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Foro Salud:
“Juan César García y la Medicina Social en América Latina”
23 de Octubre de 2009.
Comunidad Andina de Naciones
Lima, Perú.
Dr. César Hermida Bustos
Instituto Juan Cesar García – Quito – Ecuador
Para fines del S XX e inicios del S XXI el enfoque de la medicina social se halla vigente
en la mayoría de las carreras de ciencias de la salud de Europa y Norteamérica. El enfoque
se refiere a la relación de las ciencias sociales y la salud en el sentido de que éstas explican
los determinantes en el proceso de salud-enfermedad-atención. A Juan César García, JCG,
médico, sociólogo y crítico argentino (1932-1984) se le considera el pionero
latinoamericano de esta propuesta.
Aunque la denominación y el planteamiento nació, según el propio JCG, en 1858 en
Europa, el enfoque se genera de manera sistemática en América Latina desde la década de
1960 y se oficializa en la de 1970 con las propuestas y reuniones organizadas por él.
Apenas en los últimos años la OMS ha reconocido oficialmente la temática y ha organizado
una Comisión sobre los determinantes sociales de la salud.
Resulta curioso que un funcionario de la OPS/OMS, desde Washington, fuera capaz de
crear, en aquel tiempo, una propuesta que planteaba que los procesos de salud enfermedad
y sus servicios, estaban determinados por la formación social caracterizada por la estructura
de clases y sus relaciones de poder a partir de la producción y el consumo, y el papel del
Estado con sus elementos supra estructurales ideológicos hegemónicos como la educación
y los servicios para el caso de la salud. Resulta admirable que, con este enfoque, haya sido
capaz de armar un equipo humano excepcional en Washington y en varios países
latinoamericanos, el mismo que se reuniera en Cuenca, Ecuador, en 1972, en una cita
histórica la primera ´”Reunión de Ciencias Sociales y Salud” (Cuenca I), y volviera a
hacerlo en 1983, en la misma ciudad (Cuenca II), poco antes de enfermar y partir
definitivamente en 1984.
Cuenca I significó una propuesta estructurada sobre la relación de las ciencias sociales y
la salud: el derecho de todos los ciudadanos de manera equitativa a la salud y sus servicios,
el papel que le correspondería al Estado como defensor de ellos frente a los intereses del
mercado, el rol de la universidad en un nuevo tipo de educación médica. Los grupos
nuevos de médicos sociales, auspiciados por el equipo inicial, crecieron con inusitada
consistencia particularmente en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, Ecuador, Dominicana,
Cuba, Venezuela, Centroamérica y México.
1
Los participantes en la Reunión sobre Enseñanza de las Ciencias Sociales en las
Facultades de Ciencias de la Salud (Cuenca I)1en Cuenca, Ecuador, mayo de 1972
criticaron la aproximación funcionalista de la Sociología Médica dominante, y nuevas
generaciones de Médicos Sociales se formaron desde la década de los 70s en Brasil,
México, Inglaterra, Estados Unidos, con las propuestas de JCG, en un nuevo contexto
latinoamericano, con la participación de Miguel Márquez, María Isabel Rodríguez, José
Teruel, Sergio Arauca y varios otros. El proceso no fue fácil por las resistencias a un
pensamiento abierto y progresista, contra hegemónico, en un mundo controlado por las
corrientes del mercado que se oponían al fortalecimiento de lo público. En medio de
dificultades, JCG organizó, en 1983, un seguimiento evaluativo de la propuesta inicial, la
Reunión de Ciencias Sociales y Salud, Cuenca II. A la finalización exitosa de la misma,
manifestó que había cumplido su tarea, y que los más jóvenes debían tomar la posta. En
1984 partió, de manera permanente, y el grupo de seguidores resolvió crear en Quito una
Fundación Internacional de Ciencias Sociales y Salud, el Instituto que llevaría su nombre.
Desde entonces, y a partir del Seminario de Cali, en 1985, organizado por Yolanda Arango,
se han desarrollado una serie de actividades bajo su nombre y sus principios, como las
Conferencias Inaugurales de las reuniones de ALAMES, y Ateneos y otras actividades en
La Habana (destacándose la Sesión Solemne en su homenaje en el Seminario de APS de la
Habana en junio de 1986 y el Panel sobre “El Pensamiento Latinoamericanista de JCG”
cumplido en la misma ciudad en junio de 1991 con intervenciones de valiosos panelistas y
la entrega del Premio JCG al ensayo en sobre Ciencias Sociales y Salud2, así como), Río de
Janeiro, México, Guadalagara, La Plata (con su homenaje especial en septiembre del 2006),
y otras recordaciones como la de Quito (con motivo de los 10 años de su partida en el 2004)
y ahora en varias ciudades, como esta reunión de Lima, en recordación de los 25 años de su
partida y del Instituto que lleva su nombre.
Estos reconocimientos por sus aportes
trascendentales, lo han hecho inmortal en América Latina y en el mundo.
Para referirnos a las Ciencias Sociales y la Salud en América Latina, debemos iniciar con
la cita de JCG sobre el origen de la misma en Europa:
“Mil ochocientos cuarenta y ocho (1848) es el año de nacimiento del
concepto de medicina social.
Es también el año de los grandes
movimientos revolucionarios en Europa. Al igual que las revoluciones, el
concepto de medicina social surge simultáneamente en varios países
europeos. Salomón Neumann y Rudolf Virchow hablan de medicina social
en Alemania; Jules Guérin en Francia; William Farr en Inglaterra; y
Francesco Puccionotti en Italia. Es también el año de los poetas políticos:
Heinrich Heine y Lamartine.
¿Qué relación existe entre todos estos
acontecimientos? ¿Una simple coincidencia o algo más profundo que liga
hechos tan dispersos en un todo estructurado? En las respuestas a estas
preguntas yace la fascinación de numerosos escritores, economistas, poetas,
1
Álvarez Manila José, Apezechea Héctor, Cordeiro Hésio, Duarte Everardo, Gandra Domingos, Escalante
Carlos, García Lourdes, García Juan César, Jimeno Claudio, Machado Yolanda, Márquez Miguel, Mercer
Hugo, Rubín de Celis Emma, Villagrán Francisco, Yépez Rodrigo. Aspectos Teóricos de las Ciencias Sociales
Aplicadas a la Medicina. Educación Médica y Salud, 8(4): 390-407, 1974.
2
Revista del Instituto JCG Vol. 1, No. 2 Julio 1991, Quito, Ecuador.
2
sociólogos y políticos que se han dedicado a estudiar este particular período
histórico”3.
La cita es parte del trabajo, escrito hasta el último día de su vida, y por lo tanto
inconcluso, que sería la Presentación del libro sobre el tema de Everardo Duarte, y que fue
escrito en forma de una entrevista de JCG a JCG. JCG inicia la misma con la pregunta
¿Existe en salud un campo del conocimiento científico que se ocupe de los aspectos
sociales relacionados con el proceso salud-enfermedad y con los servicios de salud?, y se
contesta “Sí, y ha recibido diferentes denominaciones, entre otras Medicina Social,
Ciencias Sociales Aplicadas a Salud, Ciencias Sociales en Salud.
La primera que
“aparece” históricamente es Medicina Social y se refiere, en forma general, al objeto de
estudio en ese campo del conocimiento. Los otros nombres designan las disciplinas
incluidas en el mencionado campo del conocimiento y en algunas circunstancias se
especifican las disciplinas particulares. Así, desde las ciencias sociales, la sociología
médica, la economía médica, la economía política de la salud, etc., y desde las ciencias
médicas, la epidemiología social, la higiene social”. Luego aparecerá, en el campo de las
ciencias sociales y la salud, el apellido de “críticas”, como la epidemiología crítica, la
antropología crítica, etc.
Conviene destacar que JCG puntualiza “los procesos de salud-enfermedad-servicios” y
que, en la respuesta a la segunda pregunta, expresa que “Existe un cierto grado de acuerdo
sobre los temas fundamentales que abarcaría esta esfera del conocimiento: el estudio de las
determinantes sociales de la enfermedad y de los servicios de salud. Es a partir de
estos temas fundamentales que se producirá un cierto consenso sobre el ámbito de un
campo del conocimiento que se considera como interdisciplinario. Es por esto que algunos
autores insisten en el uso de términos generales tales como Medicina Social o salud
Colectiva en lugar de expresiones que definan disciplinas o grupos de disciplinas
específicas como sería el caso de Ciencias Sociales en Salud”.
Everardo Duarte inicia su libro destacando la importancia de las dos reuniones de Cuenca
(1972 y 1983) como un “esfuerzo colectivo”. Y esta es una característica crucial del
trabajo de JCG. Por su parte Edmundo Granda señala que son cuatro las características
fundamentales que Juan Cesar asignó al término medicina social: a) la naturaleza social de
la enfermedad; b) la responsabilidad del Estado en la solución de la misma; c) la
posibilidad de ser analizada cuantitativamente, haciendo uso del creciente instrumental
matemático estadístico producido por las ciencias naturales y d) el carácter combativo y
revolucionario de la propuesta.
3
OPS/OMS-CONASA-CONESUP-U.CENTRAL-U.CUENCA-U.LOJA-ALAMES, Edmundo Granda, La
Salud y la Vida, Quito, 2009.
Márquez, Miguel y Rojas, Francisco, Ed. Juan César García: su pensamiento en el tiempo, Ateneo JCG, La
Habana 2007.
Duarte Nunez Everardo, Juan César García, Pensamento Social em Saude na America Latina, Colección
Pensamento Social e Saude, ABRASCO, Sao Paulo, 1989.
Duarte Nunez Everardo, Ciencias Sociales y Salud en la América Latina, Tendencias y Perspectivas, OPS
CIESU, Montevideo, 1986.
Revista del Instituto Juan César García, Vol… No… de 19… Quito.
3
En cuanto a la institucionalidad de la investigación científica en América Latina, JCG
propuso tres períodos (1880-1930, 1930-1950 y 1960 en adelante), para demostrar la
hipótesis de que: “Los cambios en las instituciones de la salud reflejan los cambios en la
estructura social y lo mismo parece ocurrir con la investigación científica en salud. De
1880 a 1930 surge la investigación bacteriológica y parasitológica ligada a los problemas
de la producción agroexportadora. De 1930 a 1950 se desarrolla la investigación básica y
clínica conectada con el crecimiento hospitalario impulsado por la industrialización. A
partir de 1950 y especialmente a partir de 1970 se observa un renacimiento de la medicina
tropical consonante con el nuevo interés por la producción agroganadera y los estudios
sobre los servicios de salud impulsados por la necesidad de racionalizar el sector, frente a la
disminución de los gastos estatales en salud.”
En el primer período se inicia el carácter estatal de la investigación, con Institutos que
“siguen el modelo dominante de la época, el Instituto Pasteur”, algunos dependientes del
Ejecutivo y otros de las Universidades: En Argentina el Instituto Nacional de Higiene
(1802) y el de Bacteriología (1904) y en la Universidad de Buenos Aires el de Fisiología
(1919), en Uruguay el de Higiene Experimental (1895) en la Facultad de Medicina, en
Brasil el de Bacteriología (1892) y el de Butantan (1899) en Sao Paulo, y en Río de Janeiro
el que más tarde se llamaría Oswaldo Cruz, en Chile el de Higiene (1892), en Perú el
Vacinal (1896) que luego sería el de Vacuna y Seroterapia (1902), en Ecuador el Nacional
de Higiene (1937). Varios Institutos Vacinales se crearon a inicios del S XX en varios
otros países.
JCG vuelve a ratificar el primer período cuando aborda el tema de “La medicina estatal
en América Latina”4 Aunque las periodizaciones no pueden tener la rigidez exacta de los
años iniciales y finales, nos atrevemos a proponer que la periodización de 1980 a 1930 debe
complementarse con la del período 1930-1060, pues a partir de entonces se inicia un
período especial de influencia norteamericana sobre América Latina (post Cuba) con la
Alianza para el Progreso, los “paquetes estratégicos” para las planificaciones centrales y
otras influencias como la de la Kellog y la Milbank en la educación para la salud. En el
período aparece la APS. Desde 1980 en cambio se desarrolla en AL lo que en Ecuador se
denomina “la larga noche neoliberal”, con el Consenso de Washington, hasta el
advenimiento, en el nuevo siglo, de los nuevos gobiernos progresistas en AL. Se ha
señalado5 que “en las dos últimas décadas en América Latina, los procesos de privatización
fueron una parte sustancial de las agendas políticas de los gobiernos”, y que “el Banco
Mundial preparó una serie de recetas que “recomendaban” la privatización de las empresas
públicas y el giro hacia un sistema de pago por servicios, seguros y proveedores privados.
El supuesto esgrimido era que las personas debían pagar el costo real y con ello contribuir a
la productividad y mejoramiento del sistema”.
No sólo Duarte en sus múltiples trabajos, sino todos los autores que tratan sobre el
proceso de la salud, la enfermedad, y sus servicios, reconocen la influencia de JCG a partir
4
García, J. C. Pensamiento social en salud en América Latina. Duarte, Everardo; Rodríguez, María Isabel;
Franco, Saúl; Editores, OPS/Interamericana, Serie Paltex, México 1994.
5
Brelih, Jaime y Tillería, Ilonka, Aceleración Global y despojo en Ecuador, el retroceso del derecho a la salud
en la era neoliberal. UASB, Abya Yala, Quito 2009.
4
de los años 60s. El vivió el período de la hegemonía norteamericana sobre AL, pero,
aunque haya partido cuando se iniciaba la larga noche, su pensamiento se ha mantenido
redivivo para nuestra acción. En el escenario de la Globalización, en donde las fuerzas del
mercado plantearon su liberalización disminuyendo el rol regulador del Estado y protector
de los derechos de los ciudadanos, el pensamiento de JCG volvió a cobrar vigencia, y su
obra se tornó cada vez más vigorosa. Fue una guía para la acción, tanto en la producción
científica y en las movilizaciones como las de ALAMES, como en los procesos para la
construcción de los Sistemas Nacionales de Salud, con equidad, sin costo directo y en el
contexto de la garantía de los derechos. Edmundo Granda consideró que “Juan César
García es, sin lugar a dudas, uno de los impulsores de la medicina social latinoamericana y,
bien podríamos decir, un fundador de ALAMES”, y que son cuatro las características
fundamentales que JCG asignó al término medicina social: a) el compromiso político con el
cambio; b) la salud-enfermedad-servicios como hecho social; c) la importancia de la ciencia
en la construcción de la disciplina; y, d) la responsabilidad del Estado en el campo de la
salud y sus servicios.
Lo importante de la Medicina Social cuando hace gobierno, y lo ha hecho en varios
países de AL, constituye la posibilidad de ejercer una acción guiada por principios éticopolíticos, los mismos que a su vez dirigen las intervenciones técnicas, económicas y
administrativas. La Reforma Sectorial, para la Medicina Social, no es una propuesta de
simple mejoramiento del quehacer, sino una labor de posicionar los fines y derechos
humanos para ordenar y dinamizar los medios. Pero los fines y derechos humanos no
pueden alcanzarse sin el empoderamiento de la población para que los demande y los
defienda.
Las nuevas Constituciones sudamericanas, los nuevos sistemas universales de salud, la
integración de nuestros pueblos, en el Área Andina, en toda Sudamérica, son el resultado de
los movimientos sociales alimentados por el pensamiento y las Reflexiones de seres
incomparables como Juan César García.
5