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INFORME ANUAL TÉCNICO DE LA ASOCIACIÓN DE
CONSERVACIÓN VIDA VERDIAZUL PARA EL ÁREA DE
CONSERVACIÓN TEMPISQUE
FASE: ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
PLAYA JUNQUILLAL
2010 / 2011
INFORME ANUAL TÉCNICO DE LA ASOCIACIÓN DE CONSERVACIÓN
VIDA VERDIAZUL PARA EL ÁREA DE CONSERVACIÓN TEMPISQUE
(FASE: ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO)
2010 - 2011
Titulo del Proyecto
Datos institucionales
Responsables Técnicos
Conservación de tortugas marinas en
Junquillal. Fase: mitigación de efectos
al cambio climático
Asociación de Conservación Vida
Verdiazul
Cédula Jurídica 3-002-620783
Contiguo a Condominio Las Ventanas,
Junquillal, Santa Cruz, Guanacaste, CR
Valerie Guthrie, Asociación VVA Vice
presidenta [email protected]
Gabriel Francia, Asociación VVA
Presidente [email protected]
Octubre de 2010 a septiembre de 2011
Periodo del Informe
15 de diciembre de 2004
Inicio del Proyecto
Informe preparado por la Asociación de Conservación Vida Verdiazul
Junquillal/Claromecó, Septiembre de 2012
Resumen Ejecutivo
Durante el período octubre 2010 a agosto de 2011, la Asociación Vida Verdiazul (AVIVE)
avanzó significativamente en los objetivos de protección de nidos y hábitats de anidación de
tortugas marinas y en las medidas de mitigación de los efectos del cambio climático en el
área de Playa Junquillal.
El patrullaje nocturno, la identificación y marcaje de tortugas, el traslado de nidos y el
cuidado y mantenimiento del tortugario estuvo a cargo del personal de AVIVE y contó con la
ayuda de diversos grupos de voluntarios de Costa Rica y del extranjero. En el período de
octubre/agosto se patrullaron 281 noches, lo que permitió proteger y asistir el nacimiento de
los neonatos hasta su llegada al mar en 29 nidos de baulas (Dermochelys coriacea), 99
nidos de tortugas lora (Lepidochelys olivacea) y 15 nidos de tortugas negra (Chelonia
mydas agassizii). La eficiencia del patrullaje quedó reflejada en el bajo porcentaje de saqueo
de la especie meta de protección, la baula, con tan solo un nido recolectado (saqueo de
3,7%). Nacieron en total 8012 neonatos, 6800 de lora, 635 de negra y 577 de baula.
En enero se inició la construcción de un tortugario de mayor capacidad de nidos y más
resguardado, finalizándolo en abril. El tortugario está construido con materiales de alta
calidad, se encuentra más protegido de la erosión marina y está operando con su plan de
manejo y los permisos municipales y del SINAC.
Con respecto a las actividades de mitigación al cambio climático se continuó con la
restauración del bosque nativo costero. Durante octubre de 2010 se realizaron las últimas
siembras de ese año y los reemplazos de árboles muertos, durante los meses de verano se
le dio mantenimiento a los árboles sembrados en años anteriores (chapeo, rodajeo,
contrafuegos y señalizaciones) y en mayo de 2011, con el inicio de las lluvias, comenzó la
siembra en áreas nuevas y el reemplazo de árboles secos de años anteriores. Se sembraron
en el periodo comprendido entre octubre de 2010 y septiembre de 2011 un total de 682
árboles y 380 estacas pertenecientes a 15 especies de árboles nativos. Las actividades
fueron coordinadas por personal de AVIVE y recibieron la colaboración voluntaria de diversos
grupos de jóvenes, los que recibieron previamente clases teóricas de mitigación al cambio
climático y restauración de bosques.
Cuarenta y cinco niños de las comunidades de Junquillal y Paraíso participaron
activamente en talleres de educación ambiental dictados por la AVIVE. El eje temático fue la
Adaptación al Cambio Climático en zonas costeras. En esta etapa los participantes lograron
internalizar y reforzar los principales conceptos concernientes al Cambio Climático y
relacionarlo con las problemáticas ambientales que viven en sus comunidades. Al finalizar las
actividades se realizó un taller con 80 niños donde se presentaron 6 obras de títeres
relacionadas con el tema.
También en la comunidad de Junquillal se utilizaron herramientas integrales para educar a
los distintos sectores de la población, mediante la siembra de árboles, apoyo al programa de
reciclaje y de salud animal de la comunidad. Esto con el fin de fortalecer las actividades que
hacen los distintos grupos organizados de la comunidad y vincularlos a la conservación de las
tortugas marinas y adaptación al cambio climático.
Antecedentes, justificación y contexto.
Playa Junquillal (10°09’42”N, 85°48’32”O), es una playa desprotegida y una de las cinco
áreas más importantes para la reproducción en el Pacífico de Costa Rica de las críticamente
amenazadas tortugas baulas (Dermochelys coriacea) y negras (Chelonia mydas agassizii).
Lamentablemente, entre 2001y 2004 el 73,3 % de los nidos de baulas fueron saqueados por
recolectores de huevos, en tanto que el 100% de los nidos de tortugas negras y loras
(Lepidochelys olivacea) fueron destruidos por la misma causa. En Junquillal, al saqueo de
nidos se sumaba un progresivo aumento de la polución lumínica en la playa que afectaba
negativamente las anidaciones, producto de un acelerado desarrollo de infraestructura.
Finalmente, para 2004, la producción neta de neonatos de las tres especies de tortugas era
nula. El consumo de huevos de tortugas es una arraigada costumbre entre los pobladores de
la zona de Junquillal que lleva al menos tres generaciones, a la vez que la venta de los
mismos es una lucrativa actividad.
Buscando mitigar el saqueo de nidos de tortugas y conseguir aumentar el bienestar de la
población local de Junquillal, WWF puso en marcha en 2005 el proyecto de conservación de
tortugas baulas del Pacífico (CBP), contando desde el inicio con un robusto programa de
educación ambiental dirigido a distintos niveles. Además de asegurar las condiciones
óptimas para la anidación de las tortugas, el CBP planteó un programa de participación
comunitaria que contribuiría con:
1- integración del mayor número posible de locales en el CBP,
2- mejoras en los ingresos económicos de las familias de los recolectores,
2- capacitación de locales para la atención turística artesanal,
3- rescate de valores culturales,
4- aumento de la autoestima local,
5- fortalecimiento de los capitales cultural, político y social.
Si bien para 2007 se había logrado reducir la luz artificial en la playa y reducir a menos de
un 10% el saqueo de los nidos facilitando el nacimiento de más de 20.000 tortuguitas, quedó
evidenciado que el cambio climático era la nueva amenaza. A partir de entonces se han
implementado en Junquillal una serie de medidas para mitigar los efectos negativos del
cambio climático, especialmente para reducir los efectos del avance del mar y el aumento de
la temperatura en las playas de anidación. Entre otras medidas se implementó el traslado de
nidos a un tortugario elevado y con sombra, la restauración de 5,5 Km de bosque costero
talado durante el siglo pasado. También se monitorean desde 2007 constantemente las
temperaturas y los cambios físicos de las playas de anidación. En octubre de 2010 se
conformó una asociación local de conservación destinada a continuar las actividades del
CBP. El proyecto de constitución denominado “Hacia la autogestión ambiental local en playa
Junquillal, dirigida a la conservación de tortugas marinas del Pacífico costarricense” y fue
facilitado por dos socios: Fundación Trichechus y Conservación Internacional. El proceso de
constitución involucró el trabajo de varios expertos y se extendió por dos años en los que se
realizaron talleres individuales con cada una de las instituciones que trabajan en Junquillal,
reuniones informativas, entrevistas con personas y grupos de interés, actividades lúdicas
integradoras para la comunidad entera de Junquillal y un detallado trabajo de asesoramiento
legal conducido por una profesional experta en organizaciones sin fines de lucro. Finalmente,
y utilizando los insumos anteriores se determinó como la mejor figura legal para la situación
de Junquillal la de una Asociación de Conservación, agrupación que se constituyó con
personal del ex CBP y otros vecinos comprometidos con el ambiente, denominándose
Asociación Vida Verdiazul (AVIVE). Una vez cumplimentados la totalidad de los trámites
institucionales que se requerían y publicado en el diario oficial La Gaceta del 6 de Octubre de
2010 (No. 149), bajo registro de personas jurídicas con cédula jurídica número: 3-002-620783
quedó oficial y legalmente conformada la AVIVE. La Asociación tiene como principales
objetivos:
A) Construir un modelo de conservación comunitario para ecosistemas costeros en áreas no
protegidas.
B) Educar y sensibilizar sobre la importancia y beneficios que perciben las comunidades
locales de la conservación de sus ecosistemas.
C) Facilitar la sostenibilidad de la conservación mediante el fortalecimiento de las
capacidades locales para auto-gestionar vínculos entre conservación y mejoramiento de la
calidad de vida.
D) Investigar y poner en práctica medidas de adaptación a los impactos del cambio climático
sobre ambientes marino-costeros y cuencas hidrográficas.
E) Contribuir con recursos humanos y técnicos de esta asociación a los distintos sectores de
la sociedad, como entes estatales, comunitarios y ONGs, de modo que se logre reducir la
degradación ambiental
F) Buscar sinergia para la sostenibilidad institucional y económica de esta asociación
G)Trabajar en cualquier otra actividad de interés ambiental para los asociados y sus
comunidades.
Actualmente y como era de esperar, la AVIVE como heredera del CBP de WWF, es quien
continua trabajando en la conservación de tortugas marinas y la mitigación del cambio
climático en Junquillal. Adicionalmente continuaron durante 2011 varias capacitaciones, que
según la temática fueron dirigidas al personal de la AVIVE, personas interesadas de la
comunidad, madres y niños en las áreas de administración, contabilidad, legal, inglés y
manipulación de alimentos.
Metas de largo plazo
Contribuir significativamente con la recuperación de las poblaciones de tortugas negras y
baulas del Pacífico Oriental y crear un modelo de conservación comunitario de ecosistemas
costeros para áreas desprotegidas. Esto se logrará mediante:
1) Mantener el programa de conservación en Junquillal, incluida la protección de nidos,
seguimiento de la actividad de anidación, marcación de tortugas e identificación de hembras.
2) Llevar a cabo investigaciones y actividades relacionadas con la adaptación al cambio
climático para las tortugas marinas que anidan en Junquillal, con posible ampliación a otras
playas.
3) Mayor concienciación de las comunidades locales sobre la importancia de la conservación
de las tortugas marinas y la adaptación al cambio climático, así como una apreciación de
cómo las comunidades pueden beneficiarse de la conservación de las tortugas marinas y sus
ecosistemas.
Objetivos específicos del proyecto de conservación de AVIVE
1) Al menos el 95% de los nidos de tortugas baula en Junquillal son protegidos contra el
saqueo, la erosión y el sobrecalentamiento.
2) Implementación de medidas efectivas de adaptación al cambio climático en Playa
Junquillal.
3) Motivación para que los locales más jóvenes participen activamente del programa de
adaptación al cambio climático.
Avances
Finalizada la temporada de anidación de baulas, se realizó una protección de 29 nidos de
baulas (Dermochelys coriacea), de los cuales 25 fueron trasladados al tortugario y cuatro
protegidos in situ. Cuando las hembras de baulas fueron localizadas anidando se obtuvieron
sus medidas biométricas y escaneó en busca de PITs (chips electrónicos de identificación
ubicados intramuscularmente). Durante esta temporada se identificaron dos nuevas hembras
por lo que fueron inyectadas con PITs. El saqueo afectó solo un nido por lo cual la protección
efectiva fue del 96,3% de los nidos de baula. Adicionalmente se protegieron mediante
traslados al tortugario 99 nidos de tortugas lora (Lepidochelys olivacea) y 15 nidos de
tortugas negra (Chelonia mydas agassizii). De los 143 nidos protegidos nacieron en total
8.012 neonatos, de los cuales 6.800 fueron de tortuga lora, 635 de negra y 577 de baula. El
rendimiento obtenido es especialmente meritorio considerando los serios obstáculos
logísticos que debió superar el personal de la AVIVE, ya que entre junio de 2010 y finales de
febrero de 2011 no tuvimos disponibilidad de fondos externos, lo que debió haber afectado
seriamente los trabajos de conservación desde el inicio de la temporada de baulas en
octubre. En este sentido vale la pena destacar la firme convicción y sacrificios personales
que tuvieron que afrontar tanto el personal técnico que debió hacer uso de sus fondos
personales para mantener el programa, así como el trabajo voluntario del personal de patrulla
(Baula Boys), otros vecinos de Junquillal y el trabajo desinteresado de muchos estudiantes y
voluntarios de Costa Rica y el extranjero.
Personal de Vida Verdiazul, conocidos localmente como “Baula Boys” proceden a
tomar medidas biométricas e inyectar un PIT a una baula que llega por primera vez a
Junquillal. Posteriormente trasladaron los huevos al tortugario para asegurar una
incubación protegida de saqueadores, de la erosión marina y del sobrecalentamiento.
© AVIVE, Gabriel Francia
En enero de 2010 se inició la construcción de un nuevo tortugario para proteger los nidos
trasladados desde las playas de anidación de Junquillal. En el inicio participó el personal de
AVIVE y se contó con la colaboración de un grupo de voluntarios de la Universidad Nacional
de Costa Rica. Es un 45% más grande que el anterior tortugario, con una capacidad para
albergar 120 nidos, a la vez que se encuentra más alto y retirado de las pleamares, con lo
que se intenta compensar el avance del mar de los últimos cinco años. En este tortugario se
utilizaron mallas anticorrosivas con lo que se espera reducir los costos de mantenimiento. El
tortugario con el permiso de la Municipalidad de Santa Cruz se encuentra operativo desde
marzo y se finalizó completamente en abril de 2011. De igual modo que en el anterior
tortugario se realizan controles de humedad, temperatura en infestaciones, contando para ello
con riego artificial, sombra y canastas anti insectos. Los materiales del tortugario viejo, como
mallas, cedazos, postes, sacos y sombras han sido reciclados en su totalidad al incorporarlos
en la construcción del vivero para árboles.
Suplementariamente el tortugario ha mantenido su función pedagógica, ya que tanto
visitantes como voluntarios y niños han podido recibir las primeras nociones de conservación
de tortugas en el sitio a la vez que pudieron disfrutar de la experiencia vivencial de la
liberación nocturna de tortuguitas custodiándolas hasta su ingreso al mar.
Personal de la AVIVE
construye una defensa de
sacos de arena para evitar la
erosión provocada por el
oleaje de las pleamares
extraordinarias. Esta defensa
mostró su eficiencia en las
crecientes récord del mes de
mayo.
Fotografía de Gabriel Francia
©AVIVE
Con respecto a las actividades de mitigación al cambio climático se continuó con el
programa de restauración del bosque nativo costero. Se le dio mantenimiento a la forestación
realizada en años anteriores y se extendió el área, alcanzando una franja de 800 m de largo
extendida por la zona pública y de 55 m de ancho en promedio. Estos trabajos incluyeron:
1) 8 chapeos del área forestada y rodajeos individuales para cada árbol sembrado tendiente
a eliminar la competencia de las malezas;
2) contrafuegos preventivos para evitar la propagación de fuegos rastreros, muy típicos en
Guanacaste durante los meses de verano y letales para árboles pequeños;
3) ubicación de tutores y defensas individuales para evitar el quiebre de los árboles por
efecto del oleaje durante las pleamares excepcionales y de la resaca de ramas y palos que
este arrastra;
4) reubicación en sitios más altos de árboles amenazados por el avance del mar;
5) rotulación y demarcación mediante cercas y 22 carteles explicativos, con las funciones de
protección al pisoteo y para concientizar tanto a residentes como visitantes;
6) ubicación de 24 estañones plásticos de separación de residuos con su respectiva
rotulación y encierros para evitar el acceso de perros. Trabajos que se hicieron en sociedad
con el grupo Bandera Azul Ecológica de Junquillal.
El plan de restauración del bosque costero para aumentar el área con sombra en las
playas de anidación de tortugas marinas comenzó en 2009 y durante 2010 se sembraron en
Junquillal un total de 669 árboles. Se trabajó durante 15 jornadas para reemplazar los
árboles muertos en las áreas forestadas durante 2009 y para sembrar dos nuevas áreas
desprovistas de sombra. Entre octubre y noviembre de 2010, se sembraron 470 árboles de
15 especies nativas. En mayo de 2011y con el inicio de las lluvias, comenzó la siembra en
áreas nuevas y el reemplazo de árboles secos en áreas ya forestadas. Se sembraron en este
periodo 212 árboles criados en el vivero propio durante el año previo (60 ceibos, 60 mangles,
27 malinches, 23 marañones, 7 robles, 26 manzanillos, 15 jobos, 10 maderos, 3 almendro y 1
mango) además de 380 estacas sembradas en forma directa (flor blanca, flor amarilla,
madero, madero negro, jobo, jocote y jícaro).
El abono orgánico fue producido a partir de 8 m³ de materiales de compost en el predio
donde se ubica el vivero de la AVIVE. Para la producción del abono se utilizaron hojas de
chapeos, estiércol de vacas y caballos, residuos de cocina, ramas de podas y frutos de
descarte, con lo que además se intenta dar una solución al destino de residuos orgánicos de
la comunidad.
Todas las actividades anteriores fueron coordinadas por personal de AVIVE y recibieron la
colaboración voluntaria de diversos grupos de jóvenes, los que tomaron previamente clases
teóricas de mitigación al cambio climático, enfocadas en la restauración de bosques nativos.
Tanto las sesiones teóricas como las de trabajo participativo donde se integraron personas
locales, han servido para que las medidas de adaptación al CC generadas por AVIVE hayan
sido adoptadas y empoderadas por la comunidad.
Actualmente se trabaja en la crianza de árboles en el vivero de la AVIVE para futuras
siembras, contándose ya con alrededor de 1,900 plántulas en su mayoría de mangle
mariquito (Conocarpus erecta). Luego de casi tres años de experiencia en tratar de restaurar
la franja de costa de zona pública de los 50 m (ZMC), esta especie demostró ser clave como
defensa pionera en la primer línea luego del área cubierta por las pleamares, facilitando luego
de su crecimiento el desarrollo de otras especies menos resistentes a la salinidad típica
marina. Además de su reparo a otras especies nativas, la gran extensión de las raíces de
este mangle podría contribuir a evitar procesos erosivos, algo clave considerando que casi el
65% del frente de costa de Junquillal es una barra de arena de menos de 1,5m de altura
s.n.m. y el nivel actual del mar se encuentra en ascenso constante (agravado aún más por un
descenso del nivel terrestre, según lo reporta el OVSICORI). La mayor parte de árboles
estará destinada a cubrir nuevas áreas a sembrar durante el resto de la temporada lluviosa y
el próximo año en Junquillal y otras playas vecinas. Otras actividades relacionadas implican la
colecta y preparación de semillas, la selección de estacas, el trasplante de plántulas, el
desmalezamiento y el riego.
Personal de la AVIVE con el apoyo de voluntarios preparan el sustrato para la siembra de
árboles en el vivero propio (izquierda) y elaboran el compost para abono orgánico
destinado al área de restauración de bosque costero (derecha). Fotografías ©AVIVE
Durante los meses de octubre y noviembre de 2011 se planean realizar tres cursos de
capacitación en conservación de tortugas marinas. El primer curso, complementado con
técnicas de taller participativo, será dirigido al personal de la AVIVE (Actualización en
técnicas de manejo para la conservación de tortugas marinas). El segundo curso estará
dirigido a jóvenes de las comunidades vecinas de Pargos, Río Seco, Venado y Paraíso
sobre nociones básicas de conservación enfocado en tortugas marinas. Un tercer curso
sobre conservación básica se realizará en Marbella durante el mes de septiembre, siendo
destinado a atender las localidades más alejadas. Un resultado clave que se espera de los
dos últimos cursos es el surgimiento de al menos cuatro personas interesadas en la
protección de tortugas marinas que serán entrenadas para patrullar la playa en la próxima
temporada de baulas (octubre de 2011). De esta manera se atenderán las necesidades
crecientes de conservación tanto en Junquillal como en comunidades costeras vecinas.
Árboles y jóvenes nos
dan un aliento de
esperanza para
construir una
comunidad modelo.
Fotografía ©AVIVE
El grupo de patrulla (Baula Boys) sigue con atención las explicaciones de una jornada de
capacitación (izquierda). El grupo de teatro de Junquillal representa la obra de corte
ambiental “Hubo una Vez” dirigidos por la coordinadora Valerie Guthrie (derecha).
Personal de la Asociación Vida Verdiazul trabajan en la
siembra y crianza de nuevos árboles para la futura
restauración del bosque costero en las playas de
Junquillal. © AVVA, Gabriel Francia
Por otro lado y siguiendo con el programa de educación ambiental para las escuelas de
Junquillal y Paraíso se realizaron actividades de educación ambiental durante el mes de julio
donde hubo la participación de 50 niños. El eje temático fue la adaptación al cambio
climático en las zonas de Junquillal y Paraíso. Las actividades se enmarcaron dentro del
Proyecto de Educación Ambiental que la AVIVE ha venido realizando en los últimos años
enfocado en otorgar herramientas educativas y promover la concientización de la niñez como
futura población tomadora de decisiones.
Entre las actividades de educación ambiental se destacó la realización de un taller de títeres.
Este taller tuvo por objetivo ofrecer herramientas a los niños para comprender la dinámica del
cambio climático en su ambiente local y como éste se relaciona con la conservación del
ecosistema y el papel de las adaptaciones necesarias para afrontarlo. Con la ayuda de dos
facilitadoras y el uso de la ludopedagogía se estímulo en los participantes la comprensión, el
análisis y reflexión sobre las causas, consecuencias y soluciones a los problemas
ambientales de sus localidades.
Evaluación de la metodología
Innovación crea nuevos beneficiarios
El monitoreo nocturno, primer paso para la conservación de tortugas marinas, está a cargo
del equipo de patrulla de AVIVE y es respaldado por el coordinador técnico, tanto en lo
biológico como en lo logístico. Se monitorean los 5,3 km de playa desde las 19:30h hasta las
5:30h en dos turnos de salidas. El trabajo consiste en localizar las tortugas o sus nidos,
individualizar y medir a las hembras cuando son baulas y trasladar los nidos de todas las
especies al tortugario toda vez que existe un riesgo de erosión o recolección humana. Esto
es vital especialmente en la estación seca (diciembre a mayo), debido a que el
recalentamiento de la arena en Junquillal impide el desarrollo embrionario. El control y
mantenimiento del tortugario está a cargo también de personal de AVIVE y es supervisado
por una regente, bajo el protocolo de un plan de manejo aprobado por la ACT años atrás.
Como innovación en 2010 incorporamos voluntarios para facilitar el trabajo de patrulla,
mantenimiento de tortugario y vivero de árboles y el sembrado. Si bien en un comienzo la falta
de experiencia en el trabajo compartido con personas de otras localidades o extranjeras
pudo limitar el desempeño de los Baula Boys, actualmente puede evidenciarse la sinergia del
trabajo entre locales y voluntarios foráneos. Por esta razón el programa de voluntarios merece
ser consolidado y hasta la asignación de un coordinador de tiempo exclusivo, especialmente
cuando el crecimiento de este programa le estaría dando sustentabilidad y autonomía. Para
mejorar el trabajo en equipo con ayuda de la Fundación Trichechus y Conservación
Internacional hemos dado cursos de inglés y facilitado la asistencia de los Baula Boys a una
escuela de idiomas. También dictamos un curso de expresión y otro de guiado para mejorar
la comunicación entre los Baula Boys y los voluntarios extranjeros. También hemos
observado que el interés puesto por personas externas a la comunidad ha servido de
motivación para que los propios locales se interesen por el proyecto. Solemos escuchar
comentarios que expresan “si tantas personas de países distintos llegan a nuestra
comunidad, es porque tenemos algo importante de lo cual no nos habíamos percatado”.
Además de la motivación, el aumento de visitantes, sean voluntarios o no, que llegan a
Junquillal por la existencia de un proyecto de conservación consolidado trae claros beneficios
económicos. Solo la atención de los voluntarios está generando dos nuevos empleos a cargo
de dos jefas de familia e incrementando los ingresos en otros prestadores de servicios, lo
que es especialmente significativo durante la temporada turística baja. También ha recibido
beneficios durante 2011 como prestadores de servicios gastronómicos el Patronato Escolar
de la Escuela de Junquillal, las madres que operan el comedor ofrecieron un buen servicio
para el dictado de cursos, talleres y capacitaciones de la AVIVE, a la vez que pudieron recibir
ganancias para ejecutar futuras actividades escolares.
Grupos de voluntarios ayudan a los Baula Boys en liberar de troncos riesgosos para las
anidaciones y para los árboles de la reforestación (izquierda) y ayudan tomar las medidas
biométricas de una tortuga baula (derecha).
Fotografías de Gabriel Francia ©AVIVE
Resultados/Productos.
El principal resultado cualitativo de nuestro proyecto para el período octubre10/agosto11
es el nacimiento de 8.012 tortuguitas de las especie baula, lora y negra. Si bien ya han
ingresado unos 35 nidos más al tortugario que se hallan en incubación, la producción de este
año ya es más que satisfactoria, sobre todo cuando la comparamos con la línea base del
2001/2004 anterior al proyecto de conservación, cuando el aporte de Junquillal a las
poblaciones de tortugas del Pacífico Oriental era nulo debido especialmente al saqueo. Aún
así esperamos que a partir de este período, con un tortugario menos propenso a las
inundaciones y con técnicas de manejo más controladas para el traslado de nidos, tengamos
un porcentaje medio de eclosión más alto y logremos un mayor aporte de neonatos a las
poblaciones de tortugas.
Además de lo anterior, con más recursos financieros merced a haber ganado el primer
premio de la Fundación Disney y el aporte de nuestro principal socio WWF Internacional,
también podremos incrementar el esfuerzo de patrulla reduciendo las perdidas por saqueo y
predación. El aumento de patrulladores en la playa será indispensable para contrarrestar un
aumento de recolectores de huevos ilegales, que creemos se mantendrá mientras dure el
desempleo en las comunidades costeras de Guanacaste, producto de la prolongada
recesión económica mundial.
Si bien aun no disponemos de un resultado técnico formal, observaciones preliminares en
el área de restauración de bosque muestran una supervivencia de árboles mayor en esta
temporada que en la anterior. Seguramente la experiencia ganada en años anteriores por
parte de la AVIVE, la utilización de especies arbóreas más adecuadas, siembras
temporalmente más oportunas, empleo de abonos orgánicos y el uso de técnicas de
protección apropiadas (anti fuego, pisoteo y oleaje) podrían explicar esta mayor
supervivencia. El resultado de supervivencia y crecimiento estará disponible en diciembre de
2011.
El crecimiento de los árboles ya es visible en un área que antes estaba completamente
deforestada, lo cual ha revelado a la comunidad un resultado tangible que fue consecuencia
del trabajo en el que participaron ellos mismos. Además de los claros beneficios que esto
trae para el ecosistema costero de Junquillal, el crecimiento de más de 1500 árboles ha
mejorado la percepción local sobre su propia playa y sobre el rol de la AVIVE en términos de
conservación y ya no solo de tortugas marinas, sino desde un enfoque integral y
ecosistémico.
La comunidad de
Junquillal participa en las
jornadas de siembra de
árboles para restaurar el
bosque costero, en esta
imágen Mainor Jaén,
personal de AVIVE
colabora con Silvia
Héctor, vicepresidenta de
la Asociación de
Desarrollo Integral de
Junquillal.
Fotografía de Gabriel Francia
©AVIVE
El trabajo de educación ambiental y de capacitaciones realizadas en el campo se ha
orientado ya con un enfoque más integral, hacia los cambios de actitud en aspectos más
cotidianos de la comunidad. En sociedad con el grupo local de Bandera Azul Ecológica, en el
último trimestre hemos concentrado esfuerzos en el manejo de desechos sólidos y en la
reducción del consumo. Una vez adquiridos 24 basureros de 50 galones, se procedió a
pintarlos en rojo y azul para la separación de desechos reciclables. Posteriormente se los
ubicó en lugares estratégicos de la playa y dentro de encierros realizados con maderas
aportadas por las mismas marejadas, de modo de reducir el acceso a la basura de perros y
fauna silvestre. Posteriormente se ubicaron rótulos informativos y de concientización en los
encierros para los basureros. Momentáneamente la Municipalidad de Santa Cruz está
encargada del proceso de separación fina y reciclaje final, aunque ya se está construyendo
en terrenos públicos administrados por la Asociación de Desarrollo de Junquillal un centro de
reciclado. Paralelamente hemos realizado con la colaboración de los grupos de voluntarios
tres limpiezas integrales de la playa, donde además de separar la basura se liberó la playa
de troncos de envergadura que impedían la anidación de las tortugas y constituían una
potencial amenaza para los árboles de la reforestación.
Lecciones aprendidas, Vínculos organizacionales y fortalecimiento institucional
Dar un enfoque más integral a un proyecto de conservación de tortugas marinas pudo ser
un laborioso desafío, sin embargo ya empieza a rendir sus frutos tanto en los ecosistémico
como en lo social. La gente de la comunidad que antes era parte del problema al ser quienes
más recolectaban y consumían huevos de tortuga, hoy son parte de la solución. Algunos de
ellos hoy son activos conservacionistas y forman parte de la AVIVE, y lo más importante es
que a la protección de las tortugas marinas se sumó la conservación del medio ambiente
como un todo. Hoy en Junquillal es difícil admitir una playa cubierta de residuos o
deforestada, como lucía hace una década. Además de la separación de residuos para el
reciclaje se ha trabajado en la educación del consumidor y en el rescate de valores culturales
locales, como la siembra de cultivos para el consumo familiar y la siembra de árboles para
sombra. El aprovechamiento de residuos orgánicos hogareños para la fabricación de
compost para abonos orgánicos va en la dirección de la siembra y ayuda a cerrar el círculo
del tratamiento de residuos.
Trabajar con las otras organizaciones locales como Bandera Azul y la Asociación de
Desarrollo, Patronato Escolar e instituciones privadas y de gobierno como
Coopeguanacaste, ACT y Municipalidad de Santa Cruz ha mejorado la comunicación y
fortalecido a las organizaciones locales. Además de ello, ha facilitado alcanzar nuestros
objetivos de conservación comunes. Ejemplos son: 1) la reducción en la luz artificial en la
playa y un buen canal de consulta siempre abierto de Coopeguanacaste con nuestra
institución, 2) La buena disposición de funcionarios municipales y la prontitud para tramitar
permisos como el de habilitación del tortugario y el trabajo común en el reciclaje de residuos,
3) la también prontitud para trámites de permisos de la ACT e invitación permanente a
eventos y actividades relacionadas con la conservación, 4) la disponibilidad permanente de
la escuela para la realización de cursos, capacitaciones y talleres, brindando además su
servicio de comedor, 5) la constante ayuda de la Asociación de Desarrollo de Junquillal para
tramitaciones, permisos y apoyo institucional.
Actividades pendientes para el próximo período
Además de la continuación de las actividades ya reportadas, quedan pendientes para los
próximos meses las siguientes actividades:
1)
2)
3)
4)
Monitoreo de perfiles físicos y de temperaturas en playa.
Curso de capacitación y entrenamiento para Baula Boys.
Realización de actividad integradora (Baulafest III)
Inicio de monitoreo y actividades de conservación y adaptación a cambio climático en
la comunidad de Marbella y su playa Frijolar.