Download Valores en la educación de posgrado: más allá de la honestidad

Document related concepts

Universidad de Quintana Roo wikipedia , lookup

Universidad Pedagógica Nacional de Colombia wikipedia , lookup

Educación superior wikipedia , lookup

Educación física wikipedia , lookup

Profesor wikipedia , lookup

Transcript
Valores en la educación de posgrado:
más allá de la honestidad científica
Values ​​in graduate education:
beyond the scientific honesty
Autores:
Dr. C. Guillermo J. Bernaza Rodríguez
[email protected]
Ministerio de Educación Superior. Organismo Central
Dr. C. René Márquez Castro
Escuela del Partido “Ñico López”
Dra. C. Mariluz León Ávila
Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique J. Varona”
Cuba
RESUMEN
La educación de valores constituye un problema actual y de mucha pertinencia en la educación
de posgrado cubana. Este trabajo es fruto de un grupo de profesores que laboran en este nivel y
que llevaron a discusión a la Comisión Asesora de Posgrado (COPEP) ideas sobre cómo desarrollar
la educación de valores en los profesionales a través del posgrado, lo cual sirvió para la elaboración de orientaciones a los Centro de Educación Superior.
Palabras claves: valor, educación de valores en la educación de posgrado, orientaciones.
ABSTRACT
The education of values ​​is a problem of great relevance today and graduate education in Cuba.
The work is the result of a group of teachers working on this level of education and discussion
that led to the Graduate Advisory Committee (COPEP) ideas on how to develop education in
professional values ​​through graduate school, which served to prepare guidance to the Center
for Higher Education.
Keywords: value, value education in graduate education, guidance.
Revista Congreso Universidad. Vol. II, No. 1, 2013, ISSN: 2306-918X
1
“La educación empieza con la vida,
y no acaba sino con la muerte”
José Martí
Nueva York, agosto de 1889.
INTRODUCCIÓN
Un profesor o tutor explica a sus estudiantes de posgrado: ¿Qué significa honestidad científica?
“Significa ser objetivo, imparcial y veraz en todos los aspectos de su tarea de investigación. No
deberá por tanto inventar, falsificar, desfigurar o tergiversar datos o resultados científicos. Es una
de las características más importantes porque cuando esta falta resulta imposible alcanzar los
objetivos científicos.
La honradez ha de ser también una de las características principales durante los procesos de
elaboración, análisis y valoración de proyectos de investigación.”
¿Considera usted que es suficiente la explicación del profesor?
Profesores y tutores dedican sus esfuerzos educativos a desarrollar en sus estudiantes a través
del posgrado valores estrechamente vinculados a la investigación o al perfeccionamiento especializado del desempeño profesional, pero ¿será suficiente ante la situación político ideológica
que enfrenta nuestra sociedad darles solo ese significado? O es que: ¿la honestidad de un profesional tiene sombreros de investigador, padre de familia, directivo o amistad? ¿Vale la pena
trabajar el tema de los valores en la educación de posgrado?
La educación superior cubana puede exhibir con orgullo la cifra de un millón de graduados universitarios desde el 1959 y de esa cifra más de 700 mil de ellos han recibido posgrados. Se trata
de cifras muy significativas en comparación con la población cubana contemporánea.
Los profesionales cubanos se distinguen por su excelente preparación para desempeñarse dentro y fuera del país, en ocasiones con muy pocos recursos y en condiciones difíciles, demostrando su profesionalidad y entrega a su labor de forma solidaria y con altruismo. Sin embargo, no
están exentos de estar en la diana de la mediática campaña imperialista para penetrar la consciencia de los universitarios cubanos con el anhelo de un cambio social en el país.
El presente trabajo se propone un diálogo con el lector sobre el tema de los valores en la educación de posgrado, sin duda, emergente por su indiscutible actualidad y pertinencia social.
2
Guillermo J. Bernaza Rodríguez, René Márquez Castro, Mariluz León Ávila
DESARROLLO
Fidel ha resumido su pensamiento sobre el tema de los valores en el concepto de Revolución,
cuando expresó en su discurso del 1º de mayo del 2000:
“REVOLUCIÓN es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser
cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como
seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social
y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es
modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad
y las ideas. Revolución; es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños
de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro
socialismo y nuestro internacionalismo.”
Ese concepto recoge en síntesis los valores que deben tener todos los profesionales en Cuba y,
por tanto, sirve de orientación para el propósito que se persigue.
Cualquier valor cobra sentido solo en relación con el hombre como ser social, su vida, su salud,
su educación, su bienestar, así como con la satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales.
Los valores pueden ser analizados en tres planos. En el primero, los valores se entienden como parte
constitutiva de la propia realidad social, como una relación de significación entre distintos procesos
o acontecimientos de la vida social y las necesidades e intereses de la sociedad en su conjunto.
El segundo plano se refiere a cómo ese sistema objetivo se refleja en la conciencia individual o
colectiva. Cada sujeto social, como resultado de un proceso de valoración, conforma su propio
sistema subjetivo de valores, sistema que puede poseer mayor o menor grado de correspondencia con el sistema objetivo de valores, en dependencia, ante todo, del nivel de coincidencia
de los intereses particulares del sujeto dado con los intereses generales de la sociedad en conjunto; pero también en dependencia de las influencias educativas y culturales que ese sujeto
recibe, así como de las normas y principios que prevalecen en la sociedad donde vive.
El tercer plano de estudio es el sistema de valores instituido, que consideramos justo y que ha
permitido durante estos años de Revolución que el pueblo cubano sea más libre y soberano. De
ese sistema institucionalizado emana la ideología que defiende, la política interna y externa, las
normas jurídicas, el derecho, la educación formal (es decir, estatal o institucionalizada), entre otras.
Los valores que se forman en la conciencia de los profesionales cubanos que acceden a la educación de posgrado son el resultado de la influencia, por un lado, de los valores objetivos de la
Revista Congreso Universidad. Vol. II, No. 1, 2013, ISSN: 2306-918X
3
realidad social, con sus constantes dictados prácticos, y por el otro, de los valores institucionalizados, de la organización, que llegan al profesional en forma de discurso ideológico, político,
profesional y pedagógico. Tanto una como la otra influencia se realizan a través de diferentes
mediaciones: la familia, los colectivos laborales y de estudio, los programas de posgrado, la cultura artística, los medios de difusión masiva, las organizaciones sociales, entre otros.
Con ese fin es necesario partir de los siguientes presupuestos:
••
Para cada momento histórico y para cada sociedad concreta existe un sistema de valores objetivamente conformado, resultado de la propia estructura de las relaciones
sociales.
••
Los valores tienen un carácter socialmente compartido, sobre todo a través de múltiples y variados intercambios de experiencias y vivencias que se producen durante el
proceso educativo. Su formación es posible y necesaria a lo largo de la vida.
••
Los valores deben ser asumidos de forma consciente, y no instintiva, por cada sujeto.
Desde la educación de posgrado es pertinente darle continuidad al proceso de formación de valores, iniciado en los niveles educacionales precedentes. “El estudiante, más
que conocer qué son los valores, ha de aprender a valorar por sí mismo, a construir
valores y realizarlos en su propia vida” (Fabelo, 2010).
••
La formación de valores implica a todos los que participan en la educación de posgrado. El ejemplo personal de los profesores y tutores; así como su accionar educativo son
imprescindibles para la formación de valores.
••
Debe evitarse en el posgrado una formación fría y esquemática de valores. Las vivencias que aparecen en los espacios de reflexión, de confrontación, de problematización
y de valoración en los profesionales están entre las vías esenciales para la formación de
valores.
Uno de los propósitos del sistema de la educación posgraduada es contribuir al fomento progresivo de valores ideo-espirituales en los profesionales con una adecuada postura, inspirada
en ideales del progreso científico y tecnológico contemporáneo así como en un humanismo
justo, sustentado en la racionalidad y la solidaridad y en la unidad del patriotismo, del socialismo y del internacionalismo, en tanto valores revolucionarios de la educación cubana. Justamente todos estos propósitos encuentran sustento institucional en el Reglamento de Posgrado
de Cuba, así como en las Normas y Procedimientos para su gestión, razones que demandan la
elevación permanente de la calidad académica de los programas por medio de procesos de la
autoevaluación, la evaluación externa y la acreditación.
En la actualidad la educación posgraduada debe promover el compromiso hacia una formación académica que luche por la disminución de la brecha que tiende a separar cada vez más
a los países desarrollados del resto del mundo, así como la necesidad del apoyo por parte de
4
Guillermo J. Bernaza Rodríguez, René Márquez Castro, Mariluz León Ávila
los gobiernos, y otros sectores, en lo referido a la capacidad de generar y utilizar conocimientos
científicos y tecnológicos asociados al logro de una cultura de paz y a la necesidad de practicar
y aplicar los conocimientos de acuerdo con normas éticas apropiadas y fundadas en el debate
público de forma que se respeten y preserven todas las formas de vida y los sistemas que le den
sustentación en el planeta.
Sobre la base de lo anterior sometemos a consideración algunas sugerencias que persiguen
como objetivo promover la reflexión y un accionar más acentuado hacia ese propósito de profesores, tutores y estudiantes cuando se diseñan y ejecutan los programas y en el proceso de
aprendizaje; en la orientación, ejecución y revisión de la producción científica del programa; en
su proyección e impacto en la sociedad; en las evaluaciones de las investigaciones, innovaciones y creaciones que se proyectan y generan en el posgrado. Estas podrán ser enriquecidas con
las experiencias y vivencias de los profesores de la educación superior.
Algunas propuestas:
••
Significar la importancia del hombre en la sociedad en el quehacer cotidiano, su capacidad de educarse a lo largo de la vida.
••
Lograr una integración armónica entre los valores compartidos por la universidad, por
la organización como son: dignidad, patriotismo, honestidad, solidaridad, responsabilidad, humanismo, laboriosidad, honradez y justicia, y los distintos grupos sociales en los
que se inserta el sujeto (la familia, la comunidad, el colectivo laboral y la universidad),
incluyendo a su vez la impronta subjetiva que aporta la persona.
••
Defender los valores patrios y los principios de la Revolución Socialista en cualquier
actividad de posgrado. Participar activa y conscientemente a través del posgrado en las
tareas de la defensa de la Revolución.
••
Actuar en correspondencia con los valores genuinos de nuestra historia, en especial la
universitaria, y extenderlos a toda la sociedad. Es necesario tener en cuenta los valores
que han caracterizado a la obra y a la personalidad de aquellos que han puesto en alto
el nombre de Cuba en diferentes áreas del conocimiento.
••
Abrir espacios para la discusión, el planteamiento de problemas, la reflexión y la confrontación de ideas sobre la sociedad, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente. Esos
espacios pueden preverse desde el diseño curricular del programa de posgrado. Su
efecto educativo está en el clima de respeto, ética profesional, honestidad y responsabilidad de los que participan, desarrollando la cultura del debate respetuoso, reflexivo y
comprometido, no solo en el ámbito institucional, en el aula, sino también fuera de este.
••
El estudiante de posgrado, más que conocer qué son los valores, ha de aprender a valorar por sí mismo, a construir valores y realizarlos en su actividad de estudio-trabajo,
en su vida.
Revista Congreso Universidad. Vol. II, No. 1, 2013, ISSN: 2306-918X
5
6
••
Llevar al posgrado aquellos problemas de la ciencia, la tecnología, el medio ambiente
y la sociedad, cuya resolución impulse el desarrollo del país y la satisfacción del ser
humano.
••
Propiciar a través de las diversas actividades y formas organizativas del posgrado que
los profesionales puedan vivenciar y concienciar otras actitudes profesionales relevantes, tales como: independencia, colaboración e integración; crítica, autocrítica y receptividad a la crítica; consagración, creatividad y tolerancia a la incertidumbre; cuidado
del medio ambiente y cultura de ahorro energético; ética, modestia, responsabilidad y
liderazgo.
••
Unido a lo anterior, la necesidad de brindar información veraz, evitar mentir jamás. Respetar a sus colegas, al medio ambiente, la autoría y mostrar ética profesional en sus
productos científicos como artículos, ponencias, libros, monografías, resultados de experimentos y otros del posgrado.
••
Hacer realidad el concepto de pertinencia de la educación superior en función de aprovechar y desplegar nuestro potencial científico, técnico y social en la solución de los
problemas que presenta el país.
••
Valorar positivamente la ejemplaridad y liderazgo de profesores, tutores y estudiantes,
tanto en el ámbito universitario como en la comunidad. Mantener la integridad moral
y ética ante cualquier circunstancia.
••
Estimular el uso eficiente de los recursos para conseguir los fines propuestos en la gestión del posgrado, haciendo un uso racional de los recursos. Aprovechar los espacios en
el proceso de aprendizaje para resaltar esta cuestión de vital importancia para un país
como Cuba. Esto también se evidencia en las publicaciones de artículos, velar porque
no se produzca la dispersión del conocimiento, ni repetición innecesarias en varios artículos, lo cual podría poner en cuestionamiento la ética del autor.
••
Cumplir con la legalidad es obedecer la ley establecida, especialmente las leyes relativas a su labor profesional. Independientemente de su status profesional deberá ser
ejemplar en el respeto a la legalidad.
••
Velar por el secreto, en ciertos casos las innovaciones pueden haber contraído otras
obligaciones que anulan la característica de transparencia en su trabajo. Por ejemplo,
existen sectores que están obligados a proteger la información clasificada.
••
Estimular el desarrollo de valores genuinos de nuestra historia y de las tradiciones universitarias para propiciar la integración armónica con los modos de actuación del profesional
revolucionario que demanda la sociedad, de manera que el patrimonio cultural incluya
crecientemente los valores que han caracterizado la obra y la personalidad de aquellos.
Guillermo J. Bernaza Rodríguez, René Márquez Castro, Mariluz León Ávila
••
Ser exigente consigo mismo y con los demás, a través del ejemplo.
••
Rechazar la pasividad, desarrollando la participación y el diálogo.
••
Combatir lo mal hecho, el pesimismo y la indolencia, promoviendo el optimismo en las
soluciones.
••
Desarrollar el colectivismo en el cumplimiento de las tareas combinando la responsabilidad individual.
Es necesario retornar al inicio: ¿Cómo debe ser desarrollado el valor honestidad científica?
Los valores no son pues el resultado de una comprensión y, mucho menos de una información
pasiva, ni tampoco de actitudes conducidas sin significación propia para el sujeto, de ahí la
necesidad de que el propio estudiante haga sus valoraciones. Es un proceso más complejo y
multilateral, pues se trata de la relación entre la realidad objetiva y los componentes de la personalidad, en los diferentes escenarios de la actividad social del estudiante, no solo durante el trabajo o el estudio, lo que se expresa a través de conductas y comportamientos, por lo tanto, solo
se puede educar en valores a través de conocimientos, habilidades de valoración, reflexión en
la actividad práctica con un significado asumido. Se trata de alcanzar comportamientos como
resultado de aprendizajes conscientes y significativos en lo racional y lo emocional.
La honradez como valor del profesional no se limita solo a lo científico. El profesional cuando
es honrado, lo es en todas sus actividades vitales, aunque se exprese con diferentes contenidos.
El profesor o el tutor debe estimular a aquellas actuaciones del estudiante o grupo de estudiantes que tienen como base la verdad y la auténtica justicia social, donde demuestre ser genuino,
auténtico y objetivo; respeto por sí mismo y por los demás.
Hay que tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de
honestidad por pequeña que sea… Hay que reconocer que es una condición fundamental para
las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser
falso, injusto, impostado, ficticio. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca
la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio,
tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de
la verdad.
••
Ser sincero, no ocultar ni tergiversar la verdad, siendo veraz en los informes que realice.
••
Fomentar y ampliar la disciplina, el respeto y la fidelidad a su Patria, a través del cumplimiento de lo establecido en leyes, normas y obligaciones.
••
Ser participativo en la toma de decisiones, brindando todos sus conocimientos para
determinar problemas, esclarecer situaciones o resolverlas.
Revista Congreso Universidad. Vol. II, No. 1, 2013, ISSN: 2306-918X
7
CONCLUSIONES
••
Fidel en su concepto de Revolución, expresado en su discurso del 1º de mayo del 2000
identificó los valores que constituyen la aspiración de todos los profesionales revolucionarios y por lo tanto, sirve de orientación para la educación en el posgrado.
••
Más que conocer qué son los valores, el profesional ha de aprender a valorar por sí mismo, a construir valores y realizarlos en su propia vida. El postgrado es una vía posible
para el desarrollo de valores.
••
Las vivencias que aparecen en los espacios de reflexión, de confrontación, de problematización y de valoración en los profesionales están entre las vías esenciales para la
formación de valores.
BIBLIOGRAFÍA
Fabelo, J.R.: La crisis de valores como conocimiento. Causas y estrategias de superación. En: La
formación de valores en las nuevas generaciones. Una campaña de espontaneidad y
conciencia. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, Cuba,1996.
Febles, M.: Caracterización psicológica del estudiante de nuevo ingreso y su seguimiento. Tesis
de Maestría en Psicología Educativa. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana,
La Habana, Cuba, 1997.
González, V.: Motivación profesional y personalidad. Imprenta Universitaria. Universidad de Sucre, Bolivia, 1994.
González, F.: La personalidad, su educación y desarrollo. Editorial Ciencias Sociales. La Habana,
Cuba, 1985.
González, F.: Un análisis psicológico de los valores. Su lugar e importancia en el mundo subjetivo.
En: La formación de valores en las nuevas generaciones. Una campaña de espontaneidad y conciencia. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1996.
Leontiev, A.N. Actividad. Conciencia. Personalidad. Editorial Pueblo y Educación, 1981.
Ojalvo, V. y Colectivo de Autores. Concepción de la enseñanza-aprendizaje y organización docente para la formación de valores de estudiantes universitarios. Diseño de Investigación. CEPES, 1997.
8
Guillermo J. Bernaza Rodríguez, René Márquez Castro, Mariluz León Ávila