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Transcript
Sur de
Europa
Crecimiento Azul: Realidad marítima desde la
perspectiva europea
"¡Tierra y Mar han de ser comprendidos y planificados
conjuntamente!"
Los resultados de ESPON han revelado que el capital territorial y las oportunidades de desarrollo son
inherentes a la diversidad regional y territorial, principales características de Europa. Diferentes tipos de
territorios abordan sus retos y oportunidades con distintos legados y combinaciones de recursos, lo que
les sitúa en diferente posición a la hora de alcanzar los objetivos de la EU2020. El principal objetivo
político de la cohesión territorial es habilitar los potenciales de los diferentes tipos de regiones y mares para que sean completamente explorados y gestionados con éxito, y poder alcanzar un crecimiento
inteligente, sostenible e integrador. La Agenda Territorial 2020 reconoce específicamente las actividades
marítimas para la cohesión territorial en Europa, y promueve acciones coordinadas de los Estados
Miembros en la planificación espacial marítima. Dicha planificación ha de ser integrada en los existentes
sistemas de planificación, para permitir un desarrollo harmonioso y sostenible del continuo tierra-mar.
Este reconocimiento y las consiguientes discusiones a nivel de la UE, han llevado a que la dimensión
marina de la Estrategia Europea 2020 sea conocida como la Agenda del Crecimiento Azul.
El contexto político europeo, la realidad sobre el
Crecimiento Azul, y las interacciones tierra-mar
La crisis económica sigue siendo protagonista en
varias de las ciudades y regiones europeas. Esto
ha incrementado la presión de dichas regiones en
la búsqueda de nuevas oportunidades de
desarrollo y creación de empleo, para así poder
avanzar y escapar de la recesión económica. Los
potenciales de la tierra y el mar son examinados
por los Estados Miembros como una forma de
alcanzar un crecimiento inteligente, sostenible, e
integrador. El turismo costero, la energía
renovable marina, un transporte marítimo más
eficiente y la acuicultura son algunos ejemplos de
sectores que pueden contribuir al futuro
desarrollo económico de la UE. Durante el periodo
2007-2014 el desarrollo de algunas políticas ha
puesto de manifiesto el potencial de los mares
europeos: se pueden encontrar algunos ejemplos
en El Libro Azul (2007), La Directiva Marco sobre
Estrategia Marina (2008), La Declaración de
Limassol sobre La Política Pesquera Común (2012),
el documento sobre El Conocimiento del Medio
Marino (2012), la Directiva por la que se establece
un marco para la ordenación del
espacio marítimo y la gestión integrada de las
costas (2013) y el más reciente, Comunicación
sobre Innovación en la Economía Azul: aprovechar
el potencial de crecimiento y de creación de
empleo que encierran nuestros mares y océanos
(2014) (estrategia de crecimiento azul de DG
Mare).
Existe una fuerte interrelación entre las
actividades de la economía azul con la tierra y
viceversa. Las actividades marítimas y marinas no
solo afectan a islas y áreas costeras; las regiones
sin litoral también podrían verse afectadas por las
actividades marítimas aumentando el empleo de
la población que vive en zonas continentales, al
igual que la accesibilidad para el comercio de
bienes y servicios podría ser otro ejemplo de
interacción tierra -mar.
Los potenciales del crecimiento azul son
diferentes en los distintos tipos de territorio. El
crecimiento no se percibe de la misma forma en
las islas que en su zona continental, en las zonas
de costa o en el interior, en las zonas más
prósperas o en áreas con problemas. Cada región
tiene su propio potencial de desarrollo y
crecimiento, aunque esto suele ser objeto de
políticas y estructuras nacionales.
Castellano
El proyecto ESaTDOR de ESPON reveló las diversas
interacciones entre los diferentes potenciales de
crecimiento azul en tierra y mar. El Mapa 1
muestra los diferentes tipos de regiones
marítimas, teniendo en cuenta las distintas
interrelaciones de las zonas costeras, así como la
intensidad de la relaciones tierra-mar, basándose
en las actividades económicas, los flujos de
población, bienes e información y en los impactos
ambientales.
Mapa 1: Tipología de interacciones tierra-mar;
(fuente: Proyecto ESaTDOR de ESPON)
El tradicional núcleo central europeo, o
"pentágono europeo", también es el núcleo desde
una perspectiva marítima, la Región Marítima
Europea Central (en rojo). Éste área se identifica
como la de mayor intensidad en actividad
marítima tanto en términos económicos como de
flujo. Los centros europeos intercontinentales
están ubicados en esta área; conectan Europa con
Asia, así como con América del Sur y África, y
constituyen las mayores puertas de entrada del
comercio europeo mundial. El 50% del tráfico de
contenedores en Europa esta manejado por
cuatro centros principales (Amberes, Rotterdam,
Hamburgo y Bremerhaven) y se encuentran en
este área.
Más allá del Núcleo, el mapa muestra una serie de
Centros Regionales (en naranja oscuro) que
guardan relación con concentraciones espaciales
significativas de fuertes interacciones tierra-mar.
Son importantes agrupaciones marítimas con una
identidad transnacional y, en algunos casos,
también relacionadas con más de un mar
europeo. Por ejemplo, el centro regional de Reino
Unido / Irlanda y el norte de Francia se extiende
desde el Atlántico hasta el Mar del Norte,
mientras que el centro de conexión Noruega,
Suecia, Alemania y Dinamarca se extiende a través
de los mares del Norte y Báltico.
La accesibilidad de estas regiones es un factor
importante para su desempeño económico y para
el aumento de la interacción entre tierra y mar. La
accesibilidad es hoy reconocida como un factor
importante en el desarrollo de los territorios,
regiones, ciudades y mares.
Castellano
Mapa 2: Costes de viaje para acceder al puerto marítimo más
cercano; (fuente: Proyecto ESaTDOR de ESPON)
El nivel de accesibilidad pasa a ser importante y
establece
ventajas
de
localización
y
competitividad territorial en comparación con
otras regiones. La calidad de las infraestructuras
esenciales, buenas conexiones ferroviarias y por
carretera con las principales ciudades portuarias
son importantes y pueden dar apoyo a regiones
sin litoral para beneficiarse de los flujos de
comercio marítimo.
Una división centro-periferia esta evidentemente
relacionada con el complejo indicador del costo
del viaje para acceder al puerto más cercano.
Gracias a infraestructuras bien desarrolladas,
redes de transporte y corredores, las regiones del
núcleo europeo se encuentran bien conectadas
con los principales puertos intercontinentales del
Mar del Norte. Por el contrario, en la mayoría de
las regiones periféricas de Europa, las conexiones
ferroviarias a los centros portuarios más grandes
son más bien pobres. La extensión de las redes
transeuropeas a lo largo de toda Europa, y el uso
de trenes de alta velocidad, que conectan no sólo
de la periferia europea, sino también el núcleo de
Europa con el resto de Europa y con los países
vecinos, puede elevar la competitividad de la zona
continental. Las regiones remotas se enfrentan a
altos costes para llegar a los puertos importantes.
Islandia y el norte de Noruega son buenos
ejemplos de esto. En Grecia, a pesar de ser un país
marítimo, encontramos muchas regiones con altos
o relativamente altos costes de accesibilidad a los
puertos.
Las zonas de transición (en naranja claro) se
benefician menos de las interacciones tierra-mar.
Poseen
una
actividad
marítima
más
estrechamente definida y significativa a nivel local,
relacionada con mayor frecuencia a los puertos
más pequeños y destinos turísticos. El
Mediterráneo oriental es el área más grande
definida como tal, aunque todos los mares
europeos presentan áreas de este tipo. Muchas de
las restantes áreas marítimas están clasificadas
como rurales (en verde) o salvajes (en azul)
reflejando los bajos o muy bajos niveles de uso
que el hombre ejerce sobre ellas.
Esta tipología de regiones marítimas es el primer
paso hacia una mejor comprensión de las
tendencias y patrón actual de las regiones
marítimas de Europa, al igual que de las relaciones
entre la tierra y el mar, poniendo de manifiesto
puntos fríos y calientes relativos las interacciones
tierra-mar (Mapa 3). Aunque los puntos calientes
marítimos para las interacciones tierra-mar se
concentran en el norte de Europa, la dimensión
marítima desempeña un papel importante a lo
largo del Mar Mediterráneo y, sobre todo
alrededor de los puertos internacionales o
europeos. Las tasas más altas de empleo
relacionadas con actividades marítimas se
encuentran en las regiones mediterráneas. Con el
52% de su población dedicada a las actividades
marítimas, el Mar Mediterráneo presenta la
mayor proporción de población ocupada en
actividades relacionadas con el mar en Europa.
Castellano
Mapa 3: Puntos calientes de interacciones tierra-mar;
(fuente: Proyecto ESaTDOR de ESPON)
Una de las razones que explican esto es el hecho
de que el Mar Mediterráneo alberga alrededor del
30% del turismo internacional en el mundo, que
normalmente es atraída por la rica biodiversidad
de la región y el patrimonio cultural. Por lo tanto,
en términos de empleo, el mar es una fuente
importante de sustento para las comunidades de
todo el Mediterráneo.
La economía Azul y sus actividades conexas, tales
como el transporte, el comercio, la pesca, la
energía, el turismo y la tecnología azul son
generadores de crecimiento económico, tanto
para las zonas costeras como para la parte
continental. La pesca y la acuicultura asientan
actividades marítimas tradicionales que todavía
influyen sobre la estrategia de crecimiento azul,
sobre todo en la macrorregión del sur. Los
productores líderes en el sector de la acuicultura
en Europa se encuentran sobre todo en esta
macrorregión. El transporte y desarrollo portuario,
así como sus actividades asociadas, también han
sido relacionados con el crecimiento previsto en el
comercio internacional, y con el apoyo a políticas
de expansión del transporte marítimo de corta
distancia. Los puertos del Mar del Norte dominan
este sector, pero se prevé que el Mediterráneo y,
en menor medida el Atlántico, podrían jugar un
papel de mayor importancia como puerta de
entrada a Europa. Nuevas rutas a través del Ártico
podrían presentar nuevas oportunidades de
desarrollo
portuario,
en
zonas
más
septentrionales. El turismo costero y marítimo es
otro de los sectores significativos en la economía y
el desarrollo potencial de la mayoría de las
regiones. Los mares europeos son un destino
turístico muy atractivo, y son elegidos por más del
60% del turismo europeo. Este valor se refleja
sobre todo en la economía de las regiones
costeras donde más de 2 millones de empleos
están relacionados directamente con el sector del
turismo costero, representando el 1,1% del
empleo total de la UE. El 51% de la capacidad
hotelera en Europa se encuentra en las regiones
costeras, mientras que el turismo de cruceros
supone 150.000 empleos. Con un crecimiento
anual del 10%, el turismo costero continúa
teniendo un gran potencial de desarrollo. El
turismo costero y marítimo también se enfrentan
a grandes desafíos, como la fragmentación que
debilita la cohesión entre las regiones costeras de
la UE, la estacionalidad, el déficit de
infraestructura, la falta de diversificación e
innovación del producto en cuestión, la
estacionalidad en el empleo combinada con la alta
concentración de personal no cualificado, la
creciente demanda en el mercado del turismo
internacional de servicios turísticos de alto nivel, y
la presión de la creciente competencia
internacional.
Castellano
Las interacciones tierra-mar están implícitas en
todos los aspectos relacionados con la energía, y
el cableado o la conducción. La industria del
petróleo y gas en alta mar en particular, ha sido
una importante fuente de empleo directo e
indirecto, ha generado crecimiento económico y
demográfico, y la formación de agrupaciones
industriales en algunas zonas costeras, sobre todo
en la región del Mar del Norte (Mapa 3). Esto se
refleja en la intensidad de uso por la región, como
se muestra en el mapa tipológico de interacciones
tierra-mar. Los primeros beneficios similares son
ahora evidentes en relación a la energía azul. En la
actualidad, la energía eólica marina es el sector de
la energía azul más prominente, aunque con
diferentes potenciales según las distintas áreas
marítimas. En 2011 representó el 10% de la
capacidad instalada, generando 35.000 puestos de
trabajo directo e indirecto en Europa. En términos
geográficos, la capacidad de energía eólica marina
instalada está básicamente concentrada en el Mar
del Norte, con instalaciones satélites en el Mar de
Irlanda y el Mar Báltico. En cualquier otro lugar de
Europa, las instalaciones de energía eólica en alta
mar son más bien bajas. Algunos territorios
también
presentan
potencial
energético
maremotriz, el más elevado se encuentra en zonas
costeras del oeste, seguido por áreas abiertas de
Mar del Norte y el Mediterráneo oriental (su
importancia económica según el territorio se
puede ver en el Mapa 3). Las zonas marítimas
cerradas tienen limitado este potencial.
Las interacciones tierra-mar no están únicamente
relacionadas con el desarrollo económico regional.
Las actividades tierra-mar también generan
impactos significativos sobre el medio marino. Las
zonas costeras que realizan una explotación
extensiva del suelo, experimentan grandes
presiones ambientales sobre el medio marino, a
la vez que las actividades económicas del interior
pueden afectar a los ecosistemas marinos, a
través de las vías navegables interiores que fluyen
hacia el mar. El Mar del Norte es un ejemplo de
cómo un alto rendimiento económico de los
principales centros portuarios europeos influyen
en el ecosistema marino (de color morado oscuro
en el mapa). Puertos nacionales e internacionales
con alta intensidad de flujo comercial o turístico,
como es el caso de Portugal y Grecia, también
generan altas presiones ambientales. El estrés
urbanístico puede llegar a ser particularmente alto
a lo largo de la franja costera, debido a actividades
turísticas y de ocio, especialmente en las costas
del Mediterráneo, donde ejercen presiones
significativas sobre su paisaje y medio ambiente.
También se recalcan las consecuencias
ambientales y humanas por el aumento del riesgo
de accidentes asociados a la creciente utilización
del mar en el Ártico, el Atlántico y el mar Báltico, y
la necesidad de establecer mecanismos de
planificación de emergencia apropiados para cada
lugar.
Tendencia macro-regionales en relación a las interacciones tierra-mar
En cada mar europeo se combinan diferentes
tendencias y oportunidades para el crecimiento
azul. Incluso a lo largo de la macro-región del sur,
que en su mayoría está relacionada con el Mar
Mediterráneo, varía la naturaleza de las
interacciones tierra-mar. Se puede distinguir a
simple vista entre la zona occidental del
Mediterráneo, más desarrollada, y la parte
oriental. La primera, dónde encontramos varios
nodos de intensa actividad marítima centrados al
rededor del Mediterráneo incluyendo a Barcelona,
Marsella y Nápoles, presentan mejores datos de
PIB, densidad poblacional, o un mayor
emprendimiento relacionado con actividades
económicas marítimas.
También existen variaciones entre las regiones
metropolitanas del Mediterráneo y las islas. Las
regiones
urbanas
prósperas
con
alta
concentración del sector terciario, generan flujos
marítimos mayores, más diversos y de mayor
Castellano
valor. Buenos ejemplos de esto son Lisboa,
Génova, Roma (Civitavechhia), y Atenas (Piraeus).
Esta diferenciación puede influenciar, y hasta
determinar, la actividad marítima de las áreas
costeras. Por ejemplo, la actividad marítima en
Piraeus se centra en el transporte o en conexiones
comerciales con otras regiones urbanas, mientras
que en la economía de las zonas insulares
abundan más sectores tradicionales como la pesca
o el turismo.
El informe Crecimiento Azul ha identificado al
transporte marítimo de corta distancia, la red de
oleoductos y gaseoductos, el turismo costero y de
crucero, el desarrollo portuario, la acuicultura y la
pesca, como los sectores económicos más
importantes de la cuenca mediterránea.
El transporte marítimo de corta distancia, en
particular, juega un papel vital en el movimiento
internacional de bienes y pasajeros dentro del
Mediterráneo, un papel cada vez más reconocido
y comprendido por la Unión Europea. El Mar
Mediterráneo tiene uno de los mayores ratios de
envíos y transporte marítimos de corta distancia
(en el Mediterráneo en 2006 fue de 560 millones
de toneladas y ascendió hasta 570 millones de
toneladas en 2010).
Lo países a lo largo del Mar Mediterráneo que más
duramente han sufrido la crisis, están entre los
más turísticos de la UE, con un gran crecimiento
de su potencial turístico costero. Entre ellos se
encuentra la industria de los cruceros, un
importante recurso económico para los puertos
europeos, que pone de relieve la importancia
cultural e histórica de los destinos portuarios, y
del turismo cultural y gastronómico de las islas y
zonas costeras.
La Energía Azul en el Mar Mediterráneo se refiere
básicamente a su papel como zona de tránsito de
conductos de gas y petróleo, que conecta el
suministro proveniente del norte de África y la
demanda de Europa. Nuevas conducciones se
encuentran en construcción o en proyecto, con el
objetivo de incrementar la diversificación del
suministro a Europa.
Las reservas offshore de gas y petróleo, se
encuentran ubicadas a lo largo de la costa
Adriática de Italia y en el Mar Egeo de Grecia, pero
el área de mayor importancia se encuentra en
Túnez y Libia. Una de las oportunidades más
importantes para el Mediterráneo, consiste en
convertirse en la puerta de entrada para la
importación de combustibles fósiles procedentes
de fuentes de abastecimiento relativamente
cercanas; su papel en la construcción de las
relaciones energéticas con los países del norte de
África se debe considerar, por ejemplo, a través
del desarrollo de infraestructura (conductos y
terminales) y las políticas de gobierno, con el fin
de reducir los riesgos de la excesiva dependencia
de una sola fuente. Hay relativamente poca
actividad de las energías renovables marinas en el
Mediterráneo, en parte debido a la escasez de
recursos, dado que es un mar cerrado (por lo que
se limita el tamaño de las olas, mareas y
corrientes) y por los vientos generalmente de baja
velocidad. Sin embargo, hay algunas áreas en el
Mediterráneo occidental, que tienen un buen
potencial para generar energía maremotriz. Por
último, el desarrollo de los recursos energéticos
en el Mediterráneo esta generalmente limitado,
por la falta de acuerdos sobre las Zonas
Económicas Exclusivas (ZEE).
Se generaron dos escenarios diferentes del para el
desarrollo futuro de las regiones marítimas,
basados en los temas identificados en el proyecto
ET2050 de ESPON, y en la estrategia de
crecimiento azul. El primero hace referencia a una
Europa de Flujos, y visualiza un futuro conectado a
un crecimiento económico sostenido, global e
independiente, asumiendo un modelo 'business as
usual', aunque el camino a la recuperación es
todavía discutible. Bajo este primer escenario, la
globalización es un importante motor para las
conexiones marítimas y continentales europeas. El
flujo de bienes y personas se maximiza y existe un
creciente uso de los mares. Se enfatiza en el
desarrollo de corredores de transporte de larga
distancia, que unan los centros europeos de
Castellano
producción y consumo con los países vecinos y el
resto del mundo. El núcleo europeo sigue siendo
dominante. El crecimiento más importante de los
servicios de logística se desarrollará en torno a los
puntos de transbordo clave. La planificación y
regulación se vuelve cada vez más flexibles, y los
costes ambientales son aceptados como precio a
pagar, para que Europa mantenga su posición en
una economía mundial cada vez más competitiva.
Se prevén oportunidades de expansión en
regiones marítimas menos desarrolladas, ya que
se
necesitan
zonas
portuarias
menos
congestionadas. Puertos más pequeños enfocados
al servicio del comercio marítimo de corta
distancia, y de los mercados nacionales y
regionales, sujetos a las conexiones apropiadas y
ya existentes hacia el interior, podrían surgir
incluso en la cuenca del Mediterráneo oriental.
Con el tiempo y sin la planificación adecuada, la
intensificación de los riesgos ambientales
alrededor de las zonas portuarias clave, también
es probable que aumenten (Mapa 4). Junto con
los impactos por el desarrollo portuario, el
crecimiento de la red de oleoductos y el desarrollo
de energía en alta mar, así como la infraestructura
asociada a tierra también tendrán un impacto
sobre el medio marino.
Además, también existe un grave riesgo de dañar
los fondos marinos y los hábitats costeros, con el
aumento de competencia entre usos tradiciones y
nuevos usos por el espacio marino y terrestre. El
desarrollo socio-económico, que puede generar
beneficios ambientales como el ecoturismo,
también es susceptible de advertencias; por
ejemplo, cada visitante puede tener un
importante impacto negativo en el medio
ambiente marino (basura, pisotear, etc.) a nivel
local. Las islas del Mediterráneo ya ejercen una
presión ambiental media sobre los ecosistemas
marinos, especialmente durante las temporadas
altas de turismo, lo
que aumentará
significativamente, sin una adecuada estrategia de
planificación.
Mapa 4: Presiones Ambientales en las regiones
marinas y costeras de Europa (en términos de incidencia
de las especies invasoras, insumos orgánicos y un conjunto de
datos adicionales establecidos sobre aportes de nutrientes por
fertilizantes)
El segundo escenario visualiza una 'Europa de
Regiones Marítimas autosuficientes' con un futuro
de crecimiento bajo e incluso negativo, pero
donde las regiones europeas poco a poco darán
forma a su futuro en torno a sus fortalezas
endógenas, centrándose en asegurar su
autosuficiencia y la sostenibilidad a largo plazo.
Este escenario implica un cambio de paradigma en
la formulación de políticas para estrategias de
desarrollo tierra-mar, en base a un enfoque local y
a través de estrategias de pensamientos y
prácticas integradoras. La riqueza en recursos
naturales del medio ambiente marino se
redescubre como factor clave del atractivo local
para las ciudades costeras, que pueden ofrecer
nuevas oportunidades de empleo, centrando la
inversión en los sectores del 'Crecimiento Azul'. La
cooperación/diferenciación/especialización
Castellano
inteligentes de puertos/pueblos y ciudades
costeras dentro de las cuencas marítimas
regionales, son factores claves de desarrollo en
contraste con la conectividad física (en oposición a
la digital) con el resto del mundo. Aumentando la
atención sobre el uso sostenible de recursos
marinos para cubrir la necesidad de recursos local,
por ejemplo, acuicultura a pequeña escala, pesca,
etc. Hay evidencias de un decrecimiento en el
daño medioambiental, asociado con la reducción
el tráfico marítimo a larga distancia en algunas
áreas. Junto con la introducción de normas
ambientales más estrictas sobre los flujos
(contaminación, transporte) de las zonas del
interior y áreas fuera de la UE, el medio marino
está menos presionado.
El desarrollo endógeno y el empoderamiento de
las organizaciones de abajo hacia arriba
promueven una mayor autosuficiencia local. Un
patrón emerge, donde las comunidades regionales
marítimas exploran las potencialidades, y
oportunidades locales tratan de capturar más
recursos marinos locales para el bienestar de las
comunidades locales, creando así una Europa
marítima más diversa y diferenciada, pero
también más equilibrada. Según esta visión del
futuro de las regiones marítimas, la cooperación y
gobernanza marítima es requisito previo.
La cuenca mediterránea se enfrenta a conflictos
relativos a la utilización del espacio, riesgos que
afectan a la seguridad marítima, el agotamiento
de los recursos, la degradación del medio
ambiente y los efectos perjudiciales del cambio
climático. La solución de estos problemas reside
en mejorar la gobernanza de los asuntos
marítimos en todas las escalas espaciales, desde la
mundial/de barrios/transregional/regional hasta
local. También se necesita cooperación
transnacional a través de las cuencas marítimas.
Los programas de cooperación transnacional
europea, junto a las estrategias macro-regionales,
proveen grandes oportunidades a las regiones
europeas que comparten fronteras marítimas para
capitalizar su potencial azul. La ya existente
Estrategia de la Unión Europea para la región del
Adriático y Jónica es importante para el
Crecimiento Azul en las respectivas regiones. Aun
así, hay mucho que hacer para integrar esfuerzos
más efectivos en la Europa macreoregional,
nacional o regional. La gobernanza marítima a
escala de la UE se ha ido desarrollando desde el
2007. La Política Marítima Integrada ha adoptado
una serie de herramientas para promover la
gobernabilidad marítima, como por ejemplo la
promoción de prioridades comunes para la
Ordenación del Espacio Marítimo (OEM), que
conduce a una mejor utilización del espacio
marino, la aprobación de la Gestión Integrada de
Zonas Costeras (GIZC) para el desarrollo
equilibrado y sostenible de las costas e islas, y una
serie de esfuerzos de investigación integrados
algunos de los cuales están específicamente
relacionados con la cuenca del Mediterráneo. Por
ejemplo, el proyecto para el sistema integrado de
vigilancia marítima, dónde las autoridades
nacionales de seis Estados Miembros costeros
cooperan y comparten información para la
supervisión y vigilancia marítima o para la
investigación.
Consideraciones por una gobernanza multiescalar para una interacción tierra-mar
sostenible
La coordinación de la planificación "a ambos lados
de la división litoral" es una necesidad que se
repite con frecuencia. Sin embargo, la experiencia
en planificación espacial coordinada es escasa,
más aún en los espacios marinos. Por lo general y
con frecuencia la ordenación territorial, GIZC y
Planificación Espacial Marina (PEM) permanecen
desarticulados y sin coordinación incluso a nivel
nacional, por no hablar a escala local.
Castellano
Por primera vez, la directiva PEM establece con
claridad la necesidad de tener en cuenta las
interacciones tierra-mar. La coordinación de la
gestión terrestre y costera, y los procesos de
ordenación marítima son requisito previo para
una interacción tierra-mar sostenible. A pesar de
que se están haciendo muchos esfuerzos para
mejorar la comprensión de los recursos marinos y
su valor (por ejemplo, a nivel de la UE a través del
Atlas Europeo de los Mares y de los Informes de
Crecimiento Azul de la DG Mare), todavía queda
mucho por hacer para integrar los esfuerzos de
manera más eficaz, y reforzar el desarrollo de la
planificación del espacio marítimo a nivel
nacional,
y
en
estrategias
macroregionales/regionales o locales de cuencas
costeras. El proyecto ESaTDOR ha revelado una
amplia experimentación con mecanismos de
gobernanza transnacionales en las regiones
marítimas, pero es evidente que para todos los
mares europeos, la gestión integrada tanto a
través de las fronteras nacionales, como la
división tierra-mar podría ser fortalecida.
Los regímenes PEM generalmente desarrollados a
nivel nacional, son evidentes en los Estados
costeros que han acordado en gran medida las
ZEE. Esto es un fuerte argumento a favor de las
ZEE, aunque en el Mediterráneo oriental y en
particular en el Mar Egeo, no es tan sencillo.
Se ha puesto un mayor esfuerzo en la explotación
de los recursos marítimos junto a las zonas
costeras, donde existe la necesidad de reconocer
el carácter multi-escalar de la planificación
integrada tierra-mar.
La coordinación entre sectores (horizontalmente)
y entre niveles de gobierno (verticalmente) es un
prerrequisito en las disposiciones territoriales.
Cuando se trata del espacio marino la dificultad de
asegurar la coordinación es mucho más difícil, ya
que en la mayoría de las situaciones la
fragmentación del sector es mucho mayor y las
competencias del gobierno no están bien
definidas. Por lo tanto, las autoridades de
planificación públicas a todos los niveles deben
conocer mejor los puntos de vista de todas las
partes interesadas y apreciar su contribución
potencial a los objetivos de planificación marítima.
La mejora de capacidades en el Mediterráneo
junto con la mejora de los procesos de
participación pública, especialmente a nivel local y
regional, podría ser esencial para la aplicación
efectiva de políticas, y la mejora de los
procedimientos de toma de decisiones. Estas
capacidades podrían proporcionar a las personas
visión y experiencia para el continuo desarrollo
tierra-mar.
El Proyecto ESPON ON THE ROAD es una Red de Actividades Transnacionales, con diecinueve puntos de contacto ESPON, financiado por
el programa ESPON 2013 con el objetivo de acercar los resultados de la investigación aplicada en el desarrollo territorial europeo más
aproximado a la toma de decisiones.
El programa ESPON 2013 está cofinanciado en parte financiado por el Fondo Europeo de Regional Europeo, los Estados Miembro de la
UE y los Estados Asociados Islandia Liechtenstein, Noruega y Suiza. Este programa apoyará el desarrollo de políticas en relación con el
objetivo de la cohesión territorial y el desarrollo armonioso del territorio europeo.
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