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Apm
Canedas de produccíon
Cascavel, abril 1998
Borrador de la
Carta bananera internacional
1 PREAMBULO
“Antes de terminar tu desayuno cada mañana, ya has dependido de la mitad del mundo”
Martin Luther King
La historia del comercio internacional bananero es razón de orgullo para muy poca gente.
Mientras que los países desarrollados tienen a su disposición fruta barata, otros - trabajadores,
pequeños productores y el medioambiente en los países productores - pagan los costos.
Encontrar una solución a este problema nos atañe a todos por igual: consumidores,
productores, importadores, gobiernos, sindicatos, organizaciones de productores, organismos
de iglesias, ONGs, etc.
Es imperioso dejar atrás las guerras bananeras de los últimos años. Un gran número de
pequeños productores y trabajadores de plantaciones se han visto despojados de sus fuentes de
ingresos como consecuencia de la dramática reestructuración de la economía bananera. Todas
las empresas de este sector productivo tambien han experimentado considerables cambios.
Continuar con las disputas comerciales no parece beneficiar a nadie.
Ya van cien años de comercio internacional bananero. ‘Cien años de soledad’ se aproximan a
su fin, y hay signos de esperanza que comienzan a emerger.
* Los consumidores en los países desarrollados se muestran cada día más interesados no
sólo en los estándares de sanidad de los productos alimenticios, sino también en las
condiciones sociales y ecológicas bajo las cuales dichos alimentos son producidos. No sólo
eso, más y más consumidores declaran estar preparados para pagar más a fin que sus
preocupaciones sean disipadas y satisfechas. Esta preocupación también se extiende al campo
de los bananos - la fruta tropical favorita en todo el mundo - como lo han confirmado
diferentes estudios y recientes lanzamientos de banano de comercio justo en el mercado
europeo.
* Actualmente al interior de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) se desarrolla cada vez más prominencia un
proceso de discusión relativo a la necesidad de establecer estándares sociales y ecológicos
mínimos. La OMC se ha comprometido formalmente a trabajar en pos de un “desarrollo
sostenible”.
* Por su parte, gobiernos y sindicatos, organizaciones de productores y de desarrollo en los
países productores - donde los ingresos producidos por la exportación de bananos son de
crucial importancia - manifiestan una honda preocupación por los efectos causados por la
reestructuración del sector bananero, y de ahí que busquen soluciones futuras que provean
estabilidad.
* Las compañías bananeras de mayor envergadura están cada día más conscientes que el
camino de la competitivad y de la implacable guerra de precios tiene poco o nada que
ofrecer, incluso para las mismas compañías implicadas. Existen signos que indican una
voluntad por parte de las empresas para iniciar un diálogo con los sindicatos, especialmente
sobre el tema Códigos de Conducta empresarial.
* La Unión Europea, el más grande y lucrativo mercado de bananos a nivel mundial, planea la
introducción de importantes cambios en la política de importación de bananos como forma de
cumplir con los requerimientos de la OMC. En razón de la existencia de una cuota de
importación, los consumidores de la Comunidad Europea pagan alrededor de 2 billones de
dolares al año por arriba de los precios mundiales. Una correcta utilización de estos 2 billones
de dolares permitiría internalizar los costos socio-laborales y ambientales que el sector
bananero demanda. Sin embargo, en la práctica, los países productores - que el régimen
supuestamente debería proteger - perciben una pequeñísima parte de dicho monto. La
realidad es que dicho Régimen no ha impedido que los precios caigan por debajo de los costos
de producción.
2 HACIA UNA ECONOMIA BANANERA SOSTENIBLE
Preocupaciones de interés común en lo social, lo ambiental y lo económico convergen en este
concepto, el cual postula que los costos sociales deben ser equitativamente distribuídos, y que
los costos ecológicos no deben ser traspasados a futuras generaciones. La actual estructura del
comercio de bananos hace de éste una actividad no sustentable. La fruta que provee es barata
y la misma es producida a expensas de condiciones sociales y laborales inaceptables y del
daño causado al medioambiente. En esta situación la generación actual y las futuras
generaciones son quienes tienen y tendrán que pagar por las prácticas del presente.
En una economía bananera sostenible los precios deberán reflejar los costos reales en cada
etapa de la producción de bananos. Los gobiernos y las compañías deberán respetar
condiciones sociales y ambientales mínimas, mientras que los consumidores tendrán que
pagar un precio sustentable, el cual incluya costos sociales y ambientales, permitiendo así las
inversiones necesarias en el area social y en el cuidado del medioambiente.
Esta Carta tiene por objeto desarrollar las posibilidades que surgen de las circunstancias que
hemos descrito en este preámbulo y que nos permitirán encaminar la economía bananera hacia
la sostenibilidad.
3 INSTRUMENTOS PROPULSADORES DEL CAMBIO
Para hacer realidad la sostenibilidad diferentes instrumentos son factibles de ser utilizados:
3.1 Iniciativas Gubernamentales e Inter-gubernamentales
Para que el objetivo de un desarrollo sostenible se haga realidad será necesaria la introducción
de cláusulas en los acuerdos de la OMC que garanticen estándares sociales y ambientales, de
acuerdo a los parámetros siguientes:
3.1.1 Cláusula Social
La cláusula social deberá demandar de los miembros de la OMC la introducción de medidas
adecuadas que aseguren la observancia de los estándares laborales mínimos y cuyo detalle
será especificado por un comité consultivo a ser establecido conjuntamente por la OMC y la
OIT, incluídos los estándares relativos a la libertad de asociación, al derecho a la negociación
colectiva, a la edad mínima de empleo, a la no-discriminación, a la igualdad salarial y al
trabajo forzado.
3.1.2 Cláusula Ambiental
La cláusula ambiental deberá estar basada en un nuevo acuerdo sobre comercio y
medioambiente a nivel de la OMC. Esta ha de establecer estándares mínimos desde una
perspectiva sostenible, basándose en los efectos negativos sufridos por el medioambiente
como producto de los métodos existentes de producción de bananos, especificando a la vez
las condiciones y procedimientos que determinarán el carácter de las medidas comerciales que
serán introducidas.
3.2 Iniciativas del Sector Privado
Los convenios colectivos, los códigos de conducta y el comercio justo pueden jugar un rol
importante en el proceso de implementación de una producción bananera sostenible.
3.2.1 Libertad de Asociación y Convenios Colectivos
El derecho a la libertad de asociación y a la negociación colectiva son de fundamental
importancia para los trabajadores de las plantaciones bananeras. Los convenios colectivos
entre las compañías bananeras y los sindicatos - internacional y nacionalmente - poseen
importancia en tanto que representan un paso hacia mejores condiciones de trabajo.
3.2.2 Códigos de Conducta y Verificación Independiente
Los Códigos de Conducta empresarial que establecen políticas y estándares empresariales
minímos en el area sociolaboral y ambiental también pueden contribuir a un comercio
bananero más sostenible. Este tipo de Códigos deberán:
a) cubrir tanto las actividades de compra de bananos como las relaciones inherentes a la
subcontratación;
b) inspirarse en las convenciones de la OIT, incluidos el derecho de los trabajadores a
organizarse libremente, a la negociación colectiva, a un salario digno, a condiciones laborales
que no afecten la salud y seguridad de los trabajadores, y aquellos derechos relacionados con
las jornadas máximas de trabajo, el trabajo infantil y a la no-discriminación;
c) incluir estándares relacionados con los problemas de la salud y el medioambiente, los
cuales hayan sido internacionalmente acordados, tales como aquellos contenidos en el
‘Código de Conducta Internacional para la Distribución y Utilización de Plaguicidas’ de la
FAO.
Los Códigos de Conducta Empresarial adquirirán credibilidad sólo si éstos contemplan
formas independientes de monitoreo y verificación.
3.2.3 Comercio Justo
El etiquetado de comercio justo (basado en los estándares sociales y ambientales establecidos
y garantizados por la Organización Internacional de Sellos de Comercio Justo, FLO), el
comercio alternativo y la producción orgánica (basada en los estandares de la IFOAM) son de
capital importancia. Estos constituyen instrumentos que permitirán a los productores,
especialmente a los mas desfavorecidos,
estar en condiciones de controlar más
efectivamente su propio futuro, ser remunerados justa y dignamente de acuerdo a los
esfuerzos de su trabajo, permitiendo al mismo tiempo gozar de una continuidad en términos
de ingresos, condiciones decentes de vida y de trabajo en el marco de un desarrollo sostenible.
4 REFORMA DEL REGIMEN DE LA UNION EUROPEA
En cualquier tipo de reforma del Régimen de Importación de la Unión Europea favorecemos
la continuación de un régimen con contingentes arancelarios - el cual asegure un precio más
alto para los bananos vendidos en la UE - y cuotas individuales por país en el marco de la
cuota global. Favorecemos además la continuación del acceso preferencial para los países
ACP, de acuerdo a la provisiones del Protocolo 5 del Convenio de Lomé. La existencia de
cuotas se justifica sólo si la diferencia resultante del precio más alto es invertida en la
sostenibilidad.
El actual sistema de otorgamiento de licencias rechazado por la OMC debe ser reemplazado
por un sistema que permita acceso al mercado a todo tipo de operadores, incluidos los
operadores de comercio justo, en igualdad de condiciones.
Un tal mecanismo (favorecido por EUROBAN y la FLO) es el sistema de subasta de
licencias. Bajo este sistema, los fondos resultantes de la subasta podrían ser utilizados por la
UE en proyectos de diversificación en aquellos países ACP que más hayan sido golpeados por
la reforma del régimen bananero, así como en la creación de un fondo para la sostenibilidad abierto a todos los países productores - el cual incentivaría tanto a productores como a
comerciantes a invertir en la internalización de los costos.
Cualquier reforma deberá estar precedida por consultaciones formales con representantes de
los pequeños productores y trabajadores directamente afectados por el régimen.