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Talking to the Boys:
La Economía del Género en México
Instituto Nacional de Desarrollo Social
Santiago de Chile, Agosto 26 2002
Francisco Cos-Montiel, MSc
Talking to the Boys:
La Economía del Género en México
Estructura de la presentación:
1)
2)
3)
4)
Género y las estructuras de restricción: las
fuentes de la desigualdad de género.
Conexiones a nivel macro: desigualdad de
género, pobreza y crecimiento.
Conexiones a nivel micro: género, pobreza
y bienestar.
La economía del género en México.
Género y sus restricciones: fuentes de desigualdad
(Kabeer)

Restricciones específicas del género (limitaciones primarias o
atribuidas):
– Normas y valores sobre la masculinidad y feminidad (aislamiento
femenino; contaminacion; sexualidad; división prescrita de papeles
y responsabilidades)

Restricciones intensificadas por el género (secundarias o
derivadas de las desventajas)
– Restricciones materiales intensificadas por el género (tierra,
educación, crédito, salud, etc.)

Restricciones impuestas por el género (prejuicios y
discriminación)
– Preconcepciones burocráticas, prejuicios del patrón, sesgo legal
Conexiones al nivel macro: desigualdad de género,
pobreza y crecimiento económico

Klassen (1999): Con datos de 1960 y 1992, se controlaron niveles
iniciales de ingreso, tasas de inversión, “apertura económica” y tasas
de crecimiento de población y fuerza de trabajo.
 Hallazgo: Las desigualdades de género en la escolaridad y el empleo
(sector formal) tuvieron efectos significativamente negativos sobre el
crecimiento económico (tasa de crecimiento per capita).
 Dollar y Gatti (1999) Con datos de series de tiempo en más de 100
países, durante las pasadas tres décadas.
 Hallazgo: Controlando la permanencia de los hombres en la
secundaria, un incremento del 1% en la participación de las mujeres en
la educación secundaria, se asocia con un incremento del 0.3% en el
ingreso per cápita en los países de ingreso medio y alto.
Conexiones al nivel micro: género y pobreza
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Género y pobreza: ¿Son las mujeres “las más pobres
entre los pobres”?
La evidencia de la jefatura femenina varía según el
contexto, la medición de la pobreza, y la definición de
jefatura femenina.
– México (Mayor vulnerabilidad)
– Vietnam (Hogares encabezados por mujeres vs
hogares mantenidos por mujeres)
– Sur de Asia (Desventajas sistemáticas)
– Ghana (Desagregación regional)
Conexiones al nivel micro: género y pobreza
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Género, pobreza y bienestar: desigualdades en
necesidades básicas al interior del hogar.
Desigualdades en sobrevivencia básica y grupos
“masculinos”: cinturón de “patriarcado clásico”:
(Planicies del norte del Sur de Asia, Medio Oriente,
África del Norte, Lejano Oriente y válido en algunas
comunidades indígenas en México).
Desigualdad de género en necesidades básicas y
capacidades evidentes en otras partes de México.
Las mujeres, aunque tienen mayor esperanza de
vida, pasan muchos de esos años con mayores
discapacidades que los hombres.
La mortalidad materna es una de las principales
causas de desigualdad.
Conexiones al nivel micro: género, producción y
acceso a las oportunidades económicas
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Vietnam: La diversificación de las fuentes de
subsistencia e ingreso y ahorro per cápita en el
hogar.
Latinoamérica: El aporte económico de las mujeres
que trabajan contribuye a que una proporción
importante de los hogares situados sobre la línea de
pobreza, puedan mantenerse en esa posición.
Sur de Asia: La contribución de las mujeres eleva a
los hogares por encima de la línea de pobreza.
Burkino Faso: La producción total del hogar se
podría incrementar si el 20% de los insumos, se
repartiera igualmente entre los cultivos de hombres y
mujeres.
Conexiones al nivel micro: género, pobreza y
bienestar familiar
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Evidencia de Brasil
Bangladesh
Côte d’Ivoire
Vietnam
India
México
La economía del Género en México*
Infancia
Educación
Trabajo infantil
Adolescencia
Educación
Trabajo infantil
Edad Adulta
Maquila y empleo
Ganancias en el sector microempresarial
Autoempleo
Empleo fuera del Ejido
Tercera Edad
Bienestar en la tercera edad
* Fuente: Correia and Katz, 2000
Diferencias de Género en la
Educación en México (Parker& Pederzini)
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Las dificultades de las niñas y niños en relación a su
participación escolar difieren por sexo, las niñas tienen una
mayor tendencia a abandonar los estudios después de la
primaria.
Aunque existen avances significativos en la disminución de la
brecha de género entre los estudiantes a nivel primaria, la
brecha es más notoria conforme se avanza en la escolaridad.
Diversos estudios señalan que el nivel de escolaridad de los
padres es un factor importante para reducir la brecha de género
en la educación.
La ausencia del padre o la presencia de personas con
discapacidad tienen efectos negativos fuertes en el desempeño
escolar.
El impacto del trabajo infantil y la deserción
escolar sobre el capital humano (Knaul)
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Para las mujeres, las consecuencias negativas de la deserción
escolar y de combinar la escuela con el trabajo son más
severas.
El servicio doméstico es una de las actividades más
incompatibles con la escuela y que ofrecen a las jóvenes una
capacitación muy limitada para obtener un trabajo remunerado
en el futuro.
Una definición amplia de la actividad económica duplica las
tasas de actividad económica entre las niñas y las jóvenes (de
7.6% a 17.6%) e invierte el sesgo de género en las estadísticas
del trabajo infantil.
Una perspectiva de género en el
empleo en la maquila (Fleck)
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La disminución en las tasas de participación de las mujeres en
la fuerza laboral de las maquiladoras ha caído (de 78% a 57%
entre 1975 y 1998) debido al cambio en el tipo de industrias que
conforman el sector y al creciente atractivo que significa este
sector para los hombres.
Las industrias que pagan más (maquinaria y equipo de
transporte) tienen una proporción mucho menor de mujeres en
comparación con otras industrias. Un mayor número de mujeres
en una industria se correlaciona negativamente con el ingreso
por hora.
Una trabajadora de linea de producción gana 92 centavos por
cada peso que gana un hombre en puestos similares.
Una de las razones por las que las mujeres se quedan fuera de
la fuerza laboral es su papel primario de madre y la falta de
opciones para el cuidado de las y los hijos
La diferencia en ganancias en las
Microempresas (Pagán y Sánchez)
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Los pequeños negocios que pertenecen a mujeres representan
del 26% al 44% de todas estas empresas; sin embargo, las
mujeres ganan del 36% al 50% de lo que ganan sus
contrapartes
Las diferencias de género en las características personales y
productivas –tamaño de la empresa o el nivel de educaciónexplican un 35% de la brecha hombre-mujer en los ingresos del
sector microempresarial en áreas urbanas y el 42% en las
áreas rurales
Solo un 34.5% de las microempresas encabezadas por mujeres
(50% de las encabezadas por hombres) han estado en
operación por más de cinco años.
Aproximadamente un 18% de las pequeñas empresarias no han
recibido educación formal por solo un 9% de sus contrapartes.
Participación en la fuerza laboral rural
(Pagán & Sánchez)
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Cuando se trata de participación en la fuerza laboral, sólo 29%
de las mujeres, comparado con 87% de hombres, están
empleadas. En contraste, la tasa de auto empleo para los
hombres es del 30% comparado con el 29% de las mujeres.
La brecha entre los hombres casados y las mujeres es mucho
más grande; un 93.36 % de los hombres casados están
empleados, pero sólo un 20.66% de las mujeres casadas son
empleadas.
La discriminación en el mercado laboral se hace evidente al
encontrar una brecha de género no explicable en la
participación de la fuerza laboral, junto con una
sobrerepresentación de las mujeres en el sector del
autoempleo, comparado con el sector de sueldos y salarios
Género, generación y trabajo fuera del Ejido
(Katz)
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A nivel nacional, el 18.9% de todos los residentes del ejido
en edad de trabajar, tienen un trabajo remunerado o
asalariado fuera de la parcela
Las tasas generales de participación de las mujeres en la
fuerza laboral permanecen bajas en las comunidades
ejidales.
Es tres veces más probable que los hombres participen en la
fuerza laboral que las mujeres (28.3 % vs 9.1%).
Las generaciones más jóvenes están comenzando a
alcanzar a sus contrapartes masculinas, aunque no se sabe
si esto representa un fenómeno generacional o solamente es
a corto plazo.
Las hijas que todavía viven en el hogar (sin importar su
estado civil), tienen casi siete veces más probabilidad de
trabajar fuera de la parcela que sus madres (18.2 por ciento
versus 2.7 por ciento).
Bienestar de las personas en
la tercera edad (Parker & Wong)
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Las mujeres de la tercera edad están protegidas por los
servicios de salud en gran medida por su condición de esposas
y madres de hijas e hijos adultos; las mujeres de la tercera edad
son más dependientes del apoyo de ingreso informal de otros.
Los cambios a los sistemas de pensiones podrían aumentar la
probabilidad de que las mujeres de la tercera edad vivan en
condiciones de pobreza.
El sistema de pensiones puede potencialmente tener un papel
más importante en la mejora de las condiciones de vida de las
personas de la tercera edad.