Download Descargar - Santuario Virgen Treinta y tres

Document related concepts

Renuncia al papado wikipedia , lookup

Renuncia de Benedicto XVI wikipedia , lookup

Cónclave de 2013 wikipedia , lookup

Gregorio XII wikipedia , lookup

Benedicto XIII de Aviñón wikipedia , lookup

Transcript
HASTA EL 28 CON BENEDICTO XVI
Rápidamente las cadenas de TV, las Radios y los Periódicos, resaltaron y
remarcaron el anuncio del Papa de su intención de renunciar el próximo 28 de
febrero a la Sede de San Pedro.
Es una noticia que nos tomó por sorpresa a todos. Al mundo católico y a los
más reacios y resentidos con la Iglesia católica. No es para menos, pues para
encontrar en la historia de la Iglesia católica un Papa que haya renunciado nos
tenemos que ir hasta el año 1415 cuando renunció el Papa Gregorio XII.
Benedicto XVI será el sexto Papa en renunciar a la Sede de Pedro. No es el
primero y seguramente no será el último en hacerlo. Lo hicieron: San
Ponciano (230-235), San Silverio (536-537), San Martín I (644-654), San
Celestino V (1294-1294), y Gregorio XII (1415).
En las horas que han seguido al anuncio que hiciera Benedicto de su intención
de renunciar, ya he escuchado tantas suposiciones, lecturas erradas, mal
intencionadas, sobre la causa de su renuncia. Y bueno, cada uno puede
imaginar y decir lo que se le antoje; ¿Pero será esa la verdad? ¿No será apenas
justo, por todo lo que es y ha sido, creerle al Papa Benedicto, que las razones
de su renuncia son las mismas que él ha expresado? ¿Por qué nos dejamos
llevar por el morbo de lo oscuro, de las suposiciones y de lecturas subjetivas
para encontrar las razones de su dimisión?
El Papa ha dicho al mundo entero que renuncia, lo ha hecho con las siguientes
palabras: “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi
conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo
fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio Petrino. Soy muy consciente
de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo
no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado
sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas
transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la
fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es
necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en
los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi
incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”
Yo le creo al Papa, creo que esta es la razón de su renuncia. No ha hecho algo
que no pudiera o debiera hacer. El código de Derecho Canónico que rige la
vida de la Iglesia Católica en el Canon 332/2 habla de la Sede vacante y que
esta se puede dar por fallecimiento del Romano Pontífice o por renuncia.
Canon 332: “Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para
la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que
sea aceptada por nadie”. Por lo tanto, la renuncia sería efectiva desde el
momento en que se manifiesta formalmente.
El hecho de que ningún Papa haya renunciado al Pontificado en los últimos
siglos, es sólo un dato histórico, no jurídico; ya que claramente en la
normativa de la Iglesia está la posibilidad de la renuncia.
Benedicto nos deja una herencia bendita. Es uno de los más grandes
intelectuales con los que cuenta la humanidad en estos momentos. Un hombre
brillante desde donde se le mire. No le tuvo miedo a los pecados de la Iglesia,
los confrontó con valentía, ordenó día a día su propia casa. No hizo como los
fariseos del Evangelio que “colaban el mosquito y se tragaban el camello”.
Benedicto, como hombre de Dios siempre nos ha invitado a reconocer
nuestros propios límites, que no todo lo podemos en la vida, que hay un
momento en el que es necesario decir: hasta aquí puedo, ahora tengo que ser
humilde y dejar que otro lo haga por mí. Esto es justamente lo que ha hecho al
renunciar como Papa. Pero vuelvo a insistir: nos deja una herencia bendita;
sus escritos, homilías y reflexiones constituyen un gran legado que deja a la
Iglesia y a la humanidad entera.
Es de valientes saber hacerse a un costado cuando las capacidades físicas o
mentales no dan para la tarea que se tiene que cumplir. Admiro la valentía del
Papa Benedicto XVI al aceptar con humildad, delante de Dios, que es el
momento de dejar la guía de la Iglesia, para que venga otro con renovado
vigor a seguirnos guiando hacia el Reino de Dios.
Gracias Santo Padre por todo el amor que siempre nos ha infundido por la
Iglesia de Cristo.
A toda la Comunidad que acompaño como párroco, invito para que en estos
días oremos por Benedicto XVI y pidamos al Espíritu Santo para que nos
regale el Papa que ahora la Iglesia necesita.
Pbro. César Buitrago López
Related documents