tenemos que hacer esta tarea de promoción.
Obviamente todos nos tenemos que mover básicamente, prioritariamente, no
únicamente, a los municipios y a las zonas de influencia de la Cruzada Nacional
Contra el Hambre, ahí estamos enfatizando la mayor cantidad de recursos,
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aunque con grandes dificultades, el otro día que estuve en el Estado de Guerrero,
ya se imaginarán que buena parte de los municipios que están en la Cruzada,
están en el zona de La Montaña, que es de las más pobres del país, y de 400 ó
500 proyectos que traía la Representación, 28, si no recuerdo mal, eran de la
Montaña, el 5 ó 6 por ciento de la zona prioritaria y todo lo demás en Acapulco y
Chilpancingo, y puros ciber cafés y estéticas, reposterías, entonces, pues no
andamos bien, vamos a ver cómo transitamos, pero ya en estos estados y estos
municipios, hay una promoción dedicada a la construcción de proyectos, porque
no nos queda de otra, igual que lo estamos haciendo en Chiapas y espero que en
Oaxaca también, ya tomemos con mucho mayor fuerza esta tarea.
Está lo del observatorio, lo del diagnóstico, la parte de la visibilización del sector,
vamos a requerir entrar con mucho énfasis a la capacitación y al acompañamiento.
Mucho ha tenido qué ver que se dejaron las tareas de acompañamiento, con la
actitud burocrática de “que sí, ya se dio la respuesta, asunto cancelado, ya la
Contraloría no tiene nada que hacer aquí, que verifique y cerramos expediente”.
Eso no puede seguir así. Necesitamos incluso tener proyectos con visión de
mediano y largo plazo, vamos a ver cómo le entramos a las Reglas de Operación
para que se puedan dar apoyos en ese sentido, que podamos ir acrecentando los
proyectos.
Finalmente, quiero decirles que ha llegado gente que me dice: “es que nosotros
votamos, por acá” o “ya nos están estigmatizando porque nosotros éramos del
otro lado”. Quiero dejar claro, aquí no hay de eso; en donde yo estoy, se trata
igual a todos. Sí se trata con deferencia a los que más lo necesitan, eso sí, ahí sí
tenemos que hacer un esfuerzo por duplicado o por triplicado para servirles mejor.
Dejo estos primeros comentarios, con muchas ganas de que el Taller salga muy
bien, vamos a tratar de permanecer lo más posible todos.
Bienvenidos y ojalá y tengamos mucho éxito.
Doy la palabra a Francisco Abardía, que nos hizo favor de acompañarnos esta
mañana, para que nos platique un poco lo que están haciendo en los Altos de
Chiapas con los proyectos productivos de los indígenas y cómo se ven las
segundas y terceras etapas, en proyectos de corto, mediano y largo plazo. Parece
algo muy sencillo, hasta simplón concebir así los proyectos, pero actualmente no
se hace así en la Institución, por ello creo que hay mucho que aprender afuera,
ojalá y recuperemos ese sentido y esa presencia con la gente. Hay que renovar el
diálogo, les pido a todos hagan un gran esfuerzo para escuchar, para entender y
para tratar de que, sin que esto signifique alguna falta, servirle de mejor manera a
todos, en especial a los más lo requieren, a los jóvenes.
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