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El funcionamiento del mercado
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Con vistas a satisfacer sus necesidades, vendedores y compradores se posicionan en el mercado para
alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Gracias a la existencia de un medio de pago universal
que todos deseamos, el dinero, los mercados han demostrado su eficacia como lugares en los cuales es
posible intercambiar los bienes y servicios que producimos y deseamos. En los dos últimos siglos, las nuevas
tecnologías han hecho nuestra vida más fácil hasta el punto de que, muchas veces, no tenemos que
desplazarnos a un lugar físico para comprar o vender productos. Pero todavía hoy, por su similitud con las
antiguas ferias medievales, donde se intercambiaban ropa y alimentos, empleamos la definición de
«mercado», en referencia al mercadillo que se levanta en algunos barrios o pueblos en días concretos del
mes.
1. El mercado y el dinero
Se entiende por mercado el conjunto de actividades de compraventa de un determinado producto realizadas
entre oferentes, o vendedores, y demandantes, o compradores.
El término «mercado» ha asumido nuevas acepciones, pero sea un lugar físico o no, hoy en día en todo
mercado identificamos tres elementos: un bien o servicio objeto de intercambio; un vendedor que fabrique el
producto; y un comprador que satisfaga sus necesidades con la adquisición del producto. Cada mercado
recibe el nombre del producto que se intercambia en él. Por ejemplo, el mercado de electrodomésticos, el
mercado de la vivienda, el mercado de la música, etcétera.
Para que exista intercambio tiene que haber un posicionamiento previo sobre lo que quieren y ofrecen ambas
partes. Desde el punto de vista económico, existe demanda cuando se desea comprar un bien o servicio
determinado, y existe oferta cuando se desea vender. Son la cara y la cruz de la misma moneda: el mercado.
2. La demanda
La demanda es la cantidad de un bien que están dispuestos a adquirir los demandantes a un precio
determinado. La demanda de un bien o servicio por parte de los compradores depende del precio del bien en
cuestión, del precio de los bienes relacionados, de la renta disponible y de las preferencias del consumidor.
Cuanto más caro sea un producto, menor cantidad estará dispuesto a adquirir el demandante, y cuánto más
barato sea, más comprará. Pero el precio de otros bienes también influye sobre la cantidad demandada del
bien en cuestión: esta será mayor si se abarata el precio de bienes complementarios de él, o si se encarece
el precio de los bienes sustitutivos del mismo.
La capacidad adquisitiva, o renta disponible, condiciona la cantidad de producto que un consumidor
demanda. Sin embargo, no todo aumento de la renta implica un incremento de la cantidad demandada de
todos los bienes y servicios: en el caso de los «bienes inferiores», su demanda disminuye ante aumentos de
renta, y en se trata de «bienes normales» su demanda aumentará en la misma proporción que la renta. Por
último, la demanda de los «bienes de lujo» aumentará en mayor proporción que la renta de los
consumidores.
Además, los gustos o preferencias determinan el comportamiento de los demandantes, con independencia de
los precios o de la renta. A partir de todo ello podemos definir la demanda como la cantidad de un bien que
están dispuestos a adquirir los consumidores a un cierto precio, teniendo presentes los precios de los bienes
relacionados, la renta disponible y los gustos o preferencias.
La función de la demanda, o función de la demanda-precio, establece la relación matemática entre el precio
de un bien y la cantidad demandada del mismo, manteniendo constante todo lo demás. Su representación
gráfica es la curva de demanda, y tiene pendiente decreciente.
3. La oferta
La oferta es la cantidad de un bien que las empresas están dispuestas a producir a un precio determinado.
Está influida por el precio del bien en cuestión, por los costes de los recursos productivos y por los objetivos
empresariales. Así, cuanto mayor sea el precio del bien en cuestión, o cuanto menores sean los precios de
los recursos utilizados en su producción, mayor será la cantidad ofertada del bien. El número de unidades
Economía 1.º Bachillerato
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que una empresa oferta en el mercado también puede depender de las expectativas, lo que condiciona los
objetivos empresariales. No es lo mismo producir para un mercado emergente, en el que las expectativas
empresariales son grandísimas, que para un mercado tradicional con expectativas limitadas.
Teniendo todo esto en cuenta, podemos definir la oferta como la cantidad de un bien que están dispuestas a
producir las empresas a un determinado precio de venta, teniendo en cuenta sus costes de producción y los
objetivos empresariales.
La función de la oferta muestra la variación que experimenta la cantidad ofertada de un bien en función de
los factores que influyen sobre la misma. Matemáticamente, suele expresarse como relación entre la cantidad
ofrecida de un bien y su precio, manteniendo constantes los demás elementos.
La curva de la oferta de un bien es la representación gráfica de la función de la oferta, la cual muestra las
distintas cantidades de ese bien que las empresas están dispuestas a producir a cada precio.
4. El equilibrio del mercado
En el mercado coinciden compradores y vendedores con sus respectivos planes de consumo y producción, y
con sus correspondientes curvas de demanda y de oferta. Para que se produzca el intercambio de bienes y
servicios, ambos agentes económicos han de acordar un precio, que se corresponderá con determinado nivel
de producción del bien.
Llamamos equilibrio del mercado al punto en el que coinciden los planes de los consumidores y las
empresas, de forma que el intercambio satisface a ambos.
Dado un precio de partida, el equilibrio del mercado puede conseguirse de dos formas: si el precio de partida
es inferior al de equilibrio, el mercado se ajustará por reducción del exceso de demanda, y si el precio de
partida es superior al de equilibrio el ajuste se realizará por reducción del exceso de oferta.
5. Los cambios en las condiciones del mercado
Si solo se producen cambios en el precio del bien en cuestión, las cantidades demandadas y ofertadas
variarán, pero seguirán moviéndose dentro de las curvas respectivas sin que estas últimas se desplacen.
Pero las curvas de oferta y demanda cambiarán, es decir, se desplazarán, si varía alguno de los restantes
factores que influyen en su comportamiento.
Si varía alguno de los restantes factores que influyen sobre la demanda y el precio permanece constante,
pueden suceder dos cosas: que aumente la cantidad demandada, o que disminuya.
El aumento de la cantidad demandada motiva un desplazamiento de la curva de la demanda. Este puede
tener su origen en una subida del precio de los bienes sustitutivos en una disminución del precio de los
bienes complementarios, en un aumento de la renta disponible o en un cambio en las preferencias a
favor del bien en cuestión.
Del mismo modo, la disminución de la cantidad demandada desplaza la curva de la demanda hacia la
izquierda. Este cambio puede deberse a una bajada del precio de los bienes sustitutivos, a una subida
del precio de los bienes complementarios, a una disminución de la renta disponible o a un cambio de
las preferencias desfavorable para el bien.
Analicemos ahora los cambios en la oferta. Si varía alguno de los restantes factores que influyen sobre la
demanda y el precio permanece constante, pueden suceder dos cosas: si varía alguno de los restantes
factores que influyen sobre la oferta, es decir, los costes de producción y los objetivos empresariales, pero no
el precio, las empresas podrán producir mayor o menor cantidad al mismo precio.
Así, el aumento de la cantidad ofertada desplaza la curva de la oferta hacia la derecha. Este cambio puede
deberse a una bajada del precio de los recursos productivos, a las mejoras de la tecnología empleada que
abaratan la producción y a las expectativas empresariales de captación de mercado. De igual modo, la
disminución de la cantidad ofertada desplazará la curva de la oferta hacia la izquierda. Las causas pueden
estar en un aumento del precio de los recursos productivos, unos mayores costes en la tecnología empleada
y los objetivos empresariales asociados a estrategias a medio o largo plazo.
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