Download Estudios sobre el corazón humano

El corazón humano (I)
1.) El corazón del hombre es por naturaleza pecaminoso – fuente de todo tipo
de mal.
Gn. 6:5 / 8:21 (Ro.1:21 / Jer.17:9)
Mt. 15:19
Ef. 2:3 / 4:17-19.22b
Sal. 51:5-6
2.) El comportamiento del hombre no siempre revela lo que hay en su corazón.
Gn. 4:2-5ª / Heb. 11:4
Is. 29:13 / Ez. 33:31 (Is. 1:11-20)
3.) Dios quiere corazones limpios – como fuente de buenas obras.
Sal. 51:6-7.10.17 / Mt. 5:8
Ef. 2:10 / 3:16/ 4:22-24
Meta nº 1 de Dios para con nosotros:
Una transformación de nuestro ser y de nuestra vida -
¡Corazones puros que reflejan Su carácter y hacen su voluntad…!
4.) El hombre no es del todo conciente de lo que pasa en su interior.
Jer. 17:9
Sal. 139:23-24
5.) Dios sí conoce y comprende las profundidades del alma humana.
Jer. 17:10 / Sal. 139:1-2; 44:21
Dn. 2:22 / Heb. 4:12
6.) El camino hacia la transformación pasa por la revelación de la VERDAD: la
verdad específica sobre el corazón del hombre + la verdad sanadora de la
Palabra de Dios.
Jn. 8:32 - vea el estudio “…y la VERDAD os hará libres”
Sigrid Py
El corazón humano (II)
7.) El profundo deseo del corazón de Dios es estar en comunión con los suyos:
“…llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor” (1 Co.1:9)
“…y nuestra comunión… es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.” (1 Jn.1:3)
Ex.29:41-46 / Zeph.3:17 / Ev. de Juan, capítulos 14, 15, 17
8.) Dios no busca sólo adoración y obediencia, sino AMOR hacia ÉL:
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios,
que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma…?” (Dt.10:12)
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con
toda tu mente. Éste es el primero y gran mandamiento.” (Mt.22:37-38)
Jn.14:15.21 / 1 P.1:8 / 1 Jn.4:7 – 5:3
Meta nº 2 de Dios para con nosotros:
Una relación íntima con Dios -
¡Corazones apegados a Él que le aman y le sirven…!
9.) El corazón del hombre es “la central” de todo su ser y de su manera de vivir:
“Por encima de todo, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” (Prov.4:23)
Prov. 23:26 / Jer.17:10 / Lc.6:45 / Mc.7:21-22
10.)
Por esta razón, Dios nos pide la entrega de “todo nuestro corazón”:
“…para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos… Y amarás a
Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y
estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón…” (Dt.6:1-5)
“… y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma…” Dt.10:12)
Jos.22:5 / Dt.4:29; 13:4-5 / 2 Chr.16:9
11.)
Pero el corazón humano necesita ser “circuncidado” para poder amar así:
“Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón…para que ames a Jehová tu Dios con todo
tu corazón y con toda tu alma” (Dt.30:6)
Dt.10:12-21 / Ez.36:25-27.29 / Stg.4:8 / 1 P.1:22 - 2:10
Sigrid Py
El corazón humano (III)
1.) El profundo anhelo del paraíso perdido en el corazón humano y el “dolor de la vida”
en un mundo caído son el motor que promueve todos los actos del hombre. Esta
misma energía le empuja hacia una de dos direcciones:
a) buscar a Dios (ejemplo: Enoc, David…), o
b) buscar otra satisfacción, otro alivio, otra protección (ejemplo: pueblo
Israel en el AT…, Jn. 4, Lc.15)
2.) Normalmente – salvo si es muy sensible al Espíritu Santo - al hombre no le
preocupa el verdadero estado espiritual de su corazón, mientras su vida “funciona”
(Mal.1:6-7; 2:17). Pero empieza a preocuparle cuando duele (conflictos internos) o
cuando causa problemas (conflictos externos). Por esta razón, Dios usa el
sufrimiento para llamar al hombre y hablar a su corazón (ejemplo: pueblo Israel en
el AT…- Dt., Isaías, Jeremías, Oseas…).
3.) Estos “desiertos” revelan lo que hay en el corazón humano (Dt.8) – sus anhelos,
actitudes y frustraciones. Pero nuevamente hay dos reacciones posibles:
a) buscar a Dios y acercarse a Él (2 Cr.15, Sal. 73 + 107, Is.26 + 38, Os.2:6s,
Lc.15:17-18), o
b) empeñarse en el camino humano y alejarse aún más de Dios (2 Cr.16,
Is.30:15-16, Jer.6:12-21 / 7:23-28 / 44:15-17, Os.11:2; Mt.23:37).
4.) Los “sustitutos” no satisfacen ni protegen de verdad, la plenitud de Dios sí. Los
desiertos del sufrimiento sirven para poner en evidencia el contraste entre los
caminos humanos (“cisternas rotas”) y el camino de Dios (“fuente de agua viva”):
Is.55 / 57:12-21; Jer.2:11+13, Oseas 2, Jn. 4, Ap.3:17-20.
5.) El hombre que “busca a Dios de todo corazón”, dejando de lado sus sustitutos,
puede encontrar en Él la “vida abundante” de la que habló Jesús. Dios promete
saciar el alma (respuesta a los anhelos profundos) y hacerle descansar en Él
(respuesta al dolor de la vida): Dt. 30; Sal. 23 / 34 / 63 / 84 / 107; Jer.31, Mt.11:2829; Jn.4:13-15 / 7:37-39.
6.) Al volver a Dios, el hombre encuentra su verdadero significado y vocación, y se ve
capacitado para cumplir el mayor de los mandamientos: amar a Dios y amar a su
prójimo (Jn.14:1-15:17; Ro.5:1-5+17 / 8:14-30 / 12; Ef.1:3-2:10; Col. 1:3-14 / 1
Ped.1:1-2:10). Esto produce una vida santa y sana (Lc.1:68-79).
Meta nº 3 de Dios para con nosotros:
Una restauración de la dignidad humana y de la paz interior -
¡Corazones sanos que aman con el amor de Cristo…!
Sigrid Py