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10 alimentos que pueden intoxicarte
La manera de tratar, manipular y cocinar los alimentos
es tan importante como comprobar que cumpla con los
estándares de calidad y cerciorarse de su procedencia…
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Enviado por Salud Y Bienestar, mié, 29 jun 2011 10:21
La intoxicación alimentaria se presenta después de consumir alimentos contaminados con
ciertos tipos de bacterias, parásitos, virus o toxinas. Los más comunes son el estafilococo,
la Escherichia coli (E. coli.) o la Salmonela.
Según el Centro para el Control de Enfermedades y la Prevención de la Intoxicación, unas
200.000 personas entran en contacto con alimentos 'envenenados' todos los días. Pero
Philip Tierno, microbiólogo de la Universidad Medical Center de Nueva York y autor de
'La vida secreta de los gérmenes', cree que la cifra real se acerca a los 800.000. Y en 4 de
cada 5 casos de intoxicación por alimentos, el ataque se produce en casa.
Un estudio realizado por la Unidad de Epidemiología y Medicina Preventiva de la
Universidad de Maryland, en EEUU, revela que muchos de los alimentos que comemos
están infectados. Esta es la lista de los más comunes y lo que podemos hacer para
protegernos de los gérmenes:
Pollo crudo: cuando vayas al supermercado elige las aves con la etiqueta "aire libre". La
posibilidad de propagación de virus en los gallineros es mucho mayor que la de los pollos
de granja, que son una opción potencialmente más segura.
En casa, para ayudar a prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos, coloca
directamente el pollo en un recipiente sin mezclarlo con otros alimentos del refrigerador. Si
has utilizado una tabla de cortar, límpiala (y el cuchillo) con una solución suave de lejía
diluida. En cuanto a su tratamiento térmico, cocinar las pechugas y otros cortes a altas
temperatura. Si es una pieza entera, mide la temperatura en la parte más gruesa del muslo.
Carne picada: compra carne "tratada por irradiación", lo pone en la etiqueta. Según los
expertos es más seguro porque "la cantidad de radiactividad inducida es 200.000 veces más
pequeño que el nivel de radiactividad natural presente en todos los alimentos".
En casa: agrega orégano fresco a tus hamburguesas. Los investigadores de la Universidad
Estatal de Kansas mezclaron una gran variedad de especies con la carne picada para probar
sus propiedades antibacterianas, y resultó que el orégano es un neutralizador del E. coli. La
proporción correcta es por lo menos una cucharada por cada 450 gramos de carne. También
afirman que es igual de importante aplastar la carne para reducir su espesor.
Pavo: los expertos recomienda optar por lo orgánico. En la mayoría de los casos someten a
los pavos a diferentes procesos industriales e incluso se les suministra antibióticos, una
práctica que puede haber alentado el resurgimiento de bacterias resistentes. Al llegar a la
caja, insiste en que el pavo vaya en su propia bolsa de plástico y coloca toda la carne junta
y separada del resto de alimentos para no contaminarlos con el jugo y la grasa.
En casa: retira cualquier plato o recipiente que haya estado en contacto con la carne cruda,
cocinarla a alta temperatura y si se cae el jugo de la bandeja límpialo con papel de cocina,
no utilices esponjas o similares ya que es el elemento más peligroso de la casa debido a que
los microorganismos pueden potencialmente vivir en él.
Ostras: el poder de las ostras como afrodisíaco es exagerado, pero su capacidad para
provocar diarreas no. Entérate de dónde compra el chef más reconocido de tu ciudad
(tienen que proteger su negocio y su reputación, así que no se la juegan).
En casa, muy simple: come solamente las ostras bien cocidas. Si quieres sorber, hazlo solo
después de leer y seguir los consejos de la etiqueta.
Huevos: la pasteurización ha reducido la tasa de contaminación por Salmonella en los
huevos a solo uno de cada 20.000. Pero aún deja a más de 2 millones de huevos peligrosos
en circulación cada año. A menudo, los platos preparados en los restaurantes son de una
mezcla de huevos, lo que aumenta el riesgo.
En el supermercado: busca la palabra "pasteurizado" en los cartones y mira la fecha de
vencimiento. A continuación, retira cada huevo y busca las grietas, los gérmenes pueden
entrar después de la pasteurización.
En casa: consérvalos en su cartón , en la parte más fría de la nevera (por lo general la parte
posterior del estante inferior). Después de manipularlos, lávate las manos.
[Relacionado: Caducidad de los alimentos]
Melón: las abolladuras o contusiones en la fruta pueden proporcionar una ruta a los
patógenos, y el melón pre-cortado no es muy seguro.
En casa: frota la fruta con un poco de lavavajillas líquido suave durante 15 o 30 segundos
con agua corriente, y asegúrate de comprar un cepillo de limpieza de los que se utilizan
exclusivamente para limpiar frutas y verduras, de lo contrario, podría convertirse en
contaminación cruzada.
Melocotón: la fruta es rociada con pesticidas en las semanas antes de la cosecha para
asegurar la piel libre de imperfecciones. Llena tu cesta con los melocotones que lleven la
palabra "orgánico" en su etiqueta. Aunque también contienen algunos residuos de
plaguicidas, pero en cantidades minúsculas.
En casa: lava la fruta con un cepillo exfoliante y un poco de detergente para lavavajillas
suave para retirar la capa de cera natural que mantiene los pesticidas. Esto puede eliminar
más de la mitad de los residuos.
Lechuga: comprar bolsas envasadas que ya vienen lavadas no significa que estén libres de
agentes patógenos. Enjuaga los vegetales de hojas verdes bajo el chorro de agua. Y cuidado
con la contaminación cruzada; nada de poner la ensalada en el colador donde has lavado el
pollo ni secarte las manos en el trapo que has usado para limpiar el jugo de las aves de
corral.
Embutidos: la máquina de cortar fiambres es la fuente más probable de contaminación. Sin
una limpieza regular, la hoja puede transferir bacterias de la carne. Pide al charcutero que
limpie la máquina antes de cortar, y evita los restaurantes en los que la carne se prepara en
tornos.
En casa: la prueba del olfato es infalible, si huele raro, ¡a la basura! Si vas a comer un
sándwich añade mostaza, mata el 90 por ciento de tres potentes patógenos Listeria, E. coli,
E., y Salmonella.
Cebolletas: juegan un pequeño papel en la mayoría de los platos, pero causaron una
epidemia masiva de hepatitis A en 2003. Compra los refrigerados, la temperatura ambiente
pueden desencadenar una explosión de bacterias.
En casa: abre el grifo a máxima potencia para 'reventar' la suciedad visible. Mientras
aclaras, quita las hojas exteriores para exponer los microorganismos persistentes y recuerda
que la cocción es solo una solución parcia