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OCTAVO
TERCERO
ACTIVIDAD EN CLASE:
1. Lee los siguientes documentos
y resalta lo más importante con
la herramienta de Word.
PADRES DE LA FILOSOFÍA
1. Tales de Mileto, el padre de
la filosofía
Tales de Mileto (c. 625/4 a. C.-c.
547/6 a. C.) Fue un filósofo y
científico griego. Nació y murió en
Mileto, polis griega de la costa Jonia
(hoy en Turquía). Fue el iniciador de
la escuela filosófica milesia a la que
pertenecieron también Anaximandro
(su
discípulo)
y
Anaxímenes
(discípulo del anterior). En la
antigüedad se le consideraba uno de
los Siete Sabios de Grecia. No se
conserva ningún fragmento suyo y es
probable que no dejara ningún escrito
a su muerte. Se le atribuyen desde el
s. V a. C. importantes aportaciones
en el terreno de la filosofía, las
matemáticas, astronomía, física, etc.,
así como un activo papel como
legislador en su ciudad natal.
Tales es a menudo considerado el
iniciador de la especulación científica
y filosófica griega y occidental,
aunque su figura y aportaciones
están
rodeadas
de
grandes
incertidumbres.
Se suele aceptar que Tales comenzó
a usar el pensamiento deductivo
aplicado a la geometría, y se le
atribuye la enunciación de dos
teoremas geométricos que llevan su
nombre.
Filosofía
Se considera a Tales de Mileto como
el primer filósofo de occidente por
haber sido quien intentó la primera
explicación racional a distintos
fenómenos del mundo de la que se
tiene constancia en la historia de la
cultura occidental. En su tiempo
predominaban aún las concepciones
míticas, pero Tales buscaba una
explicación racional, lo que se conoce
como "el paso del mito al logos",
donde la palabra griega logos alude
en este contexto a «razón», uno de
sus significados en castellano.
2. San Agustín de Hipona
Agustín nació el año 354 d.c. en
Tagaste, ciudad situada en la antigua
provincia romana de Numidia. Hijo de
Patricio, un pequeño propietario rural,
y de Mónica, nació en el seno de la
familia con una posición económica
desahogada, aunque no exenta de
esporádicas dificultades económicas,
lo que le permitió acceder a una
buena educación. Sus primeros
estudios los realizará en Tagaste,
continuándolos, el año 365, en la
cercana ciudad de Madaura (aunque
se verá obligado a interrumpirlos el
año 369 por dificultades económicas);
a partir del año 370 estudiará en
Cartago, dedicándose principalmente
a la retórica y a la filosofía,
destacando de una manera especial
en retórica, y encontrando dificultades
en el aprendizaje de la lengua griega,
que nunca llegó a dominar.
Pese a los esfuerzos de su madre,
Mónica, que le había educado en el
cristianismo desde su más tierna
infancia, Agustín llevará en Cartago
una vida disipada, muy alejada de las
pretensiones de aquella, orientada
hacia el disfrute de todos los placeres
sensibles. En esa época convivirá
con una mujer (cuyo nombre no nos
revela en sus Confesiones, pero que
pudo haberse llamado Floria Emilia)
con la que mantendrá una relación
apasionada y con la que tendrá un
hijo, Adeodato, el año 372. "En aquel
mismo tiempo tenía yo una mujer, no
que
fuese
mía
por
legítimo
matrimonio, sino buscada por el vago
ardor juvenil escaso de prudencia;
pero era una sola, y le guardaba
también fidelidad: queriendo saber
por experiencia propia la diferencia
que hay entre el amor conyugal
pactado mutuamente con el fin de la
procreación, y el pacto de amor
lascivo, en el cual suele también
nacer algún hijo contra la voluntad de
los amantes, aunque después de
nacido los obliga a que le tengan
amor."
La lectura del Hortensio de Cicerón le
causara una honda impresión que le
acercará a la filosofía, adhiriéndose a
las teorías de los maniqueos, hacia el
año 373. Luego de un año en
Tagaste, donde enseñará retórica,
regresa a Cartago, donde abrirá una
escuela en la que continuará sus
enseñanzas hasta el año 383 en que,
tras el encuentro con Fausto de
Milevo, a la sazón el más destacado
representante
del
maniqueísmo
norteafricano,
decepcionado,
abandonará el maniqueísmo.
Ese mismo año se trasladará a
Roma, y luego a Milán, donde enseña
retórica. De nuevo la lectura de
Cicerón,
ya
abandonado
el
maniqueísmo,
le
acercará
al
escepticismo de la Academia nueva,
hasta que escucha los sermones del
obispo de Milán, Ambrosio, que le
impresionarán hondamente y le
acercarán al cristianismo. En este
período descubre también la filosofía
neoplatónica,
leyendo
las
traducciones que había hecho de
Plotino al latín Mario Victorino, y le
también las epístolas de San Pablo.
En el año 386 se convierte el
cristianismo. Ese mismo año se
establecerá en Casiciaco, cerca de
Milán, con su madre, su hijo y
algunos amigos, y comienza a
escribir sus primeras Epístolas. El
año siguiente se bautiza en Milán y
opta por una vida ascética y casta.
Tras la muerte de su madre, se
traslada a África el año 388,
estableciéndose en Tagaste donde
fundará un monasterio en el que
permanecerá hasta el año 391. Dicho
año se trasladará a Hipona,
(actualmente Annaba, también en
Argelia), ciudad cercana a Tagaste,
en la costa, donde será consagrado
sacerdote por el obispo Valerio. Allí
fundará otro monasterio, en terrenos
cedidos por el obispo, desarrollando
una fecunda actividad filosófica y
religiosa, destacando el carácter
polémico contra las diversas herejías
(donatistas, pelagianistas...) a las que
se enfrentaba el cristianismo, y que
San Agustín consideraba el principal
problema con el que habría de
enfrentarse.
El año 396 es nombrado obispo
auxiliar de Hipona por Valerio,
pasando a ser titular tras la muerte de
éste. En los años 418 y 422, en plena
descomposición del imperio tras el
saqueo de Roma por Alarico,
participa en el concilio de Cartago y
continua
su
activa
producción
filosófica y religiosa que abarcará
más de 100 volúmenes, sin contar las
Epístolas y Sermones. El año 430,
estando sitiada Hipona por las
huestes de los vándalos de
Genserico, morirá, poco antes de que
la ciudad fuera completamente
arrasada.
3. Santo Tomás de Aquino
Tomás de Aquino fue un teólogo y
filósofo católico perteneciente a la
Orden de Predicadores, el principal
representante de la enseñanza
escolástica, una de las mayores
figuras de la teología sistemática y, a
su vez, una de las mayores
autoridades en metafísica, hasta el
punto de que, después de muerto,
sea el referente de varias escuelas
del
pensamiento:
tomista
y
neotomista. Es conocido también
como Doctor Angélico, Doctor Común
y Doctor de la Humanidad, apodos
dados por la Iglesia católica, la cual lo
recomienda para los estudios de
filosofía y teología.
Sus obras más conocidas son la
Summa theologiae, compendio de la
doctrina católica en la cual trata 495
cuestiones divididas en artículos, y la
Summa contra gentiles, compendio
de apología filosófica de la fe católica,
que consta de 410 capítulos
agrupados en 4 libros, redactado a
petición de Raimundo de Peñafort.
Asimismo, fue muy popular por su
aceptación y comentarios de las
obras de Aristóteles, señalando, por
primera vez en la Historia, que eran
compatibles con la fe católica. A
Tomás se le debe un rescate y
reinterpretación de la metafísica y
una obra de teología aún sin
parangón, así como una teoría del
Derecho que sería muy consultada
posteriormente. Canonizado en 1323,
fue declarado Doctor de la Iglesia en
1567 y santo patrón de las
universidades y centros de estudio
católicos en 1880. Su festividad se
celebra el 28 de enero.
4. Renato Descartes, padre de
la filosofía moderna
(La Haye, Francia, 1596 Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo
y matemático francés. Después
del esplendor de la antigua
filosofía griega y del apogeo y
crisis de la escolástica en la
Europa medieval, los nuevos aires
del Renacimiento y la revolución
científica que lo acompañó darían
lugar, en el siglo XVII, al
nacimiento de la filosofía
moderna.
El primero de los ismos filosóficos
de la modernidad fue el
racionalismo; Descartes, su
iniciador, se propuso hacer tabla
rasa de la tradición y construir un
nuevo edificio sobre la base de la
razón y con la eficaz metodología
de las matemáticas. Su «duda
metódica» no cuestionó a Dios,
sino todo lo contrario; sin
embargo, al igual que Galileo,
hubo de sufrir la persecución a
causa de sus ideas.
CUARTO
Tema 1: NOMBRE Y DEFINICIÓN
DE FILOSOFÍA
La palabra filosofía procede del
griego phylosophía, amor al saber,
derivado de, amar y saber, sabiduría.
Etimológicamente, «amor
a
la
sabiduría», donde la palabra, sophía,
en lugar de ser traducida como
«sabiduría», debe traducirse como
«saber teórico», o, en palabras de
Aristóteles, como «entendimiento y
ciencia»; de igual manera, philos, el
«amigo» o el «amante» de este saber
intelectual puede entenderse, a la
manera de Platón, como aplicado a
aquel que desea o está ávido de
saber.
Antes de emplearse el término
“filosofía” aparece en Heráclito de
Éfeso el nombre “filósofo”: “Conviene
que los hombres filósofos sean
sabedores de muchas cosas.”
Acepciones más generalizadas de
la filosofía:
-
“Es la ciencia de las cosas
humanas y divinas”,
-
“Es el estudio del ser en
cuanto ser”,
-
“Es el saber de todo saber, la
ciencia de todas las ciencias,
la ciencia universal”.
En nuestra época, la filosofía ha
perdido parcelas de conocimiento a
medida que la ciencia ha avanzado y
se ha desarrollado en numerosas
especialidades.
Sin
embargo,
Siempre existe un margen para
asombrarnos e interrogarnos, y para
reflexionar sobre la vida y el universo,
y en ese margen el pensamiento
filosófico sigue vigente, porque
pensar es “la más elevada y quizá
más pura actividad de la que es
capaz el hombre”.
EL
DESPERTAR
FILOSÓFICO:
LOS ORÍGENES GRIEGOS DEL
PENSAMIENTO OCCIDENTAL
1. LA FILOSOFÍA COMO
CREACIÓN DE LOS GRIEGOS.
En el siglo pasado discutieron
largamente los historiadores sobre la
antigüedad de la Filosofía. Unos la
hacían remontar hasta el origen de la
Humanidad: “El día en que el hombre
comenzó a reflexionar, ese día
comenzó también la filosofía” (V.
Cousin).
Los
panbabilonistas
sostuvieron su origen oriental: “Todo
cuanto pensamos y todas las
maneras como lo pensamos tienen su
origen en Asia” (Conde de Gobineau).
Otros, como Zeller, la consideraban
una creación espontánea y peculiar
del genio griego: “A excepción de las
fuerzas ciegas de la naturaleza, no se
mueve nada en nuestro mundo que
no sea griego en su origen”.
El hombre, desde que aparece sobre
la tierra, ha poseído la facultad de
pensar,
y
la
ha
ejercitado
enfrentándose con los problemas que
le plantea la realidad, tratando de
darles solución con sus propios
recursos racionales. El animismo, el
fetichismo, el totemismo, la mitología,
etc., son formas primitivas de dar una
respuesta a los fenómenos de la
naturaleza, buscando sus causas y
su explicación. Son modos primarios
de pensar y expresión del juicio
rudimentario
que
los
hombres
primitivos hacían del origen de las
cosas.
En etapas más avanzadas, en todos
los pueblos ha existido también un
género de pensamiento, expresado
en formas muy diversas. En las
religiones orientales es fácil descubrir
un fondo filosófico envuelto en formas
míticas, bajo las cuales laten las
grandes cuestiones que el hombre se
ha planteado frente a la realidad.
CONOCIMIENTO
CIENTÍFICO
VULGAR
Y
Pero debemos distinguir entre
conocimiento vulgar y conocimiento
científico. El primero lo adquirimos
por el funcionamiento directo de
nuestros sentidos. Así conocemos
cosas y sucesos particulares de los
que el entendimiento saca conceptos
universales, que coordina entre sí en
formas ínfimas y rudimentarias de
juicio. Su campo es lo concreto, lo
particular, lo sujeto al espacio, al
tiempo y a la mutación. Predomina lo
sensitivo sobre lo racional. Mas para
el conocimiento científico no basta
con conocer cosas ni sucesos
particulares sino que quiere llegar a
conocer sus esencias y sus razones
de ser. Para esto es necesario
superar
la
particularidad,
la
mutabilidad y la contingencia de las
realidades concretas, elaborando
conceptos abstractos y llegando a
formular juicios necesarios de validez
universal. Es preciso también ordenar
y organizar los conceptos en forma
más o menos sistemática. La ciencia
no es una simple acumulación de
datos, sino un saber ordenado y
organizado.
Pero el hombre no se contenta con
saber cosas ni sucesos particulares,
sino que trata de penetrar más,
averiguando sus porqués, es decir,
sus causas. La admiración ante un
fenómeno insólito produce en el
hombre la conciencia de un
problema, pone de manifiesto su
ignorancia y urge a la investigación
hasta que encuentra una razón para
explicarlo. De esta manera, la
admiración
combinada
con
la
curiosidad es el origen natural remoto
de la ciencia.
Entendida la Filosofía en sentido
amplio, existe indudablemente antes
de los griegos. Pero si la tomamos en
sentido más estricto, como un saber
científico, organizado, articulado,
sistematizado, elevado por encima
del aspecto puramente empírico,
desligado de la forma mítica y con
principios y métodos propios y
rigurosos, entonces la cuestión
presenta un aspecto muy distinto, y
podemos afirmar que hasta los
griegos no ha existido propiamente
filosofía.
2.
CIRCUNSTANCIAS
QUE
FAVORECIERON
EL
SURGIMIENTO DE LA FILOSOFÍA
EN GRECIA
Para entender la filosofía de un
pueblo o civilización hay que referirse
al arte, la religión y a las condiciones
socio-políticas de dicho pueblo.
1. El arte más elevado trata de
alcanzar de forma mítica y
fantástica, es decir, mediante
la intuición y la imaginación,
objetivos que también son
propios de la filosofía.
2. De forma semejante la religión
aspira a alcanzar a través de
representaciones
de
fe,
objetivos que la filosofía busca
alcanzar
mediante
los
conceptos de la razón.
3. Las
condiciones
socioeconómicas y políticas de un
pueblo
condicionan
el
surgimiento de determinadas
ideas.
QUINTO
ACTIVIDAD EN CLASE
1. Lee el siguiente texto de
Sócrates y resalta lo más
importante con la herramienta
de Word.
SÓCRATES
2.1. Vida y
pensamiento:
fuentes
de
su
Sócrates nació en Atenas en el 470 y
murió en el 399 a.C. condenado a
muerte por impiedad (acusado de no
creer en los dioses de la ciudad y de
corromper a los jóvenes, pero tras
estas
acusaciones
se
movían
intereses políticos y resentimientos
personales).
Hijo de un escultor y de una
comadrona. No fundó ninguna
escuela, sino que enseñó en lugares
públicos (gimnasios y plazas) como
un predicador laico, ejerciendo gran
fascinación no sólo entre los jóvenes
sino entre hombres de todas las
edades, esto le ganó notables
aversiones y enemistades.
En la vida de Sócrates hay que
distinguir dos períodos. Primero fue
discípulo de Arquelao (un físico
ecléctico) y con él conoció las
doctrinas de los naturalistas, luego
tuvo contacto con los sofistas y se
planteó sus mismos problemas,
aunque en abierta polémica con las
soluciones que proponían los sofistas
mayores.
Sócrates no escribió nada ya que
consideraba que su mensaje debía
comunicarse a través de la palabra
viva, a través del diálogo. Sus
discípulos pusieron por escrito una
serie de doctrinas que se le atribuyen
pero es difícil precisar en sí cuál es la
auténtica doctrina socrática.
La misma personalidad de Sócrates
es difícil de establecer: el testimonio
más antiguo es del comediógrafo
Aristófanes que en su obra Las nubes
presenta a Sócrates como un sofista
más, quizás el peor de todos.
El segundo testimonio es el de Platón
quien lo pone como protagonista de
casi todos sus diálogos, sin embargo,
el testimonio de Platón es reservado
ya que ensalza la figura de su
maestro y pone en sus labios casi
toda su propia doctrina.
La tercera fuente para conocer a
Sócrates son la Dichos memorables
de Sócrates escritos por Jenofonte,
pero lo presenta muy reducido y
superficial. Aristóteles cita pocas
veces a Sócrates, en realidad él no
fue contemporáneo suyo.
Por último están los llamados
“socráticos menores” que fundaron
algunas escuelas pero su testimonio
de la doctrina del maestro es parcial y
distorsionado.
En estas condiciones se comprende
que es difícil reconstruir la doctrina
auténtica de Sócrates, pero con la
confrontación
de
todos
estos
testimonios se ha hecho el esfuerzo
por precisar lo que originariamente
pueda ser el pensamiento socrático
que se considera como una
verdadera revolución espiritual en
occidente.
2.3. El método socrático:
En el método socrático su concepto
del hombre y la prioridad del alma
tienen un lugar importante.
A diferencia de los sofistas que
pretendían enseñar con largos
discursos
y
retórica,
Sócrates
pretende llegar al alma de sus
discípulos y lo hace mediante el
diálogo, sirviéndose de preguntas y
respuestas en una búsqueda común
de la verdad.
En la búsqueda de la verdadera
sabiduría
Sócrates
parte
precisamente del no saber, una
ignorancia que en primer lugar
pretende mostrar la vaciedad de
quienes
se
consideran
sabios
(especialmente los sofistas) y, por
otro lado, con el “sólo sé que nada
sé”, pretende Sócrates poner de
manifiesto su convicción de que toda
sabiduría humana -también la suyano es nada en comparación con el
saber divino.
La ironía es una de las notas más
características del método socrático,
con ella desenmascaraba la aparente
sabiduría de sus interlocutores y
luego con la mayéutica, ayudaba a
salir a la luz las verdades que
encierra el alma.
Al igual que la mujer cuando está
embarazada
necesita
de
una
comadrona para dar a luz, también el
discípulo que tiene el alma encinta
por la verdad, necesita de una
especie de comadrona espiritual que
ayude a que la verdad salga a la luz,
en esto consiste la mayéutica
socrática: “el alma sólo puede
alcanzar la verdad si está preñada de
ella”.
SEXTO
ACTIVIDAD EN CLASE
EL HUMANISMO
GRIEGO:
Los sofistas y Sócrates
1. La Sofística
1.1. Origen, naturaleza y finalidad:
El término “sofista” no tuvo en su
origen
un
sentido
peyorativo.
Inicialmente sofista era sinónimo de
“sabio” o experto en el saber. Es en
Atenas donde la palabra adquiere el
significado negativo que hasta hoy
perdura.
Desde Sócrates y, especialmente con
Platón y Aristóteles, la sofística se
convierte en una “sabiduría aparente”
y con fines lucrativos.
En general la sofística es considerada
como un período en el cual la filosofía
griega
entró
en
decadencia,
solamente hasta el presente siglo la
sofística ha sido revalorada como un
movimiento importante y necesario:
“Los sofistas son un fenómeno tan
necesario como Sócrates y Platón,
más aun, éstos sin aquellos resultan
del todo impensables” (W. Jaeger).
La importancia fundamental de los
sofistas está en que llevaron a cabo
una verdadera revolución espiritual ya
que desplazaron el eje de la reflexión
filosófica desde la physis y el cosmos
hasta el hombre y todo lo que
comporta la vida del hombre. Se
comprende entonces que los temas
predominantes de la sofística fuesen
la ética, la política, la retórica, el arte,
la lengua, la religión, la educación, es
decir, todo lo que hoy llamaríamos
cultura del hombre. Se puede afirmar
sin ningún temor, que gracias a los
sofistas se inicia el período humanista
de la filosofía antigua.
Hay dos causas principales que
propiciaron el surgimiento de la
sofística:
1) El agotamiento de las posibilidades
de la filosofía de la physis. Los
filósofos de la naturaleza habían dado
tantas y diversas soluciones que en
muchos casos se contradecían al
hablar del mundo y su origen, esto
crea un ambiente de escepticismo y
la búsqueda de nuevos problemas e
intereses filosóficos.
2)
Los
fenómenos
sociales,
económicos y culturales que vivió
Grecia durante el s. V a.C. La crisis
de la aristocracia y el creciente poder
del pueblo (democracia). El creciente
mundo del comercio que los puso en
contacto con otras culturas y formas
de vida, otras leyes y principios
morales; todo esto hizo que el
hombre griego buscara la manera de
abrirse espacio en este nuevo mundo
de situaciones y sobre todo abrir
espacios políticos.
La educación tradicional, a base de
música,
rítmica
y
gimnástica,
resultaba insuficiente para preparar a
quienes deseaban intervenir en
política. Se sentía la necesidad de
una
formación
más
amplia,
acompañada de un dominio exacto
del lenguaje y de la flexibilidad y
agudeza dialéctica necesarias para
derrotar al adversario. Los sofistas
supieron responder a esta demanda
del pueblo griego, así se explica el
éxito que tuvieron sobre todo entre
los jóvenes. La virtud (arete) que se
consideraba propia de la aristocracia
se entiende ahora como alcanzable
por todos los hombres a través de la
educación, por esto los sofistas
fueron fundamentalmente educadores
o pedagogos.
La sofística se diferencia también de
la filosofía precedente por su
finalidad.
Los
naturalistas
no
buscaban finalidades prácticas sino la
sola búsqueda y contemplación de la
verdad, en cambio, los sofistas
ocupándose del hombre se dirigen
también al hombre, quieren un saber
no teórico sino práctico, buscan una
utilidad concreta: la educación de los
hombres.
El sofista deja de ser un filósofo tal y
como hasta el momento se entendía,
para convertirse en un educador. La
filosofía no es más para ellos la
búsqueda desinteresada de la
verdad, sino que se convierte en una
profesión, en un medio de vida. “El
sofista es un educador ambulante
que necesita de un sustento para
vivir”.
Los sofistas no constituyeron una
escuela o bloque compacto, más bien
fueron pensadores independientes.
Después de los grandes sofistas,
Protágoras y Gorgias, que fueron
personajes respetados por su rectitud
y ética, vienen los sofistas menores
(Pródico, Hipias, Antifonte, Critias,
etc.) que descuidan los contenidos
por fijarse más en los métodos,
convirtiendo la sofística en el arte
estéril de “convencer con la palabra”,
una retórica vacía con fines políticos.
Estos últimos sofistas fueron los que
le dieron el carácter negativo y
peyorativo a todo el movimiento.
1.2. Protágoras:
Natural de Abdera (484- 411 a.C.)
Hizo varias visitas a Atenas. Es el
más eminente de los sofistas. Platón
lo llama “padre de la sofística”. Fue
sutil gramático y brillante orador. En
gramática se le atribuye haber
iniciado el estudio científico y
sistemático
de
la
palabra
distinguiendo los géneros masculino,
femenino y neutro y las partes de la
oración: sustantivo, adjetivo y verbo.
En retórica distinguió las partes del
discurso:
exordio,
preámbulo,
disposición, exposición, discusión,
refutación y conclusión. Enseñó
durante cuarenta años, haciéndose
muy rico con sus lecciones. Entre sus
escritos se destacan, Sobre la
verdad, Antilogías y Sobre los dioses
que fue quemado en la plaza publica.
Murió en su patria o en Sicilia, a los
ochenta años de edad.
 El relativismo de la verdad:
El punto de partida del pensamiento
de Protágoras es el siguiente
principio: “El hombre es la medida de
todas las cosas, de las que son en
aquello que son, y de las que no son
en aquello que no son” (homo
mensura). Por “medida” se entiende
la norma de juicio, y por “todas las
cosas” se entienden todos los
hechos y experiencias.
Mediante este principio Protágoras
quería negar la existencia de un
criterio absoluto que discrimine entre
“ser” y “no ser”, entre verdadero y
falso.
El único criterio es el hombre, el
hombre individual: “las cosas son
para mí tal como se me aparecen, y
son para ti tal como se te aparecen a
ti”. Si se acepta este principio
entonces nadie estaría en la
falsedad, sino que todos estarían en
la verdad (en su verdad: la verdad es
relativa a cada individuo).
 El relativismo moral:
Para Protágoras todo es relativo, no
existe una verdad absoluta, ni existen
valores morales absolutos (bienes
absolutos). Sin embargo, existen
cosas que son más útiles, más
convenientes y por lo tanto más
oportunas.
El sabio es aquel que entre todas las
cosas relativas conoce aquello que es
más útil y conveniente y que sabe
convencer a los demás para que
también lo reconozcan y lo pongan en
práctica.
El bien y el mal son respectivamente
lo útil y lo perjudicial; lo mejor y lo
peor son lo más útil y lo más
perjudicial (utilitarismo).
 Método (la antilogía):
Del relativismo de Protágoras se
comprende que su enseñanza se
centrara en el arte de las “antilogías”,
es decir, saber encontrar para cada
tema determinado, las posibles
razones a favor y en contra, y hacer
que entre ellas prevalezca el
argumento más débil.
Aunque la vida de Protágoras fue
recta y fue respetado por su
integridad moral heredada de los
filósofos anteriores, es evidente que
su doctrina relativista y escéptica, sin
criterios permanentes, no puede
desembocar sino en una doctrina
amoral, o mejor inmoral, ya que no
hay ningún criterio para juzgar el bien
y el mal sino la utilidad, pero ¿con
fundamento en qué se mide la utilidad
o conveniencia de algo?.
Por otra parte, al menos en teoría (ya
que en su vida rindió culto a los
dioses de la ciudad), la doctrina de
Protágoras
es
teológicamente
agnóstica: “De los dioses no tengo la
posibilidad de afirmar ni que existan,
ni que no existan”.
1.3. Gorgias:
La virtud enseñada por Protágoras
consistía
exactamente
en
la
habilidad de hacer prevalecer
cualquier punto de vista sobre su
contrario sin importar el contenido.
Esto le trajo gran éxito entre los
jóvenes que aspiraban a la vida
política.
Nació en Leontini (Sicilia) alrededor
del 485 a.C. Fue enviado a Atenas
como embajador en 427 para solicitar
ayuda
contra
los
siracusanos,
dejando a los atenienses admirados
por su elocuencia. Fue tal vez el
orador más brillante entre los sofistas.
Profesaba una confianza ilimitada en
el poder de la palabra y subordinaba
todas al artes a la de persuadir. “La
palabra es una gran dominadora, que
con un cuerpo pequeñísimo e
invisible realiza obras divinísimas”. “El
sofista hace discursos, como el
médico medicinas”. Entre sus obras
se encuentran Sobre el no-Ser o
sobre
la
Naturaleza,
Epitafio,
Olímpico, Arte Retórica, Elogio a la
ciudad de Elea. Murió en Larisa
(Tesalia), a los ciento nueve años.
impensable. Gorgias afirma que
hay muchas cosas pensadas que
no existen (V.gr. se puede pensar
en niños que corren sobre el mar).
Existe pues divorcio o ruptura
entre ser y pensamiento.
3. En el supuesto de que el ser fuese
pensable, resultaría inexpresable.
La palabra no puede comunicar
con valor nada distinto de sí
misma. “Al igual que la vista no
conoce los sonidos, tampoco el
oído oye los colores, sino los
sonidos, así quien habla dice
palabras, pero no dice ni un color,
ni una experiencia”.
 El nihilismo:
Mientras que Protágoras parte del
relativismo y edifica sobre él el
método de la antilogía, Gorgias parte
del nihilismo (nihil = nada) y sobre él
construye su retórica. Gorgias parte
de tres tesis:
1. No existe el Ser, nada existe: Los
filósofos que han hablado del ser
lo han definido en conceptos que
se contradicen y se anulan
mutuamente, con lo que el ser no
podrá ser ni uno, ni múltiple, ni
eterno, ni generado, y por lo tanto
no será nada.
2. En el supuesto de que el ser
existiese,
no
podría
ser
cognoscible, Para sostener esta
tesis Gorgias quiso quitarle
solidez al principio de Parménides
según el cual “ser y pensamiento
son lo mismo” y que el no-ser es
 La retórica:
Como se puede apreciar, Gorgias con
su nihilismo es totalmente opuesto al
pensamiento de los eléatas sobre el
“Ser”, y no solamente desvincula el
“Ser” del pensamiento, sino también
las palabras de la realidad.
De este modo la “palabra” se hace
autónoma, independiente, sin ningún
vínculo ontológico (el ser no existe) ni
gnoseológico (la verdad no existe). La
palabra está al servicio del hombre
para que la utilice con el fin que
quiera destinarla. Por eso Gorgias
pone el acento en la retórica, en el
dominio de la palabra, ésta, si no
puede dar a conocer una verdad
inexistente, sí puede persuadir y
convencer.
todavía en los valores éticos
tradicionales; sus discípulos, más
coherentes con los principios de su
maestro, se servirán de la misma
retórica para oponerse a tales valores
y defender sus propios intereses de
orden político.
 Ética de situación:
Al estar la razón del hombre
desvinculada del “Ser” y la “verdad”,
Gorgias afirma que la función de la
razón es iluminar los hechos, las
circunstancias o situaciones de la
vida de los hombres y de las
ciudades. La razón debe hacer un
análisis de la situación y debe decidir
lo que se debe y no se debe hacer.
Gorgias es así uno de los primeros
representantes de la ética de
situación: los deberes varían según el
momento, la edad o la característica
social. Una misma acción puede ser
buena o mala según quien la realiza.
Las circunstancias políticas de
Atenas en el s.V a.C. permitieron que
la retórica pasara por su utilidad a un
primer plano como el instrumento
para dominar y triunfar políticamente,
en este sentido fue utilizada más que
por Gorgias, por sus discípulos.
Gorgias sin ningún fundamento
ontológico o gnoseológico, cree
1.9.
Conclusiones
Sofística:
sobre
la
Las principales conclusiones que
podemos sacar de todo el movimiento
sofista son las siguientes:
1) Como ya se ha señalado, el mérito
principal de los sofistas fue el haber
desplazado la reflexión filosófica
desde el cosmos hasta el hombre.
2) Los sofistas abrieron camino a la
filosofía moral, aunque no supieron
alcanzar los fundamentos últimos ya
que no determinaron la naturaleza del
hombre en cuanto tal. Eso será ya
tarea de Sócrates.
3) La concepción de lo divino: los
naturalistas habían criticado el
antropomorfismo de los griegos y
habían identificado la divinidad con el
“arjé”.
Los sofistas también critican a los
dioses “oficiales”, pero también
rechazan la búsqueda de un
“principio divino”, y por lo tanto
avanzaron hacia la negación de lo
divino.
Protágoras
se
mostró
agnóstico.
Gorgias con su nihilismo negaba
lógicamente la divinidad como el
“Ser”; Pródico interpretó a los dioses
como una personificación de lo “útil”;
Critias afirmó que los dioses eran
invenciones de los políticos; en fin,
después de todas estas críticas, para
pensar en lo divino había que hacerlo
ubicando la -divinidad- en una esfera
más elevada.
4) El concepto de “verdad”: es aquí
donde
la
sofística
fue
más
demoledora. Los naturalistas habían
identificado la verdad con el logos, la
verdad se obtenía por la razón, y se
despreciaba la función cognoscitiva
de los sentidos. Protágoras entiende
el logos como contradicción, como
antilogía, y Gorgias lo entiende como
palabra mágica que convence
(retórica).
Con los sofistas el pensamiento y la
palabra pierden su objeto y su regla
que son el Ser y la Verdad. Si no hay
“Ser” y no hay “verdad”, entonces
para
qué
Logos,
para
qué
pensamiento?
5) Pensamiento sobre el hombre: Los
sofistas destruyeron la concepción
que tenían tradicionalmente los
griegos sobre el hombre, fundada en
la poesía y el naturalismo prefilosófico, pero no supieron construir o
encontrar una nueva concepción del
hombre. Este fue el punto débil de
toda la sofística.
Exaltaron al hombre, se centraron en
el hombre y lo pusieron como medida
y criterio de todo (Protágoras) pero,
¿cuál hombre?, ¿qué es el hombre?.
Los sofistas no respondieron este
interrogante.
Será Sócrates quien sirviéndose de la
herencia espiritual de todos los
filósofos anteriores (naturalistas y
sofistas) establezca bases mucho
más sólidas para comprender la
naturaleza humana y avanzar por el
camino que abrieron los sofistas.
2. SÓCRATES
2.1. Vida y fuentes de su pensamiento:
S
ócrates nació en Atenas en el 470 y murió en el 399 a.C. condenado a muerte por
impiedad (acusado de no creer en los dioses de la ciudad y de corromper a los jóvenes,
pero tras estas acusaciones se movían intereses políticos y resentimientos personales).
Hijo de un escultor y de una comadrona. No fundó ninguna escuela, sino que enseñó en
lugares públicos (gimnasios y plazas) como un predicador laico, ejerciendo gran fascinación
no sólo entre los jóvenes sino entre hombres de todas las edades, esto le ganó notables
aversiones y enemistades.
En la vida de Sócrates hay que distinguir dos períodos. Primero fue discípulo de Arquelao (un
físico ecléctico) y con él conoció las doctrinas de los naturalistas, luego tuvo contacto con los
sofistas y se planteó sus mismos problemas, aunque en abierta polémica con las soluciones
que proponían los sofistas mayores.
Sócrates no escribió nada ya que consideraba que su mensaje debía comunicarse a través
de la palabra viva, a través del diálogo. Sus discípulos pusieron por escrito una serie de
doctrinas que se le atribuyen pero es difícil precisar en sí cuál es la auténtica doctrina
socrática.
La misma personalidad de Sócrates es difícil de establecer: el testimonio más antiguo es del
comediógrafo Aristófanes que en su obra Las nubes presenta a Sócrates como un sofista
más, quizás el peor de todos.
El segundo testimonio es el de Platón quien lo pone como protagonista de casi todos sus
diálogos, sin embargo, el testimonio de Platón es reservado ya que ensalza la figura de su
maestro y pone en sus labios casi toda su propia doctrina.
La tercera fuente para conocer a Sócrates son la Dichos memorables de Sócrates escritos
por Jenofonte, pero lo presenta muy reducido y superficial. Aristóteles cita pocas veces a
Sócrates, en realidad él no fue contemporáneo suyo.
Por último están los llamados “socráticos menores” que fundaron algunas escuelas pero su
testimonio de la doctrina del maestro es parcial y distorsionado.
En estas condiciones se comprende que es difícil reconstruir la doctrina auténtica de
Sócrates, pero con la confrontación de todos estos testimonios se ha hecho el esfuerzo por
precisar lo que originariamente pueda ser el pensamiento socrático que se considera como
una verdadera revolución espiritual en occidente.
2.2. El alma: esencia del hombre
Después de un lapso dedicado a escuchar la enseñanza de los últimos naturalistas, pero sin
hallarse satisfecho con sus doctrinas, Sócrates centró definitivamente su interés en la
problemática del hombre.
Si los naturalistas buscaban responder el interrogante ¿qué es la naturaleza y cuál es la
realidad última de las cosas?, Sócrates tratará de responder al siguiente problema: ¿cuál es
la naturaleza y la realidad última del hombre? ¿Cuál es la esencia del hombre?
La respuesta que encuentra Sócrates al problema planteado es precisa e inequívoca: el
hombre es su alma, es decir, el alma es aquello que distingue al hombre específicamente de
cualquier otra cosa.
Sócrates entiende por alma (psyché) nuestra razón, el logos, la sede de nuestra actividad
pensante y ética. Dicho de otra manera, el alma para Sócrates es el YO consciente, la
conciencia y la personalidad intelectual y moral.
Es evidente, que si el alma es la esencia del hombre, cuidar de sí mismo significa cuidar no
el propio cuerpo sino la propia alma.
Enseñar a los hombres el cuidado de su propia alma es la tarea suprema del educador y fue
esta precisamente la tarea que se propuso Sócrates; su único interés fue enseñar a los
hombres a conocerse, a descubrir el puesto privilegiado que en ellos tiene el alma y, en
consecuencia, a cuidarla.
Uno de los razonamientos utilizados por Sócrates para hablar del Alma como esencia del
hombre es el siguiente: uno es el instrumento del cual nos valemos y otro es el sujeto que se
vale de dicho instrumento.
Ahora bien, el hombre se vale del propio cuerpo como de un instrumento, lo cual significa
que son cosas distintas el sujeto -que es el hombre- y el instrumento que es el cuerpo.
A la pregunta ¿qué es el hombre? No se podrá responder que es su cuerpo, sino que es
aquello que se sirve del cuerpo, la psyché, el alma, la inteligencia. La conclusión es evidente
e inevitable: nos ordena conocer el alma aquél que nos advierte: “conócete a ti mismo”. Esta
inscripción se encontraba también en el Templo griego de Delfos
2.3. El método socrático:
En el método socrático su concepto del hombre y la prioridad del alma tienen un lugar
importante.
A diferencia de los sofistas que pretendían enseñar con largos discursos y retórica, Sócrates
pretende llegar al alma de sus discípulos y lo hace mediante el diálogo, sirviéndose de
preguntas y respuestas en una búsqueda común de la verdad.
En la búsqueda de la verdadera sabiduría Sócrates parte precisamente del no saber, una
ignorancia que en primer lugar pretende mostrar la vaciedad de quienes se consideran
sabios (especialmente los sofistas) y, por otro lado, con el “sólo sé que nada sé”, pretende
Sócrates poner de manifiesto su convicción de que toda sabiduría humana -también la suyano es nada en comparación con el saber divino.
La ironía es una de las notas más características del método socrático, con ella
desenmascaraba la aparente sabiduría de sus interlocutores y luego con la mayéutica,
ayudaba a salir a la luz las verdades que encierra el alma.
Al igual que la mujer cuando está embarazada necesita de una comadrona para dar a luz,
también el discípulo que tiene el alma encinta por la verdad, necesita de una especie de
comadrona espiritual que ayude a que la verdad salga a la luz, en esto consiste la mayéutica
socrática: “el alma sólo puede alcanzar la verdad si está preñada de ella”.
2.6. Conclusiones sobre Sócrates:
La filosofía de Sócrates aporta ciertamente gran cantidad de conceptos, hallazgos y
novedades al pensamiento griego, pero deja abiertos una serie de problemas, he aquí
algunos:
 El razonamiento acerca del alma como esencia del hombre, muestra su obra o función
en el hombre (se sirve del cuerpo y es por ella que somos buenos o malos), pero se
exige una profundización en la naturaleza misma del alma, ¿qué es el alma? ¿En qué se
diferencia ontológicamente del cuerpo?
 Con respecto a Dios hay un problema análogo. Sócrates purifica a Dios de los
antropomorfismos y de los elementos físicos que le habían dado los primeros filósofos,
pero, ¿qué es Dios? ¿Qué es la inteligencia divina? ¿En qué se distingue de los
elementos físicos?
 Respecto del intelectualismo ético es claro que el excesivo racionalismo “es imposible
conocer el bien y no obrarlo”, deja por fuera el campo de la voluntad en la esfera moral.
El pecado es sólo fruto de la ignorancia o un error de cálculo: creyendo obrar el bien se
obra el mal pero de una manera involuntaria. Así se entiende la libertad como
autodominio. Solamente con el pensamiento cristiano se atenderá a la “voluntad” como
esencial a la libertad y, por lo tanto, al acto verdaderamente humano y por lo tanto moral
 Otro problema es el referente al método socrático. El logos socrático no está en
condiciones de lograr que todas las almas den a luz la verdad, sino sólo aquellas que
están encintas. Es decir, que el logos socrático (y el sistema dialogal maestro-discípulo)
no puede producir la verdad y ni siquiera logra que se la reconozca y que se viva de
acuerdo con esa verdad. Por otra parte, ¿quién fecunda el alma? ¿Quien la deja
preñada? Sócrates no se planteó esta pregunta ni habría podido responder a ella.
______________________
SÉPTIMO
GRANDES TEMAS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
SAN AGUSTÍN DE HIPONA
SANTO TOMÁS DE AQUINO
DEL LIBRO DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA EXTRAER UN RESUMEN DEL TEXTO;
SUBRAYAR LO PRINCIPAL
OCTAVO
EL EMPIRISMO
Hobbes, Locke, Berkeley, Hume
En general se puede considerar el empirismo como la filosofía de la experiencia; son
aquellas corrientes filosóficas que consideran la experiencia sensible o fáctica como la única
fuente del conocimiento. Suelen considerarse dos aspectos del empirismo: 1) Todo
conocimiento deriva de los sentidos, la experiencia de los sentidos. A esto se le llama
empirismo psicológico o “genético” 2) Se sostiene que todo conocimiento debe ser justificado
recurriendo a los sentidos. El conocimiento verdadero debe estar “testificado” por los
sentidos (empirismo epistemológico).
En el ambiente de la filosofía moderna se considera el empirismo como opuesto al
racionalismo (experiencia - Innatismo). De todas maneras ambas corrientes epistemológicas
nacen como deseo de dar un nuevo fundamento a la filosofía haciendo de ella una ciencia en
sentido estricto según el modelo de las ciencias exactas; para ello había de encontrarse un
punto de partida inmediato y seguro. El racionalismo como vimos, arranca de la inmanencia
del pensamiento puro, rebajando el papel de la experiencia. De ésta, en cambio, parte el
empirismo, si bien la reduce a la mera impresión sensible; con lo cual rebaja la idea y
pensamiento de la razón hasta el punto de diluir la realidad en un complejo de fenómenos o
manifestaciones sensibles (Hume).
En líneas generales se puede decir que para los empiristas la mente es como una especie de
receptáculo, en el cual se imprimen las “huellas” o “impresiones” que proceden del mundo
externo. Los empiristas tienen la tendencia a proporcionar una explicación genética del
conocimiento utilizando términos como: sensación, impresión, idea, etc., en un sentido casi
exclusivamente psicológico.
La patria del pensamiento empírico es Inglaterra. Ya en el siglo XIII el franciscano inglés
Roger Bacón (Cfr. Historia de la Filosofía Medieval pag. 36: Escuela de Oxford) había
buscado una scientia experimentalis y había reconocido la importancia de la matemática para
la física. Más tarde, en la escolástica tardía Guillermo de Ockam sería el fundador del
nominalismo, que preparó el terreno al empirismo que prevaleció en Oxford ya desde el siglo
XV. El empirismo inglés de los siglos XVII y XVIII tuvo como precusores a Francis Bacon
(Cfr. Historia de la Filosofía Medieval pag. 49: Renacimiento y ciencia) y Thomas Hobbes,
sus representantes más destacados son John Locke, George Berkeley y, sobre todo David
Hume.
Investiga en Internet la vida, obras y pensamiento de los siguientes filósofos
empiristas.
2. subraya o resalta con la herramienta de Word lo más importante de cada filósofo.
Acuda al siguiente enlace para profundizar aún más sobre el empirismo:
1. Thomas Hobbes 1588 – 1679
2. John Locke 1632 - 1704
3. George Berkeley 1685 – 1753
4. David Hume 1711 – 1776
https://filosofiacolinpb.wordpress.com/octavo/8-segundo-periodo/
3. Extrae las conclusiones a la luz de la información disponible.
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