Download Información técnica complementaria sobre protectores auditivos

INFORMACIÓN TÉCNICA COMPLEMENTARIA CAMPAÑA EPIS: RUIDO
INTRODUCCIÓN
La exposición continuada a niveles de ruido elevados pasa factura a medio y
largo plazo en la salud de las personas. El efecto más conocido es la pérdida
auditiva (reconocida como enfermedad profesional), pero también puede
aumentar el estrés o disminuir la agudeza visual y elevar la posibilidad de
accidentes.
La hipoacusia laboral por exposición al ruido o “sordera profesional” es una de las
enfermedades profesionales más comunes.
De hecho, los primeros casos documentados de pérdida auditiva laboral es el de
los herreros en la Edad Media. Su sordera había sido correctamente atribuida al
elevado ruido de las fraguas.
Los datos publicados el pasado año 2005 sobre enfermedades profesionales en la
Comunidad de Madrid, nos indican que el 4.34% de las enfermedades
profesionales declaradas se refieren a la hipoacusia, provocada por el ruido.
El ruido dificulta la capacidad de comunicación y, como es sabido, escuchar
bien es un factor fundamental para trabajar de forma segura. El problema se
agrava si tenemos en cuenta que las lesiones producidas por el ruido son
irrecuperables, y que la única forma posible de protegerse contra el riesgo de
ruido es implantar medidas preventivas que eviten sus perjudiciales efectos: el uso
de protectores auditivos es una de las medidas preventivas más efectivas.
"Allí estaba otra vez ese ruido. Aquel ruido frío,
cortante, vertical, que ya tanto conocía pero que
ahora se le presentaba agudo y doloroso, como si de
un día a otro se hubiera desacostumbrado a él"
Gabriel García Márquez
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ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL ÓIDO
¿Qué es el oído?
El oído es el órgano de la audición y está compuesto de las siguientes partes:
•
oído externo, formado por:
o
el pabellón auditivo o aurícula - parte externa del oído.
o
el conducto auditivo externo - conducto que conecta el oído
externo con el oído interno u oído medio.
•
la membrana timpánica - también llamada tímpano. Esta membrana
separa el oído externo del oído medio.
•
oído medio (cavidad timpánica), formado por:
o
o
los huesecillos - tres pequeños huesos conectados que transmiten
las ondas sonoras al oído interno. Se denominan:
ƒ
martillo
ƒ
yunque
ƒ
estribo
la trompa de Eustaquio - conducto que une el oído medio con la
región de la garganta y que ayuda a equilibrar la presión entre el
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oído externo y el oído medio. El mismo nivel de presión permite una
transferencia adecuada de las ondas sonoras. Al igual que el interior
de la nariz y la garganta, la trompa de Eustaquio se encuentra
recubierta de moco.
•
oído interno, formado por:
o
la cóclea (que contiene los nervios sensoriales para la audición)
o
el vestíbulo (que contiene receptores sensoriales para el equilibrio)
o
los conductos semicirculares (que contienen los receptores
sensoriales para el equilibrio)
¿Cómo oímos?
La audición comienza en el oído externo. Cuando se produce un sonido fuera del
oído externo, las ondas sonoras, o vibraciones, ingresan al conducto auditivo
externo y golpean el tímpano (la membrana timpánica). Éste produce
vibraciones que luego pasan a los tres pequeños huesos del oído medio, llamados
huesecillos. Estos amplifican el sonido y transmiten las ondas sonoras al oído
interno y al órgano de la audición que contiene líquido (cóclea).
Al llegar al oído interno, las ondas sonoras se convierten en impulsos eléctricos que
el nervio auditivo envía al cerebro, el cual traduce estos impulsos a sonido.
¿Cómo perdemos audición?
Los oídos disponen de un sistema de seguridad natural: en el oído medio, el
músculo situado entre los huesecillos se contrae si el ruido es demasiado violento,
de forma que se trasmite con menor intensidad al oído interno. Este sistema
actúa, sobre todo, en frecuencias bajas. Pero tienen sus límites: en caso de
exposición a ruidos muy intensos, este sistema de seguridad es rebasado, y
entonces comienzan inevitablemente los trastornos, que pueden ser temporales o
permanentes. Se habla de fatiga auditiva cuando las células que transforman las
ondas sonoras de nuestros oídos en impulsos nerviosos quedan extenuadas, y los
oídos empiezan a silbar o funcionan como si tuvieran un tapón, resultando
imposible seguir una conversación. Esta fatiga cede por sí sola, pero lo hace
lentamente: para recuperarse del agotamiento auditivo de media hora en un
local muy ruidoso, se necesitan más de 5 horas de relajación. Algunos ruidos
fuertes, sobre todo si son frecuentes, pueden perforar los tímpanos o hundir los
huesecillos que transmiten las ondas sonoras del oído medio al interno. En algunos
casos, el propio oído puede "repararse" en cierta medida, pero a menudo es
necesaria una intervención quirúrgica o la colocación y adaptación de
audífonos. Más grave es el caso en que las células ciliares auditivas se destruyen
como consecuencia de una larga exposición a ruidos muy fuertes, ya que esto
entraña una pérdida, más o menos importante, de la capacidad auditiva. Esta
pérdida es irreversible y acumulativa; dicho de otra forma: a más largas
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exposiciones a ruidos muy fuertes, más importante es la pérdida de capacidad
auditiva. Este es el riesgo real de quienes acuden con frecuencia a locales
ruidosos. Pueden sobrevenir, finalmente, diversos traumatismos acústicos. En un
primer momento, no se percibe más que un zumbido, que desaparece poco a
poco. El final es la pérdida auditiva parcial, severa o profunda, que tendrá
consecuencias sociales graves.
Hay diferentes causas por las que podemos perder audición. Una de las mayores
causas de pérdida de audición es la exposición laboral a ruido de forma repetida.
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No obstante, no hay que olvidar, que nos encontramos expuestos a ruido en la
mayor parte de actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana:
soportamos el ruido del tráfico, golpes producidos por las obras de construcción
en las ciudades, sin olvidar el ruido al que nos exponemos en nuestro tiempo de
ocio cuando asistimos a conciertos, discotecas, salas de fiestas, en los que el
volumen de la música que escuchamos adquiere rangos de intensidad
extremadamente altos.
Las personas que viven en una ciudad ruidosa van acumulando el ruido
percibido, lo que provoca que el oído envejezca una media de 20 años antes de
lo que corresponde congénitamente.
Por lo general, la pérdida auditiva como consecuencia del trabajo es provocada
por una exposición prolongada a ruidos intensos. Su primer síntoma suele ser la
incapacidad para escuchar los sonidos de tono alto. A menos que se resuelva el
problema que plantea el exceso de ruido, la capacidad auditiva de la persona
continuará deteriorándose hasta llegar a tener problemas para detectar los
sonidos de tono más bajo. Normalmente, este fenómeno se produce en ambos
oídos.
Por otra parte, la pérdida de audición también se puede producir sin una
exposición prolongada. Una exposición breve a ruidos de impulsos (incluso a un
único impulso fuerte), como los producidos por pistolas de clavos o de remaches,
puede tener efectos permanentes, como la pérdida de audición.
La pérdida de audición es irreversible
Si estás expuesto a ruido de una manera repetida, podrás desarrollar una
hipoacusia progresiva, al cabo de los años. Al principio no lo notarás, ya que la
pérdida auditiva empieza en la zona extraconversacional. Posteriormente se inicia
la fase de pérdida de comprensión del lenguaje oral, sobre todo en ambientes
ruidosos. Si la agresión no cesa, sobreviene la distorsión de los sonidos y aún
sensaciones de inestabilidad, traducidas como vértigo, con manifestaciones
neurovegetativas más o menos importantes, casi siempre fugaces. Este cuadro no
tiene tratamiento, por lo que la medida más correcta es impedir su aparición o
evolución, en el peor de los casos.
La Norma Internacional ISO 1999, define el "déficit auditivo" o hipoacusia como un
aumento permanente del umbral auditivo (el mínimo nivel sonoro audible)
suficientemente importante como para afectar la inteligibilidad de la palabra
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(este aumento resulta ser de alrededor de 25 dB para los tonos de frecuencias
medias).
La siguiente tabla de doble entrada permite evaluar el riesgo porcentual de
experimentar hipoacusia al exponerse a ruidos de carácter laboral (8 horas diarias
durante 6 días por semana) de cierto nivel sonoro promedio durante una
cantidad determinada de años:
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Años de exposición
dBA
5
10
15
20
25
30
35
40
45
80
0
0
0
0
0
0
0
0
0
85
1
3
5
6
7
8
9
10
7
90
4
10
14
16
16
18
20
21
15
95
7
17
24
28
29
31
32
29
33
100
12
29
37
42
43
44
44
41
35
105
18
42
53
58
60
62
61
54
41
110
26
55
71
78
78
77
72
62
45
115
36
71
83
87
84
81
75
64
47
NOTA: dBA es el símbolo del decibelio A, unidad de medida del nivel sonoro a los
efectos de estos criterios.
Por cada disminución a la mitad de las horas totales trabajadas el criterio se
aplica restando 3 dB al nivel sonoro real.
A modo de ejemplo, consideraremos el caso de un operario de horno que
trabaja en una fundición y su exposición laboral al ruido se centra en 3 días por
semana, expuesto durante 4 horas a un nivel sonoro promedio de 106 dBA. Dado
que se trata de la mitad de horas diarias, deben restarse dos veces 3 dB.
Supongamos, además, que el joven permanece en este trabajo desde los 20 años
hasta los 35, es una exposición a lo largo de 15 años.
Bien, la tabla revela que el riesgo de experimentar incapacidad para la
comunicación oral asciende al 37%, es decir que casi 4 de cada 10 personas en
estas condiciones tendrá, a los 30 años, dificultades para comprender una
conversación normal.
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¿Cómo apreciar que perdemos capacidad auditiva?
En general, la perdida de audición por ruido se va produciendo en forma gradual
y sin dolor por lo que los trabajadores expuestos apenas perciben los primeros
síntomas.
Poco mas tarde, podemos darnos cuenta que:
ƒ
Me cuesta seguir las conversaciones (sobre todo en ambientes
ruidosos).
ƒ
Percibo “silbidos, zumbidos” en los oídos.
ƒ
Me piden que baje el volumen de la televisión y radio.
ƒ
Cuando hablo con amigos, familia…., me piden que hable más bajo.
ƒ
Necesito pedir a la gente que repita lo que acaban de decir.
ƒ
Sientes mareos.
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CONSECUENCIAS DE LA PÉRDIDA DE AUDICIÓN
La sordera aparece de forma brusca Aunque sigue su curso paulatino, la persona
se enfrenta en un determinado instante a al hecho de que ha perdido algo que
antes tenía.
“Yo oía perfectamente y un día me di cuenta de que me estaban hablando y no
conseguía enterarme de lo que me decían”.
El momento en que la persona descubre su falta de audición es duro desde el
punto de vista emocional. Debe adaptarse a la nueva situación y asimilar que
nunca volverá a ser como antes.
La persona con hipoacusia prefiere evitar el contacto social y recluirse en sí
mismo. Se vuelve hogareño, retraído y solitario. Muchos pagan su rabia con los
familiares más cercanos, mostrándose malhumorados y suspicaces. Algunas
personas pueden desarrollar depresiones y trastornos de evitación social de
importancia que requieren de ayuda especializada (medicación, apoyo
psicológico o psiquiátrico).
Produce mucha tristeza perderse las conversaciones espontáneas alrededor de
una mesa o frente al televisor.
- Con una pérdida de 35 dB no se puede seguir una conversación normal a
4 metros de distancia.
- si se pierden 45 dB, no se oye nada a más de 2 metros
- si la pérdida alcanza los 50 dB, a 1 metro
- y si es de 65 dB, a 25 centímetros.
Te darás cuenta de lo que has perdido:
-
-
Descubrirás, al despertar un domingo, que ya no escuchas el canto de los
pájaros en los primeros días de la primavera.
No podrás oír a las personas que se encuentran a tu lado y te advierten de
un peligro:
o Cuidado, no cruces aún, el semáforo está rojo.
o Cuidado, no vayas a tropezar.
No escucharás el sonido de la cafetera que te avisa de que ya está listo tu
café.
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-
No podrás escuchar las noticias del día a primera hora de la mañana.
-
No disfrutarás de la música que tanto te gustaba.
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¿QUÉ PUEDO HACER YO?
Las nuevas técnicas, procesos y equipos de trabajo, tienden a minimizar la
generación y propagación de ruido, sin embargo, la renovación de dichos
procesos y equipos puede resultar muy costosa, y aún así, no siempre es
técnicamente viable, o no se consigue reducir el ruido hasta niveles óptimos.
Por ello, son muchos los casos, en los que se recurre a la protección auditiva,
como medio de protección a los trabajadores frente a la exposición de ruido en
los ambientes de trabajo, aunque la protección colectiva prime sobre la
individual.
Si trabajas en entornos ruidosos, tendrás que tener cuidado con tu audición, el uso
de protección auditiva es fundamental en la prevención de la “sordera
profesional”.
La elección y uso correcto de los protectores auditivos te aseguran una
atenuación del nivel de ruido al que estas sometido.
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PROTECTORES AUDITIVOS
¿Qué son y cómo actúan?
Los protectores auditivos son equipos de protección individual, que debido a sus
propiedades para la atenuación de sonido, reducen los efectos del ruido en la
audición para evitar así un daño en tu oído.
Los tipos de protectores que puedes utilizar en tu trabajo son los siguientes:
•
Tapones: Son protectores auditivos que se introducen en el canal auditivo o
en la cavidad de la oreja, destinados a bloquear su entrada. A veces
vienen provistos de un cordón interconector o de un arnés.
•
Orejeras: Consisten en casquetes que cubren las orejas y que se adaptan a
la cabeza por medio de almohadillas blandas rellenas de espuma plástica
o líquido. Los casquetes se forran normalmente con un material que
absorbe el sonido. Están unidos entre sí por una banda de presión (arnés),
por lo general de metal o plástico. A veces se fija a cada casquete, o al
arnés cerca de los casquetes, una cinta flexible, que se utiliza para sostener
los casquetes cuando el arnés se lleva en la nuca o bajo la barbilla.
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•
Orejeras acopladas a casco: consisten en casquetes individuales unidos a
brazos fijados a un casco de seguridad industrial, y que son regulables de
manera que puedan colocarse sobre las orejas cuando se requiera.
•
Casco anti-ruido: son cascos que recubren la oreja, así como una gran
parte de la cabeza. Permiten reducir además la transmisión de ondas
acústicas aéreas a la cavidad craneana, disminuyendo así la conducción
ósea del sonido al oído interno.
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¿Cuándo es necesario el uso de un protector auditivo?
Para determinar si es necesario el uso de protectores auditivos, el empresario
deberá realizar una evaluación del nivel de ruido, determinando los valores límites
de exposición en cada puesto de trabajo.
De la evaluación del nivel de ruido realizada se deduce lo siguiente:
1.- Puestos de trabajo en áreas con nivel diario equivalente Laeq,d inferior a 80
dB(A) e inferior a 135 dB(C), el empresario deberá suministrar obligatoriamente los
protectores auditivos, y el trabajador tendrá la opción de usarlos.
2.- Puestos de trabajo en áreas con nivel diario equivalente Laeq,d igual o superior
a 85 dB(A) e inferior a 135 dB(C), el empresario deberá suministrar
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obligatoriamente los protectores auditivos, y el trabajador tendrá que usarlos
obligatoriamente.
¿Cuál debo emplear?
El tipo de protector que uses deberás elegirlo en función de tu entorno laboral,
para que la eficacia sea satisfactoria y las molestias que te provoquen sean
mínimas:
• Utiliza los tapones para uso contínuo, especialmente en ambientes calurosos y
húmedos, o cuando debas llevarlos con gafas de seguridad.
• Utiliza las orejeras o tapones unidos con banda para usos intermitentes.
• Deberás utilizar el casco antirruido o combinación de tapones y orejeras en el
caso de ambientes extremadamente ruidosos.
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PRINCIPALES CAUSAS DE EXPOSICIÓN AL RUIDO
La principal causa de exposición a ruido dentro de las actividades que
desarrollas en el sector siderúrgico, se debe a los elevados niveles de ruido
generados por la maquinaria y los vehículos (carretillas - camiones) utilizados
durante el proceso.
Ruido generado por la maquinaria
• Cuando trabajes con máquinas que
emitan un nivel de ruido elevado
deberás utilizar protectores auditivos.
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• Los protectores auditivos ajustados
correctamente te protegerán los oídos
en los trabajos con alto nivel de ruido.
• También te protegerán los oídos
contra la introducción de chispas,
salpicaduras de sustancias calientes o
corrosivas
y
otras
proyecciones
peligrosas.
• Si el ruido generado por la
maquinaria empleada en tu trabajo es
elevado, sugiérele a tu encargado
que aísle (encierre) el equipo de
trabajo ruidoso en recintos apropiados.
•
Instalar
pantallas
absorbentes
alrededor de los equipos de trabajo es
otra posible solución para evitar tu
exposición a elevados niveles de ruido.
Además de estas medidas preventivas que tú debes tomar para evitar la
exposición al ruido, tu encargado o jefe puede actuar sobre el medio de
propagación del ruido de la siguiente manera:
•
•
Deberá aislar, si es posible, mediante cabinas insonorizadas, a los
trabajadores que controlan los equipos de trabajo.
Realizará un mantenimiento adecuado de los equipos de trabajo y las
instalaciones, alinear y engrasar sus elementos, sustituir los que se
encuentren defectuosos, de manera que emitan el mínimo ruido posible.
• Al adquirir equipos de trabajo se deberá
tener en cuenta sus características
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acústicas (exigiendo al fabricante este
dato) adquiriendo aquellos que sean
menos ruidosos.
Ruido generado por los vehículos
• Si el nivel de ruido generado
por la carretilla es elevado
usaremos
eventualmente
protectores individuales contra el
ruido.
• Como medida preventiva para
evitar el ruido de la carretilla,
puedes instalar un silencioso de
escape eficaz. También sería
adecuado
el
capotaje
insonorizado.
• Una bomba hidráulica poco
ruidosa es otra posible medida
preventiva que puedes adoptar.
MANTENIMIENTO
•
•
Aunque los tapones auditivos son estrictamente personales, el resto de los
protectores auditivos puede utilizarlos otra persona, para ello te
recomendamos que realices una desinfección previa, y que se cambien
las almohadillas o los cubrealmohadillas.
Sigue las instrucciones del fabricante para el mantenimiento de los
protectores.
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•
Una vez lavados o limpiados, seca cuidadosamente los protectores y
después colócalos en un lugar limpio antes de volver a utilizarlos, de modo
que no pierdan su efectividad.
NORMAS DE SEGURIDAD DE LOS PROTECTORES AUDITIVOS:
•
•
•
•
•
•
El protector auditivo que emplees no debe mermar tu percepción del
habla, de señales de peligro o de cualquier otro sonido necesario para el
ejercicio correcto de tu actividad.
Asegúrate que tu encargado te entrega junto con el protector el folleto de
instrucciones del equipo.
Tus protectores auditivos deberán poseer el correspondiente marcado CE.
Cuando realices las pausas para el desayuno, comida o café,.. hazlas en
lugares sin ruido.
Siempre que no tengas que realizar trabajos en zonas ruidosas, aléjate de
ellas.
Siempre que sea posible se realizará una rotación de los puestos de
trabajo, de manera que realices tareas ruidosas y poco ruidosas, ya que
contribuye a disminuir la exposición que recibes.
• Siempre que veas esta señal, es obligatorio que
utilices los protectores auditivos.
SUSTITUCIÓN
•
No dudes en desechar un equipo que presente signos de debilidad que
puedan reducir su resistencia o limitar su funcionamiento.
•
Si observas algún defecto o anomalía en tu protector auditivo
comunícaselo a tu superior para que te entregue un nuevo equipo.
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