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La protección forestal
protección del clima
Stefan Krug- Greenpeace
es
la
La deforestación avanza a un
ritmo alarmante. La carencia de
recursos
financieros
sigue
siendo un obstáculo principal,
puesto que la financiación para
protección
de
bosques
es
insuficiente. Países como Brasil
rechazan
cualquier
regulación
internacional
sobre
la
protección de sus bosques.
Existe
alguna
solución?
El
cambio
climático
plantea
amenazas a bosques y a otros
ecosistemas,
pero
paradójicamente,
el
cambio
climático
puede
ofrecer
una
solución a este problema. La
contención de la deforestación
es un modo rentable de reducir
emisiones de efecto invernadero.
Aproximadamente el 2% de las
emisiones de efecto invernadero
son por la tala de árboles.
Para
abordar
el
cambio
climático, debe hablarse de la
deforestación
"
deforestación
evitada"
con
el
objetivo
de
integrar
las
emisiones
por
deforestación en el comercio de
emisiones. Pero este tipo de
acción no se tomará hasta al
segunda parte del protocolo de
Kyoto en 2013, lo que significa
que a no ser que haya algún
mecanismo
para
reducir
la
destrucción global forestal con
los
incentivos
financieros
apropiados durante los próximos
5
años,
la
deforestación
no
dejará de producirse.
Se necesita una acción urgente
antes del 2013 para paralizar la
deforestación. Los países del G8
son
responsables
de
aproximadamente
la
mitad
de
todas las emisiones.
La CBD debe crear un mecanismo
global
que
paralice
la
tala
ilegal. La CBD y la COP 9 deben
decidir
objetivos
concretos
para el 2015. Los países del G8
tienen
que
hacer
con
su
contribución financiera hasta el
final del 2012.
Greenpeace
sugiere
que
una
proporción
fija
de
los
beneficios de los certificados
de emisiones entren en un fondo
que compense los países en vías
de desarrollo financieramente si
estos se comprometen a parar la
deforestación.
La deforestación y el cambio
climático
están
causando
una
situación
de
emergencia
que
necesita medidas de emergencia.
No hay tiempo que perder.
De
Brasil
Agravamiento
agrocombustibles
Camila Moreno
a
de
Alemania.
los
Angela Merkel estuvo en Brasil
la semana pasada y firmo un
polémico acuerdo de cooperación
energético con Lula. Aunque las
condiciones del acuerdo no han
sido reveladas a la Sociedad
civil, no se han hecho esperar
fuertes reacciones.
Uno de los componentes de este
tratado, es la formación de un
grupo de funcionamiento
inmediato para establecer "los
criterios de mantenimiento" para
la producción de etanol y su
exportación.
Esto asegura que habrá
exportaciones, antes de que la
UE haya tomado su decisión final
sobre esto con objetivos
obligatorios.
Greenpeace Brasil muestra su
preocupación, puesto que por un
lado, Lula da una imagen de
apoyo a renovables, y por otro
firma un tratado nuclear con
Alemania,
Alemania que preside la CBD
hasta el 2010, demuestra que el
negocio no genuino del cambio
climático y la degradación
biológica es su verdadera
prioridad.
Se da también la casualidad que
este tratado, fuera firmado un
día después que Marina Silva,
ex- ministra de medio ambiente y
gran defensora de la selva
amazónica, dimitiera.