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MANTENIMIENTO Y VIDA ÚTIL DE LOS EDIFICIOS Francisco García Olmos Resumen Uno de los problemas fundamentales a la hora de planificar racionalmente el mantenimiento es el de la proporcionalidad de las medidas a tomar. Se trata de evitar multiplicar las inspecciones de partes del edificio cuya vida útil doble o triplique el periodo de las inspecciones. Para ello es necesario establecer la vida útil de materiales y sistemas con suficiente aproximación. Para este fin es necesario contar con información fehaciente procedente de los fabricantes, en su caso, y de la propia experiencia tenida o provocada mediante ensayos de envejecimiento. Esta comunicación quiere servir de aproximación a este problema, dado que desconocemos las fuentes de los valores de frecuencia proporcionados por los manuales que han sido publicados. Introducción El mantenimiento es una actividad razonable destinada a evitar gastos mayores en los edificios, que siempre ha existido en aquellos casos en que se ha dado la concurrencia de grandes inversiones y promotores comprometidos durante toda la vida útil del edificio, pero no es la norma. Desgraciadamente, en nuestro país la edificación como conjunto no ha convertido todavía al mantenimiento en una doctrina para la acción consolidada y aceptada por todos. Al mantenimiento le pasa como a todas las actividades que van más allá de los intereses individuales inmediatos: necesitan pasar por una fase de imposición hasta que se convierten en un hábito social. Quienes arrancamos profesionalmente en los años sesenta sabemos cual era el estado de la cuestión en materia de control de calidad y cual es la situación actual como para saber que veinte años, al contrario que en el tango, sí son algo. Si durante veinte años se mantiene la presión el sector acepta acciones que es imposible activar de forma inmediata. Así, el pasado nos sirve para no perder la paciencia y colocar cuanto antes mantenimiento en la lanzadera, acción que, como es sabido, precisa de una o varias disposiciones oficiales obligatorias para que se active. Las fases necesarias para que se consolide una actividad distinta del trasiego imprescindible de materiales y hombres para elevar físicamente el edificio son las siguientes: 1. Introducción de la materia en el país por algunos iniciados a partir de experiencias en general de otros países. 2. Aparición sucesiva de artículos en revistas y congresos. 3. Alternativamente acuerdos entre países introducen mandatos o compromisos. 4. Aparece el primer decreto. 5. Aparecen más decretos, los técnicos se aprestan a exigirlos. 6. 10 años después…las nuevas generaciones de promotores o usuarios (cada cinco años hay renovación) aceptan las novedades como parte de la naturaleza de las cosas. 7. 20 años después ya nadie discute la "nueva" actividad que se practica con naturalidad. Está claro que cuanto antes se llegue a la fase 4 mejor. En mantenimiento ya hemos llegado a este punto afortunadamente. Pero la discusión no se acaba, ahí. Ahora hay que seguir tratando los contenidos y sus dificultades en profundidad. Sólo acotar en esta introducción que me parece que la razón principal por la que el mantenimiento www.hospitecnia.com está (teóricamente) en el candelero es la toma de conciencia de las administraciones de la idea de costo global aplicada al parque inmobiliario. En efecto, es una reacción parecida a la que se observa en el mundo de la sanidad con la enfermedades pulmonares relacionadas con el tabaco o con los accidentes en carretera. La factura de unos y otro empieza a hacerse insoportable. En nuestro país se habla ya de dos billones de pesetas dedicadas a operaciones de reparación, reposición y rehabilitación. Una cantidad sensible de dinero que puede ser sustituida por una menor destinada a un mantenimiento racional y el resto destinado a otros fines. El mantenimiento y el proceso constructivo El tiempo no pasa en vano y hoy sí que es un patrimonio consolidado de nuestro acervo técnico - cultural que cuanto más aguas arriba se comienza a tratar una actividad del proceso más probabilidades hay de que se obtengan los resultados buscados. Así ha ocurrido con la calidad en sus tres aspectos principales de prestaciones, plazo y costo , con la seguridad (véase la figura del coordinador de seguridad). Con el mantenimiento no podía ser menos y en el eco que nos llega de la discusión internacional el tratamiento del mantenimiento comienza en el propio programa de necesidades que el promotor entrega al contratista de un modo más o menos rudimentario. Así se recomienda que proyectista y promotor traten de considerar los costos de mantenimiento en el momento que deciden los principales rasgos de la nueva promoción; al proyectista se le pide que elabore el proyecto con el mantenimiento sobrevolando toda su actividad, dado que decisiones que se toman en esa fase con ligeros cambios de enfoque se traducen en menores costos de mantenimiento para varias décadas de vida útil del edificio. En la fase del proceso se recomienda a los constructores y directores de obra que consideren entre sus prioridades el respeto por los aspectos del proyecto a ejecutar relacionados con el mantenimiento. Además se incide también en aspectos como la flexibilidad de los construido para permitir los cambios provocados por la obsolescencia de los locales y estancias. Al usuario y cuidadores por cuenta de los propietarios se les proporciona un manual de uso y mantenimiento donde de modo preciso se den instrucciones que no sólo han de referirse al estricto uso y mantenimiento sino a cómo han de tratar las actuaciones de rehabilitación provocada por el cambio previsto de funciones. Las fases de influencia del mantenimiento Las fases de influencia del mantenimiento en el proceso constructivo, en este nuevo enfoque, están centradas en el proyecto, aunque se prolongan en la ejecución. Son las siguientes: 1. Concepción. 2. Establecimiento de la vida útil prevista del edificio. 3. Prediseño. 4. Establecimiento de la vida útil de prevista para los componentes. 5. Evaluación de la vida de servicio de los componentes. 6. Comprobación de que la vida de servicio predicha es mayo que la prevista. 7. Realizar el proyecto. 8. Elaborar el programa de mantenimiento. Aclararemos que la vida útil prevista es la duración que el propietario y el proyectista establecen para el conjunto del edificio y sus componentes. Ejemplo de valores mínimos manejados son los siguientes: Escuelas, edificios oficiales, estructura de hormigón 100 años Escuelas, edificios oficiales, estructura de acero 100 años Escuelas, edificios oficiales, estructura de ladrillo 60 años Naves en hormigón 40 años www.hospitecnia.com Naves en acero 40 años Naves en ladrillo 25 años Para componentes los valores son sensiblemente inferiores, ejemplos: Particiones 15 años Acabados de capa fina 10 años Por su parte la vida útil predicha es resultado de registro de experiencia o de ensayos acelerados. Una vez que el proyectista ha establecido la vida útil prevista ha de comprobar que los materiales y sistemas que elige para el proyecto tienen una vida útil predicha igual o mayor que la prevista. Durante la vida útil de los componentes de un edificio debe garantizarse que se mantienen los siguientes aspectos: La vida útil debe ser considerada en los siguientes aspectos del proceso: · Prestaciones. · Funcionalidad. · Especificaciones. · Costos iniciales estimados. · Listas de chequeo para las fases de construcción. Igualmente la vida útil debe estar relacionada con: · La caracterización del medio ambiente. · La información sobre la vida útil normal de los materiales y sistemas así como las recomendaciones de mantenimiento asociadas a esta vida útil. · Las estimaciones del Costo de Ciclo de Vida. · Las listas de chequeo para las fases de evaluación y mantenimiento. Como se ve, se establece un hilo conductor desde la toma de la decisión de llevar a cabo una promoción que invita a que durante toda las fase de concepción, proyecto y ejecución queden relacionados los requisitos de calidad con la vida útil de los componentes de edificio y con el nivel de mantenimiento. Este enfoque permite un discurso global que une todas las palabras claves de una edificación moderna: El proyecto debe ser elaborado bajo la influencia de los criterios de calidad y seguridad y respeto al medioambiente. Los criterios de calidad suponen que las prestaciones del edificio son conformes con los requisitos del cliente, y se conservan durante la vida útil con un mantenimiento proporcional a la vida útil de cada componente del edificio. Cuando esto no ocurre son necesarias acciones correctoras (reparación, rehabilitación, sustitución) Este es el planteamiento actual que invita a una gestión global de todas las actividades del sector y que por su propia naturaleza exigen la presencia en el centro de decisiones de una figura que, hoy por hoy, resulta huidiza: el promotor. NOTA: Comunicación expuesta en la I Convención Técnica y Tecnológica y publicada en el libro de CONTART´97. www.hospitecnia.com