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Amado Amor,
hace mucho que no me cruzaba con un ser que me hiciera sentir tanta armonía.
Tu primera mirada fue una de las cosas más mágicas y misteriosas que me han pasado.
Todavía recuerdo aquel mensaje de bienvenida y ese silbido de fantasía que te
envié cuando miré al sol en medianoche.
Hoy corazón y razón vuelven a estar sobre la balanza pero no dejaré que la
dictadura de la razón se apodere. Ya no quiero ser quien besa ni la persona que es
besada sino que anhelo ser el beso. Y tú, eterno Amor, me inspiras. Eres un presente,
sinónimo de regalo. Y aquí estoy, en un lugar entre el ruido y el silencio, amándote.
Te amo por guardar adentro el alma dulce de un payaso, te amo porque tus
abrazos envuelven cada cultura y hacen de todos los seres un único y bello jardín
multicolor. Te amo por ser también esos colores que luchan por ser quien son: blanco,
amarillo, azul, rojo…Amo tu fragante boca que se alimenta de paz y me acaricia como
música celestial. Y te amo porque a mi barco se acercan energías de sirenas buscando
los cálidos rayos solares cada día. Los encuentran y vuelven a sonreír.
Te amo porque sonrío y porque danzo y bailo y mis manos tararean esa canción
que han inventado cuando tu llegas al crear arte. Te amo porque en verdad es unidad lo
que amo, porque el eterno lazo que me une a ti funda en mi alma un hogar.
Amo el ser y el ser contigo. Deseo crear arte junto a ti como actividad, no como
efecto pasivo. Anhelo darte y respetar tu crecimiento como la flor del jardín de tu
corazón. Y escuchar tu respiración, Amor, y elegir esa canción que otorgará ritmo a la
próxima circunstancia. Anhelo también seguir leyéndote ese cuento a medio empezar y
contarte luego otro y decirte buenas noches alegremente.
Cuando estoy contigo me siento como se sienten las nubes cuando el alma de un
niño inventa figuras con ellas. Me siento como la gran ola que alza sus brazos formando
arcos cuando un surfeador entre en ella, como aquellos viajeros del mundo cuando en la
mañana y/o en la montaña abren los ojos y son conscientes de donde han dormido y
despertado y les inunda esa felicidad por estar ahí en ese momento. Me siento como el
hombro de una persona cuando es acariciado por una mano amiga. ¡ Me encanta sentir
contigo!
Cuando estoy contigo soy el reflejo del cielo. Cuando estoy contigo aparecen
nuevas sendas que caminar y una mariposa naranja y negra viene a visitarme y
compartimos energías. Sé quien es y sé quien soy cuando estoy contigo.
Cuando soy contigo la Tierra me hace cosquillas en los pies. Cuando soy contigo
crece mi inocente hada y los árboles van tocando acordes junto a mi, al caminar. Y aún
más, Amor, puedo sentir el intangible beso de las primeras gotas de lluvia en una noche
de verano. Y no me canso de sentir como si el corazón casi se desgarrara queriendo
crecer más y más, y sentir mi cuerpo desnudo sobre la humilde arena mientras un
pececillo audaz aletea contra corriente para ofrecerme su beso.
Así está mi alma, empapada de incienso de canela, saboreando mediterráneas
frutas de coraje y viendo como algunas palabras saltan de un libro abierto. ¡ Cómo
disfruto amándote! Miradas conscientes, olor a tomillo y el piar de los jilgueros…sin
tiempo.
Cuando así soy, contigo me siento viva, como el estado más puro del amor:
natural, libre y fresco. ¡Te amo tanto, Amor!
Amarte es llevarte hacia ti mismo. Así, Amor, tu encantamiento sigue
haciéndome efecto, como un manto blanco que envuelve mi corazón. Gracias por tanto
calor. No me esperes más que voy. Atracaré en tu isla todas las veces que el viento me
lleve.
Mañana te llamo, te cuento y te amo. Eternos besos
Amándote…
(Escrita por Alejandra de Rivas Hermosilla, Abril 2008)