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Por qué Triodos Bank no financia energía nuclear La energía nuclear vuelve a estar en la agenda política y la opini ón pública. A pesar de sus emisiones relativamente bajas de carbono, continúa siendo una tecnología intrínsecamente peligrosa, que aún tiene que resolver la cuestión sobre cómo deshacerse de forma segura de los residuos que genera. Debido a estas preocupaciones medioambientales y de seguridad, Triodos Bank no invierte en compañías relacionadas con la industria nuclear. Por el contrario, dedic a toda su atención a las medidas de eficiencia energética y a las tecnologías que funcionan con energía renovable como alternativa para disminuir el uso de combustibles f ósiles y de la energía nuclear. Triodos Bank se ha comprometido a profundizar, cambiar positivamente y ayudar a construir tendencias sostenibles para el uso de la energía. reservas de petróleo y de gas disminuyen a mayor ritmo, ya que las nuevas potencias mundiales como China e India están incrementando sus demandas en reservas de energía mundiales. Rusia ha emergido como un importante protagonista en el suministro de las necesidades energéticas en la región euroasiática. Como respuesta, los países occidentales sienten la necesidad de reducir su dependencia energética. De nuevo la energía nuclear se presenta como alternativa clave. Introducción Actualmente la energía nuclear se utiliza de forma global, ofreciendo la producción de energía con bajas emisiones. Recientemente ha atraído un renovado interés porque reduce la dependencia del petróleo, pero no sin presentar inconvenientes medioambientales, suscitar preocupación por su sostenibilidad entre políticos, ONG y gobernantes. La energía nuclear genera electricidad a partir de uranio. Durante el proceso de producción, el uranio enriquecido es sometido a un proceso controlado de fisión nuclear. Este proceso genera el calor que se utiliza para producir el vapor que hace funcionar las turbinas para generar electricidad. En este documento, Triodos Bank evalúa los pros y los contras de la energía nuclear y detalla su posición respecto a este asunto. Para adoptar esta decisión, el banco toma como punto de referencia la sostenibilidad de la energía nuclear. Se excluyen otros elementos del debate, como la viabilidad comercial de la industria frente a las ayudas estatales, las estimaciones de evolución del precio de la electricidad, la generación de electricidad central frente a la descentralizada, o el desarrollo de la fusión nuclear y las aplicaciones médicas de la ciencia nuclear. Aunque éstas son cuestiones importantes, no son directamente relevantes para la energía nuclear como fuente sostenible de electricidad comercial. La energía nuclear es una importante fuente de electricidad. Supone el 16% de la generación de electricidad en todo el mundo. Actualmente funcionan 440 centrales de energía nuclear en 31 países y se están construyendo otras 28 nuevas centrales. Existen también más reactores de investigación nuclear y algunos barcos y submarinos 1 propulsados por reactores nucleares . Tras el desarrollo de la bomba atómica durante la II Guerra Mundial, la energía nuclear ha sido considerada ampliamente como el futuro del suministro energético. No obstante, las investigaciones sobre los efectos perjudiciales de la radiación, así como varios accidentes ocurridos en centrales de energía nuclear, han hecho que cambie la opinión pública y las perspectivas de la energía nuclear. En Europa, muchos países parec ían encontrarse en una carrera para la retirada de la energía nuclear a finales del pasado siglo . La contaminación y los residuos nucleares La radiación emitida por el uranio enriquecido es muy perjudicial para los organismos vivos. Daña la estructura de las células, provoca cáncer , la mortalidad anticipada o reduce las posibilidades 2 reproductivas . Los efectos genéticos de los perjuicios derivados de la contaminación nuclear y, por tanto, los riesgos para la salud humana perduran durante varias generaciones. La contaminación producida por el material radiactivo puede tener causas diversas, como los accidentes en centrales nucleares, los escapes, el vertido de residuos nucleares por las centrales o las 3 plantas de reprocesado y la desmantelación de la vieja maquinaria nuclear sin la debida atención. Una vez que se produce, el material radiactivo puede Pero la energía nuclear vuelve a estar en la agenda política, como tema central de dos debates. El primero concierne al cambio climático. Éste es un problema cada vez mayor, ya que las emisiones de CO 2 aumentan como resultado de las actividades humanas, y la energía nuclear es promovida como una solución que genera bajas emisiones en el proceso de producción de electricidad. El se gundo de bate ve rsa sobre la se gurida d e ne rgé tica. Las 2 Holm L.E. en Journal of Environmental Radioactivity 2004; 72(12):57-63. 3 Las plantas de Sellafield (RU) y La Hague (Francia) son conocidos por la controversia que causan y por ser a menudo objetivo de ONG com o Greenp eace . 1 Existen unos 280 reactores de investigación nuclear en 56 países , y unos 220 reactores que propulsan barcos y subm arinos (www.world-nuclear.org). 1 expandirse en áreas muy amplias, contaminar el agua, la vegetación y los cultivos agrícolas. Puede entrar en la cadena alimentaria de forma que las personas y los animales ingerirían material contaminado, como ocurrió tras el desastre de Chernóbil. Los efectos perjudiciales de un accidente o de un desastre nuclear son potencialmente enormes, ya que el material radiactivo contamina áreas mucho mayores que el emplazamiento de las propias instalaciones de producción o la zona donde se produzca cualquier accidente. otros a menudo envenenados con radiación. Los desechos de los residuos continúan siendo radiactivos durante varios miles de años, incluso habiendo sido enterrados correctamente limitan las futuras actividades en dichos terrenos. Los deshechos radioactivos también contaminan las aguas subterráneas seriamente. En algunos países, en lugar de extracción se recurre a un proceso de “filtración” por el cual se inyectan productos químicos en la tierra para disolver el uranio de forma que pueda ser bombeado. Este proceso tampoco está libre de riesgos de daños medioambientales como la contaminación del suelo y del agua subterránea. Aunque la investigación en tecnología nuclear ha contribuido a la eficiencia y la seguridad de las centrales nucleares, ni siquiera las más modernas están normalmente consideradas 4 como inherentemente seguras . Se calcula que una “cuarta generación” de centrales nucleares, que puedan sobrevivir a una situación crítica sin consecuencias importantes para el mundo exterior , no será operativamente viable hasta después de 5 2030 . Además de los efectos medioambientales, ha surgido también el debate de las reservas de uranio. Naciones Unidas estima que las reservas actuales durarán otros 50 años. Sin embargo, un estudio realizado en 2005 por la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE y por la Agencia Internacional de Energía Atómica afirma que existe mucho más uranio disponible para ser extraído en el futuro. Parece ser que, al menos en los próximos cien años, el suministro de uranio no será un problema. Algunos expertos incluso afirman que, puesto que se están desarrollando técnicas para la reutilización y los reactores reproductores podrían llegar a ser comercialmente viables, las reservas durarán más de mil años. Además de la preocupación por la seguridad, hay que contar también con la cuestión de los residuos nucleares. Los residuos radiactivos procedentes de las centrales nucleares deben ser todavía almacenados de forma temporal en instalaciones seguras, a la espera de una solución definitiva. Se han logrado avances, incluyendo la aceleraci ón del proceso de descomposición natural y la reducción del período de tiempo durante el cual los residuos radiactivos son perjudiciales. También se están realizando investigaciones para el almacenamiento bajo tierra en estratos estables. Pero todavía no se ha encontrado una solución sostenible para el almacenamiento seguro de los residuos nucleares. Mientras esta cuestión no se resuelva, la producción de energía nuclear genera una reserva de material altamente radiactivo que continúa presentando un serio peligro para la sociedad, debido a los riesgos de esca pes o el uso intencionado por terroristas, por ejemplo. Incluso aunque las técnicas de transmutación efectiva ya se encuentren disponibles, los residuos nucleares continuarán siendo radiactivos y, por tanto, peligrosos durante varios centenares de 6 años . Cambio climático Un aspecto positivo de la energía nuclear es su relativamente pequeña huella de carbono. Aunque existe un debate sobre los datos exactos de emisión en el ciclo completo de vida, los expertos están de acuerdo en que las emisiones de CO 2 de la energía nuclear son menores que las producidas por las centrales que funcionan con gas o carbón. No obstante, los datos exactos son objeto del actual debate. En diferentes estudios, las emisiones de la producción de energía nuclear varían desde un porcentaje bajo hasta el veinte o treinta por 7 ciento de las emisiones de las centrales de g as . Los cálculos dependen del tipo de central que se compare y de la forma exacta de calcular la producción en cadena de energía nuclear. Extracción de uranio y residuos A pesar de las ventajas de las bajas emisiones, la contribución de la energía nuclear a la reducción del cambio climático es solo limitada. El porcentaje de la energía nuclear respecto a la producción total mundial de electricidad es de aproximadamente el 16%, pero de la energía total utilizada representa 8 sólo un 6,4% . Aunque se prevé la construcci ón de cierto número de centrales nucleares en todo el La extracción de la materia prima, el uranio, también es causa de preocupación. Conlleva los problemas asociados a la industria minera convencional, incluyendo las excavaciones generalizadas y el considerable impacto que suponen para el medio ambiente y las poblaciones locales. Los trabajadores están expuestos a gases radón, ácido sulfúrico y 7 Comparing Greenhouse-Gas Emissions and Abatement Costs of Nuclear and Alternative Energy Options from a Life-Cycle Perspective; Öko-Institute, 1997 and Het nucleaire landschap; Slingerland, Stephan & Olivier Bello, Marc Davidson, Kirsten van Loo, Frans Rooijers & Maartje Sevenster; Den Haag: Rathenau Instituut, 2004. Workingdocument 94. 4 Het nucleaire landschap; Slingerland, Stephan & Olivier Bello, Marc Davidson, Kirsten van Loo, Frans Rooijers & Maartje Sevenster; Den Haag, Rathenau Instituut, 2004. Workingdocument 94. 5 US Department of energy (http://nuclear.energy.gov). 6 Het nucleaire landschap; Slingerland, Stephan & Olivier Bello, Marc Davidson, Kirsten van Loo, Frans Rooijers & Maartje Sevenster; Den Haag, Rathenau Instituut, 2004. Working document 94. 8 D a t o s d e 2004 d e l d o c u m e n t o d e t r a b a j o d e l a Comisión Europea, Sec(2007)12. 2 mundo, la Agencia Internacional de la Energía prevé un descenso del porcentaje de la energía 9 nuclear en la producción global de electricidad . Se espera que esta tendencia se invierta entre 2030 y 2050, c u a n d o l a s c e n t r a l e s d e “cuarta generación” sean comercialmente viables. fiables” que persiguen el acceso a la tecnología nuclear. La amenaza del uso por terroristas de “bombas sucias” continúa siendo una amenaza poco grata. Desde la perspectiva de la sostenibilidad, existe la necesidad de establecer un planteamiento integral para reducir las emisiones de todo s los tipos de energía utilizados, disminuir el consumo energético, incrementar la eficiencia energética y dar un giro hacia energías renovables. Las energías renovables son ya el tercer mayor contribuyente a la producción global de electricidad, al suponer casi el 18%, en 11 comparación con el 16% de la energía nuclear . Los datos sobre el potencial de crecimiento de la energía limpia indican que ésta será una alternativa viable a largo plazo, en sustitución de los combustibles 12 fósiles y de la energía nuclear . No obstante, para un futuro próximo, existe una enorme distancia entre la “normalidad relativa” – con el continuo aumento del consumo de energía y el incremento de las emisiones de CO 2 - y las ambiciosas hipótesis de sostenibilidad que se requieren par a controlar las emisiones globales de CO 2. El principal reto es, conforme nos acercamos al año 2020, realizar cambios significativos hacia una situación en la que las tecnologías renovables respondan a nuestras necesidades. Triodos Bank contribuirá positivamente a este cambio positivo, en lugar de financiar la energía nuclear. Objetivos terroristas Existe la preocupación de que los conocimientos requeridos para producir energía nuclear para fines civiles puedan ser fácilmente utilizados con objetivos militares. El uranio retirado de las armas nucleares se utiliza también en las centrales nucleares y los residuos nucleares pueden ser utilizados por los militares o por organizaciones terroristas. La difusión de la tecnología nuclear a países con regímenes represivos o dictaduras militares podría representar una importante amenaza para la comunidad internacional. Además, la amenaza potencial de terroristas que tengan como objetivo las centrales nucleares, o el uso de residuos nucleares como un “dispositivo de dispersión radiológica” o una “bomba sucia”, ha llegado a ser una preocupación totalmente válida. Los expertos en defensa de Estados Unidos consideran esta “bomba sucia” como un arma oportuna, ya que el material radiactivo residual no siempre está tan bien vigilado 10 como las armas nucleares . El riesgo de que el material nuclear sea utilizado con fines militares o por terroristas subraya la urgente necesidad de la no proliferación. En manos de países “poco fiables”, socios democráticos de la comunidad internacional, las técnicas nucleares se convierten en una seria amenaza para el mundo. Para hacer frente a las difíciles decisiones en relaci ón con el suministro energético y teniendo en cuenta los actuales riesgos de seguridad y medioambientales derivados de la energía nuclear, Triodos Bank h a decidido invertir en soluciones s o s t e n i b l e s , c o m o l a eficiencia energética y las fuentes de energía renovable como la energía eólica, la biomasa, la energía solar y la energía geot érmica. Conclusión La energía nuclear vuelve a estar en la agenda como parte del debate sobre el cambio climático, debido a sus emisiones relativamente bajas de CO 2 y a su potencial para reducir la dependencia energética de Estados y regiones de escasa fiabilidad. Aunque las cifras exactas están sujetas al debate actual, está claro que las emisiones de las centrales de energía nuclear son menores que las producidas por las centrales de carbón o de gas. Como resultado de ello, el banco no invierte en compañías relacionadas con la industria nuclear, incluidas la extracción de uranio, compañías que participen en la construcción de centrales nucleares, compañías que transporten material nuclear, minoristas de la energía nuclear y compañías relacionadas con el tratamiento o el almacenamiento de residuos nucleares . Por otra parte, la actual generación de centrales de energía nuclear no está considerada como intrínsecamente segura y los accidentes potenciales podrían tener consecuencias importantes e irreversibles. Además, la cuestión del almacenamiento de los residuos nucleares no está resuelta, lo cual crea una carga medioambiental para las generaciones futuras y una amenaza cont inua para los ecosistemas. Finalmente, existe el riesgo de proliferación, ya que hay países “poco Triodos Bank N V 11 Datos de 2004 de ‘Renewables in Global Energy Supply’, Agencia Internacional de la Energía, 2007. 12 The Vision Scenario for the European Union, Öko-Institut e.V./International Consulting on Energy (ICE), 2006; Presentación de E. Lysen, Conferencia sobre la política energética y el cambio climático, Greenaccord, Roma, 12 d e m a r z o d e 2007. 9 Véase nota 4: Rathenau Instituut, 2004. U n a “bomba sucia” consiste en residuos procedentes de reactores nucleares envueltos en explosivos convencionales, que tras su detonación liberaría enormes cantidades de partículas radiactivas en el medio ambiente (www.cdi.org). 10 3