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Lección 5 ÚSAME SEÑOR I Qué se debe hacer para ser usado por Dios PASAJE BÍBLICO “17 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos. 18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda está tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra”. Jeremías 1.17, 18 VERSÍCULO PARA MEMORIZAR “4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada”. Proverbios 13.4 OBJETIVOS • Conocer algunos factores importantes para ser usados por Dios. • Reconocer las actitudes con las cuales se debe servir. • Aprender todo lo que implica el compromiso. INTRODUCCIÓN En el último tiempo, Dios está levantando una generación de hombre y mujeres con un “espíritu diferente”. Esta generación conmoverá al mundo entero porque su clamor es: “!úsame Señor!”, “quiero ser un instrumento en tus manos”. En la generación de este último tiempo, no existe el conformismo. Las preguntas que se hacen son: ¿Qué tengo que hacer para que Dios me use?, ¿cómo puedo llegar a ser un hombre y una mujer usado por Dios poderosamente? Para estas preguntas hay muchas respuestas basadas en fórmulas y en pasos a seguir, pero la realidad es que no se trata de fórmulas, sino de la gracia de Dios sobre nuestras vidas, de lo profundo de nuestro anhelo y del nivel de entrega y obediencia en que caminemos día a día. EL MENSAJE PARA HOY. ¿Qué tengo que hacer para ser usado por Dios? 1. Tener el deseo de ser usado por Dios Deseo, significa arder de anhelos, proseguir ardientemente, querer intensamente. El desear que Dios nos use debe consumir nuestra mente. Nuestro ser debe arder por ver su poder y su Gloria manifestados a través de nosotros. El deseo ardiente de ser usado para llevarle Gloria a Él, abre la puerta para el fluir del Espíritu Santo en la vida de una persona. Dios no puede usar a una persona conformista que no desea ser usado por Dios. “12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia”. 1 Corintios 14.12 ¿Qué pasa si no tenemos el deseo? Hay que pedírselo a Dios, lo importante es anhelar tenerlo. Tenga en cuenta lo que el enemigo está haciendo para que no reciba la bendición de ser usado por Dios y resístalo. “24 Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean”. Proverbios 10.24 ¿Qué tan fuerte o débil es el deseo que usted tiene de ser usado por Dios? Hay personas que tienen un gran deseo de ser usadas por Dios, pero no van más allá de eso. Una vez que tenemos el deseo, lo siguiente es actuar. 2. Compromiso Es equivalente a pagar el precio por ser usado. Éste es el punto donde más fallan los creyentes. ¿Qué implica el compromiso? v Rendirse totalmente, rendirse deliberadamente en espíritu, alma y cuerpo a Dios. Significa rendir las áreas en las cuales tiene que cambiar, por ejemplo: mal lenguaje, malos pensamientos, chismes, envidias, mal carácter, etcétera. v Implica negarse, cada día, a sí mismo y al viejo hombre, a cambio de que Dios lo use. v Implica un sacrificio de sus deseos personales (que no son pecados), por alcanzar el deseo mayor de ser usado por Dios. Por ejemplo, ver televisión, practicar deporte, compartir tiempo con amistades. v Implica una búsqueda continua de Dios en su vida personal, en la iglesia y fuera de la iglesia. ¿Cuál es la actitud que debe tener una persona que desea ser usada cuando viene a la iglesia? Hay muchos creyentes que son “casuales”; o sea, que de casualidad hacen las cosas, de casualidad vienen a la iglesia, de casualidad testifican de Cristo. Pero, un creyente comprometido con Dios, se involucra en espíritu, alma y cuerpo. Por ejemplo: Iglesia (visión), hogar y el Señor. Entonces decimos que, primero se debe tener un deseo ardiente, colocarlo en acción y comprometernos con el Señor, e inmediatamente, viene el siguiente paso, que es vivir en integridad. 3. Integridad Integridad significa vivir sin mancha moral, sin mezclas, sin motivaciones impuras; mantenerse sin corrupción; alguien entero, completo. La integridad nos guarda de que nuestro deseo y compromiso tengan una motivación incorrecta, y nos asegura un fundamento sólido en nuestro trabajo. Dios no usa personas cuyas motivaciones y propósitos sean para engrandecer a un hombre, un ministerio o una organización. Todo creyente que camina en integridad hace las cosas teniendo en cuenta los siguientes factores: v Todo lo que hace, lo hace en el nombre de Jesús ¿Por qué? Porque al hacer todo en su nombre, desde un principio, nos garantiza el respaldo de Dios y que nuestro ego no se va a meter en el medio. “17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. Colosenses 3.17 Ejemplo: Usted no puede mentir y decir que lo está haciendo en el nombre de Jesús. v Hacerlo de todo corazón En Dios, no existe el término medio; te metes con Dios y le buscas de todo corazón o simplemente, no estás con Él. “23 Y todo los que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres…”. Colosenses 3.23 Por ejemplo, si va a ser un músico, hágalo de todo corazón; si se va a comprometer con la visión, hágalo de todo corazón. Si va a orar y a servir a Dios, hágalo con todo su corazón. Por eso no es bueno estar metido en muchas cosas, porque al final no se hacen de corazón. v Hacerlo para la gloria de Dios “31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. 1 Corintios 10.31 Todo lo que hagamos debe ser en el nombre de Jesús, de todo corazón y para la Gloria de Dios; eso hará que Dios nos empiece a usar. El corazón de Dios se regocija cuando le testificamos a alguien, cuando intercedemos, cuando cantamos y lo hacemos de todo corazón y para su Gloria. Pregúntese, ¿Lo que estoy haciendo, lo hago en el nombre de Jesús, de todo corazón y le está llevando la Gloria a Dios? Cuando encuentre que esto es así, Dios empezará a usarlo poderosamente. 4. La santidad Si deseamos ser usados por Dios, debemos preguntarnos: ¿qué cosas estoy haciendo y diciendo que están contaminando mi espíritu? La santidad personal consiste en ser el mismo en público y en privado; sabiendo que, aunque nadie pueda saber lo que pensamos, hay que evitar pensamientos y actitudes que desagradan a Dios, porque Él lo sabe y lo ve todo. “1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”. 2 Corintios 7.1 ¿Qué cosas nos contaminan? • Personas y amistades, aun familiares (carnales, chismosos) • Lugares que visitamos • Cosas que vemos (televisión, novelas) • Cosas que oímos (música mundana) “15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados…”. Hebreos 12.15 Si desea ser usado por Dios, apártese de amistades que le contaminan, amistades que restan a su vida espiritual y de personas que guardan celo y envidia en sus corazones. El vivir en santidad en un mundo corrupto, sólo se puede lograr con la ayuda del Espíritu Santo; y es la que nos mantiene libres de contaminación para que Dios nos continúe usando. PREGUNTAS FINALES • ¿Qué tenemos que hacer para que Dios nos use? • ¿Qué debemos hacer si no sentimos el deseo de ser usados por Dios? • ¿Qué implica el compromiso? • ¿Cuál es la actitud que debe tener una persona que desea ser usada por Dios? • ¿En qué consiste la integridad? • ¿En qué consiste la santidad? ACTIVACIÓN • Orar por aquellas personas que no están sirviendo, para que Dios les ponga el deseo de hacerlo. • Orar por las personas que quieren servir, pero que todavía no lo están haciendo. • Orar por las personas que dejaron de servir, para que recuperen el anhelo de hacerlo. • Animar a las personas a que asistan a la próxima reunión, donde se seguirá estudiando otros factores que debemos tener en cuenta para ser usados por Dios, tales como: la humildad, la fe, y la fidelidad.