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1
Eje temático y tema en español
Tomás Jiménez Juliá
Universidad de Santiago de Compostela
1. A modo de Introducción
Una de las organizaciones de la cláusula de las que más eco se han hecho las
gramáticas desde sus primeras descripciones, tanto en Occidente como en Oriente, ha
sido la que la divide en 'tema' y 'rema' -con denominaciones no siempre uniformes según
autores, épocas o finalidades.
En términos generales, decimos que el tema es el elemento que abre la cláusula,
presentando el ámbito sobre el que se va a predicar algo, el punto de partida, que puede
ser concreto o de carácter general. El resto (rema o predicado) es lo que se dice en
relación con el tema y que, igualmente, puede mantener una relación semántica muy
diversa con él.
Esta organización es particularmente clara en lenguas que, por carecer de un
número suficiente de marcas sustanciales que aseguren la comprensión del valor sintagmático de cada elemento, relegan en la distribución secuencial y -muy particularmente- en la distribución 'tema-rema' el reconocimiento de dichos valores. Así, la secuencia china (1)1 se interpreta como, 'en lo concerniente a este árbol, sus flores son
muy bonitas'.
(1) Zhèi ke shù, hua
Este [CL]2 árbol flor
yánsè hen hao.
color muy bonitas
Sin embargo, que esta organización de la cláusula no es exclusiva de las lenguas
que (al menos, en principio) no tienen otras alternativas para marcar los valores
sintagmáticos lo prueba el hecho de que fueran precisamente los autores griegos, en las
primeras descripciones gramaticales occidentales, quienes aludieran a este tipo de
organización para caracterizar la estructura de la expresión del logos.
Con el auge de los estudios tipológicos experimentado recientemente, y la consiguiente confrontación de estructuras de lenguas distintas, la naturaleza de este 'tema' y
su relación con la noción de 'sujeto' se ha convertido en un objeto de estudio casi
recurrente. Li-Thompson (1976) y, tras ellos, Lehman (1976), Givón (1976), Hagège
(1978) o Shibatani (1991), por citar casos conocidos, han puesto de relieve, con mayor o
menor detalle y acierto, la conexión histórica entre 'tema' y 'sujeto', considerándose el
primero, en principio, el origen del segundo. Hay, no obstante, algunas cuestiones que
están lejos de haber sido tratadas de modo uniforme o claro. Por ejemplo, (i) el tema,
1
. Los ejemplos del chino son tomados de Li-Thompson (1981) en su mayoría. El resto de Li-Thompson
(1976) o Her (1991).
2
. [CL] = Marca de Clasificador, esto es, elemento que acompaña numerales, demostrativos y ciertos
cuantificadores, y que se selecciona según la naturaleza semántica del sustantivo que se caracteriza.
Publicado en M. Casado Velarde, A. Freire Llamas, J.E. López Pereira y J.I. Pérez Pascual
(eds.), Scripta Philologica in Memoriam Manuel Taboada Cid, Ediciones Universidade da Coruña, 1996,
Tomo I, 453-492
2
entendido en su versión más pura -esto es, como podemos encontrarlo en chino (Cfr. LiThompson, 1981, apdo. 4.1.), ¿debe ser considerado un concepto sintáctico, en sentido
estricto, o de una naturaleza distinta? (ii) Esa misma noción, aplicada a una lengua
como el español, ¿tiene el mismo carácter que en chino, debe ser considerada como 'otra
cosa' o, simplemente, se debe negar su existencia? En suma (iii) ¿qué incidencia
sintáctica tiene la noción de 'tema/tópico' en la estructura sintáctica de la cláusula?
El presente artículo trata de ofrecer una visión sobre estas cuestiones y, muy
particularmente, sobre la incidencia del tema en una lengua como el español3.
2. Sobre el concepto de función sintáctica, y de 'sujeto' en particular.
2.1. Si se quiere describir adecuadamente la realización de los valores sintagmáticos clave de la cláusula, la primera cuestión que se debe delimitar es qué se va a
entender por función sintáctica, pues solo entonces estaremos en disposición de decidir
cuándo hay verdaderas funciones sintácticas, esto es, gramaticalizadas, en una lengua.
La noción de función sintáctica oscila habitualmente entre dos tipos de visión, a saber,
(i) el valor adquirido por cualquier elemento que se integre en una estructura discursiva,
independientemente de la existencia de rasgos codificados que manifiesten dicho valor,
o (ii) el valor de una unidad constitutiva de una estructura discursiva y caracterizada
como tal mediante recursos sustanciales específicos, o, dicho de otro modo, el valor de
un constituyente gramaticalizado, entendiendo por tal aquél que ha recibido una
caracterización explícita de su valor sintagmático (vid. infra apdo. 4.2.). Con ejemplos,
¿diremos que los niños tiene la misma función sintáctica en (2) y (3)?.
(2) A los niños no los he visto en todo el día
(3) Los niños, no los he visto en todo el día.
De acuerdo con (i), arriba, la respuesta sería afirmativa. De acuerdo con (ii), en
(2) los niños sería parte de la función sintáctica de 'complemento directo', pero no así en
(3), pese a que la interpretación de una y otra secuencia sería la misma. Aunque
inicialmente parece más razonable reservar el término de función sintáctica en el sentido
(ii) y decidir, por tanto, que la codificación formal es condición necesaria para hablar de
funciones sintácticas, la tradicional confusión entre el sujeto sintáctico y el tema clásico
(ónoma)4, considerado a menudo como una de las manifestaciones del 'sujeto lógico',
convierte con frecuencia en funciones sintácticas valores que no tienen expresión formal
explícita, pero que responden a unas características semánticas análogas a las de
unidades funcionales que han sido explícitamente caracterizadas en otras lenguas. E.
Keenan (1976) trató de sistematizar lo definitorio del sujeto basándose en rasgos
fundamentalmente nocionales, y dando a la noción un valor pretendidamente universal.
W. Chafe (1976), por su parte, en un artículo destinado precisamente a esclarecer una
serie de conceptos cuyo rasgo común era el de ser modos de presentar la información
(packaging), decide que en lenguas como el inglés no existen 'temas' (o, en sus
términos, 'tópicos') propiamente dichos, dejando todo el campo presentativo de la
cláusula al sujeto, para el cual no reclama como condición necesaria ningún rasgo
formal específico:
3
. Quiero agradecer a F. Albertuz sus útiles observaciones a las líneas que siguen.
. Sobre esta confusión, vid. Jiménez Juliá, (1993)
4
3
"So far as I can see at present, the best way to characterize the subject
function is not very different from the ancient statement that the subject is
what we are talking about" (Chafe, 1976, 43)5
En la misma dirección hay que aludir al trabajo de Coyaud (1979), quien también considera que el sujeto es un valor nocional -identificable con los casos profundos
de Ch. Fillmore (1968) y, como tales, oponibles al théme, noción 'superficial'- que puede
ser reflejada formalmente o no serlo, según lenguas:
"A mon avis, il faut tenir le couple sujet-prédicat comme un donné
indéfinissable dans l'absolu. Dans certains langues, la définition du sujet
est simple et commode, dans d'autres, elle est moins" (Coyaud, 1979, 114).
Así, curiosamente -aunque coherente con sus palabras-,
"En chinois mandarin, de même, la fonction sujet peut être mise en
évidence" (id., 114-115),
en cambio,
"en français, il n'est pas simple de déterminer le sujet dans les phrases
impersonelles: il ne suffit pas de tenir un sujet grammatical pour résoudre
tous les problémes" (id. 114).
2.2. Es interesante comprobar hasta qué punto la perspectiva nocional de Chafe,
Coyaud y, en gran medida, Keenan, en la caracterización de las funciones sintácticas y,
muy concretamente, en la de 'sujeto' ha calado en aquéllos que estudian lenguas sin
marca manifiesta de funciones sintácticas y que, por tanto, no tendrían por qué
considerar su existencia. Así, Li-Thompson (1976), en su conocido estudio sobre la
división tipológica entre lenguas topic-prominent y lenguas subject-prominent comienzan considerando que el sujeto (como noción general), a diferencia del tópico, es
una función gramaticalizada que tiene como rasgo relevante, entre otros, ser parte de la
estructura actancial del verbo y concordar con él. Ello les lleva a considerar en un
primer momento que, en sentido estricto, el chino carece de sujeto, puesto que
5
. Su despegue de cuestiones formales a la hora de definir el sujeto (y su identificación entre éste
y lo que llamamos 'tema') le lleva a considerar que todas las lenguas tienen sujeto 'profundo', pero su
manifestación superficial es lo que distingue unas de otras: en un extremo está el inglés y otras lenguas
europeas, "where subject status plays a crucial syntactic role" (45). Y continúa:
"At the other extreme are languages like Dakota, where such prominent
surface markings as agreement within the verb are determined by case status rather than
subjecthood" (45)
Así, considera que aunque el prefijo wa- se usa en el verbo como marca de concordancia
con la 1ª persona singular agente, no por ello el elemento concordado debe ser visto como el sujeto. En
(1) el sujeto es 'yo', mientras que en (2) el 'sujeto' es thiyopa, aunque el verbo establezca su concordancia
con el elemento agentivo 'yo':
1.walówa (yo canto)
2.thiyópa he wapátita (yo empujé la puerta).
4
"the subject is not systematically codified in the surface structure of
Mandarin sentences. There is simply no noun phrase in Mandarin
sentences which has what E. Keenan has termed 'subject properties' (...).
This means that a noun phrase which one might want to defend as a subject
is impossible to identify as such" (Li-Thompson, 1976, 479).
Así, en (4) no existe ningún elemento susceptible de ser considerado como sujeto.
(4) yifu tàng - wán LE
ropa planchar terminar AP/VC6
(La ropa, (alguien) ha terminado de plancharla)
Y en (5) hay uno (wo) pero no existe ninguna marca sustancial que lo identifique
como tal.
(5) wo xihuan chi píngguo
Yo gustar comer manzana
(Me gusta comer manzanas)
Ahora bien, esto no quiere decir que no haya que hablar de sujeto en mandarín.
Hay tópicos que, por integrarse en la estructura actancial del predicado con valores
propiamente 'subjetivos' (i.e., que en lenguas en las que esta función está realmente
codificada, se expresan mediante el sujeto), se convierten en 'sujetos'. wo, en (5), es un
sujeto, aunque no tenga marcas sustanciales que lo manifiesten. La explicación, en sus
propias palabras:
"on the basis of synchronic as well as diachronic phenomena, it seems
clear that subject and topic are not unrelated notions. Subjects are
essentially grammaticalized topics; in the process of being integrated into
the case frame of the verb (at which point we call them subjects), topics
become somewhat impure, and certain of the topic properties are
weakened, but their topic-ness is still recognizable" (484)
Dicho de otro modo, lo que realmente convierte un tópico en sujeto es que se
integre en la estructura actancial del verbo, proceso en el cual pierden ese carácter
(puramente) presentativo que representa el tópico 'en estado puro'.
Más tarde, en su magnífico manual de mandarín, los autores serán todavía más
explícitos a la hora de definir el sujeto:
"the subject of a sentence in Mandarin is the noun phrase that has a 'doing'
or 'being' relationship with the verb in that sentence" (Li-Thompson, 1981,
87)
No es de extrañar que en casos como (6):
6
. Partícula final que reúne el aspecto perfectivo [AP] y un valor comunicativo que implica que lo
expresado tiene relevancia con respecto a alguna situación particular [VC].
5
(6) Zhèi - ke shù yèzi hen dà
Este [CL] árbol hoja muy grande
(Este arbol, las hojas son muy grandes)
sean considerados por Li-Thompson (1976, 468-470) como la convergencia de un tópico (Zhèi ke shù) y un sujeto (yèzi), mientras que otros autores aluden a sucesivos tópicos integrados unos en otros7. Her (1991), por ejemplo, pese a reconocer la existencia
de sujetos en chino, considera que en casos como (1) o (6) existen una serie de tópicos
encadenados, y no un sujeto8.
2.3. La existencia de un número importante de trabajos en los que la noción de
'sujeto' es interpretada como dotada de un carácter nocional revela, más que otra cosa, la
fuerza del etnocentrismo en las descripciones lingüísticas: hablar de sujeto en lenguas en
las que no existe ninguna marca reconocible como sustancia del mismo solo puede ser
explicado mediante una identificación entre el valor semántico (habitualmente agentivo)
que suele manifestarse como 'sujeto' en lenguas gramaticalizadas, y el 'sujeto' mismo, lo
cual lleva a reconocer como tales aquellos elementos del discurso que se sabe que en
dichas lenguas se manifiestan mediante este significante sintáctico. Difícilmente
hablaríamos de la existencia de sujetos en chino si no estuviésemos mirando con el
rabillo del ojo la traducción de esos supuestos sujetos a lenguas en los que realmente se
manifiestan como tales9. O, recogiendo ejemplos -e ideas- antes mencionados,
difícilmente se vería un sujeto en (5) y no en (4), si no tuviésemos una traducción
inglesa 'subjetiva' en aquel ejemplo, y no en éste. Desde un óptica intrasistemática, sin
7
. Entre los que ven diferentes tópicos integrados unos en otros cabe citar a Alleton (1973) o Her (1991).
Coyaud (1979), por su parte, coincide con la postura de Li-Thompson, y acusa a autores como Alleton de
guiar su opinión en un apego excesivo a los postulados de A. Martinet (Cfr. Coyaud, id., 115-116),
acusación difícilmente aplicable a Her. Obsérvese, sin embargo, a dónde le lleva su postura opuesta a la
'rigidez estructural': ante un ejemplo como
pinggguo
chi wán le
(manzana(s)) comer finito
considera a pingguo
"objet sémantique ou patient (...) ici le sujet; le verbe chî 'manger' est au passif non marqué" (id.
115).
Es decir, para reconocer algo -que carece de marca alguna- como sujeto, es necesario, a su vez,
suponer que el verbo está en una voz pasiva asimismo no marcada, salvo por la interpretación contextual.
Es curioso que páginas adelante Coyaud acuse -por otro lado, justamente- a Kuno (1973) de utilizar la
traducción a lenguas ide. para explicar ciertos usos de la partícula ga del japonés.
8
. En realidad, Her admite la existencia de sujetos en chino, y, pese a su desmarque de las posiciones de
Li-Thompson, su explicación no se aleja demasiado de ellos. De acuerdo con su visión, el sujeto y el
tópico serían dos funciones de un mismo carácter sintáctico y, por tanto, no coincidentes en una misma
unidad. La diferencia sería que el sujeto es subcategorizable (por el verbo), mientras que el tópico no lo
es. Li-Thompson hablaban de relaciones seleccionales del sujeto con el verbo, frente a su ausencia en el
caso del tópico. La única diferencia relevante entre las tesis de uno y otros es que mientras para Her
ambos conceptos están drásticamente separados, para Li-Thompson un tópico puede integrarse en los
rasgos seleccionales del verbo y convertirse en sujeto, sin que por ello desaparezca su carácter de tópico
(aunque se desvirtúe en cierta medida, Vid. 1976, 484, cit. supra).
9
. Vid., en este sentido, además del etnocentrismo indoeuropeista de Kuno (1973), antes aludido, la
interesante comparación de Hotta (1993) entre el español, el inglés y el japonés a propósito del verbo
'gustar'.
6
embargo, ni (4) ni (5) tienen sujeto. Se trata en ambos casos de temas, de los cuales el
primero (4) tiene una relación terminativa indirecta con respecto al núcleo del
predicado, y el segundo (5) una relación de afección;
(4) yifu tàng - wán le
ropa planchar terminar [AP/VC]
(La ropa, (alguien) ha terminado de plancharla)
(5) wo xihuan chi píngguo
Yo gustar comer manzana
(Me gusta comer manzanas)
Queda claro, pues, que, a diferencia de lo que entenderemos por 'tema', el
'sujeto', y con él las funciones sintácticas, suponen un modo de 'gramaticalizar' el papel
sintagmático de los elementos de modo que su interpretación no esté totalmente
relegada al contexto referencial en el que se produce la expresión lingüística, además de
establecer una serie de vínculos con la cláusula en sí que posibilitan operaciones
-gramaticales- vedadas a un elemento puramente 'presentativo' como el 'tema'10.
3. Sobre el concepto de tema.
3.1. El concepto de 'tema', 'tópico', o cualesqueira de las nominaciones usadas11,
es uno de los más debatidos en los últimos años en relación con la organización de la
cláusula. La definición del tema resulta bastante homogénea, cuando se habla de lenguas
en las que este concepto es unánimemente considerado como básico en la estructura
clausal (caso del chino o del japonés), aunque no tanto en aquellas otras que utilizan
otras formas de organizar la cláusula12.
3.1.1. Por lo que se refiere al tema 'puro', esto es, al que podemos encontrar en
construcciones regulares en lenguas como el chino, la definición más general es la
utilizada por W. Chafe según quien este elemento (que denomina 'tópico') es aquél que
"limit the applicability of the main predication to a certain restricted
domain" (1976, 50)
y, frente a posibles identificaciones con constituyentes de lenguas indoeuropeas, tiene
como doble característica diferencial, por una parte, la ausencia de marcas sustanciales,
al menos de marcas que hagan referencia a lo que en las lenguas indoeuropeas se
10
. Lo cual no quiere decir que las funciones sintácticas se definan por sus rasgos sustanciales. Más bien se
identifican a través de ellas, pero se definen, como unidades formales que son, por sus valores opositivos
(vid. para la consideración de la función sintáctica como forma significante, Rojo, 1979).
11
. Naturalmente los cambios terminológicos suelen llevar más o menos evidentes cambios conceptuales.
Para una revisión de la historia de este concepto vid. Jiménez Juliá (1986).
12
. Es conocida la división ya mencionada de Li-Thompson (1976), entre lenguas topic-prominent y
lenguas subject-prominent, parcialmente recogida en el esquema de Hagège (1978).
7
entiende como funciones sintácticas13 como en (7) y, por otra, su independencia con
respecto a los rasgos seleccionales del verbo, según se ve en (8).
(7a) Zhangsan wo yijing jiàn - guo le
Zhangsan Yo ya
ver [AEX]14 [VC]
(Por lo que se refiere a Zhangsan, yo ya (lo) he visto)
(7b) Esp.: A Zhangsan yo ya lo he visto)
(8) dàxué
xiànzài duobàn shi nán nü tóng xiào
Universidad ahora mayoría ser chico chica una escuela
(La Universidad, la mayoría ahora son mixtas)
La definición de W. Chafe reflejaba de una manera tan adecuada la naturaleza
básica del tema que fue frecuentemente incluida en trabajos destinados a ilustrar el valor
del tema en lenguas topic-prominent (Vid. Li-Thompson, 1976, 463-464), o, incluso, en
textos de referencia de la lengua china (por ejemplo, Li-Thompson, 1981, 85). Desde la
perspectiva de Li-Thompson, dos rasgos sobresalen como caracterizadores del tema
frente a otros valores del texto: desde el punto de vista semántico, su carácter
necesariamente definido, y desde el punto de vista relacional, su libertad absoluta con
respecto a la predicación, pudiendo ser un elemento de la estructura predicativa
-posibilidad esta negada por Chafe- o algo totalmente ajeno a ella. (9) ilustra -una vez
más- un caso claro en el que el tema es totalmente ajeno a la estructura predicativa. (5),
arriba indicado, refleja el caso en el que coincide con uno de sus argumentos.
(9) nèi chang huo xìngkui xiaofang duì lái de kuài
Ese [CL] fuego afort. fuego brigada venir [CEC]15 rápido
(Ese fuego, afortunadamente los bomberos vinieron rápido)
13
. Chafe, además, considera el tópico como algo específico de lenguas como el chino, con la consiguiente
negación de la existencia de algo similar en lenguas indoeuropeas o, al menos, en inglés. Ya vimos hace
un momento (apdo. 1.1.) que Chafe definía el 'sujeto' de manera similar a como habitualmente se ha
definido el tópico (o el ónoma en la antigüedad clásica). Ello hace que el tópico sea, para él, un concepto
estrechamente ligado a las formas expresivas del chino: el tópico es tal cuando supone una presentación
de algo desligado del marco predicativo posterior, como en:
chu qu he chá wo qing ni
salida ir beber té yo invito tú
(hablando de salir a beber, te invito yo)
y eso -dice- no existe en inglés en sentido estricto, ya que los ejemplos aducidos a menudo para
el inglés (Cfr., por ej., The play John saw yesterday (Halliday, 1967)) no son otra cosa que
"a focus of contrast that has for some reason been placed in an unusual position
at the beginning of the sentence" (id., 49)
con lo cual
"there is no packaging device in English that corresponds to the Chinese topic
device, and hence no fully adequate translation" (id., 50)
14
. [AEX] = Marca de Aspecto Experimentado. Implica que lo expresado ha sido experimentado con
respecto a alguna referencia temporal. Si ésta no es explícita, se suele sobrentender que se refiere a (al
menos) una vez en un pasado indefinido.
15
14. CEC es una marca de Construcción Estativa Compleja. Vid., para detalles, Li-Thompson, 1981,
Chap. 22.
8
3.1.2. En una misma línea -y no casualmente- se muestran las caracterizaciones
del tema en japonés, en este caso con un ingente número de trabajos, sin duda por el
interés suscitado por la partícula wa, marca temática en esta lengua. De hecho, el 'tema'
en japonés supone un campo de estudio más claro y con mayores posibilidades de
contraste, al existir una caracterización más precisa de los valores de los constituyentes
en el sintagma. Como en el caso del chino, existe una coincidencia general en considerar
que el tema se caracteriza por ser un elemento 'presentador'y 'aislado'de la predicación,
'libre' en cuanto a la unidad del discurso que puede tomar este valor, y señalador de un
elemento referencialmente identificable. Tras esto, existen múltiples matizaciones en los
numerosos trabajos al respecto.
En las gramáticas descriptivas del japonés, particularmente en las destinadas a
hablantes de lenguas europeas, la partícula wa suele recibir un detallado tratamiento.
Así, en A. Alfonso, (19894) -reconocida por muchos como la mejor gramática de japonés para extranjeros- el 'tema' (topic) se presenta en los siguientes términos:
"1. The TOPIC in Japanese is that about which something else is said or
asked, that which is introduced, or singled out, as the general subject
matter of what follows after. It might be equivalent to saying: 'I am
speaking of ..., and I have this to say about it'; or more simply: 'As for ..., I
say ...'
2.Normally the TOPIC comes at the very beginning of the sentence and is
indicated by the particle WA. WA does not have a concrete meaning, buy
simply carries out the function of signaling the TOPIC " (Alfonso, 19894,
I, 19)
Y más adelante, dado que se trata de una gramática para anglohablantes, añade:
"It can be said that the topic is not a part of the sentence but a
PRELIMINARY to the sentence. There is no element in the normal
English sentence that is equivalent to the Japanese topic. True enough, it
often happens that the topic in the Japanese sentence is actually the
SUBJECT of the verb, or at least what would be considered the subject in
a corresponding English sentence. But when a subject is expressed as a
TOPIC it takes on altogether different connotations from what an English
speaker thinks of as subject of the sentence.
Almost any main element of the sentence can become the TOPIC"
(id. II, 967),
Con mayores o menores precisiones, las gramáticas didácticas o de consulta
repiten esta caracterización16. Entre los numerosísimos estudios teóricos sobre el
16
. S.E. Martin hace hincapié en su carácter presentativo ("the theme is something like a prolog" (1975,
622)), razón por la cual se marca "primarily by position" (id., 255). J. Hinds, por su parte, destaca los
rasgos semánticos habitualmente asociados al tema (en japonés y en las demás lenguas), esto es, el
elemento marcado con wa:
"The topic, as the element which sets a framework for the rest of the predication,
is typically generic, anaphoric, or deictic, or assumed to be so by the speaker" (1986,
157).
9
constituyente marcado por la partícula wa cabe destacar, por su influencia posterior, el
de S. Kuno, para quien dicha partícula identifica siempre un tópico 'temático' o
'contrastivo' (1973, 38 y 40 y ss.). Si es contrastivo, contrapone dos o más secuencias,
como cuando se dice (id., 47):
(10) Oozei no hito wa, party ni kimashita ga
Mucha [Genit.] gente [tóp], fiesta [Dat.] vino pero
omoshiroi hito wa mo
imasen deshita.
interesante gente [tóp] incluso no-hay+fue (= no había)
(Mucha gente, vino a la fiesta, pero gente interesante no había (entre ellos)).
Cuando wa indica un valor temático, entonces el constituyente deberá ser genérico o anafórico (id., 44), como en (11) y (12):
(11) Kuzira wa honyuu-doobutsu desu
Lit. ballena mamíf.-animal es
(La(s) ballena(s) es/son mamífero(s)
(genérico)
(12) John wa watakushi no tomodachi desu (anafórico)
Lit.
yo [Genit] amigo es
(John es mi amigo)
si bien esta doble característica del tema japonés la considera paralela a la del tema en
inglés (y, por extensión, de cualquier lengua)17.
Siendo interesantes -y certeras- todas las indicaciones anteriores sobre el papel
del wa en japonés, quizá habría que destacar, por encima de todas, las agudas indicaciones de M. Shibatani, que sitúan al constituyente marcado por esta partícula como la
manifestación en japonés de lo que constituye un valor suprasistemático, al tiempo que
considera las dos características atribuidas al mismo por Kuno como distintas manifestaciones de un solo gran constituyente temático (o topical). Shibatani comienza
considerando que, al lado de orientaciones de carácter pragmático o discursivo,
"we find that the fundamental role of the particle wa and the nature of the
entity marked by this particle are best understood in terms of abstract
cognitive styles of apprehension of a state of affairs and in terms of
grammatical expressions" (Shibatani, 1991, 96).
De acuerdo con ello, el tema, marcado en japonés por la partícula wa, ilustra un
modo muy general de entender la presentación de la realidad que afecta, inicialmente, a
la expresión lingüística en sí, se trate de la lengua de la que se trate. Todo tema es, pues,
algo inherentemente presentativo y, como tal, también inherentemente contrastivo, en
cuanto supone una elección de punto de partida (y no otra). Así,
17
. "The themes in Japanese sentences, as in English sentences, must be either generic or anaphoric"
(Kuno, 1973, 44).
10
"the so-called contrastive wa and thematic wa (Kuno, 1973) are basically
one and the same thing; the topic as well as the entire topic containing
proposition are inherently contrastive, but the contrast becomes
pronounced only when there is a contrasting factor in the context" (ibid.)
Por ello, tanto la separación (presentadora) como la unión son rasgos inherentes al valor
temático. De nuevo en sus palabras:
"wa separates an entity from what constitutes the entire proposition. What
is separated is a unit of existence corresponding on the one hand to the
subject in metaphysics, a central entity of what is to be known, and on the
other to the subject of judgement in traditional logic" (id., 97)18.
Con lo cual,
"An important point here is that the particle wa functions as both
separating and connecting particle" (id., 97).
En suma, el tema en japonés manifiesta de un modo particularmente claro un
rasgo que, por otro lado, puede considerarse parte de los modos constructivos de las
lenguas en general: la bipartición de la predicación en un tema presentativo (y, como tal,
contrastivo) y la predicación propiamente dicha. La importancia del tema reside, pues,
tanto en su valor como rasgo cohesivo del texto19, como en su estructuración de la
cláusula, con las consiguientes implicaciones. O, en sus propias palabras,
"The grammatical topic functions as a powerful cohesive device that
relates an event to the preceding event in such a way that the new event is
presented as a further development of the preceding event by way of
sharing the topic with it. Thus, the actual use of topic sentence is pragmatic
in nature rather than grammatical. However, it is only by understanding the
grammatical aspect of the construction that its pragmatic function can be
assessed in a proper perspective" (id. 101)
3.1.3. De las consideraciones anteriores sobre el tema en su vertiente 'pura',
como en el chino, o marcado gramaticalmente, como en japonés, se desprende que
existe siempre un mismo valor nocional y constructivo, sintetizable en rasgos como (a)
su carácter presentador y, como tal, cohesivo con carácter contrastivo, (b) el necesario
valor referencial (anafórico) del elemento que adquiere este valor, y (c) la marcada
independencia con respecto a la predicación en relación con los constituyentes notemáticos. No es casual que, pese a las radicales diferencias tipológicas entre el chino y
el japonés, pueda aducirse -y, de hecho, así se haga a menudo- la mismísima
construcción, con los mismos elementos léxicos incluso, para ilustrar la naturaleza del
tema. Así, frente al archiconocido ejemplo japonés reflejado en (13) tenemos su se18
. S.Y. Kuroda, en sus ya clásicos trabajos sobre este tema (Cfr., por ej., 1972) identificaba, de hecho, el
elemento identificado con la partícula wa con el 'sujeto lógico' tal como se entiende en la retórica clásica.
19
. Para un interesantísimo estudio del valor cohesivo de la partícula wa en la lengua hablada, Cfr. Clancy
& Downing, (1987).
11
cuencia gemela (14) en chino, citada, entre otros lugares, en la gramática de LiThompson (1981, 92):
(13) zoo
Elefante
wa hana ga nagai
[tema] nariz [foco]20 larga
(14) xiàng
bízi
Elefante nariz
cháng
larga
(En relación con el elefante, (su) nariz (es) larga)
E, igualmente, frente al valor contrastivo del wa japonés, que se hace evidente en
secuencias con declaraciones enfrentadas, como en (15), observamos idéntico valor
contrastivo en el tema chino en secuencias con fines similares, según ilustra (16):
(15) mokuyoo wa, yasumi desu ga, kinyoo wa, yugyoo ga arimasu
Jueves
vacación es pero viernes clase hay
(16) zhù, Táibei zuì fangbiàn; chi, háishi Xianggang hao
vivienda, Taipei más conveniente comer aún Hongkong bueno
(En cuanto a la vivienda, Taipei es lo más cómodo (pero) en cuanto a comer, Hongkong
todavía es mejor)
3.2.1. Cuando se trata de lenguas gramaticalizadas (i.e., subject-prominent
languages, en la terminología de Li-Thompson (1976)), la caracterización más acertada
es, sin duda, la de M.A.K. Halliday, quien, frente a lo común de los estudios praguenses
-pioneros los mismos- distinguió parámetros diferentes donde otros creaban confusión21.
20
. Aunque son constantes las identificaciones de la partícula ga con la marca de 'sujeto' de la cláusula,
creo que esto no es del todo exacto. Existen ejemplos conocidos (Cfr. por ejemplo, Kuno, 1973, Chap. 4)
en donde esta identificación falla. Un examen de los casos en los que ga identifica un constituyente
clausal declarativo nos lleva a una identificación del mismo con la unidad focalizada, más que con un
valor sintáctico unívoco, y ello sin perjuicio de que la cláusula contenga más de una unidad informativa
con otros focos en ella. Y. Yamashita (1983) considera que "En japonés la partícula WA indica la
información dada y la GA la información nueva" (1983, 137-8), y pone ejemplos de temas encadenados
(al estilo del chino) con repeticiones de la partícula WA -si bien con una sola aparición de GA-. Su
ejemplo es:
Afurika-de WA raion-WA tategami-ga nagai
Africa en
león
melena largo
(en Africa los leones tienen la melena larga)
Hay que decir, no obstante, que el autor, quizá llevado por la costumbre, incluye la caracterización SUJ al lado de la palabra tategami-ga, en contraste con el papel que atribuye explícitamente a la
partícula GA. De todos modos, las discusiones sobre el verdadero papel de ga japonés, sin llegar a los ríos
de tinta vertidos sobre el wa, no le van demasiado a la zaga. Coyaud (1979, 117 y ss.) defiende la
existencia de casos de ga como marca de tema en verbos de conocimiento, sentimiento o existencia, así
como en cláusulas con valor desiderativo o potencial, con interpretaciones discutibles en la que no podemos entrar ahora.
21
. La distinción de Halliday hacía referencia a la existencia de un eje 'informativo', cuya unidad operativa
era la information unit, y que definía la existencia de información (tratada por el hablante como) nueva o
12
Halliday considera que el denominado theme -término utilizado por él- es
"what is being talked about, the point of departure for the clause as a
message" (1967, 212),
siendo manifestado por la posición inicial. Aunque existen temas no-marcados, i.e.
habituales para cada modalidad clausal, el hablante puede elegir como tema -sobre todo
en la modalidad declarativa- aquel elemento que mejor le parezca como punto de partida
de la cláusula. (17-19) son diferentes ejemplos de temas (marcados):
(17a) After tea, will you tell me a story?
(17b) Merrily we roll along.
(18a) What they could not eat that night, the Queen next morning fried.
(18b) Cheese, (often) people have strong feelings about.
(19a) Cheese, (often) people have strong feelings about it.
(19b) Those guys, (strangely) no one has seen them in weeks.22
3.2.2. En sintonía con Halliday, A. Downing (1991) admite tanto la separación
entre tópico y sujeto como su existencia en inglés, definiendo el sujeto como
"a clearly syntactic element of clause structure, which can be tested for
formally" (1991, 119)
Frente a ello, el tópico supone
"a narrative or discourse category which describes what a text, or part of a
text (including a clause) is about" (id. 120)
Esto es, mientras el sujeto es -según viene a decir la autora- un concepto formal, el
tópico es algo puramente nocional. Ahora bien, al tiempo, considera que la definición de
Halliday del llamado theme esconde una doble vertiente que conviene separar. Así, las
dos características que Halliday atribuye a su concepto de theme, a saber,
1 "The point of departure for the clause as a message" (1967, 212)
2."What is being talked about" (ibid.)
supone la asociación de dos cosas que, a su juicio, no siempre van juntas. En sus palabras:
ya conocida, y el eje del 'tema', que se realizaba en la cláusula, y que suponía el establecimiento de los
puntos de partida para la misma. Chafe (1976) es un caso claro de fusión de ambos ejes, en una forma de
actuar muy habitual desde la acuñación de este tipo de conceptos en la Escuela de Praga . Es curioso que,
sin embargo, haga una distinción entre 'información nueva' y 'foco de contraste' claramente irrelevante (en
los términos en los que la define). Para una presentación de estas confusiones, y del papel de Halliday en
la reorganización de las nociones Vid. Jiménez Juliá, 1986.
22
. (18a-b) corresponden a lo que desde J.R.Ross. (1967) se ha denominado 'Topicalization', frente a (19ab), con recuperación pronominal, que recibe el nombre de 'Left Dislocation'. Las posibilidades de uso en
inglés de uno y otro tipo de tematización son parcialmente distintas, según podemos ver, entre otros, en
Davidson (1984). Los ejemplos (18b) y (19a-b) son tomados de este último texto.
13
"the point of departure of the message is not necessarily what the message
is about, although the two may coincide in one wording" (Downing, id.,
121),
por lo cual considera la necesidad de disociar el tópico del tema. De acuerdo con la
autora,
"Topic will identify what a particular part of the text is about, while Theme
(or initial element) represents the point(s) of departure of the message"
(id., 127).
Considera, asimismo, que ni siquiera la distinción de Halliday (1985) entre
Topical Themes y otros tipos de tema resuelve el problema, por lo que se queda, en
lenguas como el inglés, con -únicamente- el concepto de 'tema', esto, es el 'punto de
partida de la cláusula como mensaje'.
Las precisiones de A. Downing son sensatas pero, hasta cierto punto, irrelevantes, por la sencilla razón de que la noción 'aquello de lo que se habla' está vacía de
contenido si no se identifica con una unidad determinada de la estructura clausal. Dicho
de otro modo, la noción 'aquello de lo que se habla' es lo suficientemente vaga como
para que solo tenga interés si se manifiesta de un modo identificable como estructuralmente relevante. En un ejemplo como
Todas las mañanas Juan estudia algunos problemas de matemáticas con su
primo,
podemos decir que se habla (1) de lo que ocurre todas las mañanas, (2) de Juan, (3) de
(la existencia de) algunos problemas de matemáticas y (4) de su primo. Ahora bien, eso
no quiere decir que todos ellos sean 'temas' (ni 'tópicos'). Éstos adquieren relevancia por
su forma de integrarse en el texto, con lo que definiciones como 'aquello de lo que se
habla', más que intentos de caracterizar el 'tema' de modo riguroso, son formas de
identificarlo de acuerdo con la definición del ónoma en las descripciones clásicas, o con
lo que sucede en ciertas lenguas (chino, japonés, etc.) en las que el tema,
estructuralmente identificable como tal, suele ser, efectivamente, un elemento
presentador de un ámbito sobre el que la predicación puede hablar desde distintos
ángulos, de ahí la tendencia a definirlo como 'aquello de lo que se habla'.
La definición nocional de tema es, pues, el 'punto de partida del mensaje',
aquello que se presenta frente y, en principio, también ante la predicación subsiguiente,
y solo secundariamente puede hacerse la útil, pero poco rigurosa observación de que
este punto de partida puede verse como 'aquello de lo que la predicación trata'23.
23
. Davidson (1984, 804), sin embargo, considera que
"the description of topics as being 'what the sentence is about' is accurate; it fits
the motives of speakers in choosing the linguistic expressions which mark topics, as well
as the use which hearers make of the information which mark topics when they relate the
sentence to the discourse context".
palabras con las que no puedo más que estar totalmente de acuerdo.
14
3.3. Una breve reflexión, tras los datos observados en lenguas tipológicamente
muy diferentes, en las que el tema se manifiesta de formas muy distintas, y en las que se
integra en organizaciones clausales igualmente diferentes, nos permite extraer una
conclusión provisional, a saber, que la estructuración tema-rema, por encima de diferencias tipológicas más o menos acusadas, supone una organización mental, a la hora de
organizar la expresión de los enunciados, que está por encima de rasgos idiosincráticos
de lenguas particulares, aunque, claro está, éstas adapten la manifestación de esta
estructuración según sus propios recursos y tendencias. El carácter binario y la
correspondencia de las dos partes de la estructura (tema y rema) con la naturaleza
primaria de las dos unidades categoriales reconocibles como más generales -y universalizables- en las lenguas, (el 'nombre' y el 'verbo', respectivamente) explicaría lo fácilmente que se encuentran, de modo nítido, estas estructuras en lenguas muy diversas,
al tiempo que reforzarían las geniales intuiciones de los griegos clásicos en sus primeras
consideraciones sobre la estructura de las expresiones lingüísticas. En efecto, con
variaciones que no afectan a aspectos fundamentales del concepto, podemos decir que
las diferentes definiciones del 'tema' (o 'tópico') coinciden con el ónoma aristotélico,
entendido, de acuerdo con Echarte (1990-91, 128), como aquello carente de ptosis, "que
no se inclina funcionalmente ante nadie. Es decir, lo no subordinado", frente al rhema,
que es aquello que "significa lo que se dice de otro" (id. 129), esto es, del ónoma, que
actúa, por tanto, como "aquello de lo que se [el rhema] dice verdad o falsedad". En
definitiva, la presentación pura del elemento acerca del cual se va a predicar algo24.
4. Temas y funciones transitivas.
4.1. Si admitimos, de acuerdo con la idea dominante, que en las lenguas en las
que existe una función 'sujeto' se ha producido un proceso de gramaticalización a partir
de un primitivo tema25 (muy particularmente, de un tema agentivo) podremos
considerar, la existencia de dos ejes constructivos en la organización de la cláusula: en
24
. De acuerdo con la interpretación de Echarte, el ónoma es, inicialmente, "phásis o pura denominación"
(id., 137). Como parte del logos es "apóphasis o aquello de lo que se dice verdad o falsedad" (ibid.), lo
cual identifica con el "sujeto de una estructura asertiva" (id., 138), en un uso del término 'sujeto'
ciertamente no técnico. Ahora bien, dado el carácter no subordinado que manifiesta el nominativo del
ónoma, "se requiere la ayuda de la estructura para saber si el ónoma es nomen purum o suppositum"
(ibid.). Dicho de otro modo, en la idea inicial de Aristóteles, el logos constaba de dos partes, una
presentación (un tema) y una predicación sobre el primero. El ónoma, esto es, ese tema inicial y, por
tanto, no subordinado, acabó siendo la denominación de una de la vertientes del mismo, la que se refería a
su carácter categorial, como unidad que significa "sin tiempo", en detrimento de su carácter no
subordinado.
25
. La idea de que las lenguas 'Subject-prominent' -en términos de Li-Thompson- provienen de uno u otro
modo de estados de lengua 'Topic-prominent' parece bastante generalizada, habiendo sido incluso objeto
de estudio histórico. W. P. Lehman (1976) no duda en caracterizar las etapas más antiguas del
indoeuropeo como 'Topic-prominent', con una progresiva gramaticalización (basada en la concordancia)
de sus diferentes dialectos. Su trabajo, aunque breve, ofrece interesantes explicaciones de este fenómeno y
otros relacionados (cambio de tendencia de OV a VO), así como ilustraciones de diferencias tipológicas
igualmente interesantes (por ej., entre el védico -con 'tema' y 'sujeto'- y el chino -con solamente 'tema').
Sin embargo, sus conclusiones están lejos de ser unánimemente aceptadas. Breivik (1984) critica tanto los
excesos generalizadores de los actuales tipólogos como la consideración de la evolución de las lenguas Tp
hacia Sp, de acuerdo con la visión de Li-Thompson (1976). Y, muy en concreto, las afirmaciones de
Lehmann (1976) sobre el carácter de lengua OV que atribuye al protoindoeuropeo, si bien estas críticas no
parecen excesivamente contundentes.
15
primer lugar, un eje general que divide la unidad predicativa en 'tema' y 'rema', y, en
segundo, otro más concreto, creado a partir del primero, y que especifica en mayor
medida los valores sintagmáticos de las unidades. Asimismo, y una vez aceptada la
existencia de una evolución del tema al sujeto (esto es, un proceso de especificación
gramatical de los temas más habituales), podremos admitir -de acuerdo con muchosque dicho cambio supuso un proceso gradual, rastreable a través de la existencia de (i)
(lenguas con) temas 'puros', esto es, presentadores sin otras marcas sustanciales que su
posición inicial; de (ii) (lenguas con) sujetos, entendidos como unidades con marcas
sintácticas identificables -con la concordancia con el predicado como rasgo prioritario
en las lenguas que lo permiten- y pertenecientes a un inventario opositivo de valores
sintagmáticos, y, finalmente, de (iii) (lenguas con) unidades que pueden caracterizarse
como una transición entre los 'temas puros' y los 'sujetos puros'. Ahora bien, para
establecer esta gradación es necesario delimitar los rasgos que definen una función
'gramatical' frente a un valor temático y, por tanto, saber cuándo una unidad
sintagmática ha culminado un proceso de gramaticalización. O, volviendo a los casos
vistos anteriormente, la unidad del japonés marcada con la posposición wa, con evidentes similitudes con el 'tema' del chino, según acabamos de ver ¿es igual que éste? y si
no lo es ¿dónde radica su diferencia?
4.2. En su interesante trabajo sobre este problema, Shibatani (1991) distingue
entre 'temas' -los que encontramos en chino, ilustrados en el apdo. 3 supra-, los 'temas
gramaticalizados', ilustrados mediante las unidades que en japonés reciben la partícula
wa, y los 'sujetos'. Los primeros serían las unidades más primitivas y generales, las que
suponen inicialmente un menor grado de complejidad en las realizaciones sintagmáticas,
ya que la interpretación de la verdadera naturaleza de la relación entre este 'tema' y el
resto de la secuencia se deja a merced del contexto y se realiza obligatoriamente a través
de su posición inicial. El tema del japonés, marcado mediante la partícula wa, supone ya
un paso en la gramaticalización de la unidad: la marca permite identificar la unidad
como tema, con todo lo que ello implica, independientemente de su posición. Además,
su contraste (aunque no oposición) con otras posposiciones (o, ni, de, e) permite
delimitar su valor sin dejar al contexto todo el peso de su interpretación. Finalmente, el
sujeto supone, por una parte, la inclusión de una unidad en una horma significante (i.e.
una función sintáctica) relativamente estrecha e inequívocamente identificada en
relación con otras funciones, y por otra, la posibilidad de actuar como 'controlador' de
ciertos procesos sintácticos, que mencionaremos dentro de un momento.
Las ideas de Shibatani nos permiten llegar a establecer una matriz de rasgos
definitorios de cada uno de los tres conceptos por él utilizados, bien entendido que estos
rasgos pueden detallarse en mayor o menor medida según la casuística que nos interese
describir con ella. Para nuestros fines, los rasgos que me han parecido pertinentes (y la
ilustración, con lenguas concretas, que me ha parecido suficiente) son los que siguen:
16
(20)
Separador
(-> opcion.)
1. Tema
+
2. Tema gramat. +
3. Sujeto

Referencialidad
necesaria
+
+

Marca
necesaria

+
+
Controlador de
proc. sintáct.

()
+
4.2.1. En el cuadro (20) se especifican cuatro rasgos pertinentes que permiten la
diferenciación de los tres conceptos sintácticos que nos interesan. El primero es el
carácter de unidad aislada del tema, de unidad presentadora de un ámbito sobre el cual
se va a predicar algo. Este ámbito puede tener una relación semántica estrecha con el
predicado, como cuando el tema hace referencia al agente de la predicación, caso de (5),
arriba26, o constituir tan solo un campo de referencia sin posibilidad de establecer una
relación semántica inequívoca, como en (8). Pero lo importante es que en cualquiera de
los casos, el tema se presenta como algo previo y potencialmente aislado de la estructura
de la predicación ulterior.
Como característica asociada a la separabilidad he incluido el rasgo de la
'opcionalidad' del tema, pues aunque no todo elemento opcional puede considerarse
temático -obviamente-, todos los autores coinciden en que el tema no es, como tal, un
elemento regido por ningún predicado verbal, aunque lo pueda ser un constituyente que,
en un momento dado, se presente como tema27. Dicho de otro modo, un verbo puede
exigir un agente, pero no que ese agente se realice como tema. Tanto en chino como en
japonés, las predicaciones pueden aparecer sin tema, aunque lo normal es que lo
tengan28. Así, en chino encontramos tanto (21) como (22), que no significan
exactamente lo mismo, pues el constituyente temático de (21) se interpreta de un modo
diferente al equivalente en (22), que carece de dicho valor temático.
(21 ) Ta zài zhuozi shang xie
3sing en mesa sobre escribir
(Escribe (algo) en (= sentado a) la mesa)
(22) Ta xie zài zhuozi shang
(Escribe algo en la (superficie de la) mesa
E, igualmente, la secuencia japonesa (23) puede presentarse como temática (con wa) o
sin ella, según se considere, o no, la unidad inicial como anafórica y, por tanto, ligada a
un contexto referencial identificable.
26
. Recordaremos que para W. Chafe (1976) en este caso estaríamos ante un 'sujeto', ya no un 'tópico'. E
igualmente Li-Thompson consideran que, aunque siga siendo 'tópico' -por su posición inicial y punto de
arranque de la secuencia, si se integra en la predicación -por ej., como agente- se convierte en sujeto.
27
. Lo cual no implica que en cuanto el tema presentativo coincide con un constituyente regido, deje de ser
tema, como vimos en Li-Thompson.
28
. Incluso autores que defienden en carácter sintáctico del tema establecen como rasgo diferenciador del
mismo el no estar regido por ningún verbo (Cfr., por ej. Her, 1991).
17
(23) kinoo (wa) watashi ga eiga o Tokio de mita
ayer
yo [foc/nom] película [acus] [loc] vi
(ayer vi una película en Tokio)29
El sujeto, en cambio, no solo no es separador, sino que, en la medida en que
aparece, hace referencia siempre a un valor regido verbalmente.
4.2.2. El segundo rasgo aludido en (20) es el de la 'referencialidad'
('anaforicidad', para S. Kuno), esto es, la necesidad de que un cierto elemento tenga un
referente identificable en el contexto aludido. Normalmente este rasgo se suele
identificar con el carácter necesariamente 'determinado' de los elementos temáticos, si
bien el término 'referencialidad' quizá haga mayor justicia a las varias posibilidades de
realización del tema. En este sentido, podemos suscribir las palabras de Shibatani (1991,
100), según quien,
"what is asolated as a topic is a unit of existence and, as such, the existence
of the referent of a topic must necessarily be presupposed"
Con respecto a este rasgo, los temas están siempre marcados positivamente, sean
'puros' o 'gramaticalizados', pero no así -necesariamente- los sujetos (si bien en algunas
lenguas -como el español- cuando éstos actúan en posición temática suelen exigir un
carácter referencial similar al de los temas 'puros'). Li-Thompson (1981, 86) consideran
posibles (24a) y (24b), pero no (24c):
(24a) gou wo yijing kàn guo le
perro yo ya ver [AEX][VC]11
(El perro/(los) perros -genérico-, ya (los) he visto)
(24b) nèi zhi gou wo yijing kàn guo le
ese [CL]3
(Ese perro, ya (lo) he visto)
(24c) *yi zhi gou wo yijing kàn guo le
uno
(Un perro, ya (lo) he visto).
S. Kuno (1973, 45), por su parte, considera que salvo casos de contrastes explícitos, la partícula wa siempre acompaña unidades anafóricas. (25) ilustra una secuencia rechazable en japonés por su tema indefinido:
(25) *Dareka wa byooki desu
alguien
enfermo está
Esta característica, por otra parte, tampoco es diferente de la que hallamos en
inglés (y, más claramente, en español, como veremos más abajo). S. Kuno (1973, 40)
compara (25) con la igualmente improbable secuencia inglesa (26):
29
. Ejemplo tomado de Hotta (1993, 126).
18
(26) *Speaking of three boys who came to the party, they did not behave themselves.
y asimismo -y adelantando cuestiones que veremos dentro de un momento-, podemos
observar que (27-29) resultan totalmente ajenas al español, siempre que -como en japonés- no se den en contextos contrastivos, y ello por el carácter indefinido del constituyente inicial (su tema). Si situamos dichos constituyentes en posición posverbal (no
temática), las secuencias se convierten en perfectamente esperables:
(27) (?) Noticias de Juan llegaron ayer.
(28) (?) Grandes ocasiones se pierden en esta vida.
(29a) (?) A un niño lo vi jugando en la calle.
(29b) (?) Un niño jugando en la calle, lo vi.
(27') (Ayer) Llegaron noticias de Juan (ayer).
(28') (En esta vida) Se pierden grandes ocasiones (en esta vida).
(29') Vi (a) un niño jugando en la calle.
4.2.3. El tercer rasgo de (20) alude a un requisito básico de todo proceso de
gramaticalización: la existencia de algún tipo de marca identificadora de su valor sintagmático o, como señaló en su día A. Meillet, "l'attribution du caractère grammatical à
un mot jadis autonome" (1912, 131). La gramaticalización es un proceso complejo y
variado, que puede interpretarse, bien como la 'morfologización' de unidades inicialmente libres, bien de un modo más flexible (Vid. Hopper, 1991). En este sentido, la
asignación de una partícula identificadora de un ámbito sintagmático (y opuesta o otras
partículas que señalan otros ámbitos) a una cierta unidad, o la sujeción a una
concordancia, son rasgos que evidencian algún grado de gramaticalización en las unidades en las que se detectan. Frente al tema chino, que puede, pero no tiene que ser
identificado mediante una partícula concreta, podemos decir que tanto la unidad que
recibe la posposición wa, en japonés como los sujetos de las lenguas flexivas están
gramaticalizados, esto es, han adquirido rasgos o relaciones que solo se justifican como
manifestadoras de su valor en un cierto contexto. Y frente a la ausencia de manifestaciones relacionales del tema en chino, y a su carácter inespecificado desde el
punto de vista semántico, el japonés presenta una mayor delimitación de valores y unas
mayores restricciones constructivas. Así, aun manteniendo su carácter plenamente
presentador, el tema marcado con la partícula wa señala en japonés el ámbito y el
sentido de la relación, por ejemplo, en secuencias en las que contrasta con la partícula
ga:
(30) watashi wa nihon ga suki desu
yo
Japón que-gusta es
(A mí me gusta japón)30
(31) watashi wa kanji ga heta desu
yo
kanji malo es
(A mí me (salen) mal los kanji31).
30
. Vid. una interesante comparación sobre este tipo de construcciones en japonés, inglés y español en el
ya mencionado texto de Hotta (1993).
19
Existen, asimismo, restricciones en el uso de la unidad marcada con wa que no
tienen correspondencia con lo que ocurre en casos similares en chino. La construcción
relativa en chino y japonés, por ejemplo, puede considerarse equivalente, dada la ausencia de partículas relativas, aunque existan ciertas diferencias realizativas en una y
otra lengua. En ambos casos se trata de anteponer una cláusula a una unidad nominal
que, entonces, queda automáticamente modificada por ella. Así, en chino, frente a (32):
(32) wo shu mai
le
yo libro comprar AP/VC5
(yo compré un libro)
tenemos la cláusula de relativo (33) con la anteposición de la misma al núcleo correspondiente y su nominalización mediante la partícula de ;
(33) wo mai de shu
(yo compré NOM) libro
(el libro que compré)
la unidad wo ha dejado de ser temática en (33), pero tal cambio no se manifiesta de
ningún modo perceptible, dado que tampoco cuando era tema estaba marcada -salvo por
la posición inicial absoluta-.
En japonés, en cambio, la relativización de una cláusula -cuyo mecanismo básico
es el mismo que en chino- supone un necesario cambio de estatus de la unidad
inicialmente marcada como tema. Una unidad puede marcarse con la partícula wa si
tiene la posibilidad de ser interpretada como tema, pero no si esto no es posible. Es lo
que ocurre en las cláusulas integradas, cuyos constituyentes forzosamente quedan fuera
del ámbito temático -como tales constituyentes-. Así, podemos encontrar tanto wa como
ga marcando el valor de un constituyente en (34a), pero solo ga en (34b)32:
(34a) Taroo wa/ga kita
(Taroo vino)
(34b) [Taroo *wa/ga kita] koto
(el hecho de que [Taroo viniera])
31
. Logogramas chinos utilizados en la escritura del japonés. Literalmente kan (dinastía Han) + ji (letra),
esto es, letra Han (o letra china).
32
. Shibatani (1991, 99) reproduce el célebre ejemplo de Y. Yamada (1908) en el que la alternancia de wa
y ga da como resultado interpretaciones muy distintas:
(a) Tori ga tobu toki naku
pájaro volar tiempo llorar
se interpreta como '(Alguien) llora cuando el pájaro vuela', con la unidad que recibe el ga (tori)
como parte de una cláusula integrada (por tanto, no temática). Ello supone la siguiente segmentación:
[[tori ga tobu toki] naku]
(b), en cambio supone la consideración del elemento asociado al wa como temático y, por tanto,
como constituyente del nivel más alto:
(b) Tori wa tobu toki naku
(El pájaro, cuando (él) vuela, llora)
lo cual supone la siguiente segmentación:
[tori wa [tobu toki] naku].
20
Existe, pues, una gramaticalización del tema en japonés, materializado tanto por
las marcas asociadas como a ciertas restricciones de aparición de la unidad así marcada,
que no pueden demostrarse como tales en chino, al carecer esta lengua de marcas
específicas para tales funciones.
4.2.4. El cuarto rasgo incluido en el cuadro (20), el carácter controlador de
procesos sintácticos, se centraba, de acuerdo con Li-Thompson (1976, 465 y ss.) en los
siguientes procesos: (1) reflexivización, (ii) pasivización, (iii) eliminación de frases
nominales iguales (Equi-NP deletion), (iv) serialización verbal y (v) 'Imperativización'.
Algunos de estos cinco fenómenos no parecen resultar excesivamente útiles como test
para la diferenciación entre la sintagmática del tema y del sujeto33, pero, en general,
constituyen un conjunto de indicios útil. Shibatani (1991, 111), por ejemplo, coincide
con los autores en que
"A genuine grammatical topic like Japanese topic does not participate in
syntactic processes as a grammatical subject does",
y continúa:
"In the case of Japanese, for example, a topic does not control such
phenomena as reflexivization, subject honorification, quantifier float,
binding of a gap in a coordinated clause, and binding of a gap in a
subordinate clause that are all controlled by a subject. Only those topics
that bind a subject gap (or a variable in subject position) control these
phenomena in disguise" (ibid.)34
Hay que dejar claro que la diferencia de la que se habla se refiere a la actuación
del sujeto o el tema en relación con los procesos, y no a los procesos mismos. Por poner
un ejemplo claro, tanto en una lengua típicamente Sp (en términos de Li-Thompson),
por ejemplo, el inglés, como en una lengua Tp, como el chino, puede existir el
fenómeno de la pasiva, entendido como el cambio de perspectiva en la presentación de
un hecho factitivo desde el punto de vista agentivo al punto de vista del paciente. Y no
es exacto que en lenguas Tp la construcción pasiva no tenga excesiva relevancia (como
afirman Li-Thompson, id., 467). En japonés la pasiva es una construcción enormemente
rica, aunque no siempre homologable con las pasivas que encontramos en las lenguas
europeas (Cfr. Alfonso, 1989, 935 y ss.). El chino, por su parte, posee una construcción
de valor pasivo, la construcción bèi, comparable con las de nuestras lenguas (Cfr. LiThompson, 1981, 492 y ss.). Lo que diferencia las construcciones pasivas en uno y otros
casos es el modo de manifiestarse: el sujeto o, más exactamente, la subjetivación, en las
33
. Es el caso del llamado controlling co-reference, tal como lo explican los autores (ibid. 469) y
-probablemente- de la llamada 'serialización verbal', si bien la falta de ilustración directa de este último
fenómeno nos impide saber exactamente qué quiere indicar con ella.
34
. Las palabras de Shibatani presuponen dos cosas con las que no necesariamente hay que estar de
acuerdo, a saber, que existen sujetos en japonés (que, como tales, pueden controlar alguno de estos
fenómenos), y que el tema puede ponerse en la 'posición' de estos sujetos. Como tantas otras veces -y
ahora en cierta contradicción con las posturas mantenidas por el propio autor sobre la naturaleza del
sujeto gramatical- se le está adjudicando al sujeto una naturaleza semántica (básicamente agentiva) y no
estrictamente sintáctica: un tema está en posición de sujeto cuando -se supone- está en una posición que
podría ser marcada mediante la partícula ga (a menudo indicador de la unidad agentiva) supuesta marca
de tal función sintáctica.
21
lenguas Sp, controla el proceso, ya que es la conversión a un cierto tipo de unidad
formal, así como su asociación con una forma verbal determinada, la que constituye
todo el proceso de pasivización. En japonés, en cambio, es tan solo el verbo el que
permite la interpretación pasiva (no el tema que, como tal, sigue 'abierto'). En chino, la
pasiva se realiza mediante una partícula (bèi) que se asocia a la unidad temática,
dotándole de un valor de 'paciente' (por tanto, un recurso léxico relativamente
independiente), sin que intervengan rasgos verbales en el proceso.
Podemos decir, pues, que, con todas las matizaciones necesarias ante fenómenos
concretos, el sujeto, por su relación directa con el verbo, supone un elemento
controlador de una serie de procesos, mientras que el tema (puro o gramatical), aun
cuando permita interpretaciones similares a las que 'controla' el sujeto, lo hace a través
de otras unidades que son las que originan dichas interpretaciones. Por ello, y siempre
que prescindamos de ciertos detalles de su ilustración, podemos suscribir las razones
aducidas por Li-Thompson para justificar el contraste entre el sujeto y el tema en lo
relativo a su actuación sintagmática, según las cuales la razón de la poca actividad del
tema en los procesos antes enumerados se debe al hecho de que éste es sintácticamente
independiente y, por tanto, apenas interviene en procesos que son parte de la estructura
interna de las oraciones. Todos los procesos aducidos antes, por otra parte, no son sino
manifestaciones de los tres factores básicos que distinguen globalmente el tema y el
sujeto, a saber, la 'estrategia discursiva', las 'relaciones nombre-verbo' y los 'procesos
gramaticales', en relación con los cuales
"The subject has a minimal discourse function in contrast with the topic.
Hence, the topic but not necessarily the subject is discourse-dependent,
serves as the center of attention of the sentence, and must be definite. As
for noun-verb relations and grammatical processes, it is the subject rather
than the topic that figures prominently. Thus, subject is normally
determined by the verb, and is selectionally related to the verb (...). In
conclusion, the topic is a discourse notion, whereas the subject is to a
greater extent a sentence-internal notion." (Li-Thompson, 1976, 466).
4.3. Vistas las diferencias entre lo que implica ser 'tema' y ser 'sujeto', la cuestión
puede exponerse ahora como sigue: aceptando que la función de 'sujeto' remite a un
primitivo tema (no marcado), observable claramente como tal en las llamadas lenguas
'Tp' ¿conservan los sujetos de las lenguas indoeuropeas -en este caso, del españolrasgos temáticos o, por el contrario, su conversión en sujetos supone la anulación de
aquéllos? o, formulado de un modo más general ¿sigue vigente el sistema temático de
organización clausal tras la gramaticalización de los constituyentes mediante la
identificación sustancial de sus roles sintagmáticos?
En las líneas que quedan trataré de dar una respuesta a estas preguntas a propósito de la cláusula en español.
22
5. El tema en las lenguas ide. El caso del español.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de abordar la relevancia del
tema en las lenguas Sp es que no existe un comportamiento uniforme al respecto. En
este sentido, el inglés y el español pueden ser exponentes de dos lenguas muy distintas
entre sí en cuanto a comportamientos temáticos.
5.1. El inglés es una lengua con notables limitaciones morfológicas en relación
con otras indoeuropeas -e incluso germánicas- lo cual conlleva -como suele sucederuna mayor rigidez en la secuencialidad de los constituyentes. Por una lado, tiene una
notable carencia de morfemas verbales flexivos, lo cual impide el reconocimiento de la
persona gramatical del agente de la acción (paciente en las formas pasivas) mediante la
mera expresión verbal. Por otro, el inglés moderno carece de marcas gramaticales que
expresen la impersonalidad (como el se castellano), todo lo cual incide en su marcada
tendencia a construir las unidades verbales con un sujeto, identificador del
agente/paciente, y de situar dicho sujeto en posición temática, para, dada la práctica
ausencia de concordancias, posibilitar la identificación del mismo. Es, como es sabido,
esta tendencia a construir las secuencias con sujeto temático la que explica el
'estiramiento' de la pasiva hasta límites superiores a las de otras lenguas indoeuropeas.
Así, una secuencia activa como
(35) John gave Bill a book
puede expresarse en forma pasiva no solo mediante la subjetivización del paciente,
como en (36a), sino también mediante la del destinatario, como en (36b):
(36a) A book was given to Bill (by John)
(36b) Bill was given a book (by John)
La razón de esta última posibilidad radica tanto en la inexistencia de una forma impersonal, equivalente a la castellana Se le dio un libro a Bill, como en la marcada tendencia
a hacer del sujeto el tema de la cláusula (frente al poco probable complemento indirecto
temático de (37), al menos en la lengua estándar).
(37) (?) To Bill John gave a book
Es más, la mayor de frecuencia de (36b), frente a (36a), radica en la mayor susceptibilidad de los elementos humanos para ser temas, en un típico rasgo antropocéntrico
muy común en las lenguas acusativas. Aún así, la necesidad de contar con un sujeto
preverbal hace que el inglés sitúe en esta posición unidades de carácter indefinido (o no
referencial):
(38) A problem exists in the driver where small caps do not print correctly ...35
(39) So a fortnight passed by, and the child was feverish ...36
35
. Tomado de un manual de uso de una impresora.
. D.H. Lawrence, England my England (1922), Penguin Books, Harmondsworth, Middlesex, 1968
(Reimp.), p. 25.
36
23
(40) 'As soon as we were asleep', went on Gandalf, 'a crack at the back of the cave
opened.37
Incluso en casos en los que, tras una cita tratada como textual, se incluye la referencia al autor, éste suele aparecer en posición preverbal, aunque por su situación en el
discurso, así como por su carácter indefinido, haya perdido toda opción a ser el tema de
la secuencia:
(41) Vegetarians have no right to hector meat-eaters about cruelty because plants suffer
too when they are killed, a plant physiologist said yesterday.
O, de un modo más llamativo, en sujetos indefinidos de construcciones pasivas
subordinadas:
(42) Feebly we probably assumed that it would go down and down until too late, when a
full public inquiry would look into why more had not been done.38
Se puede decir, pues, que la situación del 'sujeto-tema' es ciertamente paradójica:
por una parte, el tema parece tener una enorme vigencia en inglés por la marcada
tendencia de esta lengua a construir cláusulas temáticas, hasta el punto de que exceptuando fórmulas del tipo Once upon a time, o de unidades antiguamente temáticas y hoy
lexicalizadas, como la forma existencial There is/are, siempre podremos encontrar un
tema en la cláusula inglesa, y muy habitualmente, un tema subjetivo o no marcado (Cfr.
Halliday, 1967). Sin embargo, esta persistencia del tema está indicando, más que su
relevancia en inglés, su mutilación como tal tema. En efecto, el inglés ha llevado la
gramaticalización del tema, en forma de subjetivización, hasta un grado extremo,
despojándolo de sus rasgos más característicos, a saber, su caracter separador (y
opcional), y su necesaria referencialidad. El tema es habitual en la cláusula inglesa, pero
no por los rasgos por los que se identifican los temas 'puros', sino, simplemente, por su
confluencia con el sujeto, unidad presentativa realmente relevante en esta lengua39.
5.2. El español, por el contrario, conserva suficientes rasgos morfológicos (y
utiliza con suficiente profusión las marcas preposicionales) como para asegurar el reconocimiento del valor sintagmático de los constituyentes clausales. La consecuencia
más importante para lo que ahora nos interesa es la posibilidad (e, incluso, la frecuencia)
de la ausencia de la expresión del sujeto, siendo su referente deducido de la persona
gramatical indicada por el verbo. A consecuencia de ello, no existe obligación de (ni
siquiera tendencia a) presentar un tema subjetivo, de modo que cuando de hecho aparece
el tema, éste actúa como tal, y no es tan solo una unidad gramaticalizada impuesta por la
pobreza morfológica del verbo. Así, en español encontramos estructuras clausales
temáticas y no temáticas, siendo el de las primeras un verdadero tema, con todas las
37
. J.R.R. Tolkien, The Hobbit (1937), Allen & Unwin, London, 1979 (Reimp.), p. 122.
. Los ejemplos (41) y (42) proceden del diario The Times del 10/9/1994.
39
. Incluso cuando encontramos temas 'presentativos' como los habituales en otras lenguas, siempre se
recogen pronominalmente en el rema para conservar la obligada estructura 'Sujeto-Verbo'. Así, (i) es
perfectamente esperable. (ii), imposible.
38
(i) All those things, I know they are not true
(ii)*All those things, I know are not true.
24
características que se atribuyen a los mismos en lenguas como el chino o el japonés,
según veremos dentro de un momento. Una comparación entre las distintas
posibilidades de expresión clausal con el verbo dar nos permite ilustrar lo dicho.
(i) cláusulas temáticas
(43) Pedro le dio a Juan el mejor regalo (tema-sujeto)
(43a) A Juan le dio Pedro el mejor regalo (tema-c.ind.)
(43b) A Juan le dieron el mejor regalo
(44a) El mejor regalo se lo dieron a Juan (tema-c.dir.)
(44b) El mejor regalo se lo dio Pedro a Juan40
(ii) cláusulas atemáticas
(45a) Le dieron (a Pedro) el mejor regalo (a Pedro).
(45b) Le dio Juan (a Pedro) el mejor regalo (a Pedro)
(46) Se le dio (a Pedro) el mejor regalo (a Pedro)
Si ahora examinamos los rasgos propios del tema, esquematizados en el cuadro
(20), observaremos hasta qué punto se mantienen en español, en manifiesto contraste
con el inglés -cuyo comportamiento, tomado como paradigmático de las lenguas llamadas Sp, aparece como ciertamente peculiar y poco generalizable.
5.3. El primer rasgo propio del tema en español es el de su separabilidad y, con
ello, el de su posible (aunque, como en chino o japonés, no necesario) desligamiento de
la estructura predicativa del verbo. El Esbozo de la Real Academia, en un parágrafo
dedicado al 'caso preposicional', reconocía la existencia en español de constituyentes
cuya función era la que se atribuye al tema. De acuerdo con el texto,
"Decir a mí me parece significa, frente a me parece, cierta intención de oponerse a otro parecer real o posible. En A ella la encontrarás
todos los días en el parque, denota en la mente del hablante algo parecido
a 'en cuanto a ella', 'con respecto a ella', o la intención de diferenciar lo que
hace ella de lo que puedan hacer otras" (Academia, 1973, 423).
Lo que está describiendo con respecto el texto es una unidad posible, pero no
necesaria, presentadora y contrastadora, esto es, lo que define el tema en chino o japonés. Además, es algo que no tiene un tematizador que lo convierta en adyacente
circunstancial (del tipo 'con respecto a'), como podría aparecer en cualquier lengua
-inglés incluido-, sino que se presenta abriendo la secuencia simplemente con su marca
funcional. Dicho de otro modo, se está describiendo -sin pretenderlo- la vigencia del
40
. Una secuencia como El mejor regalo Pedro se lo dio a Juan, sin pausa tras el tema, es altamente
improbable en español, dado que la tematización del complemento directo (o de cualquier otro
constituyente regido por el verbo) hace que el sujeto pierda su carácter de tema no-marcado y, con ello,
cualquier justificación comunicativa para situarse antes del verbo, pasando a ser entonces un constituyente
remático más y, como tal, posverbal.
25
tema como parte de la estructura clausal. En Jiménez Juliá (1993) traté de la necesidad
de concebir la estructura de la cláusula en español como primariamente dividida en un
'tema' y un 'rema' (o predicado)41. Aducía, entre otras razones, la separabilidad
manifiesta de este constituyente del resto de la cláusula, separabilidad que, en ocasiones,
hacía imposible la identificación de su función sintáctica en el nivel en el que
supuestamente funcionaba. Era el caso -entre otros- de (47), cuyo tema difícilmente
puede ser caracterizado como otra cosa que simplemente 'tema' (Cfr. id., apdo. 2.3.3.3).
(47) Cualquier ayuda la agradeceremos infinitamente y nos será muy útil.
Este carácter de constituyente separable ha llamado a menudo la atención de los
que se han acercado a la estructura sintáctica sin prejuicios, tanto con fines teóricos
como descriptivos. Así lo concibe Y. Yamashita, quien en su estudio sobre el tema en
español considera como base de su definición "la separabilidad del tema y el resto de la
oración" (1983, 128)42. C.H. Stevenson (1970, 113) llama la atención sobre la tendencia
del español a trasladar a posición temática el sujeto de una cláusula subordinada,
aislándolo con respecto a resto de la secuencia. Así (48) es -se supone- una tematización
del sujeto de la subordinada de (49):
(48) Yo es posible que no vuelva nunca.
41
. En realidad, son numerosos los trabajos que desde diversos ángulos han visto la necesidad -incluso
para lenguas como el inglés- de hacer una primera segmentación de la cláusula en 'tema' y
'rema/predicado' en virtud del carácter separador del tema y de la pertinencia del eje en las construcciones
sintácticas. H. Contreras (1976) se ocupó de la relevancia de la distinción 'tema-rema' en español para la
explicación de distintas operaciones gramaticales, pero su estudio - y otros posteriores del autor- está
lastrado por la identificación (y confusión) entre 'tema/rema', por un lado, e 'información conocida/nueva',
por otra. Por lo que se refiere a la relevancia general de esta segmentación, con ilustraciones
prioritariamente del inglés, cabe destacar el trabajo de N. Barri (1978), así como los de G. Salvi (1986) o
L. Lonzi (1986) para el italiano, y dentro de la metodología del Government & Binding chomskiana. G.
Fowler (1987), por su parte, analiza la secuencia rusa
Ivana
bolit
golova
e
Ivan GEN duele
cabeza NOM
(A Iván le duele la cabeza)
de acuerdo con la siguiente representación:
S'
COMP
Ivanai
S
NP
N
golova
VP
NP
bolit
[e]i
lo cual, aunque dentro de la teoría de la X' chomskiana, no se separa excesivamente de lo que
dentro de un marco funcional y aplicada al español traté de exponer en Jiménez Juliá, 1993.
42
. Yamashita distingue dos tipos de temas, los de Baja Carga Informativa (TBC) y los de Alta Carga
Informativa (TAC). Los TBC, o verdaderos presentadores temáticos, son los que reúnen todas las
características propiamente temáticas. Los TAC son los temas focalizados que, como tales, tienen ciertas
restricciones y, al tiempo cierta liberación de imposiciones (como el carácter definido de los temas YBC)
si bien esto último es común en todas las lenguas.
26
(49) Es posible que yo no vuelva nunca.
Obsérvese, sin embargo, que en (48) el constituyente temático no es, en realidad, un sujeto de la subordinada desplazado, sino algo sintácticamente distinto y normalmente no repetido como unidad funcional correferencial con el tema en la cláusula
subordinada: (50) es francamente raro, pues el español no suele permitir la recuperación
pronominal (esto es, la expresión explícita) de un tema si éste, o su referencia
pronominal, no están focalizados (y ello independientemente de la función sintáctica del
elemento correferencial con el tema), incluso en casos en los que el tema está separado
por un tematizador explícito43.
(50a) (??) Yo (,) es posible que yo no vuelva nunca.
(50b) (?) En cuanto a mí, es posible que yo no vuelva nunca.
Como veremos dentro de un momento, el español evidencia de un modo particularmente claro la vigencia del eje temático en la organización sintáctica de lenguas
supuestamente 'Sp', y permite pensar que este eje, dada su importancia en las formas
comunicativas humanas, nunca se ve totalmente superpuesto por el eje transitivo.
5.3.1. Centrándonos en la manifestación del eje temático en español, podemos
decir que, siendo una lengua que ha gramaticalizado en gran medida las funciones
sintagmáticas, ha permitido sin embargo la supervivencia de este eje constructivo, sin
obligar a que el constituyente temático se adapte al corsé impuesto por una función
sintáctica (el sujeto). Esta convivencia entre eje temático y eje transitivo produce una
batería de posibilidades constructivas que van desde una fusión total entre ambos, hasta
su total separación. En el primer caso, el tema coincidirá con un constituyente funcional,
con lo que la pertinencia del eje temático quedará oscurecida por la evidencia de la
existencia de rasgos sintácticos funcionales en el mismo. En el segundo, en cambio, la
explicación de la estructura sintáctica solo podrá hacerse apelando a la existencia del eje
constructivo temático. Podemos ilustrar estas posibilidades de integración de ambos ejes
con cuatro casos, sin que se pretenda agotarlas con ellos.
5.3.1.1. La primera posibilidad es que el tema coincida con una unidad funcional
de la estructura predicativa. En este caso hablaremos de tema no marcado cuando este
constituyente sea el sujeto de las declarativas, si bien en español cabe hablar de verbos
que imponen secuencias no-marcadas atemáticas o construcciones con temas diferentes
al sujeto44. Y hablaremos de tema marcado cuando sea otro constituyente de la
estructura actancial del verbo el que se sitúa en posición temática. Pueden ser
considerados temas no-marcados (51-52), mientras que serán ejemplos de temas
marcados, dentro de secuencias declarativas, (53-55):
43
. Para un estudio interesante sobre el tematizador En cuanto a en español, Vid. N. Uritani (1984).
. Verbos como Bastar o sobrar, por poner un ejemplo, o los impersonales (hay) pueden servir como
claros ejemplos de verbos de construcciones normativamente 'atemáticas'. Verbos como gustar, o aquellos
con posibilidades de ser construidos como éste (acepciones de parecer, dar, tocar, etc.) tienen como tema
no marcado no el sujeto, sino el elemento humano expresado por el complemento indirecto, de acuerdo
con las agudas obervaciones del Esbozo comentadas en el apdo. 5.3.
44
27
(51) Los niños llegaron tarde.
(52) A mí me gusta la paella.
(53) Eso lo sabrás tú.
(54) A Madrid no iré hasta el jueves.
(55) Al enemigo no le doy ni agua.
Dentro de las secuencias no-declarativas, inicialmente más rígidas en su disposición secuencial, encontramos en español temas marcados con cierta frecuencia. (5657) pueden servir de ejemplo.
(56) Pero yo ¿qué puedo hacer?
(57) Usted ¿qué mira?45
En los casos marcados, el carácter del tema puede variar en gran medida la
estructura del segmento remático. Cuestiones como el orden relativo de los constituyentes remáticos o la recuperación pronominal del tema dependen del carácter del
mismo (que esté o no focalizado, el carácter referencial o no en los temas focalizados,
etc46), pero estas diferencias no afectan al fondo de la cuestión que nos ocupa, ya que en
todos estos casos hablamos de temas seleccionados de entre el conjunto de funciones
sintácticas que expresan la estructura actancial del verbo y, por tanto, de aquéllas cuya
estructura sintáctica podría describirse a través de -únicamente- el eje transitivo,
haciendo aparentemente innecesaria la apelación a la existencia de una estructura
constructiva temática autónoma.
5.3.1.2. Un segundo caso, particularmente frecuente en español, es el del
constituyente 'trasladado' (desde su virtual posición en la estructura predicativa) para
posibilitar su valor temático. Aquí, el conflicto entre los dos ejes se resuelve a favor del
eje temático, con la consecuencia de que una descripción estructural de la secuencia
sintáctica requiere de la caracterización de uno de sus constituyentes como 'tema', sin
posibilidad de adjudicarle una función sintáctica en el nivel de estructura jerárquica en
el que funciona. (58-61) son diferentes casos ilustrativos:
(58) Yo lo que sé es que tengo mucho que hacer.
(59) Esto que te cuento dicen que ocurrió de verdad.
(60) Eso estoy convencido de que no se hará.
(61) Tú parece que no te enteras de nada.
Si queremos reflejar en un diagrama arbóreo la estructura sintáctica de (58-61)
nos encontraremos con algo como (62):
45
. En las secuencias interrogativas no polarizadas el tema no-marcado es la partícula que identifica la variable desconocida. Es este un caso en el que tema no-marcado y foco coinciden.
46
. Y. Yamashita (1983), por ejemplo, trata el carácter del tema marcado en español según sus
características informativas. D. Kies (1988), por su parte, lo hace a propósito del inglés.
28
(62)
Tema
cláusula
Rema
yo
lo que sé ∅/ es/ que tengo mucho que hacer
Esto que ... dicen / que ∅ ocurrió de verdad
Eso
∅ / estoy / convencido de que no se hará
Tú
parece / que ∅ no te enteras de nada
En estos casos, el tema es correferencial con un constituyente a menudo normativamente omitido47, sin que esto nos pueda llevar a pensar que la función sintáctica
del tema es la misma que la que tendría ese mismo constituyente en posición no
temática. O, dicho de otro modo, ni sintáctica ni informativamente puede identificarse
(61) con (63), aunque referencialmente sean equivalentes:
(63) Parece que tú no te enteras de nada.
No hace falta decir que en lenguas en las que el tema ha sido totalmente gramaticalizado, esto es, en las que el eje temático ha perdido la autonomía que conserva
en castellano, construcciones como (58-61) son sencillamente imposibles, debiéndose
convertir dichos temas en adyacentes presentativos que, como tales, no pueden impedir
la repetición de la unidad funcional correferencial en el lugar correspondiente del rema.
Así, una posible traducción inglesa de (61) sería necesariamente algo como (64), muy
lejos de la síntesis constructiva de su equivalente castellano:
(64a) As for you, it seems that you understand nothing.
(64b) As for you, you seem to understand nothing.
5.3.1.3. Un tercer caso de tema desgajado de su posición virtual en la estructura
predicativa para ocupar una posición (únicamente) temática es el del elemento 'mixto',
esto es, correferencial con dos unidades funcionales distintas. Es el caso de de (47),
repetido ahora como (65), o de (66),
(65) Cualquier ayuda la agradeceremos infinitamente y nos será muy útil
(66) Al teatro nunca voy, pero películas veo constantemente y me resultan relajantes.
Se trata ahora de una unidad temática correferencial con el complemento directo
de la primera unidad de la estructura coordinada que constituye el rema, y con el sujeto
de la segunda. No cabe hablar de elipsis, pues ni las pautas entonativas ni las
posibilidades de recuperación lo permiten48, sino, simplemente, de una presentación
estrictamente temática muy habitual en las construcciones sintácticas en castellano.
Como ya se trató en su momento (Vid. Jiménez Juliá, 1993, apdo. 2.3.3.), secuencias
47
. Aunque en casos en los que el tema no-marcado no coincide con el constituyente focalizado y es correferencial con un constituyente expresable mediante un clítico, éste puede aparecer. Es el caso de A Juan
no pienso mirarle a la cara.
48
. Sobre las condiciones necesarias para hablar de elipsis vid. Jiménez Juliá, 1991.
29
como las dos anteriores solo pueden analizarse sintácticamente mediante una segmentación inicial en 'tema' y 'rema' (o 'predicado'), dada la correferencialidad del constituyente temático con un valor funcional diferente en cada una de las dos predicaciones
que constituyen el rema al que va asociado. Obsérvese, una vez más, la imposibilidad de
repetir el valor expresado temáticamente simultáneamente en las dos secuencias que
forman el rema, situación esta radicalmente distinta a la que observamos en inglés.
5.3.1.4. Un caso extremo, pero en absoluto ajeno a la forma habitual de hablar,
es el del tema no relacionable directamente con ninguna función sintáctica, sino tan solo
con una entidad semántica relevante con respecto a la predicación, pero no trasvasable,
en su forma actual, a la estructura de la misma. Los siguientes ejemplos han sido
registrados en diferentes conversaciones radiofónicas, y son fácilmente reconocibles
como habituales en la lengua espontánea:
(67) Yo ... a mi me gusta la claridad.
(68) Yo ... los aviones me dan vértigo.
(68) Los niños, acabo de verlos49.
(69) Los Rolling son importantes pero los Beatles, sin Sgt. Pepper no tendríamos ni la
mitad de la música pop de ahora.
(70) La universidad, si entras en la facultad que quieres ya tienes suerte
(71) Estas líneas, se han equivocado.50
Se trata de un tipo de secuencias abundantísimo en la lengua oral, aunque no se
encuentren frecuentemente en la lengua escrita por entrar a menudo en la categoría de
'anacolutos'. La frecuencia de estos anacolutos, sin embargo, denota con claridad la
tendencia a comenzar nuestras mensajes clausales con un tema presentativo del ámbito
con respecto al cual el rema predica algo, independientemente de los elementos valenciales de la predicación subsiguiente.
5.3.2. La existencia de casos como los presentados en 5.3.1.2. y 5.3.1.3. denotan
hasta qué punto el tema es independizable en la estructura sintáctica de la cláusula en
español y, consiguientemente, hasta qué punto el eje temático está estructuralmente
vigente en castellano como tal eje, con un pertinencia similar a la del eje transitivo a la
hora de la estructuración clausal. Los casos vistos en 5.3.1.1 permiten ver la marcada
tendencia a la estructuración temática binaria incluso en las secuencias organizadas
primariamente a través del eje transitivo. Los ejemplos de 5.3.1.2. y 5.3.1.3. permiten
ver claramente la necesidad de separar el tema de la predicación para poder dar cuenta
de su estructura. Finalmente, en los ejemplos de 5.3.1.4. se da el último paso, con
ejemplos que manifiestan de un modo rotundo la tendencia a iniciar la cláusula
presentando lo que es simplemente un ámbito pertinente para la predicación
subsiguiente (y no una unidad utilizable, en la forma en la que se presenta, como
constituyente funcional), al recoger secuencias anómalas desde una óptica transitiva y,
sin embargo, a menudo utilizadas en la lengua espontánea. Esto es, se pone en evidencia
49
. Otro caso sería A los niños acabo de verlos.
. Dicho por un empleado de un campo de fútbol y registrado en el programa deportivo de TV de Canal +
"El día después" el 12/9/1994.
50
30
el paralelo constructivo existente en muchas secuencias del español y de lenguas de las
llamadas Tp (como el chino o, incluso, el japonés).
5.4. De acuerdo con la gramática de J. Butt & C. Benjamín,
"The order VS is almost always found if the subject is an
undefined noun" (1988, 398).
La afirmación, hecha en una gramática de consulta destinada a anglohablantes,
resume algo esencial en el orden de los constituyentes -no solo el sujeto- con respecto al
verbo: si no constituyen el foco contrastivo, nunca hay en español unidades indefinidas
en posición preverbal, es decir, temática. O, dicho de otra forma, el español, como el
chino, (o el japonés) no permite que en posiciones temáticas aparezcan unidades que no
tienen características semánticas necesarias en los temas. Y esto ocurre tanto cuando la
posición preverbal expresa el tema como en los casos en los que no es así -por ejemplo,
en cláusulas subordinadas o en acotaciones. Si traducimos los ejemplos (38-42), del
apdo. 5.1., veremos cuán diferente es la disposición secuencial en español en este
aspecto. Una traducción que respetase el orden de estos ejemplos daría como resultado,
respectivamente, (72-76):
(72) Un problema -> existe en el driver ...
(73) (?) Una semana51 -> pasó, y el niño permanecía febril.
(74) (?) 'Tan pronto como nos dormimos' prosiguió Gandalf, 'una grieta en la parte
posterior de la cueva -> se abrió.
(75) 'Los vegetarianos no tienen derecho .... ' un botánico -> dijo ayer.
(76) ... cuando una encuesta pública trató de averiguar por qué más -> no se había
hecho.
Parece evidente que el único orden aceptado en estos casos en español y, muy
particularmente, en español peninsular, es el inverso, a saber,
(72') Habrá -> (indicios de) un problema en el driver ...
(73') Pasó -> una semana...
(74') ... se abrió -> una grieta ...
(75') ... dijo -> (ayer) un botánico (ayer)
(76') ... por qué no se había hecho -> más.
Sea como verdadera función temática, sea como introducción a una subporción
del discurso, el español respeta la exigencia del carácter referencial para cualquier
unidad preverbal. El segundo rasgo atribuido a los temas en el esquema (20), por tanto,
se encuentra prácticamente siempre en español.
5.5. Por lo que se refiere al tercero de los parámetros que permitían diferenciar
en (20) el tema del sujeto, el tema, en cuanto tal, carece de marca necesaria.
51
. Utilizo la secuencia una semana, pese a que la traducción de a fortnight sería 'dos semanas', para
respetar la secuencia indefinida, y ante la inexistencia de un término equivalente a fortnight en el léxico
español.
31
Naturalmente los elementos temáticos pueden llevar marcas sintagmáticas, como en
(52) o (54-55), pero serán marcas funcionales que hacen referencia al papel de estos
constituyentes en cuanto unidades funcionales. En casos donde el constituyente inicial
está utilizado primaria o únicamente como tema, como en ((58-61) o (67-71), respectivamente, las unidades se presentan del mismo modo que el ónoma aristotélico,
carentes de 'caso', esto es, de un modo sintagmáticamente inespecificado. No sería
adecuado aducir como marca gramatical de tema los 'tematizadores' del tipo en cuanto
a, a propósito de, etc., pues estas unidades lo que hacen es convertir en tema un
constituyente circunstancial especificando léxicamente su carácter de 'tema sobre el que
se habla'. Así, mientras la mera posición -y solamente ella- es la que nos permite hablar
de tema en casos como (58-61) o (67-70), ya que un cambio de posición, bien integraría
el constituyente temático en la estructura funcional de la cláusula -y eliminaría su valor
como tema-, en el primer caso, bien sería sencillamante inviable, en el segundo, si
añadimos el tematizador en cuanto a, hablando de, o similares, el valor de 'tema del que
se habla' se logrará con total independencia del lugar que ocupe el constituyente. Con un
ejemplo, (70), repetido ahora como (77), no permite la alteración de su orden, como se
ve en (78). Si, en cambio, lo caracterizamos con, por ejemplo, hablando de, todas las
posibilidades posicionales parecen lícitas, según vemos en (79a-c):
(77) La universidad, si entras en la facultad que quieres, ya tienes suerte.
(78) (?) Si entras en la facultad que quieres, ya tienes suerte, la universidad.
(79a) Hablando de la universidad, si entras en la facultad que quieres, ya tienes suerte.
(79b) Si entras en la facultad que quieres, hablando de la universidad, ya tienes suerte.
(79c) Si entras en la facultad que quieres, ya tienes suerte, hablando de la universidad.
5.6. Algo parecido cabe decir con el último de los parámetros señalados en (20).
El carácter 'controlador' de procesos sintácticos es algo propio de una función sintáctica.
Cuando el tema coincide con el sujeto, el elemento temático puede controlar fenómenos
como la voz verbal, pero lo hace en cuanto sujeto, no en cuanto tema. O, una vez más,
en (58-61) o (67-71), la unidad temática no es controladora de proceso sintáctico
alguno, dada la dominancia del eje temático en la caracterización de estos
constituyentes. En este sentido, en la medida en que las unidades actúan como temas,
como en los ejemplos citados, el rasgo negativo observado en esta parámetro, manifiesta
su pararalelismo con los denominados temas 'puros'.
6. Para concluir.
Podemos extraer de las líneas anteriores una serie de conclusiones sintetizables
como sigue.
6.1. Uno de los recursos constructivos más generales para la configuración de
unidades sintácticas es la organización del mensaje en dos partes, un 'tema' y un 'rema' o
'predicado'. Como eje constructivo general que es, puede encontrarse tanto en lenguas
caracterizadas por una cierta pobreza a la hora de expresar unívocamente valores
sintagmáticos, como en aquellas otras que han desarrollado estos medios expresivos.
32
6.2. Se suele aludir a una evolución de las formas de expresión sintáctica que va
desde la existencia de un eje temático, con el valor 'tema' como representativo del
mismo, a otra donde lo que se marca más claramente son los valores del eje transitivo,
con el sujeto, como fijación gramatical de un tema agentivo, en voz activa, y paciente en
voz media y pasiva, como función primordial. Se supone a menudo que la evolución es
tal, esto es, que existe una transición de una filosofía constructiva a otra, con la
consiguiente eliminación del eje superado por la evolución. Frente a esto, es lícito
pensar que más que una evolución, en sentido estricto, lo que con mayor frecuencia
encontramos es una convivencia de ejes en los que, en ocasiones, uno de ellos domina al
otro por distintas razones, pero sin que esta situación de dominación -clara en lenguas
como el inglés- sea en modo alguno generalizable.
6.2.1. Dentro de las situaciones posibles nos encontramos, en primer lugar, con
aquellas lenguas que funcionan básicamente con el eje temático, con el tema como
función destacada -y con la posición inicial como sustancia expresiva primordial-, dejando, por tanto una gran parte de la interpretación de las funciones transitivas al
contexto lingüístico y situacional. Es la situación que se da en gran medida en chino.
6.2.2. Existen también lenguas que caracterizan los papeles del eje temático
-muy en concreto, el tema- y, al tiempo, realizan una individualización parcial del eje
transitivo. Es el caso del japonés, cuya expresión sintáctica se sirve de una delimitación
del eje temático, por un lado (wa), una delimitación de las funciones transitivas en lo
que, con terminología occidental, llamaríamos casos oblicuos (o, ni, de, e), correspondientes a (aspectos de) nuestros acusativo, dativo o ablativo, y un eje enfático, a
menudo confundido con la -creo- inexistente marca de caso (equivalente al) nominativo
(ga). Que al menos el eje transitivo y el temático coexisten se muestra por la oposición
entre las marcas de aquél (esto es, no encontramos secuencias del tipo *X-ni-de, o *X-oni) y el contraste entre éstas y el tema (encontramos secuencias X-ni-wa, X-de-wa, etc.).
Aquí, por tanto, tenemos funciones caracterizables como sintácticas, aunque de modo
alguno homologables con las que encontramos en las lenguas indoeuropeas, y tenemos
el valor temático explícitamente marcado, funcionando simultáneamente52.
6.2.3. Un caso extremo, en sentido contrario al chino, es el del inglés. Aquí las
funciones transitivas han sido gramaticalizadas, aunque de un modo bastante imperfecto, si lo comparamos con lenguas como el latín o el griego clásico, anulando, en la
práctica, la filosofía constructiva del eje temático (aunque no así la unidad 'tema'). La
precariedad de medios expresivos del inglés, sin embargo, ha resultado en una
52
. Una visión quizá excesivamente amplia, pero ciertamente interesante, de la noción de tema (topic) es la
mantenida por Davidson (1984) según la cual todas las lenguas tienen temas, y la diferencia es tan solo el
modo de marcarlas. La autora llega a negar la existencia de alguna "grammatical entity, morpheme, or
phrase structure configuration (...) which uniquely means 'topic' (id. 806). Por ello, considera que el valor
de tópico solo puede ser deducido de
"the properties of morphological or syntactical constructions, from the properties
of pragmatic contexts (...) and from some rules of coöperative conversation, as in Grice"
(ibid.)
33
considerable rigidez en la expresión clausal, eliminando, de hecho, la posibilidad de
utilizar libremente el eje temático y, en consecuencia, de utilizar temas ajenos a la
estructura funcional (como en chino o en japonés). La gramaticalización del agente o
paciente temático (según la voz verbal) en sujeto dio como resultado una unidad
estructuralmente obligada que, en ocasiones, carece de contenido discursivo (los
famosos it), pero que se mantiene como un recurso estructural indicador de la estructura
global, sin dar opción a estructuras atemáticas o a temas con contenido semántico pero
ajenos a la estructura funcional de la cláusula, aunque, por supuesto, se puedan presentar
temas 'marcados', esto es, unidades funcionales distintas del sujeto trasladadas a la
posición inicial de la cláusula para abrir el mensaje con una nueva perspectiva. Estos
temas marcados, sin embargo, siempre y cuando no se releguen al papel de adyacentes
circunstanciales, siempre estarán bien sujetos a las ataduras de sus realizaciones
sustanciales y a los rasgos impuestos por sus valores funcionales .
6.2.4. Finalmente, frente a lo esperado -y, a menudo, implícitamente aceptado de
modo apriorístico-, el español se ha comportado de un modo más parecido al chino, en
un sentido, y al japonés, en otro, que a una lengua genéticamente mucho más cercana,
como el inglés. Su parecido con el chino se centra en la frecuente utilización de temas
ajenos a las funciones transitivas de la frase verbal con la que se relaciona directamente,
así como en la posibilidad de integrar este valor temático directamente en la cláusula,
sin marcas específicas -salvo la posición inicial- y sin arrinconarlo al cajón de sastre de
los adyacentes circunstanciales mediante alguna caracterización léxica. Su semejanza
con el japonés se centra en la coexistencia de un eje temático absolutamente vivo y
funcional y un eje transitivo gramaticalizado, con valores que, en conjunto, no se
oponen sino que contrastan con el primero. Naturalmente, el tipo de funciones
gramaticalizadas en una y otra lengua, así como sus modos expresivos difieren en gran
medida.
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