Download 28 domingo TO -C

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Para quien no sabe mirar, todo puede ser “ordinario”,
sin relieve, sin mensaje, sin poder liberador.
Para quien sabe mirar, lo más ordinario
se convierte en señal, palabra y acción salvadora de Dios
Lucas 17, 11-19
28 Domingo Tiempo Ordinario –C14 de octubre de 2007
11De
camino hacia Jerusalén, Jesús pasaba entre Samaria y Galilea. 12Al entrar
en una aldea, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se detuvieron a
distancia 13y comenzaron a gritar:
–Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros.
Los leprosos se quedan a distancia. De lejos y a gritos piden compasión
-Admiten en el grupo a un samaritano. El dolor los hermanaJesús está cerca de quien le busca y necesita.
Tod@s imaginamos que el encuentro con Jesús será beneficioso para ellos.
Encontrarse con Jesús es siempre punto de partida, estímulo de esperanza.
14Él,
al verlos, les dijo:
–Id a presentaros a los sacerdotes.
Y mientras iban de camino quedaron limpios. 15Uno de ellos, al verse
curado, volvió alabando a Dios en alta voz, 16y se postró a los pies de Jesús
dándole gracias. Era un samaritano.
Uno de los leprosos no necesita que nadie certifique su curación.
VE que está curado, interioriza su curación,
Es una respuesta a la mirada de Jesús. Es la fe, la confianza en Jesús
la que, además de curarle físicamente, salva al samaritano.
Jesús señala con frecuencia la pobreza espiritual de los miembros del
“pueblo elegido” que no demuestran ni fe ni gratitud, mientras los
samaritanos, personas excluídas del pueblo y del culto a Dios, le aceptan.
17Jesús
preguntó:
–¿No quedaron limpios los diez? ¿Dónde están los otros nueve?
18¿Tan sólo ha vuelto a dar gracias a Dios este extranjero?
¿Somos agradecid@s a Dios
y a quienes nos rodean?.
¿Nos resulta más fácil la oración de petición
que la de alabanza y acción de gracias?
¿Nos limitamos a pedir
o también a admirar, contemplar y agradecer?
19Y
le dijo:
–Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
Jesús no dice: “Yo te he salvado”
La fe, que ve y agradece, hace posible la salvación integral.
Las palabras de Jesús son una invitación al seguimiento.
Como el samaritano, debemos “levantarnos y andar”,
actuar de acuerdo al amor gratuito recibido,
dando gratis lo que recibimos gratis.
Tú, Señor, has venido, me lo has pedido todo y yo te lo he entregado.
Me gustaba leer, y ahora estoy ciega.
Me gustaba pasear por el bosque y ahora mis piernas están paralizadas.
Me gustaba coger flores, bajo el sol de primavera, y ahora no tengo manos.
Mira, Señor, cómo ha quedado mi cuerpo antaño tan agraciado.
Pero no me rebelo.
Te doy las gracias. Te daré las gracias por toda la eternidad,
porque, si muero esta noche, sé que mi vida ha sido maravillosamente plena.
He vivido el Amor y he quedado mucho más colmada de cuanto corazón haya podido
ansiar. ¡Padre, qué bueno has sido con tu pequeña Verónica!.
Esta noche, Amor mío, te pido por l@s lepros@s del mundo entero.
Te pido, sobre todo, por quienes la lepra moral abate, destruye, mutila y destroza.
Es sobre todo a ell@s a quien amo y por quienes me ofrezco en silencio,
porque son mis hermanos y hermanas.
Te ofrezco mi lepra física para que ell@s no conozcan el hastío, la amargura
y la gelidez de la lepra moral.
Soy tu hija, Padre mío; llévame de la mano como una madre lleva a su hijit@.
Estréchame contra tu corazón como un padre hace con su hij@.
Húndeme en el abismo de tu corazón, para habitar en él, con tod@s a quienes amo,
por toda la eternidad. Verónica