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Acceso_Libre Fecha:2013-08-03 157702-Se generaliza la criminalización de la resistencia civil Los Gobiernos en México son de adivinanzas porque no se sabe a dónde van, con discursos diferentes a sus acciones e incluso con posicionamientos hipócritas, acusó el sacerdote Gabriel Espinoza Amatlán, Ver.- (AVC/Xavier de Rojas Trejo) El activista y sacerdote católico, Gabriel Espinoza Íñiguez, defensor de Temacapulín, en Jalisco, lamentó que la lucha por la vida, en contra de las presas y a favor del agua se esté desenvolviendo bajo una tendencia generalizada, no sólo en México sino en Latinoamérica, de criminalizar la resistencia civil, e inclusive, bajo escenarios de represión, intimidación física y sicológica, individual y colectiva. Es lamentable que esto ocurra en un país como México, donde se habla de democracia pero que no es algo que la vivamos; encontramos proyectos y políticas de imposición, una política muy vertical que no toma en consideración a los pueblos, expresó el integrante del sistema Nacional del Movimiento Gran Acción Católica y quien el año pasado, en mayo, fuera baleado junto con un abogado de Jalisco, al supervisar la violación la orden de suspensión de la presa El Zapotillo. Las presas, represas e hidroeléctricas, dijo, no representan progreso alguno para las comunidades desplazadas, por el contrario, son acciones que pisotean y destruyen especialmente a las comunidades campesinas e indígenas, a los ejidos, los van destruyendo, afectando, en ellas se justifican las expropiaciones, incluso, la intimidación a los propietarios para que vendan. Sin duda, expresó el activista religioso, en estos proyectos son los propios empresarios los que hacen sus negocios, desde las constructoras, las proveedoras de turbinas y líneas de conducción. Son negocios fraguados entre empresarios y políticos, un ejemplo claro de la nueva invasión por parte de los países que han agotado sus energías. Si nos quejamos de los españoles, hoy no podemos quedarnos callados. Indicó que México es uno de los países donde se está generando una nueva geopolítica energética, donde las presas son componente clave de un modelo de desarrollo poco preocupado por las comunidades, se basa en una economía orientada a las exportaciones donde no consideran los altos costos ambientales y sociales. Al participar en el evento de MAPDER, el sacerdote Gabriel Espinoza lamentó lo ocurrido en esta cabecera municipal, pues consideró que no se trata de un hecho aislado. Creemos son posturas de gobiernos y empresas para intimidar el trabajo de los pobres. Expresó que hay inseguridad ante los acontecimientos, hay gobiernos que son muy directos y muy claros en sus posturas, hay otros a los cuales podemos calificar con cierta posición de hipocresía, porque no sabemos como van a actuar. Este país es de las adivinanzas porque no sabemos hacia donde van, cuáles son las políticas y el proyecto de vida, ya que hay diferencias en sus discursos y en sus acciones, dijo. Afirmó que en materia hidroeléctrica, los Gobiernos no se rigen por ocurrencias sino planean algo. Es una situación planeada, nada se da al azar, hay una política económica que va destrozando los derechos humanos y vida de los pobres, sin embargo, como comunidades debemos superar el miedo. También lamentó que en algunos estados exista una monopolización de la información, donde sólo se dan las versiones oficiales por lo cual es importante que los medios vean como se está concientizando e informando al pueblo, para que ésta despierte y sea más activa. AVC/Noticias