Download Diapositiva 1 - La boutique del powerpoint

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
EL ALMA COMO ECO DIVINO
Extracto tomado de
"EL LIBRO DE LA SABIDURÍA CELTA“
Arte digital: Anamaría Aguilar Posada
Texto: John Ondonohue
Música: Tema de la película “La Misión”
PPS: Julia López Martínez y Anamaría Aguilar Posada
Colección: “Caricias para el Alma”
No puedes amar a otro si no estás
empeñado al mismo tiempo en la
obra espiritual, hermosa pero difícil,
de aprender a amarte a tí mismo.
Cada uno de nosotros tiene al nivel del alma un manantial enriquecedor de amor
En otras palabras, no necesitas buscar fuera de ti el significado del amor. Esto no es
egoísmo ni narcisismo, obsesiones negativas sobre la necesidad de ser amado.
Por el contrario, es el manantial del amor en el corazón.
Por su necesidad de amor,
las personas que llevan una vida solitaria suelen tropezar con este gran manantial
interior. Aprenden a despertar con sus murmullos la profunda fuente interior de
AMOR
No se trata de obligarte a amarte a ti mismo,
sino de ser reservado, de incitar a ese manantial de amor que constituye tu
naturaleza más profunda a surcar toda tu vida.
Cuando esto sucede, la tierra endurecida de tu interior vuelve a ablandarse. La falta
de amor lo endurece todo. No hay mayor soledad en el mundo que la del que se ha
vuelto duro o frío.
El resentimiento y la frialdad son la derrota final.
Si descubres que te has endurecido,
uno de los dones que debes otorgarte es el del manantial
interior.
Incita a esta fuente interior a que se libere.
Remueve el sarro dentro de ti a fin de que poco a poco, en una bella osmosis esas
aguas nutricias penetren e inunden la arcilla endurecida de tu corazón.
Donde antes había tierra dura, yerma, impermeable, muerta, ahora hay crecimiento,
color, nutrición y vida que fluyen del hermoso manantial del amor. Ésta es una de
las formas más fecundas de transfigurar la negatividad que hay en nosotros.
Se te envía aquí a aprender a amar y recibir amor.
El mayor don que el nuevo amor trae a tu vida es el despertar
del amor oculto en tu interior. Te vuelve independiente.
El amor debería liberarte.
Te liberas de esa necesidad ávida y abrasadora que te impulsa continuamente
a buscar afirmación, respeto y significación en cosas y personas fuera de ti.
Ahora puedes acercarte al otro,
no por necesidad ni con el aparato agotador de la proyección, sino por
auténtica intimidad, afinidad y comunión. Es una liberación.
Ser santo es hallar la propia
patria,
poder descansar en esa casa
de comunión y
arraigo que llamamos alma.
EL ALMA COMO ECO DIVINO- EXTRACTO
No puedes amar a otro si no estás empeñado al mismo tiempo en la obra espiritual, hermosa pero difícil, de
aprender a amarte a tí mismo. Cada uno de nosotros tiene al nivel del alma un manantial enriquecedor de
amor. En otras palabras, no necesitas buscar fuera de ti el significado del amor. Esto no es egoísmo ni
narcisismo, obsesiones negativas sobre la necesidad de ser amado. Por el contrario, es el manantial del amor
en el corazón. Por su necesidad de amor, las personas que llevan una vida solitaria suelen tropezar con este
gran manantial interior. Aprenden a despertar con sus murmullos la profunda fuente interior de amor. No se
trata de obligarte a amarte a ti mismo, sino de ser reservado, de incitar a ese manantial de amor que
constituye tu naturaleza más profunda a surcar toda tu vida. Cuando esto sucede, la tierra endurecida de tu
interior vuelve a ablandarse. La falta de amor lo endurece todo. No hay mayor soledad en el mundo que la
del que se ha vuelto duro o frío. El resentimiento y la frialdad son la derrota final.
Si descubres que te has endurecido, uno de los dones que debes otorgarte es el del manantial interior. Incita a
esta fuente interior a que se libere. Remueve el sarro dentro de ti a fin de que poco a poco, en una bella
osmosis esas aguas nutricias penetren e inunden la arcilla endurecida de tu corazón. Donde antes había tierra
dura, yerma, impermeable, muerta, ahora hay crecimiento, color, nutrición y vida que fluyen del hermoso
manantial del amor. Ésta es una de las formas más fecundas de transfigurar la negatividad que hay en
nosotros.
Se te envía aquí a aprender a amar y recibir amor. El mayor don que el nuevo amor trae a tu vida es el
despertar del amor oculto en tu interior. Te vuelve independiente. Ahora puedes acercarte al otro, no por
necesidad ni con el aparato agotador de la proyección, sino por auténtica intimidad, afinidad y comunión. Es
una liberación. El amor debería liberarte. Te liberas de esa necesidad ávida y abrasadora que te impulsa
continuamente a buscar afirmación, respeto y significación en cosas y personas fuera de ti. Ser santo es hallar
la propia patria, poder descansar en esa casa de comunión y arraigo que llamamos alma.