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[NATURAL – MENTE] Nuestro “yo” microbiano M ÈTOD E por PAU CARAZO n torno a un kilo y medio «Además de resultar de nuestro peso corporal vital para nuestra salud está constituido por miintestinal, la microbiota crobios. Por cada célula de nuestro cuerpo albergamos al menos una intestinal parece capaz célula microbiana y hay cerca de de comunicarse con 100 trillones de ellas en total. El genoma colectivo de nuestro minuestro cerebro» crobioma, o lo que es lo mismo, la suma del material genético de todos los microbios que viven en el cuerpo humano, es unas 150 veces superior al nuestro propio. Es decir, nuestro cuerpo alberga muchas más «instrucciones» para la vida de los microbios que lo inmune, como directamente, por medio de sustancias pueblan que para la nuestra propia. Sin embargo, desde neuroactivas que incluyen neurotransmisores y metaque en 1683 Van Leeuwenhoek los describiese por pribolitos que actúan directamente sobre el cerebro. En mera vez como «pequeños animáculos» hasta princiratones, por ejemplo, sabemos que provocar una disruppios de los años noventa hemos ignorado casi por comción en el microbioma puede alterar distintas funciones pleto a estos pasajeros sempiternos de nuestros cuerpos. cerebrales, lo que impediría el reconocimiento indiEl advenimiento de las técnicas genéticas de última vidual y causaría ansiedad y comportamientos que se generación está cambiando este panorama. Empezamos asemejan a la depresión y el autismo. Más sorprendente a comprender que la composición de nuestros microaún, muchos de estos efectos desaparecen cuando se bios intestinales (donde se encuentra la mayor parte recoloniza el intestino de estos ratones con ciertas bacdel microbioma) está estrechamente relacionada con terias o conjuntos de bacterias beneficiosas. La frase nuestro sistema inmune. Por ejemplo, investigadores de «pensar con el intestino» está empezando a adquirir un distintas partes del mundo han identificado un conjunto significado radicalmente nuevo. de bacterias, el llamado «conjunto clostridial», vital La historia de esta relación solo tiene sentido a la luz para nuestra salud. Parientes lejanos de Clostridium de la evolución. Llevamos cientos de millones de años difficile, una bacteria que causa fuertes diarreas que coexistiendo con nuestro microbioma, adaptándonos pueden resultar fatales, estos microbios mantienen el los unos a los otros y, juntos, al ambiente en el que intestino libre de infecciones externas e interactúan vivimos. Estudios recientes con los hadza de Tanzania, con nuestro sistema inmune para evitar inflamaciones tribus de cazadores-recolectores que habitan el valle y mantener la barrera intestinal sana. Además, parece del Rift desde hace milenios, indican que su microbiota que nuestro sistema inmune «cultiva» estas bacterias es mucho más diversa que la nuestra. Esta, además, es beneficiosas y, lo que resulta más sorprendente, que capaz de digerir un amplio abanico de alimentos y de ellas controlan nuestro propio sistema inmune para a soportar la presencia casi perpetua de distintos parásu vez «cultivarse» un ecosistema favorable. De hecho, sitos y patógenos intestinales, lo que nos proporciona sospechamos que el uso indiscriminado de antibióticos una idea de la adaptabilidad e importancia de nuestro y una dieta alta en azúcares y grasas puede estar detrás microbioma. La evolución ha ligado nuestros destinos de cambios drásticos en nuestra microbiota intestinal a los de «nuestros» microbios más estrechamente de lo que, en última instancia, provocarían un sistema inmuque jamás habríamos podido imaginar. Su existencia ne excesivamente reactivo y explicarían la alta incidendepende de esta relación íntima con nuestros cuerpos. cia de alergias y enfermedades autoinmunes que azotan También nuestro bienestar, nuestra salud, e incluso las sociedades modernas más desarrolladas. puede que nuestra cordura. Entramos en una nueva y Además de resultar vital para nuestra salud intestinal, excitante era biológica, la de la exploración de nuestro la microbiota intestinal parece capaz de comunicarse «yo» microbiano. con nuestro cerebro. Tanto indirectamente, por medio Pau Carazo. Investigador Ramón y Cajal de la Universitat de València de metabolitos que interaccionan con nuestro sistema e investigador asociado de la Universidad de Oxford. E Núm. 88 MÈTODE 107