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ORACIÓN
MENSAJE 20170401
¿Quién subirá al monte de Jehová?
Lectura Salmos 24:3-6 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4El limpio de
manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5Él recibirá
bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación. 6Tal es la generación de los que le buscan, De los que
buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
Aprender Hebreos 10:22 “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los
corazones de mala conciencia….
Todo cristiano que anhela, y desea tener una vida en comunión con el Señor, debe atender y obedecer lo que
Dios demanda en su palabra para poder subir a su monte santo y para poder estar delante de él en oración.
¿Quien subirá al monte de Jehová y quién estará en su lugar santo? Salmos 24:3¿Quién subirá al monte
de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
Subir al Monte es simbolismo de oración. Estar en el lugar santo es mantener la comunión con el Señor. ¿Quién
subirá al monte de Dios, y quién estará en su lugar santo?
Esta pregunta nos da a entender que los que suben al monte de Jehová y los que están en su lugar santo son
personas escogidas que reúnen los requisitos para poder estar allí; pero nadie puede subir ni estar en su lugar
santo, si primero no ha tenido un arrepentimiento de todo corazón y confiesa todos sus pecados y se vuelve a
Dios para que la sangre de Jesús lo limpie y lo purifique; porque es solamente a través de la sangre de
Jesucristo que podemos obtener el perdón de nuestros pecados, y es por medio de ésa sangre preciosa que
podemos entrar con libertad al lugar santísimo, y podemos orar delante de él. Como deben ser los que
suben a orar. Salmos 24:4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas
vanas, Ni jurado con engaño.
La sangre de Cristo viene a nuestra vida, después de que hayamos tenido un arrepentimiento sincero, hayamos
confesado delante de Dios nuestros pecados e iniquidades, y nos hayamos convertido de nuestros malos
caminos.
Por la sangre de Jesús somos limpios de manos. Por la sangre de Jesús somos puro de corazón.
Cuando el Señor nos perdona, y también cuando nosotros perdonamos a los que nos han hecho mal, y no
guardamos nada en nuestro corazón contra nadie, entonces podemos subir al monte de Jehová, y podemos
estar en su lugar santo; podemos subir con libertad a la oración y presentarnos delante de Dios.
El que no ha elevado su alma a cosas vanas, ése subirá al monte y estará en su lugar santo. No anda
pensando en cosas que no edifican, no anda perdiendo su tiempo en cosas que no lo llevarán a ninguna parte.
El que no ha jurado con engaño, ése subirá al monte y estará en su lugar santo. Nadie que ande engañando
y con mentira podrá decir que está en la presencia de Dios.
Los que oran reciben bendición y justicia Salmos 24:5 Él recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios
de salvación.
Los que suben al monte de Jehová en oración, y los que están en su lugar santo, ésos que mantienen la
comunión con el Señor, ellos recibirán la bendición de Dios, y también recibirán justicia del Dios de salvación.
Cuando los que suben al monte y los que están en su lugar santo tengan situaciones adversas en su vida, o
se hallen en diversas pruebas, el Señor los visitará, los sanará, y hará el milagro en sus vida y en sus familias.
Cuando son atacados o perseguidos, el Señor los defenderá, peleará por ellos y les hará justicia.
Es una promesa para los que cuidan de ser limpios de manos y puros de corazón, y mantienen su vida de
oración.
Lo que sucede a los que buscan a Dios en oración. Salmos 24:6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
El que busca a Dios en oración, recibe la bendición y la justicia de Dios, y no, solamente él, sino que también
su generación y todos los que los que le rodean serán bendecidos.
Cuando usted ora como Dios manda en su palabra, limpiando su vida y purificando su corazón, no elevando
su alma a cosas vanas ni jurando con engaño, entonces usted está trayendo la gloria de Dios sobre usted y
sobre los suyos.
Hebreos 10:19-22 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo
un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
ORACIÓN
VISION 20170330
Acercarse a Dios en Oración.
La oración es esencial en la vida de todo creyente. El creyente que no ora se apaga, cae en tentación
fácilmente, se desvía del camino. Es débil en la fe. El cristiano que ni tiene una vida de oración, fácilmente
negará al Señor, con sus actitudes, conducta, y fácilmente se apartará del camino de Dios. El cristiano que no
ora se seca espiritualmente, y está en decadencia espiritual. La oración te mantiene en ese temor reverente
por obedecer al Señor y a su palabra; la oración te motiva a vivir para Dios, y hacer las cosas que le agradan
a él. Cuando vamos a orar, no podemos obviar que debemos perdonar si tenemos algo contra alguno. Cuando
vayamos delante de nuestro Dios en oración debemos tener presente que hay que acercarse con corazones
sinceros, y también purificados los corazones de toda mala conciencia.
Acercarse a Dios en oración. Santiago 4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad
las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Cuando nos acercamos a Dios en oración, hay una promesa: él se acercará a nosotros. Acercarse a Dios, es
un mandato y también un beneficio de todo creyente. Somos bendecidos cuando determinamos tener ésa
cercanía con el Señor.
Limpiad las manos. Para acercarse a Dios es necesario que haya limpieza de manos, que andemos en
honestidad y en el temor de Dios. No se puede llegar ante Dios si se vive en la práctica del pecado. Si se está
en la condición de pecado, entonces hay que confesar y tener un arrepentimiento sincero, pidiendo el perdón
de los pecados cometidos, y apartarse para vivir para Dios, y entonces podremos disfrutar de la comunión con
Dios, podemos acercarnos a él y él se acercará a nosotros.
Los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. El doble ánimo es una debilidad de carácter; los que
tienen doble ánimo, no perseveran, no tienen disciplina en su vida; y siempre andarán fluctuando en todos sus
caminos; no se deciden, titubean; no tiene seriedad en lo que hace. Y por eso se le dice al de doble ánimo que
purifique su corazón, de malas actitudes, del mal carácter, de las malas intenciones, del pecado, de la mala
conciencia. Para acercarnos al Señor, se nos demanda tener carácter y un corazón puro, y esto será efectivo
solo por la sangre de Jesucristo que nos limpia de todo pecado, y purifica nuestro corazón. Acercaos a Dios, y
él se acercará a vosotros.
Orar en todo lugar. 1 Timoteo 2:8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos
santas, sin ira ni contienda.
Una y otra vez el Señor nos habla acerca de nuestro carácter, parece que es la parte vulnerable de muchos
creyentes; él quiere que oremos, y nos enseña cómo debemos orar para que nuestra oración sea eficaz; y por
eso nos dice que lo hagamos sin ira y sin contienda, no podemos dar rienda suelta al mal carácter, si queremos
orar a nuestro Padre celestial.
Oren en todo lugar. Dios nos manda a orar en todo lugar, en la casa, en la calle, donde quiera que estemos,
ahí debemos orar, hablar con Dios.
Levantando manos santas. Una condición es que ore en todo lugar, pero cuando levantamos las manos,
deben ser manos santas, sin ira ni contienda. Cuando hacemos nuestras oraciones habrá momentos en que
se levantan las manos, en señal de rendición, de que dependemos de él, y también de que nos entregamos
totalmente al Señor. Levantar las manos es demandar esa respuesta urgente a nuestra necesidad; pero no
puedo levantar manos delante de Dios, si mi corazón está lleno de ira, o si está lleno de contienda, con
problemas de división, de discordia. Hay que arreglar el corazón, y ponerse a cuentas con el Señor, y pedir
perdón; entonces la sangre de Jesucristo nos limpia, y la ira ni la contienda tendrán lugar en nuestras vidas.
Manos caídas y rodillas paralizadas. Hay quienes han descuidado la oración, y no mantienen comunión con
el Señor; su vida está apagada seca y vacía. A este estado espiritual se le describe como manos caídas y
rodillas paralizadas. Hebreos 12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
Si eres uno de los que han menguado en la oración, de los que se han rendido, este es el tiempo de que te
levantes de ese estado espiritual, y vuelvas a acerarte a Dios, y él se acercará a ti; es tiempo de que vuelvas
a levantar manos santas sin ira ni contienda; es tiempo de que ores en todo lugar.
Es el tiempo de volver a la oración y humillación delante del Señor.