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Reflexiones
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centro de desarrollo y asesoría psicosocial
Nº 3 – Año 2002
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA SALUD MENTAL?
La razón fundamental es que constituye un derecho
humano; el derecho a ser persona plenamente, con
salud física y emocional, con oportunidades que
permitan el desarrollo máximo de sus capacidades,
con conciencia de su rol ciudadano. En este
contexto, el año 2 001 fue declarado
internacionalmente “Año de la la Salud Mental”,
porque, en el mundo, igual que en nuestro país, se
considera que aún no se ha logrado el nivel
requerido.
Tal es la preocupación por la gravedad de los
problemas de salud mental en el mundo, y sus
repercuciones en la vida familiar, social y
económica de los países, que organismos
internacionales como el Banco Mundial y la
Organización Mundial de la Salud – OMS, han
venido estudiando la “carga global de enfermedad”,
poniendo especial énfasis en la salud mental. Para
ello, se han utilizado los DALY, indicadores
definidos como “la suma de años perdidos debido a
mortalidad prematura y años vividos con
discapacidad
ajustada
según
niveles
de
severidad”(Murray y López, 1997).
Esto quiere decir, que existen enfermedades
mentales como la depresión o problemas
psicosociales graves como la violencia, que
generan discapacidad severa, afectando tanto a las
personas implicadas como a sus familias y
comunidades. Si se considera a la población
mundial, encontramos que la depresión mayor
unipolar es la 4ta causa de discapacidad –entre las
10 más importantes- luego de las enfermedades
respiratorias, diarrea y trastornos perinatales. Si
ampliamos el margen, encontramos también entre
las 30 causas de mayor discapacidad, al uso de
alcohol, la esquizofrenia y el trastorno bipolar. La
proyección realizada para el año 2 020, nos
muestra que la tendencia es que la depresión suba
del 4to al 2do lugar de discapacidad en la población
mundial.
Más grave aún es constatar que, si sólo se estudia el
período entre 15 y 44 años de edad, encontramos
que la depresión unipolar es la primera causa de
discapacidad, por encima de la tuberculosis y los
accidentes de tránsito. Entre las 10 primeras
causas encontramos también el uso de alcohol
(4to), las lesiones por la propia persona (5to), el
trastorno bipolar (6ta) y la esquizofrenia (9no). Es
decir dentro de las diez primeras causas de
discapacidad, entre 15 y 44 años, el 50% son
problemas de salud mental. Si sumamos la violencia
y un porcentaje de los accidentes de tránsito
producidos por el alcohol, podríamos llegar al 70 %.
Si nos referimos al nivel de severidad de las
discapacidades, encontramos, por ejemplo, que la
psicosis está en el mismo nivel de severidad que la
demencia, la migraña severa y la cuadriplejía. Le
sigue, por orden de severidad, la depresión mayor
unipolar, en el mismo nivel que la paraplejia.
Otro dato alarmante es el que se refiere a la
probabilidad de sufrir discapacidad en algún periodo
de la vida, sólo por el hecho de nacer en una
determinada región del mundo. Así, las personas
nacidas en América Latina tenemos 50% más de
posibilidad de sufrir una discapacidad que las
nacidas en los países desarrollados. Además, existe
una relación inversamente proporcional entre la
inversión económica en salud y el incremento de
DALYs; a mayor inversión en salud, menor será el
porcentaje de DALYs.
En Perú, si bien no existe una información
epidemiológica completa de salud mental, a nivel
nacional, si tenemos indicadores que ratifican las
tendencias mundiales. Por ejemplo, el estudio de
Cecilia Sogui (1997), aunque focalizado en un solo
distrito limeño, resalta la prevalencia de un 32.6% de
depresión. También el Ministerio de Salud (2001)
ha alertado acerca de que los trastornos de ansiedad
estarían en ascenso. En este contexto,
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No 2 - 2002
cabe resaltar que los suicidios ocupan el cuarto
lugar como causa de muerte violenta en Lima,
constituyendo el 8% de éstas (Instituto de Medicina
Legal, 2 001).
Otro grave problema vinculado a la salud mental en
Perú es el consumo y abuso de sustancias y otras
adicciones. Según la Encuesta Nacional de
Prevención y Uso de Drogas (Contradrogas, 1998)
los principales consumos son de alcohol y tabaco,
10.1% y 8.1% de la población encuestada.
El tema de las violencias también se ha ido
visibilizando en los últimos años, a partir de la toma
de conciencia de su gravedad. En Lima,
uno de cada tres limeños maltrata psicológicamente
a sus hijos (36.2%) y dos de cada cuatro o cinco lo
hace físicamente (43.2%) (Anicama, 1999). El 41%
de las mujeres “alguna vez unidas” ha sido
empujada, golpeada o agredida físicamente; la
mayoría (83%) a veces y el 16% con frecuencia
(INEI, 2000). La infancia y la adolescencia son los
grupos más vulnerables a la violencia sexual; entre
ellos/as, el 73% son mujeres (de todas las edades).
Frente a este panorama, ¿Qué esperamos para
invertir en salud mental y desarrollar políticas de
estado específicas para prevenir y atender
adecuadamente estos problemas?
María Julia Oyague
Directora cedapp
Abril 2002
BIBLIOGRAFÍA
-Mazzotti, Guido. Carga Global de Enfermedad. Ponencia inédita. Tomado de: Murray CJL, López
AD. “Global mortality, disability, and the contribution of risk factors: Global Burden of Disease Study.
Lancet 1997; 349:1436 – 42.
-Ministerio de Salud – MINSA.. Lineamientos para la Acción en Salud Mental. Documento inédito, 2
002.
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