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Proposición de la Sen. María del Socorro García Quiroz, del Grupo Parlamentario
del Partido Revolucionario Institucional, la que contiene punto de acuerdo que
exhorta al titular del Ejecutivo Federal a elaborar un programa a nivel nacional para
prevenir quemaduras.
CONSIDERACIONES
La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve el ejercicio pleno del derecho a la
salud del que gozan todos los seres humanos, sin importar su condición económica,
social, raza, religión o ideología política; y establece lineamientos generales para que los
estados realicen acciones que permitan su cumplimiento.
Independientemente de lo anterior, el derecho a la salud obliga a los Estados a generar
condiciones que permitan a la población vivir lo más saludablemente posible, pues una
deficiencia en está área afecta de manera directa o indirecta a otros sectores, por ejemplo
el laboral.
El derecho en cita ha sido reconocido en numerosos Tratados Internacionales y en el
marco jurídico nacional y dentro de los factores que contempla están la disponibilidad, que
implica contar con programas y centros de salud; la accesibilidad, que presupone
garantizar el acceso a los servicios sanitarios a la población; y la calidad.
En numerosas ocasiones hemos destacado la importancia que tiene contar con un
programa de prevención eficaz, que contribuya a disminuir la aparición de enfermedades
en los mexicanos, elevar su calidad de vida, mejorar los servicios de atención sanitaria y
reducir los costos económicos que conllevan los tratamientos y la rehabilitación.
Sin embargo, y a pesar de lamentables acontecimientos que han ocurrido en el país a lo
largo de nuestra historia, no hemos logrado desarrollar una cultura preventiva, ya que
seguimos reaccionando a las circunstancias y destinando miles de recursos para su
atención, que finalmente no resuelven de raíz los problemas.
Asimismo, y en caso de contar con algún programa de prevención, las políticas
generalmente son aplicadas de manera inadecuada y carecen de una vigilancia y
evaluación constante que permitan identificar de manera clara sus fortalezas y
debilidades, dando de esta manera resultados limitados.
Uno de esos casos son las quemaduras, que a nivel mundial constituyen un problema de
salud pública por las consecuencias que generan a las personas que lo sufren.
La OMS puso en marcha el “Plan Mundial para Prevención y Atención de Quemaduras”,
que será ejecutado en un plazo de 10 años (2008-2017). Dentro de sus objetivos está la
elaboración de políticas; datos y mediciones; investigación; prevención; atención en salud
a víctimas; y desarrollo de competencias, a fin de disminuir la mortalidad, discapacidad y
gastos provocados por esta causa.
En México se estima que cada año 115 mil personas sufren quemaduras, de las cuales 13
mil aproximadamente requieren hospitalización; sin embargo, no se cuenta con la
infraestructura suficiente para atenderlos, poniendo en riesgo su integridad y vida por la
falta de atención oportuna[1] .
Este tipo de accidentes suelen tener mayor incidencia en comunidades de escasos
recursos, pues es común que en una misma área esté la cocina y el lugar de descanso,
se calienten los alimentos a nivel de suelo o utilicen velas para alumbrarse[2] .
Aunado a lo anterior, la Fundación Michou y Mau señaló que uno de los problemas que
enfrentan el paciente con quemaduras es el alto costo de la atención y tratamiento,
principalmente cuando ésta es grave, pues en ocasiones requiere ser traslado a un
hospital en los Estados Unidos.
De conformidad con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI),
anualmente 13 mil personas requieren atención hospitalaria, de los cuales el 20% tienen
quemaduras graves.
Por tal motivo y en atención a que en el país existen solamente 17 unidades médicas
especializadas para atender a este tipo de pacientes, en enero de 2011 el Presidente
Felipe Calderón inauguró el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados
del Instituto Nacional de Rehabilitación, donde se ofrecen atención especializada en
cirugía reconstructiva y rehabilitación integral a pacientes con quemaduras provenientes
de toda el país, con el fin de disminuir la mortalidad y el tiempo de estancia hospitalaria.
A la fecha sólo ha atendido a 66 pacientes, un número bastante reducido en comparación
con la demanda nacional. El personal médico que labora en el Centro recibió capacitación
en el Shriners Hospital for Children en Sacramento, California, así como en el Hospital
General Rubén Leñero y en el Hospital Pediátrico Tacubaya.
Reconocemos que si bien es cierto que este hecho representa un paso significativo para
atender la demanda de los pacientes afectados, aún queda camino por recorrer.
Por lo anterior, es imperante importante contar con al menos un hospital especializado en
la atención de personas quemadas, que cumpla cabalmente con los estándares
internacionales; fortalecer las políticas de prevención a nivel nacional para reducir el
número de casos, especialmente en los menores; capacitar permanentemente a los
médicos que trabajan en centros sanitarios públicos, para evitar en la medida de lo
posible causar algún tipo de discapacidad al paciente por falta o mala atención.
En razón de lo anterior, nos permitimos someter a la consideración de esta soberanía la
siguiente proposición con:
PUNTO DE ACUERDO
ÚNICO. El Senado de la República exhorta respetuosamente al titular del Ejecutivo
Federal para que a través de la Secretaría de Salud, fortalezca y difunda a nivel nacional
el programa de prevención de quemaduras; promueva programas de capacitación y
especialización en los profesionales de la salud para la atención de quemaduras y
presente un proyecto para construir, al menos, un hospital especializado en atención a
pacientes con quemaduras.
A t e n t a m e n t e,
SEN. MARÍA DEL SOCORRO GARCÍA QUIROZ
Salón de Sesiones del Senado de la República, a 29 de septiembre de 2011.
[1] http://www.oem.com.mx/oem/notas/n1926187.htm
[2]
http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2011/09/27/atencion-a-quemadosomision-y-negligencia/