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Cómo reabrir el espíritu de un hijo
Como padres muchas veces con nuestras palabras o acciones herimos el
corazón de nuestros hijos. Esas heridas constituyen lo que llamamos “un
espíritu cerrado”. Si no hacemos nada por sanar esas heridas tarde o
temprano veremos un cambio negativo en el comportamiento de
nuestros hijos.
A continuación te compartimos 5 pasos para reabrir el espíritu de
tu hijo:
1. Ser tierno. La amabilidad tiene la cualidad de hacer desaparecer el enojo. Al acercarnos
a nuestros hijos el lenguaje de nuestro cuerpo, expresiones faciales y tono de voz deben
tornarse suaves, amables y tiernos. De esta forma comunicamos nuestro deseo de
querer arreglar las cosas y le transmitimos valor al niño.
2. Aumentar la comprensión. En este paso aumentaremos nuestra comprensión respecto
al dolor que siente y cómo interpretó nuestra ofensa. En otras palabras es descubrir la
versión de nuestros hijos respecto al problema u ofensa. Muchos hijos esperan que
algún día sus padres se acerquen y comprendan su dolor.
3. Reconocer la ofensa. Reconocer que nos equivocamos puede ser un paso que nos
cueste trabajo ya que en muchas ocasiones pensamos que nuestra actitud como padres
siempre es la adecuada. Puede ser que lo que hicimos no estaba mal, pero la manera en
que lo hicimos, nuestra actitud si estuviera mal. Por ejemplo, puede haber una razón
justificada para corregir a nuestros hijos, pero si lo hacemos con ira nuestra actitud está
equivocada. En numerosos casos este paso puede ser determinante para reabrir el
espíritu de un hijo.
4. Intentar el contacto físico. Este paso es muy importante ya que primeramente es una
necesidad de quien ha sido ofendido. También buscando el contacto nos
daremos cuenta si nuestro hijo permite el acercamiento o lo rechaza. Si existe
un rechazo entonces la ofensa es más profunda de lo que imaginamos o
incluso la ofensa pudiera venir de alguien fuera de la familia. Si como papá no
estás acostumbrado a dar abrazos a tus hijos será necesario explicarles el por
qué quieres hacerlo y de esta forma no generar desconfianza.
5. Buscar el perdón. El último paso para reabrir el espíritu de alguien es
buscar el perdón de quien hemos ofendido. Cuando hemos ofendido a alguien debemos
darle la oportunidad de responder, para lo cual podemos decir algo como: ¿puedes
encontrar en tu corazón el perdón para mi?
A estas alturas la relación debe encontrarse a la puerta de la restauración, si por alguna razón
no se logra el perdón o el acercamiento significa que la ofensa es más profunda de lo que
pensábamos o que viene de alguien ajeno a la familia. Paciencia, y si esto sucede debes dar un
tiempo para reiniciar con los 5 pasos, sé tierno y suave y sigue los pasos hasta pedir
nuevamente perdón.
Renato y Elena Morales
(Miembros de ConPasión,
Líderes de grupo en casa
y padres de 2 hijos adolescentes)
Bibliografía: Smalley, Gary LA LLAVE AL CORAZON DE TU HIJO Edit. Caribe, 1991 Págs. 25-32