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APRENDER A SER COMPETENTES: UN NUEVO DESAFÍO DE LA EDUCACIÓN BÁSICA El enfoque de competencias constituye un cambio de paradigma educativo, de la enseñanza al aprendizaje, del protagonismo del maestro al protagonismo del estudiante, del discurso a la acción, de la uniformidad a la diferenciación personal. Los nuevos currículos de primaria no proponen nuevos aprendizajes, sino un nuevo tipo de aprendizaje, siendo la competencia la que marca la diferencia con el paradigma anterior. Una habilidad global o meta-habilidad no se aprende del mismo modo que un dato. Las demandas y desafíos del mundo actual, asi como las demandas de la evolución del paradigma científico, demuestran la inutilidad de los aprendizajes ofrecidos por el sistema. Que es una competencia? Algunos sinónimos de competencia son: actitud, facultad, talento, capacidad, suficiencia, habilidad, destreza, arte. Desde el sentido común, una persona competente es la que se desempeña eficientemente en su campo, es decir porque hace bien lo que hace. A esta clase de personas las llamamos competentes e incluso inteligentes. Desde la psicología, la neuropsiquiatría y la biología, la inteligencia sido definida como la capacidad de resolver problemas transformando el medio. Es decir, como capacidad para interactuar con el entorno de manera armónica y eficiente. Los currículos orientados al desarrollo de competencias permiten hacer de la educación un servicio más pertinente a las demandas sociales ("saber qué" vs. "saber cómo"), capaz de ofrecer a los estudiantes aprendizajes útiles, histórica y socialmente significativos, que los habiliten para operar con eficacia en el contexto específico de las dificultades y los retos propios de la época y del país. En este marco, la competencia es la capacidad de acción e interacción sobre el medio natural, físico y social. Una capacidad de acción-interacción eficaz y eficiente: En el enfrentamiento y la solución de problemas. En la realización de las propias metas. En la creación de productos adecuados a necesidades sociales. En la generación de consensos. Se buscan personas capaces de resolver problemas y concretar metas; pero no de cualquier manera ni a cualquier costo, sino en conformidad a la diversidad social y cultural; no imponiendo, sino respetando e incorporando con libertad, intereses y perspectivas distintas. SABER HACER: Un saber hacer en el sentido de un saber actuar e interactuar, de un saber cómo antes de un saber qué. Pero además, como un saber hacer con calidad técnica y con calidad ética; eficiente , respetuoso, creativo, constructivo y eficaz, que contribuye al crecimiento personal y también al fortalecimiento de la convivencia. En ese sentido, una habilidad cognitiva no será confundida con una competencia. Las habilidades perceptivas, discriminativas, deductivas o críticas, en sí mismas, pueden ser usadas para cualquier propósito. Es mejor aprenderlas con el fin de fortalecer la manera de actuar, la cual debe ser eficaz, cooperativa, transformadora, conforme a las necesidades y desafíos que tenemos como colectivo social, en este momento de la historia. A ese tipo de desempeños le llamamos competencia. CURRÍCULO POR OBJETIVOS O CURRÍCULO POR COMPETENCIAS? Un objetivo puede ser definido como un propósito, una aspiración o una meta. Según la tecnología educativa un objetivo son las actitudes, destrezas y conocimientos a enseñar al alumno. Cuando decimos currículo por objetivos, estamos en esta segunda concepción. Es decir un currículo que propone implícitamente que los estudiantes logren aprendizajes actitudinales, cognitivos, motores y conceptuales. El currículo por objetivos no está centrado en el profesor. Puede formular los objetivos pedagógicos como logros que los estudiantes deben alcanzar, antes que como tareas a realizar por el docente. Las competencias pueden ser conceptuales, actitudinales, procedimentales; indistintamente, estamos aptos para denominar “competencia” a un objetivo cognitivo o actitudinal. Un currículo por objetivos en el contexto de la cultura, propone el aprendizaje como una experiencia básicamente discursiva, que enfatiza la comprensión, explicación, identificación, diferenciación, la capacidad de interrelacionar, enumerar y categorizar. Un currículo por competencias, busca desarrollar en los estudiantes capacidades para actuar en toda clase de circunstancias y resolver problemas con eficacia, en el contexto de su crecimiento personal y relacional-social. Busca ser eficaz con nuestros desafíos históricos y no reducirse a contenidos universales, válidos en cualquier tiempo, lugar y contexto cultural. Un currículo por competencias no propone aprendizajes fragmentarios, actitudes, destrezas y conocimientos aislados, que se suman sin articularse entre sí. Por el contrario, propone habilidades globales, que integran de un modo peculiar destrezas, actitudes y conocimientos; pero sin reducirse a estas. Un currículo por competencias busca enriquecer un saber hacer. Por tanto, coloca a los estudiantes en la situación de hacer. Le interesa que: Desarrollen y usen un conjunto de destrezas mentales y operativas, para obtener un resultado. Que interpreten la información para emplearla, y que adopten determinadas actitudes para resolver una situación. Que reflexionen su proceso y demuestren sus capacidades desarrolladas, cuando estas les sirvan para mejorar su capacidad de interacción con el medio. COMO SE RELACIONAN LOS CONTENIDOS PROCEDIMENTALES, CONCEPTUALES Y ACTITUDINALES? La definición más holística de competencia, es distinta a la noción del concepto, procedimiento o actitud. El dominio hábil de conceptos, procedimientos, la demostración de actitudes no son una competencia. Los tres aspectos constituyen atributos distinguibles en el desempeño competente de una persona; pero por estar vinculados dentro de un sistema particular de actuación, definirlos en lista o por separado no equivale a definir la competencia observada. En otras palabras, tanto el proceso de aprender a actuar competentemente en un campo determinado, como en el mismo desempeño finalmente logrado; nociones, actitudes y procesos interactúan de manera específica, integrándose de una manera más óptima. En el planteamiento anterior no hay relación visible, son entidades separadas y diferenciables en el modo de aprender y de evaluarse. Es muy diferente analizar la competencia como concepto y analizar la no acción competente de la persona. Así, la distinción y enumeración de conceptos, actitudes y procedimientos no dice nada respecto a cómo una persona competente hace una combinación hábil de estas tres capacidades, ni de cuántas otras formas podrían ser relacionadas por otra persona aún más competente, menos competente o incompetente a secas. Basta tener un buen dominio de estas tres parcelas, para recibir automáticamente la cédula que los acredita como persona competente. La suma de las partes de un teléfono me da el teléfono, no importa si contadas en la bolsa, con tal de que no falte ninguna y que cada una sea de excelente calidad. Si se trata de distinguir aspectos de una competencia cuya formulación busca expresar una forma competente de actuar, falta algo. En la radiografía de todo ser competente, podemos encontrar un cierto manejo de información (no necesariamente el dominio de conceptos en sentido estricto); un cierto manejo de procedimientos y determinadas actitudes. Pero falta un cuarto elemento, tan decisivo como las actitudes mismas: los niveles meta cognitivos básicos, un dominio elemental de ciertos procesos mentales (creatividad, flexibilidad, transparencia, deducción, inducción, etc.) necesario para correlacionar los tres aspectos anteriores. El foco de la atención debe desplazarse a la vida, no a la teoría. En esa perspectiva se plantea atender a como el estudiante que exhibe habilidad en la solución de la situación, interrelaciona de manera reflexiva y flexible conocimientos, procedimientos y actitudes. Observar a los estudiantes en acción aporta varios datos interesantes: a) Las actitudes encabezan el proceso de aprendizaje Una actitud es una postura o disposición afectiva para comportarse de una manera determinada. Hay tres tipos de actitudes: Disposiciones para aprender Los estudiantes se comprometen en un proceso de aprendizaje sólo si se sienten emocionalmente involucrados, y si refleja sus necesidades y expectativas. Entonces el estudiante muestra una disposición para acercarse, explorar, interrogar, comparar, ensayar, intercambiar. El conflicto cognitivo y la necesidad de resolverlo a través de la acción transformadora, solo es posible cuando el aprendizaje, la situación y el agente intermediador, logran un acoplamiento estructural a nivel emocional y a nivel cognitivo con los sujetos que aprenden. Disposiciones para aprender eficientemente Una vez embarcado en el proceso de aprender, la persona requiere mostrar y consolidar cierto comportamiento característico de toda situación desafiante: perseverancia, tenacidad, tolerancia, fracaso, flexibilidad, control de los impulsos, etcétera. Es decir, el interés no basta. Disposiciones para desempeñarse bien un campo El desempeño eficiente en un campo específico, depende también de ciertas codiciones afectivas, coherentes con la naturaleza misma de lo que se aprende: ciencias naturales, historia, música, matemáticas, etc. Más allá de la implicación subjetiva en una experiencia de aprendizaje, el desempeño óptimo en un ámbito, requiere una disposición especial que lo lleva a buscar nuevas oportunidades y mayores retos en ese campo particular. b) Los procedimientos son el eje desencadenante Definido el interés por el objeto, las personas se aproximan a él para explorarlo. Si se sienten retadas, se lanzan a probar una u otra respuesta. El ensayo-error en la búsqueda de soluciones a los problemas, es característico del método científico. Es desde la exploración de los procedimientos que surge la interrogación, las hipótesis y el pronóstico, la necesidad de nuevos datos, la búsqueda y el acopio de mayor información. Cuando el estudiante se coloque en situación de responder a un problema que le interesa y lo reta, puede haber reflexión previa o acuerdo previo respecto a un plan para abordarlo; pero saben que el ensayo de respuestas, es el momento crucial que puede disminuir o aumentar el interés, fortalecer su confianza o desalentarlos, confirmar o cuestionar sus suposiciones, agregar nuevas preguntas, despertar otras necesidades, lanzarlos a la búsqueda de mayor información. En el proceso de aplicar y ensayar procedimientos para resolver un problema que, además, se fortalecen o se forman las actitudes. La disposición afectiva para aprender de manera eficiente, se fortalece en las interacciones entre estudiantes, y en el proceso que ocurre en su interior personal. c) La información emerge como necesidad del proceso Las personas que se encuentran en el trance de enfrentar un problema cualquiera, requieren de poca información antes de empezar a operar. Es durante el proceso que empiezan a aparecer nuevas necesidades de información. Es esta curiosidad, que brota de la propia experiencia y reflexión del sujeto, la que lo llevan espontáneamente a la exploración de diversas fuentes. El docente como mediador del proceso de aprendizaje, colabora a centrar estas necesidades, a estimular la percepción de otras demandas, orienta a su vez la investigación y tambien a discernir y organizar sus resultados o incluso profundizarlos y complementarlos con sus propios conocimientos. Pero el hambre de saber sólo surge de la experiencia de enfrentar el problema. El manejo de información puede incluir el dominio específico de determinados conceptos esenciales; pero también la identificación de hechos y experiencias, lugares, circunstancias, personas, mensajes, relatos e incluso procedimientos o actitudes mismas. Para todos los casos, sólo representa información relevante y significativa en la medida que brota de sus necesidades internas y de sus experiencias directas. Definir la competencia como saber hacer, el conductismo? Algunos interpretan, que la definición del concepto de competencia como saber hacer, es una opción conductista. Esta interpretación es muy distante de la epistemología mecanicista y lineal, ya que competencia puede ser definida como saber hacer - saber actuar, inspirada más bien en una teoría del conocimiento relacional y dinámica. En el enfoque conductista, los aprendizajes terminales pueden traducirse en pequeñas conductas observables. Por ejemplo: dice su nombre, come sin ayuda, enumera y describe dos tipos de hormonas, suma con tres dígitos, explica la lluvia relacionándola con sus causas. La reducción de los aprendizajes básicos a estos pequeños desempeños conductuales observables, fue el desencadenante que llevó a la fragmentación del proceso educativo, con objetivos desagregados, cada vez más menudos. Todo se circunscribía a que los estudiantes sumaran estos minúsculos desempeños, fácilmente cotejables y por tanto evaluables. Los estudiantes por su parte rápidamente notaban, que mostrar esas conductas al ser evaluados, era su pasaporte al éxito. No importaba si tenían valor o si tenían algún impacto real en su vida. Por eso, muchos aprendizajes representaban un simple cambio externo condicionado desde afuera y, por lo mismo descartable. Calificar de conductista, a todo aprendizaje formulado en términos de la capacidad de hacer o actuar, es sostener que cualquier desempeño eficaz, aún si se trata de un desempeño complejo y global, por el hecho de ser observable con facilidad representa un cambio externo amenazado de atomización y simplificación. La verdad es que no todos los aprendizajes son necesariamente obvios para el observador externo. Todo aprendizaje es una forma de cambio. Los seres humanos somos esencialmente relacionales. Todo cambio interno se refleja inevitablemente en la dinámica de interacción con otros. Si bien es cierto que todo cambio conductual no necesariamente expresa un cambio estructural en la persona, también es cierto que toda genuina transformación de las estructuras internas, se expresa siempre en un cambio en su patrón de relación o, como dirían los cognitivos, en sus esquemas de acción. A menos que estemos hablando de aprendizajes formales, que no modifican a nadie ni interna ni externamente. Si el conocimiento es impuesto desde fuera y el sujeto se ve presionado a acumular datos sobre temas ajenos a sus intereses, entonces esa clase de aprendizajes no generan cambio. El sentido de las prácticas de socialización ha sido siempre habilitar a las personas para actuar de manera pertinente y productiva al interior de su medio. Hay quienes piensan también que la opción de los nuevos currículos de primaria y secundaria debe ser más integral, apuntadas al saber ser y no privilegiar al hacer. No obstante, aún en este planteamiento podría resultar parcial, pues alude al saber convivir, único lugar donde el ser sí mismo se realiza. Se teme que el concepto saber hacer se reduzca a un conjunto de pequeñas destrezas observables y cuantificables, mecánicamente aprendidas y excluyentes de toda dimensión ética o actitudinal. El saber ser, es decir, el saber afirmar y fortalecer la propia identidad con autenticidad y autoconfianza, puede ser observado desde afuera y eso no lo transforma en conductista. De lo contrario, todas las competencias referidas a la identidad (eje central de la persona social y del currículo) no podrían evaluarse. El saber hacer que esperamos lograr en el estudiante, no se reduce a un manejo hábil de procedimientos. Constituye una conducta reveladora de una determinada calidad personal y social. Un saber hacer eficaz y al mismo tiempo ético. Contraponer contenidos, con competencias ¿desacredita el valor del saber conceptual? El aprendizaje de competencias y la adquisición de conocimientos, son igualmente importantes. Pero nadie trata de subvalorar el necesario manejo de información o la propia capacidad de conceptualización por parte del estudiante. Se trata simplemente de seleccionar mejor este tipo de aprendizajes (la cantidad no será más sinónimo de calidad) y de colocarlos en perspectiva. No está mal saber mucha historia, gramática, geografía, ciencia. Saber todo esto y más puede resultar sencillamente útil. Si no se sabe emplear este saber para crecer como persona, para convivir como en el respeto a lo diferente, para hacer frente a los problemas de hoy y a los futuros, con eficacia y sentido ético. Existe consenso universal de que el conocimiento es un bien que se usa para mejorar la vida de las personas.; y es mediante la educación que se puede hacer uso de este conocimiento en favor de la vida. El saber por el saber, como modelo para la educación de estudiantes es francamente indefinible. No podemos ser ambiguos en esto, no podemos conceder un currículo mixto en los hechos, que estimule ciertas competencias pero, a la vez, exige a saber por saber los mismos contenidos de siempre. Es el caso del aprendizaje de la historia, por ejemplo. Buscamos que el conocimiento del pasado alimente en nuestros hijos, la capacidad de imaginar un futuro posible, para el país y para sí mismos, y también de construirlo. Aprender evaluar cómo estamos ahora en relación con el proceso que nos ha traído hasta aquí, resultaría más importante y enriquecedor que memorizar o aún comprender los momentos históricos. Construir un país representa una tarea que exige al sistema educativo detener la formación de ciudadanos sin conciencia de derechos, capacidad de pertenencia con su patria, autoexcluidos de los espacios y las oportunidades de participación que ya tienen. Necesitamos aprender a participar y a hacernos un lugar en los procesos del país, aun cuando parezca que el escenario y está ocupado. Competencias Las competencias son estrategias que las personas usan para relacionarse con el medio y con los otros, de acuerdo a su proceso de formación. Es la capacidad para hacer un uso creativo de los conocimientos adquiridos en la escuela y fuera de ella. Competencia es "saber hacer" de una manera que involucra a la persona en el ambiente en el que se desarrolla. Es así que competencia representa la construcción personal, en el sentido del uso del conocimiento. Lo que hace un estudiante con lo que conoce. Los docentes buscamos que los estudiantes alcancen aprendizajes significativos; es decir, que a través de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes puedan desempeñarse como personas integrales e integradas, con suficiencia en los diversos ámbitos. Por tal motivo deberían preocuparse de explicitar cuáles son las competencias que se debe propiciar para que sean alcanzadas por los estudiantes. Una valoración cualitativa y por procesos, sólo es posible cuando los docentes definen cuáles son esas competencias que para ser valoradas. Tales competencias deben ser definidas en el currículo de la institución educativa. Luego indicar las competencias que serán privilegiadas, se deben explicar los criterios de desempeño para cada una de ellas., Es decir, como demuestra estudiante que ha alcanzado una determinada competencia. Tales desempeños serán las situaciones en las cuales el estudiante usa lo que sabe de una manera novedosa, yendo más allá de la información que posee, empleando los conocimientos previos y demostrando públicamente lo contrario. Estos desempeños pueden ser preliminares o de exploración, de investigación guiada para la solución de problemas, y finales de síntesis; los cuales permiten que los estudiantes sinteticen y demuestran lo comprendido. Son ejemplos de desempeño observables: organizar categorías de objetos aplicando los criterios subyacentes y los usos de las mismas, identificación de las leyes o reglas existentes empleadas por otros, extraer conclusiones, hacer inferencias y predicciones, debatir acerca de algo. Un currículo orientado al desarrollo de competencias El diseño curricular por competencias permite al docente llevar a cabo procesos educativos flexibles, trabajar con mayor autonomía y respondiendo a las necesidades, intereses e inquietudes de los alumnos. En este sentido los maestros y alumnos se convierten en los protagonistas del proceso educativo y su intervención es más dinámica y significativa en el mismo. Las competencias son el conjunto de capacidades que incorporan conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que las personas construyen mediante un proceso educativo y manifiestan a través de sus desempeños. Un currículo orientado al desarrollo de competencias busca promover procesos educativos que permitan a las personas desarrollar capacidades para enfrentar con autonomía diferentes situaciones, problemas y desafíos. El desarrollo de las competencias toma como base los conocimientos previos de los estudiantes, la nueva información o vivencia, la reflexión acerca de la información o experiencia, y la aplicación de los conocimientos a nuevas situaciones y desafíos. Las competencias se desarrollan de acuerdo a las características y experiencias particulares de cada individuo apoyadas por el aprendizaje que se le brinde en la escuela. Por cada área curricular y cada tema transversal, se propone un conjunto de competencias fundamentales, las cuales conforman el tronco curricular. Un currículo por competencias supera un currículo elaborado por objetivos por qué: Se reemplaza la rigidez y el mandato por la flexibilidad y la apertura curricular. Se priorizan los procesos de aprendizaje y no solamente sus logros. Se rompe con la tradicional fragmentación entre los contenidos cognitivos, procedimentales y actitudinales al proponer la formación integral del alumno. Entiende los aprendizajes no como productos acabados al final de alguna etapa escolar, sino como procesos que se dan a lo largo de la vida y que las personas pueden mejorar progresiva y permanentemente. Generan en los alumnos la necesidad de construir sus conocimientos y actitudes a mediano y largo plazo y no permiten que sean simples receptores instrucciones e información. Da al maestro mayor autonomía en las decisiones que toma para encaminar el hecho educativo, de manera que responda a las particularidades de sus alumnos; en vez de cumplir estrictamente con un programa prescrito y no adaptado a las necesidades específicas de su salud. Exigen que el docente promueva la discusión, la investigación, el trabajo en equipo y la confrontación de ideas y experiencias entre los alumnos; a fin de que estos analicen y reflexionen permanente sobre sus aprendizajes y no la repetición mecánica de contenidos. Las competencias articulan los procesos, los contextos, los contenidos y los desempeños que posibilitan el uso de determinadas capacidades en distintas situaciones. Una competencia es la integración de capacidades que se manifiestan en un desempeño idóneo. Una competencia presenta cuatro componentes claramente definidos: I. Los procesos son acciones articuladas que posibilitan la construcción del conocimiento, actitudes y valores. Expresan lo que transcurre internamente en la persona, cuando está desarrollando el desempeño. Los procesos pueden ser dinamizados mediante diversas estrategias para favorecer el logro de las competencias. El proceso responde a la pregunta: Como es que la persona hace lo que sabe hacer? ¿Qué procesos ocurren en su interior?, Realiza su desempeño?. II. Los contextos son referentes temporales y espaciales que permite situar los procesos de aprendizaje. El contexto es una situación concreta en la que la persona demuestra su desempeño. Los contextos permiten establecer relaciones entre lo que se aprende y el medio en el cual esos aprendizajes cobran significado y utilidad. Los maestros identifican estos contextos en los contenidos del área o de los temas transversales, para desarrollar secuencias didácticas significativas para los estudiantes. El contexto responde a la pregunta: ¿dónde y cuándo hacer de su conocimiento?. III. Los contenidos son saberes culturales, organizados en las áreas curriculares, fundamentales para el desarrollo de las competencias. Los contenidos deben ser organizados de manera coherente y articulada dentro los contextos. El contenido es lo que el estudiante debe saber para lograr el desempeño. Cuando se dice que la competencia es un "saber hacer", de ninguna manera se excluye el saber. IV. Los desempeños son las acciones que demuestran los resultados positivos del aprendizaje de los alumnos. "Saber hacer". Los desempeños reflejan el uso adecuado de las capacidades adquiridas, en diversos ámbitos de la sociedad y la cultura. Los desempeños son los indicadores para la evaluación de las competencias. El desempeño responde a la pregunta ¿qué sabe hacer?, y se expresa en tercera persona. Las competencias se van desarrollando de acuerdo a las particularidades y experiencias de cada alumno. Requieren de diversos procesos de construcción de aprendizajes; orientan la práctica pedagógica; apelan a la experiencia de los maestros y ponen énfasis en los contextos y contenidos significativos. Ejemplo de una competencia: “Explica, la diversidad biológica, describiendo las características y las interacciones de los seres vivos y los procesos de perpetuación y cambio de las especies, cuando interactúa con su medio ambiente”. Explica (desempeño), la diversidad biológica (contenido), describiendo las características y las interacciones de los seres vivos y los procesos de perpetuación y cambio de las especies (proceso), cuando interactúa con su medio ambiente (contexto). Esta competencia describe a una persona, que cuando se relaciona con su medio ambiente (contexto), es capaz de explicar (desempeño), la diversidad de las especies que observa (contenido), y cuando lo hace, describe las características de las mismas, sus interacciones y la forma como se perpetúan como especies o cambian (proceso). Como se puede apreciar es una competencia abierta, no se define por ejemplo, cuántas especies de animales o plantas tiene conocer el estudiante, tampoco se precisa el número de características e interacciones de los seres vivos que va a describir. El alcance y significado de esta competencia, lo dará el maestro en función a las necesidades y realidades de su contexto, las mismas que las definirá en la síntesis de los indicadores que planteará; es decir, en las señales que dan cuenta de los aspectos de la competencia, que se pretenden desarrollar. Por ejemplo, un maestro del oriente del país, realizará la descripción de especies vegetales y animales del toro; en cambio otro profesor de la zona andina, lo hará con animales y plantas de dicha región.