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BRASIERES Y CANCER MAMARIO
Por: Nguyen Phawk Yu, M.D.
Durante años, una gran cantidad de artículos en referencia a
las causas del cáncer mamario apuntan hacia una dieta poco
saludable y a la falta de ejercicio como las causas principales de esta
enfermedad, que ha sido el principal asesino de mujeres durante los
últimos 20 años. Estos estudios serían creíbles si no fuera por el
hecho de que muchas mujeres (Incluso Linda Mc Cartney) que han
sido vegetarianas religiosas y fanáticas del ejercicio, han sido
desafortunadas en sufrir cáncer mamario. Quizás el artículo más
convincente sobre este asunto, publicado en China es uno que
relaciona el cáncer mamario con el uso de brasieres.
En el “Estudio de cáncer mamario y brasieres” en los Estados Unidos,
se descubrió que las mujeres con cáncer mamario tienen una historia
de afición a usar brasieres más ajustados y por más tiempo que las
mujeres que no desarrollaron la enfermedad. De hecho, virtualmente,
la totalidad del grupo de cáncer usó brasier por más de 12 horas
diarias y el 18 % de ellas incluso dormía con el brasier puesto, es
decir, usaban brasier por 24 horas al día. En contraste, los grupos de
comparación tenían un 25 % de mujeres que o no usaban brasier o lo
usaban por menos de 12 horas al día. Solo el 3 % de este grupo
dormía con el brasier puesto. Este estudio reveló una relación
significativa entre el cáncer mamario y el brasier, que es tres veces
mayor que la del tabaco con el cáncer pulmonar.
Hubo un aumento de 127 veces en la incidencia de cáncer mamario
entre las mujeres que no usan brasier y las que lo usan 24 horas al
día. El uso de barasier por más de 12 horas diarias mostró un
aumento de 113 veces en la incidencia de cáncer.
Los brasieres aplican presión en los senos, especialmente en el
sistema linfático. El sistema linfático mamario consiste de pequeños
vasos de pared delgada que drenan del tejido mamario, removiendo
toxinas, desechos de las células, virus, bacterias, y otros materiales de
los senos. Todos los tejidos corporales drenan sus desechos a través
del sistema linfático, que es esencialmente la ruta circulatoria del
sistema inmunológico.
Sin embargo, a diferencia de las venas y arterias, estos vasos no
tienen presión interna. Como resultado, son fácilmente comprimidos
por presión externa (un bra, por ejemplo) provocando congestión de
los tejidos que de otra forma serían drenados.
Cuando una mujer usa un brasier apretado, somete a sus senos a
presión, bloqueando los vasos y ganglios linfáticos mamarios. Esto
causa acumulación de líquido, dolor y formación de quistes. Las
toxinas deben sacarse a través del sistema linfático. Sin embargo, los
senos comprimidos por un brasier no pueden llevar a cabo
adecuadamente este proceso de limpieza, con resultado de
acumulación de toxinas en el tejido mamario.
Verdaderamente, los brasieres están creando senos débiles y
colgantes... el seno descansa en el soporte artificial del brasier, el
cuerpo pierde su capacidad de soportar el seno por sí mismo. Esta es
la causa de que muchas mujeres se sienten incomodas sin brasier.
¿Entonces cual es la solución al cáncer mamario? NO USAR UN
BRASIER AJUSTADO y dormir sin él. Hay una tasa de éxito notable
en la recuperación de la mastopatía fibroquística con dos semanas de
no usar brasier. Muchas mujeres han probado no usar brasier y han
registrado una mejoría milagrosa en su salud.
Para probar su teoría, el autor hizo comparación entre mujeres de las
islas Fiji, donde la mitad de las mujeres usan brassieres y la otra mitad
anda sin ellos. En su estudio encontró que las mujeres que usan bra
tienen aproximadamente la misma tasa de cáncer que las mujeres de
los Estados Unidos y entre las mujeres que no usan bra, casi no hay
incidencia de cáncer. Ambos grupos comparten el mismo ambiente y
la misma dieta.
Este estudio hecho con más de 4,700 mujeres (2,056 para el grupo
con brasier y 2674 para el grupo sin brasier) mostró los siguientes
resultados:
Mujeres que usaron brasier 24 hs/día: incidencia de cáncer de 75.0%.
Mujeres que usaron brasier más de 12 hs/día: incidencia de 14.3 %
Mujeres que usaron brasier menos de 12 hs/día: incidencia de 0.66 %
Mujeres que raramente o nunca usaron brasier: incidencia de 0.59 %
La diferencia total en la incidencia de cáncer entre las mujeres que
usaron brasier 24 horas y las que no lo usaron fue de 125 veces.
La profesión médica insiste en que este es un estudio mal hecho (no
aprobado por ellos) pero cuando se tiene una reducción de riesgo del
75 al 0.59 %, es una estupidez decir que no existe el efecto “bra”, por
más que las cifras no sean muy exactas.