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INTRODUCCIÓN
Los sistemas respiratorio, circulatorio y excretor, encargados de asegurar
condiciones ambientales adecuadas para que se desarrolle el metabolismo
celular, no pueden proporcionar por sí mismos la integración necesaria para
mantener estados estacionarios en los organismos. La velocidad de las
reacciones químicas debe aumentar o disminuir simultáneamente en varias
partes de un organismo. Por ejemplo, los músculos de un animal en carrera
han de recibir un aporte inmediato y excepcionalmente elevado de compuestos
energéticos, para tales funciones, nuestro cuerpo esta dotado del llamado
“Sistema Endocrino”. Tal aporte y, en general, la regulación de las tasas
metabólicas y la integración de los procesos en las distintas partes de los
organismos se controlan mediante hormonas en los vegetales y mediante
hormonas y nervios en los animales.
Iniciaremos este trabajo refiriéndonos al sistema endocrino de manera general,
definiendo algunos de los conceptos básicos que servirán de base para la
comprensión del tema tratado. Luego mencionaremos a algunos de los
principales científicos, cuyos estudios permitieron conocer y describir los
procesos hormonales del hombre.
Finalmente, analizaremos las distintas glándulas endocrinas y algunos
trastornos relacionados con este sistema.
¿QUÉ ES EL SISTEMA ENDOCRINO?
El sistema endocrino constituye el conjunto de hormonas, secreciones internas y
glándulas que, careciendo de conducto excretor, vierten los principios activos que producen
directamente en el torrente sanguíneo. Una de las características de este sistema, que lo
diferencia de los demás conjuntos fisiológicos de los organismos vivos, es que está
integrado por un conjunto de tejidos y órganos que no se encuentran ubicados en el mismo
lugar, sino que ocupan posiciones muy distantes entre sí.
Para aclarar aún más este concepto, también debemos tener claro los de hormona y
glándula:
Glándula: Estructura orgánica constituida en general por células de tejido epitelial y a
la que compete la elaboración de sustancias elementales para el organismo y la eliminación
de principios nocivos.
Entre los dos grupos de glándulas, las exocrinas descargan su secreción a un epitelio
externo o interno y se diferencian entre simples o compuestas, según se constituyan en un
canal recto o ramificado; también se distinguen por su forma de tubo, de ácino (saco
esferoidal) o combinada. Por su parte, las endocrinas están formadas por células que
envuelven a capilares sanguíneos (o linfáticos) a los que vierten su secreción.
Hormona: El término “hormona” deriva del vocablo griego hormao, “mensajero”, y
con él se designan una serie de sustancias orgánicas elaboradas por los seres vivos que,
difundidas a diferentes puntos del organismo por los líquidos circulatorios de éstos,
producen efectos fisiológicos muy notables, desde la activación del desarrollo general o la
diferenciación de determinados tejidos hasta la regulación de las reacciones metabólicas o
el desencadenamiento de un tipo de comportamiento dado.
Características generales
Las hormonas se producen en las glándulas endocrinas o de secreción interna, y su
estudio es el campo del que se ocupa la endocrinología. Los órganos en los que tales
sustancias producen su efecto se conocen como órganos diana u órganos blanco. La
respuesta puede ser de activación o de inhibición de determinados procesos y reacciones
orgánicas y requieren, para que se produzca, la unión de la hormona a un receptor
específico en la célula blanco. Dichos receptores son moléculas biológicas que se ubican
bien en la membrana celular (los llamados receptores de membrana), bien en el citoplasma
(receptores citosómicos).
Por su estructura química, las hormonas pueden derivarse de aminoácidos (las unidades
que componen las proteínas), de péptidos (cadenas no muy largas de aminoácidos que,
ensartadas unas con otras, configuran las moléculas proteicas), o de esteroides (de
naturaleza grasa). Al primer grupo pertenece la hormona tiroidea; al segundo, la mayoría de
las hormonas conocidas, desde la insulina a la del crecimiento; y en el tercero se integran
las llamadas hormonas sexuales, tanto masculinas como femeninas, y las de las glándulas
suprarrenales.
Hormonas vegetales
El crecimiento de los vegetales se halla regulado y gobernado por la acción de una serie
de hormonas que empezaron a estudiarse a partir de la década de 1930. De ellas, las más
conocidas son las auxinas, que promueven el alargamiento de las células de la raíz y del
tallo, por lo que favorecen el crecimiento de éstos. Otras activan la división celular, como
las giberilinas; permiten la cicatrización de heridas, etc.
El estudio de estas sustancias ha proporcionado, además de un valioso conocimiento de
los mecanismos de desarrollo y crecimiento de las plantas, un medio eficaz de influir en los
mismos, lo que ha tenido positivas consecuencias para la agricultura.
Hormonas animales
Aunque en numerosos grupos de animales invertebrados, entre ellos los gusanos
anélidos, los crustáceos, los insectos o los moluscos, se ha demostrado la acción hormonal,
es en los vertebrados donde el sistema endocrino alcanza su mayor desarrollo y
complejidad. En ellos existe una auténtica jerarquía funcional, que abarca desde el
hipotálamo, región del encéfalo donde se segregan un conjunto de factores liberadores que
estimulan la hipófisis (glándula de la base del encéfalo), a los diferentes tejidos y órganos
donde se producen hormonas o se desencadenan reacciones en respuesta a los factores
estimuladores liberados a su vez por la hipófisis.
En este sentido, la glándula hipofisaria desempeña un papel rector fundamental en la
coordinación de todo el sistema endocrino. Las moléculas liberadas por la misma por
estímulo del hipotálamo, conocidas como estimuladores hormonales o tropinas, llegan a los
principales órganos del cuerpo y hacen que éstos produzcan a su vez hormonas de acción
más o menos general o sinteticen en mayor o menor cantidad algunas sustancias, desde
proteínas a grasas.
En el lóbulo anterior de la hipófisis se liberan: la ACTH (adrenocorticotropina), que
estimula la corteza adrenal; la TSH (hormona tireotropa, estimuladora del tiroides), que
hace que se segregue la hormona tiroidea; la SHT (somatotropina u hormona del
crecimiento), que induce la síntesis de proteínas y activa el desarrollo corporal; la
prolactina, que actúa sobre las mamas y permite que tenga lugar la secreción de leche; la
LH (luteinizante), que hace que el ovario de las hembras segregue hormonas importantes en
el ciclo ovárico, mientras que promueve la secreción de la hormona masculina en los
testículos; la FSH (foliculoestimulante); y la MSH (melanotropina), que regula la
dispersión del pigmento en la piel.
El lóbulo superior libera la oxitocina, que induce las contracciones del útero en el parto;
y la vasopresina, u hormona antidiurética (ADH), que regula la reabsorción de agua en el
riñón.
Entre las principales hormonas producidas en distintos órganos y glándulas distribuidos
por todo el cuerpo y que responden a la estimulación por parte de la hipófisis, cabe citar la
hormona tiroidea, que activa el metabolismo basal y la liberación de energía; la insulina del
páncreas, que estimula por un lado la entrada de moléculas de glucosa desde la sangre a las
células de los tejidos hepático y muscular, donde dichas moléculas se unen entre sí en
largas cadenas de glucógeno, y promueve por otro la síntesis de proteínas; la corticosterona,
cortisona, aldosterona y otras producidas en la corteza de las cápsulas suprarrenales; la
adrenalina o epinefrina elaborada en la médula de dichas cápsulas, que aumenta el
metabolismo basal, estimula la tasa respiratoria y prepara al individuo para hacer frente a
situaciones de emergencia; la testosterona, u hormona masculina, formada en los testículos;
y el estradiol y la progesterona, producidas en los ovarios, relacionadas, respectivamente,
con la aparición de los caracteres sexuales secundarios en la mujer y del ciclo menstrual.
Reseña histórica
Las glándulas endocrinas o de secreción interna fueron individualizadas en la década de
1830 por el fisiólogo alemán Johannes Müller y se demostró su actividad por primera vez
en 1849 por medio de la castración de pollos. Posteriormente, el médico británico Thomas
Addison, al estudiar la enfermedad sanguínea que lleva su nombre, confirmó la relación
existente entre una lesión en las glándulas endocrinas y un determinado proceso patológico.
En 1901, el químico japonés Jokichi Takamine aisló la sustancia responsable de la
elevación de la tensión sanguínea, las adrenalinas y, en 1902, los británicos William
Maddock Bayliss y Ernest Henry Starling descubrieron un "mensajero químico", que
estimulaba la secreción del jugo pancreático, al que llamaron secretina. Más tarde, en 1915,
el investigador estadounidense Edward Calvin Kendall, de la clínica de la Fundación Mayo
en Minnesota, aisló a partir del tiroides un aminoácido que contenía yodo, al que denominó
tiroxina. Los descubrimientos se fueron acumulando, y así, en 1921, los canadienses
Frederick G. Banting y Charles H. Best, de la Universidad de Toronto, consiguieron aislar
la insulina, que tan eficaz habría de resultar en el tratamiento de la diabetes. En 1949, en la
ya citada clínica Mayo, Philip S. Hech descubrió la cortisona, lo que supuso un gran avance
terapéutico en el tratamiento de la artritis reumática. Las sustancias mencionadas fueron
aplicadas e investigadas a fondo y, en ocasiones, a partir de su función en el control celular,
se pudo obtener un notable campo de aplicación farmacológica
Secreción hormonal en los vegetales
El crecimiento y desarrollo normal de una planta están regulados en parte por las
acciones estimuladoras e inhibidoras de hormonas antagónicas. Las principales hormonas
de las plantas son el ácido abscísico y tres grupos de sustancias químicas, las auxinas, las
giberelinas y las citoquininas. Las auxinas controlan el crecimiento de las plantas, y
participan también en el control de la caída estacional de las hojas y frutos, así como en la
estimulación del desarrollo de las raíces adventicias, de los frutos y de las flores de muchas
plantas. Las giberelinas parecen ejercer sus principales efectos en la longitud de los tallos.
En los tallos jóvenes incrementan la separación de los entrenudos sin afectar al número de
los nudos; también inducen la formación enzimática en ciertas semillas y activan la
floración en algunas plantas. Las citoquininas estimulan la reproducción y el alargamiento
celular de frutos jóvenes, varios tejidos de plantas vasculares y semillas en estado de
desarrollo. Se ha investigado también la intervención de estas sustancias en la inhibición
del envejecimiento y de la degradación de determinados tejidos.
Los efectos estimulantes del crecimiento de las giberelinas y citoquininas son
contrarrestados por la acción opuesta del ácido abscísico, que también inhibe la
transpiración al provocar el cierre de los estomas, órganos de apertura a través de los cuales
regeneran su flujo gaseoso los vegetales.
Sistema endocrino de los invertebrados
En los gusanos planos, en los anélidos, en los moluscos y en los equinodermos y
artrópodos se registra producción de hormonas y, por consiguiente, existe un sistema
endocrino de desarrollo variable. Por su parte, los crustáceos poseen varias estructuras
endocrinas: la glándula del seno, el órgano Y, el órgano pericárdico y otras. En estos seres,
las hormonas contenidas en el pedúnculo ocular influyen en la muda, la reproducción y el
movimiento del pigmento en las células retinianas y somáticas.
Asimismo, las hormonas están presentes tanto en la muda como en la maduración de los
insectos, ya sea con metamorfosis incompleta o completa. Así, por ejemplo, en la chinche
asesina, del género Rhodnius, la hormona de activación esencial para sus funciones vitales
pasa a través de los conductos nerviosos a un órgano neurohemático, el corpus cardiacum,
penetra en la sangre y se distribuye por todo el cuerpo.
Otra estructura endocrina, el cuerpo alado, se halla situada detrás del cuerpo cardiaco y
secreta la neotemina, hormona que estimula el crecimiento y la diferenciación de la
estructuras larvarias. Esta sustancia interacciona con otra, la ecdisona, para impulsar la
maduración larvaria en cada fase del desarrollo.
En los moluscos, la expansión y contracción de las células de la piel que generan los
pigmentos dependen fundamentalmente de las hormonas neurosecretoras. Su actividad
permite a los calamares y a los pulpos cambiar la coloración cutánea para protegerse o para
responder a los estímulos externos.
Glándulas Endocrinas Humanas
Las principales glándulas endocrinas del hombre son:
Hipófisis o Glándula pituitaria
Es la glándula endocrina principal y la más importante de los vertebrados. Las
hormonas que segrega controlan el funcionamiento de casi todas las demás glándulas
endocrinas del organismo. Las hormonas hipofisarias también estimulan el crecimiento y
controlan el equilibrio del agua del organismo.
La hipófisis es una pequeña glándula con forma de riñón, de color rojizo-grisáceo. Se
localiza cerca del hipotálamo en la silla turca, en el suelo de la cavidad craneal (en el
hueso esfenoides), y está unida a la base del cerebro por un tallo. La hipófisis tiene dos
lóbulos —el anterior o adenohipófisis y el posterior o neurohipófisis— que difieren en
estructura y función. El lóbulo anterior deriva desde el punto de vista embriológico del
techo de la faringe; está compuesto por grupos de células glandulares separadas por
conductos sanguíneos y cubierta por una cápsula de colágeno. El lóbulo posterior deriva
de la base del cerebro y está compuesto por tejido nervioso y células neurosecretoras. El
área que queda entre el lóbulo anterior y posterior de la hipófisis apenas está desarrollada
en los humanos, se llama lóbulo intermedio y tiene el mismo origen embriológico que el
lóbulo anterior.
Glándula suprarrenal
Órgano vital situado encima del extremo superior de cada riñón en los seres humanos.
Las dos partes de la glándula —la porción interna o médula y la externa o corteza— son
órganos endocrinos independientes, están compuestas por tipos de tejidos diferentes y
realizan funciones distintas. La médula, que contiene gránulos cromafines, secreta la
hormona adrenalina como respuesta a la estimulación por el sistema nervioso simpático
en momentos de estrés. También secreta la hormona noradrenalina, que desempeña su
papel manteniendo normal la circulación de la sangre. Las hormonas de la médula
también se llaman catecolaminas. A diferencia de la corteza, la médula de la glándula
suprarrenal puede extraerse sin poner en peligro la vida del individuo.
La corteza o capa externa de la glándula secreta un gran número de hormonas esteroides,
aunque sólo unas pocas en cantidades significativas. Una de las más importantes es la
aldosterona, que regula el balance de agua y sales en el cuerpo. El cortisol y la
corticosterona son también vitales, ya que regulan el metabolismo de las proteínas, los
hidratos de carbono y las grasas. Además, esta glándula secreta esteroides sexuales que no
influyen decisivamente en el sistema reproductor. Ahora se producen de forma artificial
glucocorticoides modificados, que son más efectivos que los naturales en el tratamiento de
la enfermedad de Addison y otros trastornos.
Tiroides
Glándula endocrina que se encuentra en casi todos los vertebrados, localizada en la
parte anterior y a cada lado de la tráquea. Segrega una hormona que controla el
metabolismo y el crecimiento.
La glándula tiroides humana es un órgano de color entre castaño y rojizo con dos
lóbulos conectados por un istmo, rodeada por una cápsula de tejido conjuntivo; pesa unos
28 g y está formada por células epiteliales cúbicas, dispuestas en forma de pequeñas
bolsas que se conocen como vesículas o folículos. Las vesículas tienen un tejido de
soporte que forma un esqueleto en toda la glándula. En situaciones normales las vesículas
están llenas de una sustancia coloidal constituida por la proteína llamada tiroglobulina
junto con las dos hormonas tiroideas, tiroxina, también llamada tetrayodotironina (T4) y
triyodotironina (T3). Estas hormonas están compuestas por múltiples copias del
aminoácido tirosina, conteniendo tres o cuatro átomos de yodo.
La cantidad de tiroglobulina segregada por el tiroides es controlada por la hormona
estimulante del tiroides (TSH) de la hipófisis. La hormona hipofisaria TSH es regulada a su
vez por una sustancia llamada factor regulador de la TSH (TRH), segregada por el
hipotálamo. La tiroglobulina es muy rica en yodo. Aunque el tiroides constituye apenas el
0,05% del peso corporal, acumula cerca del 25% del total del yodo del organismo, que se
obtiene a partir de los alimentos y del agua. El yodo suele circular en la sangre como yodo
inorgánico y se concentra en el tiroides en una cantidad 500 veces superior al nivel
sanguíneo.
Paratiroides
Cada grupo de agregados de células glandulares localizado en la región del cuello
próxima al tiroides en los lagartos, algunas aves y la mayoría de los mamíferos. En el ser
humano aparecen cuatro de estos grupos que se presentan como órganos encapsulados
(glándulas endocrinas) pardo-amarillos bien determinados, de 6 mm de longitud. El peso
combinado de estas glándulas es de 560 mg como máximo. Se localizan junto al tiroides
(dos a cada lado), y en ocasiones una o más están inmersas en el tejido tiroideo. En otros
casos se encuentran asociadas con el timo, o incluso en cualquier localización del cuello o
de la zona anterior y superior del tórax. Las glándulas que pueden encontrase además de
las cuatro ya citadas se conocen como tejido paratiroideo accesorio.
Las paratiroides secretan paratorhormona (PTH), una hormona que controla la
concentración de calcio (ion calcio) y fósforo (ion fosfato) en la sangre. El calcio y el
fósforo mantienen una relación constante en el organismo. La hormona paratiroidea eleva
la excreción de fósforo por los riñones (que tiende a descender los niveles de fósforo en la
sangre) e incrementar la tasa de reabsorción de calcio del hueso (lo que eleva el nivel de
calcio en la sangre). El déficit de hormona paratiroidea se produce rara vez de forma
espontánea y generalmente se debe la resección o corte accidental de las glándulas
paratiroideas durante la extirpación quirúrgica del tiroides. La consecuencia de este
déficit es la reducción del calcio sanguíneo, el aumento de los niveles de fósforo, y de la
excitabilidad nerviosa que conduce a contracciones rápidas e involuntarias de los
músculos, un estado denominado tetania. A veces, cuando se extirpan las cuatro glándulas
principales, el tejido paratiroideo accesorio basta para evitar los síntomas graves de
deficiencia.
A menos que exista tejido accesorio o que se administren inyecciones de hormonas el
déficit de paratorhormona conduce a la muerte. La hiperactividad de las glándulas
paratiroideas habitual en casos de tumores paratiroideos o hiperplasia (aumento de
tamaño) de estas glándulas, origina una disminución del fósforo en la sangre y un
aumento del calcio sanguíneo. El calcio sanguíneo se obtiene por reabsorción en
determinadas zonas óseas, que se vuelven blandas y frágiles y se originan
"pseudotumores". En el hiperparatiroidismo la elevada excreción de calcio en la orina
provoca la formación de cálculos renales. La sangre puede transportar y depositar el
calcio en los tejidos blandos del organismo. Los depósitos de calcio pueden ser causantes
de la disfunción de diversos órganos, en particular de los riñones.
Hipotálamo
Es la parte del cerebro que cumple una función importante en la regulación de la
homeostasis (funciones vitales que mantienen constante el medio corporal interno), el
comportamiento sexual y las emociones. Aunque el hipotálamo constituye menos del uno
por ciento del volumen total del cerebro humano, ejerce efectos importantes sobre el
sistema endocrino (centros productores de hormonas), sobre el sistema nervioso
autónomo (que controla las acciones involuntarias) y sobre un sistema neuronal mal
definido que se denomina sistema límbico (relacionado con la motivación y los instintos).
Ovarios
Los ovarios son los órganos femeninos de la reproducción, o gónadas. Son estructuras
pares con forma de almendra situadas a ambos lados del útero. Los folículos ováricos
producen óvulos, o huevos, y también segregan un grupo de hormonas denominadas
estrógenos, necesarias para el desarrollo de los órganos reproductores y de las
características sexuales secundarias, como distribución de la grasa, amplitud de la pelvis,
crecimiento de las mamas y vello púbico y axilar.
La progesterona ejerce su acción principal sobre la mucosa uterina en el
mantenimiento del embarazo. También actúa junto a los estrógenos favoreciendo el
crecimiento y la elasticidad de la vagina. Los ovarios también elaboran una hormona
llamada relaxina, que actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el cuello del útero y
provoca su relajación durante el parto, facilitando de esta forma el alumbramiento.
Testículos
Las gónadas masculinas o testículos, son cuerpos ovoideos pares que se encuentran
suspendidos en el escroto. Las células de Leydig de los testículos producen una o más
hormonas masculinas, denominadas andrógenos. La más importante es la testosterona,
que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, influye sobre el
crecimiento de la próstata y vesículas seminales, y estimula la actividad secretora de estas
estructuras. Los testículos también contienen células que producen el esperma.
Páncreas
Glándula sólida localizada transversalmente sobre la pared posterior del abdomen. Su
longitud oscila entre 15 y 20 cm, tiene una anchura de unos 3,8 cm y un grosor de 1,3 a
2,5 centímetros. Pesa 85 g y su cabeza se localiza en la concavidad del duodeno llamada
asa duodenal.
El páncreas tiene una secreción exocrina y una endocrina. La secreción exocrina está
compuesta por un conjunto de enzimas que se liberan en el intestino para ayudar en la
digestión: es el jugo pancreático. La secreción endocrina, la insulina, es fundamental en el
metabolismo de glúcidos en el organismo. La insulina se produce en el páncreas en
grupos pequeños de células especializadas denominadas islotes de Langerhans. Cuando
estas células no producen insulina suficiente se origina una diabetes. En 1968 fueron
realizados los primeros trasplantes en cuatro diabéticos utilizando órganos de cadáveres.
Los trasplantes de páncreas conllevan enormes dificultades, y sólo uno de cada diez
transplantados sobrevive más de un año a pesar del uso de fármacos como la ciclosporina.
Las enfermedades pancreáticas no son frecuentes. La pancreatitis aguda es, sin
embargo, una enfermedad grave que puede ser mortal si no se trata de inmediato. Los
síntomas, aunque muy dolorosos, no son muy claros, ya que pueden confundirse con los
de una peritonitis o los de una obstrucción intestinal.
Placenta
La placenta, un órgano formado durante el embarazo a partir de la membrana que
rodea al feto, asume diversas funciones endocrinas de la hipófisis y de los ovarios que son
importantes en el mantenimiento del embarazo. Secreta la hormona denominada
gonadotropina coriónica, sustancia presente en la orina durante la gestación y que
constituye la base de las pruebas de embarazo. La placenta produce progesterona y
estrógenos, somatotropina coriónica (una hormona con algunas de las características de la
hormona del crecimiento), lactógeno placentario y hormonas lactogénicas.
Otras glándulas:
Timo: Respuesta inmune en las primeras etapas de la vida. Se forman linfocitos y
anticuerpos. Produce la timosina que actúa sobre los linfocitos.
Glándula Pineal: Se llama epífisis. Relacionada con el crecimiento y el desarrollo
sexual.
Mucosa Gástrica e intestinal: Producen hormonas que estimulan la secreción de la
vesícula biliar y el páncreas.
Trastornos de la función endocrina
Las alteraciones en la producción endocrina se pueden clasificar como de hiperfunción
(exceso de actividad) o hipofunción (actividad insuficiente). La hiperfunción de una
glándula puede estar causada por un tumor productor de hormonas que es benigno, o con
menos frecuencia, maligno. La hipofunción puede deberse a defectos congénitos, cáncer,
lesiones inflamatorias, degeneración, trastornos de la hipófisis que afectan a los órganos
diana, traumatismos, o, en el caso de enfermedad tiroidea, déficit de yodo. La
hipofunción puede ser también resultado de la extirpación quirúrgica de una glándula o de
la destrucción por radioterapia.
Las principales disfunciones endocrinas en el hombre son:
Diabetes insípida.
Es producida a causa de una escasa secreción de vasopresina por alguna lesión en el
hipotálamo o en la neurohipófisis. Los efectos son:
0*eliminación de ingentes cantidades de orina diluida (poliuria), que puede
alcanzar hasta 30 o 40 litros diarios.
1*intensa sed, que induce a beber un volumen considerable de líquido (polidipsia)
para compensar las pérdidas.
Enanismo y gigantismo hipofisario.
Son causados, respectivamente, por la hipo e hipersecreción de la hormona del
crecimiento en el periodo de desarrollo de la persona. Los enanos y gigantes hipofisarios
son individuos normales y bien proporcionados, capaces de madurar sexualmente y
procrear.
Cuando la fase de crecimiento ya ha finalizado, la excesiva producción de hormona
origina la acromegalia, que produce un crecimiento en partes distales del cuerpo: pies,
manos,
mandíbulas.
Mixedema.
La causa de esta anomalía es la hipofunción del tiroides. Los síntomas que la
caracterizan son :
2*bajo metabolismo
3*temperatura corporal inferior a la normal
4*piel fría
5*escasa sudoración
6*tendencia a la obesidad
El hipotiroidismo producido en la infancia origina el cretinismo, caracterizado
por baja estatura, escaso desarrollo mental, no maduración de los órganos sexuales y
obesidad
abdominal.
Bocio exoftálmico.
Esta anomalía es producida por una hiperfunción del tiroides y un exceso de tiroxina y
triyodotironina, produciéndose un gran aumento del tamaño del tiroides y una protusión de
las órbitas oculares hacia afuera (exoftalmos). Los síntomas son:
7*aumento del metabolismo basal
8*Piel caliente y abundante sudoración
9*taquicardia
10*aumento de la excitabilidad nerviosa
11*tendencia a la pérdida de peso.
Síndrome de Conn.
Es causado por un exceso de mineralocorticoides producidos por tumores de la corteza
adrenal. Los síntomas principales son:
12*alcalosis hipopotasémica en la sangre
13*hipertensión
14*poliuria y
15*tetania
Síndrome de Cushing.
Se produce como consecuencia de una hipersecreción de glucocorticoides. Los síntomas
son:
16*aumento del catabolismo proteico (escaso desarrollo muscular)
17*acumulación de grasa en el abdomen, cara y espalda
18*hipertensión
19*osteoporosis (desmineralización y ablandamiento de los huesos)
Enfermedad de Addison.
Aparece ante una hipofunción de toda la corteza adrenal. Los síntomas son:
20*gran pigmentación de ciertas áreas corporales
21*hipotensión
22*debilidad muscular.
Diabetes mellitus.
Es debida a la ausencia o disminución de la insulina pancreática por alguna lesión que
afecte a las células de los islotes de Langerhans. Los tres síntomas básicos de la diabetes
son:
1.Poliuria(eliminación de grandes cantidades de orina)
2.Polidipsia (ingestión de un volumen elevado de líquido) y
3.Polifagia (aumento del apetito).
Síntomas adicionales son:
23*hiperglucemia
24*glucosuria
25*aumento del catabolismo proteíco y lipídico (cuerpos cetónicos en el
aliento de los diabéticos)
26*pérdida de peso y
27*acidosis sanguínea
Conclusión:
Como conclusión, se podría afirmar que el sistema endocrino junto con el
sistema nervioso son los más importantes e imprescindibles, porque regulan
prácticamente todos los procesos metabólicos del hombre. Estos dos sistemas,
además, están estrechamente relacionados y no podrían tomarse como
sistemas aislados entre sí, ya que funcionan al unísono complementándose.
Cabe destacar que la importancia del sistema endocrino no sólo se limita a
los seres humanos, sino que está también presente en los demás animales e
incluso en los vegetales.
Específicamente en el hombre y en los animales, tiene vital importancia en
situaciones de peligro, donde tiene lugar la secreción de adrenalina y otras
sustancias, que tienen como resultado una mejor respuesta frente a esos
eventos.
Pero éstas no son todas las funciones del sistema endocrino, sino que tiene
muchas más, tantas, que sólo en las últimas décadas se ha podido llegar a
comprender la gran importancia de las diferentes hormonas. Éstas, pueden ser
tanto de origen lipídico (por ejemplo, la testosterona y progesterona), como
proteico (como la insulina).
Por último, cabe mencionar que incluso hoy no se han podido describir
todos los temas y aspectos acerca de las hormonas, y que lo más seguro es que
se descubran nuevos fenómenos y explicaciones de los procesos endocrinos en
los próximos años.
Bibliografía:
-Internet. (buscadores “Altavista” y “Google”).
-Enciclopedia Hispánica
-Enciclopedia Microsoft Encarta 97 y 2000.
-Biología, de Claude Ville
-Gran Enciclopedia de la Ciencia. Editorial Portada.