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LIBERTAD Y DESARROLLO
Economía Internacional
al Instante...
Nº 141
7 de noviembre de 2003
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BANCO CENTRAL DE CHILE: NUEVO MIEMBRO ACCIONISTA DEL
BANCO INTERNACIONAL DE PAGOS. ¿ POR QUÉ NO SER
MIEMBRO TAMBIÉN DE LA OECD?
En Octubre el Banco Central de Chile
dio un paso muy acertado en el plano internacional, al integrarse como miembro accionista del Bank for International Settlements
BIS, con sede en Basilea, Suiza.
El 30 de Junio pasado el BIS extendió
un ofrecimiento para ser miembro accionista
a Bancos Centrales de algunos países
emergentes como: Banco Central de Israel,
Banco de la Reserva de Nueva Zelandia,
Banco Central de Indonesia, Banco Central
de Argelia, Banco Central de Filipinas y al
Banco Central de Chile.
Este hecho ha pasado prácticamente
inadvertido para el sector económico local,
pero tiene gran importancia, porque es parte
de una secuencia de pasos que contribuyen
a la internacionalización de nuestra economía.
Otro paso importante, que es simétrico
con el anterior sería no esperar más e ingresar como miembro a la Organización de
Cooperación Económica para el Desarrollo,
con sede en París. Los miembros de la
OECD son análogos a los que componen el
BIS, pero sus fines de cooperación, transparencia y buenas prácticas internacionales
son más amplios.
Pertenecer a estas dos instituciones de
gran status internacional es muy conveniente
para una economía pequeña como la de Chi-
le, que tiene ya acuerdos comerciales amplios con la Unión Europea y con Estados
Unidos, miembros prominentes de las dos
instituciones internacionales antes mencionadas. Es además, para la economía chilena, equivalente a un sello de garantía de sus
políticas públicas y de transparencia, lo cual
conduce lógicamente a una mejor y más positiva apreciación del riesgo soberano de
Chile y facilita la credibilidad de nuestro país
en el ámbito global.
La imagen país de pertenencia a estas
dos instituciones internacionales, BIS y
OECD se asocia con países evolucionados y
responsables internacionalmente, capaces
de cooperar y de recibir cooperación económica internacional, manteniendo alto grado
de transparencia en su información económica y buenas prácticas públicas y privadas
en el plano comercial y económico. En esas
condiciones, una economía está en mejores
condiciones para lograr una integración positiva y creíble a la economía global, pudiendo
obtener más y mejores beneficios económicos, ya sean en el ámbito comercial, en el
financiero o en el de la cooperación económica. En suma, la pertenencia a estas instutuciones (BIS y OECD) hacen de Chile un
mejor ciudadano de la “aldea global” y le
permiten estar al tanto de las ideas, tendencias y prácticas que van surgiendo, al participar en foros y disponer de estudios y contactos múltiples de alto nivel.
DIRECTOR CENTRO DE ECONOMIA INTERNACIONAL: Francisco Garcés
TELEFONO:(56 ) 2- 3774800 - FAX: (56) 2-2341893
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LIBERTAD Y DESARROLLO
Las acciones ( 3.000 acciones) adquiridas del BIS significaron una inversión de
alrededor de US$ 60 millones, que si bien
salen de las reservas internacionales del
Banco Central de Chile, no altera la posición
de activos sobre el exterior y reditúan dividendos.
La cooperación de Chile con el BIS se
inició en la primera parte de la década de los
80 y se intensificó fuertemente a raíz de la
crisis financiera de deuda externa. La cooperación del BIS con el Banco Central de Chile
fue muy valiosa, para cumplir los compromisos con el Fondo Monetario Internacional y
para las negociaciones de la deuda externa,
de esa etapa.
La fuerte voluntad de las autoridades
económicas chilenas de la época (comienzos de los 80) de pagar la deuda externa y
de reestructurar la economía y cumplir los
compromisos de cooperación impresionaron
fuertemente a las autoridades del BIS y a
sus principales miembros. Estos hechos dieron pie a una evolución de las relaciones con
el BIS, que cooperó también a los estudios
de independencia del Banco Central de Chile, y que se prolongó en los años 90 hasta
ahora, en un ambiente de profundización
que ha facilitado la membresía del Banco
Central de Chile en el BIS.
El Banco Internacional de Pagos es
una institución financiera internacional que
nació en las primeras décadas del siglo pasado (17 de Mayo 1930), para facilitar las
compensaciones bélicas de la primera guerra mundial y que luego ha evolucionado con
los tiempos cumpliendo una variedad de funciones de cooperación financiera, en una
economía global cada vez más compleja y a
veces volátil, en la que se han sucedido episodios de crisis cambiarias, de deuda externa y bancarias o financieras. En estas circunstancias económicas es obvio que se requiere más información homogénea y pron-
ta, y mayor cooperación entre autoridades
monetarias y cambiarias.
El Banco Internacional de Pagos está
formado por unas 30 instituciones financieras, ya sean bancos centrales o autoridades
monetarias que son miembros accionistas.
El BIS provee además de la cooperación financiera una serie de servicios de mercado,
que dicen relación con las reservas internacionales y ha abierto en los últimos años oficinas en Asia (Hon-Kong) y América Latina
(México).
Los informes del BIS sobre la economía mundial, deuda externa, la banca internacional y los mercados financieros, son
muy valiosos por su calidad y oportunidad.
El BIS sirve de secretaría a importantes comités relacionados con el grupo de los
diez gobernadores de bancos centrales
(G10), el comité de Basilea en Supervisión
Bancaria, la Asociación de Supervisores de
Seguros (IAIS) y el Financial Stability Forum
(FSF).
Actualmente, el BIS está presidido por
el gobernador del Banco Central de Holanda,
el cual dura 3 años en el cargo.
Así como los beneficios internacionales de pertenecer al Banco Internacional de
Pagos (BIS) son muchos y crecientes a medida que se acentúa la globalización, las
ventajas de pertenecer a la OECD son todavía mayores y complementarios o simétricos
a los del BIS. Es nuevamente un significativo
sello de calidad y diferenciación.
Pocos países emergentes son miembros de la OECD, pero tal como ocurre con
el BIS cada vez serán más, porque los bienes públicos internacionales son de gran valor, para los países o economías que se globalizan.
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LIBERTAD Y DESARROLLO
En América Latina sólo está México y
en Asia además de Japón, economía desarrollada, sólo esta Corea del Sur.
Chile reúne los requisitos para ser
miembro de la OECD y es conveniente y urgente que lo sea, lo antes posible, porque
claramente esto contribuiría a profundizar su
integración económica y comercial con Europa y con Estados Unidos, e indudablemente también con el resto del mundo. Ser
miembro de la OECD pondría a Chile cerca
de economías emergentes estables como
México, la única de América Latina, y de
otras como Corea del Sur y los países centro
Europeos que están por acceder a la Unión
Europea (Hungría, República Checa, Eslovaquia).
En un mundo que evoluciona hacia la
economía de información y financiera, pertenecer a la OECD es de gran importancia por
la credibilidad que da a la información económica y social de Chile y por la amplia disponibilidad de información de los otros treinta miembros que son las economías más
relevantes para Chile, como socios comerciales o socios financieros.
En el marco de APEC y de la OMC ser
miembro de la OECD implica, también, un
estatus más alto por la información disponible y la adherencia a políticas y prácticas
que cuentan con aceptación generalizada.
Efectivamente, pertenecer a la OECD
implica en el fondo una consolidación de políticas y prácticas económicas sociales y políticas que contribuyen a mayor apertura,
integración económica global, estabilidad
interna y prosperidad. En último término esto significa aumentar la seguridad jurídica y
operativa y bajar el riesgo.
Los treinta países que forman la OECD
representan los 2/3 del PIB mundial y esta
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institución internacional actúa como un foro y
“Think Tank” con el objetivo del desarrollo
económico, político y social sostenido basado en la economía de mercado y en la democracia. La Agenda y el debate dentro de
este foro persigue también refinar y desarrollar políticas económicas y sociales más
efectivas.
A diferencia del FMI y del Banco Mundial la OECD no entrega recursos financieros
oficiales, pero indudablemente facilita que
estos fluyan de los mercados a sus miembros a menores costos y en mayor disponibilidad. La OECD es financiada por sus miembros y principalmente por Estados Unidos y
Japón.
Chile es miembro del Centro OECD de
Desarrollo, que es una institución semiautónoma de la OECD y además Chile participa en varios comités. Todo esto es positivo, pero insuficiente, porque dado el desarrollo económico, político y social de nuestro
país debía ya ser miembro de la OECD y no
de una organismo del tercer mundo.
El Ministro de Hacienda acertadamente ha sugerido recientemente la conveniencia de ser miembro de la OECD y posiblemente el Banco Central y miembro y accionista del Banco Internacional de Pagos (BIS)
concordaría con esta idea que promueve la
apertura, la transparencia y la integración
con Europa, Estados Unidos y Asia.
Las dificultades, probablemente, están
más en el área política donde pueden haber
nostalgias del tercer mundismo y de modestas transferencias o donaciones de países
desarrollados, que de ninguna manera compensan los beneficios de ser “Full Members”
de la OECD, para la economía Chilena actual y la del futuro