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El capitalismo es incapaz de garantizar un crecimiento sano
Jordi Escuer y Carlos Sánchez Mato
10 de septiembre de 2013
El Gobierno del PP se ha pasado el verano insistiendo en que estamos al final de la crisis y en
vísperas de una recuperación de la economía. Ha sido especialmente patética la reacción ante la
reducción del paro en agosto en ¡31! personas, a la par que se reducía la afiliación a la Seguridad
Social en 99.000 personas. De hecho, hay 73.000 parados más que en agosto del año pasado. ¡En
realidad disminuye el número de personas trabajando! Y el empleo que se crea es precario y en
malísimas condiciones.
¿Hay motivos objetivos para el optimismo del Ejecutivo de la derecha?
Todas las declaraciones oficiales hacen referencia a la “desaceleración de la caída del PIB” como
indicador técnico de la salida de la recesión. Sin embargo, es evidente la absoluta falta de
correlación entre la actividad y el PIB ya que es inexplicable que una caída del 3,6% en el período
2007-2012, haya supuesto un incremento en el desempleo de casi 17 puntos porcentuales sobre la
población activa. Una cifra similar de crecimiento del paro en Grecia ha ido acompañado de una
caída del PIB superior al 20%. Desde la perspectiva oficial se argumenta que el empleo perdido era
muy poco productivo pero esa explicación no es en absoluto coherente1. La hipótesis más
razonable con los datos disponibles muestra que existen graves problemas metodológicos a
la hora del cálculo del PIB y de sus variaciones anuales por lo que no ha reflejado la auténtica
gravedad de la crisis. Parece evidente que el PIB en España está claramente “inflado” por lo
que defender la “salida de la crisis” por la existencia de mínimas variaciones del mismo no
parece consistente2.
Veamos, en primer lugar, las perspectivas del propio Gobierno:
Datos de la “Actualización del programa de Estabilidad. Reino de España, 2013-2016”.
Los datos proporcionados por la Central de Balances del Banco de España y los de la Agencia Tributaria que
se obtienen de las grandes empresas no reflejan el presunto aumento de productividad de los trabajadores
que no han perdido su empleo. Más bien ha sido al contrario. Las grandes empresas han sufrido en el período
2007-2012 una pérdida de productividad superior al 16% ya que su facturación ha caído mucho más rápido
que los salarios de sus trabajadores.
1
2
Juan Carlos Barba. Más dudas sobre la fiabilidad del PIB español.
http://blogs.elconfidencial.com/economia/grafico-de-la-semana/2013/05/24/mas-dudas-sobre-lafiabilidad-del-pib-espanol-11338
1
Datos de la “Actualización del programa de Estabilidad. Reino de España, 2013-2016”.
Incluso aceptando los supuestos macroeconómicos de crecimiento del PIB publicados por el
Ministerio de Economía, la situación dista mucho de poder ser considerada como positiva. Como
vemos, hasta 2018 el paro no bajaría del 20%, y habrá que esperar hasta 2019 para llegar a un
14,9% de paro. Ni siquiera entonces prevé el Gobierno que la economía pueda volver a niveles
previos a la crisis. De hecho, esperan que el paro siga creciendo hasta 2014 y empiece a reducirse
sólo a partir de 2015. De Guindos ha hecho público su convencimiento de que la situación va a
“mejorar”, el paro quedará ligeramente por debajo del 27,1 previsto y la economía crecerá una
décima más en 2014, y una mejoría ligera del crecimiento en 20143.
Por tanto, ni siquiera con este optimismo sobrevenido espera variaciones sustanciales del escenario
que preveían hace un año.
Es especialmente esclarecedor lo que está ocurriendo con la denominada población activa que
sigue en caída libre. Uno de los motivos es el descenso de la población (baja natalidad y
emigración superior a inmigración) y el otro es la falta de actividad y de expectativas, y que
fuerza a que aquellos que están en edad de trabajar, hartos de esperar, deciden abandonar el
mercado laboral y formar parte de la población inactiva.
Según las cifras publicadas por el Banco de España a partir de la Encuesta de Población Activa,
de junio, la variación interanual de la población activa ha descendido unas 350.000 personas, de los
cuales 143.000 se debe a descenso poblacional, y el resto, 206.000 a la falta de expectativas.
Esto supone un verdadero riesgo y una muestra de las evidentes dificultades del crecimiento
potencial que quieren vendernos. Tenemos 15.465.000 de personas inactivas, lo que sumado a los
5,9 millones de parados de la EPA y los 8 millones de jubilados, resulta que más de 28 millones de
personas están fuera de la actividad.
Si en la última EPA (el II trimestre de 2013), el paro era de 5.977.500, con una tasa del 26,26%, la
previsión implica que habrá en torno a 3.400.000 parados en 2019. Por tanto, los trabajadores
difícilmente podemos tener ninguna esperanza con este Gobierno. El paro es crónico desde hace
décadas (nunca bajó sustancialmente de los 2 millones) y, ahora, se cronifica a un nivel superior.
Y el empleo que se está creando, y que se creará, será mayoritariamente precario. El propio
Ejecutivo basa sus perspectivas en una contención de los salarios, que en sus previsiones crecen
siempre por debajo del PIB, y lo basa todo en un aumento de la inversión que no empezaría a crecer
hasta 2014, vinculado también a un aumento constante de las exportaciones por encima de las
importaciones.
3
http://economia.elpais.com/economia/2013/09/04/actualidad/1378303731_583919.html
2
El objetivo del Gobierno es, mediante la intensificación de la explotación de los trabajadores
(aumento de la tasa de plusvalía), aumentar la rentabilidad de las inversiones. No podemos olvidar
que el punto de partida de esta crisis es la caída de la inversión, en España y en la Unión Europea. La
caída del consumo es una consecuencia que agrava la crisis, pero no la causa.
Elaboración propia a partir de datos de Eurostat
Y la misma dinámica ha habido en la UE-12 (la zona Euro), con una caída de la inversión de 250.000
millones de euros en 2009 sobre 2008, mientras el consumo de los hogares caía en casi 72.000
euros (datos de Eurostat), por lo que, y es rotundamente claro en el caso del Estado español, el
problema de partida es la caída de la inversión, no el consumo.
Por eso hablamos de que hay una crisis de SOBREPRODUCCIÓN, no porque no hubiera una
capacidad de consumo (que obviamente era limitada), sino porque hay más medios de
producción de los que el capitalismo es capaz de usar. ¿Con qué finalidad emplea el capitalismo
los medios de producción? Pues no para atender necesidades sociales, sino para obtener beneficios.
El capital no invierte ordenadamente, sino buscando la máxima rentabilidad a corto plazo, cuando
un sector en está en auge, el capital acude a él y lo estimula hasta que hay un exceso de capacidad
productiva (incluso provocando burbujas, que son propias de una economía de mercado), entonces,
la rentabilidad cae y se abre una crisis. Así ha sucedido en el sector inmobiliario y, en general, en el
conjunto de la economía. Por eso estamos en crisis. Hay un enorme exceso de capacidad productiva,
no desde el punto de vista de las necesidades, sino de la utilización rentable de dichas fuerzas.
La forma capitalista de resolver esto es una masiva destrucción de fuerzas productivas, la
recuperación de la tasa de ganancia y la creación de nuevos mercados, unida a la explotación
más intensa de los existentes. Estamos asistiendo a una destrucción de fuerzas productivas, tanto
materiales como humanas. La destrucción de empleo masiva (unos de 3 millones de empleos hasta
2012), de los cuales más de medio millón corresponden a la industria. La destrucción de la actividad
de investigación y ciencia, con cierres y despidos masivos, suponen un retroceso dramático para la
economía española. La utilización de la capacidad productiva es todavía muy baja, con lo que no
cabe esperar grandes inversiones ni que cese la destrucción de capital fijo:
Encuesta de Coyuntura Industria. Ministerio de Industria, Energía y Turismo
Es como el capitalismo hace las cosas, destruyendo las fuerzas productivas para tratar de recuperar
la rentabilidad y nuevos mercados que permitan una nueva acumulación de capital. La recuperación
de la tasa de plusvalía, es decir, la explotación más intensa de los trabajadores ya está funcionando a
3
todo gas. La destrucción de empleo y la reducción de salarios no son “errores” o “fallos” del sistema,
sino el instrumento habitual del mismo para restaurar las ganancias de las empresas.
Fuente: elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística, INE
Pero no es suficiente, hay que continuar destruyendo parte de la capacidad productiva, explotar más
intensamente los mercados existentes y abrir nuevos. Eso ya se está haciendo con el crecimiento de
las exportaciones y la sustitución de importaciones por producción propia (según afirma el propio
Gobierno), y con las nuevas privatizaciones que integran en el mercado servicios públicos
(sanitarios, educativos…) es decir, los convierten en nueva fuente de negocio.
El aumento de las exportaciones, en realidad, no es ninguna novedad, pues estas llevan años
creciendo (y denotan que la industria española no es que no fuese “competitiva”, sino muy débil
numéricamente). El factor determinante para corregir el déficit comercial está siendo, además la
reducción de las importaciones por la extrema debilidad de la demanda interna.
Fuente: Secretaría de Estado de Comercio, Ministerio de Economía y Competitividad
Evolución Balanza de Pagos (1990-Jn2013)
150.000
100.000
50.000
0
1990
1995
2000
2005
2010
-50.000
-100.000
-150.000
Balanza Cuenta corriente
Balanza Cuenta capital
Balanza financiera
Fuente: Datos en millones de €. Elaboración propia a partir de datos de Banco de España
En el período 2000-2012, el déficit por cuenta corriente que muestra el saldo de nuestra balanza
con el exterior de bienes, servicios, rentas y transferencias ha sido de 661.098 millones de euros lo
que ha supuesto un crecimiento disparatado de la deuda externa.
La corrección del déficit de la balanza por cuenta corriente (superávit de 1.358 millones de
euros en el primer semestre de 2013) lo único que ha conseguido es evitar que se incremente
el astronómico volumen de endeudamiento externo neto que se ha estabilizado en cifras
cercanas al billón de euros. La propaganda oficial no parece haberse fijado que serían necesarios
4
243 años al ritmo conseguido en el primer semestre del año para volver a un endeudamiento
externo similar al del año 2000.
DEUDA EXTERNA NETA (MILLONES €)
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
0
DEUDA EXTERNA NETA
2000
2001
2002
201.544
242.518
303.071
2003
2004
354.254 436.424
2005
2006
2007
2008
2009
505.493
648.218
822.823
863.066
982.156
2010
2011
932.006 976.551
2012
mar-13
959.000
967.100
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Banco de España
La clase trabajadora tampoco vería resuelto sus problemas mediante un aumento de la
productividad del “capital” con más inversiones en capital fijo, en maquinaria, y propiciando
una producción con más valor añadido por hora trabajada. Dichas medidas no sirven para
acabar con el desempleo, pues precisamente lo que buscan es ahorrar en mano de obra y explotar
más intensamente la que existe. Y no hay que ir muy lejos: en Alemania, la gran economía
exportadora de la UE ha reducido sus trabajadores industriales durante los años previos a la crisis, a
la par que aumentaba su producción. Esa es la consecuencia natural de aumentar la productividad.
La mayor parte del empleo creado en Alemania es de mala calidad. Hay 6,1 millones de personas
con subsidios: “Los receptores de la ayuda social en Alemania —un total de 4,4 millones de adultos
en condiciones de trabajar y 1,7 millones de niños y jóvenes que en 2012 le supusieron al Estado
37.100 millones de euros— no figuran en las estadísticas oficiales del paro4.”
Por lo que, en ningún caso CABE ESPERAR UNA SOLUCIÓN AL DESEMPLEO que se cronificará a un
nivel todavía más alto que en el periodo anterior. Y, además, la mayoría del empleo que se cree será
de mucha peor calidad, con más horas de trabajo, menos sueldo, y en peores condiciones, como
certifican todas las estadísticas y sufren los trabajadores. Por ello, incluso en la mejor de las
perspectivas, el Gobierno se equivoca si piensa que va a recuperar apoyo social en el supuesto de
una reactivación económica que ellos mismos prevén débil y que, es posible que apenas si sea una
reactivación.
Además, de estos factores, hay que tener en cuenta que el último auge llegó tan lejos gracias a una
masiva inyección de crédito, con un papel destacadísimo en el desarrollo del sector de la
construcción e inmobiliario. Pero no sólo en él. Todas las grandes empresas, que en el Estado
español son el grupo más endeudado, han crecido dopadas por el crédito masivo. Y el volumen de
crédito en la economía, incluida la deuda de las empresas no se ha reducido significativamente, pero
sí ha aumentado la deuda pública que pasa de un 40% antes de la crisis a aproximarse al 100% del
PIB5.
4http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/31/actualidad/1377974637_127375.html
El sobreendeudamiento es fundamentalmente de origen privado y no público. La deuda privada de
instituciones financieras, empresas y familias ha crecido en los ocho años previos al estallido de la crisis a
ritmo rapidísimo. A partir de 2007 son las administraciones públicas las que incrementan su deuda de manera
muy
rápida
recogiendo
el
testigo
de
los
agentes
privados.
http://matoeconomia.blogspot.es/img/debt2012.pdf.
5
5
Se ha producido un trasvase de la deuda del sector privado hacia el sector público,
fundamentalmente por el desplome de la recaudación de impuestos, el gasto financiero de una
deuda descomunal y el rescate bancario.
Evolución comparativa de la deuda de las Administraciones Públicas y del sector privado
Millones de €
4.500.000
4.000.000
3.500.000
3.000.000
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
0
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
SUBTOTAL ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
2007
2008
2009
2010
2011
2012
mar-13
SUBTOTAL OTROS SECTORES RESIDENTES
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Banco de España
El Banco de España reconoce que se han dado en ayudas más de 61.366 millones a los bancos, pero
eso sólo es en concepto de capital6. El total de ayudas públicas a los bancos supera los 632.220
millones de euros sin tener en cuenta el aval estatal implícito a los depósitos inferiores a los
100.000 euros7. La situación de los bancos se agrava conforme más dura la crisis, pues crece la
morosidad de las familias y de las empresas, que ya supera el 11%, y más tienen que endurecer las
condiciones para dar crédito pues necesitan sus recursos para pagar sus propias deudas. Pero, a su
vez, esa dinámica reduce el volumen del negocio bancario, y se crea un círculo vicioso en el que la
situación del sector financiero agrava la de la economía, y la de ésta agrava la del sector financiero.
Los nuevos análisis de la situación del sector financiero español demostrarán que seguirán siendo
necesarias nuevas ayudas públicas8. Todo esto, azuzará aún más los recortes del gasto público.
DEUDA TOTAL INSTITUCIONES FINANCIERAS (MILLONES €)
1.400.000
1.200.000
1.000.000
800.000
600.000
400.000
200.000
0
DEUDA TOTAL
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
119.364
142.354
175.429
255.540
387.550
579.833
828.937
2007
2008
2009
2010
2011
2012
mar-13
1.074.820 1.123.109 1.182.765 1.175.094 1.205.651 1.231.924 1.211.187
6http://www.bde.es/f/webbde/GAP/Secciones/SalaPrensa/NotasInformativas/Briefing_notes/es/notabe02-
09-2013.pdf
7
http://matoeconomia.blogspot.es/img/aypub2012.pdf
La troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) realizará la última
semana de septiembre la cuarta de las cinco revisiones contempladas en el Memorandum de Entendimiento
de ayuda a la banca.
8
6
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Banco de España
Aunque las declaraciones oficiales consideran resuelto la reestructuración del sistema financiero,
los datos muestran que están lejos de darse las condiciones objetivas que permitan creer esta
afirmación. La deuda de las instituciones financieras está en cifras máximas por lo que el proceso de
“desapalancamiento” está lejos de haber llegado a su fin. Pero no es ese el único problema que
puede terminar de estallar en los próximos ejercicios ya que el actual nivel de deuda es insostenible,
además de para las instituciones financieras, para las empresas, administraciones públicas y
familias. Es absolutamente imposible la amortización de ese volumen máximo de endeudamiento y
será inevitable una profunda reestructuración que, inevitablemente conllevará reducciones de la
misma, para evitar un colapso financiero de enorme magnitud.
¿De qué manera inyectan dinero en la economía los bancos centrales?: Las soluciones
monetarias
La Reserva Federal norteamericana, FED, compra activos, sobre todo bonos, de las entidades
privadas, básicamente bancos. La idea es que éstos lo inyecten en la economía prestándolos. Es muy
parecido a darle a la máquina de hacer dinero, pues los dólares con que paga los “crea” la propia
FED. El balance de la FED va a crecer hasta el 18% del PIB norteamericano si sigue comprando al
ritmo actual (supera el 15% del PIB ahora). La actuación del Banco de Japón (BoJ) es aún mayor en
este sentido, esperando que el Balance del BoJ llegue al 40% del PIB en los próximos dos años, con
una masiva inyección de dinero.
El BCE no llega tan lejos, pero aplica una política similar: compra activos de riesgo a los bancos, está
dispuesto a comprar bonos de países con problemas sin límites, ha reducido los tipos de interés
hasta el 0,50%9…
En cualquier caso, los bancos centrales no tienen capacidad de impulsar el crecimiento que el
sistema capitalista demanda. Únicamente tienen capacidad para actuar sobre los síntomas de la
enfermedad y no sobre las causas profundas de la misma. Además, incluso en esa función se puede
establecer que no han actuado de manera suficientemente agresiva para diluir el descomunal
volumen de deuda existente porque eso hubiera supuesto un perjuicio considerable para los
acreedores de la misma.
Para poder pagar las deudas, la economía tiene que crecer10. Las previsiones del gobierno para la
economía española se basaban en un contexto más optimista del crecimiento mundial:
Crecimiento global
2013
2014
Previsión gobierno11
4,0
4,5
Previsión FMI
3,1
3,8
Y para la zona Euro
Previsión gobierno
Previsión Eurostat
9
2013
0,1
-0,4
2014
1,6
1,2
http://blogs.elpais.com/con-euros-y-a-lo-loco/2013/06/bancos-centrales-en-la-cuerda-floja.html
Aunque el PIB es un indicador absolutamente insuficiente para medir el crecimiento de los países, no
podemos menos que utilizar este indicador como termómetro de la capacidad de una economía para devolver
los créditos contraídos previamente.
10
11
Excluido UE
7
Previsión FMI
-0,6
0,9
Previsiones del Gobierno del “Actualización del programa de Estabilidad. Reino de España, 2013-2016”. La de Eurostat se
puede comprobar en su web, y la FMI en la suya
http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/survey/so/2013/new070913as.htm
El FMI ha ido reduciendo las perspectivas de crecimiento de casi todos los países en su última
previsión de julio de este año. Estados Unidos crecería un 1,2% este año y un 2,7% el que viene, las
cuales son cifras menores que las que tuvo en la salida de otras recesiones. Pero lo más significativo
es la ralentización de las llamadas economías emergentes, entre las que destaca China. La previsión
del FMI es de un crecimiento del 7,8% este año y del 7,7 en 2014. Pero la OCDE ya ha bajado la
previsión para China al 7,4% este año. ¿Qué está sucediendo? Veamos la evolución del comercio
mundial.
Si nos fijamos hay un debilitamiento tanto de las exportaciones como de las importaciones. Estados
Unidos vio como sus exportaciones crecían en 2010, pero luego empezaban a perder fuelle. Esa ha
sido la dinámica general. Igualmente, en el caso de China, sus exportaciones han decrecido
drásticamente entre 2010 y 2012. Dado que las economías están enormemente integradas, una
caída de las importaciones de China, la paga EEUU y otros países del área asiática. Y viceversa.
Por otro lado, lado la situación de China es clave para entender las perspectivas económicas, pues si
ella empieza a crecer menos, arrastrará al resto de países, con consecuencias en el crecimiento
mundial. Un ejemplo es América Latina, que es exportadora de materias primas. La caída de la
demanda de China, y la previsión de que siga haciéndolo, ya está poniendo en apuros a países como
Brasil y otros. En otras palabras. La crisis se está extendiendo al resto del mundo. Y va a tener
consecuencias políticas.
En la ralentización de China entran en juego factores internos muy importantes, que merecerían una
discusión específica, y que sólo podemos enunciar.
1) China ya no es un mero fabricante de productos intensivos en mano de obra, sino que la
composición de capital de sus empresas ha crecido mucho. De hecho, la tasa de inversión en
8
relación al PIB de China ha sido, y es, mucho más alta que en los países desarrollados. Ese factor
alimenta una reducción de la tasa de ganancia.
2) A eso se suma una reducción de la tasa de plusvalía, en la medida que las luchas de los
trabajadores están consiguiendo aumentar sus salarios y mejorar sus condiciones de trabajo. Lo
que supone otro factor reductor de la tasa de ganancia.
3) Además, se ha recurrido masivamente al crédito para seguir manteniendo una alta tasa de
crecimiento, en parte para compensar la caída de las exportaciones con obra pública y vivienda.
Eso ha alimentado una burbuja que ahora parece que puede estallar. Las empresas e
instituciones públicas están enormemente endeudados. Parece que el recurso al crédito también
está alcanzando su límite en China y que se puede pasar del “efecto riqueza”, al “efecto pobreza”.
Todos esos factores, junto con la caída de las exportaciones, parece que muestran que China está
sufriendo los efectos propios de una economía capitalista desarrollada. Es decir, está en la antesala
de su primera crisis de sobreproducción. Muchos analistas esperan un “aterrizaje suave”, como se
esperaba en el Estado español y en los países capitalistas desarrollados, pero el hecho es que los
desequilibrios naturales en una economía capitalista siempre se resuelven con crisis.
¿Cuál es la conclusión? Los países no pueden resolver esta crisis a base de exportar más e
importar menos, es decir, unos a costa de otros. Parece claro que el Estado español está lejos de
haber resuelto las causas de la crisis y la situación a nivel global no va a resolver las dificultades de
manera inmediata.
De hecho, no basta con intensificar la tasa de plusvalía, es decir, aumentar la explotación de
los trabajadores. Además es necesario destruir una gran cantidad de fuerzas productivas, o
encontrar nuevos sectores a desarrollar, que permitan un nuevo proceso de acumulación
capitalista: crecimiento y altas tasas de rentabilidad. Tras la depresión del 29, la crisis
consiguiente no fue superada hasta después de la Segunda Guerra Mundial, que creó esas
condiciones.
Finalmente, la economía capitalista ha utilizado, como en el caso español, el crédito para prolongar
el auge más allá del los límites “naturales” del sistema.
Todos los elementos nos llevan al mismo diagnóstico: La incapacidad del sistema para generar
“crecimiento sano neto” se intenta superar con la deuda y esto condena al fracaso a largo plazo a las
actuaciones monetarias. Antes o después éste colapsará porque será imposible afrontar sus
obligaciones. ¿Cuántas revoluciones industriales y mejoras de productividad necesitaríamos para
mantener el sistema? Demasiadas para el límite físico del planeta en que vivimos.
9