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T.H.E.
TALLER DE HISTORIA ECONÓMICA
Facultad de Economía - PUCE
BOLETÍN ELECTRÓNICO
Coordinador: Dr. Juan J. Paz y Miño Cepeda
[email protected]
Quito, Marzo 22 de 2002 - Año III - No. 05
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
El BOLETÍN ELECTRÓNICO del T.H.E. (mensual) es un sistema de información
preferentemente orientado a la economía y la historia económica del Ecuador en el contexto
Latinoamericano. Tiene el objetivo de contribuir al conocimiento y a la discusión académica
universitaria. En ese marco serán apreciadas las sugerencias y difundidas las colaboraciones.
(Queda autorizada la difusión del Boletín, citando la fuente).
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Sumario:
1. AMÉRICA LATINA Y LA MUNDIALIZACIÓN DEL COMERCIO. Juan J. Paz y
Miño Cepeda.
2. “GLOBALIZACIÓN” O “MUNDIALIZACIÓN” DE LA ECONOMÍA. Roberto Posso O.
3. LA INEQUIDAD: PRINCIPAL PROBLEMA ECUATORIANO.
Tomado de Diario LA HORA, Quito, jueves 21 de febrero de 2002
4. Facultad de Economía / Resúmenes ejecutivos de tesis de grado.
EL IMPACTO DE LA DOLARIZACIÓN EN EL PATRIMONIO DE LA
BANCA. Agustín León M.
5. IMPÉRIO BRASILEIRO E AS REPÚBLICAS DO PACÍFICO 1822/1889. Luis
Cláudio Villafañe G. Santos.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
1. AMÉRICA LATINA Y LA MUNDIALIZACIÓN DEL COMERCIO.
Juan J. Paz y Miño Cepeda.
Revista GESTION, Quito, marzo 2002, No. 93
Durante las últimas 4 décadas, el comercio internacional se expandió de manera
espectacular, pues las corrientes comerciales se multiplicaron por 15 y la producción mundial se
incrementó 6 veces. Con el derrumbe del sistema socialista el fenómeno de la globalización se
consolidó y la mundialización del comercio capitalista se convirtió en una realidad inexorable.
Considerando el largo plazo, durante una centuria proyectada hasta 1970, la participación
de América Latina en el comercio mundial osciló entre el 5 y el 9%, siendo, por tanto,
relativamente baja y constante. En 1994 la participación de América Latina en el comercio de
mercancías era del 5% en promedio, mientras que el 70% del comercio total de bienes y servicios
se efectuaba entre los países industrializados, correspondiendo a Estados Unidos, Europa y Japón
4/5 partes del intercambio mundial.
Históricamente América Latina se vio condicionada, en el comercio internacional, por los
centros capitalistas de Europa y por los Estados Unidos. Pero cabe advertir que la globalización
económica apenas modificó esa inserción en las relaciones mundiales. Los productos
latinoamericanos han continuado siendo vulnerables en cuanto a sus compras externas y precios,
mientras siguen dominando los productos manufacturados, que de acuerdo con la Organización
Mundial de Comercio (OMC) llegan a representar el 74.3% de las transacciones internacionales,
al propio tiempo que crece intensamente el comercio de servicios, mayor que el de mercancías.
Según la CEPAL, en la década de 1990 el valor de las importaciones de América Latina y el
Caribe aumentó frente a las exportaciones, ampliándose, en 1997, el déficit de la cuenta corriente
de la región que llegó a 60.000 millones de dólares (3% del PIB), a pesar de que en ese año las
economías latinoamericanas registraron el mejor desempeño desde hace un cuarto de siglo.
Sin embargo, a pesar de los intentos por diversificar mercados, en 1996 el 50,2% de las
exportaciones de la región se dirigía a Norteamérica, el 15,5% a Europa Occidental y un 9,6% al
Asia. Para México, Centroamérica y los países del norte de Sudamérica el principal socio
comercial seguía siendo los Estados Unidos, mientras que para Brasil y Argentina eran los países
europeos y solo Chile tenía una relación significativa con países del Asia
LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA
Una vez finalizado el proceso de Independencia, los primeros esfuerzos de integración de
América Latina se concretaron temporalmente en la Confederación de las Provincias Unidas de
Centroamericana, la Confederación Peruano-Boliviana y la Gran Colombia. Todos ellos fueron
proyectos políticos que pretendían definir el concepto de estado-nacional y no precisamente
crear un sistema de integración económica.
Aunque el romántico ideal de integración latinoamericana perduró en el siglo XIX entre
caudillos, políticos y escritores, nunca pudo materializarse. Los países latinoamericanos sólo
pudieron fortalecer precarias relaciones comerciales entre sí. En cambio, bajo las condiciones
creadas por la liberación de los mercados y la división internacional del trabajo, estos países
prefirieron o debieron orientar sus relaciones comerciales con Europa, primero y con los Estados
Unidos, después.
Los esfuerzos modernos de integración económica entre los países latinoamericanos
únicamente ocurren en la segunda mitad del siglo XX: ALALC (1960), sustituida por ALADI
(1980); Pacto Andino (1969), CARIFTA (1968), transformada en CARICOM (1973), todo esto
aupado por la CEPAL, que pensaba y fomentaba el integracionismo. La segunda ola
integracionista con MERCOSUR (1994.95), Comunidad Andina (1996), G.3 (1995, con
Colombia, México y Venezuela); los diversos convenios de integración centroamericana (SICA,
SIECA, AEC); varias entidades regionales (SELA, OLADE, etc.) y una amplia red de acuerdos
pluri y binacionales. Pero, debido a que los principales socios comerciales se hallan fuera de la
región latinoamericana, las políticas, según contundentes estudios del SELA, se diseñan
“tomando en cuenta factores ajenos a las necesidades del proceso de integración”, de tal manera
que éste “no ha sido un asunto prioritario para la formulación de las políticas económicas de los
países de América Latina y el Caribe”.
Ante el panorama existente, la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños no están en
capacidad de arribar a acuerdos económicos que impliquen asumir instituciones y políticas
coordinadas de verdadero carácter supranacional como las que sí se presentan en la Comunidad
Europea y que se advierten, por ejemplo, en la adopción del Euro o la creación de un único
Banco Central europeo. La historia futura de la América Latina desafía condiciones parecidas a
las del inicio del siglo XX, cuando los países de la región se abrían a un proceso de
modernización condicionado por las potencias capitalistas.
MUNDIALIZACIÓN Y CONTINENTALIZACIÓN ECONÓMICAS
La conferencia de Bretton Woods (1944) fue el punto de partida del intento de
mundialización económica hegemonizado por los Estados Unidos. En virtud de los acuerdos
nacieron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento (BIRF, generalmente conocido como Banco Mundial), que concretaron las perspectivas
de coordinación en dos áreas: la monetario-financiera y la relativa al desarrollo. Más difícil fue
lograr un acuerdo en el campo comercial, aunque en 1948 entró en vigor el GATT (General
Agreement on Tariffs and Trade), que funcionó de facto entre las partes contratantes durante
cerca de medio siglo, aunque con carácter provisional y ocupándose exclusivamente del comercio
de bienes.
El irregular funcionamiento del GATT desembocó en la Ronda Uruguay, realizada entre
1986 y 1994, que dio nacimiento, a partir del 1º de enero de 1995, a la OMC y con la cual surge,
además, un mercado mundial regulado en forma jurídicamente obligatoria para todos los
miembros, no sólo en lo relativo al comercio de bienes, sino también en cuanto a servicios y a la
propiedad intelectual. Hasta 1997 se habían incorporado a la OMC 132 países y prácticamente
todos los latinoamericanos incluida Cuba.
El surgimiento de la OMC ha alterado la historia del comercio internacional. Sin duda no
se pueden ocultar las ventajas e intereses dominantes que mantendrán las potencias capitalistas en
un mercado mundializado. Pero el desafío para América Latina y el Caribe se expresa en diversas
áreas. Así, en el campo económico, la región se verá forzada a incorporar los retos de un mercado
abierto tanto para sus exportaciones como para sus importaciones y a mejorar la eficiencia y
desarrollo de los factores de la producción. Además, tendrá que articular la red de acuerdos pluri
y binacionales, así como los regionales, con el avance del mercado multilateral. Políticamente los
gobiernos deberán aprender a integrar en cada Estado una serie de regulaciones con carácter
supranacional. Y en términos sociales cada país miembro se enfrentará a mayores demandas por
lograr un régimen de bienestar generalizado, que hasta hoy sólo aprovecha a sectores reducidos y
vinculados con privilegio al sector externo de la economía.
Por otra parte, la vinculación económica de América Latina con los Estados Unidos y la
histórica expansión de sus intereses sobre la región, han actuado a favor de las iniciativas
norteamericanas para lograr un espacio económico continental. El “americanismo” sin duda se
remonta a la época del presidente James Monroe. Pero los esfuerzos de continentalización
económica parten de la Primera Conferencia Panamericana (1889-90) realizada en Washington,
que ya se propuso crear la unión aduanera americana, implantar una moneda de plata única,
unificar aranceles, regular el tráfico comercial y la solución de conflictos.
Un nuevo intento de coordinación económica fue la Primera Reunión de Ministros de
Hacienda de las Repúblicas Americanas (Guatemala, noviembre de 1939), que concluyó sólo en
proyectos y recomendaciones, aunque sumamente ambiciosos, en diversas áreas: monetarias,
cambiaria, bancaria, aduanera, tributaria y sobre libre comercio. Dominaba el espíritu del
¨panamericanismo¨, continuado por el ¨interamericanismo¨, hasta la formación de la
Organización de Estados Americanos (OEA, 1948).
En la década de los sesenta y como reacción a la Revolución Cubana, Latinoamérica se
involucró en el programa norteamericano “Alianza para el Progreso”. Pero es en la época de la
globalización cuando se reanima el proyecto de continentalización económica impulsado por
los Estados Unidos y que se concreta en dos procesos claves: por una parte, el Tratado de Libre
Comercio entre Canadá, México y los Estados Unidos y por otra el que condujo a la I Cumbre de
las Américas realizada en Miami, en diciembre de 1994 y luego a la II Cumbre de Chile (14-19
abril, 1998) que dejó constituida el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y que
reunió a 34 países del hemisferio, con la exclusión de Cuba.
El futuro del ALCA es materia de debate. El mismo año de su creación se realizó en Chile
la poco publicitada Cumbre de los Pueblos de América. Allí se formularon fuertes críticas a la
naciente entidad y un diputado del PRD de México afirmó que éste no era sino un tratado de
“libre comerse”. El reciente Foro Social Mundial de Porto Alegre ha vuelto a la carga: la crítica
al proyectado ALCA fue uno de los temas principales de esa cita alternativa. Sin embargo, los
gobiernos continúan con los preparativos para su puesta en marcha.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
2. “GLOBALIZACIÓN” O “MUNDIALIZACIÓN” DE LA ECONOMÍA.
Roberto Posso O.
(*) Subdecano
de la Facultad de Economía - PUCE
Antecedentes
La globalización no es un proceso que se ha dado recientemente1 pero si ha tomado
actualidad en la década de los noventa y se caracteriza porque pone énfasis en tres áreas básicas:
en el de la información y las comunicaciones; en la ampliación y profundización de las corrientes
de comercio y en el campo de las finanzas. Los defensores de la globalización sostienen que la
liberación tanto de los mercados nacionales como internacionales producirán un efecto positivo
sobre el desarrollo económico de las naciones y por ende en el bienestar de sus habitantes.
Pero, desgraciadamente, la mundialización o globalización no solamente ha quedado en el
ámbito económico sino que ahora también esta influenciando en la cultura de los pueblos.
Un sencillo ejemplo de globalización lo encontramos en los graffiti que aparecen en las
paredes de las casas de las ciudades de América Latina. Quién de nosotros sabe dónde nació
aquel que dice “Se vende hermoso país con vista al mar”, pero el mismo se lo lee en distintas
ciudades ubicadas desde el río Grande hasta el cabo de Hornos. Igual cosa sucede con la música,
que rápidamente se difunde fuera del país de origen. La moda, también se disemina a velocidades
asombrosas.
Los conceptos y los valores de los países industrializados se están mezclando con las
identidades nacionales y se están superponiendo a ellas2. A este proceso de "aculturización" ha
contribuido en forma importante la televisión -a través de la difusión de programas que
representan la realidad de sus países de origen- que al ser observada por los nacionales, tratan de
imitar las actitudes trasmitidas (consumo de drogas, corrupción, etc.).
Lo que es más, en el mundo post-Manhattan ( después del 11 de Septiembre del 2001),
vivimos en un mundo unipolar, dominado por los Estados Unidos, que según el escritor e
historiador mexicano Carlos Fuentes es “ un país que goza de legítimos apoyos por su orden
democrático, su potencia económica, su creatividad científica y cultural. Pero, también un país
que carga con la causa de una memoria histórica que, por algo, ellos desean olvidar, pero otros
no. El mundo, como el personaje de Borges, desempeña el papel de Funes el Memorioso. Ningún
acto de arbitrariedad y fuerza de EE.UU. de América es olvidado por nuestro Funes colectivo.
Guatemala, Chile, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Grenada, la operación Cóndor,
Operación Irán-Contras, solo para limitarnos a América Latina y al pasado medio siglo. Nosotros
Funes latosos. Tábanos del recuerdo. Ellos, los EE.UU. de amnesia”3.
Pero penetrando un poco mas en la historia recordemos que durante los tiempos de
duración de la segunda guerra mundial y en la inmediata posguerra, los gobiernos de los países
desarrollados fijaron una serie de normas de política para regular los aspectos más importantes de
las relaciones económicas internacionales. Entre esas políticas podemos citar el Plan Marshall,
como el ejemplo más evidente de la imposición de condiciones dentro de las relaciones
económicas internacionales. Durante casi veinte años después de la terminación de la segunda
guerra mundial los objetivos para los cuales fue ideado el sistema de Bretton Woods se
cumplieron para la mayoría de los países que se habían adherido al referido convenio,
brindándoles estabilidad financiara y un adecuado crecimiento económico. El relativo éxito se
alcanzó gracias a cuatro circunstancias que se dieron:


1
la concentración del poder mundial en un reducido grupo de países;
la coincidencia de intereses económicos y políticos compartidos por los
mismos países;
gobiernos de esos
Se vincula al auge del libre comercio del siglo XIX.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Informe sobre el Desarrollo Humano
1997, Ediciones Mundi prensa, Madrid, España, 1997
3
Diario el Comercio, Quito-Ecuador, domingo 25 de Noviembre 2001, pág. A8
2


el liderazgo ejercido por los Estados Unidos para manejar y mantener aquellos intereses, y
la ausencia de oposición por parte tanto de los países de economía centralmente planificada
como de los países en vías de desarrollo.
Además de las circunstancias anotadas anteriormente, favoreció la globalización, el hecho de
que los gobiernos de los países que habían concentrado el poder mundial (los del G 7)
participaban, aunque con pequeñas diferencias, de los conceptos de capitalismo y liberalismo
que estaban en boga en aquella época. Todos creían en la propiedad privada de los factores de la
producción y confiaban en los preceptos del mercado.
Muchos participaban de la idea de que un orden económico internacional basado en esos dos
pilares (propiedad privada y liberalismo económico), traería paz y prosperidad a las naciones del
mundo. Los países que lideraban la puesta en vigencia del sistema de Bretton Woods también
estuvieron de acuerdo en que en ese orden económico internacional liberal hubiera una
participación gubernamental. Esto último, como consecuencia de las ideas expuestas por el
economista inglés John Maynard Keynes, quien demostró la necesidad de la intervención
gubernamental para mantener niveles adecuados de empleo.
En consecuencia, la mundialización integra al sistema -a los países desarrollados, de forma
voluntaria, y a los países en vías de desarrollo de forma involuntaria- que está dominado por las
empresas transnacionales, por lo que los países en proceso de desarrollo “se ven obligados a
aceptar un liberalismo total de su economía, enmascarando bajo una globalización única,
inevitable e igualitaria”4
Para que los principios liberales que se estaban propugnando tengan éxito, era necesario el
establecimiento de un sistema monetario estable y la reducción de las barreras al intercambio
comercial y al flujo de capitales. Cumplidas esas condiciones los países tendrían un entorno
favorable para asegurar la estabilidad económica y política, requisitos necesarios para el
crecimiento económico.
Al terminar la segunda guerra mundial aparece la “guerra fría”, entre los dos bloques
económicos antagónicos: los países capitalistas de occidente y los países de economía
centralmente planificada ubicados geográficamente en la Europa del Este. Esta circunstancia hace
que los Estados Unidos acentúe su liderazgo mundial en el campo económico y político, el
mismo que fue aceptado por europeos y japoneses que estaban económicamente agotados por el
conflicto bélico.
La bonanza del sistema de Bretton Woods, como ya se mencionó anteriormente, duró hasta
comienzos de la década de los setenta del siglo pasado. Para esa fecha el liderazgo de los Estados
Unidos se había debilitado al haberse también debilitado su moneda, que era el eje del sistema
financiero internacional y el consenso a favor de un sistema liberal se había disgregado, dando
como resultado una crisis en el orden económico internacional.
Con estos antecedentes, podemos afirmar que en el mundo de la globalización ya no se puede
hablar de la confrontación “Norte – Sur”, como se hacía en la década de los años setenta o de las
disputas “este – oeste”, enfrentamientos que terminaron a fines del decenio de los años ochenta
de la década pasada. Ahora se habla de ganadores y perdedores.
Para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los países pobres –entre
los cuales se encuentra Ecuador- suelen perder porque las reglas de juego están cargadas en su
contra, en particular las relacionadas con el comercio internacional. Luego añade: “Los países en
desarrollo, con tres cuartas partes de la población mundial obtendrán entre la cuarta y la tercera
parte de las ganancias de ingreso generadas; difícilmente se puede considerar que sea una
4
http://usuarios. iponet.es/ddt/globalizacion.htm
distribución equitativa, y la mayor parte de eso irá a unos pocos exportadores poderos de Asia y
América Latina”5
Pero los perdedores no han sido sólo los países en proceso de desarrollo, también lo han sido
los industrializados. Con la mayor penetración de la inversión extranjera y la ampliación del
comercio mundial, los países en vías de desarrollo han visto profundizar las diferencias que desde
antes existían entre ellos. Pero en los industrializados el desempleo ha aumentado, conforme
cifras que publica el Fondo Monetario Internacional.
Efectos de la globalización para la economía ecuatoriana
A pesar de que en un mundo globalizado es difícil hacer precisiones para países,
especialmente cuando estos son muy pequeños, haremos algunas reflexiones con relación a los
efectos de este proceso para el caso ecuatoriano.
La globalización puede ser analizada desde diversos aspectos, pero en este documento nos
centraremos a la particular situación de los principales efectos sobre la economía del Ecuador.
La globalización ha tenido consecuencias profundas para el país. La exigencia de
liberalizar la economía ha requerido que la participación estatal en el ámbito económico se
reduzca drásticamente, provocando un incremento de la desocupación y una disminución de la
inversión social. Así, la liberalización del sistema económico ha creado mas desigualdad en la
sociedad y ha elevado los niveles de pobreza a cifras realmente escalofriantes (según CEPAL, en
el área rural podría llegar al 88 por ciento).
Por otro lado, la globalización parece haber acentuado la desventaja de los trabajadores
del sector informal de la economía, dejando en situación más desventajosa a los más pobres de la
sociedad.
El proceso de la globalización ha cambiado las pautas de consumo de los ecuatorianos,
especialmente en los rubros de automóviles y electrodomésticos, que han pasado a ser parte
importante en la vida cotidiana de determinada clase socio-económica.
Si bien la participación del Ecuador en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y
en algunos procesos de integración, por un lado, ha eliminado las fronteras nacionales pero, por
otro, también ha debilitado las políticas nacionales creando la necesidad de que el sistema de
políticas mundiales se preocupe de que los mercados beneficien a los individuos, en lugar de que
sea al revés, como hasta ahora había sucedido.
En un mundo cada vez más pequeño pero a la vez menos justo y más complicado, la
priorización de las acciones debe centrarse en el ser humano, que es el objeto y razón de ser de
todo proceso que se genera en las propias sociedades.
La globalización es el resultado del desarrollo. A escala global no solamente compiten las
empresas y los estándares ambientales sino también los regímenes sociales y los sistemas de
educación.
Por esto, a continuación se hará una breve referencia de las características más importantes de
la población del Ecuador:
 La población total está cercana a los 12 millones de habitantes. De ese total 50.5 por ciento
son mujeres y el 49.5% hombres
 La población económicamente activa (PEA) representa el 35 por ciento de la población total,
es decir que en cifras absolutas llega a 4.2 millones de personas. De aquellas el 41 %
pertenecen al sexo femenino y el 59% al sexo masculino
 La población en edad de trabajar (incluye estudiantes, jubilados, personas que trabajan en
quehaceres domésticos) llega a los 6.6 millones.
 El PIB per cápita promedio simple alcanzó a US$ 1,405 en la última década (1992-2001)
5
PNUD, Op. Cit. pág. 95
20
01
19
99
19
97
19
95
19
93
2000
1500
1000
500
0
19
91
Dólares
PIB per cápita
Años
PIB per cápita
Fuente: Banco Central del Ecuador
Como se aprecia en el gráfico los niveles del ingreso per cápita de los años 1999 al 2001, son
inferiores a los registrados en el quinquenio 1994-98.
 La tasa de analfabetismo es de alrededor del 15 por ciento6.
 El analfabetismo funcional llega al 25.1 por ciento. Se considera analfabeto funcional a
aquella persona de 15 años o más, que tiene tres años o menos de escolaridad primaria. Las
mujeres registran un 27.4 % y los varones un 22.67 de analfabetismo funcional.
 Alrededor del 70 por ciento de la fuerza laboral tiene un nivel de instrucción que va de
ninguno a secundaria. De ese porcentaje el 38 por ciento tiene solamente instrucción
primaria.8
Lo que llama la atención en la estructura de la población ecuatoriana es el hecho de que, en el
área urbana se ha registrado que hay niños menores de 5 años que están vinculados al mercado
del trabajo y algo más de 383 mil niños menores de 10 años9 son parte de la oferta laboral.
Como consecuencia del fenómeno de la globalización en los últimos años el mundo ha sido
testigo de como los movimientos de capital han crecido, llegando a decirse que lo han hecho en
forma exponencial. Por el contrario, las corrientes de comercio no han tenido el mismo
comportamiento que aquellas aunque éstas últimas también han crecido gracias a la casi
generalizada política de desmantelamiento de las barreras arancelarias y paraancelarias.
En lo relacionado con la liberalización del sector externo de la economía, en el año de 1989
comenzó la eliminación de barreras al comercio, las mismas que se han ido reducido en forma
significativa, especialmente las que se refieren a contingentes. Con la dolarización, se han
facilitado las importaciones de bienes y servicios ya que se han eliminado, adicionalmente, los
controles cambiarios. A comienzos del año 1999 se hizo un paréntesis en la liberación del
comercio exterior al volverse a aplicar una sobretasa a las importaciones - con un rango que
fluctuaba entre el 2 y el 10 por ciento- con la finalidad de financiar en parte el déficit fiscal a la
vez que frenar el ritmo de las importaciones y de esa manera las presiones sobre el topo de
cambio.
En el caso ecuatoriano, la liberalización del sector externo de la economía ha incrementado
las importaciones las cuales registran una tendencia al alza.
6
P.U.C.E., Encuesta del mercado laboral ecuatoriano, noviembre 2001
Información tomada del Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador
8
P.U.C.E., Encuesta del mercado laboral ecuatoriano
9
P.U.C.E., Encuesta del mercado laboral ecuatoriano
7
Por el lado de las exportaciones, éstas tienden a la baja, por lo que saldo de la balanza comercial
registra una propensión negativa, conforme se aprecia en el siguiente gráfico:
Balanza comercial del Ecuador
1500
1000
500
2201
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
-500
1992
0
1991
Millones de US$
2000
-1000
-1500
Balanza comercial
Fuente: Banco Central del Ecuador
Esta circunstancia puede tener nefastas consecuencias, si se piensa que la dolarización
requiere, entre otras formalidades, que el comercio internacional sea una fuente importante de
provisión de dólares.
En el campo de las finanzas también se dio el proceso de liberalización y desregulación de
la banca, con resultados nefastos para los ahorristas y el sector productivo. Entre comienzos de
1994 y finales del 1998 se dio una importante entrada de capitales extranjeros, incentivados por
la relativa estabilidad de la tasa de cambio y las elevadas tasas de interés. A partir de esa fecha se
suspendieron las líneas de crédito internacionales (como consecuencia de la crisis internacional)
y eso incidió para el bajo desempeño de la actividad productiva.
En los últimos cuatro años tampoco ha funcionado el mercado del crédito interno por la
falta de una acertada gestión del sistema financiero. Los banqueros no manejan adecuadamente
los plazos entre captaciones y los plazos para la concesión de créditos, lo que causa problemas de
liquidez al sistema financiero. Adicionalmente, los riesgos cambiarios y de tasa de interés han
incidido para que la cartera vencida de los bancos se constituya en un problema bastante agudo
que ha llevado al cierre de algunas instituciones financieras y que sin duda también ha tenido
repercusiones negativas en los niveles productivos y de empleo. Los banqueros no consideran
que el riesgo no solamente debe manejarse desde la perspectiva de la capacidad de pago, sino
también desde la disposición a hacerlo.
Por otra parte, el mercado de capitales no funciona adecuadamente en el país, entre otras
razones, por al ausencia de firmas calificadores de riesgos pero básicamente por la estructura que
caracteriza a la industria ecuatoriana, la cual es familiar y cerrada.
Entonces tenemos un problema estructural de intermediación financiera entre quienes
generan ahorros y quienes necesitan financiamiento para la actividad productiva, hecho que
incide en la escasa oferta exportable y en la baja productividad de la mano de obra, circunstancia
que afecta a la competitividad de las empresas ecuatorianas en un mundo globalizado.
En tratándose de aspectos tecnológicos, hay que recalcar el hecho de que dentro de las
disposiciones de la OMC, se establece la protección para las patentes y para otros derechos de la
propiedad intelectual, mandato que hace que se encarezca el costo de la transferencia de
tecnología a los países en desarrollo. El Ecuador es un importador neto de tecnología, por lo que
se encuentra en desventaja frente a otros países que, si bien no son productores de tecnologías de
punta, de alguna manera son productores de tecnología como una respuesta a las presiones que
reciben del mercado.
La revolución tecnológica no solo cambia los procesos productivos sino que también
altera la forma en la cual se relacionan los seres humanos por lo que habrá que, en un futuro
muy cercano, cambiar las normas jurídicas en que se basan nuestras relaciones. Si la
globalización es parte del proceso de desarrollo económico.
Si la globalización es parte del proceso de desarrollo de las naciones, tiene su impacto en
el mercado laboral. En efecto, entre 1994 y 1999, la tasa de desempleo urbano se duplico,
pasando de 7.8 por ciento registrado en el primer año citado a 14.4 en el segundo.
Adicionalmente, no solamente se deterioró la calidad del empleo sino que, y lo que es más
preocupante, la tasa de subempleo subió de 45.8 a 56.9 por ciento.10
Según investigaciones realizadas por Naciones Unidas se ha llegado a terminar que en
países como Ecuador, los trabajadores rurales ganan un 30% menos que los trabajadores urbanos.
Los trabajadores formales urbanos ganan un 20% mas que los informales urbanos y que las
mujeres ganan una cuarta parte de lo que ganan los hombres. Este comportamiento, en parte
refleja imperfecciones en los mercados de productos y de capitales y la calificación de la mano de
obra.
En un mercado de trabajo en el cual se registra una baja demanda laboral y una alta
inflación, el deterioro de las condiciones de vida y el aumento de la pobreza, son circunstancias
que se van a dar como condición sine quanon. Un elemento que reduce la presión laboral y que
en algunas regiones incluso origina cierta escasez de mano de obra es el aumento de las
migraciones. Se estima que alrededor de un millón y medio de ecuatorianos se encuentra fuera
del país y en una encuesta realizada por la Universidad Católica del Ecuador se estableció que
durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del año 2000, el promedio mensual de
ecuatorianos que ha emigrado supera los 100 mil.11
En relación con la variable educación, en Ecuador está universalizada la educación
primaria, pero existe un analfabetismo funcional del 25.1 por ciento, circunstancias que afectan la
productividad y por consiguiente la competitividad internacional.
Para mejorar la calidad de la oferta laboral el gobierno tiene el desafío de perfeccionar la
excelencia de la instrucción primaria y universalizar la educación secundaria. Es imperioso
aumentar la participación de la mujer en la educación con el propósito de mejorar la
productividad.
Con la intención de impulsar el proceso de globalización el Estado ha buscado tener una
menor participación en la economía, para lo cual está tratando de implementar el mecanismo de
las privatizaciones. Entre las medidas adoptadas por el gobierno nacional, podemos mencionar
que a inicios de 1999 se dividió al Instituto de Electrificación (INECEL) en seis empresas de
generación, una de transmisión y 19 de distribución, para su posterior privatización. También ha
modernizado las empresas de telecomunicaciones – antiguo EMETEL - (creó las empresas
Andinatel y Pacifictel) y puertos, con la misma finalidad.
La inestabilidad política y la difícil situación económica han impedido que se lleve a cabo
el proceso privatizador. Las experiencias de lo ocurrido en otros países de América Latina,
especialmente en Argentina, hacen que en Ecuador cada día el proceso tenga mas adversarios.
Para el PNUD, las ganancias de la globalización son superiores a las pérdidas, pero el
efecto negativo de las mismas se concentrará en los países menos desarrollados, habiéndose
calculado que aquellos países podrían perder hasta 600 millones de dólares anuales y los del
Africa al sur del Sahara, 1.200 millones de dólares al año.12
CEPAL, Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 1999 – 2000, Agosto de 2000, pág. 212
P.U.C.E., Encuesta del mercado laboral ecuatoriano, diciembre 2000
12
PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 1997, pág. 93
10
11
De llegar a concretarse la privatización de las empresas estatales que está planeando el
gobierno central, el país no solamente perdería por el efecto negativo que menciona el PNUD,
sino que también perdería los pocos activos productivos que le pertenecen al pueblo ecuatoriano.
Como manifestamos anteriormente en este documento, ahora el mundo se divide en
piases ganadores y naciones perdedoras y desgraciadamente para el Ecuador la errada política
macroeconómica (especialmente los crónicos déficit fiscales); la negligencia de invertir en la
población ( disminución en el gasto social), la carga que representa el servicio de la deuda
externa y las malas reglas de juego impuestas por los gobiernos de los países industrializados y
las multinacionales, hacen que el panorama en este escenario no sea lo alentador que
quisiéramos. Además de los términos desfavorables en cuanto al comercio y la inversión
extranjera, la política de migración adoptada por los Estados Unidos hacen cada vez más
restrictivo el acceso a la mano de obra no calificada y alienta la fuga de cerebros.
La posibilidad de llegar a puerto seguro se hace cada vez más difícil en este mar tormentoso de la
globalización.
A manera de conclusión
Si la globalización es el resultado del desarrollo y si la primera es in equitativa, el proceso
de crecimiento económico y social también lo será. En consecuencia la brecha entre países
desarrollados y en vías de desarrollo cada vez se agranda, en lugar de acortarse.
La globalización es un elemento que sumado a los efectos de la dolarización han
incidido para que la política económica nacional se haya debilitado y perdido los espacios
naturales que le corresponden. Se evidencia la creciente capacidad de negociación que tiene en el
contexto internacional y nacional tanto las empresas transnacionales como los propietarios del
capital que operan a escala mundial. (Ejemplo: caso OCP)
En el caso particular del país, el proceso de globalización ha incidido en la desintegración
social pues la política neoliberal de los “inversionistas extranjeros” lo que tratan de conseguir, a
través de la aplicación de las “leyes del marcado”, es el mantenimiento de los bajos niveles
salariales, la aplicación de los más bajos estándares de conservación ambiental y regímenes de
excepción en el tratamiento para el pago de impuestos.
Por otra parte, la división global del trabajo trae tensión social debido a que las
oportunidades de trabajo están destinadas a los trabajadores calificados mientras que los no
calificados (que como vimos son la mayoría en Ecuador), están expuestos a la paulatina
reducción de sus salarios reales o a la pérdida de sus puestos de trabajo.
La experiencia ecuatoriana en la forma de solucionar los desajustes de la economía y las
experiencias de los otros países de América Latina, nos llevan a sugerir un cambio radical en la
forma de operar que tienen tanto las instituciones financieras internacionales como aquellas
encargadas de solucionar los problemas mundiales más urgentes y que no tienen directa relación
con el campo económico.
Si el Ecuador no implementa rápidamente un conjunto de políticas para el fortalecimiento
de las cadenas de valor, para que se canalice adecuadamente el crédito a los sectores productivos
que lo necesitan, para el mejoramiento tecnológico y para la ejecución de programas de
capacitación en todos los niveles, la brecha que ahora mantiene con otros países se seguirá
ampliando y nunca podremos aprovechar la globalización como un mecanismo de desarrollo.
Las actividades de investigación y desarrollo que realizan las universidades de los países
industrializados están financiadas, en gran medida, por las empresas transnacionales por lo que el
porvenir para países como el Ecuador es bastante sombrío en materia de tecnología.
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3. LA INEQUIDAD: PRINCIPAL PROBLEMA ECUATORIANO.
Tomado de Diario LA HORA, Quito, jueves 21 de febrero de 2002
http://www.lahora.com.ec/noticiacompleta.asp?noid=63104
La pobreza y la inequidad seguirán siendo las principales causas de muerte y conflictos
sociales en Ecuador, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"La pobreza es una razón importante de que los bebés no sean vacunados, de que no haya agua
potable ni saneamiento, de la escasez de fármacos y otros tratamientos y de que las madres
mueran durante el parto", de acuerdo con Aase Smedler, representante del Programa de la ONU
para el Desarrollo.
Según la funcionaria, en la actualidad aproximadamente el 46 por ciento de la población
ecuatoriana vive en un nivel de pobreza, mientras que el 20 por ciento llega a la pobreza absoluta,
es decir que no alcanza siquiera a satisfacer sus necesidades mínimas en términos de
alimentación, empleo, salud, educación y vivienda.
"Estas son cosas básicas que deberían tener todos los ciudadanos de un país como Ecuador, que
tiene tantos recursos", apuntó.
Igualmente, dio a entender que -ahora más que nunca- es necesario incrementar la
inversión en la gente, y particularmente en la niñez, para romper la pobreza, elevar los niveles de
productividad en el país, fortalecer la democracia y mejorar la calidad de vida de los
ecuatorianos.
Cifras dramáticas
En diálogo con LA HORA, Smedler recordó cifras de la ONU que señalan que, en cuanto
a prioridad fiscal, Ecuador tiene una pésima ubicación a nivel Latinoamericano.
Mientras el promedio latinoamericano por persona en el área social se sitúa en 460
dólares, Ecuador gasta cerca de 133 dólares por persona cada año, lo cual impacta severamente
en lo referente al acceso a educación y salud.
Apenas 30 centavos de cada dólar de gasto público total se destinan a la inversión social,
en comparación con el promedio continental que casi alcanza los 50 centavos.
En cuanto a inversión en salud, la posición es dramática: el país gasta cerca de 16 dólares
por persona anualmente, cuando el promedio latinoamericano es de 110 dólares.
La concentración de pobreza, en tanto, se aprecia más en la región amazónica y en las
provincias de Bolívar, Chimborazo y Cotopaxi, donde hay una mayor población indígena.
Reivindicaciones
"Cuando hay reclamos de las organizaciones indígenas, estos tienen un fondo económicosocial -más que político- absolutamente razonable, pues constituyen una buena parte de la
población que necesita satisfacer muchas necesidades", observó.
Agregó, no obstante, que "las reivindicaciones de las organizaciones son bien sustentadas,
incluso con el respaldo de un partido político (Pachakutik), lo que es realmente único en América
Latina".
"En la mayoría de puntos que han venido discutiendo las organizaciones sociales con el
gobierno se ha llegado a acuerdos", reveló Smedler, quien también es observadora en las mesas
de diálogo entre los movimientos indígenas y el gobierno.
Recordó, así mismo, que "las organizaciones campesinas no quisieron sumarse a las
últimas protestas estudiantiles, porque consideraron que ese no es su espacio y que prefieren
negociar en una mesa sus propuestas".
"Todo lo que negociamos tiene relevancia para el país", apuntó y añadió que una de sus
tareas como funcionaria de la ONU es apoyar los avances que se hagan en materia social "y eso
es lo que estamos haciendo".
Inversiones y servicios
Aase Smedler recalcó que la tarea del organismo que representa en el Ecuador es hacer
que -de algún modo- las inversiones en servicios sociales básicos, apunten a una mejor equidad.
Todos los ecuatorianos deben tener acceso a la educación, así como a la salud tanto
preventiva como curativa, sin que falte una vivienda, pues estas son las necesidades mínimas
dentro del denominado desarrollo humano, explicó.
La delegada de la ONU lamentó que los ciudadanos pobres sigan padeciendo
enfermedades, sobre todo aquellos que viven en zonas ambientalmente degradadas o vulnerables,
de conflicto armado o violencia, o que son obligadas a abandonar sus viviendas por distintas
razones, especialmente económicas. La pobreza es un importante obstáculo al desarrollo social y
económico, dijo.
En lo relacionado específicamente con la salud, señaló que, a pesar de avances
indiscutibles en muchas zonas, la mala salud sigue siendo un obstáculo para el desarrollo.
En algunos casos, el proceso de desarrollo en sí crea un ambiente dañino para la salud,
como consecuencia de dificultades económicas, políticas y sociales.
La gravedad del endeudamiento
"Muchos problemas seguirán siendo agravados también porque el endeudamiento del
Ecuador es superior a lo que debe estar, al tiempo que por el lado del presupuesto existe,
igualmente, un endeudamiento continuo, toda vez que el ingreso para el sector público no es
suficiente para suplir todas las necesidades", observó.
Smedler expuso que, entre los problemas que afronta el Ecuador, figura el hecho de que el
presupuesto está demasiado dependiente del ingreso del petróleo, al tiempo que las recaudaciones
y los impuestos no son lo suficientemente fuertes.
"Tan sólo en el área del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se han logrado recaudaciones
importantes, a un nivel del 35 por ciento, de los ingresos necesarios para el presupuesto. Pero en
lo relativo a los impuestos a la renta es apenas del 9 por ciento, considerado el más bajo en toda
Latinoamérica", anotó.
Así, el Ecuador se endeuda más cada año para poder suplir el presupuesto, lo que lleva a
un círculo vicioso del cual es muy difícil salir, concluyó.
La Globalización
Al responder una pregunta sobre tendencias mundiales, la representante de la ONU en
Ecuador sostuvo que "hay que reconocer que la globalización impacta en todos los países a todos
los niveles y aunque no estemos de acuerdo con ella, esa política sigue".
Manifestó que todo esto tiene que ver con el desarrollo de conocimientos, de
comunicación, de interdependencia y de intercambio comercial. "Nuestro trabajo en este país es
ayudar al gobierno y a los ciudadanos a prepararse mejor para los retos del futuro".
"Lo ideal sería que, en muy poco tiempo, todos los ecuatorianos pudieran haber hecho
siquiera la secundaria completa", anotó.
Dice la ONU
• La escasa inversión en la gente, y especialmente en la niñez, tiene implicaciones negativas para
el desarrollo del país.
• La baja productividad no permite incrementar la riqueza del país ni el bienestar de su gente, ni
potenciar el uso eficiente de los recursos disponibles.
• Los medios de comunicación dedican poca atención a las cuestiones del hambre y la pobreza.
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4. Facultad de Economía / Abstract de tesis.
EL IMPACTO DE LA DOLARIZACIÓN EN EL PATRIMONIO DE LA
BANCA. Agustín León M.
Problema de la investigación
El patrimonio del sistema bancario ecuatoriano presenta una reducción en su valor, con la
conversión de sucres a dólares, proceso que ha disminuido la capacidad operativa de los bancos y
la intermediación financiera. Esto obedece a la devaluación de los años 1999 y 2000, la cual
contrajo activos, pasivos, y toda variable que, antes de la dolarización, se encontraba denominada
en sucres en los balances de situación.
Evaluación del Marco Teórico
Este marco tiene cinco aspectos principales. Primero, explica el concepto de dolarización
desde sus inicios como proceso informal por el lado de la demanda, hasta que se formaliza por el
lado de la oferta a través de una decisión económica y política.
Además, se hace una reseña de un sistema alternativo, como es la convertibilidad. En
segundo lugar, se desarrolla la teoría sobre las causas de las crisis financieras. Hausmann y Gavin
señalan la importancia de los ciclos macroeconómicos (auges crediticios) y su reversión, sobre la
solvencia de los sistemas bancarios. Por otro lado, De Juan analiza los aspectos microeconómicos
que explican estas crisis, señalando la importancia de la administración, la regulación y la
supervisión. Adicionalmente, se menciona el pensamiento y las corrientes de opinión que
diferentes autores manifiestan sobre la influencia de un determinado esquema cambiario sobre la
banca.
En tercer lugar, se realiza una descripción conceptual del capital bancario en sus cuatro
funciones (protección contra el riesgo de insolvencia, fondeo para operaciones y administración,
representación de la propiedad privada, y apoyo del riesgo crediticio), como en las condiciones
para su adecuación, que varían de acuerdo al contexto en el cual se encuentre el sistema bancario,
demandando una mayor suficiencia patrimonial en economías volátiles como las
latinoamericanas. En cuarto lugar, se revisa los criterios internacionales plasmados en el Comité
de Basilea, que se basan en la calificación de riesgos y ponderación de activos de riesgo, y la
importancia de entenderlos radica en que la legislación ecuatoriana ya contempla estos
lineamientos desde el año 1994 con la LGISF. Complementariamente se revisa la metodología
Camel y su análisis de la solvencia patrimonial, que actualmente es muy utilizada en el Ecuador
por la autoridades de supervisión y por analistas privados. Finalmente, se introduce el marco
legal que rige al sistema bancario en el Ecuador, plasmado en la LGISF. Esta Ley ha delimitado
los negocios financieros en el último lustro, y ha sido criticada bajo la sospecha de que ha
despojado al Estado de los mecanismos necesarios para una adecuada supervisión de la banca.
Además, se revisa la reforma a la relación de patrimonio técnico para activos y
contingentes ponderados por riesgo, que básicamente endurece los parámetros de cálculo.
Síntesis del Marco Empírico
La primera parte de este marco demuestra la contracción del patrimonio y la solvencia del
sistema bancario. El patrimonio total de la banca operativa en sucres se incrementó desde
diciembre de 1996 a junio de 2001 en S./ 14,940,935 millones, sin embargo, transformado al tipo
de cambio en cada fecha, permite observar una caída de US$ –360,858 miles. El patrimonio a
diciembre de 1996 fue de US$ 1,121,500 miles y a junio de 2001 de US$ 760,662 miles. Es
importante recalcar que, este proceso se presenta en un contexto de cambios radicales en el
manejo cambiario, puesto que hasta inicios de 1999 el Ecuador mantuvo un tipo de cambio
controlado, para luego dar paso una libre flotación, que permitió una devaluación de 270% en
doce meses, previa a la dolarización oficial. Las crisis financieras presentan causales de índole
macro y microeconómico, y en el país, el deterioro de los activos y la generación de provisiones,
producto del mayor nivel de morosidad, explican también la insolvencia de los bancos.
Las provisiones o reservas para créditos incobrables pasan de US$ 218,562 miles en
diciembre de 1996, a US$ 812,629 miles en el mismo mes de 2000. Para el 2001 se registra un
ligera mejoría, con provisiones de US$ 776,464 a junio de 2001, por el relativo restablecimiento
de los activos. Por otro lado, la suficiencia patrimonial medida a través de dos indicadores
confirma la insolvencia a través de estos años. El índice de apalancamiento, pasivos / activos,
aumenta progresivamente desde 85.80% en 1996 hasta alcanzar 112.99% en el 2001. El índice de
activos improductivos / patrimonio también empeora, empezando con niveles de 214.62% en el
primer año de estudio, hasta llegar a un indicador negativo de –234.65% al final del período.
Complementariamente, se recurrió a las auditorías internacionales de 1999, las cuales
confirmaron la insolvencia de las instituciones que fueron llevadas a saneamiento, por presentar
índices de suficiencia de patrimonio técnico negativos.
La segunda parte muestra el impacto de la dolarización oficial sobre el patrimonio. Todos
los bancos fueron obligados a presentar sus balances en dólares, de acuerdo a los criterios
emitidos por la NEC No. 17. Ésta norma, previa a la división de los valores en sucres para 25.000
para el cálculo a dólares, obligó a ajustar los estados financieros por la disparidad generada entre
la inflación y devaluación desde 1991, por medio de los índices de corrección de brecha.
Además, se ajustaron las partidas no monetarias de los balances generales para reconocer los
efectos de la inflación desde enero hasta abril del año 2000. Estos lineamientos provocaron un
gran incremento en el patrimonio de los bancos privados, de 134.74% entre marzo del 2000,
último mes en sucres, y abril primero en dólares. Es decir, los ajustes permitieron el
convalecimiento de la solvencia, por la revalorización de los activos no monetarios que
recuperaron los valores que había perdido por la devaluación. Esto se compensó con grandes
aumentos en las cuentas reexpresión monetaria, aportes para futuras capitalizaciones y
revalorización del patrimonio. En los bancos del estado abiertos, el incremento patrimonial es
reducido y equivale a 24.94%. Sus activos aumentan sólo 7.61% con la conversión, y estos
ajustes se contabilizaron en las reservas por revalorización del patrimonio y en los resultados no
operativos. En los bancos cerrados, la conversión no permite la recuperación del patrimonio, que
más bien decrecen en –2.78%, bajo el peso de las provisiones para la morosidad de cartera.
La tercera parte explica el impacto de la dolarización sobre los activos y pasivos. En los
activos, los fondos disponibles son los de mayor incremento desde el inicio de la dolarización,
con 60.66% hasta diciembre de 2000. Esta cuenta es constituida por recursos líquidos, y no
contribuye a la intermediación. Por otro lado, las inversiones decrecen en un 11%, que
constituyen reservas secundarias de liquidez y no tienen rendimientos atractivos, más aún luego
de la dolarización, entendiéndose su reducción.
El negocio que cumple la función económica más importante, la cartera de créditos,
aumenta únicamente en 10.29% en el período, menos que la inflación registrada el año 2000. Los
activos fijos aumentaron en 55.88%, debido a que al ser activos no monetarios fueron ajustados
por la NEC No. 17 en abril del 2000, para recuperar los niveles reales perdidos por la inflación y
devaluación pasada hasta esa fecha. En el grupo de otros activos, se tiene como el más importante
las aceptaciones o refinanciamiento de cartas de crédito, que caen en 26.53%. En los pasivos, los
depósitos a la vista constituyen el grupo de mayor recuperación de todo el balance, al aumentar
81.23% en el 2000. Los depósitos a plazo también presentan una mejoría del 24.33%, aunque
menor, desalentados por la caída de los intereses. Las obligaciones inmediatas, como operaciones
de reporto, cheques certificados y de gerencia, crecen levemente en 12.74%. Por otro lado, los
créditos a favor de otros bancos fueron el grupo de mayor caída en -36.08%.
Resultados de la investigación
La devaluación de los años 1999 y 2000, erosionó la solvencia patrimonial de la banca
privada, interrumpiendo el proceso de intermediación financiera (transmisión del ahorro hacia a
la inversión). Los bancos necesitan de niveles de capital mínimos, técnica y legalmente, para
financiar sus operaciones y canalizar los recursos de los sectores superavitarios de la economía
hacia los deficitarios. Sin embargo, es importante reconocer la existencia de sistemas alternativos
al financiero de financiamiento en la economía, como por ejemplo, los mercados de valores, el
cooperativismo, y otros para el financiamiento de la pequeña y mediana empresa. El patrimonio
de los bancos, cayó en dólares por la devaluación y el deterioro en la capacidad de pago de los
deudores.
Las familias y las empresas ecuatorianas que hasta el 2000, percibieron ingresos en sucres
y mantuvieron préstamos en dólares, no pudieron cumplir sus obligaciones, generándose una
explosión de provisiones para créditos incobrables en los bancos que pasaron a propiedad del
estado, afectando de esta forma su solvencia y capacidad operativa.
La dolarización oficial permitió una ligera recuperación del capital de los banca privada,
fundamentalmente de aquellos que se encontraron a abril del 2000 cargados de activos fijos y
otros activos no monetarios. Los banca del estado no se benefició del proceso, arrastrando la
insolvencia producida en los años previos y limitando la recuperación económica. Entonces, la
dolarización formal de los balances condujo a un crecimiento del capital en los bancos privados
cargados de activos no monetarios, en detrimento de los más líquidos. Los bancos en
reestructuración y en saneamiento, no participaron de los efectos positivos de la norma
impidiendo su recuperación.
Los sistemas bancarios contribuyen al crecimiento económico a través de las operaciones que
financian la inversión, básicamente el crédito y las cartas de crédito para el comercio exterior.
Estos negocios por el lado de los activos no se han restablecido a partir de la dolarización, lo cual
evidencia una contracción en términos reales, que limitó la inversión productiva y permite
concluir que no existe una verdadera reactivación económica. Los pasivos más importantes sí se
recuperaron alentados por la derogatoria del ICC, una mayor confianza en el sistema, y la misma
eliminación del riesgo cambiario.
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5. O IMPÉRIO BRASILEIRO E AS REPÚBLICAS DO PACÍFICO 1822/1889.
Luis Cláudio Villafañe G. Santos.
El profesor Luis Cláudio Villafañe G. Santos, nos envía la siguiente información, que
transcribimos para conocimiento de nuestros amigos del T.H.E.
“Washington, D.C., 19 de Marzo de 2002
Estimado Professor Paz-y-Miño,
Tomo la libertad de enviarle copia de mí articulo "O Império e as Repúblicas do
Pacífico 1822/1889" publicado en la revista "Cena Internacional"
(http://www.relnet.com.br/pgn/cena.lasso) .
En ese artículo trato de analizar las relaciones entre el Imperio de Brasil con Chile, Bolivia,
Perú, Ecuador y Colombia, un tema muy poco explorado en la historiografia brasileña. En
Octubre, mi libro acerca del tema, "O Império e as Repúblicas do Pacífico: as Relações com
Chile, Bolívia, Equador e Colômbia - 1822/1889", será publicado por la editora de la
Universidad Federal del Paraná (UFPR-Brasil).
Este libro es producto de una cuidadosa investigación en el archivo histórico del
Ministerio de las Relaciones Exteriores de Brasil (Itamaraty) en la cual yo consulté la
correspondencia diplomática entre Río de Janeiro y las representaciones diplomáticas en los
países del Pacífico. No hay, que yo lo sepa, ningún otro estudio tan abarcante sobre el tema.
Atentamente,
Luís Cláudio Villafañe G. Santos”
Abstract:
Historia de las relaciones de Brasil con Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia durante
el período imperial brasileño. Su argumento principalmente se basa en las estrategias políticomilitares entre estos países, que culminó con la Guerra del Pacífico, cuando Chile ocupó
territorios de Perú y Bolivia, imposibilitando a esta última la posesión de una salida hacia el
Pacífico.
Antes de esto, las relaciones de Brasil con las repúblicas del Pacífico, tuvo gran importancia
como el sistema de alianzas con los países del Río de la Plata principalmente durante la Guerra
del Paraguay.