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LA OBSESIÓN ANTIAMERICANA
Jean-François Revel
Urano, Barcelona 2003
En el trigésimo aniversario de la publicación de la obra Ni Marx ni Jesús,
Jean François Revel recibe el encargo de escribir un libro que analice la
evolución de la sociedad norteamericana. La obra trataría de desarrollar los
capítulos dedicados a los Estados Unidos, y la proyección que ese país tiene en
el mundo. Y esa proyección en algunos países, y sobre todo en algunos
sectores, se llama obsesión, LA OBSESIÓN ANTIAMERICANA.
La creencia que tienen algunos de que los Estados Unidos de América es
la causante de todos los males que aquejan a la humanidad no es fruto de la
casualidad. Las ideologías totalitarias siempre han colocado a los Estados
Unidos en la diana de todas las críticas , y todo porque para ellos los EE.UU. es
el país que simboliza el sistema democrático. Los antiamericanos tienen
razones, profundas razones, para criticar, hagan lo que hagan, a los Estados
Unidos. Todo sirve para cuestionar el modelo americano, que afortunadamente,
y por mal que les pese, también es el nuestro. Es decir, un modelo económico
capaz de dar respuestas satisfactorias a las necesidades de la inmensa mayoría
de la ciudadanía, y al mismo tiempo un modelo político que permite el desarrollo
integral de las personas, y que no es otro que el sistema democrático. Todo ello
con las imperfecciones, limitaciones y carencias que nadie puede obviar. Pese a
ello, en Europa, hay quién se empeña en afirmar, bajo el argumento que somos
diferentes, que el sistema europeo es opuesto al americano y que además los
europeos debemos apostar por difundir una propuesta alternativa. También
California y Dakota del Norte son diferentes y sin embargo comparten un mismo
sistema sociopolítico, pero es que esas mismas diferencias existen en Europa, o
¿Son lo mismo Andalucía y Baviera?
Esta es precisamente la razón de ser de este libro, dejar en evidencia la
ausencia de racionalidad en muchas de las críticas que se lanzan a los EE.UU. y
mostrar el abrazo sistemático a la consigna antiamericana de muchos de ellos.
El autor con el presente libro nos brinda la oportunidad de refrescar, no sólo la
memoria de “Ni Marx ni Jesús” sino además, de otras de sus obras, tan
recomendables como la primera, como son “La gran mascarada” o “El
conocimiento inútil”. J. F. Revel revela las razones por las que los argumentos
de los antiamericanos están más cerca de la patología siquiátrica que de la
crítica racional. Porque, tal y como queda expuesto en la obra, dos argumentos
antagónicos sirven para justificar la demonización de los EE.UU. La consigna se
convierte en argumento irrefutable, la falsedad en verdad y los deseos de
señalar a la sociedad americana como la peor de la historia en una necesidad
incuestionable.
Dentro de ese antiamericanismo el autor analiza los aspectos más
importantes del mismo. Por una parte estaría la política internacional,
unilateralismo que pone en peligro la estabilidad del mundo.
Unilateralismo frente a pasividad, lejos de reconocer la incapacidad de
Europa para poner sobre la mesa sus iniciativas, con sus correspondientes
medios materiales y humanos, nos dedicamos sistemáticamente a criticar a los
EE.UU. Si Europa no tiene capacidad para actuar, porque ha renunciado al
mismo, estamos arrojando a EE.UU. a los brazos del unilateralismo, y eso no es
bueno. Con el estilo irónico y corrosivo que le caracteriza, J.F. Revel muestra al
lector la inutilidad de la política exterior europea, frente a las luces y sombras de
la política norteamericana. Cuando EE.UU. no quería intervenir en
Bosnia-Herzegovina se le acusaba de no querer asumir su papel de
superpotencia mundial, cuando interviene se le hecha en cara su ansia
intervencionista en Europa, para mantener su hegemonía mundial. La consigna
es clara, hagan lo que hagan, los EE.UU. siempre son culpables.
Otro de los temas en los que se nutren los antiamericanos es la economía.
Los USA es el ejemplo de las desigualdades sociales, consecuencia de la
aplicación de la ley del más fuerte. EE.UU. es una sociedad injusta, insolidaria y
cruel, el país que practica, sin ninguna compasión, el darwinismo social en
estado puro. Esta es la consigna que mantienen los obsesos antiamericanos, y
esta es la consigna que desmonta Jean François Revel. Los antiamericanos
lejos de analizar si el sistema social americano funciona bien o mal, si es
conveniente su reforma o hay que mantenerlo en sus propios términos, niegan
su propia existencia, y eso es negar la realidad. Para los voceros de la consigna
en los Estados Unidos no hay asistencia social para los más desfavorecidos, ni
asistencia sanitaria pública, ni sistema de pensiones. Y eso supone ocultar
deliberadamente programas públicos como la medicaid, la medicare o la social
security. Pero si no mintieran, ¿Cómo iban a mantener la consigna de que nos
encontramos ante la sociedad más injusta, más insolidaria y más cruel que
jamás haya existido en la faz de la Tierra?
Por supuesto tampoco se escapa de la quema antiamericana la cultura.
Europa se tiene que proteger de la ordinaria y consumista cultura
norteamericana, para mantener viva la refinada y elitista cultura europea. Los
obsesos antiamericanos están empeñados en crear una cultura alternativa y
opuesta a la norteamericana, cuando en realidad estamos hablando de la misma
tradición cultural. Pero lo lamentable no es que traten de inventar una cultura
europea, frente a la estadounidense, sino que reivindiquen políticas
aislacionistas y proteccionistas, siendo el objetivo la preservación eterna y
universal de la excepción cultural europea. Ante semejante postulado Revel
afirma “Esparta, al defender celosamente su “excepción”, realizó la hazaña de
ser la única ciudad griega que no produjo un solo poeta, orador, pensador ni
arquitecto. No dejó de conseguir su diversidad, pero fue la de la nada.”
En definitiva un libro que desmonta la consigna antiamericana, desde la
política exterior hasta la cultura, pasando por la economía. La sociedad
norteamericana está sujeta a la crítica como cualquier otra, es tan imperfecta
como otras, y tal vez, en esa imperfección que funciona radique la obsesión
antiamericana. Para finalizar me remito a la reseña que publicó el diario francés
Le Monde, “Este libro ataca la obsesión antiamericana con un vigor e inteligencia
inusitados y desmonta, con tanta claridad como precisión, todos sus
mecanismos.”
Alazne Arrieta