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NEUROIM AGEN Historia de las imágenes cerebrales Hoy en día existen numerosas técnicas de neuroimagen, pero ¿cuáles fueron los inicios de esta disciplina? Viajemos con la mirada por el pasado y presente del estudio cerebral ISABELLE BAREITHER 40 MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 O bservar directamente la estruc- de los horrores contenía las formas craneales de tura y el funcionamiento del grandes políticos y pensadores, junto a las de en- cerebro resulta una misión im- fermos psiquiátricos y criminales. posible, al menos hoy por hoy, a Sin embargo, Gall ignoraba de forma deliberada pesar de que los investigadores todo lo que se oponía a su teoría; intransigencia se adentran cada vez más en esa tierra incógni- que probablemente le impidió efectuar mayores ta que alberga el cráneo. Se arman para ello de descubrimientos. A pesar de que estaba equivo- costosas técnicas, las cuales, por otra parte, han cado en muchos aspectos, su doctrina de la lo- marcando, y lo continúan haciendo, la historia de calización (la frenología) supuso un hito que los las neurociencias. La posibilidad de visualizar las científicos han aprovechado hasta nuestros días. A conexiones y los procesos neuronales depende de finales del siglo xix existían cada vez más indicios los métodos que se aplican para ello. Hagamos un de que determinadas funciones cognitivas se lo- repaso a una crónica compartida. calizaban en áreas concretas de la corteza. Gracias Ya en la antigüedad, los ilustrados, como Galeno a los progresos de la microscopía, pronto se logró de Pérgamo (c.a. 129-199 d.C.), sospechaban que el dividir la corteza cerebral en unidades más finitas cerebro participaba de manera decisiva en la vida con ayuda de las características histológicas. humana [véase «Galeno de Pérgamo (ca. 130-200)», por J. M. López Piñero; Mente y cerebro n.o 22, De la estructura a la función 2007]. Sin embargo, fue el médico inglés Thomas Además de localizar funciones determinadas en Willis (1621-1675) quien, por primera vez, en su áreas concretas del cerebro, los neurocientíficos obra Cerebri anatome de 1664, vinculó ciertas actuales profundizan en las intricadas redes del áreas cerebrales con diversas funciones cogni- cerebro. El conectoma, es decir, la totalidad de las tivas. Willis creía que la corteza (parte externa comunicaciones neuronales, supone un enorme del cerebro con muchos pliegues) controlaba la reto para ellos: ¿cómo pueden representarse memoria y la fuerza de voluntad. Las reacciones gráficamente todas estas comunicaciones? ¿Qué inferiores y automáticas las localizaba, en cambio, ocurre con las alteraciones dinámicas de la red? en el cerebelo. Hasta la fecha, la investigación se centraba en Las descripciones de Willis se basaban, por imágenes estáticas. Mas, la comunicación entre un lado, en estudios anatómicos detallados de las células nerviosas fluye de forma continua, cesa precursores; entre ellos Leonardo da Vinci (1452- por momentos y anega amplias extensiones del 1519) o Andrés Vesalio (1514-1564). Por otro, paisaje psíquico al poco rato. Además, las vías de aceptó la idea de un sistema nervioso mecánico, comunicación cambian de manera constante. Las propuesta formulada antes por el filósofo René técnicas de imagen empiezan a incorporar esta Descartes (1596-1650). Según indicaba este último, dimensión temporal, por lo que las formas de el alma humana resulta de procesos acreedores neuroimagen novedosas deben atender a la vez de la inspiración divina pero basados en leyes la conectividad anatómica y funcional. tangibles. La creencia en el progreso de la era Con todo, los métodos actuales solo alcanzan la moderna concebía el cerebro como un aparato superficie: debajo se esconde el plano de mensaje- determinista. ros químicos y procesos moleculares, además de, Hubo de pasar mucho tiempo antes de atribuir probablemente, otras dimensiones aún ocultas a diferentes funciones a las distintas áreas de la cor- la tecnología. Veamos, en las siguientes páginas, teza. El médico y anatomista Franz Joseph Gall lo que se ha logrado hasta ahora. (1758-1828), uno de los pioneros en este campo, estaba convencido de que el tamaño de una región cerebral y, en consecuencia, la curvatura del cráneo sobre el lugar correspondiente, daban pistas acerca del talento y la personalidad de un individuo [véase «Gall y la frenología», por Albrecht Schöne; Mente y cerebro n.o 3, 2003]. Su cámara MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 Para saber más Portraits of the mind. Visua lizing the brain from antiquity to the 21st century. C. Schoonover. Abrams, Nueva York, 2010. Visualizing the human connectome. D. S. Margulies et al. en Neuroimage, vol. 80, págs. 445-461, 2013. En nuestro archivo Isabelle Bareither investiga en la Escuela de la Mente y el Cerebro de Berlín, en el grupo de Arno Villringer. El nuevo siglo del cerebro. Rafael Yuste y George M. Church en IyC, mayo de 2014. 41 NEUROIM AGEN Dibujos de detalle exquisito Las neurociencias modernas iniciaron su andadura en el momento en que los medios técnicos incrementaron la capacidad visual. A finales del siglo xix, con ayuda de la microscopía, se crearon herramientas cuyo uso debía aprenderse, con frecuencia, a partir de largos años de esmerado trabajo. De este modo, científicos como los anatomistas Camilo Golgi (1844-1926) y Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) penetraron en la profundidad del cerebro. El primero descubrió la reacción negra, una técnica para teñir células individuales mediante nitrato de plata [véase «Camillo Golgi y la reacción negra», por Paolo Mazzarello; Temas de IyC n.o 29, 2002]. El segundo, perfeccionó el hallazgo. Ramón y Cajal elaboró, asimismo, ilustraciones detalladas de distintas regiones cerebrales y células nerviosas (a la izquierda, un corte del hipocampo). Pero una amarga lucha en torno a la interpretación de sus resultados separó a ambos investigadores; incluso tras la aceptación conjunta del premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1906. Golgi estaba convencido de que las neuronas del cerebro constiSANTIAGO RAMÓN CAJAL, 1911 / DOMINIO PÚBLICO tuían una sola masa conectada. Ramón y Cajal, en cambio, consideraba las neuronas unidades independientes que se comunicaban entre sí a través de sinapsis (término acuñado por el neurofisiólogo Charles Scott Sherrington en 1897). La doctrina neuronal, según la bautizó Cajal, constituye la base de la investigación cerebral moderna. Este histólogo reconoció, por primera vez, el sentido de transmisión de la señal de las células nerviosas: desde las dendritas (pequeñas ramas de las neuronas), pasando por el soma, hacia los largos axones. En sus dibujos, Cajal marcaba este recorrido con flechas. Creó así el prototipo de las posteriores cartografías de redes neuronales: los conectomas. Neuronas en vivo y en color Jeff Lichtman y Joshua Sanes, de la Universidad Harvard, elaboraron el método de cerebroiridiscencia (brainbow), una respuesta elegante de este siglo xxi a las artísticas ilustaciones de Ramón y Cajal. Bajo la luz fluorescente se visualizan, con todos los colores del arcoíris, las neuronas de ratones, moscas o gusanos modificados genéticaCORTESÍA DE JEAN LIVET, TAMILY WEISSMAN, JOSHUA R. SANES Y JEFF LICHTMAN, UNIVERSIDAD HARVARD mente. De esta manera, los científicos observan en vivo las alteraciones de las neuronas y de sus sinapsis; incluso las graban en directo. Pero, sobre todo, pueden distinguir detalles, caso del núcleo celular de cada neurona. El contenido de la imagen contigua, que se asemeja a un confeti multicolor, no es producto de la naturaleza, sino resultado de un largo proceso de elaboración. 42 MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 CORTESÍA DE THOMAS DEERINCK Y MARK ELLISMAN, NCMIR, UCSD A escala microscópica Hoy en día, las neuronas pueden representarse con una resolución cien veces mayor que con el microscopio óptico de la época de Santiago Ramón y Cajal. Sobre estas líneas se reproduce una neurona con pequeños pinchos en sus prolongaciones. Estas espinas le sirven para comunicarse con otras neuronas. En la microscopía electrónica, un haz barre la superficie de una estructura y un detector se encarga de registrar las partículas que rebotan de la zona examinada. Para ello, el tejido debe cortarse en cientos de rodajas ultrafinas que el microscopio electrónico, una tras otra, escanea. A continuación se juntan las imágenes de los cortes hasta disponer de una representación tridimensional. Cuanto mayor es la resolución, más limitada resulta la visualización. Por este motivo, se sigue utilizando el microscopio óptico si se quieren explorar grandes regiones tisulares. Para contemplar la microestructura fina, los científicos utilizan el microscopio electrónico. MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 43 NEUROIM AGEN En la maraña de fibras nerviosas Un método reciente que está haciendo furor, sobre todo en relación a la medición del conectoma, son las imágenes por tensor de difusión (ITD). El desplazamiento de las moléculas de agua a lo largo de las fibras nerviosas revela el proceso de comunicación neuronal [véase «Tras las vías nerviosas de la sustancia blanca», por Rainer Goebel y Jan Zimmermann; Mente y cerebro n.o 63, 2013]. No obstante, las imágenes que se obtienen se basan en proyecciones matemáticas y estadísticas. En otras palabras, no reproducen las comunicaciones reales. «Las técnicas contemporáneas muestran, a menudo, una imagen sesgada de la arquitectura real del cerebro y revelan patrones neuronales que solo representan parte de la auténtica anatomía», explica Marco Catani, del Colegio King de Londres. Estas proyecciones cerebrales son el resultado de muchos pasos de análisis, por lo que siempre cabe la posibilidad de elegir, en cada uno de ellos, entre contenido estético e informativo. Por este motivo, el resultado refleja las decisiones del propio investigador. Según Daniel Margulies, director del grupo de investigación sobre neuroanatomía y conectividad del Instituto Max Planck para la Cognición Humana y las Ciencias del Cerebro de Leipzig, esta tangibilidad aparente de las imágenes puede inducir a error. «La ITD clásica disipa, cual cepillo, todas las dudas y describe vías concretas. Este hecho podría hacer olvidar cómo se representan estas imágenes y la incertidumbre de los datos inferidos», aclara. Sin embargo, no tiene por qué ser así: las ilustraciones del conectoma podrían ser estéticas y proporcionar, al 44 CORTESÍA DEL LABORATORIO DE NEUROIMAGEN Y DEL CENTRO MARTINO PARA IMAGEN BIOMÉDICA, CONSORCIO DEL PROYECTO CONECTOMA HUMANO (WWW.HUMANCONNECTOME PROJECT.ORG) mismo tiempo, una información valiosa (véase la figura siguiente). MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 El mejor regalo para estas fiestas en investigacionyciencia.es ¿Quieres compartir tu pasión por la ciencia, la innovación y el conocimiento? Elige tu regalo (suscripciones, revistas, libros...). Personaliza tu mensaje de felicitación. nos encargamos de que el destinatario reciba Nosotros puntualmente tu obsequio y la tarjeta de felicitación 1 2 3 a su nombre. investigacionyciencia.es/regalos JOACHIM BÖTTGER, RALPH SCHURADE, DANIEL MARGULIES, GRUPO DE INVESTIGACIÓN SOBRE NEUROANATOMÍA Y CONECTIVIDAD DEL INSTITUTO MAX PLANCK PARA LA COGNICIÓN HUMANA Y LAS CIENCIAS DEL CEREBRO DE LEIPZIG Funciones en 3D Los neurocientíficos no miden vías concretas, como sugiere la imagen por tensor de difusión de la página contigua, sino puntos de datos concretos (vóxeles). Para obtener una representación tridimensional de las conexiones neuronales se utilizan desde hace largo tiempo cuerpos geométricos (glifos). Gracias a ellos pueden mostrarse conexiones funcionales en el cerebro. Cada punto de esta visualización resume el cambio sincrónico en la actividad en los vóxeles medidos: los colores se corresponden con la orientación espacial en la que se encuentran las neuronas activas que están coordinadas entre sí (el color rojo indica una conexión transversal; el verde, longitudinal, y el azul, oblicua). De esta manera, los glifos aportan información de la conectividad sin presuponer comunicaciones de fibra concretas. Con este método, Daniel Margulies y Joachim Böttger, del Instituto Max Planck, prevén visualizar, en un futuro, la incertidumbre estadística de los datos inferidos. MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 45 ETIENNE SAINT-AMANT: AUTORETRATO II; CORTESÍA DE ISABELLE BAREITHER NEUROIM AGEN Libertad artística Cuán amplias son las posibilidades de juego que permiten las neuroimágenes queda patente en el proyecto del artista y neuroinvestigador francés Etienne Saint-Amant. Su cuadro Autorretrato II surge de una adaptación libre que el autor ha confeccionado a partir de una imagen por tensor de difusión de su propio cerebro. Por lo general, estas imágenes muestran fibras nerviosas en color sobre fondo negro ( figura de la página 44). El artista juega aquí con los colores, pero conserva la resolución detallada de la proyección. El original autorretrato de Saint-Amant ganó el primer premio en la categoría «representación del conectoma humano» dentro del concurso Brain Art de 2013 (www.neurobureau.org). ¿Hasta qué punto las imágenes cerebrales muestran la realidad? Las proyecciones en color del cerebro abundan en numerosas re- y de la elección subjetiva de los investigadores entre el contenido vistas neurocientíficas y aparecen en los medios de comunicación informativo y estético. Aunque renegar de la neuroimagen, como más populares. No obstante, cabe preguntarse si revelan cómo tra- alientan algunos críticos, es una postura exagerada, opina Daniel baja nuestra mente. ¿Podrán contemplarse pronto los pensamien- Margulies, investigador del Instituto Max Planck: «El objetivo de tos humanos? En absoluto, la visualización de las redes y funciones las proyecciones consiste en transmitir conocimientos; a ello puede del cerebro parece más real de lo que en verdad es. Todas las imá- ayudar una apariencia atractiva. Las imágenes cerebrales pueden genes aquí representadas son el resultado de complejos cálculos resultar bonitas e informativas al mismo tiempo». 46 MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 Ruta hacia el conectoma Además de la red anatómica del cerebro, hoy en día se investiga, Planck para la Cognición Humana y las Ciencias del Cerebro de cada vez más, el modo en que las conexiones cerebrales inter- Leipzig, ha elaborado un método que se utilizaba ya para visua- vienen en la resolución de tareas determinadas. El método de lizar el tráfico aéreo y las corrientes migratorias: la técnica edge neuroimagen principal que se utiliza para ello es la imagen por bundling (algo así como «agrupación de bordes»). A través de resonancia magnética funcional (RMf). Esa técnica registra los este método se reúnen las conexiones con parámetros geomé- cambios en el contenido de oxígeno en la sangre como resultado tricos que se asemejan (por ejemplo, la angulación o relación de la actividad de las neuronas. Para ello se mide la actividad de longitudinal). Los diversos colores señalan distintas redes (en miles y miles de neuronas en un punto concreto (vóxel). La fuerza la imagen, el rojo indica la vía sensitiva motora; el naranja, la de comunicación entre los distintos vóxeles puede calcularse a visual). partir de la semejanza de su respectivo patrón de actividad: aque- Sin embargo, las «vías» señaladas no reflejan conexiones ana- llos que descargan con más o menos intensidad al mismo tiempo tómicas reales, pues son producto de una inferencia estadística. se hallan, probablemente, conectados entre sí. El mayor reto que afrontan los investigadores en la actualidad es Para representar la totalidad de las conexiones funcionales crear imágenes cerebrales estéticamente atractivas a la par que informativas, y que no hagan creer que existe lo que no hay. JOACHIM BÖTTGER, RALPH SCHURADE, DANIEL MARGULIES, GRUPO DE INVESTIGACIÓN SOBRE NEUROANATOMÍA Y CONECTIVIDAD DEL INSTITUTO MAX PLANCK PARA LA COGNICIÓN HUMANA Y LAS CIENCIAS DEL CEREBRO DE LEIPZIG mensurables, el equipo de Joachim Böttger, del Instituto Max MENTE Y CEREBRO 69 - 2014 47