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“ Autofagia: llámese al acto de algo que se devora así mismo...
- acorde con el titulo - destino natural del pensamiento”
(Definición del autor)
III. LA AUTOFAGÍA DE LA RAZÓN
En este capítulo quiero reforzar algunos de las susceptibilidades del
pensamiento ante sí mismo, después de que Cioran razona sobre la razón misma y
sus distintas maneras de manifestarse. ¿Por qué ponerle a este capítulo tal título?
Mi intención es poner al tanto al lector, de la insoluble separación que hay entre
lo que es el querer que algo sea verdad y la verdad misma. Todo responde a la
responsabilidad de un sujeto que formula el discurso filosófico y del postulado que
hacemos de que nuestro lenguaje hace posible que hablemos del hombre.
El primer tema tal vez parezca un poco extraño en este capítulo, pero mi razón
para exponerlo aquí es que el fanatismo y esa fe que la misma razón trata de anular
es la única posibilidad de que exista una fecundidad y una explicación a todas las
teorías, conceptos, empresas, que ha llevado a cabo la humanidad.
En este capítulo va a sobresalir la intervención de su libro Breviario de
Podredumbre (1949) y se harán algunas alusiones a las obras de Nietzsche entre la
que sobresale “Más allá del bien y del mal ”. .
Volveré a retomar Silogismos de la amargura (1952), La tentación de existir (1956),
Del inconveniente de haber nacido (1973) , Ese maldito yo (1987). De su etapa
rumana tomaré en cuenta “En las cimas de la desesperación” (1934) y “ El libro de
las quimeras” (1936)
El SALVAJISMO DE LA CREENCIA.
Un mito se sostiene en la creencia, en el deseo de que la verdad sea posible y
perdure ante las garras del tiempo. Cioran dice que la mayoría de nuestros males, se
deben a nuestra necesidad de idolatría y a esa tensión de la voluntad que en sus
estallidos tiende a la dominación de los otros y a la intolerancia.
La utopía, la corrección del hombre, ese carácter arbitrario de la creencia llevan
consigo la ilusión de la transformación, la sed de algo fijo y permanente hacen del yo
una religión. En su libro, Breviario de Podredumbre nos dice:
“En sí misma, toda idea es neutra o debería serlo; pero el hombre la anima, proyecta
en ella sus llamas y sus demencias; impura, transformada en creencia, se inserta en el
tiempo, adopta figura de suceso: el paso de la lógica a la epilepsia se ha consumado...
Así nacen las ideologías, las doctrinas y las farsas sangrientas. “ 1
El fanatismo carcome los ojos del hombre, los móviles de las acciones de la
historia son a partir de nuestra concepción de la vida, de nuestras ideas. Lo que
adoramos, no necesariamente tiene que tener una relación con la religión, la euforia
podemos padecerla por un ideal político, en la misión de una institución ecologista, en
el arte, en la novedad de una nueva ideología. Esta adoración da al hombre su
1
CIORAN, E. M Genealogía del fanatismo, en Breviario de Podredumbre. P.27
posibilidad de erguirse como individuo poderoso, como conciencia capacitada de crear
lo que le falta, como creador de nuevos valores y solvente de sus carencias.
Así pues la razón tiende a la superficialidad y más que encontrarse en un
proceso de unificación, se ve como autodestructora de sí misma y tiende hacía la
ruptura. No importa tanto la verdad de una teoría y de un sistema filosófico, sino más
bien lo oportuno del trabajo del pensador individual y concreto para responder a ciertas
inquietudes y necesidades de la sociedad. De aquí que muchas ideologías, que
históricamente se han asumido como una verdad colectiva, siempre se convierten en
un medio para dominar espiritualmente y consolidar el poder de las sociedades.
Detrás de la Historia sólo los elementos particulares son los que conforman el
poder creativo y destructivo. Con esto quiero decir que el motivo principal de nuestros
actos son los individuos concretos. Todo hombre emite juicios sobre su vida y la de los
demás, he aquí que todo el mundo toma como base su experiencia, para decir lo que
creemos y negar o afirmar lo que se dice.
El objetivo de Cioran, es poner en claro cómo el hombre es aquel lobo
narcisista y ambicioso, que sí no puede tener un papel en la historia – es decir voz y
reconocimiento - mínimo se conformará con no pasar inadvertido en la vida cotidiana
de quienes le rodean. Esto es lo que siempre revela el fondo tirano del entusiasmo y
de toda creencia.
La tendencia del hombre a verse como acción en el mundo, hacen que la idea
rara vez puede dejar de perderse en una creencia; de aquí su carácter de ser
razonable e irrazonable. Pues hay que tomar en cuenta el carácter de dominación
moral que han tenido las ideas, al modo como el mismo Nietzsche lo dijo en su obra El
Anticristo cuando critica el fuerte efecto del símbolo de la cruz y los perseguidores de
infieles.
“ Mas la sangre es el peor testigo de la verdad: la sangre envenena la doctrina más
pura, convirtiéndola en delirio y en odio de los corazones. Y sí alguien atraviesa una
hoguera por defender su doctrina,- ¡qué demuestra eso! Mayor cosa es, en verdad,
que de su propio incendio salga su propia doctrina. “
2
No aceptar el carácter intercambiable de las ideas ha sido el fundamento de
nuestras violencias. Para no irnos demasiado lejos, tomemos el hecho histórico de las
misiones que llevaron a cabo los pilotos kamikazes en la Segunda Guerra Mundial,
donde por el carácter divino del emperador hacían misiones suicidas y el suicido
desempeñaba un papel esencial.
Cioran por su parte toma la historia, como el testimonio donde se confirman los
horrores que han provocado las promesas de la inmortalidad y la bandera de cualquier
tipo de fe e ideología, ha sido la justificación del asesinato. Los tiranos, la trama de la
historia, es lo que ejemplifica cómo la vitalidad siempre está acompañada de
intolerancia y de violencia.
En otras palabras la intolerancia sólo es síntoma de la vitalidad. Su intolerancia
lejos de dejarle pensar, en cierta manera le despoja de su conciencia y así puede
desafiar, actuar, afirmarse como voluntad.
NIETZSCHE. Ley contra el cristianismo parágrafo 54, en Nietzsche,
Friedrich. El Anticristo Alianza Editorial, Biblioteca de autor, #613 1ª
ed. Madrid, España. 1997. P. 103
2
Cioran nos explica claramente en las primeras páginas de Breviario de
Podredumbre, cómo las épocas de esplendor de la humanidad, sobresalen por sus
hazañas sanguinarias. La caída del hombre inicia en la búsqueda de una verdad y al
cegarse continuamente por la certeza de haberla encontrado, esto provoca en
nosotros una pasión desmesurada hasta llegar al fanatismo. El fanatismo, en cierta
manera lleva a que el pensamiento se convierta en creencia, desembocando así en la
acción y en la agresividad. Todo lo distinto a estas ideas, despierta el desafío en el
fanático. Es una agresión hacía el yo como toda acción, pero la conciencia está
opacada por el delirio, por ese placer que sentimos de imponerle al otro lo que se
piensa.
De aquí que Cioran diga que los verdaderos criminales, son los que establecen
cualquier tipo de ortodoxia sobre el plano de lo religioso y lo político. Estos
necesariamente, han utilizado la retórica y una vez en el poder, sentirán esa gran
complacencia que encuentra la humanidad al despreciar la duda. El fanatismo es lo
que despierta en el hombre el gusto por la eficacia, el terror y la profecía.
“... las aceras del mundo y los hospitales rebosan de reformadores. El ansia de llegar a
ser fuente de sucesos actúa sobre cada uno como un desorden mental o una maldición
elegida. La sociedad es un infierno de salvadores. Lo que buscaba Diógenes con su
linterna era un indiferente... “
3
El autor también nos dice que la vida en común se hace intolerable, puesto
que ya la vida de uno mismo es en sí un hecho doloroso y trastornante, pero ésta se
CIORAN, E. M Genealogía del fanatismo, en Breviario de Podredumbre. P.
30
3
torna aún más insoportable cuando uno no puede intervenir en la vida de los demás.
De aquí que para negar la inquietud y la angustia que nos provocan nuestros propios
intereses, el yo esté dispuesto a negarse y a negar el de los otros, entrando en el
juego universal de las ideas.
La vida se torna un infierno, por esa misma ansiedad del hombre por lo
absoluto. Las certezas no se viven de una manera impersonal, por esta razón no es de
extrañarse que esto nos provoque una pasión desmesurada y violenta, que no
podemos soportarla sin contagiar a los otros. La generosidad del salvador es un rasgo
criminal de un profeta intolerante que todos tenemos, con deseos de hacer a su
imagen y semejanza la vida de los demás.
De aquí el comportamiento monstruoso del fanático y la aversión de Cioran por
los profetas. Este se complacerá de despreciar la duda, puede matar y hacerse matar
por una idea, al rehusarse a ser despojado de su creencia. Dice Cioran sobre la
historia:
“.La historia: Manufactura de ideales..., mitología lunática..., frenesí de hordas y de
solitarios, rechazo de aceptar la realidad tal cual es, sed mortal de ficciones... “
4
Lo que nos hace prosperar en nuestro vacío es ese rasgo de locura del profeta,
tenemos ilusión sobre nuestra importancia y el mismo claustro de la carne
nos hace rechazar la realidad. El sitio que queremos tener en la Historia, que va desde
la misma fundación de los imperios, las utopías y las tiranías, la producción de
conocimiento, viene de esta tendencia a considerarnos el centro del mundo.
4
CIORAN, E. M. El anti-profeta, en Breviario de Podredumbre. P. 32
“ (...)vivir es cegarse sobre sus propias dimensiones(...) ¿Quién con la exacta visión de
su nulidad, intentaría ser eficaz y erguirse en salvador? ” 5
Nietzsche lo dice de distinta manera en Más allá del bien y del mal, al
cuestionar la imposibilidad de querer vivir según la naturaleza, que había sido uno de
los planteamientos de los estoicos. Imaginemos al hombre como la naturaleza, la cual
carece de intenciones y de miramientos, de piedad y de justicia. Por esta razón, el
hombre no puede vivir de acuerdo con la naturaleza, ni ser y hacerse a su semejanza,
puesto que ella tiene una voluntad ciega.
“ Vivir - ¿no es cabalmente un querer-ser-distinto de esa naturaleza? ¿Vivir no es
evaluar, preferir, ser injusto, ser limitado, querer-ser-diferente? Y suponiendo que
vuestro imperativo “ vivir según la naturaleza” signifique en el fondo lo mismo que
“vivir según la vida” - ¿cómo podríais no vivir así? ¿Para qué convertir en un principio
aquello que vosotros mismos sois y tenéis que ser? “
6
Esto, será tomado en cuenta por Cioran puesto que constantemente nos hace
ver que ese querer ser diferente, es la consecuencia de un extrañamiento con el orden
del mundo y los demás, es lo propio del hombre y de su principio de individuación. En
La caída en el tiempo escribe:
“ Como diferentes que somos siempre, no somos nosotros mismos sino en la medida
en que nos alejamos de nuestra definición, pues el hombre según la expresión de
Nietzsche, es das noch nicht festgestellete Tier, el animal sin tipo determinado, fijado.
Obnubilados por la metamorfosis, por lo posible, por el disimulo inminente de nosotros
mismos, acumulamos irrealidad y nos expansionamos en la falsedad, pues, desde el
5
Ibid. P. 32
momento en que sabes que eres hombre y te sientes tal, aspiras al gigantismo, quieres
parecer mayor de lo normal. El animal racional es el único animal extraviado, el único
que, en lugar de persistir en su condición primera, se esforzó por forjarse otra... ”
7
Como aclaramos al principio, Cioran nos dice que en ésta no-asimilación de lo
que se es con el mundo, es donde se revela la originalidad del hombre y se ejerce
su facultad de no coincidencia. Transgredir lo creado con sus obras, tener impiedad
consigo mismo, es consecuencia de su falta de existencia y de la misma deficiencia
intrínseca de su substancia - que podría ser la conciencia - es lo que ha originado los
excesos de su voluntad.
LIRISMO COMO SALVACIÓN ALTERNA.
¡SIN OLVIDAR LAS TRABAS!
Para Cioran, escribir es deshacerse de nuestros remordimientos, de nuestros
rencores, vomitar nuestros secretos, dicho de otro modo es una pretensión del autor
para curarse individualmente a través de la palabra.
La escritura es esa venganza de una criatura desequilibrada que es el escritor,
el cual rivaliza de algún modo con Dios, para dar una respuesta al padecimiento de
esta creación chapucera.
Escribir, es una visión afortunadamente falsa de la realidad que nos coloca por
encima de lo que existe.
NIETZSCHE, F. De los prejuicios de los filósofos, en Nietzsche, Friedrich.
Más allá del bien y del mal. Alianza Editorial, Biblioteca de autor, #611
1ª ed. Madrid, España. 1997.P. 30
6
“ Sólo tengo ganas de escribir cuando me encuentro en estado explosivo, enfebrecido
o crispado, en un estupor metamorfoseado en frenesí, en un clima de ajuste de cuentas
en el que las invectivas sustituyen a las bofetadas y a los golpes. De ordinario, la cosa
comienza así (...) Expresión equivale a réplica tardía o agresión diferida: yo escribo
para no pasar al acto, para evitar una crisis. La expresión es alivio, venganza indirecta
del que no puede digerir una afrenta y se rebela con pala-bras contra sus semejantes y
contra sí mismo”
8
En su etapa rumana, vemos una prosa imprecisa, en ocasiones tosca, donde
constantemente vemos alusiones a la sed de absoluto y la furia de un Cioran joven,
que sondea lo que nos decía En las Cimas de la desesperación. En las experiencias
más profundas de la subjetividad, escribir puede ser un modo de conocer y
desembarazarse.
El lirismo, esa dramatización del lenguaje dentro la poesía y en la misma
filosofía, en sí mismas son experiencias universales puesto que alcanzan el fondo
original de la vida. Al hablar del lirismo como un modo de estilizar la filosofía,
particularmente se referiría a determinado estilo de filósofos, entre ellos Montaigne,
Pascal, Nietzsche, Schopenhauer y Kierkegaard. Estos, nos rebelan que el
pensamiento es algo vivo, algo que afecta sus vidas y por eso llegan más a lo esencial
que los sistemáticos.
El hombre se vuelve lírico, en una explosión después de la experiencia
subjetiva de lo esencial. Como ejemplo nos pone el amor y el sufrimiento, dos estados
CIORAN, E. M El árbol de la vida, en La caída en el tiempo P. 22
CIORAN, E. M. A modo de confesión, en Ejercicios de Admiración y otros
textos. P. 213
7
8
donde el hombre recurre al lirismo y su existencia se vuelve una epopeya. Ambos
surgen de las profundidades del ser, del centro sustancial de la subjetividad.
“ Nos volvemos líricos cuando la vida en nuestro interior palpita con un ritmo esencial.
Lo que de único y específico poseemos se realiza de una manera tan expresiva que lo
individual se eleva a lo universal (...) La expresión lírica surge tras experiencias
esenciales, cuando la agitación del fondo íntimo del ser alcanza el paroxismo. “
9
Así pues la expresión del lirismo, desde el punto de vista del autor, en el Cioran
de habla rumana trasciende las formas y los sistemas filosóficos.
“ Comparado con el refinamiento de una cultura anquilosada que, prisionera de los
limites y de las formas, disfraza todas las cosas, el lirismo es una expresión bárbara: su
verdadero valor consiste, precisamente, en no ser más que sangre, sinceridad y
llamas.”
10
El lenguaje lírico de la poesía como una vía a lo esencial, más tarde Cioran lo pone en
la charola de cirugía del escepticismo. Asegura que la poesía es una manifestación
estética, donde inútilmente se intenta vigorizar las palabras gastadas del lenguaje y
una reacción para soportar en éstas la misma banalidad.
11
¿Por qué recurrimos a la palabra? Cioran dice que el poeta es aquel monstruo
que intenta su sublevación contra el vacío del universo, supliéndolo por el mismo
símbolo del vacío que es la palabra. La poesía es una escapatoria a la banalidad del
lenguaje, por la multiplicidad de sentido y su resistencia a poder ser unificada
9
10
CIORAN, E. M. Ser lírico, en En las cimas de la desesperación. P. 13
Ibid. P. 17
lógicamente. De aquí que cuando las palabras parecen estar tan secas y tan
desgastadas, cuando somos incapaces de comunicarles la menor vibración, el silencio
de los objetos pesa menos que él de nuestro espíritu.
“descendemos hasta un punto en el que el espanto de nuestra inhumanidad hace presa
en nosotros. Desarbolados, lejos de nuestras evidencias, conocemos repentinamente
ese horror del lenguaje que nos precipita en el mutismo, - momento de vértigo en el
que sólo la poesía viene a consolarnos de la pérdida momentánea de nuestras
certezas y nuestras dudas. De este modo, ella es el absoluto de nuestras horas
negativas, no de todas, sino sólo de las que derivan de nuestro malestar en el universo
verbal. “12
Desertamos del lenguaje corriente, para buscar formas insólitas, buscar la
irrealidad, consolándonos en el desafío que el poeta establece con la nada de la
evidencia. Cioran nos dice que al sondear las palabras, descubrimos su mentira y al
falsearlas para darles la sombra, vemos su inutilidad.
En Carta sobre algunas aporías, el autor dice que la palabra siempre resbala
hacía la literatura y la palabrería. Incluso el pensamiento no se libra, porque siempre
está listo a expandirse. Detenerle por medio de la agudeza, reducirlo a su aforismo o a
donaire, es un modo de oponerse a su movimiento natural que es caer en lo lírico. De
aquí la razón de los sistemas filosóficos, de aquí la esterilidad de la filosofía. Esa
obsesión por concretar es lo que paraliza la marcha del espíritu, el cual exige palabras
11
12
Cfr. CIORAN, E. M. Demiurgia verbal, en La tentación de existir. P. 170
Ibid. P. 171
en masa, desacreditando lo esencial es como el espíritu - en palabras de Cioran- se
vuelve profesor. Y enemigo de los vivos...13
Sin embargo, la confianza que podamos tener en las palabras, siempre será
benefactora y le darán forma a nuestro espíritu. .
“Concebimos su existencia sin sentirla. ¡Qué soledad, ésa donde la abandonamos y
nos abandonan! Somos libres, es cierto; pero echamos de menos su despotismo.
Estaban ahí con las cosas; ahora que desaparecen éstas, se disponen a seguirlas y se
adelgazan bajo nuestras miradas. Todo diminuye, todo se reabsorbe. ¿A dónde huir,
por dónde escapar a lo ínfimo? (...) Sin embargo, nuestro miedo se dilata y, ocupando
su lugar, hace el papel de universo.”
14
Así como Nietzsche hace hincapié en esa salvación del hombre por medio de
la apariencia, Cioran hará énfasis y seguirá profundizando en el concepto de verdad,
como algo insano. La mentira y la ignorancia, son necesarias para existir. Para ambos
autores los conceptos que recibimos son metonímias, estímulos morales y de ilusión,
no son conocimientos plenos y signos precisos donde el referente tenga coincidencia
con la referencia.
Es decir, no hay adecuación del lenguaje con lo real. Son plástica, creatividad
antropomórfica, producto de no soportar el mundo tal cual es. En el fragmento 145 de
El libro del filósofo nos dice.
CIORAN, E. M. Carta sobre algunas aporías, en La tentación de existir.
P. 91
14 CIORAN, E. M. Demiurgia verbal, en La tentación de existir. P. 172
13
“ El ojo proporciona formas. Estamos vinculados a la superficie. La inclinación a lo bello. Falta
de lógica, pero metáforas. Religiones, filosofías, Imitación. “15
A grandes rasgos lo que esto significa es que la metáfora, después de la
interpretación, hacen que la voluntad busque símbolos y signos, que se asemejen a lo
que vive, lo que contempla de la exterioridad que se le presenta como lo otro. De esta
manera el nombrar es dominar, limitar. Y la línea entre la ficción y la verdad, se vuelve
imperceptible, difusa.
A mi modo de ver, la ilusión en Nietzsche juega un papel redentor. En Cioran
por su parte es una ceguera necesaria, pero que culmina en el dolor de ver que la vida
anula su sentido liberador, pues a cada momento la misma vida y la desgracia de
ponerse a pensar, nos impone poner nuestras ilusiones en tela de juicio.
Al darse cuenta de que el hombre escapa de sí mismo, el hastío confirma esa
falta de coincidencia y sólo cabe esperar de nuevo, la aparición del delirio para volver
inevitablemente a lo lírico, al fanatismo del verbo y la fe en el adjetivo. En este estado
donde el corazón está seco a la par del cerebro, es donde el ser humano que juega
con la palabra, debe de ser seducido por la apariencia, pero sobre todo ver en ella lo
verdadero, – que no es lo mismos que la verdad -, la verosimilitud.
La verosimilitud, sabe que se desea jugar de nuevo con lo falso y sobre todo
que esto puede liberar en nosotros un poco de estímulo, de espasmo, de darle euforia
NIETZSCHE, F. El último filósofo. El filósofo. Consideraciones sobre el
conflicto del arte y del conocimiento, en Nietzsche, Friedrich, en El libro
del filósofo. Taurus Ediciones. Madrid, España. 2000. P. 68
15
al sistema nervioso. De aquí, el carácter orgánico y visceral, de la palabra y por lo
tanto de la “verdad”.
¿ADIÓS A LA FILOSOFÍA?
Ya desde su primer libro, Cioran pone en claro su desprecio y cuestiona la capacidad
de la filosofía para encontrar la verdad, cuando ésta se denomina en sí misma como
impersonal.
”Odio la sabiduría de esos hombres a quienes las verdades no les afectan y que no
sufren a causa de sus nervios, de su carne, de su sangre. Sólo amo las verdades
vitales, las verdades viscerales que provienen de nuestra inquietud. Todos aquellos
que piensan de manera vital tienen razón, pues no podrán encontrarse argumentos
decisivos contra ellos”
16
Ser objetivo en relación al hombre es tratar al prójimo como objeto – dice
Cioran - como un muerto, comportarse como sepulturero.
17
“Ninguna crítica de
ninguna razón, despertará al hombre de su sueño dogmático “
18
¿Por qué? La
objetividad de la filosofía es imposible, cada uno es para sí mismo un dogma supremo,
es más hasta el mismo hecho de morir por una idea, significa porque mi idea es mi
vida.
CIORAN, E. M. La verdad ¡Qué palabra!, en En las cimas de la desesperación.
P.151
17 Cfr. CIORAN, E. M. Capítulo. II, en Del inconveniente de haber nacido.
P. 40
18 CIORAN, E. M. Los dogmas inconscientes, en Breviario de Podredumbre. P.
107
16
Incluso esa teoría de apariencia impersonal, sólo servirá para traicionar a su
autor, revelará sus secretos, sus sufrimientos, pues la universalidad será su máscara.
Nuestro yo siempre dañara las ideas, pues la angustia es el criterio, el modo de
revelación de las certezas y las dudas.
Todo es pretexto para plasmar una autobiografía. Ejemplo claro: la utopía.
Tema al cual Cioran dedica un ensayo en Historia y Utopía, pero que se tratará en el
último capítulo. El motor es la idea de felicidad de un individuo, que busca a través de
la razón, unificar un proyecto de mundo donde un modo homogéneo de vida, será el
medio y la obligación de cada uno de los ciudadanos, para alcanzar el fin común que
es la felicidad. Sin embargo, para Cioran los filósofo son farsantes, al estar dominados
por su instinto profético como todos los hombres y tiene una injustificada autoridad
porque ofrece una supuesta imparcialidad sobre su visión de las cosas y los hechos.
“Opiniones, sí; convicciones, no. Ese es el punto de partida del orgullo intelectual”
19
Susan Sontag en su ensayo “Penser contra soi”: Reflexiones sobre Cioran *, hace una
buena descripción de lo que Cioran representa en la filosofía y lo que es para él la
filosofía. En su figura lo que sobresale es el buen gusto de un pensar torturado y la
subjetividad es el medio para encontrar la verdad. La filosofía es como una
enfermedad – así como lo veía Wittgenstein y Nietzsche- y un filósofo refinado debe
de poner de manifiesto el desprecio por la misma filosofía y asumir el martirio de su
propia razón, como una parte de sus buenos modales.
CIORAN, E. M. Exasperaciones, en Ese maldito yo. P. 162
Nota: Este ensayo está incluido en su libro Estilos Radicales. La nota
bibliográfica está al final de este trabajo
19
*
Sus expresiones, justifican aforismos que un filósofo tradicional y sistemático
tomaría como superficiales y charlatanería. Dice Cioran:
“ Todo es saludable, salvo interrogarse constantemente sobre el sentido de nuestros
actos, todo es preferible a la única cuestión que importa. “
20
Curiosamente Cioran nos pone al tanto de la imposibilidad que tiene el hombre
de dejar de cuestionar el sentido de sus actos, es inherente a nuestra naturaleza
hacerlo. Pero por esta razón, el pensar y la reflexión se reflejan como una agresión en
el autor, donde hacer conciencia de uno mismo y del problema de la existencia en
general, es un síntoma de mala salud, un mal incurable que deberíamos – aunque sea
imposible – de liberarnos.
En Del inconveniente de haber nacido, Cioran nos dice que más que el
pensamiento, nos gustan las biografías de un pensamiento, las incompatibilidades, sus
aberraciones. Lo interesante son los espíritus que al no poderse poner de acuerdo con
los demás y mucho menos consigo mismos, trampean tanto por capricho como por
fatalidad. ¿Cuál es la marca distintiva del pensamiento? “Un poco de engaño en lo
trágico, una pizca de juego en lo incurable”
21
Para Cioran reaccionar contra el propio pensamiento es lo único que confiere
vida a los pensamientos y he aquí la única posibilidad de lograr cierta autenticidad. La
figura del filósofo académico para Cioran imita lo estéril y una falsa solución del dolor.
El orgullo de la filosofía, la cual se place de decir que contempla las ideas al situarse
fuera de ellas, es lo que vuelve inaceptable las enseñanzas de la filosofía. Además, el
20
21
CIORAN, E. M. Frente a los instantes, en Ese maldito yo. P. 126
CIORAN, E. M. Cap. III, en Del inconveniente de haber nacido. P. 47
carácter esencial del filósofo es la indiferencia psíquica. Por lo tanto, no puede dar
solución a los dos problemas fundamentales que acongojan la vida cotidiana de
cualquier hombre, los cuales son el cómo abordar la vida y el deporte, el suplicio que
llega a ser el hecho de soportarse uno mismo.
¿Cómo aceptar a los filósofos cuando son indiferentes a todo lo que es y no
es? Esa impersonalidad del filósofo, el no tener nombre si es que en realidad el
filósofo se asume como impersonal, es lo que le vuelve despreciable. Un filósofo no da
respuesta ante los gritos, ante la existencia que es un hecho inabordable. En cambio
un verso de Baudelaire y la misma música de Bach sí logran hacerlo, porque el arte al
partir necesariamente de la subjetividad que enfrenta el sufrimiento de lo cotidiano,
nos dice más que una definición. La verdad de lo esencial no consuela. El filósofo se
vuelve un enemigo de la vida, por la supuesta amistad con la verdad y la
imparcialidad. Dice Cioran:
“Kant nunca estuvo triste. No pueden amar los hombres que no mezclan los
pensamientos con los pesares. Lo mismo pasa con las ideas, los filósofos
no tienen destino”
22
En la indiferencia afectiva las ideas sólo se quedan en la forma. Pensar por
accidente, sentir el organismo, tomar el malestar y el delirio como pretexto, es lo que le
da tonalidad a las ideas. Escribe Cioran en Breviario de Podredumbre: mis verdades
son los sofismas de mi entusiasmo o de mi tristeza. Todo esta condicionado por un
ritmo orgánico, por ese tiempo que me constituye y que nos resistimos en vano a él.
Como no podemos controlar el tiempo, nos volvemos sus comentaristas, nos volvemos
CIORAN, E. M. La ruptura con la filosofía, en El libro de las quimeras.
P. 185
22
esclavos del pensamiento, más es un pensamiento vivo pues está consciente de su
propia dificultad para definirse y de su susceptibilidad.
23
El argumento supremo en contra de la filosofía es que casi todos los filósofos –
sobre todo los académicos - han acabado bien y esto será una afirmación reiterativa
en Cioran. Los únicos elegantes que han filosofado, son figuras como Nietzsche y
Dostoyevski. Cioran los tiene en alto aprecio al verlos más que filósofos, como seres
que lucharon contra sí mismos y contra sus propias taras.
Nietzsche encarna antes que filósofo es un visionario y un poeta, que expió sus
éxtasis y aprovecho sus males físicos.
En su polémico ensayo titulado Adiós a la filosofía, incluido en Breviario de
Podredumbre, Cioran dice que la existencia no se puede eludir con explicaciones
conceptuales. La existencia se padece, se ama, se odia, se teme, se soporta,
oscilamos entre la felicidad y el horror que se expresa en la contingencia del ser, en
sus absurdos. Todos somos vulnerables al desconcierto y pareciera que su misión es
protegernos y anticiparnos a lo que puede suceder y sorprendernos. Por ejemplo: la
filosofía puede hablar de la muerte, definirla, ha intentado a consolar al hombre con
definiciones. Sin embargo, Cioran refuta de distintas maneras que la idea de morir, no
ayuda a morir.
La filosofía no es fecunda, es un oficio sin destino que llena de pensamientos
voluminosos las horas neutras y vacantes, donde deseamos suprimir la inmediatez de
la vida. Más en lo cotidiano es donde el filósofo nos abandona. Dice Cioran:
23
CIORAN, E. M. El Pensador de Ocasión, en Breviario de Podredumbre. P.
“(el filósofo)...enemigo del desastre es tan sensato como la razón y tan prudente como
ella. Y quedamos en compañía de un anciano apestado, de un poeta instruido
en
todos los delirios y de un músico cuya sublimidad trasciende la esfera del corazón. No
comenzamos a vivir realmente más que al final de la filosofía, sobre sus ruinas, cuando
hemos comprendido su terrible nulidad...”
24
No hay ninguna ventaja en saber que la naturaleza del ser es la voluntad de vivir, ni la
idea, ni la fantasía de Dios, ni que el ser es y el no ser no es. Para Cioran la existencia
es un combate, que el saber no ha aligerado con sus teorías.
Todo lo que es simplemente repele la palabra, no tiene sentido explicarlo, pues
la experiencia íntima - la vivencia como tal - siempre será inexpresable. El hombre sólo
define por desesperación. Pues para Cioran realmente el hombre sólo está seguro en
su universo verbal, pues todas las cosas que tocamos y concebimos, son tan
improbables para nuestros sentidos y nuestra razón.
Nuestro universo verbal, como es manejado a placer y por lo tanto resulta
ineficaz para conocer la verdad. Dice Cioran:
157-158
24 CIORAN, E. M. Adiós a la filosofía.
en Breviario de Podredumbre P. 91
“ El ser es mudo y el espíritu charlatán. Eso se llama conocer. La originalidad de los
filósofos se reduce a inventar términos. “
25
Y lo que no ha aprendido la filosofía, es a carecer de convicciones respecto a
los hombres.
25
Ibid. P. 92