Download el suelo - NATURALESBIOGEO2011

Document related concepts
Transcript
EL SUELO
El suelo se puede definir como la capa superficial, natural,
formada por materiales más o menos disgregados, que contiene en su seno
materia viva y que mantiene o es capaz de mantener una cubierta vegetal.
El límite superior es el aire o el agua en el caso de zonas cubiertas
por aguas poco profundas. El límite inferior puede ser la roca viva o
bien aquellas capas de sedimentos que carecen de raíces vivas o de otros
signos que indiquen actividad biológica.
1.- COMPONENTES DE UN SUELO
1.1.- Parte inorgánica
Se forma por la alteración de las rocas estando constituída por:
- Materiales detríticos: cantos, gravas, arenas, arcillas.
- Partículas coloidales.
- Oxidos e hidróxidos de hierro.
- Aniones: bicarbonato, sulfato, cloruro, nitrato.
- Cationes: Na, K, Ca, Mg, Fe.
- Agua.
- Gases: los que forman el aire aunque con mayor proporción de anhídrido
carbónico y menor de oxígeno y nitrógeno.
1.2.- Parte orgánica
Seres vivos: estarían representados por las raíces de las plantas,
animales (protozoos, gusanos, insectos, arácnidos) y la microflora
(hongos y bacterias).
Parte orgánica muerta: Diferenciamos por una parte la hojarasca y otros
restos orgánicos que se hallan poco transformados pudiéndose identificar
su naturaleza. En general se les denomina "mor".
Por otra parte distinguimos el humus o parte orgánica del suelo
tan transformada que no puede conocerse cual es el origen. El humus se
forma a partir de moléculas que son difíciles de transformar,
principalmento lignina y celulosa, estando constituída por moléculas con
numerosas estructuras cíclicas. Dentro del humus distinguimos:
-
el "moder" que es la parte orgánica separable de la mineral,
formada por grumos en los que se reconoce algo de la materia
original.
el "mull" que es el humus amorfo y está unido fuertemente a la
arcilla.
El humus aumenta la porosidad del suelo y permite la circulación
del aire y del agua, además de retener sales minerales y de
proporcionarlas cuando es descompuesto completamente.
2.- TEXTURA DE UN SUELO
La textura de un suelo hace referencia a la proporción relativa en
la que se encuentran los principales materiales detríticos del suelo:
arenas, limos y arcillas.
Si no domina ninguno de estos componentes se dice que el suelo
está equilibrado, ya que de dicha proporción dependen la permeabilidad y
la porosidad. Los suelos con mucha arena son muy permeables pero no
retienen agua y por contra los suelos con mucha arcilla son
impermeables, dificultando el paso del agua a su través.
3.- LA ESTRUCTURA DE UN SUELO
Considerando un suelo en la vertical, desde la superficie hasta
las capas más profundas, podemos diferenciar una serie de capas,
denominadas horizontes. En total diferenciamos los horizontes A, B y C.
3.1.- Horizonte A
Es la capa más superficial. Es rica en materia orgánica. Se
diferencia en ella la capa Ao que es la capa de hojarasca o de
acumulación de materia orgánica. Posteriormente esta se transforma en
humus. Es una capa pobre en sales minerales debido a que las sales que
se forman a partir del humus son transportadas a capas más profundas por
el agua que se inflitra. Es una capa de color oscuro por la materia
orgánica que contiene, pudiendo tener un grosor de hasta 60 cm.
3.2.- Horizonte B
Es una capa pobre en humus y rica en sales minerales. Hasta esta
capa llegan las raíces de los vegetales, el O2 y el CO2 atmosféricos. Es
de color claro y rica en óxidos e hidróxidos de hierro. En los climas
secos, el carbonato cálcico arrastrado por las aguas de infiltración
precipita dando lugar a la formación de costrones o concreciones
calcáreas distribuidos en niveles definidos. Tiene un grosor de hasta 1
m.
3.3.- Horizonte C
Es el más profundo y constituye el tránsito entre el suelo y la
roca madre. Está formado por cantos sueltos en una matriz de arcilla y
arena. Estos cantos van siendo de mayor tamaño a medida que nos
acercamos a la roca madre. Su grosor varía de unos metros hasta más de
30 m, siendo más desarrollado en los climas cálidos y húmedos.
La falta de algún horizonte indica un suelo inmaduro que puede
producirse por ser muy joven.
4.- FACTORES GENERADORES DE UN SUELO
4.1.- El clima
Es el factor que más influye en la formación de un suelo. En
concreto los factores climáticos más importantes son la temperatura y la
pluviosidad.
La temperatura: a mayores temperaturas la velocidad de las
reacciones química aumentan y por lo tanto aumentan la
meteorización química y la actividad biológica, siempre que haya
humedad suficiente.
La pluviosidad: determina el grado de lavado del suelo. Si la
pluviosidad es elevada se produce un lavado intenso de las sales
minerales y los coloides, con la consiguiente pérdida de
fertilidad. Este tipo de suelos recibe el nombre de "pedalfer".
Si los suelos son muy lavados y se acumulan sustancia insolubles
en superficie se forman los suelos lateríticos. Si la pluviosidad
es poca, pero las lluvias son muy intensas cuando ocurren, se
provoca la formación de costras o nódulos por subida de las sales
minerales al evaporarse el agua subterránea. A este tipo de
suelos se le conoce con el nombre de "pedocal".
4.2.- El tiempo
Los suelos maduros precisan de un tiempo para formarse, que varía
de unas regiones a otras. En general se considera que son necesarios
unos 8.000 a 10.000 años, aunque se concen casos de suelos maduros
formados en regiones arenosas y húmedas en un periodo de 200 años. Los
suelos intertropicales, de gran profundidad (50 m) se estiman que tienen
edades entre 1 a 6 m.a. Los suelos inmaduros no presentan todos los
horizontes.
4.3.- La topografía
La pendiente no favorece la formación de suelos ya que los
materiales disgregados son transportados a otras zonas. Además la
penetración del agua es menor y por lo tanto existe menor meteorización.
En las zonas llanas los suelos son más profundos.
4.4.- Composición de la roca madre
La roca madre ejerce poca influencia, siendo más importante la
influencia climática, ya que favorece la meteorización y la formación de
minerales diferentes, según el clima. Alguna rocas no favorencen la
formación de suelos, como son las calizas puras. En estas los materiales
son solubles y son transportados a otras zonas, por lo que no hay
acumulación de materia inorgánica.
Los suelos que se forman a partir de la propia roca madre
subyacente se denominan suelos autóctonos y los que los hacen a partir
de materiales transportados de otras zonas suelos alóctonos.
4.5.- Factores biológicos
4.5.1.- Las plantas
Los seres vivos que más influyen son las plantas, ya que son las
que absorben las sales minerales a la vez que son la fuente de dichas
sales, como consecuencia de la degradación de sus restos. Las plantas
ejercen así mismo un importante papel de preservación del suelo de la
erosión.
En los suelos pedalfer crecen con facilidad los árboles y arbustos
con raíces profundas. En cambio en los suelos pedocal crecen bien las
plantas herbáceas con raíces más superficiales.
4.5.2.- La microflora
Es la responsable de la degradación de la materia orgánica y de
reponer las sales perdidas, por la absorción de las plantas, a partir de
los restos de seres vivos. La intensidad de su actividad depende de los
climas, ocasionando efectos diferentes.
En los climas templados, las bacterias y los hongos se desarrollan
lentamente. La materia orgánica se transforma lentamente y se forma
humus.
En los climas intetropicales el desarrollo es muy rápido, por lo
que consumen rápidamente la materia orgánica ocasionando suelos pobres
en humus.
En los climas fríos la microflora se desarrolla muy lentamente por
lo que se acumula mucha materia orgánica sin descomponer. Esto ocasiona
una falta de sales minerales por lo que los suelos son pobres. La
materia orgánica acumulada se transforma en condiciones anaerobias
ocasionando turberas.
Las bacterias fijadores de nitrógeno atmosférico juegan un papel
importante en el suelo al facilitar el crecimiento de determinadas
plantas, que a la larga es beneficioso para el suelo, al protegerlas de
la erosión.
4.5.3.- Los animales
La acción de los animales es menos importante quedándose
circunscrita a remover el suelo, facilitando su aireación y a triturar
los restos orgánicos facilitando su degradación al aumentar su
superficie de ataque por trituración en pequeñas partículas. Un papel a
parte le corresponde al hombre, cuyas acciones pueden incrementar la
erosión y por lo tanto la pérdida de suelo, a través de la destrucción
de la vegetación, incendios forestales, técnicas agrícolas no adecuadas,
sobreexplotación del suelo, etc.
5.- EVOLUCION DE UN SUELO
El tiempo nicesario para la formación de un suelo varía de unos
climas a otros. Así en los climas cálidos y húmedos los distintos
horizontes pueden llegar a desarrollarse en unas pocas decenas de años
mientras en los climas áridos o frío ser necesarios varios miles de
años.
La evolución de un suelo puede ser entendida como una progresión para
alcanzar el equilibrio físico-químico con el medio. En este proceso de
adaptación podemos distinguir varias etapas en la vida de un suelo:
1)Material de origen; 2)inmaduro; 3)maduro; 4)viejo
El material de origen puede transformarse en un suelo inmaduro en
poco tiempo si las condiciones son óptimas. Primeramente se produce la
disgregación de la zona más superficial de la roca. Este sería el primer
paso en la formación del suelo inmaduro en el que tan solo diferenciamos
un horizonte A, en donde se acumula la materia orgánica y un horizonte C
donde nos encontramos la roca madre alterada.
En el estado maduro se forma el horizonte B. En este estado el
contenido de materia orgánica es máximo, existiendo una acumulación
moderada de arcilla.
Un suelo viejo es muy ácido, conteniendo menor cantidad de materia
orgánica que el maduro. Se acumula a su vez abundante arcilla en el
horizonte B y en el horizonte A se diferencia una capa de materia
orgánica y otra de suelo lixiviado.
6
TIPOS PRINCIPALES DE SUELOS
Dependen de los distintos tipos de climas, si bien existen algunos
casos que son más independientes del clima. Para el primer caso se habla
de suelos zonales y en el segundo de suelos azonales.
Los distintos tipos de suelos zonales dependen de los diferentes
grados de lixiviación de los iones, principalmente Al, Fe, Ca, Mg, Na y
K, cuyo movimiento determina la formación de los horizontes. De estos
iones el aluminio y el hierro sólo son movilizados en ciertas
condiciones particulares y normalmente se combinan con los ácidos
húmicos, dando lugar a los humatos, los cuales son transportados en
disolución hasta los niveles más bajos.
6.1.- SUELOS ZONALES
6.1.1.- Suelos de las zonas polares
Se hallan en las latitudes altas. Se caracterizan por tener poca
materia orgánica y existir poca meteorización química. La mayor parte
del suelo se encuentra permanentemente helada (pergelisuelo o
permafrost) y sólo la parte superficial llega a deshelarse durante el
verano (mollisuelo). En esta zona, los hielos y deshielos provocan
desplazamiento de las partículas produciéndose mezclas de los
materiales que se hallan a distintas profundidades. Estos movimientos
y la existencia del permafrost a partir de unos 2 ó 3 metros de
profundidad impiden la formación de los distintos horizontes.
6.1.2.- Suelos de las zonas templadas
Estos suelos son muy dependientes del clima. Distinguimos los
podsoles, los suelos pardos y los suelos rojos.
Los podsoles. Son los suelos más comunes de las área frías con
influencia marítima en donde se producen abundantes precipitaciones. La
vegetación típica es la taiga, caracterizada por plantas acidófilas como
las coníferas y el brezo, que hacen que las aguas de infiltración sean
ligeramente ácidas. Esto junto con la pluviosidad abundante provoca un
lavado intenso llevando las sales minerales hasta las capas freáticas
donde se pierden. El Fe y el Al se combinan con lo ácidos húmicos. Estos
son lavados en forma de humatos hasta que a una cierta profundidad la
acción bacteriana provoca su precipitación. En estos suelos se
diferencian los tres horizontes. El horizonte A es de color claro, muy
pobre en los elementos necesarios para los cultivos; el horizonte B es
rico en materia orgánica, hierro y aluminio y por lo tanto de color
oscuro. Son suelos pobres para la agricultura.
Los suelos pardos. Son los suelos de las zonas continentales, con
estaciones bien marcadas, alternando períodos secos con períodos
húmedos. Sobre ellos se desarrolla una vegetación de árboles de hoja
caduca, por lo que son ricos en humus. Durante el invierno se da una
lixiviación no muy intensa y durante las sequías se produce un ascenso
de la humedad y de las sales minerales por capilaridad. Esto hace que
los horizontes A y B no estén bien diferenciados. Son suelos fértiles.
Los suelos rojos. Son típicos de las zonas secas y cálidas como
las
zonas mediterráneas. Sobre ellos se desarrolla una vegetación de
arbustos y encinas. Su comportamiento es similar al de los suelos pardos
aunque con menor cantidad de humus. También hay dificultad en
diferencias los horizontes A y B.
El chernozem. Es el suelo característico de las zonas de praderas y
pastizales que ocupan grandes extensiones en Rusia, Estados Unidos y
Argentina. Debido a la escasez de lluvias hace que el lavado sea escaso
por lo que no tienen horizonte B. Tienen un nivel A bastante grueso y
rico en materia orgánica por lo que es de color oscuro. Es un suelo muy
fértil y bueno para la agricultura de cereales.
6.1.3.- Suelos de las zonas áridas
Se caracterizan por ser zonas de poca pluviosidad. No existen
suelos bien desarrollados debido a la poca actividad biológica. En ellos
se produce el ascenso por capilaridad de las aguas freáticas que al
evaporarse en la superficie provocan la precipitación de sales. Se
forman así costras salinas de yeso y sal, de yeso y caliza o de caliche,
que consiste en una mezcla de caliza con cantidades variables de limos,
arcillas y arenas. Las costras de caliche son muy duras cuando están
constituídas casi exclusivamente por caliza. El horizonte B se halla por
encima del horizonte A.
6.1.4.- Suelos de la zona ecuatorial
Se dan en zonas con temperatura elevada y abundantes lluvias y
vegetación. Se forman suelos muy potentes en los que el horizonte A es
muy delgado. El pH del medio es neutro o ligeramente básico, por lo que
el aluminio y el hierro son prácticamente insolubles mientras que la
sílice si lo es. El hierro y el aluminio se acumulan en superficie
formando óxidos e hidróxidos y dando lugar a una costra de gran dureza
denominada laterita. Cuando las lateritas son ricas en aluminio se
denominan bauxitas.
6.2.- SUELOS AZONALES
Son aquellos suelos inmaduros, poco desarrollados todavía.
6.2.1. Los suelos hidromorfos.
También llamados gley, se caracterizan por permanecer encharcados
y saturados en agua la mayor parte del año. No se producen procesos de
lavado ni capilaridad y no hay un contacto con el aire, por lo que el Fe
no puede oxidarse y se acumula es estado ferroso dando al agua una
coloración verdosa. La materia orgánica se acumula en superficie y si la
vegetación es abundante llegan a formarse las turberas.
6.2.2.- Los litosuelos
Son los suelos escasamente desarrollados y en los que el clima
todavía no ha tenido tiempo de incidir en su evolución, de modo que la
composición de los mismo está condicionada por la de la roca madre. a
rendzina. Son ejemplos de litosuelos la rendzina, que se forma sobre
calizas y los rankers, que se desarrollan sobre rocas ácidas (granitos,
gneises, esquistos, etc). Son suelos que carecen de una diferenciación
en horizontes.