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EDAD CONTEMPORÁNEA: NIETZSCHE TEORÍA ÉTICA Nietzsche es un autor de la Edad Contemporánea (s. XIX) que desarrolla su teoría ética en las obras Más allá del bien y del mal y genealogía de la moral. 1. Crítica de la cultura occidental: el método genealógico. El objetivo de Nietzsche es hacer una crítica a la religión, la moral y la metafísica tradicionales de la cultura occidental. Según Nietzsche nuestra cultura se asienta sobre la negación del valor de lo terrenal (los instintos, el placer, etc.), para darle valor a algo trascendente (el espíritu, Dios, etc.). Nietzsche intenta demostrar que esto es un gran error y que de esta equivocación nace una cultura, la occidental, decadente y que pervierte el ser del hombre. Nietzsche intenta contradecir a la cultura occidental poniendo de manifiesto las verdaderas intenciones y motivos que están ocultos detrás de la moral, religión, etc. tradicionales. A pesar de que se ha pretendido hacernos creer que los valores que inspiran la cultural occidental responden a motivos altos y nobles, Nietzsche demuestra que esto no es así. Detrás de la cultura occidental se esconden valores como el egoísmo, la envidia, el cinismo, etc. Nietzsche busca los motivos inspiradores de los ideales de occidente, haciendo lo que él llama una genealogía (buscar la génesis, el origen) de la moral y la metafísica, buscando los motivos psicológicos en que se inspiran Por eso se dice que la filosofía de Nietzsche (junto con otras: Marx, Freud) es un filosofía de la sospecha, puesto que intenta descubrir en lo que es aparentemente noble, motivos ocultos no tan nobles. Todo esconde un lado oscuro que hay que descubrir. Para Nietzsche los grandes ideales de nuestra cultura (fraternidad, el amor a los demás, la vida contemplativa, la santidad) no son más que engaños ya que su origen son las pasiones y los sentimientos más bajos del hombre. Esta es un de las características de la filosofía de Nietzsche. No intenta demostrar que la religión, moral o metafísica occidentales son falsas por lo que dicen, por su contenido. Da por supuesto que esto es así. Intenta más bien poner de manifiesto que son una simple apariencia, una mentira que encubre motivos contrarios a lo que pretende defender. Nietzsche no examina las ideas que quiere contradecir sino que las hace sospechosas y por ello rechazables Todo lo que hasta el momento el hombre ha considerado como bueno bello, lo trascendente, lo ideales a los que el hombre aspira, se revela como “demasiado humano”; un intento de ocultar a sí mismo las miserias, miedos, y angustias del hombre. 2. La proyección de los valores y la transvaloración A lo largo de la historia se han sucedido innumerables tablas de valores: cada sociedad tiene su propia tabla de valores o código ético, que resume su forma de concebir al hombre. Por lo tanto a lo largo de la historia ha habido múltiples cambios o transmutaciones de valores. Sin embargo cuando Nietzsche habla de transmutación de los valores, habla de lago más radical. En muchas sociedades y especialmente en las civilizaciones occidentales los valores se han objetivado ¿Qué quiere decir esto?: Objetivar quiere decir que algo se convierte en un objeto, es una cosa a la que se da existencia independiente. Los valores son en principio ideas o creencias que las personas crean. Objetivar los valores significa que las personas se olvidan de que han creado esos valores (y por lo tanto que podrían destruirlos y crear otros nuevos a su voluntad) y creer que eso valores existen por sí mismo, que tienen valor absoluto. Si los valores son objetivos, es decir son seres que existen objetivamente por encima de nosotros, debemos obedecerlos y respetarlos por encima de todo. Objetivar los valores es proyectar fuera de sí algo que es una creación del hombre, haciendo que determinados valores dominen la vida del hombre en lugar de que el hombre domine sus valores. La filosofía de Nietzsche quiere eliminar esta objetivación de los valores. Nietzsche pretende mostrar que los valores son creaciones del hombre y por lo tanto que él tiene capacidad para crear y destruir valores. La capacidad de crear y destruir valores del hombre es una expresión de la vida. Nietzsche hace una interpretación biológica de la vida del hombre. El hombre es fundamentalmente un ser vivo que tiene instintos y voluntad de poder. El hombre está realmente desarrollando sus capacidades vitales cuando es capaz de crear y destruir valores. Cuando se conforma con una sola forma de vivir, creyendo que es objetiva, sino que crea nuevas. En eso consiste la transvaloración: la capacidad de crear y destruir valores. Por lo tanto Nietzsche hace una crítica a toda la cultura occidental por haber reprimido las capacidades vitales del hombre. Y por lo tanto ha creado personas decadentes y débiles. El cristianismo y el platonismo van a ser objeto de crítica de Nietzsche. 3. Crítica al cristianismo: la moral de los esclavos contra la moral de los señores El cristianismo es para Nietzsche la rebelión de los esclavos frente a los señores. El mundo judío inferior se rebela contra la civilización grecorromana superior. Estos dos mundos sostienen morales contrapuestas, paradigmáticas de dos modos de entender la ética: la moral de los señores y la moral de los esclavos: La moral de los señores es la de aquellos que: No reprimen sus instintos y viven plenamente. Ejercen su fortaleza vital, no se someten a nadie sino que pretenden dominar a los demás. Tienen un espíritu de lucha y de combate. No se someten a valores preestablecidos sino que crean y destruyen sus propios valores: son ellos mismos los que se trazan su propia manera de vivir. Son jerárquicos, puesto que son seres superiores, no se puede tratar de igual a igual a los débiles y cobardes. Son independientes, no se someten a normas ni órdenes, son individualistas, puesto que buscan afirmar su poder y voluntad. Son quienes expresan de manera más plena lo dionisíaco, la voluntad de poder. La moral de los esclavos, por el contrario es la de quienes: Reprimen sus instintos, renuncian a vivir plenamente se sacrifican, son poco ambiciosos, conformistas y sumisos. Aceptan los valores que se les impone, creen que esos valores son absolutos. Defienden la igualdad y la fraternidad, pero esto no es más que una forma de encubrir la envidia que tienen a los seres superiores. Son sumisos al grupo, a la opinión mayoritaria, nunca se separan del rebaño. Responden a lo apolíneo: la razón que somete a los instintos. El cristianismo responde al momento en el que la moral de esclavos intenta someter a los Señores, imponiéndoles un sistema de valores que niega su condición de seres superiores. Por lo tanto el motivo y la fuerza fundamental que inspira el cristianismo es la envidia de los esclavos hacia los Señores. La fraternidad, la igualdad, el servicio a los demás, el sacrificio, la renuncia a la carne son todas ellas ideas contra los señores y su forma de vivir. ¿Cómo sucede este triunfo de los esclavos? Los sacerdotes son Señores desposeídos que para recuperar su poder movilizan a los débiles en contra de los señores. El resentimiento que los esclavos han ido acumulando contra los señores permite a los sacerdotes imponer un nuevo modelo de sociedad regido por los valores de los esclavos. En La genealogía de la moral Nietzsche estudia cómo se produjo la inversión de valores que provocó que la moral de los esclavos se impusiera a la de los señores. La revelación y el desenmascaramiento de esta gran mentira es el gran objetivo que se propone la filosofía de Nietzsche. Será preciso un nuevo hombre, un ser superior que acometa la nueva transmutación de los valores. 4. El tiempo de la “muerte de Dios”: el Nihilismo. “La Gaya ciencia” La crítica que hace Nietzsche a la cultura occidental no es sólo un punto de vista suyo sino algo que Nietzsche constata de la sociedad en la que vive. Según él vivimos una época caracterizada por la “muerte de Dios”, es decir, en occidente se ha dejado de creer en Dios, en la existencia de un ser superior al hombre que limite su libertad. Para Nietzsche la época de la muerte de Dios tiene una doble dimensión: Supone la destrucción de los ideales que la sociedad occidental había mantenido hasta ahora. El hombre está por ello desorientado porque lo valores que le servían como referencia ya no son creíbles. Supone el comienzo de la liberación del hombre. El hombre descubre su libertad para crear y destruir valores. Por lo tanto estamos en una época de transición hacia una nueva forma de vivir. Bajo el término nihilismo (del latín nihil, nada) se designa en general toda doctrina que niega la existencia de realidades o valores objetivos. En particular se refiere al diagnóstico que Nietzsche realiza en el s. XIX sobre la cultura occidental: todos sus valores, verdad, bien, virtud, etc., fundados por el cristianismo y el platonismo son falsos y una negación de la vida, y proceden en el fondo de una “voluntad de la nada”, del odio a la vida. Cuando dichos valores se derrumben por ilusorios llegará el nihilismo a la sociedad occidental: los valores tenidos como supremos perderán validez y el hombre entrará en un estado de decadencia y de agotamiento general. Una vez asumido este nihilismo negativo, pasivo y pesimista, Nietzsche lo convierte en nihilismo activo y positivo. La etapa de destrucción y de negación da paso a la de creación y afirmación, pero afirmación de la vida que hay que vivirla con optimismo y con voluntad de crear, voluntad de poder. Es el tiempo del superhombre.
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