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http://www.scidev.net/es/features/-podr-n-los-cultivos-transg-nicos-alimentar-a-lospobres-.html
¿PODRÁN LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS
ALIMENTAR A LOS POBRES?
Carol Campbell, periodista científica independiente en Oudtshoorn, Sudáfrica
20 enero 2010 | EN | ES | FR | 中文
Se suponía que los transgénicos salvarían a mil millones de desnutridos del
mundo. Carol Campbell analiza si algún día frenarán el hambre.
El arroz dorado se modifica
genéticamente para ser fuente de vitamina A.
Flickr/IRRI
los genes obtenidos por ingeniería
genética contaminen variedades
silvestres o de que la tecnología
transgénica juegue en favor de los
intereses de empresarios y nunca
beneficie a los pobres.
El arroz dorado irrumpió en el
imaginario social hace una década, a
través de un artículo de portada de la
revista Time en el que se sostenía
que el arroz modificado
genéticamente podría "salvar la vida
de un millón de niños al año".
Esta reacción ha dado lugar a
reglamentaciones "desmedidas" que
han obstaculizado los esfuerzos por
difundir cultivos transgénicos que
podrían alimentar a los pobres,
señala Potrykus.
Este arroz adquiere su tonalidad
dorada debido al exceso de betacaroteno, un precursor de la vitamina
A que podría evitar la ceguera de
medio millón de niños cada año por
deficiencia de esta vitamina, o incluso
su muerte.
También existen otros motivos de
preocupación: el costo, el lento
avance de la investigación, incluso la
idea de que el enfoque de la “bala
mágica” contra el hambre pueda
aportar la respuesta a lo que, según
algunos, constituye un problema
económico, social y cultural.
Pero diez años más tarde, el arroz
dorado aún no ha curado la ceguera y
algunos creen que nunca lo hará.
La sociedad contra los
transgénicos
Los países en desarrollo han sido
cautos con los cultivos transgénicos.
Ingo Potrykus, uno de sus inventores,
lo adjudica a la resistencia a la
tecnología transgénica por parte de
grupos como Greenpeace, que ha
influido en la reticencia pública y
gubernamental ante el temor de que
¿Pero acaso esto significa que todos
los alimentos transgénicos están
condenados a fracasar en la lucha
contra la desnutrición? Si la
resistencia social cede, ¿podrán los
cultivos cumplir la promesa de
alimentar a los desnutridos del mundo
que, según la Organización de
Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO), sumaban mil
millones en 2009?
Rowan Sage, uno de los científicos
que trabajan en la creación del 'arroz
C4' —otro arroz modificado
genéticamente que algún día podría
producir una mejora radical en los
rendimientos— señala que para que
la desnutrición se pueda abordar con
transgénicos es clave obtener la
aprobación de la sociedad. Los
obstáculos son enormes, afirma
Sage, y la aceptación es "esencial"
para el éxito del arroz C4.
"Debemos conseguir la aprobación
porque ellos [los pobres que pasan
hambre] podrían negarse fácilmente,"
dice Sage, biólogo evolucionista y
ecólogo de la Universidad de Toronto
(Canadá), quien trabaja en el
proyecto dentro del Instituto
Internacional de Investigación sobre
el Arroz (IRRI) con sede en Filipinas.
Guillaume Gruere, investigador del
Instituto Internacional de
Investigaciones sobre Políticas
Alimentarias (IFPRI), piensa que el
hecho de que los pobres no
dispongan de cultivos alimentarios
transgénicos desarrollados por el
sector público en última instancia se
puede atribuir a la resistencia.
La mayor parte de los obstáculos en
los países en desarrollo "se han
generado en buena medida por la
influencia de países y organizaciones
que se oponen al uso de alimentos
transgénicos," manifiesta Gruere.
Algunos de los impulsores de los
transgénicos son pesimistas en
cuanto a la posibilidad de que estas
cuestiones se resuelvan pronto. Por
ejemplo, HarvestPlus, un programa
mundial dirigido a crear cultivos
básicos más nutritivos, evita casi por
completo la tecnología transgénica y
en su lugar emplea el mejoramiento
genético convencional.
Sin embargo, muchos creen que la
resistencia acabará cediendo.
Robert Ziegler, director general de
IRRI, afirma que los detractores de
los transgénicos desde luego no
podrán detener la tecnología
eternamente.
"Por lo general el problema de
muchos países en desarrollo es la
falta de un marco normativo que los
regule [los cultivos transgénicos],”
afirmaba Ziegler en una reunión de la
Asociación Americana para el Avance
de la Ciencia (AAAS, por sus siglas
en inglés) celebrada en Chicago el
año pasado (2009).
"Hay presiones bastante fuertes, en
especial procedentes de Europa, para
que no se utilicen en África
Subsahariana. Creo que a medida
que surjan cultivos que beneficien de
forma directa a los consumidores,
terminarán aceptándose."
Incluso el arroz dorado está
mejorando, dice. Se están realizando
ensayos de campo en Filipinas y los
primeros lotes podrían estar listos
para su comercialización en 2011 ó
2012.
Una dieta equilibrada
Pero aunque la oposición se esfume,
quedan otros motivos que pueden
hacer fracasar a los cultivos
transgénicos en su intento por
resolver el problema de la
desnutrición: ¿el hecho de abordar
una deficiencia nutricional particular
daría resultados, a pesar de que la
lucha involucra tantos nutrientes?
Según Doug Gurian-Sherman,
investigador principal del Programa
de Alimentos y Medio Ambiente de la
Unión de Científicos Preocupados de
Estados Unidos, la introducción de
cultivos modificados genéticamente
en el entorno de un país en desarrollo
constituye un enfoque poco
sistemático.
"Una manera más eficaz de abordar
la carencia nutricional en una
comunidad empobrecida sería ayudar
a que las personas tengan una dieta
equilibrada que incluya verduras de
hoja verde y proteínas, en lugar de
compactar todo en la mandioca o el
arroz," explica Gurian-Sherman.
Las personas que presentan una
carencia nutricional suelen tener
también otras que no podrán ser
abordadas con este enfoque basado
en un solo nutriente, plantea. "No me
opongo al arroz dorado, si funciona y
se demuestra que es inocuo. ¿Pero
constituye una manera eficaz de usar
los recursos para el desarrollo?"
Emplear los transgénicos para
abordar una variedad de carencias en
un solo producto es el objetivo del
proyecto BioCasavaPlus, que busca
incorporar prácticamente una comida
completa en la mandioca, cultivo
básico para 250 millones de personas
en África Subsahariana.
Transformar la mandioca en una
comida nutritiva
La mandioca es un cultivo básico
para 250 millones de personas en África
Subsahariana, pero su vida útil es corta, está
azotada por las plagas y es poco nutritiva.
La mandioca transgénica se modifica
genéticamente con el objetivo de que
sea más nutritiva en varios aspectos,
se incremente su vida útil y su
resistencia a las enfermedades y se
reduzcan sus niveles de cianuro.
Versiones anteriores de la planta, con
una o dos características añadidas,
se someten a ensayos en Nigeria y
Puerto Rico, y están por probarse en
Kenia.
La iniciativa se encuentra bajo la
supervisión de Richard Sayre, del
Centro de Ciencias de las Plantas
Donald Danforth de Estados Unidos.
Sayre rechaza el argumento de
Gurian-Sherman: "Sabemos que
nuestra mandioca puede ayudar a la
gente," dice. "Según las primeras
estimaciones, durante el primer ciclo
productivo se salvarán 35 000 vidas
en Nigeria. El impacto a largo plazo
se cuenta en millones de vidas."
Son afirmaciones tentadoras, pero
cabe preguntarse por el costo, dado
que la reserva mundial de recursos
para financiar la nutrición es limitada.
Gurian-Sherman dice que los costos
son tan altos que los esfuerzos deben
destinarse a otros caminos. La
producción de un cultivo
biotecnológico nuevo —afirma—
podría costar hasta US$100 millones
(sin contar los gastos de
reglamentación), mientras que el
mismo producto mejorado mediante
técnicas tradicionales costaría US$1
millón.
En el caso del arroz C4, los costos de
desarrollo son elevados, señala
Sage. "Es una tarea sumamente
costosa," indicó en la reunión de la
AAAS. "Para crearse un programa
sostenido se necesitan US$10
millones anuales."
Sin embargo, aclara que "es
económica en comparación con los
beneficios." El arroz C4 incrementa
los rendimientos en un 50%, lo que
supone ganancias de billones de
dólares.
Para comprender los beneficios, el
proyecto del C4 debe pensarse
entonces a largo plazo. Tardará dos o
tres décadas en dar frutos, pero
podría resolver los retos alimentarios
del año 2050, añade.
De modo que quizá hacia 2050, una
vez establecida la normativa sobre
bioseguridad, vencida la resistencia a
los transgénicos ante el creciente
problema del hambre en el mundo y
con soluciones integradoras que
resuelvan un cúmulo de carencias
mediante una sola planta, ¿podrían
los transgénicos resolver el problema
de la desnutrición?
Transgénicos, ¿solución
simplista?
Pero aún queda otra objeción
importante: el problema de la
nutrición deficiente es tan complejo
que sería demasiado simplista pensar
que se puede resolver a través de los
transgénicos.
Los pobres no tienen acceso a una
alimentación satisfactoria por una
serie de razones, como la
infraestructura (por ejemplo, mal
estado de los caminos por donde
deberían circular las mercancías para
su comercialización), la falta de
fertilizantes, o la falta de formación en
técnicas agrícolas, entre otras.
Los agricultores de países en
desarrollo afrontan muchas presiones en la
producción.
Además, el aumento de los
monocultivos ha empobrecido la
variedad de la dieta. La tierra se
distribuye de manera ineficaz o
injusta y los pobres se ven obligados
a desplazarse hacia suelos
improductivos, lo que exige una
reforma jurídica que luego se lleve a
la práctica. Introducir un gen en un
tomate no va a resolver estos
problemas, se alega.
Andrea Roberto Sonnino, oficial de
investigación agrícola de la Unidad de
Investigación y Extensión de la FAO
en Italia, señala: "Los transgénicos
pueden contribuir a mejorar la
nutrición, pero debemos tener en
cuenta que ésta depende de una gran
cantidad de factores sociales,
culturales, económicos y políticos."
Para mejorar la nutrición de los
pobres, no se puede limitar la acción
a la optimización de la calidad
nutricional de un cultivo en particular,
continúa Sonnino. Bonnie
McClafferty, directora de desarrollo y
comunicaciones de HarvestPlus
coincide con él.
"La envergadura y complejidad del
problema exige que pongamos a
disposición [numerosas] soluciones,
como diversificar la dieta, fortalecer la
comercialización de los alimentos,
administrar suplementos nutricionales
y producir cultivos ricos en vitaminas
y minerales," indica.
"Si bien la cantidad de nutrientes
deseados en los cultivos se puede
aumentar a través del mejoramiento
tradicional, cuando estos nutrientes
están ausentes en las líneas paternas
o no se pueden incrementar en la
proporción necesaria para mejorar la
nutrición, los alimentos transgénicos
pueden verse como parte de la
solución."
"La tecnología transgénica bien
puede estar en condiciones de
llevarnos más lejos que la mejora
convencional de las plantas."
Como sucede con la lucha contra el
cambio climático, tal vez la solución
radique en una batería de
intervenciones, dentro de la cual los
transgénicos serían una más.
Y, al igual que en el caso del cambio
climático, no sería prudente ignorar
ninguna de ellas.