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Nombre: _____________________________ Curso: _____ Tiempo: ________ TITULO: La casa de Tres Botones Había una vez un carpintero al que llamaban de mote “Tres Botones”. Vivía en un pueblo muy pobre, muy pobre, donde la gente no tenía dinero para hacerse muebles nuevos. Los encargos que recibía en un año, más o menos, eran una mesa y cuatro sillas. Tres Botones pensó: “Me conviene cambiar de pueblo si quiero progresar. Pero si voy de un pueblo a otro, cada vez tendré que comprar una casa. Construiré una casita con ruedas para moverme por todas partes”. Dicho y hecho. Era un buen carpintero y el trabajo no le asustaba. Además era flaco, por eso no necesitaba una casa grande. De hecho, la hizo pequeñísima y en pocos días la terminó. Encima de la puerta puso su nombre: “Tres Botones”. Le puso cuatro ruedas y, para arrastrarla, una barra de madera. La gente decía: -¡Mirad, mirad! Tres Botones se ha hecho una casa con mango –y se reían. A pesar de las burlas, el carpintero, con su casita, salió del pueblo. Anda que te andarás, llegó la noche, y Tres Botones se paró en un prado. -Dormiré aquí, que por hoy ya he hecho bastante camino. La lluvia, que golpeaba el tejado, lo despertó. Había estallado una ruidosa tormenta. -¡Cómo truena! –se dijo Tres Botones. Pero no eran sólo los truenos. Alguien llamaba en las paredes de la casita. -¡Ábreme, por favor, Tres Botones! -¿Quién es? -Me estoy mojando, déjame entrar. -Inténtalo –dijo Tres Botones, abriendo la puertecita-. Yo me he hecho la casa a mi medida, pero si tú cabes, tan contento. Donde hay sitio para uno, hay sitio par dos. Entró un viejecito. Se retorció la barba para escurrir el agua. -Pero tú, ¿quién eres? NIVEL:5º Prueba: 2 Nº pal: 722 IFL.: 82 Donde hay sitio para dos, hay sitio para tres. Y los niños no hacen bulto. -Iba a la ventura. Me he quedado viuda, ya no podía pagar el alquiler y el dueño de la casa me ha echado. ¿Quién sabe qué será de nosotros mañana! -Ahora no pienses en eso. Intenta dormir. La tormenta continuaba y más gente siguió llegando a la casita de Tres Botones… y todos consiguieron instalarse en ella. Antes del amanecer, cuando el cielo estaba más negro y los truenos eran más fuertes, unos golpes tremendos hicieron temblar la casita. -¡Abrid! -Podría añadir “por favor” –pensó Tres Botones sorprendido. Abrió la puerta y se encontró frente a … -¡Déjame entrar! Era realmente… -¡Haz entrar también a mi caballo! No había lugar a dudas: el manto estaba empapado, pero la corona relucía como si la tempestad la hubiese abrillantado. Era el rey, que se había perdido en el bosque durante una cacería. -Donde hay sitio para doce, hay sitio para trece – murmuró Tres Botones, inclinándose-. Y donde hay sitio par un rey, hay sitio para su caballo. -Vista desde fuera –dijo el rey-, la casa parecía más pequeña –y añadió-: ¿Qué madera has utilizado? -Castaño, majestad. -El castaño no es elástico como la goma. Aquí hay algo que no entiendo. El rey reflexionó durante largo rato. Finalmente dijo: -Quizá no sea asunto de madera, sino de corazón. -¿Qué quiere decir? -Soy tu tío Carmelo. Me he quedado solo. No tengo ya a nadie que me dé un plato de sopa y he pensado en ti. Menos mal que los chiquillos me han indicado el camino que habías cogido. Estoy cansado. Me voy a dormir. -El corazón es pequeño como un puño, pero si uno quiere, puede meter dentro a toda la gente del mundo y aún queda sitio. Se nota que esta casa la has hecho con el corazón. Y mientras tanto, parecía que los truenos eran cada vez más fuertes. Pero no eran sólo truenos, alguien más llamaba a la puerta: El rey vio a toda la gente necesitada que estaba dentro de la casa de Tres Botones y reconoció que había hecho poco para sacarlos de su miseria. -¡Abrid, por favor! ¡Abrid! -¿Quién es? -Una pobre mujer con tres hijos. El temporal nos ha pillado de camino y no tenemos dónde guarecernos. Para recorrer el reino y ayudar a las personas que lo necesitaran, el rey pidió a Tres Botones su casita de madera. A cambio, le nombró carpintero de palacio. -Entrad, si podéis. Me he hecho la casa a mi medida, pero si también caéis, tan contento. Proyecto de Innovación “Un plan lector para nuestro centro” C.P. “Benedicto XIII” -IIlueca- Curso 2008-09