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Lunes 19 de mayo
MARIA Y LA FUERZA DEL ESPIRITU
Hola buenos días a todos.
¿Hay algo tan delicado y débil como el aire? Y, sin embargo, cuando
circula a velocidades grandes, se convierte en una fuerza irresistible…
Ya los antiguos aprovechaban su fuerza para navegar y todavía lo hacen
hoy los deportistas de vela… También se aprovechaba en los molinos de
viento. Hoy se aplica a la obtención de energía eléctrica limpia en los
modernos generadores eólicos.
María aprovechó la fuerza del Espíritu, que la Biblia lo define como Viento
impetuoso.
María se dejo conducir por las inspiraciones que Dios ponía en su corazón;
allí guardaba amorosamente todas las palabras y hechos de su Hijo y las
meditaba hasta que llegaban a producir el fruto de las buenas obras; por eso
mereció aquel piropo que se puede leer en el evangelio: “Dichosos los que
escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.
Te invito a que te dejes llevar por el “viento” de Dios: vas a ver cómo te
conviertes en una persona excelente. Ojala que todos nosotros seamos
personas abiertas a la acción del Espíritu de Dios en nuestras vidas; que nos
dejemos orientar por él, acompañar por él y seducir por él.
Oración
María, desde niña, tu corazón se dejó impulsar por el viento de amor de Dios.
Tú dejaste de lado tus planes, y aceptaste ser la esclava del Señor.
Tu alma navegó confiada por el océano inmenso de Dios.
Muchas veces navegaste a oscuras sin entender nada.
Enséñanos Madre, a oír la voz de Dios y a dejarnos guiar por el soplo de su
amor.
Martes 20 de mayo
Camino hacia Jesús (Juan 2, 1-11)
Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. También
fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Hacia el final del convite, se
quedaron sin vino. La madre de Jesús se le acercó para decirle lo que ocurría.
- ¿Qué tenemos que ver tú y yo, mujer? Además, todavía no ha llegado mi hora.
María, no haciendo caso de la respuesta de su hijo, indicó a los que servían las mesas:
- Haced todo cuanto Jesús os diga.
Había en la puerta seis tinajas destinadas a la purificación o lavatorio que hacían los
judíos cuando llegaban a casa. Jesús, obedeciendo a su madre, ordenó a los sirvientes:
- Llenad de agua las tinajas.
Cuando estuvieron llenas hasta arriba les dijo:
- Ahora sacad y llevad a que la pruebe el maestresala.
El director del convite se quedó sorprendido de la calidad de aquel vino y llamó al
esposo para decirle:
- Todos sacan primero el buen vino y el peor lo dejan para el final. Tú lo has hecho al
revés.
Fue el primer milagro que hizo Jesús en Caná de Galilea.
El mensaje evangélico de la boda de Caná nos invita a reflexionar y a orar con
María, que se nos presenta como camino que nos lleva a Jesús.
Ella está atenta a las necesidades de los más cercanos y en el vivir de cada
día. No vive de idealismos, y tampoco se queda con la mirada puesta en los
aspectos materiales. Soluciona el aquí y el ahora contando con su Hijo Jesús.
Trascendiendo el hecho en sí, nos fijamos en las palabras de María: “Haced lo
que El os diga”.
Si es verdad que cada día tenemos que descubrir lo que Dios quiere de
nosotros, también sabemos de sobra lo que Dios nos está diciendo que
hagamos. Sólo ahora, tenemos que ser fieles.
Miércoles 21 de mayo
Dichosa tú porque creíste
¡Todo fue muy hermoso! yo vivía en Nazaret, en Galilea, y mi vida era la vida de todas
las jovencitas del pueblo; trabajo, oración, pobreza, mucha pobreza, alegría de vivir y,
sobre todo, esperanza en el destino de Israel. Viví con Ana, mi madre, en una casita
sencilla, como lo eran todas las de la aldea. Rezaba sentada en un taburete. Tenía los
ojos medio cerrados y sentía que una alegría me invadía toda. La luz aumentaba y
comencé a dejarme inundar por aquella luz. De pronto oí con claridad una voz: -"Yo te
saludo, María, llena de gracia, el Señor está contigo..." Permanecí quieta y sentí un
poco de miedo porque aquello me parecía todo un poco extraño. Enseguida me dijo: "No temas, María, tranquilízate, que Dios ha visto tu humildad. Concebirás en tu seno y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús..." Aquello me incomodó aún más
porque no entendía lo que me quería decir. Después de explicármelo, comprendí que
Dios me había elegido para una misión hermosa e, inundada por una gran alegría,
sentí que no podía decir otra cosa que: "Aquí me tienes, Señor, soy tu esclava, que se
cumpla en mí lo que has dicho".
Reflexión
Debía aceptar el papel de muchacha madre. ¿Quién iba a creerla? ¿Quién iba a creer las
palabras de una muchachita que al llegar a casa diciendo: este niño que llevo en mi
vientre es el Hijo de Dios? En mi casa, por lo menos, había recibido una bofetada de mi
padre, en otras le habrían dicho: Vete, no queremos volver a verte, porque has
deshonrado a la familia. En alguna casa árabe o judía de tiempos pasados... hubiera
corrido la sangre.
María, por la fe, tuvo el valor de confiar en el Dios de lo imposible. Y dejarle a El la
solución de sus problemas. La suya era fe pura, se abandonó totalmente en las manos de
Dios.
Oración.
Danos, Señor, la alegría de descubrir
a tu Madre diciendo "sí".
Danos, Señor, la alegría de entrar en el silencio
y la espera de tu Madre.
Danos, Señor, la finura de María
para guardar la Palabra como ella la guardó.
Danos, Señor, ojos, de sorpresa para contemplar
y descubrir todo el misterio de Dios
en la fragilidad pequeña de un niño recién nacido.
Danos, Señor, fe para reconocerte
en la presencia de los hombres, nuestros hermanos,
en especial de quienes sufren dolor, violencia e injusticias.
Danos, Señor, manos para tratarte y acogerte
con la ternura de las manos de tu Madre, María.
Jueves 22 de mayo
María, sonrisa de Dios.
María, no dudamos que sentirías una alegría inmensa al ver a Jesús en tus brazos.
Gozarías acariciándolo, gozarías con su mirada, gozarías con su sonrisa... No te
cansarías de mirarlo. Dios era un niño y tu veías sólo a un niño. Ahora no había penas,
sólo ternura, inocencia y felicidad.
María es la sonrisa que Dios nos da, la experiencia más bella del evangelio, la luz del
alba que abre camino al Sol. Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible.
Gracias, María, por tu corazón de sonrisa tierna y pura. Gracias, María, por tu corazón
sencillo y humilde. Gracias, María, Virgen generosa.
Hoy queremos pedirte que traigas la verdadera felicidad a nuestro mundo, la felicidad
de la fe, la confianza en Dios y el amor que llenó tu vida y que tú llevas a todos tus
hijos.
Feliz Tú, María
Feliz, tú, porque has creído lo imposible
y saliste a hacer camino de creyente
por los senderos de Dios.
Feliz, tú, Madre fiel, porque dejaste tu proyecto
el día que Dios te presentó sus planes.
Feliz, tú, porque te fiaste de la palabra
y no pediste evidencias, ni trazaste los caminos a Dios.
Feliz, tú, Virgen fiel,
porque hiciste del Señor tu único tesoro.
Feliz, tú, porque te dejaste empobrecer
hasta que Dios pudo ocupar todo tu corazón.
Feliz, tú, porque todas las generaciones
miramos hacia ti, y en tu sonrisa de Madre
descubrimos la ternura de Dios.
Viernes 23 de mayo
María, atenta a la Palabra de Dios.
El canto del grillo
Un sabio indio tenía un amigo que vivía en Roma. Agradecido el amigo italiano por las
atenciones dispensadas había invitado al indio a su casa. El italiano y el indio paseaban
junto por el centro de la ciudad. De repente, el indio se paró y dijo:
- Por casualidad, ¿oyes tú lo que yo estoy oyendo? El italiano agudizó el oído. No oía
nada más que el ruido del tráfico y de la gente que pasaba.
- Por aquí cerca hay un grillo que está cantando, dijo el sabio indio.
- Te equivocas. ¡Yo sólo oigo el tráfico de los coches y el ruido de la ciudad!
Al poco rato señalaba a su amigo, entre las ramas, a un pequeño bicho. ¿Ves como era
un grillo?
- Tienes razón. Vosotros los hindúes tenéis un oído más fino que los europeos.
-Te equivocas. Fíjate. Sacó una moneda del bolsillo, la dejó caer sobre la acera...
Enseguida le echaron el ojo cuatro o cinco personas.
- ¿Has visto?, replicó el sabio. El ruido de la moneda al caer es más débil que el canto
del grillo, y sin embargo, ¿te has dado cuenta cómo la han oído?
La anécdota puede servirnos para nuestro objetivo. La actitud de escucha nace de
nuestro interés personal. De las motivaciones que vivimos. Somos limitados,
necesitamos de los demás. Quizá hoy comprendas mejor lo que es estar a la escucha de
la Palabra de Dios.
Palabra de Dios (Lc. 8, 19-21)
Fueron a verlo su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograron llegar hasta Él.
Entonces le avisaron: "Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte". Jesús
les respondió: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la
ponen por obra".
Reflexión
Relaciona las dos lecturas que has escuchado. Lo importante en María es haber
escuchado la Palabra de Dios y haberla puesto en práctica. ¿De qué manera podemos
hoy vivir atentos a las llamadas de Dios?