Download Diapositiva 1 - Parroquia de Cristo Rey

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO
“miserando atque eligendo”,
lo miró con misericordia y lo eligió
31 de julio
ΙΗΣΟΥΣ
IHΣ
griego
: Ιησούς
Iesus Hominum Salvator
I Have Suffered (yo he sufrido
Jesus Heiland Seligmacher (Jesús Bendito Salvador).

Esta Eucaristía en que celebramos a nuestro Padre Ignacio de Loyola,
a la luz de las Lecturas que hemos escuchado, quisiera proponer tres
pensamientos sencillos, guiados por tres expresiones:
1.- Poner en el centro a Cristo y a la Iglesia;
2.- Dejarse conquistar por Él para servir;
3.-Sentir vergüenza de nuestros límites y pecados, para ser humildes
ante Él y ante los hermanos.
1.- Poner en el centro a Cristo y a la Iglesia .El escudo de nosotros los Jesuitas es un monograma, el acrónimo de
"Iesus Hominum Salvator" (IHS). Cada uno de ustedes me puede
decir: ¡lo sabemos muy bien! Pero este escudo nos recuerda
continuamente una realidad que no debemos olvidar nunca: la
centralidad de Cristo para cada uno de nosotros y para toda la
Compañía, que San Ignacio quiso llamar precisamente "de Jesús",
para indicar su punto de referencia.
"Cristo siempre mayor", al "Deus semper maior", al "intimior intimo
meo", que nos saca de nosotros mismos continuamente, nos lleva a
una cierta kenosis, a "salir del propio amor, voluntad e interés" (EE,
189). No es una pregunta descontada para nosotros, para todos
nosotros: ¿Cristo es el centro de mi vida? ¿Pongo realmente a Cristo
en el centro de mi vida? Porque siempre existe la tentación de pensar
que somos nosotros el centro.
"porque Él es tu vida" (cf. Dt 30, 16, 20). ¡Cristo es nuestra vida!
A la centralidad de Cristo le corresponde también la centralidad de
la Iglesia: son dos fuegos que no se pueden separar: yo no puedo
seguir a Cristo sino en la Iglesia y con la Iglesia. la Esposa de
Cristo, nuestro Señor, que es nuestra Santa Madre Iglesia
Jerárquica (cf. EE, 353).
No puede haber caminos paralelos o aislados. Sí, caminos de
búsqueda, sí, caminos creativos, sí, esto es importante: ir a las
periferias, las tantas periferias. Para ello se requiere creatividad,
pero siempre en la comunidad, en la Iglesia, con esta pertenencia
que nos da coraje para seguir adelante. Servir a Cristo es amar
a esta Iglesia concreta, y servirla con generosidad y
espíritu de obediencia.
2.- Dejarse conquistar por Él para servir;
Me esfuerzo en correr hacia la perfección de Cristo, porque “yo
también he sido conquistado por Cristo Jesús" (Fil. 3,12). Para
Pablo, sucedió en el camino a Damasco, para Ignacio, en su casa
de Loyola, pero el punto fundamental es común: dejarse
conquistar por Cristo.Yo busco a Jesús, yo sirvo a Jesús porque
Él me buscó antes, porque he sido conquistado por Él; y éste es el
corazón de nuestra experiencia. Pero Él es el primero, siempre. En
español hay una palabra que es muy gráfica, que lo explica bien:
Él nos "primerea", "Él nos primerea." Es el primero siempre.
Cuando nosotros llegamos, Él ya llegó y nos está
esperando.
"El que quiere venir conmigo debe trabajar conmigo, para que
siguiéndome en el sufrimiento, me siga en la gloria" (EE, 95)
Ser conquistados por Cristo para ofrecer a este Rey toda
nuestra persona y de toda nuestra fatiga; (cf. EE, 96),
decirle al Señor que se quiere hacer todo para su mayor
servicio y alabanza, imitarlo también en soportar los insultos, el
desprecio, la pobreza (cf. EE, 98).
Y pienso en nuestro hermano en Siria en este momento.
Dejarse conquistar por Cristo significa estar siempre tendido
hacia lo que está ante mí, hacia la meta de Cristo (cf. Flp 3,14),
y preguntarse con verdad y sinceridad:
¿Qué he hecho por Cristo? ¿Qué estoy haciendo por Cristo?
¿Qué debo hacer por Cristo? (Cf. EE, 53).
3.-Sentir vergüenza de nuestros límites y pecados, para
ser humildes ante Él y ante los hermanos.
En el Evangelio, Jesús nos dice: "El que quiera salvar su vida la perderá,
pero quien pierda su vida por mi causa la salvará ... Si alguien se
avergüenza de mí ..." (Lc 9, 23).Y así sucesivamente. La vergüenza del
jesuita. La invitación que hace Jesús es la de no avergonzarse nunca de él,
sino seguirlo siempre con total dedicación, confiando en el Él y
encomendándose a Él. Pero al mirar a Jesús, como San Ignacio nos
enseña en la Primera Semana, sobre todo mirando a Cristo crucificado,
sentimos ese sentimiento tan humano y tan noble que es la vergüenza de
no estar a la altura;
Miramos la sabiduría de Cristo y nuestra ignorancia, su
omnipotencia y nuestra debilidad, su justicia y nuestras iniquidades,
su bondad y nuestra maldad (cf. EE, 59). Pedir la gracia de la
vergüenza, la vergüenza que viene del constante coloquio de
misericordia con Él
La vergüenza que nos hace que nos pongamos colorados ante Jesucristo;
la vergüenza que nos pone en sintonía con el corazón de Cristo, que se
hizo pecado por mí; la vergüenza que pone en armonía nuestro corazón
en lágrimas y nos acompaña en el seguimiento cotidiano de "mi Señor".Y
esto nos lleva siempre, como individuos y como Compañía, a la humildad,
a vivir esta gran virtud.
Humildad que nos hace conscientes cada día de que no somos nosotros
los que construimos el Reino de Dios, sino que es siempre la gracia del
Señor, la que obra en nosotros;
Humildad que nos impulsa a poner todo de nosotros mismos, no al
servicio nuestro o de nuestras ideas, sino al servicio de Cristo y de la
Iglesia, como vasijas de barro, frágiles, inadecuados, insuficientes, pero
donde hay un inmenso tesoro que llevamos y comunicamos (2 Corintios
4, 7).
Nuestra Señora, que Ella que llevó a Cristo en su seno y que ha
acompañado los primeros pasos de la Iglesia, nos ayude a poner en el
centro de nuestras vidas y de nuestro ministerio a Cristo y a su
Iglesia;
Ella, que fue la primera y más perfecta discípula de su Hijo, nos ayude
a dejarnos conquistar por Cristo, para seguirlo y servirlo en
cada situación;
Ella que respondió con la humildad más profunda al anuncio del Ángel:
"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra "(Lc 1,38),
nos haga sentir vergüenza por nuestra incapacidad ante el
tesoro que nos ha sido confiado, para vivir la humildad ante Dios.
Acompañe nuestro camino la paternal intercesión de San Ignacio y de
todos los Santos jesuitas, que siguen a enseñándonos cómo hacer todo,
con humildad, para mayor gloria de Dios – ad maiorem Dei gloriam.»
Pastoral de la comunicación social,
Aparecida 484….500
Una pastoral de la comunicación social 08082013
“Con alegría y esperanza observo el gran servicio que los diversos
medios de comunicación social ofrecen a las personas de
nuestro tiempo para enriquecer la comunicación entre ellas,
el intercambio de conocimientos y de experiencias”.
“La revolución tecnológica y los procesos de globalización conforman el
mundo actual como una gran cultura mediática. Esto implica una
capacidad para reconocer los nuevos lenguajes, que pueden ayudar a una
mayor humanización global. Estos nuevos lenguajes configuran un
elemento articulador de los cambios de la sociedad” (A 484).
Aparecida invita a hacer consciente esta realidad cultural mediática o
mediatizada, a observar y elaborar una comprensión de esos nuevos
lenguajes que influyen con mucha fuerza en el modo de pensar, de sentir,
de relacionarse y de tomar decisiones de muchas personas. Convoca a
los bautizados a asumir el desafío de crecer en una vida más digna y
plena guiados por los valores del Evangelio con el uso de los nuevos
medios de comunicación, según las propias posibilidades.
“En nuestro siglo tan influenciado por los medios de
comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el
ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de
esos medios. ‘Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen
la posibilidad de extender casi sin límites el campo de
audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena
Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable
ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la
inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con ellos la
Iglesia proclama desde las azoteas(cf. Mt 10,27; Lc 12,3) el
mensaje del que es depositaria. En ellos encuentra una
versión moderna y eficaz del púlpito. Gracias a ellos puede
hablar a las multitudes´” (A 485; EN 45).
“Yo diría, una radio, una radio católica hoy, es el púlpito más
cercano que tenemos. Es donde podemos anunciar los
valores humanos, los valores religiosos y sobre todo
anunciar a Jesucristo, al Señor, darle al Señor esa gracia de
darle sitio en nuestras cosas… Que todos trabajemos por
esa palabra que hoy día no gusta: solidaridad. Es una palabra
que tratan de dejarla de lado siempre porque es molesta y
que, sin embargo, es una palabra que refleja los valores
humanos y cristianos que hoy se nos piden para ir contra
de la cultura del descarte. Una cultura que deja siempre
afuera a la gente. Deja afuera a los niños, deja afuera a los
jóvenes, deja afuera a los ancianos, deja afuera a los que no
sirven, a los que no producen.Y eso no puede ser. La
solidaridad pone a todos adentro. Seguir trabajando por
esta cultura de la solidaridad y por el Evangelio”.
ANGELUS
“¿Cuál es la realidad que atrae mi corazón como un imán?”
11082013
“El cristiano es uno que lleva dentro de sí un deseo muy grande y
profundo: aquel de encontrarse con el Señor junto a sus hermanos, a sus
compañeros de camino.Y todo esto se resume en un famoso dicho de
Jesús: ‘Donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón’ (Lc.12,34).”
, “es el amor de Dios el que da sentido a los pequeños empeños
cotidianos y el que también ayuda a afrontar las grandes pruebas”. Éste es
el verdadero tesoro del hombre
“nos hace estar siempre preparados, con espíritu despierto, porque
esperamos este encuentro con todo el corazón, con todo nuestro ser.”
ANGELUS11082013
«Donde está tu tesoro, allí estará también tu
corazón» (Lc 12,34).
Yo les haría dos preguntas, la primera: ¿Todos ustedes tienen un corazón
deseoso? Piensen y respondan en silencio en el corazón: ¿Tú tienes un corazón
que desea o tienes un corazón cerrado, un corazón dormido, un corazón
anestesiado por las cosas de la vida? El deseo, ir adelante al encuentro con Jesús.
La segunda pregunta:¿Dónde está tu tesoro, aquello que tú deseas, porque Jesús
nos ha dicho: “donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”? yo pregunto: ¿Dónde
está tu tesoro? ¿Cuál es para ti la realidad más importante, más preciosa, la
realidad que atrae mi corazón como un imán?, ¿Qué atrae tu corazón? ¿Puedo
decir que es el amor de Dios?, ¿Que es el deseo de hacer el bien a los otros, de
vivir para el Señor y para nuestros hermanos?, ¿Puedo decir esto? Cada uno
responde en su corazón.
Alguno me responderá: Padre, pero yo soy uno que trabaja, que tiene familia, para
mí la realidad más importante es sacar adelante a mi familia, el trabajo…
¿Cuál es la fuerza que tiene unida a la familia? Es justamente el amor.Y quien
siembra el amor en nuestro corazón es Dios. El amor de Dios es el que da
sentido a los pequeños compromisos cotidianos y también ayuda a afrontar las
grandes pruebas. Este es el verdadero tesoro del hombre. Ir adelante en la vida
con amor, con aquel amor que el Señor ha sembrado en el corazón.
Pero el amor de Dios ¿Qué es? No es algo vago, un sentimiento genérico; el
amor de Dios tiene un nombre y un rostro: Jesucristo. ¡Jesús! El amor de Dios se
manifiesta en Jesús porque nosotros no podemos amar el aire, el todo. No se
puede. Amamos personas.Y la persona a la que amamos es Jesús, el don del
Padre entre nosotros.
Es un amor que da valor y belleza a todo el resto. Es un amor que da fuerza a
la familia, al trabajo, al estudio, a la amistad, al arte, a toda actividad humana.Y
también da sentido a las experiencias negativas, porque nos permite ir más allá
de estas experiencias, más allá, de no quedar prisioneros del mal, sino que nos
hace pasar más allá, nos abre siempre a la esperanza.
El camino de María hacia el Cielo comenzó
con aquel “sí” pronunciado en Nazaret, en
respuesta al Mensajero celestial que le
anunciaba la voluntad de Dios para Ella.Y, en
realidad, es precisamente así: cada “sí” a Dios
es un paso hacia el Cielo, hacia la vida
eterna.
ANGELUS15082013
“Porque esto es lo que el Señor quiere: ¡que todos sus hijos tengamos
la vida en abundancia! ¡Dios nos quiere a todos con él en su casa!”,
Llegan lamentablemente noticias dolorosas de Egipto. Deseo asegurar
mi oración por todas las víctimas y sus familiares. Por los heridos y por
cuantos sufren. Oremos juntos por la paz, el diálogo, la reconciliación
en esa querida tierra y en el mundo entero. María Reina de la paz ruega
por nosotros. Digamos todos María Reina de la paz ruega por nosotros.
El Sucesor de Pedro recordó especialmente el 25°
aniversario de la Carta Apostólica: Mulieris Dignitatem, del
beato Juan Pablo II, sobre la dignidad y la vocación de la
mujer. “Este documento es rico de ideas que merecen ser
retomadas y desarrolladas… para que todas las mujeres se
encuentren a sí mismas y la plenitud de su vocación”.
Hagamos nuestra la oración puesta al final de esta Carta
Apostólica (Cfr. n. 31): a fin de que, meditando el misterio
bíblico de la mujer, condensado en María,
En toda la Iglesia se profundice y entienda cada vez más el
tan gran e importante papel de la mujer.
ANGELUS18082013
DEBEMOS DE TENER LA MIRADA FIJA EN JESUS , ORIGEN DE NUESTRA FE
PIENSAN QUE HE VENIDO A TRAER LA PAZ A LA TIERRA; NO, SINO LA
DIVISIÒN, LA GUERRA.
VIVIR PARA SI MISMO ? ……..O PARA DIOS Y LOS DEMAS
FE Y VIOLENCIA SON INCOMPATIBLES
POR ESO CRISTO ES SIGNO DE CONTRADICCIÒN
…….SIGNIFICA SEGUIR A CRISTO ES RENUNCIAR AL MAL
Y AL EGOISMO ……A PRECIO DEL SACRIFICIO.
LA FUERZA DEL CRISTIANO ES LA FUERZA DE LA VERDAD Y DEL
AMOR, POR ESO FE Y FORTALEZA VAN JUNTAS
LA FUERZA DE LA MANSEDUMBRE ES LA FUERZA DEL AMOR
ANGELUS
25082013
“Señor, ¿son pocos los que se salvan?”
Lc (13, 23).
“Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque, les digo, muchos
pretenderán entrar y no podrán”. (v. 24). ¿Qué quiere decir Jesús? ¿Cuál es
la puerta por la que debemos entrar? ¿Y por qué Jesús habla de una puerta
estrecha?
La imagen de la puerta vuelve varias veces en el Evangelio y se remonta a la
de la casa, a la del hogar doméstico, donde encontramos seguridad, amor y
calor. Jesús nos dice que hay una puerta que nos hace entrar en la familia de
Dios, en el calor de la casa de Dios, de la comunión con Él.
Y esa puerta es el mismo Jesús (Cfr. Jn 10, 9). Él es la puerta. Él es el pasaje
para la salvación. Él nos conduce al Padre.Y la puerta que es Jesús jamás
está cerrada, esta puerta jamás está cerrada. Está abierta siempre y a todos
sin distinción, sin exclusiones, sin privilegios.
Jesús en el Evangelio nos dice que el ser cristianos no es
tener una “etiqueta”.
Y yo les pregunto a ustedes: ¿Ustedes son cristianos de
etiqueta o de verdad? Eh esa se responde dentro.
No cristianos, jamás cristianos de etiqueta, cristianos de
verdad, de corazón. Ser cristianos es vivir y testimoniar la fe
en la oración, en las obras de caridad, en promover la
justicia, en realizar el bien.
Por la puerta estrecha que es Cristo debe pasar toda
nuestra vida.
A la Virgen María, Puerta del Cielo, le pedimos que nos
ayude a pasar la puerta de la fe.
Tolle, lege
El Papa Francisco dejó este mensaje a los agustinos
inaugurando ayer por la tarde, con una misa en la basílica de
San Agustín, en el centro de Roma,
el 184 Capítulo General de la Orden
(De los cinco continentes). 29082013
“Nos has hecho para ti e inquieto es nuestro corazón, hasta que no
repose en ti” (Las Confesiones, I,1,1). Con estas palabras, vueltas célebres
san Agustín se dirige a Dios en las Confesiones, y en estas palabras esta la
síntesis de toda su vida.
‘Inquietud’. Esta palabra me impacta y me hace reflexionar.
Quisiera partir de una pregunta:
¿qué inquietud fundamental vive Agustín en su vida? O quizás debería
decir: ¿cuáles inquietudes nos invita a suscitar y a mantener vivas en
nuestra vida este gran hombre y santo?
Propongo tres: La inquietud de la búsqueda espiritual, La inquietud del
encuentro con Dios y La inquietud del amor.
“Toma y lee; toma y lee”( Tolle, lege )
(Confesiones, Capítulo 8) San Pablo(cap 3,13-14)
1.- La inquietud de la búsqueda espiritual
"Yo les diría a los que se sienten indiferentes ante Dios, ante la fe, a
los que están alejados de Dios o lo han abandonado, también a
nosotros, con nuestras" distancias "y nuestros" abandonos" a Dios, tal
vez pequeños, pero son muchos en la vida cotidiana: mira
profundamente en tu corazón, mira en lo profundo de ti mismo, y
pregúntate: ¿tienes un corazón que desea algo grande o tienes un
corazón dormido por las cosas?”.
2.- La inquietud del encuentro con Dios,
"Incluso tras el descubrimiento y el encuentro con Dios, Agustín no se
detiene, no se acomoda, no se cierra en sí mismo como alguien que
ya ha llegado, sino que prosigue el camino, su viaje. La inquietud de la
búsqueda de la verdad, de la búsqueda de Dios, se convierte en el
afán de conocerlo cada vez más y de salir de sí mismo para darlo a
conocer a los demás. Ésta es "la inquietud del amor".
“Toma y lee; toma y lee”( Tolle, lege)
"Y Agustín se deja inquietar por Dios, no se cansa de anunciarlo, de
evangelizar con valentía, sin miedo, trata de ser la imagen de Jesús
el Buen Pastor que conoce a sus ovejas (cf. Jn 10,14), de hecho,
como me gusta repetirlo, "él siente el olor de su rebaño" y sale a
buscar a las ovejas que se han perdido. Agustín vivió lo que San
Pablo le dice a Timoteo y a cada uno de nosotros: predica la
palabra, insiste en el momento oportuno y cuando no es oportuno,
proclama el Evangelio con el corazón magnánimo, grande (cf. 2 Tim
4:02) de un pastor que está inquieto por sus ovejas. El tesoro de
Agustín es precisamente esta actitud: la de salir siempre hacia Dios,
la de salir siempre hacia el rebaño...él es un hombre en tensión
entre estas dos salidas... no "privatiza" el amor...está siempre en
camino! (....) Siempre inquieto! Y esta Es la paz de inquietud".
“Toma y lee; toma y lee”( Tolle, lege)
La inquietud del amor.
¡Cuántas lágrimas ha derramado aquella santa mujer por la
conversión del hijo! Y también hoy ¡cuantas mamas derraman
lagrimas porque los propios regresen a Cristo! ¡No pierdan la
esperanza en la gracia de Dios! En las Confesiones leemos esta
frase que un obispo dice a santa Mónica, la cual pedía ayudar a
su hijo a reencontrar el camino de la fe: ‘No es posible que un
hijo de tantas lágrimas perezca’ (III,12,21).
El mismo Agustín, luego de la conversión, dirigiéndose a Dios,
escribe: ‘por amor mío lloraba ante ti mi madre, toda fiel
derramando más lágrimas de cuantas hayan jamás derramado
las madres por la muerte física de sus hijos’ (ibid., III,11,19).
“Toma y lee; toma y lee”( Tolle, lege)
¡Mujer inquieta, esta mujer! Que al final dice aquella hermosa
palabra: ¡cumulatius hoc mihi Deus praestitit! (Mi Dios me ha
recompensado ampliamente).
Aquello por lo cual ella lloraba, ¡Dios se lo había dado
abundantemente! Y Agustín es heredero de Mónica, de ella
recibe la semilla de la inquietud.
He aquí, entonces, la inquietud del amor: buscar siempre, sin
descanso, el bien del otro, de la persona amada, con aquella
intensidad que lleva también a las lágrimas.
¿Cómo somos con la inquietud del amor? ¿Creemos en el
amor a Dios y a los demás o somos nominalistas en esto?
No de forma abstracta, no sólo las palabras, sino el hermano
concreto que encontramos, ¡el hermano que está a nuestro
lado!
“Toma y lee; toma y lee”( Tolle, lege)
¿Nos dejamos inquietar por sus necesidades o permanecemos
cerrados en nosotros mismos, en nuestras comunidades, que
muchas veces son para nosotros ‘comunidad-comodidad’? A
veces se puede vivir en un apartamento sin conocer quien vive
al lado; o también se puede estar en comunidad, sin conocer
verdaderamente al propio hermano:
Pienso con dolor a los consagrados que no son fecundos, que
son ‘solterones’.
La inquietud del amor empuja siempre a ir al encuentro del
otro, sin esperar que sea el otro quien manifieste su necesidad.
La inquietud del amor nos regala el don de la fecundidad
pastoral, y debemos preguntarnos – cada uno de nosotros –
¿cómo va mi fecundidad espiritual, mi fecundidad pastoral?
Discurso del Papa a los jóvenes de la diócesis
italiana de Piacenza-Bobbio
Ir hacia el futuro con los tres deseos que tienen en su corazón:
la belleza, la bondad y la Verdad,
El Papa a los jóvenes de la diócesis italiana de Piacenza-Bobbio 28082013
Gracias de la visita, eh, comenzó diciendo el Papa a los jóvenes.Y les recordó:
El obispo ha dicho que yo he hecho un gran gesto, al venir aquí. Pero... lo he
hecho por egoísmo, ¿saber por qué? Porque me gusta estar con ustedes ¡eh!
Y eso es un egoísmo…
¿Por qué me gusta estar con los jóvenes? Porque ustedes tienen en su
corazón una promesa de esperanza. Ustedes son portadores de esperanza.
Ustedes, es verdad, viven en el presente, pero ustedes están mirando hacia el
futuro, ustedes son artífices del futuro, constructores del futuro.
Es su alegría, es algo bello ir hacia el futuro, con las ilusiones, con tantas cosas
bellas y también con su responsabilidad.
Y añadió: “Convertirse en constructores del futuro. Cuando a mí me dicen:
“Pero, Padre, qué feos tiempos éstos… ¡Mira, no se puede hacer nada!”.
¿Cómo no se puede hacer nada? Y explico que ¡se puede hacer tanto! Pero
cuando un joven me dice: “¡Qué feos tiempos, éstos, Padre, no se pude hacer
nada!”, lo mando del psiquiatra, ¡eh!
¡No se entiende! No se entiende a un joven, a un muchacho, a una
muchacha que no quieran hacer una cosa grande, apostar por ideales
grandes, grandes para el futuro, ¿no? Después harán lo que puedan, ¿no?
Pero la apuesta es por las cosas grandes y bellas”.
Entre otros conceptos el Papa les explicó que son artífices del futuro
porque dentro de ellos tienen tres deseos: el deseo de la belleza; la
música, el teatro, la pintura, las cosas de belleza, son buscadores de
belleza.
En segundo lugar son profetas de bondad. Les gusta la bondad. Ser
buenos.
Y tercero, tienen sed de Verdad: buscan la Verdad… Y añadió que si
dicen que ellos tienen la verdad, se equivocan, porque a la Verdad no se
la tiene, no la llevamos… se la encuentra.
Es un encuentro, con la Verdad que es Dios, pero que es necesario
buscarla. De ahí su invitación a llevar adelante estos tres deseos que
tienen en su corazón. Ir adelante, hacia el futuro y hacer el futuro con la
belleza, con la bondad y con la Verdad. Éste es el desafío. Su desafío, les
dijo el Papa.
Por eso les pidió que no sean holgazanes ni tristes, porque es
algo feo en un joven.
También les pidió que hagan ruido. Porque donde hay jóvenes debe
haber rumor. Puesto que la ilusión de un joven es hacer rumor siempre.
Y por favor, les dijo, vayan contracorriente y sean valerosos en esta
civilización que nos está haciendo tanto mal con el alcohol y las drogas...
Antes de darles su bendición apostólica, los invitó a rezar a la Virgen,
que es la Madre de la belleza, la Madre de la bondad y la Madre
de la Verdad, para pedirle la gracia del coraje: porque la Virgen era
valerosa. ¡Tenía coraje, esta mujer!, exclamó el Papa. De ahí su invitación
a pedirle a Ella que está en el Cielo, y que es nuestra Madre, que nos de
la gracia del valor para ir hacia adelante y contracorriente.