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Transcript
Recortes antisociales y sostenibilidad: Por qué el crecimiento no puede
acabar con las formas malignas de la austeridad
Ernest Garcia
ERI Estudis de Sostenibilitat
Universitat de València
Curso Vivir (bien) con menos: Explorando las sociedades
pospetróleo
Madrid, Centro Cultural La Corrala, UAM
2-4 septiembre 2015
Una sociedad post-carbono, por definición, es una sociedad en la que el uso de
combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón) se ha reducido sustancialmente respecto a
los niveles actuales. En el límite, es una sociedad en la que los combustibles fósiles
han sido enteramente sustituidos por fuentes alternativas de energía. La transición a
una sociedad post-carbono (en adelante ‘transición post-carbono’) es, entonces, un
proceso de cambio social en cuyo transcurso el uso de combustibles fósiles decrece de
año en año. O, más exactamente, un proceso de cambio social en el que el uso de
combustibles fósiles sigue una trayectoria descendente, aun cuando puede haber
discontinuidades e interrupciones transitorias.
Sin cumplir las condiciones indicadas no tendría mucho sentido usar el concepto
‘post-carbono’ para referirse, ni a un estado social futuro ni al proceso de cambio
social conducente al mismo.
La transición post-carbono viene impuesta por la necesidad de mitigar el cambio
climático y de adaptarse al mismo o por el encarecimiento y creciente escasez del
petróleo y del gas natural; o por complejas combinaciones de ambas causas. Hay
buenas razones para verla como algo ineludible, como un curso del cambio social
determinado por condiciones naturales, por los límites del planeta.
Esta exposición está basada en
Ernest Garcia & Mercedes Martinez-Iglesias: “Towards the Post-Carbon Society: Searching for Signs of the Transition and
Identifying Obstacles” (de próxima publicación)
El interés por las dimensiones sociológicas y antropológicas de la
transición post-carbono ha sido la característica definitoria del proyecto
de investigación POSTCARBON.
Una de las líneas de la investigación se ha orientado a identificar y
analizar las “señales del futuro en el presente”. Con esta expresión nos
referimos a los fenómenos que pueden interpretarse, bien como
prefiguraciones embrionarias de la transición, bien como obstáculos al
curso ordenado y pacífico de la misma.
R. Crumb
Resumiré la información obtenida en tres ámbitos: las configuraciones
estructurales favorables o desfavorables para el tipo de cambio social
implicado, la inclusión o exclusión de nociones de la sociedad
postcarbono en las visiones del futuro actualmente existentes y la
presencia o ausencia en la sociedad de modos de vida compatibles con la
transición u orientados hacia ella.
Bajo esta perspectiva se han explorado las dimensiones
macroestructurales de la crisis económica iniciada en 2007. Para ello se
ha construido un modelo sencillo, que reúne aspectos económicos,
sociales y medioambientales. Se han compilado datos sobre población,
PIB, paro, desigualdad, consumo de cemento, consumo de materiales y
emisiones de gases de efecto invernadero. El período examinado va de
1995 a 2014: comprende pues la fase de expansión demográfica y
económica caracterizada en España por la burbuja inmobiliaria y la fase
de contracción que ha seguido al final de la misma.
Crecimiento y decrecimiento capitalistas en España. Trayectorias relativas de la
economía, la sociedad y el medio ambiente, 1995-2014 (1995=100)
250
Población
PIB real
200
Personas en paro
150
Consumo de cemento
100
Emisiones de gases de
efecto invernadero
Consumo Nacional de
Materiales
Consumo de combustibles
fósiles
50
Desigualdad (índice Gini)
0
Fuentes: Eurostat, INE, Ministerio de Industria, Energía y Turismo, Oficemen, eleboración propia
- Aparecen fenómenos que, por definición, son propios de la transición a una
sociedad poscarbono. Es el caso, concretamente, de la trayectoria en
disminución del consumo de combustibles fósiles y de la emisión de gases de
efecto invernadero. Es algo que ha de suceder en toda transición poscarbono,
sean cuales sean las formas económicas, sociales y políticas de ésta.
- Se manifiestan, también, fenómenos de decrecimiento (reducción del PIB,
del throughput material e incluso de la población). Esto plantea la pregunta
de si la transición poscarbono y el decrecimiento van necesariamente juntos.
¿Son acaso lo mismo? ¿Se implican mutuamente? ¿O, por el contrario, se
trata de una asociación contingente y tal vez coyuntural?
-Hay, finalmente, datos que implican una seria erosión de la cohesión social,
en particular el fuerte incremento del paro y el aumento de la desigualdad.
En este caso, la incógnita relevante es relativa a las condiciones, si las hay, en
que una transición poscarbono podría tener lugar sin coincidir con una crisis
social severa. ¿Puede haber transiciones suaves? ¿O necesariamente van
acompañadas de crisis social?
-En síntesis, los datos indican que, en España, desde 2007 hasta hoy, la
descarbonización (la reducción de las emisiones de CO2) ha coincidido con
estancamiento de la economía y con una crisis social y política intensa
aunque no extrema. Se suscita la pregunta, entonces, de si necesariamente,
en todos los casos, es así.
Un análisis comparativo, basado en un modelo todavía más simplificado,
con solamente tres indicadores: el PIB para la dinámica económica, las
emisiones de gases de invernadero para el uso de combustibles fósiles, y la
desigualdad medida por el índice de Gini para la cohesión social.
En algunos países una prolongada reducción en las emisiones de CO2
aparece asociada con una relativamente mayor capacidad de recuperación ante
la crisis económica (Suecia, Alemania), mientras que en otros (España, Italia,
Grecia) la descarbonización relativa aparece estrictamente ligada a la recesión.
Esto sugiere que puede haber algunos márgenes, más o menos amplios aunque
seguramente transitorios, para la modernización ecológica, y que una
exploración en profundidad del tema podría ser instructiva.
En segundo lugar, no se detecta ningún patrón regular que asocie las
trayectorias de la desigualdad con la evolución del PIB, ni tampoco con las
emisiones de CO2. Esto sugiere que algunas medidas orientadas a favorecer o
mantener la cohesión social podrían introducirse en cualquier contexto
económico y/o ecológico (por lo menos mientras la escasez no fuese extrema).
La relación entre las tres dimensiones consideradas (economía,
desigualdad, presión ambiental) no parece seguir ningún patrón que sea común
a todos los casos. La modernización ecológica (entendiendo por tal la aplicación
deliberada de políticas encaminadas a reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero) aparece asociada con una recesión más breve y más suave. Tanto
la modernización ecológica como la brevedad y baja intensidad de la recesión
aparecen asociadas a un nivel más alto de riqueza. La distribución del ingreso
parece seguir su propia lógica en cada país, con independencia de las otras dos
dimensiones.
Trayectorias relativas de la desigualdad, la riqueza y el impacto ambiental, 1995-2011
España
Alemania
Portugal
Grecia
Suecia
Reino
Unido
Índice de Gini
Emisiones de gases de efecto invernadero
PIB real por persona
Italia
Holanda
- No se detecta una pauta común para la
relación entre las tres dimensiones.
- La modernización ecológica aparece
asociada a un impacto menor y más breve de la
recesión.
- La modernización ecológica y el impacto
menor de la recesión aparecen asociados a un
nivel de riqueza más alto.
- Las trayectorias seguidas por la distribución
de la renta parecen tener una lógica propia en
cada país.
2. La transición inimaginable: de cómo las angustias de
hoy bloquean la visión de un mañana distinto
a menos que
En teoría, los costes de la transición hacia una sociedad post-carbono (o post-fosilista)
podrían atenuarse si la población, los individuos y los grupos sociales, imaginasen esa transición
y anticiparan entonces de alguna manera las adaptaciones posibles. Dicho de otra manera, cabe
suponer que existe un enlace práctico entre las experiencias del presente y las imágenes de un
futuro más o menos próximo, más allá en todo caso del futuro inmediato. Ya en los 1970s, un
informe al Club de Roma exploraba las posibilidades de un “aprendizaje por anticipación”,
abiertas por la característica capacidad humana de prever hasta un cierto punto el futuro, y
distinto del “aprendizaje por shock”, esto es, del que resulta de la adaptación a cambios
ambientales ocurridos sin que la sociedad haya tenido la capacidad de prepararse para ellos.
En sentido contrario, los problemas de sostenibilidad y las restricciones impuestas por la
escasez de recursos naturales tienen tendencia a estar menos presentes en la conciencia
colectiva durante los períodos de crisis económica. Cuando hay dificultades económicas
inmediatas, el consenso productivista se refuerza y el ecologismo se ve empujado a un segundo
plano (o más empujado todavía).
El punto se ha explorado, en el contexto del proyecto Postcarbon, mediante una
investigación específica, realizada mediante técnicas cualitativas, concretamente mediante
grupos de discusión. Se trataba de indagar si las cuestiones relativas al cambio climático, al
agotamiento del petróleo o al medio ambiente en general aparecían espontáneamente en las
visiones del futuro.
La transición poscarbono está ausente del
imaginario colectivo
Ni el cambio climático, ni el agotamiento del
petróleo, ni ningún otro aspecto de la crisis
ecológica aparecen como centro de atención del
debate en ninguno de los quince grupos de
discusión realizados (en 2013 y 2015). Ni siquiera
en los integrados por activistas de movimientos
sociales alternativos se llega a plantear la
cuestión.
Cuando
ésta
es
introducida
explícitamente se producen algunos comentarios
rápidos y fragmentarios antes de volver a otros
asuntos diferentes, sin que en ningún caso llegue
a convertirse en un núcleo central del discurso.
Todo indica pues que, de continuar los estados de
conciencia colectiva existentes en medio de la
recesión, la transición post-carbono entrará en la
dinámica social per shock, no por anticipación.
En la conciencia colectiva, la transición es principalmente una
cuestión tecnológica
Una sociedad poscarbono no puede definirse únicamente por las
tecnologías y las políticas, sino también por formas específicas de organización
y de acción social, de los estilos de vida y de los sistemas de valores. La
introducción de nuevas tecnologías no es independiente del contexto social.
Lo cierto, sin embargo, es que las visiones sobre la transición postcarbono que están presentes en los imaginarios sociales no sólo son débiles,
sino que están inmersas en las ilusiones de la magia tecnológica.
No se espera que el agotamiento del petróleo comporte cambios
fundamentales en el estilo de vida, puesto que se confía en que otras
tecnologías de producción de energía (en particular las renovables) permitirán
que el problema quede reducido a una cuestión técnica. Y, en la medida en
que el problema se percibe como un asunto tecnológico, la solución se deja en
manos de quienes tienen el poder y la información, los gobiernos y los
expertos.
Así, la gran difusión de esta forma de optimismo tecnológico mantiene la
cuestión encerrada en un marco solamente técnico y económico, bloquea el
surgimiento y desarrollo de iniciativas sociales que apunten a formas
diferentes de organización social y asigna un estatuto de marginalidad a las
embrionarias tentativas en ese sentido, contribuyendo a limitar sus efectos.
Es significativa la ambigüedad que los datos proyectan sobre el papel
social de las energías renovables. Aunque su contribución al
aprovisionamiento energético continúa siendo relativamente débil, su
contribución al mantenimiento de la fe en el progreso tecnológico es
relativamente muy grande.
¿Cómo ve usted la probabilidad de que, en los próximos 20 o 30 años, tenga que
reducirse drásticamente el uso de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural),
sea por agotamiento de los recursos o para evitar un cambio climático catastrófico?
%
Valores absolutos
Muy probable
42,1
505
Bastante probable
49,8
598
Bastante improbable
6,5
78
Muy improbable
1,6
19
Ns/nc
0
0
Total
100
1200
Citar como sigue:
Encuesta Perspectivas de futuro de la sociedad. Diseñada por E. Garcia y M. Martínez Iglesias. Trabajo de campo: TESI Gandia. Proyecto
POSTCARBON-Transiciones a una sociedad post-carbono: Impactos redistributivos y vida cotidiana en un contexto de energías no-fósiles
y cambio climático, CSO2011-24275. Diciembre de 2013.
La encuesta se llevó a cabo entre el 1 y el 12 de diciembre de 2013, aplicándose el cuestionario online a una muestra de 1.200
personas, representativa de la población española de 18 años o más, habiéndose fijado cuotas de edad, sexo e ingresos mensuales del
hogar según los datos al respecto del INE en noviembre de 2013.
¿Cuál de las siguientes situaciones considera Ud. más probable a medida que el uso de
combustibles fósiles vaya reduciéndose?
[Sólo para quienes han contestado “muy probable” o “bastante probable” a la pregunta anterior]
%
Valores absolutos
23,8
262
8,1
89
Las energías renovables (eólica, solar, etc.) permitirán que
la economía y la vida de la gente sigan más o menos igual
40,8
450
La combinación de nuclear y renovables permitirá que la
economía y la vida de la gente sigan más o menos igual
22,7
250
4,7
52
0
100
0
1103
Una grave situación de escasez de energía y crisis
económica
La energía nuclear permitirá que la economía y la vida de
la gente sigan más o menos igual
Algún invento nuevo resolverá todos los problemas de
escasez de energía
Ns/nc
Total
Fuente: Encuesta Perspectivas de futuro de la sociedad. Diseñada por E. Garcia y M. Martínez Iglesias. Trabajo de campo: TESI Gandia. Proyecto
POSTCARBON-Transiciones a una sociedad post-carbono: Impactos redistributivos y vida cotidiana en un contexto de energías no-fósiles y cambio
climático, CSO2011-24275. Diciembre de 2013.
¿Cuál de las siguientes situaciones considera Ud. más probable a medida que el uso de
combustibles fósiles vaya reduciéndose?
[Sólo para quienes han contestado “muy probable” o “bastante probable” a la pregunta anterior]
%
Valores absolutos
18,9
302
7,7
123
Las energías renovables (eólica, solar, etc.) permitirán que
la economía y la vida de la gente sigan más o menos igual
37,4
598
La combinación de nuclear y renovables permitirá que la
economía y la vida de la gente sigan más o menos igual
23,7
379
3,9
62
0
100
0
1464
Una grave situación de escasez de energía y crisis
económica
La energía nuclear permitirá que la economía y la vida de
la gente sigan más o menos igual
Algún invento nuevo resolverá todos los problemas de
escasez de energía
Ns/nc
Total
Fuente: Encuesta Opiniones respecto al futuro energético y el cambio climático. Diseñada por E. Garcia y M. Martínez Iglesias. Trabajo de campo: TESI
Gandia. Proyecto POSTCARBON-Transiciones a una sociedad post-carbono: Impactos redistributivos y vida cotidiana en un contexto de energías nofósiles y cambio climático, CSO2011-24275. Marzo de 2015.
El peso agobiante del presente
ahoga la capacidad de imaginar el
futuro
No se trata sólo de que no se piense una
sociedad post-carbono; es que ningún
futuro resulta imaginable, que no hay nada
más allá de las urgencias del día a día.
Nada volverá a ser como antes
Para la conciencia social existente en España en el tiempo del
estudio (2013-2015), las restricciones y los recortes no van a
ser algo transitorio. Se da por hecho que habrá que vivir con
menos, como ya se está haciendo. En general, no hay ninguna
elaboración en positivo de esa constatación, que se asume
entre la resignación, el resentimiento, la indignación y la
evocación de salidas catastróficas.
Las oportunidades de una reinterpretación en positivo (de
“mejor con menos”, según el lema ecologista) no llegan a
expresarse. La única aproximación se apunta de pasada en el
grupo de mujeres jóvenes con título universitario en paro o en
busca de su primer trabajo. Tal vez es significativo que esta
reflexión crítica se apunte entre la gente con mucha vida por
delante (obligada a hacer planes) y con más formación. Gente
que, en principio, tiene capacidad para redefinir la situación
de acuerdo a categorías no heredadas y a esquemas
innovadores sobre cómo vivir y cómo comprender el mundo.
Sin embargo, se trata de algo muy aislado y que se expresa
muy débilmente, lo que no permite interpretarlo como
síntoma potencial de una adaptación práctica generalizable.
3. Los recortes generan una pobreza insostenible
A partir de 2007 se ha producido en España una visible reducción de las
emisiones de gases de efecto invernadero y de otros indicadores de consumo de
energía y de recursos naturales. Ha disminuido, por lo tanto, la presión ejercida sobre
el medio ambiente, como la teoría asume que tiene que pasar en la transición postcarbono. Ahora bien, en lo fundamental, dicha reducción ha sido el resultado del
descenso tanto de la actividad productiva como del consumo privado. Es decir, en lo
fundamental, no ha sido el resultado de políticas deliberadas de modernización
ecológica, ni de cambios sustanciales en los estilos de vida o en las preferencias de
consumo de la gente. El relativo alivio para el medio ambiente ha ido de la mano con
el incremento del paro, la precariedad laboral, el descenso de los salarios y los
recortes en el gasto público. Debido a su coincidencia con sensibles penurias
socioeconómicas para amplios segmentos de la población, la relativa mejora de los
indicadores medioambientales no ha tenido apenas visibilidad social ni ha sido objeto
de valoraciones positivas.
Alguien podría mantener que, pese a que los costes sociales hayan sido y sigan
siendo altos, no por ello los últimos años habrían dejado de representar los primeros
pasos en el camino hacia una sociedad menos dependiente de los combustibles
fósiles. Tal vez sea así. Nadie puede saberlo todavía. Habrá que adquirir una mínima
perspectiva histórica para formarse una opinión sólida al respecto. Lo que sí puede
apreciarse ya es la presencia de serias tensiones en el proceso.
Ingresos e impacto ambiental en España, 2013
Ingresos
%
en
mensuales del población*
hogar (€)
Menos de 24,58
1.000
1000 o más 75,42
Total
100
la % en la muestra Índice
de Huella
de la encuesta impacto (ii)** carbono
de Número
de
planetas***
23,91
63,06
8,52
2,15
76,09
100
67,79
66,66
13,93
12,64
2,62
2,51
Fuente: Proyecto POSTCARBON, http://www.uv.es/poscarbo, encuesta Perspectivas de futuro de la sociedad, diciembre 2013.
* Según datos del INE para 2012, http://www.ine.es [visitado el 04/11/2013].
** El Índice de Impacto (ii) es un indicador cuasi-ordinal que se ha construido asignando valores numéricos a las respuestas de la
encuesta. Los valores se han estimado a partir de la literatura sobre impacto ambiental de consumos y prácticas concretos. El ii indica
así el nivel más o menos alto del coste ambiental de los estilos de vida y consumo. Su valor agregado está en el rango de 26 (mínimo) y
123 (máximo), de acuerdo con la siguiente clasificación:
Impacto bajo: 26-40
Impacto moderado: 41-65
Impacto alto: 66-85
Impacto muy alto: 86-123.
*** La huella de carbono y el número de planetas (los que serían necesarios para mantener sosteniblemente el correspondiente nivel
de consumo) se han establecido en base al calculador online del Center for Sustainable Economy,
http://myfootprint.org/es/visitor_information/ y se introducen aquí para contrastar los valores obtenidos con ii con una referencia
más conocida y más ampliamente difundida, lo que puede ayudar a percibir mejor el significado y el alcance de esos valores.
La crisis y los recortes han generado nuevas formas de pobreza. Esto ha implicado una reducción del
consumo que contribuye, en parte, a que se emita menos carbono a la atmósfera. Sin embargo, aun
en los espacios ampliados de la nueva pobreza, las formas de vida continúan siendo insostenibles. Y,
lo que es peor, las personas se ven aún más encadenadas, más forzadas a reproducir esas formas de
vida insostenibles. Como consecuencia, el camino hacia la sociedad post-carbono se torna más
estrecho, las condiciones de la transición más rígidas, las causas de conflicto más intensas, más
cercana la posibilidad de una interrupción catastrófica.
Los rasgos distintivos de la moderación ecológica. España. 2013
Km en coche/año
Movilidad motorizada Km en autobús/año
Km en tren/año
Km en avión/año
Dieta*
Alimentación
Tipo de comercio**
Cantidad***
Residuos domésticos Cubos de basura
Hábitat
Vivienda en centros
urbanos
Situación respecto al Tasa de paro
empleo
%
con
contrato
temporal o de obra
Ingresos
€/hogar/mes
“Grupo de la
moderación”
(ii < 51,4 )
(< 1,5 planetas)
Población total
(ii = 66,66)
(2,51 planetas)
1242,8
351,4
191,2
168,8
2,6
1,88
1,3
1,7
46,51%
11323,2
1482,2
1363,2
4536,5
3,28
3
1,78
2,3
38,04%
32,56%
27,9%
20,99%
16,97%
c. 1200
c. 1750
Fuente: Proyecto POSTCARBON, http://www.uv.es/poscarbo, encuesta Perspectivas de futuro de la sociedad, diciembre 2013.
* valores de 1 a 5, siendo 1 una dieta vegana, 2 vegetariana, 3 omnívora, 4 carnívora y 5 básicamente carnívora
** valores de 1 a 5, siendo 1 mercados municipales y cooperativas y 5 restaurantes y tiendas de comida rápida y platos preparados
*** valores de 1 a 3, siendo 1 una comida fuerte y dos tentempiés al día y 3 tres comidas fuertes más varios tentempiés
Hemos utilizado la expresión “grupo de la moderación” para referirnos a un subconjunto de la población que se distingue sobre todo por
llevar una vida “en proximidad”, sin desplazarse demasiado, y por comer moderadamente, siguiendo una dieta equilibrada. Sin embargo,
más allá del hecho de que sus miembros viven de una forma que no es ambientalmente muy costosa, no parece ser un grupo con un perfil
sociológico definido: no presenta rasgos específicos en cuanto a la edad, el sexo, el nivel de estudios, el lugar de residencia, la opinión
política o los consumos y las prácticas “ecológicamente recomendables”. La moderación del consumo es más un efecto de las condiciones
objetivas que el resultado de una decisión voluntaria y, en principio, es difícil imaginar que pudiera llegar a constituirse en sujeto colectivo.
Así pues, el surgimiento, en el seno de ese subconjunto, de proyectos colectivos de cambio que conecten la vida actual de sus miembros con
la visión de una futura sociedad post-carbono, parece bastante improbable.
¿La transición post-carbono ha de estar asociada a la recesión
económica, como lo ha estado desde 2007?
Dada la estrecha asociación histórica entre crecimiento económico
y consumo de energía, dado que el eventual desacoplamiento entre
ambos tiene límites insuperables, y dado que los combustibles fósiles
no tienen por ahora sustitutos igual de abundantes, concentrados,
versátiles y baratos, la respuesta ha de ser en principio afirmativa:
transición post-carbono y crecimiento de la economía son poco
compatibles entre sí. Ahora bien, la forma de valorar esto depende de
cómo se perciba la contribución del crecimiento del PIB al bienestar.
Mantengo que tanto el carácter especialmente convulso de la crisis
abierta en 2007 como los fuertes desequilibrios del periodo expansivo
anterior, desde 1995, expresan el hecho de que, en términos de
contribución al bienestar, el crecimiento del PIB ha alcanzado sus
límites. Como dice Daly (2014), el crecimiento se ha vuelto
antieconómico.
4. Liberarse
del
crecimiento,
repensar la
austeridad
Hace ya tiempo que Illich (2004) sentó las bases filosóficas de la
idea que el desarrollo tiende a alcanzar un punto en que se vuelve
contraproductivo, y los nuevos indicadores creados por los economistas
ecológicos (indicador de progreso genuino, índice del planeta feliz, etc.)
están convirtiendo esa idea en operativa.
Nadie puede hacer predicciones en esta materia. Todo lo que puedo decir
es que el estudio del presente desvela un escenario propicio para un colapso
inesperadamente sobrevenido en medio de ilusiones de “recuperación” una y
otra vez frustradas, a través de episodios de crecimiento cada vez más breves,
convulsos y desequilibrados. Un escenario que, en principio, no parece nada
favorable a un cambio consciente y controlado, y mucho menos a un descenso
próspero o a un decrecimiento feliz. La creencia en que la solución a todos los
males sociales pasa por recuperar un fuerte crecimiento del PIB es el único
punto donde todos los actores económicos y políticos de Europa, desde Syriza a
la Troika, parecen coincidir. Y ese consenso tiende a anclar las cosas en un
espacio altamente rico en riesgos.
De hecho, en los últimos años, se ha construido y consolidado un
consenso que me parece muy engañoso. Un consenso según el cual la
austeridad es mala y rechazable mientras que el crecimiento es bueno y
deseable. Que identifica la austeridad con el recorte de salarios y la pérdida de
empleos y derechos sociales, en vez de concebirla como renuncia a lo superfluo
a fin de mantener y asegurar lo necesario. Que, contra toda la evidencia
acumulada en las últimas dos o tres décadas, ve en el crecimiento la única
solución al paro, la precariedad y el empobrecimiento de los trabajadores. Este
consenso es en sí mismo un obstáculo poderoso a una transición post-carbono
suave, capaz de eludir, si ello es posible, un colapso catastrófico.
Dado que la sociedad industrial se ha instalado o está muy próxima a
instalarse en la translimitación, dado que eso implica que una fase histórica de
descenso resulte inevitable, y dado que el descenso implica decrecer hasta el
nivel determinado por la capacidad de carga del planeta, resulta mucho más
necesaria la reconstrucción colectiva y en positivo de la austeridad que la
reiteración ad nauseam de la mágica fe en un crecimiento indefinido en un
planeta finito.
¿Qué habría que entender por “reconstrucción positiva de la austeridad”?
Seguramente se trata de una idea abierta a múltiples concreciones, no
sometida a un único modelo, así que no tendría mucho sentido formular
una respuesta cerrada. Sí me parece razonable, en cambio, sugerir que en
el camino de lo que, remitiendo a ideas ya existentes, podría describirse
como un progreso genuino materializado en un descenso suave, habría que
reflexionar como mínimo en torno a tres líneas:
- Una reforma del sistema de producción y distribución de bienes y
servicios que desglobalice y desacelere (más local, menos grande, menos
rápido) hasta niveles compatibles con la capacidad de carga de la Tierra.
Por sí solos, los cambios en el estilo de vida, tanto si son voluntarios como
si no, resultan insuficientes. En los marcos del sistema productivo actual,
incluso una austeridad ecológicamente consciente resultaría insostenible.
Un cambio hacia estilos de vida más basados en la proximidad
espacial entre los distintos ámbitos de la vida y en la adopción de dietas
más equilibradas en cuanto a composición, cantidad y origen, así como en
una gestión más orientada a la sostenibilidad del stock de viviendas
existente y en la construcción social de instituciones convivenciales.
La definición y aplicación de unas reglas más igualitarias en cuanto a
la distribución de la riqueza y al reparto del trabajo, para tratar de evitar
que el desgaste de la cohesión social se combine con la frustración de las
expectativas económicas hasta dar lugar a estallidos muy grandes de
desorden y desorganización social.
Esta es, en lo esencial, la ecuación que tendrían que resolver las
eventuales propuestas de una austeridad benigna, de “mejor con menos”.
Por supuesto: si es que semejante cosa resulta finalmente ser posible.
Reconstruir una noción positiva de austeridad...
Desde Heráclito...
“El Sol no traspasará sus límites porque, en caso contrario, las Erinias, que
administran justicia, le castigarán”
...hasta Berlinguer
“en las condiciones actuales es inimaginable luchar realmente y con eficacia
por una sociedad superior sin partir de la necesidad imprescindible de la
austeridad”
Explorar la conexión oculta entre austeridad y bienestar para construir una norma que:
- rechace a quien pretenda recortar todo lo que no sea estrictamente necesario: la
sociedad en la que cada cual recibe sólo aquello que necesita estrictamente para
sobrevivir ya la conocemos, y no la quiere nadie: es el campo de concentración;
- derribe las estatuas y no gaste ni un euro en coronas: una buena administración de los
bienes públicos tendría que implicar la supresión de los gastos realmente superfluos.
Bajo estas condiciones, hay un territorio muy amplio a explorar. Austeridad no es
regreso a las cavernas (o marcha hacia el campo de concentración) sino defensa del
refinamiento de la vida civilizada frente al exceso que la amenaza. Austeridad no es
aceptar como inevitables penalizaciones innecesarias, no es poner buena cara al recibir
el castigo de un poder abusivo, sino reconocer que quizás sí es cierto que, engañados o
no, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Austeridad sí es identificar y
suprimir sistemáticamente, ordenadamente si es posible, organizadamente siempre
que sea posible, las “estatuas” que deforman nuestra sociedad, la afean y la humillan.
Los deseos, según Epicuro
Hay tres clases de deseos, decía Epicuro.
-
-
Los que son naturales y necesarios (como
beber agua para calmar la sed).
Los que son naturales pero no necesarios
(como el de comer un plato bien cocinado:
comer es una necesidad natural; comer bien
es una forma culturalmente refinada de
satisfacer una necesidad natural).
Y los que no son ni naturales ni necesarios
(como por ejemplo las coronas o la erección
de estatuas).
Los historiadores de la filosofía han dado diferentes interpretaciones de este pasaje. Aquí
quiero apuntar una que quizás no es filológicamente correcta. No me importa: se trata sólo de
sugerir que el ámbito de la suficiencia (que es también el de la sostenibilidad y el de la
austeridad bienestante) es el de los deseos que son naturales pero no necesarios.
Hay muchas mediaciones...
“Apártate, que me tapas
el sol”
Diógenes de Sinope
“Padre carísimo, ¿cómo se puede hablar de tesoro
donde hay tanta pobreza y donde falta lo necesario?
Aquí no hay ni mantel, ni cuchillo, ni tajadores, ni
platos, ni casa, ni mesa, ni criado, ni criada.
- Esto es precisamente lo que yo considero gran tesoro repuso San Francisco-: el que no haya aquí cosa alguna
preparada por industria humana, sino que todo lo que
hay nos lo ha preparado la santa providencia de Dios,
como lo demuestran claramente el pan obtenido de
limosna, la mesa tan hermosa de piedra y una fuente
tan clara.”
(Florecillas de San Francisco)
“… trabajar no más de
tres horas por día,
holgazanear y comer
el resto del día y de la
noche”
Paul Lafargue
Y tener también en cuenta los marcos de
la memoria, los contextos culturales y los
futuros imaginados. (Ver, por ejemplo,
el programa Austerity Futures?
Imagining and Materialising the Future
in an ‘Age of Austerity’ )
El ecologismo actual:
- lo pequeño es hermoso
- suficiente es mejor
- sencillez voluntaria
- downshifting
- objetores de crecimiento…
“La austeridad no es hoy un mero instrumento de política
económica al que hay que recurrir para superar una
dificultad temporal, coyuntural, para permitir la
recuperación y la restauración de los viejos mecanismos
económicos y sociales. Así conciben y presentan la
austeridad los grupos dominantes y las fuerzas políticas
conservadoras. Para nosotros, por el contrario, la
austeridad es el medio de impugnar por la raíz y sentar
las bases para la superación de un sistema que ha
entrado en una crisis estructural y de fondo, no
coyuntural, y cuyas características distintivas son el
derroche y el desaprovechamiento, la exaltación de los
particularismos y de los individualismos más
exacerbados, del consumismo más desenfrenado.
Austeridad significa rigor, eficiencia, seriedad y también
justicia, es decir, lo contrario de todo lo que hemos
conocido y pagado hasta ahora y que nos ha conducido a
la gravísima crisis cuyos daños hace años que se
acumulan y se manifiestan hoy [...] en todo su dramático
alcance.” (Enrico Berlinguer)