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La iglesia medieval Andrea Mutolo [email protected] 1 El edicto de Milán El César Galerio parece haber sido el principal instigador de la persecución de Diocleciano, pero él fue también el primero en reconocer públicamente su fracaso y sacar las consecuencias. Sucesor de Diocleciano en la suprema dignidad imperial, llegó pronto el día en que se persuadió de cuán grande había sido el error cometido; por eso, sintiéndose enfermo Augusto Galerio publicó en Sárdica el año 311 un edicto que constituía la rectificación de toda su antigua política religiosa. El edicto reconocía al cristianismo un derecho de existencia legal. 2 3 • La tolerancia legal instaura por Galerio fue tan sólo un primer paso, al que pronto siguieron otros: dos años más tarde, a principios del 313, se promulgó la legislación de libertad religiosa que ha pasado a la historia con el nombre de Edicto de Milán. • Este Edicto fue el resultado de las reuniones celebradas en aquella ciudad por los emperadores Constantino y Licinio en Milán en febrero del año 313 4 El principio que se acordó fue el de la plena libertad religiosa, en vez de la simple tolerancia otorgada al cristianismo por Galerio: a todos los súbditos, incluidos expresamente los cristianos, se les autorizaba a seguir libremente la religión que mejor les pareciera. 5 • La orientación cristiana de Constantino se acentuó con el paso del tiempo, especialmente a partir del año 324 en que comenzó a ser único soberano de la totalidad del Imperio. • Por otra parte, Constantino puso cada vez más de manifiesto sus preferencias por el cristianismo y sus deseos de favorecer a la Iglesia. Templos y basílicas se edificaron en Roma y Constantinopla, sufragadas por el fisco imperial. 6 • Con este fin convocó el concilio de Nicea del 325, para restablecer la unidad de la fe, perturbada por las doctrinas heréticas de Arrio. • Pero donde mejor se percibe la inspiración cristiana que animaba Constantino es en su legislación. • Muerto Constantino no se interrumpió por ello el avance del cristianismo. Cualquiera que fuese su actitud ante la Iglesia se mostraron resueltamente contrarios al paganismo. 7 • La cristianización de la sociedad • La conversión de Constantino abrió a las muchedumbres las puertas de la Iglesia. • El siglo IV presenció la conversión al cristianismo de las multitudes de los hombres corrientes, del Visión de Santa Elena, 1580. Santa Elena, hombre medio que en todas madre del emperador romano Constantino (306-337 d.C.), está representaba dormida, las épocas y civilizaciones sentada, con la cabeza reclinada sobre una constituye la mayoría de la mano; la historia sagrada le atribuye la visión que la llevó a encontrar población. la verdadera Cruz. 8 • Esta transformación no se produjo de modo repentino sino a través de un proceso que duró tiempo. La cristianización había comenzado por las ciudades, y las “iglesias” locales fueron durante los primeros siglos comunidades urbanas, integradas casi exclusivamente po personas procedente de los ambientes ciudadanos. • No puede, por tanto, sorprender que la ciudad fuera el medio social que llegó antes a estar plenamente cristianizado. 9 El término “pagano”, en su sentido religioso equivales a idólatra o gentil que todavía conserva, se acuño en una época en que las urbes eran ya, por regla general, cristianas, mientras que la población campesina, los aldeanos habitantes del pagus (división territorial del campo) –los pagani- permanecían todavía fuera de la Iglesia, aferrados a sus tradiciones y cultos ancestrales. 10 • De las comunidades cristianas a la sociedad cristiana • La recepción de las muchedumbres en la Iglesia tuvo como inevitable consecuencia una cierta pérdida de “calidad” del pueb cristiano, en relación con el de épocas anteriores. • En una sociedad cristianizada, al revés de lo que ocurría en la er de las persecuciones, el hombre no llegaba a la Iglesia en virtud una conversión personal, sino que nacía dentro de ella. 11 La difusión del bautismo de infantes alteró también otros aspectos de la disciplina sacramental. Desapareció gradualmente la costumbre de administrar los tan sólo en las grandes solemnidades –Pascua, Pentecostés- y se confirió a los recién nacidos a lo largo de todo el año. 12 • Durante los primeros siglo y siguiendo las enseñanza de San Pablo, se recomendaba vivamente a los cristianos que no llevasen sus disputas temporales ante los tribunales civiles, sino que las sometiesen a un juicio arbitral, en el seno de su propia comunidad. • Tal fue el origen de la jurisdicción eclesiástica, que hizo del obispo el juez ordinario de los cristianos. Esta jurisdicción fue reconocida oficialmente por Constantino, que permitió a los tribunales episcopales juzgar toda clase de pleitos y otorgó pleno valor civil a sus sentencias. 13 Ambrosio fue nombrado gobernador de todo el norte de Italia, con residencia en Milán. Y sucedió que murió el Arzobispo de Milán, y cuando se trató de nombrarle sucesor, el pueblo se dividió en dos bandos, unos por un candidato y otros por el otro. Ambrosio temeroso de que pudiera resultar un tumulto y producirse violencia se fue a la catedral donde estaban reunidos y empezó a recomendarles que procedieran con calma y en paz. Y de pronto una voz entre el pueblo gritó: "Ambrosio obispo, Ambrosio obispo". Consideremos todavía un aspecto más, pero muy representativo, del tránsito de la comunidad a la sociedad cristiana: la cuestión de la intervención popular en la designación del obispo. La disciplina tradicional recibida de la Iglesia primitiva, disponía que los obispos fueran elegidos por el clero y por el pueblo. La intervención del pueblo se fue reduciendo hasta convertirse en una aclamación simbólica. 14 • La evangelización de los campos • La conversión de los campos fue la gran tarea pastoral que hubo de emprender la Iglesia, a partir de la instauración del Imperio cristiano. • El culto de los mártires, y de los santos en general, jugó entonces un papel muy importante en la catequesis cristiana. • Las masas rurales estaban formadas por gentes simples y rudas, para las que los santos –unos hombres de carne y hueso que habían encarnado las virtudes cristianasconstituían la lección más práctica de la pedagogía de la fe. 15 • El culto a las reliquias se difundió mucho en esta época, porque respondía plenamente a las exigencias más íntimas de la sensibilidad religiosa de los hombres de entonces. • Este proceso de cristianización de las comunidades rurales fue muy largo y pasaron siglos antes de que el cristianismo llegase a impregnar profundamente la vida social. 16 • Estructura de la sociedad cristiana: clérigos y laicos • El Imperio cristiano, a partir de Constantino, fue concediendo a los clérigos una serie de excepciones a la ley común, que reciben la denominación genérica de “privilegios clericales”: Los más notables fueron el privilegio de fuero, las inmunidades fiscales, pero quizá sea la disciplina sobre el celibato obligatorio, promulgada en el siglo IV, la innovación más relevante que 17 produjo en el estatuto jurídico del clero. Los orígenes monásticos en Oriente • La tradición ascética de la Iglesia primitiva dio vida desde principios del siglo IV al gran movimiento monástico. • La espiritualidad monástica tuvo entonces como principales maestros a Evagrio Póntico y a Juan Casiano. El primero adaptó para los monjes la doctrina espiritual de los grandes maestros alejandrinos, Clemente y Orígenes. 18 En torno a San Antonio Abad (251356), se congregó un gran número de discípulos que poblaron desiertos como los de Nitria y Scete. Su modo de vivir, que se llamó vida anacorética, se caracterizaba sobre todo por la soledad y el silencio. En poco tiempo se contaron millares de anacoretas que habitaban en cuevas o cabañas, bien aislados o bien en grupos de dos o tres, dedicados plenamente a la oración, la penitencia y el trabajo manual. Una vez por semana, el día del Señor, los solitarios accedían a la iglesia común para asistir a los oficios divinos y escuchar los consejos de los ancianos. 19 • Mientras de este modo en el Bajo Egipto, se iniciaba la vida anacorética, San Pacomio, en la Tebaida, ponía los fundamentos de otro género de vida religiosa, la cenobítica. Pacomio (286346) aportó al monaquismo dos novedades que tuvieron decisiva influencia sobre su futuro desarrollo: la vida común y la obediencia al superior religioso. • Frente a la soledad de los anacoretas, los monjes pacomianos vivían juntos en grandes monasterios, a veces verdaderos pueblos, y formaban comunidades numerosísimas. 20 • Además, en vez de la independencia propia de la existencia de los solitarios, la vida cenobítica se hallaba minuciosamente regulada, de acuerdo con una disciplina casi castrenense. • El monaquismo egipcio, en su doble forma anacorética y cenobítica, constituyó el primer capítulo de la historia de los monjes. 21 • El primer monacato occidental • En la península italiana, las corrientes ascéticas procedentes de Oriente dejaron también sentir su influjo desde mediados del siglo IV. • La estancia en Roma de San Ananstasio y, más tarde, el empuje espiritual de San Jerónimo provocaron la aparición en la ciudad de comunidades femeninas constituidas por damas patricias, algunas de las cuales trasladaron luego su residencia a Palestina. San Jerónimo penitente, El Greco 22 • En otras ciudades obispos como Eusebio de Vercelli y Ambrosio de Milán erigieron monasterios, cuya observancia fue una mezcla de tradiciones locales e influencias recibidas de Oriente. • Pero el monacato en Italia y en muchas otras regiones iba a recibir un impulso decisivo gracias a San Benito, que con toda razón ha podido ser llamado el Padre de los monjes de Occidente. 23 San Benito (480-547) reunió su primera comunidad en l soledad de Subiaco y la organizó inspirándose en directrices análogos a las que eran propias de los cenobios pacomianos. • Mas tarde en la cima de un monte próximo a la villa de Cassino realizó su segunda fundación Montecassino. 24 Abatia Monte Cassino En Monte Cassino, la comunidad de vida era más intensa, la dirección del abad más inmediata y la existencia de los monjes, perfectamente regulada, se dividía entre la oración litúrgica, la lectio divina y el trabajo manual. Al final de su vida, Sen Benito compuso una Regla con destino a monjes casianenses que marchaban a fundar nuevos monasterios. 25 • El día de Navidad del año 800 Carlomagno recibió la corona imperial en la basílica de San Pedro de Roma de manos del papa León III. • Carlomagno no vino a ser un emperador romano más: fue el emperador cristiano que dirigía el Imperio romano; el carácter cristiano era el rasgo que especificaba y confería su acento característico al poder imperial. 26 Pronto se hizo evidente que desaparecido el fundador, el Imperio no podía subsistir por mucho tiempo. Algo más sobrevivió el título de emperador, envuelto en un halo de prestigio, y que los Papas atribuyeron a aquel monarca que cumplía la función más característica del oficio imperial: la protección de la Iglesia romana y de los dominios pontificios en Italia. 27 Ludovico Pío La decadencia carolingia La obra política de Carlomagno no consiguió perdurar. Tras la muerte de gran emperador, que había ejercido una autoridad indiscutida sobre la Cristiandad occidental y sobre la propia Iglesia, se inició un nuevo período histórico en el que hicieron su aparición poderosos factores de disgregación que acabaron por destruir el Imperio carolingio. • La pérdida de prestigio del poder imperial se puso ya de manifiesto en tiempos del sucesor de Carlos, su hijo Ludovico Pío. 28 • La sociedad feudal • La barbarización de las costumbres, la decadencia del poder público, la creciente inseguridad derivada de esa decadencia y de los peligros internos y exteriores que amenazaban a las clases más débiles fueron factores principales del proceso que difundió el sistema feudal por la mayor parte del Occidente europeo. 29 • El vacío dejado en la sociedad de la Alta Edad Media pro el eclipse de Roma hubo de llenarlo la casta de guerreros profesionales que se creó como consecuencias de las invasiones germánicas. • Esta casta militar nobiliaria se transformó además durante los primeros siglos de la Edad Media en una clase de grandes terratenientes, cuya potencia real se fundaba primordialmente sobre la tierra 30 Secularización de las estructuras eclesiásticas • Las pretensiones de señores laicos de ejercer determinados derechos sobre las iglesias comenzaron a manifestarse en el tránsito de la Antigüedad al Medioevo, cuando los propietarios de grandes dominios erigieron en sus tierras iglesias y oratorios, para la cura pastoral de una población campesina. 31 Iglesia románica, adyacente al Castillo Ése fue el origen de las llamadas “iglesias propias”, que subsistieron durante muchos siglos, y que los fundadores y sus descendientes miraban como si fueran bienes de su propiedad, nombrando el clérigo que había de regirlas. 32 Las intromisiones del poder secular en la vida de las iglesias alcanzaron uno de sus momentos más agudos en tiempos de Carlos Martel. Este príncipe, que con su título de Mayordomo de palacio ejercía la suprema autoridad en la Francia merovingia, realizó una considerable secularización de bienes eclesiásticos que expropió a la Iglesia para donarlos a señores laicos; y pero todavía, entregó también obispados y abadías a sus fieles vasallos, como recompensa por los servicios que le prestaban. 33 El Siglo de Hierro del Pontificado En los años finales del siglo IX comenzó un largo período de agudísima decadencia de la Sede Romana, que los historiadores conocen bajo el nombre de “Siglo oscuro” o “Siglo de Hierro”. 34 El verdadero comienzo del siglo de hierro puede situarse en el momento de la muerte del papa Formoso (891-96). Formoso se había enemistado con la poderosa casa de los duques de Spoleto, y el odio de éstos le persiguió hasta más allá de la muerte y promovió la celebración del famoso “sínodo cadavérico”, en que el cuerpo momificado de Formoso fue desenterrado para ser juzgado y condenado en San Pedro por un concilio romano. El pueblo de Roma, indignado ante el atroz espectáculo, se levantó contra el papa Esteban VI (89697) que había presidido el sínodo y que fue reducido a presión 35 y asesinado. Luego, durante siglo y medio, desfilaron en veloz sucesión cerca de 40 Papas y antipapas, muchos de los cuales tuvieron pontificados efímeros o murieron de muerte violenta, sin dejar apenas memoria. 36 La dynastie des Saxons, 919-1024 • El Sacro Romano Imperio • Extinguidas las últimas secuelas del pasado carolingio, los duques de las diversas naciones germánicas eligieron como rey de Alemania a Enrique I, duque de Sajonia. De este modo, en el año 919, se restauraba la realeza germánica en la persona de un príncipe. Se ponían las bases de la estructura política que iba a ser durante muchos siglos piedra angular de la Cristiandad occidental. 37 El papa Juan XII y el emperador Otón I • La gran empresa iniciada por Enrique fue proseguida y rematada felizmente por su hijo y sucesor Otón I (936-73). Este monarca tuvo para la historia europea una importancia semejante a la que había tenido Carlomagno siglo y medio antes. • El 2 de febrero 962 Juan XII coronó solemnemente en San Pedro a Otón I. 38 • Restableció los derechos soberanos contenidos en la Constitución romana de Ludovico Pío del año 824, en virtud de los cuales el emperador ejercía una función de vigilancia sobre la administración de los territorios de la Iglesia romana y, más todavía, controlaba las elecciones pontificias, ya que ningún nuevo Papa habría de ser consagrado hasta prestar juramento de fidelidad al emperador. 39 La coronación de Otón I significaba una renovatio Imperio y también una translatio, transferencia del Imperio de los reyes francos que antes lo detentaron a sus nuevos titulares, los reyes de Alemania. • El monarca alemán, al ser elegido por los príncipes, tomaba el título de “rey de los romanos” y se convertía en candidato único al Imperio. La corona imperial de Otón I 40 • La reforma de Cluny • La secularización de los monasterios, a que antes se ha hecho referencia, hizo imposible el mantenimiento en ellos de una auténtica vida religiosa. • Muchas grandes abadías habían recídibo entonces el privilegio de inmunidad, que las liberaba de la jurisdicción de los condes, junto con las tierras y gentes de su pertenencia. • En septiembre del año 909, el duque Guillermo III de Aquitania concedió al abad Bernon el lugar de Cluny en la diócesis de Macon, para fundar un monasterio donde se observaba la regla de San Benito y en el cual el abad sería libremente elegido por los 41 monjes. • Este monasterio, no tan sólo estaría inmune de toda autoridad laical, sino también de la jurisdicción del obispo diocesano, y en dependencia directa del Romano Pontífice. • El éxito de Cluny movió a otros monasterios a solicitar que se hiciera extensiva a ellos la reforma, sometiéndose al efecto a la potestad de la abadía, que pronto se encontró a la cabeza de un número de casas religiosas en las cuales había sido restaurada la observancia regular. 42 Así se constituyó la Congregación cluniacense, llamada también Orden de Cluny, que se extendió por todos los países del Occidente europeo y que en sus momentos de apogeo llegó a reunir en conjunto cerca de 1.200 monasterios. En todos ellos se guardaba una auténtica vida regular, fundada en la observancia de la Regla de San Benito. 43 Los monjes cluniacenses, sacerdotes muchos de ellos tenían como principal ocupación el servicio del coro, ya que la celebración del Oficio divino ocupaba la mayor parte de la jornada del monje. El trabajo manual, especialmente el cultivo de la tierra, fue dejado en manos de trabajadores agrícolas dependientes del dominio monástico. 44 • Se ha dicho que Cluny formó un verdadero “Imperio monástico”, en el cual una nube de monasterios dependían, en mayor o menor grado, de la abadía madre El abad de Cluny extendía su autoridad sobre todos ellos. • El régimen centralizado hacía que el abad de Cluny tuviese plena autoridad sobre miles de monjes. 45 • La Reforma Gregoriana • A mediados del XI, se abre un período histórico que puede considerarse como la flor y el fruto de la Edad Media europea. • Si consideramos el histórico general dentro del cual se produjo este hecho, podemos comprobar que en aquellos tiempos el Occidente europeo, superaba la anarquía de los primeros siglos del feudalismo, vivió dentro de un orden feudal, que se acomodaba bien a la estructura y las exigencias de la sociedad contemporánea. • La gran época del feudalismo presenció el renacimiento de la vida urbana 46 Otón III • Los Papas pregregorianos • La prematura muerte de Otón III (1002) había dejado otr vez el Pontificado en manos de las facciones feudales romanas. • El enérgico monarca alemán Enrique III, por fin, hacia mediados del siglo XI, dedica su atención a la triste situación del Pontificado. • Enrique III se arrogó la facultad de designar directamente a los Papas que hubieran de ocupar la vacante pontificia. Enrique, en 1046, designó como Papa Clemente II, que le coronó emperador e inició la serie de los Papas germánico que restauraron el honor y el prestigio del Pontificado. 47 En 1059, Nicolás II celebró su primer sínodo en Letrán que promulgó un importante decreto regulando la elección pontificia. Por primera vez, ésta fue reservada a un reducido cuerpo de electores, el Colegio de Cardenales. La intervención del clero y pueblo romanos se fijó en una simple aclamación del Papa elegido. En cuanto al emperador, se usó una fórmula deliberadamente ambigua: al joven rey Enrique y a sus sucesores les correspondía “el debido honor y reverencia”. 48 • La lucha por la libertad de la Iglesia • Los Papas gregorianos habían conseguido liberar la elección pontificia de injerencias de los poderes seculares, Se había dado un gran paso en el camino de la libertad eclesiástica. • No tan sólo la cabeza, sino todo el cuerpo de la Iglesia se hallaba necesitado de reforma, y de modo muy especial el clero, que sufría las consecuencias de algunos males particularmente graves 49 • Las directrices de la Reforma gregoriana • En el año 1073, la muerte de Alejandro II, el cardenal Hidebrando fue elegido Papa y se llamó Gregorio VII. El nuevo Papa era el alma del movimiento de reforma eclesiástica que, desde hacía un cuarto de siglo, impulsaba el Pontificado. 50 • Los principios fundamentales de la doctrina gregoriana se hallan resumidos en los Dictatus Papae, compuestos por Gregorio VII en 1075. Se trata de un conjunto de 27 proposiciones, que recogen las tesis clásicas de los teóricos defensores de la supremacía del poder espiritual sobre el temporal. • Los Dictatus proclamaban que la supremacía en la Cristiandad pertenecía al Pontificado romano, que encarnaba en el mundo la potestad espiritual. 51 • El Pontificado y las iglesias particulares • La Reforma gregoriana tuvo como otro de sus rasgos esenciales la centralización del gobierno eclesiástico. • La centralización romana tuvo en la institución de los legados pontificios su principal instrumento. Los legados aseguraban la comunicación entre Roma y los reinos cristianos, hacían llegar a todas partes las directrices de la reforma eclesiástica y velaban por su eficaz una ampliación. 52 • Una interesante faceta de la centralización gregoriana fue la supresión de las liturgias propias de ciertas Iglesia particulares y la introducción en su lugar de la liturgia romana. • El monacato cluniacense, entonces en todo su esplendo contribuyó de modo notable a la reforma eclesiástica. L incorporación a la Orden de Cluny de tantos monasterios en distintos territorios cristianos fue un camino para la restauración de la disciplina monacal. 53 • La cuestión de las Investiduras • En tiempos de los Otones o durantes el reinado de Enrique III había sido evidente la preeminencia de la potestad imperial. Pero el Pontificado gregoriano, con su programa de libertad eclesiástica no podía admitir una tal subordinación. • El sínodo romano del 1075 abordó directamente el problema de la investidura al prohibir a todos los eclesiásticos de recibir, por cualquier título, una iglesia de manos de un laico, bajo pena de excomunión. Un rey otorga la investidura a un obispo 54 • Gregorio VII y Enrique IV • La lucha entre Gregorio VII y Enrique IV se inició abiertamente en 1075, cuando Enrique desafiando la prohibición pontificia, designó a Tetaldo para la sede arzobispal de Milán y nombró a otros prelados para diversos obispados alemanes e italianos. 55 • Antes estos hechos, Gregorio VII reaccionó con toda energía y en el sínodo cuaresmal romano de febrero de 1076 excomulgó a Enrique. Todos los obispos partidarios de Enrique fueron también suspensos y excomulgados. Ir a Canossa es una muy vieja • La penitencia de Enrique IV, expresión que recuerda la tres días esperando ante las peregrinación del emperador germano Enrique IV al castillo puestas de Canossa, es un episodio famoso de la de aquel nombre, para implorar, del papa Gregorio historia medieval. VII, su santa absolución. 56 • El Concordato de Worms • El problema de las investiduras en el Imperio llegó por fin a una solución, después de medio siglo de violencias, excomuniones y polémicas doctrinales. • En Francia, en el año 1098, se llegó a un acuerdo entre el papa Urbano II y el rey Felipe I, en virtud del cual el monarca y los grandes renunciaron a la investidura por el báculo y el anillo, reservándose la colación de las regalía al nuevo prelado, previa prestación por éste del juramento de fidelidad. 57 • La solución del problema de la investidura en el Imperio tardó más en llegar. Pascual II en 1111, propuso una solución radical: la renuncia por parte de los obispos a todas las regalías anejas al cargo, a cambio de la renuncia por el emperador a cualquier intervención en los nombramientos eclesiásticos. • Mas esta propuesta revolucionaria, que venía a despojar a los obispos germánicos de su condición de príncipes seculares, suscitó una formidable protesta del episcopado y hubo de ser prontamente retirada. 58 Ubicación de Worms • El acuerdo llegó, por fin, en el pontificado de Calixto II (1119-24) y el 23 de septiembre de 1122 se firmó el Concordato de Worms. • Se establecía en él la norma de que los prelados serían escogidos bajo el procedimiento de elección canónica, aunque el monarca alemán tendría el derecho de presenciar las elecciones. El metropolitano había de investir al nuevo obispo de sus poderes espirituales. Al rey correspondía, en cambio, la colación de las regalías. 59 • La sociedad cristiana medieval • La pacificación de las costumbres • De la Iglesia provinieron los primeros intentos de introducir en la sociedad cristiana un orden que permitiera la pacífica convivencia entre las gentes. Para ello disponía de unas armas espirituales, las penas canónicas, que era eficaces frente a los hombres creyentes. 60 • Los tres grandes “ordenes” – clérigos, guerreros y trabajadores- tenían respectivamente por misión la oración, el oficio de las armas y el cultivo de la tierra. • Los siglos difíciles de la anarquía feudal habían acrecentado el poder social de la nobleza, la casta señorial de los guerreros que detentaban la fuerza y podían emplearla para amparar a los que solicitaban su protección, pero podían también abusar de ella. 61 • La Iglesia fomentó la creación del ideal de la caballería, que reservaba la fuerza para la defensa de las causas nobles y transformaba el guerrero en el caballero cristiano. • La caballería cristiana constituía un “orden” de la sociedad y creaba una relación de hermandad entre todos los que habían profesado en él y ejercían el oficio de las armas. La Iglesia instituyó un rito de ingreso en el “orden”, que sacralizaba al caballero y la misión que le tocaba cumplir. 62 Hugo de Payens • Las Órdenes militares • Las primeras Órdenes militares fueron la del Temple y la del Hospital. • La primera tomó el nombre de la residencia que tuvo en Jerusalén y que se hallaba emplazada sobre el lugar donde se creía que estuvo el templo de Salomón. • Un caballero francés, Hugo de Payens, había fundado con otros siete compañeros una fraternidad en que hicieron profesión de los tres votos religiosos. • Esto ocurría en Jerusalén, el año 1119. El florecimiento de la Orden se debió en buena parte al favor de San Bernardo, que contribuyó a la 63 redacción de la Regla. El prestigio alcanzado por ellos y los hospitalarios fue tan grande que Alfonso I el Batallador, en su testamento, legó a las dos Órdenes su reino de Aragón. También en otros países, y sobre todo en Francia, recibieron abundantes donaciones y fue precisamente la gran riqueza que allí reunió la principal causa de la ruina de la Orden del Temple. 64 Felipe el Hermoso, ansioso de adueñarse de sus propiedades, montó el famoso proceso de los templarios y arrancó del primer Papa aviñonés, Clemente V, la disolución de la Orden, en el concilio de Vienne (1312). El suplicio del gran maestre Jacobo de Molay y de otros muchos caballeros falsamente acusados de los peores crímenes, puso término a la existencia de la Orden, cuando la pérdida de Tierra Santa hacía menos necesarios sus servicios. 65 La Orden del Hospital tuvo en su primera época una existencia paralela a la del Temple. Nacida como ésta en Jerusalén, en torno a un hospital para peregrinos dedicado a San Juan, los hospitalarios se convirtieron también en Orden militar a poco de hincarse las Cruzada. 66 • Frente al avance turco por el Mediterráneo, los hospitalarios fueron la vanguardia de la Cristiandad y cumplieron esta función hasta muy entrada la Edad Moderna. La isla de Rodas fue un tiempo su reducto y, tras la conquista `por los turcos, la Orden prosiguió la isla de Malta, cedida por Carlos V para compensar l pérdida de Rodas. • Aquí los hospitalarios – los caballeros de Malta- mantuvieron una soberanía independiente que perduró hasta finales del siglo XVIII, cuando la isla fue ocupada por Napoleón, de camino hacia la campaña de Egipto. 67 La religiosidad popular Durante la época centrada en torno a los siglo XI y XII, que pueden considerarse como los “siglo monásticos” por excelencia, la religiosidad de los laicos estuvo poderosamente influida por la espiritualidad monacal. • Los “siglo monásticos” corresponden a los tiempos de una sociedad europea de tipo agrario y señorial, en la que los monasterios, levantados en medio de los campos, constituían desde todo punto de vista grandes centros de vida. 68 A partir del siglo XIII, la evolución de la sociedad medieval señaló nuevos rumbos a las preferencias populares. Existía ahora una población urbana cada vez más considerable y en las ciudades se establecieron también las nuevas Órdenes religiosas, los mendicantes, que pronto ejercieron un poderoso atractivo sobre los fieles. 69 Desfile de la Cofradía de Amigos de los Nabos en la plaza de la Catedral de Oviedo • Cofradías y gremios • En las ciudades medievales, donde una gran parte de la población estaba constituida por gentes libres, pero de modesta condición social, que vivían dedicadas al pequeño comercio y al trabajo artesano, se desarrolló profusamente un movimiento asociativo, inspirado por motivaciones religiosas y que perseguía diversos fines. • Cada cofradía solía tener su peculiar razón de ser, de donde tomaba su título o nombre propio, como el culto del Santísimo Sacramento, la atención de un hospital o de un albergue de peregrinos, el socorro a los moribundos. 70 • La inspiración cristiana penetró profundamente el mundo medieval del trabajo, de manera análoga a como había impregnado en la caballería. Bajo un aspecto, las corporaciones profesionales se parecían a las cofradías y establecían entre sus miembros vínculos de fraternidad obligaciones religiosas. • Pero sus miembros estaban ligados, además, por razón del oficio o, a veces, por participar en una misma gran obra. 71 • La corporación o gremio tenía sus estructuras interna y jerarquizada, con categorías de aprendices, oficiales y maestros, y cumplía en el orden laboral unas finalidades propias. Pero ese gremio se hallaba bajo la advocación de un santo y, gracias a las obligaciones espirituales y caritativas. 72 • Indulgencias y peregrinaciones • El cristiano medieval tenía la obligación de confesarse al menos una vez al año y en la confesión auricular recibía la absolución sacramental. El confesor imponía al fiel una penitencia, que era a veces muy onerosa, para quien recibía la absolución, y con ella el perdón de los pecados, alcanzase también la remisión de las penas temporales que han de satisfacerse en esta vida o en la otra. 73 • En un primer tiempo tan sólo se concedieron indulgencias “parciales”, pero llegó un momento en que hizo su aparición la indulgencia “plenaria”. La indulgencia plenaria nace en 1063 con papa Alejandro II que la ofrece a los guerreros que tomaban parte en la cruzada internacional a la península Ibérica. Luego, al iniciarse las cruzadas a Tierra Santa, los combatientes cristianos recibieron también esa indulgencia general. 74 • En 1300, Bonifacio VIII, en ocasión del nuevo siglo, decretó el jubileo con indulgencia plenaria para todos los peregrinos que acudieran a Roma. • El cristiano de aquellos siglos sintió el atractivo de la peregrinación y se lanzó a los caminos para visitar los grandes santuarios de la Cristiandad. El Santo Sepulcro de Jerusalén, las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma y el sepulcro del apóstol Santiago en Compostela fueron los principales centros de peregrinación de la Edad Media. 75 • El Císter y San Bernardo • El viejo árbol monástico se enriqueció durante este tiempo con nuevas y vigorosas ramas, la más importante de las cuales sería la orden del Císter. • El 21 de marzo de 1098 un grupo de monjes benedictinos, dirigidos por el abad Roberto, abandonaron el monasterio de Molestes y se retiraron al bosque Císter con el propósito de crear una nueva abadía, donde se observase estrictamente la Regla benedictina. 76 • Al cabo de algunos años, Citeaux dio vida a varios nuevos monasterios, que siguieron su misma observancia y para todos el tercer abad, San Esteban Harding, redactó la Charta Caritatis, que dio origen a la orden del Císter. • Según la Charta, los monasterios se integraban bajo un pie de igualdad en la Orden, conservando su existencia autónoma en lo espiritual y lo temporal, y eran gobernados por sus respectivos abades. 77 • La Charta Caritatis procuró que los monasterios constituyesen gran familia en vez de una estructura centralizada y jerárquica, como era la del “Imperio monástico” cluniacense. • La observancia cisterciense pretendió un retorno a la primitiva simplicidad. Los hábitos blancos, de lana, distinguían a los mojes del Císter de los cluniacense negros. Los monasterios habían de levantarse en lugares solitarios, sostenerse con el fruto de las tierras cultivadas por los mismos monjes, sin constituir dominios señoriales explotados con mano de obra libre o servil. 78 • El Císter recibió un formidable impulso con la llegada de San Bernardo. Hasta su muerte en 1153, San Bernardo fue el hombre más importante de Europa y ejerció una enorme influencia sobre la vida de la Iglesia y de la Cristiandad. Movilizó a la Cristiandad entera para la segunda Cruzada. • El Císter experimentó un desarrollo en vida de San Bernardo. Baste decir que la que la docena de abadías de la orden existentes a su llegada eran 343 a la hora de su muerte y que esta cifra todavía crecería hasta ser unas 700 a finales del siglo XIII. 79 San Francisco de Asís (Óleo de El Greco) • San Francisco y los franciscanos • La Orden franciscana toma el nombre de su fundador, San Francisco, uno de los santos más populares de todos los tiempos. • Nacido en Asís en 1181 o 82, hijo de un burgués de la ciudad, Francisco sintió hacia los 25 años la llamada divina, abandonó la familia y todos sus bienes y se retiró a la soledad. 80 • Hacia el año 1209 se le agregaron los primeros compañeros, construyendo una fraternidad. La predicación de los primero franciscanos tuvo un eco extraordinario, y 10 años más tarde, en 1219, 5.000 hermanos se reunían en tordo a Francisco. • Una segunda Orden de mujeres, fundada por Santa Clara, y tercera Orden para laicos en el mundo fueron nuevas pruebas de la fecundidad franciscana. 81 El desarrollo de la Orden fue muy rápido: antes de un siglo se hallaba extendida por todas las tierras de Europa y contaba con unas 1.500 casas y alrededor de 45.000 religiosos. Una pléyade se santo salió entre sus filas y la escuela franciscana prestó una considerable contribución a la ciencia teológica. 82 La historia de la Orden franciscana se caracterizó durante mucho tiempo por la coincidencia de dos rasgos en apariencia contradictorios: por una parte, el grandísimo desarrollo que alcanzó y, por otra, las disensiones internas entre las dos tendencias que se formaron, a propósito de la cuestión de la pobreza. 83 La discordia interna surgió en torno a la práctica de la pobreza, entre franciscanos defensores de una interpretación literal de la Regla, y los partidarios de la observancia mitigada, introducida por el primer sucesor de San Francisco, fray Elías de Cortona. Mientras San Buenaventura fue maestro general (1257-74), consiguió una pacificación de la Orden y un equilibrio entre las dos tendencias. 84 • Santo Domingo y la Orden de predicadores • La fundación de los dominicos tuvo su origen en la predicación contra la herejía albigense, iniciada por Domingo de Guzmán en el medio de Francia, a partir del año 1207. Domingo, que había nacido en Caleruela hacia el año 1170 y era canónigo de la catedral de Osma, comenzó la acción misionera en unión de Santo Domingo de Guzmán su obispo Diego y de algunos y Santa Catalina de Siena clérigos. 85 • Tras la muerte de Santo Domingo en 1221, la Orden, dirigida por su sucesor, el beato Jordán de Sajonia, se extendió por toda Europa, y antes de un siglo contaba ya con 18 provincias y 10.000 religiosos. • Los dominicos, consecuentes con su vocación originaria de defensores de la fe, dieron especial importancia a los estudios y trabajaron desde primera hora en las grandes universidades. 86 • Las Cruzadas • Las Cruzadas fueron las expediciones militares lanzadas por la Cristianad contra los musulmanes, con el fin de conquistar o de retener las tierras santificas por Cristo, y en especial el Sepulcro del Señor. • Las Cruzadas se consideran una empresa común de la Cristiandad, porque de ordinario no fueron tarea bélica de uno u otro reino, sino que en ellas participaron, en mayor o menor grado, príncipes y pueblos de todo el Occidente cristiano. 87 • La idea de liberar los Santos Lugares nació, como consecuencia de la ocupación de Tierra Santa por los turcos, que se mostraron intolerantes con las cristiandades locales e hicieron difícil el acceso a Palestina a los peregrinos. • Por ser empresa común de la Cristiandad, el papel directivo de las Cruzadas correspondió a los Papas, que otorgaron gracias espirituales extraordinarias a los combatientes e impulsaron una y otra vez a los príncipes, para que organizasen nuevas expediciones. 88 El ciclo histórico de las Cruzadas se inició a finales del siglo XI y duró casi 200 años. En 1095, en el sínodo de Clermont, el Papa Urbano II convocó a cruzada y su llamamiento encontró una ferviente acogida, que se exteriorizó al grito de “Dios lo quiere”. La primera cruzada fue un éxito y el 15 de julio de 1099 Jerusalén cayó en manos cristianas. 89 El lorenés Godofredo se hizo cargo del gobierno de la ciudad con el título de barón del Santo Sepulcro, que sus sucesores mudaron por el de reyes de Jerusalén. Otros principados se constituyeron en las tierras conquistadas, regidos también por caballeros cruzados. 90 • La pérdida en 1144 del principado cristiano de Edesa dio lugar a la segunda cruzada. La predicación de San Bernardo, que consagró todas sus energías a la empresa, suscitó una oleada de entusiasmo y al frente de la expedición figuraron entre otros príncipes el emperador alemán Conrado III y el rey Luís VII de Francia. Mas la cruzada (1147-8) fracasó. • El resultado fue que en octubre de 1187, a los 88 años de ser una ciudad cristiana, Jerusalén cayó nuevamente en poder del Islam. 91 • La perdida de Jerusalén produjo, como puede presumirse, una gran conmoción. La Cristiandad occidental encabezada por los tres grandes monarcas de entonces, el emperador Federico Barbaroja y los reyes Felipe Augusto de Francia y Ricardo Corazón de León, se puso en movimiento. La tercera cruzada fue, sin duda, la más universal de todas. El emperador Barbarroja murió en el camino a Tierra Santa. Jerusalén no fue recuperada 92 Las Cruzadas del siglo XIII presentan ya los signos del declinar de una gran empresa. La cuarta cruzada se desvió de sus verdaderos fines, tomó Constantinopla, capital del Imperio griego e instauró allí un Imperio latino que perduraría más de medio siglo (1204-61). La quinta cruzada se dirigió a Siria y Egipto y sus resultados fueron prácticamente nulos (1217-21). 93 Federico II • Un carácter singular tuvo la VI cruzada, que fue dirigida por Federico II, un emperador excomulgado por el Papa. Un trato con el sultán de Egipto puso en manos de Federico Jerusalén. Permaneció tan solo 15 años en manos de los cristianos y en agosto de 1244 se perdió definitivamente. • Las dos últimas cruzadas fueron empresas plenamente francesas, organizadas por el santo rey Luís IX. 94 • La Inquisición • La lucha contra la herejía dio lugar al nacimiento de la Inquisición, como instrumento de defensa de la fe y represión de la herejía. Desde el siglo XII aparece una inquisición a nivel episcopal: los obispos tenían el deber de detectar los posibles herejes existentes en sus diócesis y entregarlos a la autoridad secular, para que les aplicase la pena pertinente. 95 Mas como la inquisición episcopal resultaba poco eficaz el Papa Gregorio IX, en 1232, creó la Inquisición pontificia y la confió a los mendicantes, especialmente a la Orden dominicana, que desde entonces tuvo como una de sus misiones específicas la lucha contra la herejía. 96 • Los Papas en AviñónLos Papas en Aviñón • Los primeros años del siglo XIV, en los que puede situa el comienzo de la Baja Edad Media, señalan también el principio de una nueva época en la vida de la Iglesia. • Podría incluso considerarse bajo muchos aspectos como un periodo de decadencia. • Esta crisis afecto de modo particular al Pontificado, cuy prestigio sufrió tan rudas pruebas. 97 Aviñón Palacio de los Papas Benedicto XI, sucesor de Bonifacio VIII, tuvo un pontificado muy breve (1303-4). A su muerte, y tras un largo cónclave, los cardenales se pusieron de acuerdo para elegir a un no cardenal y designaron el arzobispo de Burdeos, que tomó el nombre de Clemente V (1305-14). El nuevo Papa rehusó trasladarse a Italia, cuya situación incierta le causaba temor, y decidió que su coronación tuviera lugar en Lyon. Nunca llegaría a ir a Roma, ni tampoco sus sucesores en mucho tiempo. 98 • Durante más de 70 años los Papas residirían en Francia, y a partir de 1309, en la ciudad de Aviñón. • La nota característica del Pontificado de Aviñón fue la preponderante influencia francesa. Esta influencia se hizo patente desde el primer momento, cuando Felipe el Hermoso impuso su voluntad a Clemente V en la cuestión de los templarios, y se mantuvo a lo largo de todo el período aviñonés. 99