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SALUD MENTAL Y HÁBITOS
DE VIDA SALUDABLES
Ciencias para el mundo contemporáneo
LA DEPRESIÓN
Es fácil que conozcas a alguien que ha sufrido una depresión, pues
es una de las enfermedades mentales más frecuentes. Normalmente su
comportamiento y su forma de ser cambian y empiezan a actuar de
una forma rara.
• Estar siempre triste y desganado, sintiéndose vacío.
• Sin interés por las actividades que más le gustaban.
• Comer muy poco, incluso lo que le gusta
• Problemas para dormir.
• Estar muy apático y cansado, no querer tomar decisiones.
• Y lo peor, sentirse culpable e inútil, un estorbo.
En algunos casos, con la depresión nos asaltan ideas de muerte y a
veces pensamos en el suicidio.
LA DEPRESIÓN
La depresión es en realidad una dolencia que agrupa varios tipos.
Cada una de ellos se produce por distintas causas. Hay una depresión
endógena que se debe a la herencia genética, otras veces la depresión
se origina como resultado de problemas de inseguridad y ansiedad
asociados a conflictos de la infancia y ambientes familiares con
carencias de cariño o excesos de superprotección, en otros se debe a
situaciones de vida con sobrecarga, estrés, aislamiento, inestabilidad o
pérdida de un ser querido e incluso por trastornos médicos y orgánicos
cerebrales que pueden ser producidos por la administración de
medicamentos o drogas.
LA DEPRESIÓN
Los médicos especialistas en este tipo de enfermedades mentales
tratan la depresión de dos formas:
• Con medicamentos. Los antidepresivos son sustancias que actúan
sobre los compuestos químicos (serotonina o noradrenalina)
producidos por las neuronas, para conseguir potenciar la transmisión
de los impulsos nerviosos.
• Mediante psicoterapia. Dependiendo del caso, se recurre a
tratamientos que:
- Ayudan al paciente a expresar sus necesidades y sentimientos
(habilidades sociales)
- Ayudan al enfermo a afrontar las vivencias de daño y pérdida
- Ayudan a realizar tareas que proporcionen placer y que no
conlleven grandes esfuerzos
- Ayuden a encontrar una significado nuevo a situaciones que la
persona veía de forma tajante y errónea
LA SALUD MENTAL
Salud mental es el estado que se caracteriza por el bienestar psíquico
y la autoaceptación. Desde una perspectiva clínica, la salud mental es
la ausencia de enfermedades mentales.
Según estimaciones aceptadas, el 10% de la población sufre al menos
una vez en la vida algún tipo de problema de salud mental lo
suficientemente importante como para requerir tratamiento médico,
como depresiones leves o moderadas, ansiedad u otro tipo de
trastornos emocionales. A ello habría que sumar el alcoholismo, que en
muchos países va en aumento, y la
drogodependencia, así como el daño
a la salud mental que suponen estados
como el desempleo o la discriminación
social.
Datos más recientes aumentan esta
proporción hasta el 15%, pero ello no
implica que este porcentaje de población
esté dispuesta a recibir tratamiento, ya que
el estigma de la locura pesa en su contra
y dificulta el reconocimiento del problema
o la búsqueda de ayuda.
LA SALUD MENTAL
El tratamiento de las enfermedades mentales graves ha cambiado
drásticamente en las últimas décadas. Los fármacos fabricados a partir
de 1950, junto con la mejora de otros métodos, han permitido a los
pacientes, tradicionalmente internados en psiquiátricos, ser tratados en
clínicas y hospitales, que dan libertad a la mayoría de los enfermos
para salir a caminar por el edificio y por los terrenos circundantes, e
incluso visitar lugares cercanos. Esta tendencia se basa en la conclusión
de que la perturbación de la conducta de los pacientes se debe más, en
ocasiones, a la reclusión que a la propia enfermedad.
LA SALUD MENTAL
El tratamiento de los pacientes con trastornos mentales menos
graves también ha mejorado sensiblemente. En el pasado, los pacientes
con depresión leve, trastornos de ansiedad y otro tipo de neurosis eran
tratados casi exclusivamente mediante la psicoterapia individual,
metodología que ha evolucionado hacia otros enfoques alternativos,
como las terapias de grupo o de familia, a las que se ha sumado el
empleo de fármacos psicotrópicos, como el Prozac, que ayudan a
aliviar los síntomas.
ALCOHOLISMO
Veamos en la tabla los efectos del alcohol según su concentración en sangre:
0,16 – 0,20 g/l: Disminución de reflejos
0,21 – 0,30 g/l: Apreciación incorrecta de las
distancias y la velocidad
0,31 – 0,50 g/l: Ligera euforia y fallos de visión
0,51 – 0,80 g/l : Sobrevaloración de facultades,
desinhibición y tiempo de reacción mayor
0,81 – 1,5 g/l : Ligera embriaguez, dificultades
para hablar y para coordinar movimientos
2 g/l: Embriaguez grande. Descoordinación del
habla y de la marcha, Visión doble
3 g/l:
Estado de apatía, somnolencia,
confusión. Imposibilidad de conduciur.
4 – 5 g/l: Coma etílico
> 5 g/l:
Riesgo de muerte por parálisis de los
centros respiratorio y motor
La tasa de alcoholemia o concentración de alcohol en sangre (g/L) puede
estimarse aplicando la siguiente fórmula:
Gramos de alcohol puro ingeridos/ coeficiente · peso (kg)
(el coeficiente es 0,7 para el hombre y 0,6 para la mujer)
ALCOHOLISMO
Hay que tener en cuenta que los efectos del alcohol dependen de los
siguientes factores:
• edad, sexo y peso de la persona
• cantidad y rapidez con la que se ha bebido
• haber comido a la vez
• combinación con bebidas carbónicas
DROGODEPENDENCIA
El consumo de drogas en general ha aumentado en España a lo largo
de los años. Pero, especialmente, hay una droga que se ha “puesto de
moda”: la cocaína.
Oír que alguien está enganchado a la cocaína quiere decir que la
persona tiene una dependencia de esta droga. Esta dependencia se
manifiesta cuando el enfermo no dispone de la dosis habitual y se
produce en dos niveles:
• Físicamente se manifiesta con posibles mareos, temblores, un malestar
muy fuerte y demás manifestaciones del conocido "mono".
• La psíquica representa cambios emocionales, nerviosismo, necesidad
por encima de todo de conseguir la droga.
DROGODEPENDENCIA
El síndrome de dependencia tarda de varios días a semanas en
pasarse, dependiendo de la droga, y en muchos casos es necesario
apoyo médico para superarlo.
Todos los drogadictos rehabilitados reconocen que si bien al principio
encontraron ciertos beneficios en el consumo de estupefacientes, pronto
se dieron cuenta de que les perjudicaba, no sólo en lo referente a su
salud sino también en sus relaciones personales y familiares. Se dieron
cuenta de que ante la droga sólo cabe una opción: dejarla. Si no se hace
así, nos acaba destruyendo.
El Proyecto Hombre es una ONG
que tiene muchos proyectos destinados
a la prevención y tratamiento de todo
tipo de toxicomanías.
TABAQUISMO
Otra adicción que se encuentra muy extendidas en nuestra sociedad y
que, incluso, en ciertos círculos, pueden ser hasta bien vista es el
Tabaquismo, estar enganchado al tabaco. No poder pasar varias horas
sin pensar en fumar. Necesitar un cigarro para estar más tranquilo. El
tabaquismo es la adicción crónica a fumar cigarrillos. La nicotina es la
droga más consumida, produce dependencia física y psicológica además
de un gran número de enfermedades cardiorrespiratorias (entre ellas
cáncer).
El fumador o fumadora de tabaco
piensa que el pitillo sabe bien, que le
quitará los nervios, que le va a dar
fuerzas, pero la cruda realidad es que
el tabaco no produce ninguna de estas
sensaciones, sino todo lo contrario, su
ausencia en un fumador provoca
malestar, mono.
HÁBITOS DE VIDA SALUDABLES.
Los estilos de vida saludables son formas de vida que comprenden
tanto aspectos materiales, como la forma de organización y los
comportamientos. Podemos mencionar como estilos de vida saludables
el estar en un ambiente higiénico, tener relaciones armoniosas, adecuada
autoestima, buena comunicación, una alimentación equilibrada o
realizar periódicamente ejercicio físico adecuado a la edad.
Existen en la sociedad estilos de
vida que no son saludables como
el
alcoholismo,
conductas
inadecuadas en la salud como la
mala nutrición o el tabaquismo,
los cuales tenemos que irlos
cambiando a través de diferentes
estrategias,
principalmente
informativas y educativas.
HÁBITOS DE VIDA SALUDABLES.
Es posible afirmar que la salud de la población es un ámbito de
actuación primordial en cualquier modelo de sociedad actual. Además,
es preciso tomar decisiones importantes con respecto a la nutrición que
incidan en la salud de grupos tales como niños y ancianos, y de
poblaciones enteras que sufren de malnutrición. Por ello, los poderes
públicos han de desarrollar programas educativos y campañas que
fomenten en la población la adquisición de conductas de vida
saludables, además de promover la cooperación y la ayuda a los grupos
y comunidades sociales más desfavorecidas.
HÁBITOS DE VIDA SALUDABLES.
En ese sentido es crucial la labor desarrollada por un número cada vez
mayor de ONG’s, organizaciones no gubernamentales de carácter
humanitario, que dirigen sus esfuerzos a determinadas parcelas de la
asistencia social, tanto en casos de catástrofes o desastres naturales o
mediante el trabajo de sus cooperantes en países subdesarrollados y
canalizando la ayuda económica y material que reciben de los países
más ricos.