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NIETZSCHE Y LA CRISIS DE LA CULTURA OCCIDENTAL
1. CONTEXTUACIÓN DE LA FILOSOFÍA NIETZSCHEANA.
Antes de penetrar en el contenido propiamente temático, conviene que situemos la filosofía de Nietzsche dentro
del ámbito que le corresponde. Nos encontramos en un momento de la época contemporánea en la que se ponen en
tela de juicio el materialismo y el positivismo reinantes, se lucha contra ellos y entran en crisis. Esta reacción se produce
en nombre de otros valores nuevos, los del espíritu, que comienzan a entrar en juego, y con ellos, lo vital que hay en el
ser humano.
Pero, vamos a escoger dos características claves del modo que tiene de presentarse la filosofía de Nietzsche,
para así situarnos mejor dentro del contexto preciso que necesitamos para este tema.
1.1 VITALISMO.
La filosofía de Nietzsche es vitalista. La vida viene a ocupar y a sustituir el lugar de importancia que tenían
categorías tradicionales en los sistemas filosóficos modernos como la categoría de sustancia.
El vitalismo surge en el siglo XIX y se prolonga hasta el XX. Esta corriente considera que la vida es la esencia
de la realidad. A veces se entiende la vida como un "impulso"o "élan vital", en sentido biológico -como en el caso de
Bergson-, otras se interpreta desde el punto de vista biográfico y entonces se entiende como "vivencia" -es el caso de
Dilthey- y, finalmente, otras veces se entiende como impulso y vivencia a la vez -que es lo que ocurre en Ortega y en
Nietzsche-. En este último caso abarca un sentido biológico y otro cultural.
A diferencia del vitalismo de Ortega, en Nietzsche nos encontramos unas características específicas que le
mantienen alejado. Por ejemplo, él piensa que la razón paraliza la vida. No podríamos entender, por tanto, la idea
orteguiana de una razón vital, porque la vida no se puede comprender con categorías racionales.
La vida es "devenir" , no tiene ser, y en esto coincide con Ortega. En cambio, el sentido de drama que tiene en
Ortega, se convierte en tragedia en Nietzsche. La vida es a la vez, un impulso activo y otro reactivo. Se define como libre
creación, superación, y poder que se mueve en el ámbito de lo imprevisible y del azar.
Es tan importante la vida, que fundamenta un nuevo modo de ver las cosas; hace como de eje en torno al cual
se comprende todo lo demás. Es bueno lo que favorece la vida, es malo lo que la anula y debilita. Los sistemas de
valores se dividen en dos, lo que son conformes a la esencia de la vida y los que son contrarios a ella.
1.2 EL NIHILISMO.
El nihilismo, característico también de nuestro autor, quiere decir la pérdida de validez de los valores vigentes,
"la ausencia de finalidad, meta y sentido", es la caída en la nada, en el vacío. Lo dice el mismo Nietzsche en VOLUNTAD
DE PODER: "¿Qué significa el nihilismo?: Que los valores supremos han perdido su crédito. Falta el fin: falta la
contestación al "por qué"". Pero tiene aún un sentido más especial; se trata no sólo de destruir los valores antiguos,
tradicionales, sino de sustituirlos por otros nuevos que se crean. Es una concepción aniquilacionista, pero a la vez
creacionista.
Dentro de esta concepción, Nietzsche trata de hacernos ver cómo la esencia de la cultura occidental es
nihilista.Primero, porque ha aniquilado los valores más altos que existen en el ser humano y ya no le quedan ideales, si
Dios ha muerto, ha perdido el sentido de su existencia, el sentido de la vida. Esto nos lo dice el mismo Nietzsche en
VOLUNTAD DE PODER: "El "nihilismo radical" es la creencia en una absoluta desvalorización de la existencia, cuando
se trata de los valores supremos que se reconocen, añadiéndose a esto la idea de que no tenemos el más mínimo
derecho a suponer un más allá o un en-sí de las cosas que sea "divino", que sea "moral viva". En segundo lugar, la
esencia de la cultura occidental es nihilista porque no progresa, es símbolo de negación y decadencia; en vez de
progresar, lo que hace, en opinión de Nietzsche, es empeorar cada vez más, tiene a la nada como meta. Contra ese
nihilismo sólo se puede luchar implantando otro tipo de nihilismo para dar muerte a unas cosas y hacer que renazcan
otras que habían sido anuladas en la cultura occidental.
2. LA NECESIDAD DE UN MÉTODO PARA ACABAR CON LA CRISIS.
Siguiendo la línea vitalista-nihilista que acabamos de comentar, vamos a entender fácilmente el método al que
tiene que recurrir Nietzsche para mantenerse en ella.
2.1 EL MÉTODO GENEALÓGICO.
Este método se caracteriza por la inversión y el desenmascaramiento de todo lo existente. Se trata de "quitar
la máscara" a lo "decadente", de explicarlo todo por fuerzas ocultas, instinto y tendencias. Consiste en un
desenmascaramiento psicológico con el que se descubre, se pone de manifiesto, que el hombre, en el fondo, no es más
que un ser instintivo y el significado de cosas trascendentes como Dios, ley moral, cosa en sí, aparece negado.
La esencia del método está en explicarlo todo por su contrario; es ahí donde se encuentra su verdadera
realidad. Lo que era afirmación es realmente negación, lo que era verdadero es falso, lo que era derecho no es más
que provecho, lo que era malo ahora resulta ser bueno, y así ocurre con todo.
2.2 LA FILOSOFÍA DEL MARTILLO.
Podríamos decir, que el método que utiliza Nietzsche es, el del "martillazo". Queremos afirmar con ello que se
trata de un método, en general, destructivo,, hay que destruir los valores existentes para implantar otros nuevos.
Si echamos un vistazo al modo de filosofar que tiene este autor, nos daremos cuenta de que éste se despliega
en dos actividades, una consiste en negar y criticar y otra en afirmar y crear. Cuando utilizamos la expresión "filosofía
del martillo" nos estamos refiriendo a esa parte negadora, en la que se trata de criticar para destruir. ¿ Qué es lo que
hay que destruir? la cultura occidental. ¿Qué hay que afirmar? un mundo que se nutra de valores contrarios a esa
cultura.
Su método consiste en comenzar negando, esto es, siendo "filosofía del martillo", y terminar afirmando, esto
es, siendo "filosofía vitalista"; se trata de afirmar unos valores nuevos y una visión diferente de las cosas.
2.3 LA TRANSMUTACIÓN DE TODOS LOS VALORES.
Como hemos dicho más arriba, una de las labores del método utilizado por Nietzsche, consiste en invertir
todos los valores existentes en la cultura occidental por otros nuevos. Y aplicando el método genealógico, podemos
concluir que no se trata de invertirlos por otros valores cualquiera, sino por unos que sean radicamente contrarios.
Hay que encontrar que, detrás de todos los valores que han existido a lo largo de la tradición, sólo se
encuentra la vida que quiere jugar, expansionarse.
La inversión implica una destrucción. El hombre ha creado unos valores y se ha rendido a sus pies como si
trataran de imponerse desde fuera, les ha otorgado una estabilidad que no tienen. Sólo puede verse libre de esta
autoalienación en que ha caído, destruyéndolos y creando otros nuevos. Ahora la cosa está en que no van a ser los
valores los que orienten la vida, sino que va a ser ésta la que constituya su fundamento último. Hay que reconocer que
los valores sólo existen en la medida en que la vida los dicta a su medida.
2.4 APOLO Y DIONISOS.
Apolo representa la cultura occidental y Dionisos, la visión de la vida que quiere ofrecernos Nietzsche con su
filosofía.
Al aplicar el método, el reinado del Dios Apolo en la cultura occidental se acaba y se sustituye por el reino de
Dionisos.Constituyen dos modos contrarios de entender la realidad.
Lo apolíneo, era representativo de la cultura occidental, porque refleja muy bien su esencia. Significa
estabilidad, equilibrio, proporción, belleza, permanencia, perfección. En cambio, Dionisos es el dios de la desmesura, el
desequilibrio y el caos, la embriaguez, el olvido de sí, el dios del exceso y de la locura, el desenfreno.
2.5 VERDAD Y MENTIRA EN SENTIDO EXTRAMORAL.
Esta idea constituye también un método para Nietzsche, una forma de interpretar generalizada que aplica a su
crítica y a la visión que tiene de las cosas. Está quizá a la base de toda inversión o transmutación.
En concreto, viene a significar, dentro del ámbito del lenguaje, que el ser humano ha inventado una
designación para las cosas, por tanto, las ha hecho corresponder con unos conceptos convencionales y la gran mentira
ha consistido en creerse que con estos conceptos se capta la verdadera realidad del mundo, la vida. Lo que en verdad
sucede es que con la razón no puede captarse la vida, que se mueve en otro nivel.
Si las categorías,los conceptos, frutos de la razón no sirven para acercarnos a la realidad del devenir, múltiple
y cambiante, ¿qué otro modo tenemos para hablar del ser?
Contra la petrificación que el devenir sufre al quedar fijado en una categoría que la creencia y la costumbre
convierte en inmutable, se exalta el poder de la imaginación metafórica que posee el hombre como más propio. La
"metáfora" es considerada como una verdadera perspectiva porque con ella se logra una integración de diversidades;
La metáfora se mantiene abierta al mundo y no cerrada como ocurre con el método simplificador del concepto.
3. LA CRÍTICA A LA CULTURA OCCIDENTAL.
Una parte del método decíamos que era crítica. Ahora es el momento de que entremos en ella. Es una parte
negadora en la que nuestro filósofo se dedica a destruir diferentes ámbitos de la cultura occidental. Aquí parece que
interpretamos que según él, la crítica lleva emparejada la consecuente entrada en la crisis. Aunque también podríamos
suponer que la metafísica, la razón, la religión, la moral y la ciencia están en crisis y por eso las crítica Nietzsche, con la
intención de que desaparezcan para siempre, siendo sustituidas por la nueva visión del mundo que él propone.
3.1 LA CRÍTICA A LA FILOSOFÍA.
Nietzsche piensa que la filosofía ha caído en grandes errores y los ha ido heredando a lo largo del tiempo. De
ellos culpabiliza fundamentalmente a Sócrates y a Platón, que son los que más críticas reciben de su parte. Y para
preparar la crítica se basa en los valores de la vida que tiene un sentido supremo. Todo lo que no se encuentre al
servicio de ésta debemos anularlo.
3.1.1 Crítica a la razón.
La razón es incapaz de captar la vida y por eso debe ser despreciada. Pero lo grave está en el reinado
supremo que ha tenido a lo largo de todos los tiempos como centro de todo filosofar. Por eso, la razón es síntoma de la
decadencia que padece Occidente. El primer genio de toda esta decadencia fue Sócrates. Le considera Nietzsche
"enemigo de lo trágico". A él le acusa de inventar los conceptos que paralizan la vida; no comprendió el sentido de juego
imprevisible, irracional y trágico que ésta tiene. De él hemos heredado la equiparación entre razón, verdad, virtud y
felicidad.
La razón debe ser sustituida por el instinto que es el que capta los valores creativos, la vida. Los conceptos de
la razón nunca captarán las diferencias individuales que existen entre los seres y el movimiento dialéctico en que
consiste su vida, porque la razón está incpacitada para entender el devenir constante.
3.1.2 Crítica a la metafísica platónica.
Platón es otro de los responsables de la decadencia y le acusa principalmente de haber cometido dos errores:
1) Haber despreciado la realidad sensible y cambiante, el devenir constante en que todo consiste. 2) Haber inaugurado
un dualismo, inexistente entre dos mundos contrarios, el sensible, es el no-ser, lo aparente, falso y cambiante y el
inteligible, el verdadero; por se inmutable e imperecedero, es el verdadero "ser".
Nietzsche prepara una crítica muy dura contra estas ideas diciendo que todas las razones que Platón nos
ofreció para justificar la apariencia y el engaño del mundo que vemos, son precisamente las que lo justifican como único
verdadero y hacen imposible la existencia de otro mundo diferente.
Hay que recobrar el sentido de la tierra, que es el verdadero ser. Lo que Platón entiende como "ser", las ideas,
que están en el mundo inteligible, constituye realmente el "no-ser". El ser es cambiante y pertenece al mundo de los
sentidos, el único que existe. Lo que ha considerado como aparente es lo real y las ideas eternas sólo son invenciones
del pensamiento. No se puede huir de este mundo porque sea terrible e inventar otro que sea mejor, perfecto; se
trataría de una venganza contra la vida. hay que decir sí a lo terrible de este mundo y no inventarse fantasmagorías.
Además, otro tipo de realidad, diferente de la que tenemos delante, no podría demostrarse.
3.2 LA CRÍTICA A LA RELIGIÓN
En su crítica a la Religión vemos a Nietzsche como un filósofo ateo y en concreto, anticristiano. Su ateísmo
deriva del de Feuerbach. Ve que la religión se ha formado por un proceso de proyección en donde el hombre ha
atribuido a un dios sus propios poderes, otorgándole a él su aspecto sobrehumano y quedándose así reducido al
aspecto lastimoso y débil.
La crítica al cristianismo quizá sea una de las más duras que Nietzsche realiza, porque es lo que más
decadencia ha motivado en Occidente y sin embargo ha sido la Religión que más impacto ha causado y más huella ha
dejado es esta cultura. Por eso se merece un ataque mayor.
Nietzsche rechaza el cristianismo en nombre de nuevos valores. Se trata de un ateísmo axiológico. No puede
entenderse que los cristianos tengan un dios tan perfecto y ellos sean tan imperfectos. Es una religión que se ha
dedicado a envilecer al hombre, es un antihumanismo. El responsable de esto es Cristo y su evangelio, que constituye
un extravío de los instintos, una enfermedad de la vida, porque predica la supremacía de los pobres e espíritu, de los
débiles y de los fracasados. Promete una felicidad celestial que es irrealizable y predica una moral de esclavitud y
sumisión que, según su doctrina, es la única que será premiada en el más allá. Introduce el concepto de "pecado" que
es un "crimen contra la vida". El cristianismo es la" única gran maldición, la única gran corrupción interior".
Cristo representa el hombre de instintos débiles, manso. Viene a representar lo contrario de Dionisos. Mientras
que para Dionisos, el dolor y la tragedia son esenciales a la vida terrena, para Cristo tienen un valor de redención o de
castigo. Mientras Dionisos se mueve en la sobreabundancia, en la orgía y en el triunfo de la carne, Cristo representa el
triunfo del espíritu, de la pobreza, del sacrificio. Son dos seres contrapuestos y para deshacernos de la crisis que
padecemos en Occidente debemos tomar como modelo a Dionisos.
3.3 LA CRÍTICA A LA MORAL
Este tipo de crítica también es uno de los mayores coletazos que recibe la cultura occidental por parte de
Nietzsche. Se trata d una crítica tan dura o más que la religiosa. Se refiere a este tema fundamentalmente en su obra
"Más allá del bien y del mal" y en "Genealogía de la moral".
En su análisis de la conciencia moral nos recuerda a Freud. Desaparece la conciencia como ese conjunto de
conocimientos superiores que nos dicta lo que debemos hacer. Pasa a ser "un instinto de crueldad refrenado en su
desahogo hacia fuera". Al ser inhibidos los instintos por la cultura, las normas, etc. en su deseo de desarrollarse, de
manifestarse, se han quedado reprimidos dentro y han dado origen a la conciencia. Por tanto, la conciencia no tiene un
origen en las normas morales, ni en Dios, sino que es el resultado de una represión.
En el fondo de la cultura late la crueldad. Es el instinto que caracteriza al hombre occidental y que se ha
mantenido oculto, reprimido en los pueblos moralizados...
¿En que ha consistido la moral occidental? en una moral de esclavos. El hombre ha sido esclavo de los
valores porque no los ha creado él sino que los ha encontrado dados, de la diferencia entre el bien y el mal, que le ha
llevado a elegir el bien, como valor supremo, por encima del mal, del pecado, del amor al prójimo y de otras cosas más
inventadas por la religión y la cultura. Ha sido el esclavo de la esperanza en la otra vida, la celestial, en vista de la
desesperación que trae consigo ésta. Así, la moral de esclavos resulta ser pasiva, de rebaño, porque no es creadora y
se limita a aceptar, de forma sumisa, las normas implantadas desde fuera. En definitiva, es una moral debilitadora de la
vida.
Esta moral de esclavos, entrará en crisis cuando sea sustituida por una moral de señores, noble, que exalte
la vida y que implante sus propios valores, esto es, que sea creativa. Esta es la moral propia del superhombre que,
poniendo por encima de todo valor de la vida, ama la muerte de Dios par, ocupando su lugar, no debe sumisión a nada
ni a nadie, es activa y está por encima de toda distinción entre el bien y el mal.
Los altos valores en los que se apoyaba la moral tradicional deben ser sustituidos por otros, por sus contrarios,
porque no son más que disfraces de las fuerzas reactivas y del resentimiento contra la vida.
3.4 LA CRÍTICA A LAS CIENCIAS POSITIVAS.
La crítica de Nietzsche a la ciencia tiene un sentido propio y preciso: es una crítica de la matematización de lo
real. Esta matematización no nos ayuda a conocer las cosas, sino sólo a establecer una relación cuantitativa. Habla en
"La gaya ciencia" de los mecanicistas de forma despreciadora; así como de que su metodología científica se base en el
número, en la cantidad. La pura determinación cuantitativa de las cosas tiende a anular las diferencias que realmente
existen entre ellas, ya que el "modelo matemático" de la naturaleza se basa en la cantidad, tiende a la igualación y no
en la cualidad propia de cada cosa. Pero querer reducir todas las cualidades a cantidades es un error y una locura.
Nietzsche no ataca a la ciencia en sí, sino a una metodología determinada (el mecanicismo y positivismo de su
época). Este método se relaciona con la metafísica tradicional porque se inspira directamente en la lógica, reductora de
las diferencias, es decir, en la ontología que trata del devenir del ser como si fuera una apariencia. Se consuma el
proceso de la matematización de la realidad desde el momento en que arbitrariamente prescindimos de las cualidades
propias de las cosas.
Nietzsche pone una llamada de atención sobre el proceso de tecnificación del mundo y la idea ilustrada de
progreso. Esto lo realiza en una doble vertiente: 1º ciencia y moral: La ciencia sólo conoce cantidad y número; nada
sabe de la pasión, de la fuerza, del amor, del placer, etc. además, ni la física, ni la química, ni las matemáticas explican
al hombre, sino que es éste quien explica a aquéllas. Es decir, la ciencia -conocimiento antropomórfico- está muy lejos
de poder hacer juicios valorativos sobre la vida, y por ello no puede decir nada sobre una ley moral que obligue al
hombre. 2ª ciencia y estado: La ciencia se ha convertido en una nodriza y está al servicio de los intereses creado. "El
monstruo más frio de todos los monstruos, el estado" posee en la ciencia su más fiel servidor.
4. SUPERACIÓN DE LA CRISIS.
La crisis de la cultura occidental tiene, para Nietzsche una serie de momentos; podríamos decir que pasa por
una serie de etapas. El primer momento está representado, según nos cuenta el filósofo en su obra ASÍ HABLÓ
ZARATUSTRA, por un animal, el camello. Ëste simboliza la carga que ha tenido que soportar esta cultura a lo largo del
tiempo en lo que se refiere a la metafísica y a la moral del "tú debes". Este animal ha cargado a lo largo de los siglos
con todos los valores tradicionales de la cultura implantados por Dios: Pero, la filosofía de Nietzsche, en su método,
supone un primer momento aniquilador, nihilista. Ésta es la segunda etapa, representada por el león. El camello es
destruido por el león que devora y elimina todos los valores existentes, liberándose de todos los pesos de este mundo al
dar muerte a Dios.
La tercera etapa es positiva, de feliz afirmación. Constituye la superación de la crisis. El león se convierte en
niño que no tiene prejuicios y juega con la vida. Es el momento del superhombre.
Aquí vamos a tratar la parte superadora. los temas que suponen para él la salida de la crisis. Pero, aunque es
una superación y se supone que debiéramos hablar de parte positiva, contiene aún una parte negadora que es la
muerte de Dios.
4.1 LA MUERTE DE DIOS.
Para llegar a superar la crisis en la que se encuentra inmerso Occidente es necesario destruir a un enemigo
del hombre: Dios. Pero, para que sea una extinción definitiva, ha que eliminarlo también de la conciencia porque Dios
es el huésped más indeseable que ésta puede tener.
La muerte de Dios es importante, porque supone dar muerte a la cultura occidental, dar muerte a los valores
absolutos, a la moral, a la religión y a la metafísica tradicional. Después de la crítica llevada a cabo, es el paso definitivo
que consigue superar la crisis en un acto único, un acto criminal. Dios era un "testigo demasiado incómodo". Si no
existe, eso significa que todo está permitido, no tengo a nadie que me juzgue, me premie o me castigue.
A partir de la muerte de Dios, quedan dos posibilidades. Una es que se produzca la llegada del último hombre,
que es el que queda empobrecido porque, después de que Dios muere él pierde todo el sentido de su vida. Se trataría
de una situación nihilista. Es el hombre que se horroriza del crimen cometido y ante el vacío que ha dejado y la
ausencia de los valores y que se siente incapacitado y con falta de temperamento para engendrar nuevos valores. pero
la otra posibilidad es que el hombre sea superado con el advenimiento del superhombre. Esta es la parte positiva, crear
e imponer nuevos valores, labor que sólo puede llevar a cabo el superhombre.
Vemos, por tanto, en Nietzsche el ateísmo negativo que consiste en dar muerte a Dios y destruir su idea en la
conciencia, o también el que consiste en la situación en la que queda el último hombre, y un ateísmo positivo en el que
se trata de crear todo un nuevo modo de ver las cosas sin Dios y hacer que el lugar abandonado por él lo ocupe otro
ser.
4.2 LA LLEGADA DEL SUPERHOMBRE.
Es la parte jubilosa de la muerte de Dios. Después de ésta no llega la tristeza sino el júbilo ante la posibilidad
de construir un mundo mejor, de libertad, y de poder implantar definitivamente el reino de la vida en la tierra y reivindicar
la fidelidad a ella. Esto, según hemos dicho, sólo puede realizarlo el superhombre.
Pero, ¿quién es el superhombre? Es el niño inocente, fruto de la transformación del camello y del león, que
juega con la vida, porque ésta es juego, y que no tiene prejuicios porque no sabe cuál es la diferencia entre el bien y el
mal. A pesar de ser un niño de espíritu, es el "hombre superior" porque desprecia la verdad, la igualdad y la sumisión y
práctica una moral de señores y nos libera de todas las esclavitudes de la existencia. Es lo contrario del ser manso y
dócil. Lleva a cabo grandes hazañas para anular definitivamente la cultura occidental y la crisis a la que ha conducido.
Es el que realiza la transmutación de los valores, invierte todos los existentes y crea otros nuevos, siendo capaz de
dictárselos a sí mismo. Constituye un modelo de conducta ejemplar a seguir por todos; viene a transmitirnos un
mensaje: que" el hombre es algo que debe ser superado":
El superhombre es el artista trágico, fiel reflejo de la vida y abierto a la creación. Representa el genio
caracterizado por lo sobrehumano y por la grandeza. Es el espíritu libre que no respeta a nada ni a nadie. El cuerpo ya
no es esclavitud o cárcel sino libertad, afirmación y goce. Crea nuevos valores con alegría y júbilo. Libre de ataduras de
esta tierra, tiene una voluntad de dominio absoluto, es el hombre de la voluntad de poder.
4.3 LA VOLUNTAD DE PODER.
Este apartado nos responde a la pregunta de qué es lo que permite que el superhombre pueda transformarlo
todo, que pueda llevar a cabo la transmutación de los valores o qué es lo que hace que, en definitiva, sea un
superhombre. Sólo una voluntad de poder con las características con que la define Nietzsche puede se la cause y
explique la muerte de un ser como Dios.
Quizá lo que más interesa aquí es aclarar qué entiende Nietzsche por voluntad de poder. En su obra
VOLUNTAD DE PODER nos dice que la define como "deseo insaciable de mostrar potencia, o empleo, ejercicio del
poder, como instinto creador". En fin, que lo que caracteriza a la voluntad de poder no es la voluntad, sino el poder. No
significa que la voluntad quiera el poder, sino que es el poder el que quiere en la voluntad. La esencia de la voluntad no
es el querer sino el poder. Por tanto, es el poder el que interpreta, valora, juzga, crea, etc. Por eso no puede darse el
caso de que exista algo que se oponga a la voluntad de poder, porque carece de límite alguno, cosa que no le ocurre al
querer, que siempre es limitado. El poder puede quererlo todo, puede querer una ilusión o una ficción, un error o una
apariencia, es totalmente creador. La voluntad de poder es una voluntad creadora.
Estamos ante una voluntad cósmica, universal. Eso es lo que nos dice Nietzsche en ASÍ HABLÓ
ZARATUSTRA: " En todos los lugares donde encontré seres vivos encontré voluntad de poder; e incluso en la voluntad
del que sirve encontré voluntad de ser señor". Con esto vivimos más la idea de Superhombre; es una idea tan esencial
al ser humano como la de la voluntad de poder; hasta el que es esclavo desea ser señor. Nos quiere dar a entender que
el destino del hombre es ser superhombre. Como la voluntad de poder es esencial al superhombre, él es el que manda
y a la vez el que obedece.
4.4 EL ETERNO RETORNO.
Solamente el conocimiento del eterno retorno es lo que hace que definitivamente el hombre se transforme en
superhombre, y entonces "habita en él todo el mundo sin pasado, sin futuro. Habita en lo libre y abierto del juego
cósmico".
El eterno retorno es una imponente suma de fuerzas que ni aumenta ni disminuye, que se crea a sí misma y a
sí misma se destruye, en un eterno movimiento de retorno y avance. Estas fuerzas no son infinitas porque el concepto
de fuerza infinita es inconcebible, así como es una contradicción un devenir siempre nuevo hasta el infinito, pero su
actividad puede ser eterna y entonces hay que comprenderla como un círculo de determinado número de variaciones
que se repite constantemente. Este caos de fuerzas desordenadas, puesto que no hay leyes eternas en el Universo,
tiene en sí una necesidad que es la reafirmarse, de volver eternamente sobre sí mismo, de desarrollarse en círculos que
se repiten, de manera que lo que hoy es, fue ayer y será mañana. Todo lo que es, ha sido ya infinitas veces y volverá
infinitas veces, de modo que cada instante es la síntesis y presencia de tiempo y eternidad simultáneamente.
Así, no podemos imaginar otra cosa más que el eterno retorno como devenir. Sin duda, es una idea muy
original, por parte de Nietzsche, que, como decíamos viene a completar la idea de superhombre. El hombre se
transforma en superhombre por la voluntad de poder y también por el conocimiento del eterno retorno, que le hace vivir
en el todo del mundo, sin pasado no futuro. De aquí que con ello alcance el dominio total sobre todo lo existente. Tiene
en sus manos la eternidad, y, con este velo, abraza el mundo en su totalidad, por encima de la consideración particular
de las cosas.
5. CONCLUSIONES.
Hemos tratado de expresar un nuevo modo de filosofar original y chocante respecto a lo que se entiende por
cultura occidental, porque representa el modo inverso de entender las cosas. Este modo constituye una destrucción y
una crítica de todo aquello a lo que es contrario, lo cual hace que, vista desde Nietzsche, esta cultura aparezca como
en un estado de crisis. Realmente, muchas de las cosas que él critica ya habían entrado en crisis antes de aparecer su
filosofía, con Hegel, pero en este momento nos encontramos en un momento extremado en donde termina por
desaparecer hasta la razón, como el objeto más importante del filosofar, viniendo a ser suplantada por la fuerza de los
instintos, por la vida, con lo cual se supone que se supera el estado de crisis que padece el hombre occidental.
La idea de Dios, que en muchas filosofías es central, vemos que en éste caso también continua siéndolo. En la
filosofía cartesiana terminó siendo el garante de todo, cuando al principio, el que se pensaba que iba a serlo era el yo.
Pero aquí se trata de culpabilizar a Dios de la crisis que padece la cultura y hacer que desaparezca para poder
superarla. Por tanto, pensamos que se utiliza esta idea como punto en torno al cual todo oscila.
Nietzsche
(La Razón en la Filosofía. Página 52 de El crepúsculo de los ídolos de Alianza Editorial)
Pautas para comentar el texto de Nietzsche a partir de los apuntes:
En líneas generales los distintos apartados permiten elaborar un comentario en el que habría que exponer la
crítica que Nietzsche hace a la filosofía en general y en concreto a la metafísica y su ‘invento’ de un mundo de
esencias, ideas, cielo, etc. esto se concreta en los apuntes en el apartado 3.1.2 y 3.1.1. el punto de partida es
el concepto de mundo verdadero que para Nietzsche es radicalmente falso, es un mundo inexistente.
Recordad que este filósofo se vale de alegoría, metáfora, la ironía, de tal manera que el mundo verdadero del
que hablan los filósofos, los cristianos, la moral, y la cultura en general es para Nietzsche una gran mentira
que encierra una visión nihilista de la vida, de este único mundo.
‘sabio’: crítica a la filosofía; ‘piadoso’: crítica a la religión; ‘virtuoso’ crítica a la moral
“Historia de un error
1.El mundo verdadero, asequible al sabio, al piadoso, al virtuoso, -él vive en ese
mundo, es ese mundo.
(La forma más antigua de la Idea, relativamente inteligente, simple,
convincente. Transcripción de la tesis "yo, Platón, soy la verdad").
Este parágrafo permite desarrollar las ideas de los apartados 3.1.2; 3.1.1, 3.1; 2.5 ; 3.2 ; 3.3; 2.1;1.2
ampliable 3.4 y 4; 4.1 .
2.El mundo verdadero, inasequible por ahora, pero prometido al sabio, al piadoso, al
virtuoso (“al pecador que hace penitencia”).
(Progreso de la Idea: ésta se vuelve más sutil, más capciosa, más
inaprensible, -se convierte en una mujer, se hace cristiana...).
Este apartado incide en el aspecto de cómo a la realidad inventada metafísica del mundo eterno de las ideas
(Platón) se le añade otro elemento más manipulador y engañoso que es la visión cristiana del mundo y
sobretodo de la introducción del concepto de ‘pecado’ ‘conciencia’ que hacen de la creencia cristiana un
elemento fundamental para rechazar la vida. Este parágrafo permite desarrollar las ideas de los apartados
3.1; 3.2 3.1.2; 3.1.1; 2.5; 3.3; 2.1; 1.2 ampliable 3.4 y 4; 4.1 .
3.El mundo verdadero, inasequible, indemostrable, imprometible, pero, ya en cuanto
pensado, un consuelo, una obligación, un imperativo.
(En el fondo, el viejo sol, pero visto a través de la niebla y el
escepticismo; la Idea, sublimizada, pálida, nórdica, königsberguense).
En este aforismo ahonda más en el aspecto nihilista de la filosofía y en concreto de la metafísica (concepto
de ‘idea’ de Kant) cada vez tiene menos capacidad para ser justificado este mundo verdadero metafísico y en
la figura del ‘Konigsberguense’ (es decir. KANT) simboliza que lo que ya no se puede justificar teóricamente
simplemente se postula moralmente. (Se desarrollan los mismos apartados que en los parágrafos
anteriores.)
4.El mundo verdadero -¿inasequible? En todo caso, inalcanzado. Y en cuanto
inalcanzado, también desconocido. Por consiguiente, tampoco consolador, redentor,
obligante: ¿a qué podría obligarnos algo desconocido?...
(Mañana gris. Primer bostezo de la razón. Canto del gallo del
positivismo).
Incide en cómo el carácter aniquilador, nihilista de la metafísica ha alcanzado sus niveles más bajos en
cuanto a capacidad justificadora de la realidad y con capacidad para obligar moralmente al hombre. Estamos
accediendo a la metáfora del camello y del desierto desolador. Antes de entrar en él, añade otro aspecto a la
crítica a la cultura occidental y en concreto a la filosofía, es su crítica a la visión cientificista o lo que es lo
mismo positivista. ( explicar todos los apartados a la critica de la cultura, y en especial a la ciencia., además
del concepto de nihilismo como decadencia progresiva y nihilismo como superación)
5. El "mundo verdadero" -una Idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera
obliga, -una Idea que se ha vuelto inútil, superflua, por consiguiente una Idea refutada:
¡eliminémosla!
(Día claro; desayuno; retorno del bon sens (buen sentido) y de
la jovialidad; rubor avergonzado de Platón; ruido endiablado
de todos los espíritus libres).
Se refiere Nietzsche a la situación nihilista, sin sentido alguno de la filosofía y la necesidad de superar ese
estado nihilista tras la metáfora del camello, llega la del león, hay que apuntar la transmutación última en niño,
en el superhombre., del artista, de dionisos
6.Hemos eliminado el mundo verdadero: ¿qué mundo ha quedado?, ¿acaso el aparente?...
¡No!, ¡al eliminar el mundo verdadero hemos eliminado también el aparente!.
(Mediodía; instante de la sombra más corta; final del error más largo;
punto culminante de la humanidad; INCIPIT ZARATHUSTRA (comienza
Zaratustra))
Aniquilada la cultura,(apartados 3, queda la superación de la crisis (apartados 4. 4.1, 4.2. 4.3, 4.4)