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CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS TOMÁS DE AQUINO
El Lenguaje Universal de
Leibniz
Álvarez Rocha Diana Laura
08/08/2014
Índice
Índice ............................................................................................................................................. 1
Introducción .................................................................................................................................. 2
Capítulo I. Breve biografía de Leibniz ......................................................................................... 3
1.1
Período de los estudios ................................................................................................... 3
1.2
Período de los viajes ........................................................................................................ 3
1.3
Período de los resultados ................................................................................................ 4
1.4
Algunos planteamientos fundamentales acerca del lenguaje ........................................ 4
Capítulo II. El Lenguaje Universal ............................................................................................... 5
1.1
Probables antecedentes del proyecto leibniziano .......................................................... 5
San Agustín y la lengua adánica ............................................................................................ 5
La cábala hebrea ................................................................................................................... 5
El Arte Combinatorio de Lulio ............................................................................................... 6
El Método de Descartes ........................................................................................................ 6
1.2
Características del Lenguaje Universal ............................................................................ 6
1.3
Consecuencias del proyecto ............................................................................................ 7
1.4
Problemas del proyecto .................................................................................................. 8
Conclusiones................................................................................................................................ 10
Bibliografía .................................................................................................................................. 11
1
Introducción
En esta monografía se pretende explicar el proyecto de lenguaje universal desarrollado por
Gottfried Wilhelm Leibniz, reconocido pensador alemán.
Es importante reconsiderar la elaboración de un lenguaje universal porque actualmente se tiene
la creencia de que gran parte de los problemas científicos, filosóficos e incluso sociales tienen raíz en
la inconmensurabilidad o incomunicabilidad de las culturas. Es verdad que cada sociedad tiene implícito
un código semiótico que dota de un carácter peculiar a los significados de los conceptos y los objetos,
y que dicho código es prácticamente inalcanzable para un sujeto que no forme parte de dicha cultura,
pero si este problema puede ser franqueado por medio de un lenguaje universal, significa que conflictos
como la tensión entre E.U.A y Rusia, o la guerra árabe-israelí pueden ser solucionados rápida y
pacíficamente.
El estudio del proyecto leibniziano se abordará de la siguiente manera: en el primer capítulo se
brindará una breve biografía del autor, enseguida se explicarán los probables antecedentes del
lenguaje universal de Leibniz, se mencionarán sus características principales y se reflexionará sobre
las consecuencias y problemáticas del proyecto. Finalmente se concluirá haciendo un resumen de las
ideas más importantes presentadas en esta monografía.
El tipo de investigación realizada según los medios es bibliográfica, ya que se retomaron
únicamente documentos escritos; y según el nivel de conocimiento es exploratoria.
2
Capítulo I. Breve biografía de Leibniz1
Gottfried Wilhelm Leibniz fue un gran pensador de los siglos XVII y XVIII y es considerado como
el último genio universal. “He made deep and important contributions to the fields of metaphysics,
epistemology, logic, philosophy of religion, as well as mathematics, physics, geology, jurisprudence,
and history [Traducción: Hizo contribuciones profundas e importantes en los campos de metafísica,
epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como en matemáticas, física, geología, jurisprudencia,
e historia]”2.
En general, su vida puede dividirse en tres grandes períodos: el primero se extiende hasta 1672
y es la etapa de los estudios y los primeros trabajos; el segundo abarca aproximadamente de 1672 a
1676 y es la fase de los viajes, época en la que se convirtió en bibliotecario de Hanover y se convirtió
en amigo y consejero de la nobleza; y el tercero fue el período de los resultados.
1.1
Período de los estudios
Nació el primero de julio de 1646 en Leipzig, en el seno de una familia luterana que pertenecía
a la élite educada de Alemania. Perdió a su padre muy joven, así que su madre, su tío y él mismo
estuvieron a cargo de su educación. Sus intereses se centraron sobre todo en Historia Antigua y
Medieval, y lo influenciaron durante toda su vida.
En 1661 comenzó sus estudios superiores en la Universidad de Leipzig, donde Jacob
Thomasius inculcó en Leibniz un profundo respeto hacia la Filosofía Antigua y Medieval. Fue esto lo
que instó al joven Leibniz a intentar reconciliar la Filosofía Moderna, protagonizada por Descartes,
Galileo, Hobbes y Spinoza, entre otros; con la de Aristóteles, Platón, los Escolásticos y el humanismo
del Renacimiento.
Después de graduarse de la Universidad de Leipzig, Leibniz continuó sus estudios en la
Universidad de Altdorf. En 1666 publicó un tratado novedoso y brillante: Disertación sobre el arte
combinatoria. En él, plantea la posibilidad de crear un lenguaje universal (o característica universal,
como él lo denomina) basado en la lógica y en las matemáticas. Este tema consumió gran parte de sus
elucidaciones en años posteriores.
1.2
Período de los viajes
En 1667 Leibniz conoció al barón Johann Christian von Boineburg, un protestante convertido al
Catolicismo que le ayudó a conseguir un trabajo para el Electorado de Maguncia. Dicho empleo
cambiaría su vida cuando en 1672 requirió que viajara a París, centro intelectual de la época, donde
Leibniz se encontraría con figuras tan importantes como Antoine Arnauld, Nicholas Malebranche y
Christiaan Huygens. Este último tomó a Leibniz bajo su tutela y lo formó en las áreas de Filosofía,
Matemáticas y Física.
También viajó a Londres en 1673 para presentar sus invenciones a la Royal Society con el
interés de conseguir un préstamo para desarrollarlo, pero éste le fue negado por diversas razones3.
Después de que su empleador muriera, Leibniz se encontró con problemas para mantenerse
económicamente en París. No obstante, encontró trabajo como bibliotecario en la casa de Hanover.
Cuando se dirigía hacia dicho lugar, se detuvo unos días en Ámsterdam para conocer a Spinoza. En
virtud de su nuevo empleo viajó a muchos lugares, incluidos Italia y Viena.
1
Cfr. Look, Brandon C., "Gottfried Wilhelm Leibniz", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring
2014 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/leibniz/>.
2 Ibid.
3 Cfr. Esquisabel, Oscar M., “Observaciones de Leibniz sobre un proyecto de lenguaje racional” en Notae
Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 2, no. 2, octubre de 2013, pp. 140 – 148.
3
1.3
Período de los resultados
Los últimos años de Leibniz fueron turbulentos. Por un lado, fue acusado de haber robado el
cálculo infinitesimal de Newton cuando en realidad ambos pensadores dieron con el cálculo casi al
mismo tiempo, publicando antes Leibniz. Por otro, la enfermedad lo mantuvo anclado a un sillón. Murió
en noviembre de 1716 con publicaciones tan importantes como Nuevo Tratado sobre el Entendimiento
Humano (1704), Teodicea (1710) y Monadología (1714)4.
1.4
Algunos planteamientos fundamentales acerca del lenguaje
En el Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano, Leibniz intenta refutar el Tratado sobre
el Entendimiento Humano de John Locke5. Aunque podría parecer una labor malintencionada, Leibniz
insiste en que la obra del británico es “[…] una de las más bellas y valiosas […]”6 y que su discrepancia
con ella “[…] no ha de considerarse como una negación del mérito de tan célebre escritor, sino más
bien como un reconocimiento del mismo […]”7.
En su obra, Leibniz insiste en primer lugar en el carácter diferencial del lenguaje. Afirma que no
sólo es el producto de la necesidad social e histórica de comunicación, sino que también es la expresión
de una naturaleza racional, la cual separa al hombre de la bestia. “La facultad del animal, de sacar
consecuencias, es por consiguiente algo distinto de la razón humana […] No se toma bastante en
consideración que el mundo cambia y los hombres se hacen más hábiles inventando nuevos
expedientes, mientras que los ciervos y las liebres de los tiempos actuales no son más astutos que los
de la antigüedad”8.
El ser humano tiene, además de una estructura morfológica adecuada que le permite proferir
sonidos (la cual lo relaciona con la mayoría de los animales); capacidad de raciocinio. Esta facultad le
hace posible representarse la realidad a través de ideas.
Según Leibniz, las ideas son innatas y no dependen de la experiencia, como pensaba Locke.
“[…] las ideas y las verdades son innatas en nosotros como inclinaciones, disposiciones, capacidades
o facultades naturales […]”9. No rechaza la gran importancia de los sentidos, pues éstos “[…] son
necesarios en todo conocimiento real; pero no son suficientes, porque sólo nos proporcionan
ejemplos”10.
En el Tratado sobre el Entendimiento Humano, Locke defiende el carácter convencional del
lenguaje: dice que la relación entre la palabra y el significado de la misma es arbitraria. Leibniz, al estar
convencido del naturalismo lingüístico11, propugna justo lo contrario. Asegura que el vínculo palabra –
significado es natural, y que si actualmente parece convencional es por la evolución de la lengua. Por
lo tanto, el lenguaje es un medio natural para acceder al conocimiento de la realidad, de la cual ya
posee el hombre ideas innatas.
4
Cfr. Leibniz, Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano. I De las ideas innatas (trad. Eduardo
Ovejero y Maury). Editorial Aguilar, Argentina, segunda edición, 1975, p. 9.
5 “John Locke (b. 1632, d. 1704) was a British philosopher, Oxford academic and medical researcher.
[Traducción: John Locke (n. 1632, m. 1704) fue un filósofo británico, académico de Oxford e investigador de
medicina]”. Uzgalis, William, "John Locke", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2014 Edition),
Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/locke/>.
6 Leibniz, Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano. I De las ideas innatas (trad. Eduardo Ovejero
y Maury). Editorial Aguilar, Argentina, segunda edición, 1975, p. 25.
7 Ibid., p. 26.
8 Ibid., pp. 29 – 30.
9 Ibid., p. 32.
10
Ibid., p. 28.
11 El naturalismo lingüístico es una postura que considera que existe una relación íntima y necesaria entre
lenguaje y realidad.
4
Para fundamentar su tesis naturalista retoma la hipótesis del origen común de una lengua
primitiva o adánica. Considera que el alemán, junto con el hebreo y el árabe, son los lenguajes que
más vestigios han conservado de dicho naturalismo primigenio. Leibniz apela a la similitud entre los
sonidos con los que se pronuncian las palabras y la acción o el objeto que éstos denominan, para
mostrar que en el origen de las palabras existe algo natural. Por ejemplo, menciona a que los antiguos
pueblos germanos y celtas utilizaron las letras “r” y “l” para referirse a un ruido violento o suave,
respectivamente.
La razón por la que Leibniz defiende la lengua adánica a pesar de haber fundamentado su
hipótesis en datos filológicos no fiables, es para ser coherente con su propio sistema filosófico. En su
Metafísica, él aseguró que existía un orden natural (ordo naturalis) que se reflejaba en el pensamiento
y, por ende, en el lenguaje. Así, bajo la aparente diversidad de lenguas existentes en el mundo, debía
de existir una unidad que explicara el orden natural.
El lenguaje universal que Leibniz concibió era una lengua lógica pura, cuya semántica se
vinculaba con la ontología: el significado de las palabras realmente era la cosa designada.
Capítulo II. El Lenguaje Universal12
1.1
Probables antecedentes del proyecto leibniziano
El proyecto leibniziano de lenguaje universal no es el único de su tipo, pero es considerado
original porque en el movimiento de la Ilustración se prohibieron, ocultaron y eliminaron obras de temas
alquímicos, mágicos y astrológicos. Entre esos trabajos se encontraba el Ars Combinatoria de
Raimundo Lulio13. A continuación se mencionarán los probables antecedentes en los que se basó este
pensador para desarrollar su teoría.
San Agustín y la lengua adánica
Según la doctrina de Agustín14, el pensamiento no tendría una relación directa con la lengua
natural sino con un lenguaje interno, innato, prístino, una lengua universal que constituye el
vehículo más puro del pensamiento. El nombre que Agustín dio a este lenguaje interno fue
Verbum Mentis. Probablemente, esta idea de Agustín provenga de sus estudios respecto al libro
del Génesis15.
En dicho libro, hay un pasaje que describe cómo Adán designó el nombre de los animales. Hay
dos posturas con respecto a ese hecho: algunos piensan que lo hizo arbitrariamente, otros, que hablaba
una lengua primigenia con la cual se podía comunicar con Dios (y con el cual éste creó el mundo) que
le permitió asignar los nombres adecuados a la naturaleza de cada bestia.
Es probable que San Agustín obtuviera la idea de su Verbum Mentis de esta lengua adánica.
La cábala hebrea
Los judíos hicieron su propia interpretación del pasaje del Génesis y concluyeron que la lengua
adánica no era otra que la hebrea.
Cfr. Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de
estudiantes de filosofía, pp. 109 – 113.
13 Raimundo Lulio fue un fraile franciscano, teólogo, cabalista, escritor y alquimista. También es conocido
como el Doctor Illuminatus o Inspiratus.
14 San Agustín de Hipona fue un reconocido teólogo y santo, Padre y Doctor de la Iglesia Católica.
15 Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de
estudiantes de filosofía, p. 109.
12
5
El hebreo tiene la peculiaridad (como la tuvo el griego) de que los números son representados
con las propias letras del alfabeto. Se le asigna un número a cada letra según su lugar en el
orden alfabético. Así, la gematría [un método de la cábala hebrea] era una práctica en la que se
asignaba números a una o varias palabras, se operaba con los números, y luego los números
se volvían a convertir en palabras16.
Dicha operación mostraba relaciones semánticas necesarias entre algunas palabras. Por
ejemplo, el resultado de sumar los valores de las palabras madre y padre, equivale al número que
representaba al término hijo.
El Arte Combinatorio de Lulio
Es probable que Lulio haya sido influenciado por la Cábala Hebrea, pues vivió en España
cuando ésta se encontraba en su apogeo. Sin embargo, no hay pruebas concretas.
El centro de la idea luliana radica en que todas las proposiciones sobre Dios se pueden poner
de manifiesto, o mejor, se pueden construir, a partir de la combinación de un pequeño número
de predicados que son llamados Dignitates Dei. Son nueve predicados a los que se les asigna
un símbolo (B: bondad, C: grandeza, D: eternidad, E: poder, F: sabiduría, G: voluntad, H: virtud,
I: verdad, K: gloria). Con esto, podemos armar tablas de signos con múltiples proposiciones
[…]17.
Lulio pensó que sus nueve predicados eran compartidos por las tres religiones que imperaban
en España del siglo XIII, a saber: catolicismo, judaísmo e islamismo; y por eso se atrevió a buscar
conversos al norte de África. Cabe decir que esa fue la causa de su muerte.
El Método de Descartes
Descartes comparte con Leibniz la idea de que las ideas son innatas y no son producto de la
experiencia, sino de la intuición. Esto se relaciona especialmente con la lengua adánica y el Verbum
Mentis, pues ambos eran inherentes al ser humano.
Además, este autor defiende que el método de las matemáticas es aplicable a cualquier ciencia,
y que la certeza de las matemáticas no reside en su objeto de estudio, sino en su método. De esta
manera, se puede respaldar la cábala hebrea y, más adelante, el proyecto de Leibniz.
1.2
Características del Lenguaje Universal
“El proyecto de Leibniz consiste en un lenguaje artificial, filosófico, mediante el cual se pueda
alcanzar todo el conocimiento posible”18.
Este pensador creía que los principios innatos de los que hablaba Descartes eran verdaderos y
fiables, pues Dios los había colocado en la mente; y podían ser simbolizados de una manera
universalmente entendible. Los más simples serían representados por los números característicos,
mientras que los complejos serían conformados a partir de los sencillos. Es por esta razón que el
lenguaje universal leibniziano debe ser combinatorio.
La simbolización adquiere en este proyecto una importancia fundamental, pues además de
cooperar en la construcción de un lenguaje no ambiguo (por lo cual también es importante que el
lenguaje universal sea artificial y no natural), permite analizar el pensamiento hasta llegar a la noción
primera que la palabra simboliza para detectar errores de razonamiento. “Valga la pena decir que
Leibniz entiende por ‘análisis de los caracteres’ el acto de sustituir una fórmula o conjunto de caracteres
16
Ibid., p. 111.
Ibid., p. 112.
18 Ibid., p. 113.
17
6
por otro que le es equivalente”19.También posibilita que el entendimiento pueda, sin riesgo de efectuar
razonamientos demasiado complejos, tratar los pensamientos, combinarlos y descubrir sus relaciones.
El modelo de pensamiento simbólico que Leibniz considera es el aritmético. Incluso fue él quien
inventó el código binario, “[…] es decir, la aritmética que reduce todos los números a combinaciones
entre el 0 y el 1 al dividir cada número natural entre 2, tomando los respectivos residuos que siempre
son un grupo de combinaciones entre el 1 y el 0”20. En este código, se mantienen las relaciones que
son visibles mediante la cábala hebrea.
“Al interior de esta característica [lenguaje universal] todo signo tiene una materia y una forma.
La materia del signo es su contenido o su significación, es el conjunto de las partes que contiene,
mientras que su forma denota la colocación específica de dichas partes en dicho signo”21.
Resumiendo, el lenguaje universal de Leibniz debe ser conformado de la siguiente manera:
1. La resolución de todos los conceptos humanamente pensables en una serie de nociones
primarias que, simbolizadas, constituirían el alfabeto de los pensamientos.
2. El diseño de caracteres adecuados para representar dichos conceptos.
3. La formulación de reglas de combinación de caracteres.
Es importante mencionar que una de las críticas que más se le realiza a este autor es que nunca
realizó el paso dos de su proyecto. Sin embargo, en su defensa se puede argumentar que
probablemente no lo hizo porque la Royal Society no consintió en patrocinarlo22.
1.3
Consecuencias del proyecto
Del proyecto leibniziano se pueden deducir tres consecuencias primordiales, las cuales serán
expuestas a continuación.
La primera es que el lenguaje universal sería una herramienta para la ciencia, pues si todo
conocimiento proviene de las nociones primeras, entonces la combinación entre ellas permitiría
alcanzar todo el saber al que el ser humano puede aspirar.
La segunda radica en que, gracias a que el alcance de las matemáticas radica en su método,
como pensaba Descartes, la característica universal carecería totalmente de ambigüedad. Si hubiera
confusiones, se aclararían mediante la simbolización y las operaciones o combinaciones entre los
caracteres.
La tercera tiene incidencia en las contiendas religiosas, pues un lenguaje que se origina a partir
de nociones innatas en el ser humano permitiría que una religión acorde a la razón, en este caso el
cristianismo, se expandiera por el mundo. Además, la claridad y el simbolismo de dicha lengua
impediría que las personas malinterpretaran los conceptos religiosos.
Leibniz, no obstante, no cree que la característica pueda absorber a la teología en su totalidad,
sino sólo en las partes de ella a las que la razón puede acceder. Los milagros, la santidad de
un apóstol o las victorias de un monarca notable son el tipo de cosas que permanecen en el
misterio. Son términos teológicos que son misteriosos por su naturaleza, de modo que
‘aclararlos’ con la característica podría ser equivalente a destruirlos23.
19
Ibid., p. 114.
Ibid., p. 114.
21 Ibid., p. 114.
22 Cfr. Esquisabel, Oscar M., “Observaciones de Leibniz sobre un proyecto de lenguaje racional” en Notae
Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 2, no. 2, octubre de 2013, pp. 140 – 148.
23 Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de
estudiantes de filosofía, p. 116.
20
7
1.4
Problemas del proyecto
Aunque por lo expuesto hasta ahora se puede ver que el lenguaje universal de Leibniz es
realmente brillante, como la mayoría de los proyectos, no está exento de dificultades y errores. Son
cinco problemas los que perjudican más su teoría, y enseguida se describirán.
El primero es la circularidad. Dejando de lado la creencia de Leibniz de que existen las ideas
innatas, este pensador cae en el mismo error de Descartes:
Leibniz cree en principios innatos porque piensa que Dios, en cuanto creador de la mente y el
mundo, no va a poner en nuestra mente principios que no se correspondan con la realidad del
mundo externo, e incluso, que a partir de ellos no pueda reconstruirse este mundo. Si ello es
así, entonces es necesario que exista Dios, y que Dios no sea contradictorio en sus obras. Pero
sabemos que existe Dios gracias a los razonamientos hechos a partir de la prueba ontológica24.
El segundo error radica en el simbolismo, pues no está claro qué tipo de símbolo es el más
adecuado para representar una idea innata. Leibniz consideraba que eran los números primos, pero la
relación entre un número primo y un concepto u objeto, por ejemplo, entre el número siete y un perro,
es totalmente arbitraria, y el lenguaje universal debería mostrar la relación íntima y necesaria que tiene
con la naturaleza.
El tercer problema consiste en la combinatoria, ya que Leibniz nunca clarificó qué operación
debería realizarse, “[…] no se decide entre un cálculo sobre signos numéricos que evoquen nociones
innatas, o una combinatoria entre signos cualesquiera”25. En su Disertación sobre Arte Combinatorio
parece abogar por la segunda26, pero como ya se probó, de realizarse conduciría a un error.
La cuarta dificultad es el enciclopedismo, pues si de las ideas innatas se obtiene todo el
conocimiento, entonces el entendimiento ya sería poseedor de todo el saber, tanto pasado como
presente y futuro, y esto es absurdo.
Finalmente, el quinto problema radica en la traductibilidad. Leibniz fue demasiado optimista con
respecto a la capacidad comunicativa de su lenguaje universal, pues según él, su característica
universal permitiría traducciones al interior de los distintos campos del saber.
La universalidad de las nociones innatas y la racionalidad de las reglas de combinación hacen
posible que el conocimiento avance sin miedo ante la ambigüedad o el error, o al menos, el
simbolismo hará que cualquier error sea fácilmente detectable. En la misma línea, es famosa la
consigna de Leibniz según la cual las disputas de toda índole se puedan resolver ‘traduciendo’
los términos de la misma al lenguaje simbólico universal, de modo que, ya traducido el problema,
bastaría un ejercicio de cálculo para resolverlo27.
Dicho optimismo conlleva dos dificultades. La primera es que Leibniz creía que la traducibilidad
de su lenguaje universal podría resolver los problemas religiosos, pero sólo hace falta leer la biografía
de Raimundo Lulio para saber que el proyecto leibniziano, de haber sido puesto a prueba, hubiera
fracasado radicalmente. Además, de haber funcionado la consecuencia hubiera sido antidemocrática
porque implicaría que no habría disenso, y éste es la base del liberalismo, el cual fue súbitamente
importante para el desarrollo de la Modernidad.
24
Idem.
Idem.
26 Cfr. Leibniz, Dissertation on the Art of Combinations en Loemker, Leroy E. (ed.), Philosophical Papers
and Writings, segunda edición, 1976.
27 Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista de
estudiantes de filosofía, p. 116.
25
8
La segunda dificultad que la traducibilidad supone es que el lenguaje universal permitiría, en
teoría, traducir un lenguaje natural a otro. Sin embargo, esta tarea es casi imposible porque hay lenguas
que son radicalmente diferentes a las demás.
9
Conclusiones
Leibniz fue uno de los últimos titanes del pensamiento. Su influencia se dejó sentir en ámbitos
tan diversos como Filosofía, Lógica, Matemáticas, Ciencia y Religión, y algunos de sus inventos, tales
como el cálculo binario, siguen teniendo relevancia actual.
Su proyecto de lenguaje universal, pese a no haber sido llevado a la práctica, tiene varios
elementos interesantes que merecen ser analizados, tales como el presupuesto de que las ideas son
innatas y la posibilidad de que mediante el simbolismo y las operaciones combinatorias se pueda
obtener todo el conocimiento a disposición del ser humano.
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Bibliografía
Libros y artículos
Esquisabel, Oscar M., “Observaciones de Leibniz sobre un proyecto de lenguaje racional” en
Notae Philosophicae Scientiae Formalis, vol. 2, no. 2, octubre de 2013, pp. 140 – 148. Documento en
PDF.
Hernández Márquez, Víctor Manuel, “Leibniz y la Lingua Characterica” en Diánoia. Anuario de
Filosofía. XLV, Núm. 45 (1999): 35 - 63. Documento en PDF.
Leibniz, Dissertation on the Art of Combinations 1666 (Selections) en Loemker, Leroy E. (ed.),
Philosophical Papers and Writings, Springer Science & Business Media, segunda edición, 1976. Edición
en e-book.
Leibniz, Nuevo Tratado sobre el Entendimiento Humano. I De las ideas innatas (trad. Eduardo
Ovejero y Maury). Editorial Aguilar, Argentina, segunda edición, 1975.
Manrique Charry, Juan Francisco, “La lengua universal de Leibniz” en Colombia Saga – Revista
de estudiantes de filosofía. Pp. 109 – 119. Documento en PDF.
Páginas de Internet
Look, Brandon C., "Gottfried Wilhelm Leibniz", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring
2014
Edition),
Edward
N.
Zalta
(ed.),
URL
=
<http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/leibniz/>.
Uzgalis, William, "John Locke", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2014 Edition),
Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/locke/>.
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