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Encuentros
Año 6
1992
Editorial R.S. Schulz
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La filosofía alemana
en Venezuela
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Petróleo Venezolano
para el
Mercado Alemán
VEBA OEL AG y PETROLEOS DE VENEZUELA S.A. son socios
en el campo petrolero. Conjuntamente retinan crudo para el
m ercado alemán.
La compañía RAAB KARCHER AG, filial de VEBA OEL AG, está
com ercializando productos petroleros para dichas compañías.
VEBA OEL :
RAAB KARCHER Mineralolvertrieb
Editorial
Contenido
Miscelánea:
Fuentes para el estudio de los
alemanes en Venezuela,
siglo XVI
Gines García de Cuevas
Tema: La filosofía alemana en
Venezuela
Introducción
Fablola Vethencourt
3
La filosofía alemana en Venezuela
8
La filosofía como instrumento
genesíaco. Entrevista al Dr. Ernesto
Mayz Vallenilla
Fablola Vethencourt
10
Heidegger en Venezuela,
Recuerdos de cinco décadas
Alberto Rosales
13
Mi camino hacia Hegel
Eduardo Vázquez
17
Nietzsche: los riesgos de un error
Alexis Alzuru
18
Walter Benjamín: anotaciones sobre
conocimiento y experiencia
Agustín Martínez
20
T. W. Adorno y el mandato de la
prohibición de imágenes
Angel Guillermo Alayón
22
Los estudios de filosofía en
Alemania. Algunas informaciones de
tipo práctico dirigidas a jóvenes
filósofas y filósofos venezolanos
Fablo Morales
25
En torno al programa de la ACH:
Joseph Beuys:
el otro diálogo con el arte
Marfa Luisa Cárdenas
28
Joseph Beuys, transnacionalización
de un artista canonizable
Miguel von Dangel
30
Noticias sobre actividades
recientes de la ACH:
34-40
Luisa Veracoechea de Castillo
Henning Schroedter-Albers
Lieselotte Vareschi
Solveig Hoogesteijn
Separata:
Programa de la ACH, Caracas
Hablar de filosofía, para nuestros mortales oídos, siempre
suena a algo muy difícil, complicado, elevado y trascendental.
Y en efecto, una de las tradiciones más sólidas de la filosofía
occidental ha intentado, muy consecuentemente, apartar los
temas filosóficos de las cotidianas preocupaciones de cada
quien. El binomio de opuestos formado por lo terreno y lo
divino, lo real y lo ideal, lo banal y trascendental sigue funcio­
nando en nuestras mentes, a pesar de unos cuantos argumen­
tos que lo refutan convincentemente hoy en día. Así, en un
intento por acercar una discusión tan importante y útil como la
filosófica a un público más amplio, Encuentros le dedica este
número a la llamada 'reina' de las ciencias y de la sabiduría.
Pero no es sólo éste el interés de este número. En la
determinación de lo que somos, lo que hemos sido y seremos
en el futuro, la reflexión sobre nuestras incipientes y relegadas
discusiones filosóficas juega un papel más que fundamental.
No podemos pretender una descripción más o menos cercana
de lo que mala y vagamente se define como nuestra 'identidad',
si no tratamos de precisar más exactamente las fuentes de
nuestro pensamiento, las raíces de nuestro proceso cultural.
Sin lugar a dudas, una de esas fuentes fue, y es, la tradición
filosófica alemana. En el recuento de la historia de nuestras
ideas y de nuestros argumentos, que aún no ha sido hecho en
forma apropiada, la filosofía alemana comparte, junto con
algunas otras, una posición privilegiada. Tal circunstancia, por
supuesto, debe tener consecuencias aún no precisadas en
nuestra forma de ser y en nuestros valores culturales. Este
número de Encuentros propone un inicio para la historia de la
filosofía en la Venezuela de este siglo. Y en este sentido los
aportes de filósofos venezolanos aquí presentes podrían ayudar
a un futuro recuento como el arriba mencionado. Encuentros
agradece, por ello, la colaboración de todos tos autores que han
aceptado esta proposición, y muy especialmente a la coordina­
dora de este número, Fabiola Vethencourt.
Además, y para destacar la exposición en Caracas de uno
de tos artistas más extraños e interesantes de la postguerra
alemana, como lo es Joseph Beuys, se incluyen en este
número dos ensayos de figuras tan conocidas en el mundo de
las artes plásticas venezolanas como lo son Miguel von Dangel
y Maria Luisa Cárdenas.
Verónica Jaffé
Encuentros
12
1992
1
Encuentros
Personalia
Revista publicada por la
ASOCIACION CULTURAL
HUMBOLDT, Caracas,
en colaboración con el
INSTITUTO GOETHE, Munich,
y la ASOCIACION VENEZOLANOALEMANA, Munich.
Directores:
Dr. Theo Eberhard (editor)
Arq. Eduardo Robles Piquer
(CNPNo. 1367)
Dr. Rolf Walter
Coordinación y Redacción:
Dra. Verónica Jaffó
Dirección:
Venezuela:
Asociación Cultural Humboldt
Apartado 60501 Chacao
Tel. 52.64.45
Fax: (02) 525621
Telex: 27679 ACHum ve
Caracas
Alemania:
Deutsch-Venezolanische
Gesellschaf e.V.
Parkstr. 4
8000 München 2
Tel.: (49-89) 5026531
Fax: 5022311
EDITORIAL R.S. SCHULZ
Copyright© 1987 by
Verlag R.S. Schulz
8136 Percha am Starnberger See,
Bergerstr. 8 bis 10
La reproducción de artículos
publicados en esta revista es
posible con previa autorización de
la redacción.
Encuentros no se responsabiliza
por el contenido de los artículos
firmados por sus autores.
Transporte a la R.F. Alemania,
cortesía de Lufthansa.
Depósito Legal: pp 87-0228
PVP: Bs. 60.Suscripción anual: Bs. 200.Einzelheft: DM 8.Jahresabonnement: DM 32.-
2
Encuentros
12
1992
Saludos a la nueva Junta Directiva de la ACH
El 24 de febrero de 1992 la asamblea de los miembros de la ACH se
despidió de la Junta anterior y eligió una nueva Junta. El martes 24de marzo
- en ocasión del concierto del pianista Ralf Nattkemper - el Director Gerente
de la ACH y el Embajador de Alemania, Dr. Neukirchen, agradecieron al ex­
presidente de la Junta, Dr. Luis Bertrand Soux, su dedicación y entusiasmo
en el desarrollo del trabajo cultural de la asociación. El director enfatizó el
apoyo que en los campos administrativos y de programación le ofreció el Dr.
Soux durante su presidencia, ayuda que para él como extranjero fue muy
estimable e importante, tanto como la colaboración que el Instituto Goethe
mantiene con la ACH, circunstancia que, según el director, podría servir de
modelo para otras sucursales del Instituto Goethe en todo el mundo. El señor
Schroedter-Albers agradeció también su cooperación a otros miembros de
la Junta Directiva anterior, en especial al señor Klaus Goetz, tesorero, al
señor Wagner-Manzlau, al señor Krüger, al señor Bornhorst y al señor
Rheinheimer, todos ex-presidentes de la ACH. A seguidas le dió la bienve­
nida al nuevo presidente de la ACH, Señor Frank Müller-Karger, conocido
como miembro de la Junta Directiva anterior, y quien había ayudado en el
arreglo de un nuevo contrato de seguro para el edificio, y a tos tres nuevos
miembros de la Junta Directiva, a la señora Levenson y tos señores Lorenz
y Vogeler.
Frank Müller-Karger nació el 14 de noviembre de 1931 en Hamburgo,
emigrando a Caracas en marzo de 1932, pues su padre buscaba nuevas
ocasiones en el comercio del cafó en Caracas. Después de dos años en una
escuela particular en Caracas, Frank Müller-Karger ingresó al Colegio
Humboldt en el año 1940 y permaneció allí hasta el cierre del Colegio por
causa de la Guerra Mundial. En 1948 termina su bachillerato en un colegio
venezolano en Caracas y para su enriquecimiento espiritual fue enviado por
un año al Instituí auf dem Rosenberg en St. Gallen (Suiza), terminando allí
su Abitur. Desde 1949 hasta 1952 estudió en la UCV, Caracas, y después
hasta 1955 en tos Estados Unidos, en Moskow, Idaho. Durante 16 años
trabajó en la Electricidad de Caracas asumiendo posiciones de responsabi­
lidad y desde 1971 hasta hoy dirige la empresa Electra junto con el Sr. Luis
Bertrand Soux. Durante tos años 1970-77 se dedicó al trabajo cultural y
administrativo de la Asociación de Padres del Colegio Humboldt. Desde
1991, el Sr. Müller-Karger es miembro de la Junta Directiva de la ACH.
Y siempre continúa cultivando sus hobbies, la música clásica, la topolo­
gía y la historia.
La señora Lauren Levenson es una cellista conocida en tos ámbitos
musicales caraqueños y está dedicada por entero a la enseñanza de la
música en el colegio Emil Friedman, además de organizar y realizar diversos
eventos musicales.
El señor Alex Lorenz es geólogo y estuvo siempre relacionado en su
trabajo profesional con la industria petrolera nacional, llegando al cargo de
vicepresidente de CORPOVEN. Tiene un especial interés en la educación y
principalmente en la educación para el trabajo.
El señor Willy Vogeler es miembro del Grupo Santa Lucía, preocupado
por la problemática social de Venezuela, miembro de la Emisora Cultural de
Caracas y forma parte de una fundación en Guayana dedicada a la educa­
ción,
Henning Schroedter-Albers
Miscelánea
Fuentes para el estudio
de los alemanes en Venezuela,
siglo XVI
Gines García de Cuevas
Dentro de las tareas relativas a la
investigación histórica tiene especial
importancia el aspecto heurístico. La
búsquedayconoa'miento de lasfuen­
tes documentales históricas no siem­
pre resulta cómoda ni mucho menos
fácil. La consulta de las fuentes archivísticas es de gran complejidad y en
nuestro país se enfrenta al problema
de la escasa información impresa que
tenemos sobre los repositorios que
guardan nuestros acervos documen­
tales, lo que se traduce en dificultad
para el investigador.
A subsanar esta carencia se ha
abocado el Departamento de Investi­
gaciones Históricas de la Academia
Nacionalde la Historia y dentro de sus
proyectos haincluido la indexación de
colecciones documentales conserva­
das en los archivos de dicha corpora­
ción. Se trata de llevar a cabo la tarea
de elaborar índices documentales en
base a criterios temáticos, cronológi­
cos, etc, con la finalidad de presentar­
los en volúmenes impresos para faci­
litar la labro investigativa.
La Colección Traslados del Archivode \a Academia Nacional de la His­
toria se encuentra sometida a ese
proceso; es una de las más importan­
tes desde el punto de vista cronológi­
co, cuantitativo y temático; sus docu­
mentos se remontan desde los albo­
res de la conquista en el siglo XVI
hasta el siglo XIX. Posee más de dos
mil tomos y su hablamos de los posi­
bles temas de investigación que se
pueden emprender a través de su
estudio, abarca un universo suma­
mente rico en tos campos político,
social y económico.
De esta colección se ha extraí-do
el cuerpo de documentos que presen­
tamos a tos investigadores interesa­
dos, tos cuales se refieren en su tota­
lidad a tos alemanes y su actuación en
Venezuela, período 1520-1556.
Las piezas documentales que aquí se señalan son copias de tos
originales que se conservan en el
Archivo General de Indias de Sevilla,
transcritos, mecanografiados, agru­
pados y encuadernados porel difunto
Louis Silvain Pratton, mejor conocido
como Hermano Nectario María.
El interés por la historia de tos
alemanes en Venezuela que vienen
demostrando tos investigadores nos
ha motivado a ofrecer este aporte al
conocimiento y divulgación del tema
mediante la publicación de tos extrac­
tos del contenido de estas piezas
documentales.
Múltiplestrabajosde investigación
sobre tos Welser se han llevado a
cabo por cultores de la historia, en su
gran mayoría dedicados a resaltar las
fallas en el cumplimiento de la Capitu­
lación con el Rey por parte de tos
alemanes, tos maltratos a lapoblación
indígena, los abusos y atropellos ha­
da la población española, etc., funda­
mentados prindpalmente en tos car­
gos hechos a tos Welser en el Juicio
de Residenaa que se les siguió; de­
jando sin analizar una serie de cues­
tiones relacionadas con los descubri­
mientos que llevaron a cabo, con la
exploradón, comerdo, navegadón,
explotadón minera (oro y sal), mano
de obra, inmigradón, etc., así como la
influenda que pudieron tener en tos
aspectos institucionales, estatuarios,
económicos, reüg'osos, lingüísticos,
de costumbres, etc.
No debemos dejar de lado, ade­
más, el estudio de rasgos caracterís­
ticos de tos alemanes, como su espí­
ritu emprendedor, aventurero, con­
quistador, su valor e intrepidez; en
otras palabras, creemos que es nece­
saria la consideración de la d versidad
cultural alemana por estar vinculada
históricamente a nuestra identidad, a
nuestra heterogeneidadsodaly cultu­
ral.
Es un hecho derto que tanto el
poder económico como la experienda minera y el talento y trayectoria
comercial y finandera de tos Welser,
les permitió partidpar en las activida­
des de conquista y cobnizadón en tos
nuevos dominios de España en Amé­
rica y a pesar de las reservas que
tenían los españoles con tos extranje­
ros en sus colonias, les fue posible su
establedmiento en Venezuela.
Este establedmiento estuvo liga­
do a la extracción y comercialización
de oro, actividad en la cual eran ave­
zados espedalistas, así como tam­
bién al comercio de esclavos negros,
todo esto sumado a la dsposidón de
medios económicos y a las reladones
de índole comercial y finandera con
España, que fueron tos prinapales
factores en la firma de la Capitulación
para la Conquista y Popamiento de la
Gobemadónde Venezuela que hide-
Encuentros
13
1992
3
Miscelánea
ra el Emperador Carlos V con los
Welser en marzo de 1528; dicha capi­
tulación siguió la política de la Corona
en materia de conquista y poblamiento de los nuevos territorios, empresa
de gran importancia y envergadura
cuyo efectos apenas han sido estu­
diados exhaustivamente.
Extractos de documentos relati­
vos a los Welser, contenidos en
la colección del Archivo de la
Academia Nacional de la Histo­
ria, Venezuela:
1. Proceso de la causa de Juan de
Am-píes, Factor de la Isla Españo­
la, con tos alemanes gobernadores
de Venezuela. Reclamación por
habérsele apresado y obligado a
firmar una escritura por la cual no
podía sacar ni entrar indios ni cris­
tianos. Santo Domingo, 1529.
Armario 7 Salón. Tomo 83. 23 ps.
2. Acusaciones del Fiscal Villalo­
bos contra los Welser. Probanza
de Bartolomé y Antonio Welser
contra dichas acusaciones. Vene­
zuela 1529.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 64. 296 ps.
3. Probanza de Jorge de Espira
sobre sus descubrimientos, hechos
ante el Obispo Rodrigo de Bastidas
y el Tesorero Real Alonso Vázquez
de Acuña. Memorial de Cuentas.
Coro, junio de 1530.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 81. pp. 1-129
4. Asiento y Capitulación del Rey
con los alemanes Enrique Ehinger
y Gerónimo Sailerpara la conquis­
ta y población de la provincia de
Venezuela. Ocaña 17 de febrero
de 1531.
Armario XX. Tomo 60. 25 ps.
5. Relato del viaje de Ambrosio
Talfinger, su muerte, su sustituto.
1531.
Armario 7 Salón. Tomo 81. 30 ps.
6. Documentos relativos a las deu­
das del Gobernador de Santa Mar­
ta, García de Lerma, con los ale­
manes. Correspondencia de Fran­
cisco de Orduña. Santo Domingo,
1531.
4
Encuentros
13
1992
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Pieza 6a. 212 ps.
7. Informaciones de Francisco de
Orduña en su carácterde Factor de
Bartolomé Welser y Compañía de
quienes recibía mercancías para
su colocación y venta en Santa
Marta. Santa Marta, 1532. Armario
XX. Tomo 65. 32 ps.
8. Proceso de Antonio Villasanta,
de Santo Domingo, con la Compa­
ñía de los Welser sobre el beneficio
del bálsamo. Santo Domingo, 1532.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 67. 212 ps.
9. Relación de Juan Pérez de Tolo­
sa sobre las tierras y provincias de
la Gobernación de Venezuela a
cargo de los alemanes. Abundan­
tes datos geográficos de población,
esclavitud, etc. El Tocuyo, 1533.
Armario 7 Salón. Tomo 82. pp. 367383.
Declaración de Francisco de Ordu­
ña sobre su actuación como agen­
te comercial de los Welser. Sevilla,
1533.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 66. 547 ps.
11. Carta del Contador Antonio Naverosy Rodrigo Vázquez de Acuña
al Rey. Relación del viaje de Nico­
lás Federman. Coro, 6-10-1533.
Armario XX. Tomo 155, pp. 1-54.
12. Relación del segundo viaje de
Ambrosio Talfinger (9-6-1531 a 211 -1533) escrita por Esteban Mar­
tín su Maestre de Campo. 18-81534.
Armario XX. Tomo 155. pp. 55-84.
13. Carta de los oficiales reales al
Rey. Coro 17-1-1534.
Armario XX. Tomo 155. pp. 85-93.
14. Información de Francisco Or­
duña. Explica su actuación a través
de declaraciones de testigos. San­
ta Marta, 1534.
Armario 7 Salón. Tomo 77. pp 1101 .
15. Probanza de tos méritos y ser­
vicios de Nicolás Federman. Santo
Domingo, 1-11-1535.
Armario 8 Salón. Tomo 184.68 ps.
16.lnforme del Obispo Rodrigo de
Bastidas sobre la comisión que le
llevó a la provincia de Venezuela y
el estado de ésta. La Española, 221-1535.
Vitrina3. Tomo II. o. 93. AGI-Sevilla
Audiencia de Santo Domingo. Le­
gajo 93 (54-1-9). [*La localización
de estos documentos sólo es posi­
ble en el Archivo General de Indias
en Sevilla; únicamente se hizo el
traslado de su índice.]
17. Pleito entre los hermanos Fran­
cisco y Martín de Orduña y Bartolo­
mé y Antonio Welser por ciertas
cuentas e intereses de la Compañía. Sevilla, 1535.
Armario 7 Salón. Tomo 85.238 ps.
18. Notificación a Bartolomé y An­
tonio Welser para que aderece la
nao que se le concedió para la
conquista y población de la provin­
cia de Venezuela. 26-5-1536.
Vitrina3. Tomo II. p. 69. AGI-Sevilla
Audiencia de Santo Domingo. Le­
gajo 74. (53-6-8) *
19. Proceso entre Ulate y la Com­
pañía de los Welser por 800 pesos
de oro. Valladolid, 1536.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 68. 61 ps.
20. Probanza de los alemanes con
Orduña presentada a nombre de
Bartolomé y Antonio Welser en el
Consejo de Indias. Valladolid, octu­
bre 1536. Armario 7 Salón. Juicio
de Residencia. Tomo 77. pp. 102235.
21. Probanza de Francisco de Or­
duña en el pleito que trata con
Bartolomé Welser y Compañía.
Sevilla, 1536.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 77. pp. 236-248.
22. Carta de tos Oficiales Reales
Antonio de Naveros, Rodrigo Váz­
quez de Acuña y Pedro de San
Martín contra Francisco Vanegas.
Coro, 1536.
Armario XX. Tomo 155. pp. 100109.
23. Informes de tos Oficiales Rea­
les Rodrigo Vázquez de Acuña,
Antonio de Naveros y Pedro de
San Martín al Rey, sobre Ambrosio
Talfinger. Coro, 1533-1536.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 62. 65 ps.
24. Residencia tomada a Ambrosio
Miscelánea
Talfinger y a sus tenientes que el
juez Dr. Antonio Navarro. Relación
de la Pesquisa Secreta contra Tal­
finger. Coro, 1538.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 61. 244 ps.
25. Residencia tomada a Nicolás
Federman del tiempo que fue Te­
niente de Gobernadorde Jorge Es­
pira. Por el Juez Dr. Antonio Nava­
rro. Declaraciones de testigos so­
bre la actuación de Federman, acu­
saciones, atropellos y crímenes que
se ejecutaron durante su viaje a
Maracaibo y Cabo de La Vela. 1538.
Armario 8 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 185.268 ps.
26. Residencia tomada a Francis­
co Vanegas, Teniente de Goberna­
dor de Jorge de Espira por el Juez
Dr. Antonio Navarro. Coro, 1538. A
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia, Tomo 79, 265 ps.
27. Relación de la Pesquisa Secre­
ta contra AmbrosioTalfinger contra
Hernando del Castillo y Juan de
Avila, Maestres de Campo y Luis
González de Leiva, Teniente de
Maracaibo. Venezuela, 1538.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia, Tomo 30, pp. 1-58.
28. Carta de Jorge de Espira al
Rey, sobre el motín del licenciado
Antonio Navarro. Coro, 15-1-1539.
Armario XX, Tomo 155, pp. 110115.
29. Carta del Cabildo de Coro al
Rey, sobre el estado en que se
encuentra la Gobernación de Ve­
nezuela, Coro, enero 1539.
Armario XX, Tomo 155, pp. 116120 .
30. Noticias sobre el motín del Li­
cenciado Antonio Navarro en el
año 1538 y el regreso de Jorge
Espira, Venezuela, 1539. p. 426.
Vitrina 3. Tomo 3. AGI-Sevilla. Au­
diencia de Santo Domingo. Legajo
201 (54-4-23) *
31. Relación de lo ocurrido en Coro
durante los 3 años en que su Go­
bernador Jorge de Espira hacía
expedición tierras adentro. Vene­
zuela, 1539. p. 426.
Vitrina 3. Tomo 3. AGI-Sevilla. Au­
diencia de Santo Domingo. Legajo
193 (54-4-15) *
32. Noticias del Gobernador sobre
el Cabo de La vela y las perlas de
Cubagua. Venezuela 28-2-1540. p.
131.
Vitrina 3 Tomo 3 AGI-Sevilla de
Santo Domingo. Legajo 193. (54-415)*
33. Expediente de causa al Capitán
Pedro de Limpias sobre ciertos in­
dios que rancheó por orden del
Teniente de Gobernador Nicolás
de Federman. 1540-41.
Armario 8 Salón. Tomo 187. 359
ps.
34. Información del Gobernador
Jorge Espira sobre gastos durante
su viaje a la provincia de Venezue­
la. Carta de Espira al rey. Santo
Domingo, 28-2-1540.
Armario XX. Tomo 63. 100 ps.
35. Real Orden relativa a la acusa­
ción de Nicolás Federman a los
Welser de haber defraudado en
más de 200 mil ducados, para que
el Fiscal haga las averiguaciones
del caso. Madrid 20-7-1540.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 70. pp. 1-18.
36. Expediente relativo a la prisión
de Nicolás Federman en Gantes.
Madrid, 1540-1541.
Armario 8 Salón. Tomo 186. pp. 125.
37. Petición del Fiscal Villalobos de
pruebas del fraude que según Fe­
derman cometieron los Welser,
Madrid, 8-2-1541.
Armario 8 Salón. Tomo 186. pp. 2628.
38. Mandato del Consejo de Indias.
A Federman le dan la Corte por
cárcel y es llevado a España. Ma­
drid, 9-2-1541.
Armario 8 Salón. Tomo 186. pp. 2844.
39. Ratificación que hace Juan Fer­
nández de Paredes sobre que Se­
bastián Rodríguez tiene poder pa­
ra defender a los Welser. Madrid,
18-3-1541.
Armario 8 Salón. Tomo 186. pp. 4546.
40. Relación de Nicolás Federman
contra los Welser sobre fraudes y
daños al patrimonio real, a la tierra,
a los naturales y a españoles. Ma­
drid, marzo de 1541.
Armario 7 Salón. Tomo 86.147 ps.
41. Declaración de Nicolás Feder­
man y el Fiscal Villalobos en contra
de los Welser. Información de tes­
tigos. Madrid, 1541.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 69. 201 ps.
42. Probanza de Sebastián Rodrí­
guez en nombre de los Welser;
declaración de testigos en favor de
éstos. Valladolid, 11-2-1542.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 70. pp. 27-155.
Defensa que hace Alonso de San
Juan a Nicolás Federman. Valladolid, 10-10-1543.
Armario 8 Salón. Tomo 186. pp. 46171.
44. Carta del Rey a Juan Pérez de
Tolosa para que tome Residencia a
los gobernadores de la Provincia
de Venezuela y Cabo de La Vela y
a sus Alcaldes Mayores, Tenientes
y Oficiales. Valladolid, 12-9-1545..
5 ps.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 126.
45. Carta de Juan Pérez de Tolosa
al Rey; informa su llegada a Santo
Domingo en su viaje hacia Vene­
zuela. Santo Domingo, 22-5-1546.
Armario 7 Salón. Tomo 82. pp. 1-2.
46. Información ante el Juez de
Residencia Juan Pérez de Tolosa
sobre la actuación de los goberna­
dores alemanes en la Provincia de
Venezuela y Cabo de La vela. Co­
ro, junio de 1546.
Armario 7 Salón. Tomo 87.181 ps.
47. Carta de Pedro Miranda al Ar­
zobispo de Toledo sobre la Gober­
nación de tos Welser. Venezuela,
29-6-1546.
Vitrina 2. Tomo 109. pp. 4-7.
48. Residencia tomada en Coro y
El Tocuyo a Enrique Ehinger y Ge­
rónimo Sailer del tiempo que fue­
ron gobernadores de la Provincia
de Venezuela. Juez: Juan Pérez de
Tolosa. Coro, julio 1546.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 82. pp. 3-304.
49. Proceso de Juan de Carvajal
por el asesinato de Felipe de Hut-
Encuentros
13
1992
5
Miscelánea
ten, Bartolomé Welser, Romero y
Placencia. Confesión y condena.
Madrid, 1546.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 73. 183 ps.
50. Extensa relación que Tolosa
envía al Rey de los acontecimien­
tos de la Provincia de Venezuela
después de la llegada de los ale­
manes. La actuación de Carvajal.
Coro, 1546-1548.
Armario 7 salón. Tomo 82. pp. 305366.
51. Pleito entre el Fiscal Villalobos
y Bartolomé y Antonio Welser so­
bre el incumplimiento de éstos de la
Capitulación y Asiento hecha con
el Rey para el descubrimiento y
conquista de la Provincia de Vene­
zuela. Valladolid, 1546-1550.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomos 119 y 121.
52. Relación de probanza de Barto­
lomé y Antonio Welser en el pleito
con el Fiscal del Consejo de Indias.
Venezuela, 1546.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 121. pp. 1-67.
53. Autos seguidos en el pleito en­
tre el Fiscal del Consejo de Indias y
Bartolomé y Antonio Welser por
incumplimiento de la Capitulación
y Asiento relativos al descubri­
miento y conquista de Venezuela.
Venezuela, 1546.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 71.142 ps.
54. Proceso de Bartolomé y Anto­
nio Welsercon el Fiscal, sobre ape­
lación que interponen a la senten­
cia dad por el Juez Frías. Venezue­
la, 1546.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 117. 105 ps.
55. Información hecha ante el Juez
Juan Pérez de Tolosa. Traslado de
Capitulación con los alemanes. In­
terrogatorio en Coro. 17-6-1546.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 128. 170 ps.
56. Petición de los Welser en la
causa que siguen con el Fiscal
sobre la Gobernación de Venezue­
la y nombramiento del Gobernador
de dicha provincia. Venezuela,
1547.
6
Encuentros
13
1992
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 118. pp. 1-114.
57. Residenciatomada a los gober­
nadores alemanes Enrique Ehinger, Gerónimo Sailer, Bartolomé y
Antonio Welser, Ambrosio Talfinger y Jorge Espira, difuntos. Juez
de Residencia: Juan de Frías. Ve­
nezuela, 1548.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomo 88.177 ps.
58. Relación de los cargos hechos
por el Juez Juan de Frías contra
Enrique Ehinger, Gerónimo Sailer
y Bartolomé y Antonio Welser. Ve­
nezuela, 1548.
Armario 7 Salón. Juicio de Resi­
dencia. Tomos 27, 28 y 115.
59. Petición de Sebastián Rodrí­
guez en nombre de Bartolomé y
Antonio Welser en pleito que tratan
con el Fiscal Villalobos. Valladolid,
1548-1550.
Armario Salón Juicio de Residen­
cia. Tomo 118. pp. 1-23.
60. Sentencia contra Enrique Ehin­
ger, Gerónimo Sailer, Bartolomé y
Antonio Welser, proceso comen­
zado por el Juez Juan de Frías.
Coro, mayo 1548.
Armario 7 Salón Juicio de Residen­
cia. Tomo 28. 156. ps.
61. Varias Probanzas de los Wel­
ser. Valladolid, 1548.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 74. 236 ps.
62. Traslado del proceso seguido a
Juan de Carvajal acusado por la
muerte de Felipe de Hutten, Barto­
lomé Welser y otros delitos. Sen­
tencia de muerte y ejecución de la
misma. El Tocuyo, 1548.
Armario 7 Salón Juicio de Residen­
cia. Tomo 124. 147 ps.
63. Varias probanzas hechas en
Sevilla en nombre de Bartolomé
Welser y Compañía. Sevilla, 1548.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 77. 414 ps.
64. Carta de los Oficiales de Río de
Hacha al Rey. Río de Hacha, 20-21549.
Escaparate XX. Tomo 155. pp. 9499.
65. Testimonio de Sebastián Ro­
dríguez en nombre de los Welser
sobre el proceso que les siguió el
Juez Juan de Frías. Cédulas y Pro­
visiones Reales y Capitulación.
Valladolid, 1549.
Armario 7 salón Juicio de Residen­
cia. Tomo 116.156 ps.
66. Escrituras, Interrogatorios y otras informaciones que presenta
Sebastián Rodríguez en favor de
los Welser en el pleito con el Fiscal.
Coro, 1549.
Escaparate XX Juicio de Residen­
cia. Tomo 75. 490 ps.
67. Probanza del fiscal en el pleito
contra los Welser, declaraciones
de testigos entre ellos Juan de Vi­
llegas, testigo ocular. Coro, 1549.
Escaparate XX Juicio de Residen­
cia. Tomo 76. 377 ps.
68. Traslado de Probanza que pre­
sentó el Fiscal Villalobos en el plei­
to que sigue con los Welser, sobre
no haber seguido la Capitulación
con el rey. Valladolid, 9-6-1550.
Armario 7 Salón Juicio de Residen­
cia. Tomo 127.155 ps.
69. Petición de Sebastián Rodrí­
guez en nombre de los Welser para
poner tenientes en Venezuela y
pide las provisiones referentes a la
Gobernación de dicha provincia.
Valladolid, 1556.
Armario XX. Juicio de Residencia.
Tomo 78.134 ps.
70. Cargos que el Juez Frías hace
contra los Welser; actuación de
Bartolomé May en nombre de és­
tos. Sentencia de Tolosa en El To­
cuyo. Los Welser pierden sus dere­
chos. Venezuela, 1556.
Armario XX Juicio de Residencia.
Tomo 72.184 ps.
71. Poder y ratificación de súplica
que presenta Juan de Salazar en
nombre de los Welser sobre la sen­
tencia dada por el Consejo de In­
dias. Fotografía de documento es­
crito en latín en pergamino de cue­
ro. Augusta, 1556.
Armario 7 Salón Juicio de Residen­
cia. Tomo 117. 106 ps. •
Asociación Cultural Humboldt
con la colaboración docente del
Instituto Goethe, Munich
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Encuentros
13
1992
Tema: La fílosofía alemana en Venezuela
Introducción y coordinación
Fabiola Vethencourt
En 1946 se creó la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad
Central de Venezuela, fecha que de­
marca un contexto intelectual dentro
del cual se inscribe hoy el quehacer
fdosófíco nacional. En efecto, el catá­
logo de tendencias fdosóficas y de
concepciones acerca del sentido e im­
portancia del quehacer de la filosofía
que predominó en el momento funda­
dor de alguna manera sembró una orientación que habría de influir en las
formas particulares del desarrollo fi­
losófico en nuestro país.
Según lo revelan los testimonios
de quienes estuvieron ligados al surgi­
miento de los estudios académicos de
filosofía en Venezuela, la tradición
alemana tuvo especial influencia en la
formación de las primeras promocio­
nes. Gran parte de los primeros profe­
sores que llegaron para enseñar filoso­
fía en la Universidad eran españoles
formados por Ortega y Gasset, el gran
difusor de la filosofía alemana en Es­
paña. Juan David García Bacca, Ma­
nuel Granell, Eugenio Imaz, entre otros, impartieron cursos sobre Kant,
Dilthey, Husserl, Hartmann y Heidegger.
Sin embargo, pese a la enorme
influencia que ejercía el pensamiento
de los filósofos alemanes, en esos pri­
meros tiempos de la Facultad de Filo­
sofía y Letras pudo abrirse camino una
tradición de estudio de la filosofía
anglosajona, iniciada por el propio
García Bacca, quien se ocupó de Bertrand Russell, y por el profesor argen­
tino Rizieri Frindizi, quien dedicó al­
gunos cursos al pensamiento de A. N.
Whitehead. Sobre estas bases, en el
panorama de la filosofía venezolana
se desarrolló más adelante una co­
rriente de estudio de la filosofía analí­
tica anglosajona y del Círculo de Viena,
Iniciada la década del sesenta, en
un clima latinoamericano marcado por
el auge del marxismo, los estudios de
filosofía en la Universidad se exten­
8
Encuentros
13
1992
dieron al pensamiento de Marx y a
partir de allí, retrospectivamente, a
Hegel y Feuerbach. El entusiasmo te­
órico en tomo al marxismo llegaba a
nuestra academia a través del clima
intelectual francés representado en las
obras de Henri Lefebvre, Lucien
Goldmann, Jean Paul Sartre, éste últi­
mo un marxismo de corte existencialista, atmósfera que más tarde estuvo
ligada a la interpretación de los acon­
tecimientos del mayo francés, de la
cual surgió la necesidad de debatir en
tomo a los planteamientos teóricos
realizados por la Escuela de Frankfurt: Marcuse, Fromm, Adorno, Benjamin, y más tarde Habermas.
Una vez que el marxismo como
teoría filosófica comenzó a evidenciar
sus límites frente a los embates críti­
cos que se le dirigían desde múltiples
horizontes teóricos, el irracionalismo
francés surgido en tomo a la interpre­
tación de la obra de Friedrich Nietzsche, comenzó a difundirse en el medio
académico venezolano a través de los
nombres de Michel Foucault, Gilíes
Deleuze, Jean Baudrillard y otros.
Quizás, a modo de recuento, po­
dría decirse que a lo largo del año 1946
hasta hoy, en Venezuela ha logrado
sedimentarse una tradición de estu­
dios filosóficos cuya configuración
obedece a tres grandes influencias: la
filosofía alemana, la filosofía anglo­
sajona y la filosofía francesa, y que se
ha manifestado en una creciente proli­
feración de los centros de estudios
filosóficos académicos: la Escuela de
Filosofía de la Universidad Católica
Andrés Bello, la Maestría del Instituto
de Filosofía de la Universidad Central
de Venezuela, la Maestría y el Docto­
rado de Filosofía de la Universidad
Simón Bolívar, la Escuela deFilosofía de la Universidad delZulia, la Maes­
tría de Filosofía de la Universidad de
Los Andes y otros.
La pregunta inmediata a la inten­
ción de caracterizar el perfil de los
estudios filosóficos venezolanos en
base a la influencia alemana, anglosa­
jona y francesa ejercida en el presente
siglo, apunta a determinar qué rasgos
han dejado cada una de ellas. Siguien­
do los pasos del filósofo argentino
Eduardo Rabossi, quien intentó des­
cribir a la filosofía analítica en base al
concpeto de 'semejanza de familia'acuñado por Wittgenstein, es posible
extender esta iniciativa más allá de las
mismas pretensiones de Rabossi, a
una caracterización que nos aproxime
a una visión muy general también de
la filosofía alemana y francesa. El
concepto de 'semejanza de familia'
facilita un esfuerzo clasificatorio ba­
sado en algunos rasgos presentes, que
se entrecruzan en los individuos de un
universo dado, aceptando que estos
rasgos pueden darse con diversosgrados de intensidad y que, incluso en
casos particulares, pueden estar au­
sentes.
Así, en base a este concepto de
'semejanza de familia' podría decirse
que los rasgos característicos de la
filosofía alemana, de alguna manera
se hallan presentes en el trabajo teóri­
co de un sector de filósofos venezola­
nos contemporáneos, en la medida en
que en ellos predomina: a) una com­
prensión del quehacer filosófico co­
mo construcción sistemática racional,
en cuanto se intenta ordenar una tota­
lidad conceptual en base a una idea
rectora o a unas claves fundamentales;
b) una identificación del oficio filosó­
fico a la labor de exégesis, entendida
como examen riguroso de las partes de
la armazón conceptual y de las rela­
ciones entre ellas; c) una pretensión
omnicomprensiva, un intento por abarcar racionalmente la totalidad de la
realidad, recurriendo a la síntesis es­
peculativa de la razón; d) una concep­
ción de la filosofía como saber autó­
nomo respecto al conocimiento cien­
tífico, saber que, en algunos casos,
puede cumplir el papel de fundamento
de las ciencias; e) una aproximación al
lenguaje como instrumento de inves­
tigación de la realidad, cuya significatividad puede rebasar el ámbito verificable de la experiencia: detrás de un
concepto oscuro, la razón puede des­
cubrir una realidad, un nuevo horizon­
te filosófico.
Del mismo modo, en otro sector de
quienes se dedican a la filosofía en
Venezuela, rigen los rasgos de familia
de la filosofía anglosajona, represen­
tada en la filosofía analítica asumida
no como una doctrina o escuela de
pensamiento, sino más bien como una
actitud. Siguiendo la descripción de
Rabossi, hallaríamos en sus protago­
nistas: a) una estrecha relación entre
filosofía y lenguaje, gobernada por la
exigencia de precisión significativa,
que evita la oscuridad o equivocidad
de los términos lingüísticos; b) una
actitud cautelosa frente a todo com­
promiso ontològico que exceda los
límites de lo que puede ser probado
por la experiencia o sometido a una
discusión racional; c) una convicción
acerca de que la filosofía no propor­
ciona ningún conocimiento de la rea­
lidad, asumiendo que el conocimiento
es competencia exclusiva de las cien­
cias; d) una comprensión de la activi­
dad filosófica como análisis del len­
guaje, elucidación de significados,
clasificación de los conceptos.
Por último, del mismo modo que
en las dos familias anteriores, es posi­
ble afirmar que en otro sector de quie­
nes se dedican a la filosofía en nuestro
medio predominan los rasgos de la
tradición francesa, aunque ella, en gran
parte, haya logrado levantarse sobre
los cimientos de la filosofía alemana:
a) desde el sello del existencialismo
sartreano: una preocupación perma­
nente por la libertad del individuo, en
donde la persona humana es concebi­
da como proyecto (la existencia pre­
cede a la esencia); b) desde el sello del
más reciente irracionalismo nietzs­
cheano: una preocupación por la de­
construcción de los conceptos conso­
lidados en las tendencias filosóficas
más o menos vigentes, unida a úna
conjugación entre el pensamiento fi­
losófico y la escritura como proceso
estético.
Las tres grandes vertientes origi­
nales, la alemana, la anglosajona y la
francesa, decisivas en la formación de
la tradición de estudios filosóficos en
Venezuela, a lo largo de estos años, en
algunos casos, han logrado convivir
en el seno de las distintas instituciones
mencionadas, permaneciendo cerra­
das en su concepción filosófica, mien­
tras que en otros casos se han abierto
a un proceso de intercambio y enri­
quecimiento a través del diálogo con
posiciones diferentes y hasta posible­
mente adversas, de tal modo que en el
panorama filosófico venezolano de
hoy, al igual que en otras latitudes
académicas, pueden hallarse esfuer­
zos marcados por el predominio de
una de estas tres vertientes, pero tam­
bién esfuerzos que conjugan de algu­
na manera la influencia de más de una
de ellas.
Pese a que han transcurrido esca­
samente cincuenta años desde la crea­
ción de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Central de
Venezuela, hecho que inicia la insta­
lación en el presente siglo de una tra­
dición que habría de poner en contacto
a las generaciones intelectuales vene­
zolanas con corrientes de pensamien­
to europeas contemporáneas, tradición
que habría de difundirse y ramificarse
en distintos niveles en pocas décadas,
es quizás tiempo muy corto para tomar
distancia y escribir la historia objetiva
de la filosofía contemporánea en Ve­
nezuela, concebida como evolución
interna de conceptos. Pero más aún, es
lapso muy breve para ponderar resul­
tados y beneficios en un marco más
allá del académico, en el de su reso­
nancia e inserción en las redes de la
dinámica social.
Sin embargo, si bien la perspectiva
de la historia se aplica con desenvoltu­
ra para fenómenos distantes, y se com­
plica para los más cercanos, es perti­
nente dejar abierta la reflexión que,
aparte de señalar y reconocer la reali­
dad diversificada y de sostenido rigor
conceptual que ha alcanzado hoy el
desarrollo de la filosofía académica en
el país, se impone el compromiso im­
postergable de determinar las conse­
cuencias positivas que ha traído a la
sociedad venezolana el desarrollo de
esta práctica académica, la institucionalización de la filosofía: en la forma
en que se ha diversificado hoy en día
y en el modo en que su ejercicio pro­
fesional ha ido adquiriendo un rol so­
cial, ya no exclusivamente académi­
co.
En todo caso, el presente número
de la revista Encuentros sirve como
recaudador de un testimonio reciente,
hasta ahora disperso, que brinda algu­
nas pistas para una reconstrucción
posterior de ese capítulo de la historia
de la filosofía contemporánea en Ve­
nezuela, que se edifica en tiempos
presentes alcanzando una vigorosa y
promisoria originalidad, a partir de la
influencia ejercida por el pensamiento
alemán del presente siglo.
Encuentros
13
1992
9
La filosofía alemana en Venezuela
La filosofía
como instrumento genesíaco
Entrevista al Dr.
Ernesto Mayz Vallenilla
realizada por Fabiola Vethencourt
¿Cómo fu e su primera aproximación
a la filosofía alemana?
El gran introductor de la filo­
sofía alemana en el ámbito español y
latinoamericano fue José Ortega y
Gasset. Ya desde 1945 algunos jóve­
nes que entonces estudiábamos bachi­
llerato y que teníamos curiosidad poi
la filosofía, podíamos encontrar en las
librerías las publicaciones de la Revista
de Occidente, con textos de Scheler,
Simmel, o artículos sobre Dilthey,
Husserl, Heidegger y otros, lo que nos
daba una primera aproximación a la
atmósfera de la filosofía de la época.
Un grupo de nueve estudiantes, entre
ellos los hoy doctores Melich Orsini,
Gonzalo Pérez Luciani, Gustavo
Planchart, Alberto Weibezahn, Aquiles Monagas, Carlos César Rodríguez
y yo mismo, nos fuimos a la Argentina
a estudiar filosofía. Allí había una
atmósfera predominante de estudios
alemanes divulgados por Francisco
Romero, Angel Vasallo y Eugenio
Pucciarelli. Lamentablemente, los jó­
venes venezolanos que habíamos sido
becados por el gobierno de Medina,
fuimos privados de la beca a los tres
meses y tuvimos que regresar a Vene­
zuela, donde no había Facultad de
Filosofía. Justamente, como no halla­
ban qué hacer con nosotros, a quienes
10
Encuentros
13
1992
no nos gustaba el Derecho, pues ha­
bíamos decidido estudiar filosofía, y
así lo manifestábamos protestando por
la prensa, el gobierno decidió inaugu­
rar en Venezuela la Facultad de Filo­
sofía y Letras. El decano fue Mariano
Picón Salas, quien trajo a los profeso­
res españoles Juan David García Bacca y Eugenio Imaz, quienes se habían
formado en Alemania.
El profesor Imaz era el traductor de las
obras de Dilthey, que ya circulaban a
través del Fondo de Cultura Económi­
ca, y García Bacca había traducido
algunos opúsculos de Heidegger, y,
junto con Gaos, había dictado en Mé­
xico cursos sobre varios autores ale­
manes (Kant, Hegel, etc.)
¿Cuál era el ambiente intelectual
existente en América Latina y en Ve­
nezuela, en el momento de la llegada
de J£>. García Bacca y Eugenio Imaz
a la Universidad Central de Venezue­
la?
En el Perú estaba el profesor
Alberto Wagner de Reyna, quien ha­
bía sido discípulo personal de Heidegger y había escrito la Ontología
Fundamental de Heidegger, un libro
de la Editorial Losada, publicado por
Francisco Romero en la Argentina, y
que nos servía a nosotros como texto
para aproximamos por primera vez a
Heidegger. En Argentina, como he
dicho, estaban el propio Francisco
Romero, Vasallo y Pucciarelli, quie­
nes no ocultaban una marcada orienta­
ción hacia la filosofía alemana.
La filosofía alemana en Venezuela
De modo que, en aquel momento, ha­
bía una atmósfera en América Latina,
como también en Venezuela, donde
predominaba la filosofía alemana.
Imaz y García Bacca, una vez llegados
a la Facultad de Filosofía de la UCV,
pusieron directamente en nuestras
manos textos de Husserl, Heidegger,
Kant, Scheler, Hartmann, Dilthey y
otros.
Así, la aproximación a la filosofía por
parte de los jóvenes que nos dedica­
mos a su estudio en aquellos tiempos,
estuvo totalmente marcada por el pre­
dominio y la influencia de la filosofía
alemana. Por supuesto, llegaban noti­
cias de otros pensamientos filosófi­
cos, como el de Bertrand Russell y
otros filósofos ingleses, sin embargo,
no tenían tanto atractivo para nosotros
como los autores alemanes.
Específicamente, ¿qué influencia tu­
vieron el profesor Imaz y el profesor
García Bacca personalmente en su
formación filosófica y en su aproxi­
mación a los filósofos alemanes?
El profesor Imaz ejerció una
influencia decisiva en mi aproxima­
ción a la filosofía alemana. Durante el
segundo año de mi carrera, impartió
un curso sobre Dilthey que despertó
un inmenso entusiasmo en mí y de
donde salió mi primer trabajo sistemá­
tico sobre filosofía, desarrollado bajo
su tutoría, titulado “La Estructura Psí­
quica en Dilthey”, trabajo escolar pu­
blicado en la Facultad, con una porta­
da de Carlos Cruz-Diez, y con un
prólogo del mismo profesor Imaz.
Luego, en el momento de terminar mis
estudios de Licenciatura, el propio
profesor García Bacca me recomendó
que me fuera a Alemania a estudiar
directamente con Nicolai Hartmann,
cuyas obras él había explicado duran­
te dos años en sus cursos en Caracas.
¿Quiénes fueron sus profesores en
Alemania?
Salimos de Venezuela tanto
Alberto Weibezahn Massiani como
yo a estudiar a Gottingen; pero Alber­
to tuvo unos inconvenientes, y final­
mente tuvo que regresar a Venezue­
la... mientras que yo me quedé, sola­
mente por la ilusión de estudiar con
Hartmann. Era el invierno de 1950.
Sin embargo, lamentablemente, quin­
ce días antes de comenzar el curso,
Hartmann tuvo un desgraciado acci­
dente en bicicleta y se fracturó el crá­
neo. Estudié entonces ese semestre
con el profesor Wein, discípulo de
Hartmann.
A todas estas, Heidegger, quien era la
otra gran figura de la filosofía de Ale­
mania en aquellos tiempos, no dictaba
clases, pues pesaba sobre él una prohi­
bición por haber sido rector de la Uni­
versidad de Friburgo durante el régi­
men nazi.
Sin embargo, al semestre siguiente se
le levantó la prohibición, y yo me fui
a esa universidad para estudiar con
Heidegger. En 1951 se publicaron en
el Suplemento Literario de El Nacio­
nal dos arü'culos míos: uno dando no­
ticias del regreso de Heidegger a la
Universidad de Friburgo; y el otro, la
traducción de la primera conferencia
de Heidegger en ese curso, que lleva­
ba por título: “¿Qué significa pensar?”
Estudié con Heidegger tres semestres
seguidos y regresé a Venezuela en
1952.
Estando en Alemania, aparte de los
cursos a que asistía en la universidad,
compartía el estudio de la obra de
Heidegger, Kant y el problem a de la
Metafísica, con Ernesto Tugendhat,
quien era mi compañero de curso y
entonces tenía la nacionalidad vene­
zolana. Ernesto asumía la interpreta­
ción de Heidegger y yo la de Kant,
frente a los excesos interpretativos de
aquella endemoniada obra... cuya
complejidad y hondura era un reto
para ambos. De estos diálogos guardo
el más hermoso y vivido de los recuer­
dos, pues fueron para mí muy formativos. De entonces data la gran amis­
tad y el profundo afecto que me unen
con Ernesto Tugendhat.
¿Las primeras publicacionesfilosófi­
cas suyas, responden a este contexto?
Ya en Friburgo, empecé a
estudiar por mi cuenta a Husserl. En
Friburgo estaban Eugen Fink y Wilhelm Szilazi, quienes habían sido dis­
cípulos de Husserl, con quienes hice
contacto y tuve algunas conversacio­
nes, de modo que me fui introducien­
do a la lectura y análisis del pensa­
miento de Husserl, durante el invierno
de 1951, bosquejando un proyecto de
tesis doctoral en 1952. Pero en ese
momento tuve que renunciar a la beca
que tenía de Venezuela por razones
morales, dados los acontecimientos
de la ocupación y avasallamiento que
sufrió la Universidad Central.
Me vine a Venezuela, seguí estudian­
do a Husserl, pero no entré a la Univer­
sidad Central, y trabajé en una oficina
de ingeniería mientras cambiaba la
situación política universitaria. Ter­
miné mi trabajo sobre Husserl, la Fe­
nomenología del Conocimiento, que
presenté como tesis doctoral y que fue
publicada por la UCV. Hacia 1954 me
reincorporé a mi Alma Mater, impar­
tiendo en ella cursos y seminarios so­
bre Kant, Husserl, Hartmann y Hei­
degger. Recogiendo después de 1958
mis estudios dedicados a la obra filo­
sófica de Heidegger, decidí escribir
mi segundo libro, Ontología del Co­
nocimiento, obra que intenta ser un
análisis del problema del conocimien­
to a partir de las bases de la filosofía
heideggeriana. Heidegger no desarro­
lla explícitamente el problema del co­
nocimiento, sino que hace algunas alusiones en un parágrafo de El Ser y el
Tiempo. Precisamente a partir de allí,
yo traté de profundizar e iluminar el
problema del conocimiento dentro del
horizonte heideggeriano.
Después publiqué mi tercer libro, El
Problem a de la Nada en Kant, libro
que quiero mucho y que tiene algo
original, pues no se había escrito aún
ningún trabajo sobre ese tema en Kant
Tiene, no obstante, alguna influencia
de K ant y el Problem a de la M etafí­
sica de Heidegger, pero, sin embargo,
abordado el problema de la “nada”
desde el horizonte kantiano, éste reba­
sa las propias perspectivas heideggerianas ... inaugurando una dimensión
me-ontológica ajena al pensamiento
del filósofo friburgués.
Encuentros
13
1992
11
La filosofía alemana en Venezuela
¿ Usted diría que su trabajo filosófico
ha rebasado el marco de su formación
dentro del predominio de la filosofía
alemana?
Hubo un momento dentro de
mi formación en la filosofía en el cual
descubrí, que más allá de todo lo que
había aprendido, habían otras posibi­
lidades. Salir de un mundo como el
que representa la filosofía alemana es
dificilísimo, pues éste es todo un cos­
mos que aprisiona tenazmente al pen­
samiento. Yo creo haberlo hecho ...
pero si lo he logrado se lo debo en gran
parte a los propios instrumentos que
recibí de aquella formación. Esos ins­
trumentos me permitieron ir, a mi jui­
cio, más allá de los límites que trazan
en la filosofía alemana hombres como
Kant, con su idealismo crítico trascen­
dental; como Husserl, con su método
fenomenològico; como el propio Hei­
degger, con su filosofía existenciaria
de extraordinaria potencia y significa­
ción dentro de la tradición occidental.
¿Qué contribución cree Usted que tu­
vo la introducción del estudio de la
filosofía alemana dentro del ámbito
académico venezolano?
Yo diría que, en primer lu­
gar, uno de sus méritos es haber logra­
do un pensamiento lleno de contem­
poraneidad en Venezuela. Cuando
nosotros, los estudiantes de la Facul­
tad de Filosofía y Letras, ubicada to­
davía en la cuadra de la Iglesia de San
Francisco, estudiábamos filosofía ale­
mana, estudiábamos la misma filoso­
fía que se analizaba en esos momentos
en las mejores universidades del mun­
do: en La Sorbona donde Sartre, Wahl
y Merleau Ponty, como ejemplo de
grandes maestros, estaban bajo la égi­
da de la filosofía alemana; al igual que
sucedía en Italia, y, por lo general, en
todo el continente europeo. Había en­
tonces una especie de sintonía epocal
entre lo que nosotros estudiábamos y
la filosofía vigente en el mundo. Mi
generación no sufrió esa especie de
anacronismo que revelan las obras de
los positivistas venezolanos, quienes
descubrieron el positivismo cuando
ya este pensamiento estaba práctica­
mente pasado de moda y superado en
12
Encuentros
13
1992
Europa, desde un punto de vista doc­
trinario.
En segundo lugar, la rigurosidad del
pensamiento. Estudiar a Kant, a
Husserl, a Hartmann, a Heidegger,
requiere una rigurosidad intelectual
extraordinaria. Aquí ya no hay retóri­
ca, sino estricta disciplina racional.
Frente a ese modo de pensar vagaroso,
arbitrario, casual, pseudo-poético, por
no decir periodístico, común a los
intelectuales venezolanos, el estudio
de la filosofía alemana en Venezuela
impuso un estilo de pensar estricto,
disciplinado y racional, como necesa­
rio instrumento de análisis objetivo
para la filosofía concebida como
“ciencia rigurosa”, según la expresión
husserliana.
A partir de los años sesenta, sin em­
bargo, la filosofía alemana ha perdido
su hegemonía. Al lado de ella, ya sea
como derivaciones de la misma o con­
tra ella, han surgido una serie de co­
rrientes filosóficas sumamente apreciables, novedosas y críticas, que tam­
bién han llegado a nuestro ámbito cul­
tural. Tales son, por ejemplo, la filoso­
fía de habla inglesa, las tendencias
analíticas y lógicas, y asimismo la
filosofía francesa. Creo que es necesa­
rio que los jóvenes que hoy comien­
zan a hacer su carrera de filosofía, en
una situación distinta a la que nos tocó
a los jóvenes de mi generación, tengan
la posibilidad de abrirse a esas mani­
festaciones, sin que esto signifique
que pierdan el espíritu de rigurosidad
analítica que caracteriza a la filosofía
alem ana... por no decir a la auténtica
filosofía de todos los tiempos.
Cuando Usted dice que personalmen­
te logró traspasar los límites de ese
cosmos que es la filosofía alemana,
¿Ustedpiensa que ese es un reto que
acompaña a cualquier esfuerzo de
formación filosófica?
Transgredir, traspasar o tras­
cender los límites de la formación que
uno ha recibido, creo que es deber de
todo aquel que pretenda ser auténtico
filósofo. Al menos, según pienso, de­
be intentarlo. Pero, aparte de ese deber
universal que tiene todo aspirante a
filósofo que se precie como tal, sobre
nosotros los latinoamericanos... pesa
otro deber.
Nosotros vivimos en un mundo histó­
rico y cultural diverso al que sirvió de
marco para que se originaran y se
desarrollaran otras filosofías, sea en la
Antigüedad o en la Edad Moderna, sea
en Grecia o en Alemania, en China o
en la India. Vivimos en un Nuevo
Mundo. Si tomamos en serio lo que
esto significa, ello nos impone como
deber hacer brotar desde nuestra au­
tenticidad histórica, desde nuestros
propios orígenes y raíces, lo que debe
ser expresión de un filosofar que esté
en correspondencia con las exigencias
culturales, políticas y ethológicas de
este Nuevo Mundo. Para que sea efec­
tivamente “nuevo”, ese “mundo” te­
nemos que fundarlo; y esta tarea de
fundación, de echar sus bases como
fundamentos o cimientos para que se
sostenga y cobre vigor, es una tarea
raigalmente filosófica, porque la filo­
sofía es ciencia de los primeros funda­
mentos y principios.
Se necesita, pues, delinear los nuevos
fundamentos para que lo “nuevo” del
Nuevo Mundo cobre fuerza. Este es
nuestro deber como filósofos pertene­
cientes a este tiempo en el que se
imponen cada vez más las tendencias
homogeneizadoras de la tecnocracia
planetaria, donde se pretende trans­
formar a nuestro propio e intransferi­
ble “mundo” en una región sin nombre
y sin fisonomía propia. La filosofía
debe ser entonces un instrumento genesíaco para que ese “Nuevo Mundo”
se revele en su originariedad y ponga
de manifiesto la imborrable e indecli­
nable misión que debe cumplir nues­
tro esfuerzo creador dentro de la histo­
ria universal.
La filosofía alemana en Venezuela
Heidegger en Venezuela.
Recuerdos de cinco décadas
Alberto Rosales
La historia de la filosofía venezola­
na en los últimos decenios está aún por
escribirse. No hay todavía una exposi­
ción ponderada de lo ocurrido en ellos.
Las opiniones que se suele emitir sobre
ese tema son casi siempre juicios des­
pectivos acerca de las tendencias con­
trarias o alabanzas desmesuradas sobre
los amigos. No existe siquiera una apre­
ciación crítica de las obras publicadas
que, a través de un análisis de su conte­
nido y de sus logros, distinga sus acier­
tos de sus errores, reprochando estos y
encomiando aquellos. Ninguna de esas
tareas puede ser cumplida en pocas
líneas. Para hablar sobre la presencia de
Heideggeren el pensamiento venezola­
no, me veo pues casi forzado a anotar
simplemente mis recuerdos personales
sobre el camino recorrido en esas déca­
das, cuyo inicio coincide con mis pasos
iniciales hacia la fdosofía.
Uno de los primeros escritos de
fdosofía que cayó en mis manos, a
mediados de los años cuarenta, fue un
artículo de García Bacca publicado en
la Revista Nacional de Cultura. Se tra­
taba de un ensayo sobre la nada en
Heidegger, tal vez en tomo a su lección
“¿Qué es Metafísica?” Algún tiempo
después, encontré algunas referencias
marginales a Heideggeren mis lecturas
de Ortega. Por ese entonces había ter­
minado la segunda guerra mundial y
empezaban a llegar los ecos del existencialismo de Sartre y, con él, alusiones
cada vez más expresas a Heidegger y
Husserl. Esos autores, junto con Ortega
y Unamuno, figuraban frecuentemente
en mis diálogos de adolescencia con
Carlos Leáñez y César Manduca, An­
gel Viso y Ornar Tourón, y luego con
Ernesto Mayz, a quien conocí por esa
misma época. En el curso que éste
dictaba en el Liceo ‘Andrés Bello’, así
como a través de nuestras conversacio­
nes, adquirí una visión más precisa de
los pensadores fenomenológicos.
Nuestro interés por esos pensadores
nacía de la atmósfera espiritual de la
época, que encontraba en ellos respues­
tas a sus inquietudes, pero más allá de
ese entusiasmo epocal, compartido por
muchos, algunos pocos encontramos
luego en la lectura de Heidegger y Sar­
tre una apasionante visión de los fenó­
menos humanos, una manera de filoso­
far dotada de una concreción no cono­
cida hasta entonces, y, sobre todo, el
audaz replanteo de las cuestiones últi­
mas a partir y a través de ese análisis del
ser humano. Hoy, después de tantos
años, cuando ha pasado ya ese tempra­
no entusiasmo, admiro aún en Heideg­
ger la radicalidad con que ha planteado
y desarrollado las preguntas fundamen­
tales, por más lejos que esté yo de
algunas de sus respuestas.
Fenomenología, historicismo y existencialismo eran las corrientes filo­
sóficas de las que más se hablaba en la
Escuela de Filosofía, que acababa de
fundarse en la Universidad Central. El
Encuentros
13
1992
13
La filosofía alemana en Venezuela
historicismo orteguiano estaba repre­
sentado por Manuel Granell, mientras
que García Bacca exponía frecuente­
mente a los pensadores fenomenológicos. A fines de 1949, cuando cursaba
aún el último año de bachillerato, asistí
como oyente a algunas sesiones de un
seminario sobre las M editaciones
Cartesianas de Husserl, que García
Bacca dictaba en esa nueva Escuela. El
fue, al menos hasta 1957 cuando escu­
ché su curso de metafísica, el principal
divulgador de la filosofía fenomenológica en nuestro país. A través de sus
lecciones universitarias, como de mu­
chos de sus libros de esa época, empezó
a conocerse el pensamiento de Husserl,
Heidegger y Hartmann, en un país que
había vivido durante muchas décadas
en un estado de virginidad filosófica.
Susclases.pronunciadasen tono mona­
cal, eran formalmente perfectas y de
gran erudición. Su saber en los campos
más diversos parecía predestinarle para
grandes creaciones. Pero García Bacca,
como muchos pensadores de aquella
época, estaba cautivado por el lenguaje
de Heidegger, por sus interpretaciones,
a menudo violentas, pero iluminadoras.
De allí la inclinación de nuestro ilustre
maestro por chirriantes neologismos,
por exégesis originales pero capricho­
sas, que rara vez iluminan las profundi­
dades de la filosofía a través de un
análisis cuidadoso de los textos. Esto ha
echado, infortunadamente, fama de ar­
bitrariedad y extravagancia sobre sus
exégesis y traducciones. Sin embargo,
a juzgar por los frutos que han dado
algunos de sus alumnos de aquellos
años, su enseñanza fue muy exitosa. Al
hacer tales juicios sobre la influencia de
un maestro sobre sus alumnos no hay
que olvidar que la enseñanza, como
toda comunicación humana, depende
en buena parte de la calidad de los
interlocutores, así como de la atmósfera
espiritual de la época. Diez años más
tarde, en los estudiantes de los sesenta,
el mensaje de García Bacca hubiera
caído en el vacío, como efectivamente
ocurrió.
Entre aquellos que comenzaron en­
tonces a interesarse en la filosofía de
raigambre fenomenológica, Ernesto
Mayz, Federico Riu y yo, además de
estudiar los textos, llegamos con el tiem­
po a escribir trabajos mayores, que han
influido en cierto grado en el país y/o en
el extranjero. En la formación de los
tres tuvo un papel importante el enton­
14
Encuentros
13
1992
ces indispensable viaje a Alemania, la
experiencia de una manera rigurosa de
hacer filosofía, el conocimiento de
grandes profesores y el contacto con
ese pueblo y su cultura. El primero en
hacer esa experiencia fue Ernesto Mayz,
quien se marchó a Góttingen en 1950,
para estudiar con Hartmann. Como éste
falleció poco después, Mayz terminó
por residenciarse en Freiburg, donde
estudió con Fink, Ulmer y Szilazi. Allí
escuchó también la primera lección que
Heidegger dictó después de la guerra,
titulada “¿Qué significa pensar?” A su
regreso, en 1952, Mayz traía ya bastan­
te adelantado su trabajo doctoral sobre
Husserl, que apareció como libro en
1954 bajo el ü'tulo de Fenomenología
del conocimiento (reimpreso en 1975)
y que tuvo cierta repercusión en Fran­
cia. Su tema fundamental es el conoci­
miento como constitución del objeto.
Luego, en 1960, apareció su interpreta­
ción del "Ser y tiempo" de Heidegger,
en un volumen de cuatrocientas pági­
nas, titulado Ontología del conoci­
miento. Ella es la exposición más am­
plia del Heidegger temprano escrita en
el país.
Para Riu y para mí los años cincuen­
ta fueron sobre todo una década de
formación. El había ingresado a la Es­
cuela de Filosofía en 1949; yo lo hice al
año siguiente. A pesar de que no seguía­
mos siempre los mismos cursos, estu­
diábamos y dialogábamos con frecuen­
cia sobre cualquier tema. Tanto él como
yo, después de iniciamos en la lengua
alemana con la Dra. Ritter, hacíamos
nuestros primeros ensayos de leer a
Heidegger en el original. En 1953 y
gracias a una beca alemana, viajé a
Freiburg, donde seguí cursos durante
un año con Fink, Ulmer, Szilazi, Welte
y Reiner. Aparte de la primera "Crítica"
kantiana, leí en esa época la genial, pero
violenta, interpretación de Heidegger
sobre Kant. Mientras yo regresaba a
Caracas, en el verano de 1954, Riu
viajaba a Freiburg, donde entre otros
cursos pudo escuchar, en el semestre de
invierno de 1955/56, la lección que
Heidegger dictó sobre “El Principio del
Fundamento”. A su regreso, en 1956,
inició sus actividades como docente en
la Escuela de Filosofía, donde desde
hacía algunos años enseñaba Mayz,
especialmente la fenomenología husserliana. A fines de 1957, en aquella
época tan trágica para el país, y después
de terminar mi licenciatura, regresé a
Alemania con el propósito de hacer
estudios más profundos sobre Husserl y
Heidegger. Entonces conocí en Colo­
nia a Landgrebe y Volkmann-Schluck,
a Biemel y a Lakebrink, quienes habían
de ser mis maestros durante varios años
y a los que debo mucho en mi forma­
ción.
Cuando después de tres años entre­
vi lo que fue más tarde el tema de mi
tesis doctoral, regreséaCaracasen 1960,
donde la atmósfera social y cultural
había cambiado totalmente, también
para la filosofía. La caída de la dictadu­
ra condujo, entre otras cosas, a abrir las
universidades a lo que suele llamarse
las ‘clases populares’. Esa decisión,
cuya justicia social es innegable, masificó sin embargo desde entonces las
aulas e hizo bajar el ni vel de los estudios
y de sus resultados, especialmente en
las disciplinas más frágiles y sofistica­
das como las Humanidades. Ello ha
ocurrido en mayor o menor medida en
todas partes. Pero en Venezuela esa
decisión agudizó e hizo más visible una
falla permanente: nuestros jóvenes sue­
len llegar a las universidades con es­
combros de la tradición cultural y sus
cabezas han sido pervertidas por la es­
cuela y el bachillerato. En tal situación
el estudio y la divulgación de la filoso­
fía en general se hizo entonces más
precaria, si no estéril. Y ello se agravó,
además, por el auge del marxismo. El
estudio serio de la filosofía marxista
hubiera sido un enriquecimiento; en
cambio, el poder político de los marxistas - de los ‘idealistas’ y los resentidos
sociales, de los amedrentados y los
oportunistas - llevó la vida universitaria
a niveles de grosería y violencia antes
nunca vistas. La filosofía no tenía nin­
gún chance, donde la actitud general de
los jóvenes era la adhesión semi-religiosa a una concepción del mundo, que
les era presentada como la verdad defi­
nitiva de la historia. El interés por las
filosofías fenomenológicas decayó y
desapareció entonces, sin que ellas hu­
bieran sido atacadas y vencidas en un
debate de ideas por el marxismo, y
luego por el neopositivismo o la filoso­
fía analítica. Con honrosas excepciones
esa mudanza de filosofías no fue otra
cosa que un ir y venir de modas cultura­
les. Hoy en día, cuando el auge de esas
tendencias ha pasado, la nueva moda es
el postmodemismo y mañana será otra
cosa la que dará que hablar en los corri­
llos.
La filosofía alemana en Venezuela
Además, a comienzos de los sesen­
ta se produjeron algunos cambios de
importancia en los representantes de la
tendencia fenomenològica. García
Bacca, quien había sido hasta entonces
su principal divulgador, se convirtió de
la noche a la mañana, inspirado por los
aires del 58, en un entusiasta del mar­
xismo. Y a pesar de que su “Metafísica
estabilizada y Problemática metafísica
espontánea” (1963) está influida deci­
sivamente por Heidegger, su oposición
contra éste se inicia en esa misma épo­
ca.
Por esos años Riu se aproxima pri­
mero a la posición política de la izquier­
da y luego a la filosofía marxista, a
Lukacs y al Sartre de la Crítica de la
razón dialéctica. Su tesis doctoral so­
bre Heidegger (1962) era una exposi­
ción detallada de “¿Qué es metafísica?”
y no contenía, hasta donde yo recuerdo,
crítica alguna. Esa posición se refleja
aún en 1966 en su libro Ontologia del
siglo XX. De hecho, hasta su obra sobre
Ortega (1985), Riu siguió consideran­
do a "Ser y Tiempo" como un “libro
genial”, pero su posición frente a esa
obra y a Heidegger en general se hizo
con los años cada vez más crítica y
matizada. A pesar de su perspicacia
para los matices, Riu tendía a nivelar
demasiado la diferencia entre Kant y
Heidegger y consideraba el apriori for­
mal del ser humano como una estructu­
ra inmodificable por las circunstancias
históricas individuales. Por ello buscó
primero en Sartre y luego en los pensa­
dores marxistas una interpretación al­
ternativa, en la cual las “constantes fácticas” no estuvieran separadas de esas
circunstancias y fueran más bien pro­
ducto del devenir histórico. En un artí­
culo de 1972 sobre la lección de Hei­
degger antes mencionada, Riu contra­
pone a la visión estática, que él cree
encontrar en éste, la visión dinámica de
la dialéctica. Esa es más o menos su
posición en los artículos de 1981/83
sobre la polémica de Vázquez y Mayz
acerca del concepto de alienación. Pero
Riu estaba consciente de que la dialéc­
tica marxista era en sí misma una alter­
nativa problemática: si las estructuras
dialécticas de la existencia humana son
inseparables de los hechos históricos y
sólo pueden ser abstraídas a partir de
éstos, entonces se obúene aparente­
mente la concreción buscada, pero el
resultado no pasa de ser una hipótesis
contingente, propia de las ciencias so­
ciales empíricas; si, por el contrario, se
buscan las formas a priori de la praxis,
como quería Sartre, el resultado es cier­
tamente fdosófico, pero se recae en las
estructuras transcendentales estáticas
(Ensayos sobre Sartre, 117 ss.) Si no
me equivoco, Riu parece no haber al­
canzado una claridad última sobre ese
problema y las alternativas de su solu­
ción y prefirió detenerse en él, antes que
ir más allá de lo que tenía por cierto.
Ello es un testimonio más de su gran
probidad intelectual.
Otra señal del cambio que se operó
a comienzos de los años sesenta es el
libro de Ernesto Mayz Del hombre y su
alienación (1962), que contrapone las
ideas de Heidegger y Marx en tomo a
ese tema. Si bien Mayz continuó expo­
niendo hasta 1969 su interpretación del
conocimiento apartir de Heidegger, ese
libro, y muchos ensayos de los años
siguientes, anunciaron su progresivo
alejamiento de ese autor. A partir de su
vivencia de la libertad del hombre, Mayz
rechaza las concepciones fundamenta­
les del Heidegger tardío, pues cree ver
en ellas el tutelaje y dominio del hom­
bre por la verdad del Ser, esto es, la
negación de la libertad. Sin embargo,
como Mayz conünuó manteniendo la
interpretación heideggeriana de la edad
moderna en el sentido de un ascenso de
la voluntad de poder, que culminaría en
la técnica actual, al rechazar la verdad
del Ser en favor de la libertad humana,
se vió forzado a fundar esa voluntad de
poder y la técnica en el hombre y su
razón. Con elloel pensamiento de Mayz
experimenta un giro, que le aleja de
Heidegger y le hace regresar a la filoso­
fía moderna de la subjetividad, hacia
Kant y Feuerbach, Marx y Nietzsche. A
partir de ese giro y de su creencia en la
originariedad y en el desuno heroico del
hombre latinoamericano, Mayz ha ido
plasmando en las últimas décadas, con
fino olfato para los maüces de las cosas
y gran voluntad de realización, lo que
tal vez podría llamarse una visión “titá­
nica” del hombre. Sus escritos mues­
tran cómo éste, a través de su razón, y de
la técnica fundada en ella, se ha conver­
tido casi en un semi-dios (Esbozo de
una crítica de la razón técnica 1974;
Ratio technica 1983; El sueño del fu­
turo 1984). Sin embargo, el hombre
moderno, al igual que el titán de la
mitología griega, tiene un destino trági­
co, pues su poder y su voluntad de poder
le ponen en peligro de volverse esclavo
de sus propios productos, y de renun­
ciar a su condición moral al incurrir en
el dominio técnico del hombre por el
hombre. Ello hace necesario que se
intente El dominio del poder (1980) a
través de una voluntad de amor, que
sería el fundamento de una nueva ética.
Su último libro, sobre los Fundamen­
tos de la Metatécnica (1990), entrevé
perspectivas más optimistas. Mayz cree
descubrir en algunos productos de la
técnica actual impulsos que han de
transformar o re-producir lo que hasta
ahora ha sido la razón humana, y llevar
al hombre (o tal vez al super-hombre)
hacia horizontes inéditos. A través de
todos esos escritos ha plasmado Mayz
una visión del hombre moderno sin
duda original que, a pesar de sus puntos
de contacto con Heidegger, ha termina­
do por encontrarse en las antípodas de
éste. Pues si hay algo que Heidegger ha
combatido es el antropocentrismo mo­
derno, la exaltación del hombre al ran­
go de semi-dios. Yo también tengo mis
reservas acerca de esa concepción del
mundo. Sin embargo, creo que Mayz ha
sido, hasta el presente, el que ha ido más
lejos en el intento de desarrollar una
filosofía propia en la Venezuela con­
temporánea.
De esta suerte, ya a mediados de los
años sesenta, los estudiosos del pensa­
miento de Heidegger en Venezuela ha­
bían tomado un nuevo rumbo. Mi cami­
no fue completamente distinto. En 1967,
después de una segunda estadía en Co­
lonia, pude terminarmi trabajo doctoral
sobre la diferencia ontològica en las
obras tempranas de Heidegger, el cual
fue publicado luego, en 1970, en Ams­
terdam bajo el U'tulo de “Transzendenz
und Differcnz”. Como renuncié por va­
rias razones a traducirlo al español, ese
libro permanece casi desconocido en el
ámbito de nuestra lengua, mientras que
ha sido leído y citado en otros.
No es fácil para mí hablar sobre mi
relación con el pensamiento de Heideg­
ger desde esa época, porque mis expe­
riencias al respecto no han cuajado aún
en un resultado definitivo, y no creo que
en este campo deba hablarse de lo que
se quisiera hacer, sino de lo que se ha
hecho. Por ello me limitaré a esbozar el
camino recorrido tal y como él puede
ser visto en los trabajos publicados por
un observador cualquiera.
Esos trabajos se mueven en varias
direcciones. En primer lugar, algunos
de ellos tratan de aclarar y explicar el
Encuentros
13
1992
15
La filosofía alemana en Venezuela
‘giro’ del pensamiento de Heidegger,
esto es, el tránsito de la filosofía tras­
cendental de “Ser y Tiempo” a lo que
sus escritos posteriores llaman la ver­
dad del Ser. Aparte de escasas indica­
ciones, Heidegger evitó explicar en de­
talle los motivos y pasos de ese tránsito,
lo cual ha contribuido a dar a su obra
tardía la apariencia de una invención
poética, a la cual no se llegaría por un
camino de razones. He expuesto mi
interpretación sobre este espinoso
asunto en lecciones, conferencias y pu­
blicaciones. Aparte de una respuesta
aislada, esa interpretación ha desapare­
cido en el silencio que suele tragarse a
los escritos filosóficos en Latinoaméri­
ca. Por el contrario, una versión en
alemán de la misma, que apareció en
1984, ha sido comentada y citada en
escritos en francés, alemán e italiano.
Una segunda parte de ese mismo ensa­
yo aparece este año en Alemania, en
una publicación colectiva. Todo esto
forma parte de una exégesis de la con­
ferencia de Heidegger “Sobre la esen­
cia de la verdad”, que, si bien está
terminada desde hace una década, ha de
permanecer inédita por algún tiempo,
pues pertenece a una obra mayor, aún
inconclusa, sobre el tema “Verdad y
no-verdad”. Otras preocupaciones e in­
tereses me han llevado a postergar su
terminación, entre otras una exégesis
de Kant.
Unos cuanto ensayos, aparecidos
en alemán y castellano, han desarrolla­
do una interpretación sobre el origen
subjetivo de las categorías en la primera
“Crítica” de Kant. Su problema central
es, en cierto sentido, el mismo que para
Heidegger: conceptos ontológicos subjetividad - tiempo. Sin embargo, mi
manera de concebir ese problema, entre
otras cosas una interpretación teleológica del sujeto kantiano, es totalmente
diversa, si no contraria, al punto de vista
de Heidegger. Antes de la conclusión
de ese trabajo, seis ensayos míos ya
publicados sobre ese tema aparecerán
próximamente en forma de libro.
Finalmente, en muchos de esos en­
sayos de estas dos últimas décadas ha
quedado sugerido, a veces expresa­
mente, que los temas centrales siguen
siendo para mí lo que podría llamarse,
sin mucho aspaviento, nuestra com­
prensión de los conceptos filosóficos
fundamentales, la idea de la filosofía
misma y de su camino. También en esas
cuestiones me he mantenido en un diá­
16
Encuentros
13
1992
logo con Aristóteles, Kant y Heidegger.
Pero ya en mi ensayo sobre “El progre­
so sin plan” (1967) la relación hombre,
técnica y naturaleza era pensada sin
recurrir a la 'verdad del Ser' o a una
'voluntad de poder'. Una ponencia mía
parael congreso interamericano de 1977
y una conferencia sobre “Conciencia y
Dasein” (1985) contienen críticas ex­
presas a temas centrales de Heidegger.
Además, dos ensayos diversos de 1980
y 1986 reconocen que ‘ser y tiempo’
siguen siendo un tema fundamental,
pero tratan de abrirse paso hacia una
nueva manera de concebirlos. Este es el
trasfondo de mi ponencia al Segundo
Congreso Nacional de Filosofía, sobre
“El camino del filosofar”, en la cual se
esboza una hipótesis propia sobre la
génesis de los conceptos ontológicos.
No es difícil de ver que esos diversos
caminos remiten unos a otros, pero falta
aún su culminación en una obra. Habrá
que esperar los años venideros, para ver
si todos esos esfuerzos han de decantar­
se en una construcción que pueda soste­
nerse por sí misma.
Si bien las vías que hemos seguido
Mayz, Riu y yo son ciertamente diver­
sas, ellas tienen algunos rasgos comu­
nes bastante significativos. Los tres es­
tudiamos casi con los mismos profeso­
res en Caracas y Freiburg. En una u otra
forma fuimos enriquecidos por la expe­
riencia de la universidad alemana. To­
dos estuvimos influidos poderosamen­
te por las obras del primer Heidegger,
pero nos distanciamos, en diversas épo­
cas y con diversos grados de claridad,
de su filosofía posterior. A pesar de ello
Heidegger ha seguido siendo para to­
dos, a mayor o menor distancia, un
interlocutor en nuestros intentos pro­
pios.
Un capítulo aparte lo forman los
ataques contra Heidegger, que se pro­
longan a lo largo de las tres últimas
décadas, primero en libros y artículos,
finalmente en las gacetillas de la prensa
diaria. Para entender de qué se trata, es
necesario saber que esos ataques nunca
han estado dirigidos propiamente con­
tra Heidegger. Cuando hace treinta años
algunos colegas decían que éste era un
pensador medieval, un enemigo de la
técnica y cosas semejantes, lo que que­
rían insinuar, a un reducido grupo de
estudiosos de la filosofía, era que el
profesor fulano y el profesor zutano,
conocidos admiradores de Heidegger,
eran oscurantistas y reaccionarios. Y
como no hay nadie más fiel que un
enemigo neurótico, esas embestidas han
continuado esporádicamente a partir de
entonces. En tiempos más recientes, el
libro de Victor Farias sobre el pasado
nacionalsocialista de Heidegger ha su­
ministrado, tanto en Francia como en
Venezuela, el arma ideal para ese tipo
de golpes ‘por carambola'. Pues ahora
es posible condenar en tres líneas a
Heidegger como un redomado nazi, y
sugerir con ello a la vez que los lectores
de Heidegger coreen el peligro de tener
esa misma tendencia política. De tal
forma, con el corea- de los años esas
‘travesuras’ han terminado por descen­
der al nivel de la prensa amarillista.
Sin embargo, no puede negarse a
esos ataques una cierta importancia. En
una época en la que Heidegger ha pasa­
do de moda, al menos en Venezuela, en
que rara vez se dicta en nuestras univer­
sidades algún curso sobre su pensa­
miento, esas invectivas atestiguan, aun­
que sea en una imagen deformada, la
presencia de ese gran pensador en el
mundo contemporáneo. Y como nunca
se sabe qué efectos ulteriores pueda
tener lo que se publica, esos ataques
tienen a veces resultados insospecha­
dos e incluso sospechosos. Hace algu­
nos meses me topé en una librería con
dos personas jóvenes que iban en busca
de escritos de Heidegger. Cuando yo,
un poco asombrado, les pregunté de
dónde había nacido su interés por ese
autor, recibí la sorprendente respuesta:
“Heidegger es un filósofo sobre el cual
se discute mucho en la prensa; si lo
atacan tanto, por algo será.”
Esta puede ser una señal de que el
interés por el pensamiento de Heideg­
ger no se ha extinguido totalmente en la
indiferencia y de que tal vez algunos
puedan reanudaren el futuro su diálogo
con él. Dialogar con los grandes pensa­
dores es algo muy distinto de la frivoli­
dad del snob, del fanatismo de los admi­
radores o de la glotonería del erudito.
Ese diálogo surge sólo cuando el hom­
bre tiene interés en las cosas mismas, y
en el intento de escrutarlas, se topa con
los caminos recorridos por los pensado­
res, aprovecha sus aciertos y evita sus
errores. El día que surja entre nosotros
una actitud semejante nuestro quehacer
filosófico habrá dado un paso hacia la
madurez.
La filosofía alemana en Venezuela
Mi camino hacia Hegel
Eduardo Vásquez
¿Cómo tuve acceso a Hegel? Esta pre­
gunta no tendría mucho sentido en
otros países, en otras universidades.
Seguramente en Europa, Hegel se en­
cuentra en cualquier pensum. Pero en
la UCV, en 1952, cuando inicié mis
estudios de filosofía, el pensamiento
de Hegel no formaba parte de las ma­
terias dadas. Terminé mis estudios de
licenciatura en 1955, y nunca vi nada
sobre Hegel. Sin embargo, mi tesis
doctoral estuvo dedicada a la Filosofía
del Derecho en Hegel, a la sección
titulada el Derecho Abstracto. Esto
merece una explicación.
No sólo era Hegel el gran ausente del
pensum de Filosofía. Tampoco figu­
raba Ludwig Feuerbach, ni mucho
menos Marx. La ausencia de este últi­
mo se explicaba. En tiempos de la
dictadura, el pensamiento marxista y
quienes lo difundían estaban proscri­
tos. Más difícil de explicar es por qué
un pensador de la talla y de la impor­
tancia de Hegel no figuraba dentro de
la Escuela de Filosofía. Se estudiaba a
Hartmann, a Husserl, a Heidegger, a
Kant, pero Hegel parecía no haber
existido.
Llegar a Hegel por medios propios es
recorrer un camino largo, lleno de
desvíos, de falsas indicaciones, de es­
pejismos. Ni siquiera tuvimos un
maestro que nos indicara una biblio­
grafía acreditada. ¿Cómo caímos so­
bre Hegel? Nos parece que la culpa la
tuvo el marxismo. Expliquémonos. A
la caída de Pérez Jiménez en 1958, la
Facultad de Humanidades se inundó
de marxismo. De repente surgieron
marxistas por todas partes, movidos
por el deseo de difundir sus ideas y de
captar adeptos. Tuve un amigo que
continuamente me asediaba con la
doctrina marxista. Claro que el mar­
xismo que se difundía era el marxismo
soviético. Sin embargo, yo tenía acce­
^
so a revistas francesas, sobre todo a
L ’Express y ya antes había conocido
el libro de Henri Lefebvre El m ate­
rialism o dialéctico, editado en fran­
cés en 1937 y reimpreso 20 años des­
pués. Publiqué una versión castellana
en 1959, sin pie de imprenta. Allí se
hablaba de alienación, del hombre to­
tal, de dialéctica hegeliana. También a
través de L ’Express supe de la exis­
tencia de Lucien Goldmann. Publiqué
la versión al castellano de su libro
Recherchesdialectiques(Gallimard,
1959) y leí su libro La comunidad
hum ana y el universo en Kant (PUF,
1948). Como se sabe, Goldmann era
discípulo de Georg Lukacs. Fui lleva­
do a éste por medio de Goldmann.
Pronto tuve en mis manos el libro
maldito del marxismo, Historia y
conciencia de clase, publicado en 1960
por Les Editions de Minuit. Como re­
sultado de esas lecturas entendí que
nada podía comprenderse del marxis­
mo o de Marx sin conocer profunda­
mente a Hegel. Con suma dificultad
fui entrando en el pensamiento del
más difícil pensador de Occidente,
pero también, estoy seguro, del que
procura más satisfacciones intelec­
tuales. No sólo traté de comprenderlo,
sino también de difundirlo. Fue así
que publiqué la traducción de la Fi­
losofía del derecho, y luego la P ro­
pedéutica filosófica. Publiqué tam­
bién numerosos artículos sobre Hegel,
recogidos luego en un volumen titula­
do Ensayos sobre la dialéctica (1982).
Hegel me enseñó un Marx diferente
del de los manuales de la URSS. Pero
tampoco podía comprenderse a Marx
sin Feuerbach, ni a Hegel mismo sin
Feuerbach. Y así me vi envuelto en
tres pensadores tramados por la histo­
ria. Y ahora, también podemos afir­
mar, que nada puede entenderse de la
filosofía contemporánea sin Hegel.
Nietzsche, Kierkegaard, Heidegger,
Sartre, hunden sus raíces en Hegel. La
laguna que encontramos en la Escuela
de Filosofía en 1952 se ha colmado.
Creemos que ello tiene un gran valor.
Más aún si se piensa que nuestra cul­
tura filosófica ha dependido mucho de
Europa: ¿cómo comprenderla si estu­
diamos pensadores aislados, fuera de
su contexto y de sus raíces históricas?
Hegel es una culminación, el compen­
dio de toda la historia de la filosofía y,
a la vez, el punto de partida de toda la
filosofía post-modema. De allí su im­
portancia para todo aquel que se inte­
rese por la filosofía, esto es, por el
hombre y su destino.
Encuentros
13
1992
17
La filosofía alemana en Venezuela
Nietzsche:
los riesgos de un error
Alexis Alzuru
Las primeras décadas del presente si­
glo constituyeron el escenario en el
cual se representaron encarnizados
debates sobre distintos tópicos relati­
vos a los criterios metodológicos para
validar teóricamente las conclusiones
derivadas de un aparato teórico y, en
consecuencia, establecer el valor cog­
noscitivo del modelo como un todo.
Por ejemplo, basta pasar la mirada por
los textos de Max Weber y de Karl R.
Popper y de aquel grupo de autores
que formaban el llamado Círculo de
Viena para imaginar y calcular el es­
pacio ocupado, en aquellas mesas de
intercambio y regateo argumental, por
los problemas metodológicos. Varios
de los aspectos entonces tratados se
definieron, al correr del tiempo, como
pseudo- o falsos problemas y por eso
fueron dejados de lado; otros aún son
objeto de análisis; algunos encontra­
ron soluciones consistentes. Por cier­
to, entre las soluciones acordadas ayer, interesa recordar y señalar la que
se recoge en la tesis según la cual la
significación teórica de la historia de
las ideas filosóficas se incrementa o
no según la potencia explicativa que
ofrezca para la caracterización, la de­
finición y la superación de los intensos
y urgentes problemas que acicatean el
entorno empírico actual. Esta última
proposición puede asimilarse a la ex­
presión mundo circundante.
En su conjunto, la tesis propuesta es
factible reformularla como sigue: la
reconstrucción histórica de las ideas
filosóficas adquiere validez cognosci­
tiva si contiene conjeturas cuya inten­
cionalidad explicativa se orienta hacia
la corrección y restricción de los ries­
gos del presente. Quizás resulte ade­
cuado sacar algún partido a estas pre-
18
Encuentros
13
1992
cisiones conceptuales. En ese sentido
se puede señalar que las consideracio­
nes históricas contenidas en estas pá­
ginas se inscriben dentro del horizonte
comprensivo descrito. Esta proposi­
ción es factible reformularla a través
de otro giro discursivo más explícito y
sencillo. Así se diría que estos frag­
mentos pretenden apenas bocetear el
recorrido del pensamiento del señor
Friedrich Nietzsche por estas tierras
latinoamericanas. Por supuesto, esa
breve historia posee como telón de
fondo la discusión respecto a la utili­
dad crítica y, por lo mismo, correctiva,
que arrojó esa filosofía en el pasado.
Sin dejar de enunciar el contexto teó­
rico en el cual puede tener hoy sentido
la revitalización de las tesis centrales
del filósofo alemán.
Francisco Miró Quesada, en su obra
Despertar y proyecto del filosofar la­
tinoamericano, (México, Fondo de
Cultura Económica, Ia ed., T. 1,1974,
pp. 274.) describe buena parte de la
historia de la llamada filosofía latino­
americana. Esa reconstrucción histó­
rica constituyó un esfuerzo por definir
las ideas que han ocupado el escenario
teórico de esta región. El historiador
articuló esa reconstrucción a través de
la clasificación temporal y temática de
los diversos aspectos o problemas tra­
tados. Gracias a esa estrategia se esta­
blece un nexo entre lapsos temporales
y tramas conceptuales. Al pasar se
podría decir que esta metodología ca­
balga sobre aquel presupuesto según
el cual las épocas se encuentran en una
relación de tensión con un conjunto
específico de ideas. Pero este presu­
puesto es una modalización de la tesis
que afirma la reciprocidad de la expli­
cación, en la doble acepción de carac­
terización y corrección, del mundo
circundante por vía de la construcción
de aparatos teóricos y viceversa.
Miró Quesada considera el período
que media entre la última década del
siglo pasado hasta finales de los años
treinta como la primera etapa de desa­
rrollo del pensamiento filosófico lati­
noamericano. Por lo demás, esa pri­
mera parcela queda reconceptualizada en la expresión ‘etapa de la genera­
ción fundadora’. El filósofo uruguayo
Carlos Vaz Ferreira pertenece a esa
generación fundadora. En su obra, por
cierto, se percibe la influencia de la
filosofía del señor Nietzsche. Esa in­
La filosofía alemana en Venezuela
fluencia se manifiesta en dos planos
diferentes: el temático y el discursivo.
En efecto, la reflexión de Vaz Ferreira
transita algunos caminos que son cen­
trales en la obra del alemán. Por ejem­
plo, el filósofo uruguayo dedica una
porción de páginas a la cuestión de la
fundamentación de los valores, de la
relación entre ética y estética; adelan­
ta posiciones esteticistas respecto de
la comprensión de la realidad y, por si
fuera poco, pasea a la pluma por el
tema del héroe y la heroicidad. Por
otra parte, Vaz Ferreira es, aún hoy,
uno de los pocos filósofos latinoame­
ricanos que haconjugado en sus textos
el uso del discurso conceptual con
giros retóricos, esto es, el empleo de la
metáfora, de la imagen, de la frase
sugerente e imprecisa, de la adopción
del aforismo.
A partir de la década del cuarenta, la
presencia de la filosofía heideggeriana en esta parte de occidente potenció
aquella interpretación esteticista de la
filosofía nietzscheana. El zumo de esa
interpretación señala que la creación
del sentido, intencionalidad, y el con­
tenido, carácter prescriptivo, de los
valores depende tanto de la genialidad
como de la capacidad para imponer­
los. Esta capacidad de imponer los
valores se refiere al deseo inherente a
la voluntad de manifestarse y desple­
garse a través del ejercicio de la domi­
nación. Desde esa perspectiva se esti­
muló una comprensión voluntarista
de la teoría propuesta por Nietzsche.
En rigor, una teoría voluntarista aca­
rrea una explicación del llamado mun­
do circundante desde un ámbito dis­
tinto al de la razón. Se inició así una
peligrosa vinculación entre la filoso­
fía nietzscheana y el irracionalismo.
La perspectiva según la cual la teoría
de Nietzsche atiza una comprensión
irracional del mundo circundante y,
en consecuencia, conduce hacia una
praxis individual y pública también
irracional, recibió un empujón defini­
tivo cuando se le vinculó al régimen
nazi. Las interpretaciones de Lukács,
por ejemplo, se constituyeron en una
palanca estratégica desde la que se
argumentó y escenificó el feliz matri­
monio entre el nazismo y la filosofía
nietzscheana. Hacia finales de la dé­
cada del cincuenta ya Lukács ejercía
su influencia en el pensamiento de
esta subregión. En esa época, Francis­
co Miró Quesada ubica a la tercera
generación de filósofos americanos.
Estos, bajo el manto del nuevo mar­
xismo, perpetuaron la tesis que afirma
la irracionalidad del sistema nietzscheano.
Ciertamente, la argumentación dirigi­
da a presentar el modelo nietzscheano
como una apología de la irracionali­
dad aparece cada día más como teóri­
camente inconsistente y refutable. Sin
embargo, esa perspectiva pervive en
estos tiempos. Aún más, esa compren­
sión se ha revitalizado a través de
pensadores que pregonan las tesis de
la llamada teoría de la postmodemidad. Esta teoría apela a Nietzsche para
argumentar, paradójicamente, la im­
posibilidad de fundamentar intersub­
jetivamente los juicios éticos. En con­
trapartida, esa doctrina expande o tra­
fica la creencia según la cual todos los
valores son relativos. Pero no se puede
ocultar que la relatividad ética produ­
ce en la esfera de la acción consecuen­
cias altamente riesgosas y perniciosas
para todos. Para presentarlo en blanco
y negro, la relatividad ética disuelve,
entre otras cosas, la posibilidad de
discutir normas que permitan la cons­
trucción de un escenario de conviven­
cia regulado por valores que induzcan
comportamientos tolerantes.
Desde este horizonte se puede con­
cluir que si algún sentido tiene hoy la
reconstrucción de las tesis de la filoso­
fía de Nietzsche, es la de activar y
orientar la reflexión hacia la defini­
ción de criterios fundamentados ra­
cionalmente para la selección y pres­
cripción de normas obligantes política
y éticamente. En el entendido que sólo
una ética fundamentada puede coad­
yuvar a la corrección de esa intoleran­
cia en la cual se debaten y se consu­
men las sociedades latinoamericanas.
°
ΠNTOC^
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Encuentros
13
1992
19
La filosofía alemana en Venezuela
Walter Benjamin:
anotaciones sobre
conocimiento y experiencia
Agustín Martínez
En contraste con la actitud predo­
minante en la obra de los grandes
autores de la crítica social contempo­
ránea, la de Walter Benjamín se com­
place en movimientos sorpresivos y
en preferencias interpretativas infre­
cuentes: no renunció al potencial crí­
tico que yace en lo cotidiano, en la
insignificancia histórica de los peque­
ños objetos y en las minúsculas cir­
cunstancias, en fin, en lo que la moda
y el tiempo acelerado de la producción
va arrojando al cuarto de los desperdi­
cios. (1) “Penetramos el misterio sólo
en el grado en que lo encontramos en
lo cotidiano por virtud de una óptica
dialéctica que concibe lo cotidiano
como impenetrable y lo impenetrable
como cotidiano”, dejó escrito en su
ensayo sobre el surrealismo”. (2)
Esta suerte de transmutación de
los Tugares’ de lo cotidiano y su sig­
nificado trascendente, esa aproxima­
ción y, en definitiva, anulación de la
distancia entre ambos términos, signi­
fica el abandono de una comprensión
simbólica del mundo, esto es: la re­
nuncia a una representación dual del
mundo en el cual contenidos esencia­
les últimos yacen, distantes e indife­
rentes, bajo la coraza calcinada de las
situaciones cotidianas habituales, de
las imágenes gastadas y deleznables.
Que un tipo de comprensión del mun­
do moderno en aquellos términos es
incompatible con las nuevas condi­
ciones de la experiencia es algo que,
desde su punto de vista, habría mos­
20
Encuentros
13
1992
trado gravemente el surrealismo; que
se trata también de una condición del
pensamiento crítico, para el cual es
requisito indispensable la determina­
ción de un nuevo punto de partida para
la reflexión, es un corolario que pare­
ce desprenderse con claridad de sus
trabajos.
La representación de lo trascen­
dente como misterioso transmutado
en el ropaje de lo cotidiano, se orienta
en Benjamín a la disolución del carác­
ter meramente inmediato de la expe­
riencia del mundo de la vida; por tan­
to, a la denuncia de su descalificación
como punto de partida de la reflexión
y el conocimiento. En esa doble apro­
ximación entre lo dado y su sentido,
encuentra Benjamín la clave de la ex­
periencia desacralizada que acompa­
ña a la modernidad. Según este punto
de vista, la inmediatez de la experien­
cia no representa apenas el punto de
partida contingente que deberá ser abandonado en la búsqueda de un sen­
tido último y trascendente del mundo,
pues nada hay, en verdad, tras ella que
ordene y sustente nuestras vivencias
condenadas a la inautenticidad. De
allí que, para Benjamín, el mundo de
la vida deba ser objeto de una redefi­
nición dialéctica en virtud de la cual
pasa a ser una determinación esencial
suya su transmutación en lo otro, en el
‘misterio’, que es la otra cara de su
verdadero ser. Lo dado es, entonces,
bajo este punto de vista, sólo aparente
inmediatez; figura cosificada de un
contenido que es en verdad vivo. Su
crítica abarca también las concepcio­
nes historiográficas que sacrifican los
contenidos particulares a favor de la
postulación de un sentido último que
se realizaría en la historia como su fin
y su justificación. En manos de Benja­
mín, incluso la concepción de una
dinámica histórica que traspasa y se
distancia de las situaciones particula­
res, que constituyó el centro de las
Programa
de la
ACH,
Caracas
Mayo 92
Jueves de Cine: Ciclo de películas teatrales
Fecha: 7, 14, 21, 28 de mayo
Hora: 7:00 pm
Lugar: ACH
El principe de Homburg, pieza del famoso autor Heinrich von Kleist, que analiza el
conflicto entre el deber y el sentimiento (1973, color, 140', Peter Stein)
Jueves 7 de mayo
Woyzeck, la pieza de Georg Buchner que presenta la tragedia del hombre víctima del
poder y la ciencia (1966, b/n, 90', Rudolf Noelte)
Jueves 14 de mayo
Maria Suart, sobre la obra de Friedrich Schiller (color, 111', videoproyección)
Jueves 21 de mayo
Intriga y amor, obra de Schiller que relata el drama entre un amor romántico y la
corrupción gubernamental (color, 96', Heinz Schirk, videoproyección)
Jueves 28 de mayo
Sábado 23
Concierto:
El Bolero de la Tosca, Jannet Macan - soprano, Carlos Urbaneja - piano
Teatro Alexander von Humboldt / 7:00 pm, ACH
Miércoles 27
Foro y discusión:
¿A qué árbol puedes arrimarte?
Medios de ayuda y concepción de la vida que ofrecen las tres religiones mundiales y la
filosofía moderna (Rabino Pynchas Brenner, Padre Carrillo, Imam Sheikh
Mohammmed Dib Alí y el Prof. Rosales)
Sede de la ACH / 7:00 pm
Jueves 28
a partir del jueves 28
Domingo 31 al viernes 19 de Junio
Exposición:
Joseph Beuys - Dibujos, Objetos y Gráficos Originales
En colaboración con el MACCSI
Lugar: Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber - Parque Central
Inauguración: 28 de mayo / 7:30 pm
Hasta el 05/12 de julio
Programa acompañado por dos conferencias dictadas por la Sra. Kartofel (México)
y una muestra de videos de la Colección "Joseph Beuys",
como actividad complementaria a la exposición del autor en el MACCSI y en la ACH.
Horarios en la ACH: los Jueves de Cine a las 6:00 pm
Exposición:
Los Artistas emplean Fotografías
Muestra de los múltiples usos del medio por parte de una selección de artistas, desde
Dieter Hacker y Joseph Beuys hasta Gerhard Richter.
Exposición de la serie: Fotografía en Alemania desde 1850 hasta hoy en día
(IfA-Stuttgart)
Inauguración: Domingo 31 de mayo /1 1 :00 am
Domingo 31
Concierto:
La Guitarra y su Historia - Recital-Charfa de Rubén Riera
Lugar: Teatro Alexander von Humboldt
Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm, ACH
Junio 1992
Continúan las exposiciones de Joseph Beuys (hasta el domingo 12de julio) y de
Los Artistas emplean Fotografías (hasta el domingo 5 de julio)
Miércoles 3 al viernes 5
Taller sobre películas: Hamburger Filmbûro
Análisis de largo- y cortometrajes según aspcectos profesionales y presentación de la
organización de subvenciones en el campo de la cinematografía en Alemania, en
especial en el estado de Hamburgo. En colaboración con el ANAC. Participación por
invitación.
Miércoles 3
Concierto:
Highlights Musicales del Colegio Humboldt
con la Coral del Colegio Humboldt
Fecha: Miércoles 03 de junio
Teatro Alexander von Humboldt/ 7:00 pm
Sábado 6
Concierto:
Stockhausen - Ensemble Nova Música, Director: Alfredo Rugeles
Lugar: MACCSI /5:00 pm
Domingo 7
Concierto:
Trio Barroco ‘Abreu'pata flauta dulce, violincello y clavecín
Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm - ACH
Jueves 11
Jueves de Cine: continúa el ciclo de películas teatrales
Emilia Galotti (1957, color, 125', Martin Hellberg); la pieza de Lessing sobre la corrupción
de los principes
7:00 pm / ACH
Jueves 18
Jueves de Cine:
Enemigo de Clase {1982, color, 125', Peter Stein), pieza montada por el famoso Stein
sobre la brutalidad, el aburrimiento y la frustración de los jóvenes
7:00 pm /ACH
Sábado 20
Concierto:
Jazz,
Günter Klatt y Tizian Jost
Teatro Alexander de Humboldt / 7:00 pm
Taller: lunes 22 de 9:00 am a 12m - ACH
Domingo 21
Fiesta:
Día de la Música
con la Alliance Française, la Fundación Banco Consolidado y muchos otros.
Detalles ver prensa.
Jueves 25
Jueves de Cine:
Stella (color, 85', Franz Josef Wild, videoproyección), la obra de Goethe sobre el
encuentro dramático de ex-amantes.
Domingo 28 al
Viernes 17 de julio
Exposición:
Fotografía de la Bauhaus
Selección de fotografías de profesores y alumnos de la famosa escuela de Walter
Gropius . Exposición de la serie: Fotografía en Alemania desde 1850 hasta hoy en día
(IfA-Stuttgart)
Inauguración: Domingo 28 /1 1 :00 am - ACH. Con brindis
Julio 1992
Jueves 2
Miércoles 8 al miércoles 22
Jueves 9
Domingo 19
Domingo 26
Domingo 26
Agosto 1992
Domingo 02
Continúan las exposiciones de Joseph Beuys (hasta el domingo 12 de julio) y de
Fotografía de la Bauhaus (hasta el viernes 17 de julio)
Jueves de cine: continúa el ciclo de películas teatrales
Detalles ver prensa y cartelera en la ACH
Teatro Alexander von Humboldt / 7:00 pm
Taller:
Introducción a la Estética Musical de lo Impreciso y lo Paradójico.
Dictado por el Prof. Dr. Hans Joachim Koellreutter, Academia de la Música,
Sao Paulo, Brasil.
En cooperación con el COÑAC.
Inscripciones en la ACH.
Detalles ver prensa
Jueves de cine: ciclo de películas teatrales
Detalles ver prensa y cartelera en la ACH
Teatro Alexander von Humboldt / 7:00 pm
Cine para Niños:
Flumpelstilzchen
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Cine para Niños:
El gato con botas
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Conferencia y taller:
La Historia Oral
Prof. Albrecht Lehmann, Seminar fur Deutsche Alterums- und Volkskunde, Universidad
de Hamburgo.
Workshop: La Segunda Guerra Mundial y el tiempo de la postguerra como temas de
relatos del recuerdo - Sobre el problema de acontecimientos históricos y ficción,
Grandes sucesos de la historia y su reflejo en los relatos de testigos de la época.
En la ACH.
Cine para Niños:
Un escarabajo de paseo
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Domingo 9
Cine para Niños:
Novedades sobre el bandido Hotzenplotz
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Lunes 10 al Domingo 16
Concierto:
Fundación Vicente Emilio Sojo
en el marco del IX Concurso Internacional de Guitarra "Alirio Díaz"
Detalles ver prensa
Agosto 1992
cont.
Domingo 16
Cine para Niños:
Piratas urbanos
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Domingo 23
Cine para Niños:
Schneeweißchen und Rosenrot
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Domingo 30
Cine para Niños:
La media roja
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Finales de agosto
Danza-Teatro:
Talleres dictados por Heide Tege der
Duración: 3 semanas aprox.
Detalles ver prensa
Septiembre
1992
Domingo 6
Cine para Niños:
Metin
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Domingo 13 al miércoles 30
Exposición:
Antolines Castro y Frank Cisneros
Inauguración: Domingo 13 de septiembre
Sala de exposiciones de la ACH / 11.00 am
Domingo 13
Cine para Niños:
El oso, el tigre y los demás - Janosch
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
Lunes 14 al viernes 18
Seminario:
El Video en el Cine Experimental y en el Largometraje
dictado por un experto alemán
Domingo 20
Teatro de Títeres
Der Froschkónig de los Hermanos Grimm,
por Los Hermanos Meriín
Teatro Alexander von Humboldt / 4:00 pm
y un adelanto para Octubre
Concierto del Ensemble Aureus a principios de octubre
y luego del Grupo Cantores de la Sierra
Charlas literarias con la
Prof. Ueselotte Varesch!
BIBLIOTECA - MEDIOTECA
Horario: 9:00 a.m. -12:00 m
2:00 p.m. - 6:00 p.m.
Jueves: hasta las 6:30 p.m.
Viernes: hasta las 12:00 m
HORARIO DE EXPOSICIONES
Lunes a viernes:
8:00 a.m. - 6:00 p.m.
Sábados
9:00 a.m. -12:00 m.
3:00 p.m. -5:00 p.m.
Domingos:
11:00 a.m. -14:00 p.m.
Discusión y análisis de textos
literarios de la literatura alemana
de todos los tiempos.
Los lunes , 25 de mayo, 8 y 22 de
Junio, 6 y 20 de julio
Sala Alexander von Humboldt,
ACH/8:00 pm
La filosofía alemana en Venezuela
argumentaciones historicistas, repre­
senta una construcción teórica distorcionante que niega el contenido dia­
léctico de la experiencia concreta. Es­
ta es la tesis que desarrolla en su ensa­
yo “Eduardo Fuchs, el coleccionista y
lo histórico”, donde la critica se dirije
al trascendentalismo histórico y al
‘mesianismo’ en la lectura de la histo­
ria como concepciones fundamenta­
les en conceptos que niegan la estruc­
tura dialéctica de la experiencia con­
creta. Para eludir el perspectivismo
historicista que alinea y jerarquiza fal­
samente los acontecimientos históri­
cos, se propone, dice, “hacer que la
época salte fuera de la continuidad
histórica cosificada, que la vida salte
fuera de la época, la obra fuera de la
obra de una vida”. (3)
Se trata, pues, de desmontar, des­
construir las estructuras del pensa­
miento jerarquizante que termina re­
duciendo a la insignificancia los even­
tos concretos (‘la obra’) luego de se­
pultarlos bajo el peso de construccio­
nes arbitrarias: la ‘continuidad histó­
rica’, la ‘obra de una vida’, etc. El
punto de vista benjaminiano invierte
esa jerarquía y propone otro ordena­
miento constructivo basado en la pre­
eminencia de lo concreto (la obra) y en
el desvelamiento de su ‘misterio’: “que
en una obra quede conservada y absor­
bida la obra de una vida, en ésta la
época y en la época el decurso históri­
co”. (4)
París, ciudad que representó para
Benjamín el centro de su reflexión
filosófica, experimentará en sus ma­
nos esa misma mutación reconstructi­
va. También ella será examinada des­
de el punto de vista de ese cotidiano
misterioso que encierra para él los
secretos del siglo XIX. En sus calles,
en las modificaciones de su geografía,
en lo ‘pintoresco’ de sus situaciones y
personajes, Benjamín (siguiendo el
itinerario sofocante y lúcido de Baudelaire) descubre las huellas más re­
saltantes de las tendencias espirituales
de su época, lo que en la configuración
burguesa del mundo se sedimenta co­
mo contenido objetivado de su tiem­
po, como perversión y también como
promesa de liberación: sus calles en­
cierran secretamente “los esplendores
del capitalismo”, pero también sus
miserias sorprendidas en lo que hay en
ellas de más vistoso y enigmático,
fantasmagorías del sentido histórico
constistanciadas en lo cotidiano.
“Fourier o los pasajes”, “Daguerre o
lo panoramas”, “Luis Felipe o el inte­
rior”, “Baudelaire o las calles”, son
algunos de sus títulos que evidencian
su aproximación cautelosa a lo que
hay de pleno y sorprendente en lo
singular. El juego entre fantasmagoría
y singularidad, muestra de ese modo
su potencial interpretativo desde el
punto de vista del pensamiento críti­
co.
El arte es para Benjamín el deposi­
tario objetivo de esta estrategia inter­
pretativa. En este terreno, sin embar­
go, se vislumbra un modelo aún más
drástico y desencantado de este giro
de la experiencia. Si, como hemos
sugerido, la crítica de Benjamín ha
insistido en la reflexión en lo particu­
lar como clave de acceso a una univer­
salidad disgregada, en el campo de la
experiencia artística parece cobrar
forma el verdadero fondo de esa estra­
tegia hermenéutica: lo ilusorio de toda
universalidad, lo vano de querer ha­
llar, más allá de lo inmediato, un con­
tenido diverso que legitime el reclamo
de un sentido superior.
Sumergir la apariencia hasta el
fondo mismo de la cosa para descubrir
que no yace en ella otro contenido que
esa misma apariencia, exacerbada
hasta saltar toda plenitud y todo conte­
nido vivo, tal es el camino iluminado
por la lectura benjaminiana de la esté­
tica surrealista. El paso que va del
sueño surrealista a la expresión de
más elevados contenidos históricoculturales implica el abandono de los
caminos tradicionales del arte, de la
representación y la ficcionalización
de estructuras significativas mayores;
tan sólo resta la mención directa de la
cosa que es en verdad esencia y fantas­
magoría incrustadas en el manto de la
vida cosificada. La experiencia del
arte ya no podrá consistir en la bús­
queda, más allá de la calcinada expe­
riencia, de nuevas vías de simboliza­
ción de la esencia. Antes reitera su
permanencia en el nivel de la inmedia­
tez y lo deleznable que sólo entregan
su secreto a fuerza de ser invocados.
Lo terrible que pueda haber en su
simbolismo no se origina en la fanta­
sía del artista, sino más bien en la
brusca colocación del espectador ante
el rostro de un mundo carente de esen­
cia, una máscara sin rostro que ocul­
tar. Pareciera que para estos artistas
los lenguajes hubieran perdido su po­
der de designar: trastocadas las reglas,
desorientados en el nuevo espacio so­
cial, ya no son capaces de ejercer su
sentido ordenador, forzados ahora a
un oblicuo movimiento de exacerba­
ción del significante. Tal sería la lógi­
ca que orienta la estética surrealista y
toma ‘directo’ su lenguaje serpentino.
Benjamín mostró las grandes di­
mensiones de este cambio de signo;
supo que con ello “se ha hecho saltar
el ámbito de la creación literaria” y
artística. Rotos sus muros, el arte se
derrama, loco, sobre una vida turbia,
carente de ejes, para verse rápidamen­
te envuelto en ese torbellino donde
pasará a ser realidad, literalidad,
inepto ya para la mera mimesis.
Notas:
1.- Benjamin habla de “las ener­
gías revolucionarias que se manifies­
tan en lo ‘anticuado’, en las primeras
construcciones de hierro, en lo prime­
ros edificios de fábricas, en las foto­
grafías antiguas, en los objetos que
comienzan a caer en desuso, en los
pianos de cola en los salones, en las
ropas de hace más de cinco años, en
los locales de reuniones mundanas
que empiezan a no estar ya en boga”.
W. Benjamin. Iluminaciones 1. Ma­
drid, Taurus, 1971, traducción e intro­
ducción de Manuel Aguirre, pag. 4849.
2.- “El surrealismo, última instan­
tánea de la inteligencia europea”, en:
Iluminaciones 2.
3.- “Eduard Fuchs, el coleccionis­
ta y lo histórico”, en: Iluminaciones 2.
4.- Ibidem.
Encuentros
13
1992
21
La filosofía alemana en Venezuela
T. W. Adorno y el mandato
de la prohibición de imágenes
Angel Guillermo Alayón
An
Si algo caracteriza a la Filosofía,
considera Adorno, ha sido precisamen­
te, y a pesar de Wittgenstein, el que ella
se ha constituido esencialmente como
esfuerzo para hablar de lo que no se
puede hablar, y siempre que ha traicio­
nado a este su impulso inicial, ha termi­
nado por convertirse en lo opuesto de lo
que pretendía ser; ha terminado en can­
cerbero del Mito, y el mito contemporá­
neo -la sociedad técnicamente adminis­
trada- amenaza con destruir todo vesti­
gio humano sobre la faz de la tierra.
Todo el esfuerzo crítico-filosófico de
Adorno estuvo dirigido a denunciar lo
que, a su juicio, era la característica
fundamental de la cultura occidental,
hoy cultura planetaria, a saber, el afán
de dominar la naturaleza, afán que ter­
mina siempre en dominio del hombre
sobre el hombre.
Desde la primera gran obra, La
Dialécticadellluminismo.escritaados
manos con Horkheimer, hasta la Dia­
léctica Negativa, sin olvidar su obra
postuma Teoría Estética, la denuncia
es esencialmente la misma; poner de
manifiesto la lógica inmanente a todo
pensamiento que pretende dar cuenta
de la realidad sin dejar restos de diferen­
cias, o que despacha como perecedero o
irracional a lo que no se acomoda a su
concepto.
En la primera de las obras citadas se
muestra cómo el Mito, en cuanto pri­
mer esfuerzo consciente para superar a
la naturaleza -tanto externa como inter­
na al hombre- conlleva a una creciente
22
Encuentros
13
1992
/]
automutilación y autonegación del
hombre mismo, en la medida en que tal
empresa se lleva a cabo mediante el
mecanismo de la dominación. El mis­
mo se pone de manifiesto, por ejemplo,
en la ‘astucia’ que, en cuanto instru­
mento, utiliza Odiseo para sustraerse a
los peligros naturales en su largo periplo por el Ponto. Ejemplo de la instrumentalización de esta astucia la tene­
mos en el encuentro del viajero con el
hijo dilecto de Poseidón; Polifemo re­
presenta a la naturaleza más primige­
nia, a la prehistoria. Incluso el padre,
Poseidón, es anterior a Zeus. Tal situa­
ción es leida por los autores de la Dia­
léctica del Iluminismo como la lucha
entre la religión popular elemental y la
religión legal logocéntrica. Sólo que
esta lucha estará determinada por el
cálculo y el control civilizado. Nadie,
en griego ‘Oudeis’, nombre con el que
astutamente se presenta Odiseo a Poli­
femo, es la autonegación del civilizado
viajero ante el ojo del arcaico salvaje:
“Aquello que, en realidad sucede es que
el sujeto-Odiseo reniega de su identi­
dad, aquello que hace de él precisamen­
te un sujeto, para conservar su vida
asimilándose a lo amorfo.” (1) De esta
forma la astucia se vuelve contra el
propio Odiseo, por cuanto ‘Nadie’ pue­
de retomar si no restaura su propia
identidad por medio de la palabra mági­
ca, asumida ‘civilizadamente’ por la
identidad racional. En este sentido, Odiseo representa el devenir de la cultura
occidental donde la identidad se ha per­
dido por la transformación del lengua­
je, definido por la posibilidad del con­
cepto o la negación, por otro meramen­
te instrumental que sólo sirve a la sobre­
vivencia mediante el mecanismo de la
renuncia: “La coacción mítica de la
La filosofía alemana en Venezuela
palabra en los tiempos prehistóricos se
perpetúa en la desgracia que la palabra
iluminada atrae sobre sí misma. Oudeis, íntimamente obligado a declarar­
se Odiseo, tiene ya algo del hebreo que,
incluso frente a la angustia de la muerte,
se jacta de la superioridad que de aque­
lla angustia deriva, y la venganza sobre
el mediador no se encuentra tan sólo al
final de la sociedad burguesa, sino tam­
bién en su inicio, como utopía negativa
a la cual tiende perennemente toda vio­
lencia.” (2)
Esta misma lógica estará presente
en los objetivos programáticos del Iluminismo, del cual es heredera inmedia­
ta la cultura contemporánea. Pero aho­
ra, a diferencia del Mito, la misma se
revelará, conscientemente, como lógi­
ca del pensamiento identificante e ins­
trumental. En tendiendocomo tal aaquel
pensamiento que pretende identificar,
sin restos de diferencia, a la realidad
heterónoma al sujeto con las leyes del
pensar. Dice Adorno en la Dialéctica
Negativa: “La ratio se convierte en
irracionalidad tan pronto como desco­
noce en su necesario desarrollo que la
desaparición de su substrato, por estili­
zado que se encuentre, es su propia
obra, producto de su abstracción. Cuan­
do el pensamiento sigue inconsciente­
mente la ley de su dinamismo, se vuelve
contra su sentido, el cual es lo pensado
por el pensamiento; sólo ello es capaz
de contener la evasión a las intenciona­
lidades subjetivas. La imposición de la
autarquía condena al pensamiento al
vacío. Al final éste se convierte subjeti­
vamente en idiotez y primitivismo.” (3)
Este proceso, a juicio de Adorno,
tiene su más clara expresión en la filo­
sofía del idealismo alemán y en su
descendencia inmediata. Con Schelling
se manifiesta como ‘olvido’ de la natu­
raleza, en virtud de un movimiento que
cobra clara expresión en la filosofía
kantiana, donde la naturaleza viene
considerada como lo otro, en cuanto
primera naturaleza, opuesta a la segun­
da, lo propiamente humano y social.
Sin embargo, en Kant lo otro, lo que
escapa al dominio del sujeto, permane­
ce, al menos, como la cosa en sí. Incluso
la naturaleza, en cuanto lo otro del
mundo humano, merece elogios en
consideración a su belleza en la Crítica
del Juicio. Con Hegel el olvido schellingiano de lo bello en la naturaleza se
transforma claramente en expulsión.
Lo otro, la naturaleza, será considerada
en sí misma sólo como la primera deter­
minación abstracta de la idea. Y única­
mente permanecerá para el sujeto en
cuanto puede ser objeto de apropiación
por parte de éste, esto es, convertida en
propiedad privada. Con Marx, como
sabemos, ella será en cuanto objeto de
la praxis. Por lo que se refiere al pensa­
miento que va desde el empirismo hasta
el positivismo de nuestra época, la si­
tuación no es muy diferente. La razón
deviene así, por una lógica que le es
inmanente, en razón meramente instru­
mental, como afirmará Horkhcimer. De
allí que la tarea más importante que le
queda a la filosofía, según Adorno, si
quiere ser fiel a su promesa original de
rescatar al hombre de la barbarie y
reconciliarlo consigo mismo y con el
mundo, sea el de dirigir su intención
hacia todo aquello que fue solemne­
mente declarado por el academicismo
como perecedero y sin importancia,
como carente de concepto, y finalmente
anatematizado por Hegel como exis­
tencia corrompida: “Lo urgente para el
concepto es aquello a lo que no llega, lo
que el mecanismo de su abstracción
elimina, lo que no es de antemano un
caso de concepto.” (4) Es necesario,
pues, para nuestro autor, desmitologizar al concepto, rescatar el origen no
conceptual de todo concepto: “La filo­
sofía tiene que renunciar al consuelo de
que no podemos perder la verdad. Toda
filosofía incapaz de arrojarse en el abis­
mo del que parlotean los fundamentalistas de la metafísica -no se trata en
ellos de ligereza sofista, sino de locurase vuelve analítica, una tautología po­
tencial bajo el imperativo de su propio
principio de seguridad.” (5)
En el marco de la Dialéctica del
Iluminismo la única vía de escape a
este itinerario maldito, que conduce
desde el Mito hasta la barbarie más
absoluta y degradada de nuestros tiem­
pos, consiste en asumir seriamente y sin
reservas la prohibición hebráica de las
imágenes. Leemos en el texto: “La reli­
gión hebráica no admite palabra que
pueda dar consuelo a la desesperación
de todo aquello que es mortal. Sólo
agrega una esperanza a la prohibición
de invocar como Dios aquello que no lo
es, el finito como infinito, la mentira
como verdad. Esta garantía de salva­
ción es el abstenerse de toda fe que
sustituya la prohibición; el conocimiento
es la denuncia de la ilusión. La nega­
ción, por otra parte, no es abstracta, una
negación indiscriminada de todo lo po­
sitivo; la fórmula estereotipada de la
nulidad, como es aplicada en el budis­
mo, pasa sobre la prohibición de nom­
brar el absoluto, no menos que su opuesto, el panteísmo o su caricatura, la
escepsis burguesa. Las explicaciones
del mundo como nada o como todo son
mitología, y las vías garantizadas para
la redención son prácticas mágicas su­
blimadas. La satisfacción de saber todo
anticipadamente y la transfiguración de
la negatividad en redención son formas
falsas de resistencia ante el engaño. El
derecho de la imagen es salvado en la
firme ejecución de su prohibición.” (6)
El pensam iento identificante y con­
trolante no sólo va a afectar al pensa­
miento filosófico en cuanto pensamiento
académico, sino a la totalidad de las
instituciones sociales y políticas. El
proyecto de someter a la naturaleza, sea
esta naturaleza externa o interna -en
cuanto lo animal que subyace en todo
hombre- terminará, necesariamente, en
sometimiento del hombre sobre el
hombre. Sometimiento que, hoy en día,
se manifiesta como control, como mun­
do administrado; prueba de ello es, por
una parte, “la cultura” rebajada a mera
mercancía industrial donde impera la
voz del vendedor (sales talk) y, por otra,
Geyer, en su obra dedicada a Ador­
no y Horkhcimer y en relación a este
pasaje, advierte la necesidad de subra­
yar que la prohibición tal como aparece
en el Viejo Testamento, no sólo va
dirigida a la imagen tallada, la represen­
tación de Dios con figura humana o
animal, sino a todo intento de ‘tener a
Dios’, vale decir, de disponer de Dios.
Esto implica que, incluso, el concepto
cae bajo la prohibición en la medida en
que él mismo es instrumento del pensa­
miento para asir lo inefable y ponerlo a
su disposición. (7) Tal instrumentalización, ejercida por el pensamiento, es
doblemente escandalosa en un pensa­
la involución hasta la barbarie, expresa­
da claramente y sin velos en nuestra
historia contemporánea por los regíme­
nes fascistas y nazis. La tarea sería,
pues, mostrar cómo esos elementos si­
guen estando presentes de manera ocul­
ta y por lo tanto más peligrosa en nues­
tras instituciones actuales.
Encuentros
13
1992
23
La filosofía alemana en Venezuela
miento que, como el pensamiento iden­
tificante, asume a priori (prefigura) la
identidad entre el concepto y lo denota­
do por él. En este sentido Mito e Iluminismo se manifiestan como el esfuerzo,
por parte del sujeto, por sujetar (instrumentalizar) lo que por definición no
puede ser sujetado (instrumentalizado).
En el primer caso, en el Mito, la prohi­
bición es violada en cuanto él mismo es
inmediatamente imagen. En el segundo
caso, en el Iluminismo, punto de culmi­
nación del pensamiento identificante,
se finaliza el proceso al volatizar la
imagen mediante el concepto. Unica­
mente en la prohibición puede ser sal­
vado el derecho de la imagen. Y salvar
la imagen es impedir que la razón de­
venga en mera razón instrumental.
¿Cómo conciliar la prohibición de
imágenes -tema que, por otra parte, será
retomado por Adorno en la Teoría
Estética en las páginas dedicadas a la
belleza natural- con la afirmación en
Dialéctica Negativa en defensa de la
filosofía, en el sentido de que ella no es
otra cosa que el esfuerzo por hablar de
lo que no se puede hablar? El problema,
como lo expresa el texto antes citado de
la Dialéctica del Iluminismo, no es
negarse a nombrar las cosas ni preten­
der nombrarlo todo, sino que el esfuer­
zo crítico es, esencialmente, el mante­
nerse conscientemente en la distancia
entre el nombre y lo nombrado, sin
pretender anular tal distancia por una
decisión autónoma del sujeto. Y esto,
dicho así, encuentra su más clara expre­
sión en las páginas de la Dialéctica
Negativa, no sólo en cuanto tematización crítica del pensamiento identifi­
cante, sino, incluso, en la arquitectura
del texto mismo. La prohibición de
imágenes queda claramente expresada
en estas líneas: “La utopía del conoci­
miento sería penetrar con conceptos lo
que no es conceptual sin acomodar esto
a aquellos..” (8)
Una tesis recorre entre líneas las
páginas de la Teoría Estética dedica­
das a la belleza natural: el hombre, en
tanto ser creador de cultura, se ha cons­
tituido en cuanto tal en la medida en que
nohaaceptado lo inmediatamente dado
así como viene dado; y lo inmediato es
siempre la naturaleza desnuda, a la que
el hombre estuvo integrado cual mero
animal, y a la cual debe negar en su
esfuerzo por constituirse como ser ra­
24
Encuentros
13
1992
cional; la obra de arte es siempre la
anamnesis de ese origen. Ella, a pesar
de ser pura construcción humana, se
constituye como verdadera obra de arte
en la medida en que conserva su inde­
pendencia frente al sujeto que la con­
templa y, en esa medida, ella es para los
hombres -para el sujeto- lo otro; así
como lo es la naturaleza. Sin embargo,
el arte, en cuanto construcción pura­
mente humana, no ha escapado a la ley
del desarrollo cultural -a la dialéctica
del Iluminismo- y terminó transitando
el camino de la desolación. El arte es,
hoy en día, mercancía entre las mercan­
cías.
La íntima relación entre el concepto
de belleza natural y el concepto de obra
de arte, también viene dada en la medi­
da en que cada uno se dirige a su objeto
con la convicción de que su objeto es,
esencialmente, manifestación: “La be­
lleza que muestra la naturaleza no se
percibe como término de una acción.
La renuncia a los fines de la autoconservación, que el arte enfatiza, se da igual­
mente en la experiencia estética de la
naturaleza. Aquí no es considerable la
diferencia entre ella misma y la estética.
La mediación no se da tan sólo en la
relación del arte con respecto a la natu­
raleza, sino también a la inversa. El arte
no es naturaleza como quiso hacer creer
el idealismo, aunque sí quiere cumplir
lo que promete la naturaleza.” (9) Pero
el arte, sobre todo hoy en día, y para
nuestro autor, vive una situación aporé­
tica. Por una parte, él es denuncia de la
sociedad existente, pero, por la otra, en
tanto producto del trabajo social, es
mercancía, de allí que para cumplir lo
que la naturaleza promete, dar todo lo
que la naturaleza no puede dar aunque
quisiera, es necesario que se constituya
como negación de la naturaleza y como
negación de sí mismo. En este proceso,
la naturaleza permanece como repre­
sentación de lo no representable, como
esfigie.
Para Adorno, la obra de arte, inclu­
so, debe cumplir con el mandato de la
prohibición de imágenes. El mismo no
sólo tiene una significación teológica,
sino también conceptual y estética Si
se rompe el mandato mediante la obra
de arte y se pretende reproducir fiel­
mente a la naturaleza, esta es reducida,
en cuanto lo naturalístico, a ser materia
prima para el arte, lo mismo que ya era
para la industria y, en el mejor de los
casos, sólo se logra una tautología que
se destruye a sí misma en la medida en
que destruye lo que pretende represen­
tar, y ni siquiera obtiene las ganancias
de la praxis industrial. Para nuestro
autor, el arte sólo logra ser fiel a la
naturaleza cuando, como la naturaleza
misma, expresa su propia negatividad.
Por lo pronto sólo parece quedar una
alternativa, si queremos rescatar la ex­
periencia de la belleza natural: experi­
mentarla de la única forma posible:
ingenua y directamente. Quien, por el
contrario, por ejemplo, pretenda refle­
xivamente, encontrar mediante ella la
libertad, sólo encontrará la vieja escla­
vitud.
Para Adorno, la verdadera expe­
riencia de la belleza natural al igual que
la verdadera obra de arte, debe poner de
manifiesto la diferencia: aquello que se
niega a ser subsumido bajo las reglas
del pensar “El dolor que se experimen­
ta ante la belleza, nunca tan vivo como
en la experiencia de la naturaleza, es a la
vez nostalgia de la promesa que hay en
ella sin que llegue a desvelarse, y el
sufrimiento ante lo insuficiente de su
manifestación que está renunciando a
la belleza a la vez que trata de igualarse
a ella.” (10) Es necesario, pues, que la
relación sujeto-objeto del pensamiento
identificante deje paso a la relación
sujeto-sujeto; relación en la cual la obra
de arte, al igual que la naturaleza, habla,
y el espectador escucha dejándose lle­
var. Sólo así la obra de arte, al igual que
la belleza natural, puede cumplir con la
promesa de hacer presente, ahora y
aquí, la certeza de que no todo está
perdido, de que todo puede llegar a ser
mejor.
Notas:
1.- Adorno y Horkheimer: Dialettica
dell’illuminismo, Tormo, EdiL Einaudi, 1976, p. 77.
2.- ibid., p. 78.
3.- Adorno: Dialéctica Negativa, Ma­
drid, EdiL Taurus, 1975, p. 152.
4 .-ibid., p. 16.
5.- ibid., p. 42.
6.- Dialettica dell’illuminismo, op.ciL,
p. 32.
7.- C P . Geyen Teoría Crítica, Barcelo­
na, 1985, EdiL Alfa, p. 62.
8.- Dialéctica Negativa, op.ciL, p. 18.
9.- Adorno: Teoría Estética, Madrid,
EdiL Taurus, 1980, p. 92.
10.- ibid.,p. 101.
La filosofía alemana en Venezuela
Los estudios de filosofía
en Alemania.
A lgunas inform aciones d e tipo práctico dirigidas a
jóvenes filósofas y filósofos venezolanos.
Fabio Morales
La experiencia de haber estudiado
fuera del país deorigen nunca deja igual
a quien la vive. Ya en la Jonia del siglo
VI a.C. el comercio e intercambio de
conocimientos con otros pueblos fue un
factor decisivo en el surgimiento de la
filosofía occidental. Hoy, los cursos de
preparación profesional en el extranje­
ro, aparte de su misión principal de
formación cienu'fica, tienen un efecto
colateral de no menor trascendencia:
ayudan a conocerse mejor a sí mismo y
a la sociedad de donde se procede. Y no
sólo porque hagan más sensible a las
propias limitaciones (cosa que también
ocurre), sino porque permiten estimar
mejor los valores humanos y culturales
autóctonos en su irrepetible y frágil
condición, así como reconocer el hori­
zonte de posibilidades de nuestro desa­
rrollo personal y colectivo.
En mi condición de ex-becario de la
Oficina Alemana de Intercambio Aca­
démico (DAAD), en el área de filoso­
fía, he querido referir aquí algunas ex­
periencias que quizás resulten de inte­
rés para aquellos jóvenes filósofos ve­
nezolanos que contemplen entre sus
planes la posibilidad de realizar estu­
dios de postgrado en Alemania.
En filosofía, tanto Alemania como
el resto del mundo se encuentran en una
posición bastante diferente de la que
existía hace varias décadas. Debido a la
desaparición progresiva de figuras es­
telares del pensamiento, y a una cre­
ciente apertura hacia tradiciones filosó­
ficas no nacionales, son cada día más
las universidades que presentan el cua­
dro de una coexistencia, en el mismo
claustro, de diversas orientaciones filo­
sóficas. En ocasiones, ello da lugar a un
diálogo fructífero: aunque las más de
las veces, por desgracia, se trata de
sistemas cerrados y paralelos, entre los
que ocurre poca o ninguna comunica­
ción. Se podría decir que la tendencia de
nuestra era postmoderna, de mantener
simultáneamente una multiplicidad de
formas de vida y de pensamiento a
disposición del ciudadano-consumidor
ya ha alcanzado las facultades de huma­
nidades.
La filosofía latinoamericana y es­
pañola, que demasiadas veces ha sido
un reflejo, temporalmente retrasado, de
las ideas que se defendían en los gran­
Encuentros
13
1992
25
La filosofía alemana en Venezuela
des centros culturales del momento (Alemania, Inglaterra, Francia y, más re­
cientemente, Estados Unidos), no es
ajena a esta nueva tendencia. En nues­
tras universidades conviven, en armo­
nía o discordia, representantes de los
principales enfoques de la filosofía ac­
tual (y no tan actual): fenomenológico,
analítico, marxista, hermenéutico, crí­
tico, etc. En muchas ocasiones, la orien­
tación que detenta un determinado filó­
sofo depende sólo de factores extemos:
quiénes hayan sido sus maestros (na­
cionales o extranjeros), sobre quién ha­
ya escrito su tesis, qué opiniones políti­
cas o religiosas detenta, etc. Pero, inclu­
so cuando esto ocurre, el resultado pue­
de ser una convicción auténtica y una
producción fecunda. La plétora de en­
foques distintos no tiene por qué signi­
ficar una desventaja, ya que la idea
misma de enfoque presupone una reali­
dad única a la que podemos aproximar
progresivamente desde interpretacio­
nes y puntos de vista diferentes. La
Academia platónica, sin duda la más
fructífera escuela de filosofía que ha
conocido la humanidad, se caracteriza­
ba por la tolerancia y el florecimiento de
encontradas posiciones doctrinales. A
nivel planetario se puede observar,
afortunadamente, una creciente ten­
dencia a practicar la filosofía no como
desarrollo de un cuerpo preestablecido
de principios, sino partiendo de proble­
mas filosóficos concretos. Para noso­
tros los latinoamericanos, esto significa
que quizás nos hallemos en el momento
más propicio de nuestra historia filosó­
fica para abordar los problemas especí­
ficos de nuestro dilatado teiritorio, sin
por ello renunciar al rigor académico y
al legado de la tradición europea. Los
problemas concretos pueden ser de ín­
dole específica - en cuyo caso es indis­
pensable tomar en cuenta los resultados
de otras disciplinas -, pero también im­
plican casi siempre planteamientos de
tipo más general, los cuales exigen la
confrontación con los sistemas filosófi­
cos del pasado.
Es en este último plano donde, a mi
parecer, poseen especial atractivo los
estudios de postgrado en Alemania. Es­
te país cuenta, como todos sabemos,
con la más rica tradición filosófica de la
26
Encuentros
13
1992
modernidad: Kant, Hegel, Schopenhauer, Marx, Nietzsche, Husserl, Frege, Heidegger y Wittgenstein (por sólo
destacar los principales, aunque este
último haya sido austríaco) son pensa­
dores que han marcado indeleblemente
el pensamiento actual. Las traduccio­
nes al castellano de sus obras, cuando
las hay, suelen ser mediocres o inacce­
sibles, y dificultan enormemente la
comprensión de los textos respectivos.
De ahí que el gran esfuerzo inicial que
indudablemente supone aprender un
idioma tan difícil como el alemán re­
dunde con el tiempo en un enorme
ahorro de energías.
Conviene que quienes deseen pro­
seguir sus estudios en Alemania co­
miencen cuanto antes a superar este
escollo. Y esto por dos motivos: prime­
ro, porque las lenguas exigen, para su
buena fijación, un ejercicio lo más dila­
tado posible; y segundo, porque en Ve­
nezuela contamos con excelentes es­
cuelas de idiomas, algunas de ellas sub­
vencionadas por el gobierno alemán,
mientras que los mismos cursos en Ale­
mania resultan muy costosos. El tiem­
po y los medios materiales exigidos por
la residencia en el extranjero, es prefe­
rible emplearlos en el estudio de la
propia especialidad.
Pero, ¿por qué precisamente Ale­
mania? Como lugar para realizar cursos
de perfeccionamiento profesional, este
país presenta una ventaja nada desde­
ñable frente a otros países donde los
estudios de filosofía también poseen un
nivel elevado, como Inglaterra, Francia
o Estados Unidos. Si se prescinde de
ciertos gravámenes menores, la educa­
ción superior es totalmente gratuita y,
como es sabido, la cualificación de sus
docentes es por lo general muy buena,
sus bibliotecas están magníficamente
dotadas y los estudiantes gozan de una
serie de ventajas, como descuentos en
transportes y eventos culturales. La fi­
losofía no ha sido -hasta donde yo séuna de las áreas más afectadas por el
súbito incremento de población estu­
diantil a raíz de la reunificación alema­
na, por lo cual no ha habido que introdu­
cir restricciones en los cupos de admi­
sión en esa carrera.
Es cierto que los recientes cambios
políticos en Alemania y Europa del este
han dado lugar a graves problemas eco­
nómicos y sociales (desempleo, endeu­
damiento público, insuficiencia de vi­
vienda y de algunos servicios básicos,
etc.), los cuales se reflejan en preocu­
pantes brotes de xenofobia. Pero es
justo reconocer que tales problemas
están en vías de superación, y que,
precisamente en el medio universitario
del área humanística, predomina una
actitud de tolerancia y receptividad ha­
cia ideas y formas culturales foráneas.
Pero sin duda el obstáculo más serio
que se le presenta al estudiante normal
venezolano para proseguir sus estudios
en el exterior es de orden financiero.
Como es sabido, esta situación se ha ido
agravando en los últimos años, debido
ala inflación y la periódica devaluación
de nuestra moneda. Las autoridades de
Alemania exigen para conceder el per­
miso de residencia estudiantil la cons­
tancia de que se dispone de recursos
económicos suficientes para costear la
estadía en ese país (por cierto, la gran
cantidad de inmigrantes de los últimos
tiempos ha hecho que los trámites para
obtener dicho permiso se hagan cada
vez más lentos y difíciles).
Es importante recordar en este sen­
tido, ya que no es muy conocido en
nuestro medio estudiantil, que la Ofici­
na Alemana de Intercambio Académi­
co (DAAD) ofrece anualmente un nú­
mero determinado de becas para ex­
tranjeros. A lo largo de varias décadas,
este programa de ayuda ha representa­
do un aporte invalorable al desarrollo
de la filosofía en Venezuela, al permitir
la sólida formación académica de algu­
nos de nuestros pensadores principales
(para más información, véase en este
número la entrevista con el Dr.. Ernesto
Mayz Vallenilla). Se trata de fondos
que incluyen el pasaje y una mensuali­
dad para cubrir holgadamente los gas­
tos normales de manutención y de li­
bros. Para tener una oportunidad real de
obtener alguna de estas becas, el aspi­
rante debe poseer conocimientos sufi­
cientes del idioma alemán, buenas no­
tas y una idea muy clara acerca de la
tesis o investigación que desea llevar a
cabo, las etapas de que está constará y el
La filosofía alemana en Venezuela
tiempo previsto de su realización. Es
muy útil, además, haber establecido
contacto previo con un profesor e in­
cluir en la solicitud una carta donde éste
exprese su disposición a supervisar la
tesis correspondiente. La solicitud debe
presentarse por lo menos un año antes
de la fecha prevista del inicio de los
estudios, en formularios que se pueden
obtener en cualquiera de los consulados
de Alemania.
El Betreuer (asesor) o Doktorvater
(supervisor de la tesis doctoral) aconse­
ja al estudiante desde su llegada a Ale­
mania acerca de los cursos que puede
tomar, la planificación y el desarrollo
de su investigación, etc. Normalmente
es él también el encargado de elaborar
una propuesta de convalidación de los
estudios realizados hasta la fecha por el
candidato, propuesta que suele ser aprobada por las autoridades académi­
cas competentes, y que resulta indis­
pensable para obtener eventualmente
un título académico alemán. Es impor­
tante que el becario comience a realizar
cuanto antes los trámites de su convali­
dación, debido al tiempo que ésta suele
requerir; de lo contrario no podrá enfo­
car de modo realista su plan de estudios
y avalar fehacientemente sus informes
cuando haya de solicitar la prolonga­
ción de su beca (lo cual ocurre anual­
mente). Lo ideal para la Oficina Alema­
na de Intercambio Académico es que
sus becarios regresen a su país de origen
habiendo obtenido un título académico
alemán, siempre y cuando ello no repre­
sente un tiempo de estudio de mucho
más de 2 o 3 años. De ahí la importancia
de poseer una idea lo más precisa posi­
ble del proyecto de la tesis y un dominio
razonable del idioma.
Los cursos de filosofía en la univer­
sidad alemana son de dos clases: las
Vorlesungen, lecciones magistrales a
las que el estudiante asiste y toma nota;
y los Seminare o seminarios, en los que
éste aprende a analizar y comentar tex­
tos filosóficos relevantes. En los semi­
narios se parte del supuesto de que se va
a participar en las discusiones y exposi­
ciones. El estudiante escoge con la ase­
soría del tutor sus asignaturas libremen­
te, entre una oferta que se renueva cada
semestre y varía de universidad a uni­
versidad (en Berlín, en un semestre de
1988, se anunciaban, sólo en filosofía,
unos 30 seminarios y 10 Vorlesungen).
Normalmente, sin embargo, no se esco­
gen más de 2 o 3 seminarios y 1 o 2
Vorlesungen por semestre, debido a las
lecturas adicionales que el buen apro­
vechan! iento de los cursos hace aconse­
jables.
Paralelamentea estas clases regula­
res, el magistrando (o doctorando) se
reúne con su tutor una vez cada tres,
cuatro o seis meses (dependiendo del
tutor) para darle cuenta de sus progre­
sos, consultar sus dudas, etc. El sistema
académico alemán tiene en este sentido
tanto una ventaja como una desventaja.
La ventaja es que el estudiante puede
seguir aquellos cursos (sean o no de
filosofía) que le interesen; la desventaja
es que, con excepción de los trabajos
escritos que debe realizar (que suelen
ser pocos), nadie controla la regulari­
dad de sus asistencia a clases; además,
el tutor, como se ha visto, no acostum­
bra a reunirse con su alumno regular­
mente como ocurre en otros países (y
como sería de desear en una fructífera
relación maestro-discípulo). La res­
ponsabilidad queda totalmente en ma­
nos del interesado, y ello hace que mu­
chas veces la desorientación y los reve­
ses que suelen acompañar la elabora­
ción de una tesis lleven a muchos estu­
diantes (tanto alemanes como extranje­
ros) a dejar inconclusa su carrera.
Tal vez una última recomendación:
la mera formulación de un proyecto de
tesis supone una cierta familiaridad con
la filosofía alemana actual. Por ello
conviene que, ya desde varios años
antes de concluir la licenciatura, el estu­
diante venezolano comience a prepa­
rarse en este sentido. El hecho de que
filósofos contemporáneos como Emst
T ugendhat, Hans-Georg Gadamer, Jürgen Habermas, Karl-Otto Apel, Albrecht Wellmer, Dieter Henrich, Ursu­
la Wolf y otros, estén siendo traducidos
con una frecuencia cada vez mayor al
castellano, sin duda facilita mucho esta
labor.
La formación de un pensador es un
proceso de muchos años, en los que el
‘amante de la sabiduría’ va poniendo en
tensión sus capacidades frente a siste­
mas conceptuales diversos,decantando
sus áreas de interés, dándole a las ideas
extrañas un sello propio, explorando
senderos en su disciplina para encontrar
salida a los problemas urgentes de su
entorno, ponderando cada vez más sus
juicios y hasta sus silencios. Espero no
haber transmitido la idea de que Alema­
nia es el único sitio donde se puede
iniciar una evolución semejante. Pero
no seríamos ecuánimes si desconocié­
ramos el magnífico impulso potencial'
que ese país brinda para la formación de
nuestros futuros filósofas y filósofos y,
por lo tanto, para contribuir al desarro­
llo integral de Venezuela.
Rolf Walter
Los alemanes en
Venezuela
y sus
descendientes
Tomo II: 1870-1914
De venta en la
Asociación Cultural
Humboldt
San Bemardino
Encuentros
13
1992
27
En torno al programa de la ACH - la exposición de obras de Beuys en el MACCSI (28.5. -19.6.92)
Joseph Beuys:
el otro diálogo con el arte
María Luz Cárdenas
Asalta la paradoja: una exposición
de Joseph Beuys podría tal vez con­
trariar sus propios principios del anti­
arte - bastante radicales, por cierto.
Porque la de él, es una obra que
poco tiene que ver con marcos referenciales museológicos, encuadrán­
dose, más bien, en los contextos an­
tropológicos del arte. Y en este caso,
exhibirlaconducede alguna manera a
la imposibilidad de hablar sobre ella.
Enigma, leyenda, profeta, charlatán,
gurú, shamán, mago, activista políti­
co. Beuys es el artista que hizo estallar
las dimensiones y el concepto tradi­
cional del arte para llevarlo a sus más
desafiantes límites. Ante todo, precur­
sor.
La exposición Beuys en el Museo
de Arte Contemporáneo Sofía Imber
se compone de dibujos, objetos y obra
gráfica; y b importante del evento no
es tanto que sea la primera vez que se
presenta en esta magnitud, sino las
lecturas a partir de las cuales tendrán
puntos de referencia las definiciones
(o re-definicbnes) de b contemporá­
neo para el arte venezolano, en el
cual, indudablemente, su huella es
algo más que manifiesto.
Se te reconoce por su insistencia
sobre la libertad en el proceso creativo
y por su creencia en que el arte cobra
forma, no sólo en las manos del dibu­
jante, el escultor o el pintor, sino a
través del pensamiento creativo en
general. Sus formulaciones se des­
plazan desde el domino de la plástica
hacia situadones socbpolítbas públi­
cas y colectivas, y aquí se estrecha
notablemente ladistancia entre lavida
y el arte, mientras que el contenido
28
Encuentros 13
1992
metafórico de la obra penetra bajo la
presión de áreas más amplias del
mundo circundante. Combate la pala­
bra, la frase. Disbca el discurso esté­
tico, convirtiendo sus cristalizaciones
poéticas en contenidos más vitales;
haciendode lapalabra misma, lafrase
o la prosa, formas escultóricas admi­
sibles dentro de un vocabularb plásti­
co. Beuys abrió las posibilidades con­
ceptuales de comprensbn del hecho
artístico y las llevó al terreno de la
política, el comportamiento social, la
historia. Incorporó materiales no con­
vencionales en la producción de la
obra de arte (incluyendo la grasa y el
fieltro, bsutensilbsdeuso doméstico,
platos de hierro, candados, baterías,
pilas alcalinas, cerraduras, artefactos
que generan en bs visitantes de bs
museos -aún en tiempos de las más
desconsideradas licencias a este res­
pecto- visbnes desacostumbradas y
extremos grados de perplejidad; in­
cluyéndose a sí mismo como ejecu­
tante o actor que asume posturas
shamánicas; incluyendo también el
callado discurso de la muerte en un
intento por rescatarle su silencio, a
través de las explicacbnes sobre el
arte dadas al cuerpo exánime de una
liebre cadáver - gravedad rotunda del
más serio y sobrio discurso artístico
del final del sigb).
Sin duda, todo elb ejerce un peso
enorme sobre el espectador y contri­
buye a formular el sentido de extrafieza tantas veces experimentado frente
a sus obras. Su arte, al menos tal y
como es percibido hoy, está muy lejos
de satisfaceraquienesbusquencomplacencias exquisitas y gratifcadoras
en la armonía visual; pero b que más
interesa a este artista, b que b ubica
entre bs más convincentes y persua­
sivos pensadores y practicantes de
bs ideales y aspiraciones contempo­
ráneas, es su capacidad para identifi­
car bs problemas capitales de la so­
ciedad occidental y tomar posbbnes
que, simultáneamente, asumen for­
mas plásticas, creativas.
II.
El término ‘anti-aite’, la ‘expansbn
del concepto de arte’, la ‘Plástica So­
cial’ y la célebre frase todo el mundo
es un artista’,sonquizás las puntas de
lanza de polémicas y mabs entendi­
dos hacia su trabajo, pero son tam­
bién las bases de su aporte principal a
b contemporáneo en el arte.
La anécdota refiere que un crítico
le increpó diciendo: “¡Pero es que
usted habla de todo b que existe bajo
el sol, menos de arte r, a b cual el
artista respondió: ¡“Ponquetodo bque
existe bajo el sol es arte!” Con elfo
En tom o al programa de ¡a ACH
apunta hada otro concepto: uno que
abarca a todo el mundo y no es de la
incumbencia exdusiva de tos artistas,
uno que se proclama en un sentido
puramente sociológico o histórico.
“Anti-arte", porque remite a un cuestionamiento de laconvención plasma­
da en producción de objetos regidos
por reglas de ejecución -pintura, es­
cultura, obras sobre papel-. “Anti-ar­
te”, porque sigue los caminos del len­
guaje: un arte que se origina en el
pensamiento y la palabra, un arte que
enseña, a través de sus esquemas
orales, aformu lar conceptos que pue­
den y deben otorgar forma plástica a
la emoción y el deseo: “Al hablar de
pensamiento”, declaró, “me refiero a
él como forma. Las ideas deben ser
consideradas de la misma manera
como el artista considera la obra plás­
tica, buscando las formas creadas por
el pensamiento.” El arte extiende sus
límites, y en tanto concepto antropoló­
gico, queda referido a las facultades
creativas universales. Se manifiesta
igualmente en la medicina o la agricul­
tura, en la educación, las leyes o la
administración. Se aplica al trabajo
humano en general, metamorfoseándose en una forma viviente y pulsante
que cultiva alma, vida y espíritu.
Cuando Beuys dicequecadaquien
es un artista, no signif¡caque cualquie­
ra puede llegar a ser pintor o escultor,
sino quetodo el mundo poseefacultades creativas que deben ser identifi­
cadas y desarrolladas para reformular
el corpus social -participando en él,
pero también transformándolo. Esta
es la“expansión delconceptode arte”,
la cual Beuys consideró su más fina
obra y conduce a to que denominó
“Plástica Social”:una categoría artísti­
ca completamente nueva, una nueva
musa que se opone a las musas
tradicionales.
“Arte Social”, “Plástica Social”, es
un arte que sobrepasa su condición
física material. Hasta para la arquitec­
tura, la escultura en piedra o en bron­
ce, el performance o el teatro, para
nuestro propio discurso, necesitamos
un fundamento espiritual del arte so­
cial, en el cual cada individuo se expe­
rimenta y se reconoce a sí mismo
como un ser creativo que participa en
el otorgamiento de la forma y la defini­
ción del mundo. Con este principio,
decididamente cuestiona la definición
convencional del arte como obra úni­
ca creada por un artista. En su incan­
sable trabajo conceptual sobre el tér­
mino, deja muy dato que to primero
que le interesa es la educación artísti­
ca de la humanidad. Hasta que el arte
no esté integrado en cada área de la
educación y la vida, no se alcanzará
efectivamente una sociedad espiri­
tual y democrática. Lo que interesa es
experimentar el factor creativo en la
Historia. Por consiguiente, también la
Historia debe ser vista plásticamente.
La Historia es una escultura.
III.
Lostemas trabajados por el artista
constituyen un núcleo recurrente, de
origen mitológico, nacional o biográfi­
co, y le proporcionan una imaginería
cuya apariencia fragmentada y dis­
persa desmiente la continuidad y con­
sistencia que, desde su punto de vis­
ta, no sólo no es posible sino difícil­
mente esperable. Insinuados pero ra­
ra vez interpretados, conforman tos
contenidos de las diferentes capas
superpuestas que constituyen las “es­
taciones” a partir de las cuales estruc­
tura su obra.
La presente exposición muestra
algunos de tos objetos que le otorga­
ron mayor significación. En ellos se
observa una rudeza aparente, fuerte­
mente evocadora y visualmente de­
safiante, que lequita al espectador las
treguas permitidas por convenciones
familiares. Porelcontrario, parecerían
colocarse y apuntar hacia áreas que
van más allá de tos límites del arte, en
el reino donde los componentes de la
vida real afirman su antagonismo con
la cultura, a través de una existencia
autónoma aún no asimilada. Una ba­
ñera, una cerradura, un candado, ar­
maduras, construcciones en metal,
esquinas tapadas con grasa, cajas,
sillas y gavetas conforman su apa­
riencia, no sólo como medios provo­
cadoramente no convencionales, si­
no como indicaciones o señales que
estimulan y ponen a vibrar nuestros
mecanismos de respuesta.
Quizás sea el dibujo la disciplina
en la cual se permitió mayores licen­
cias. ‘Todo to que hago se fundamen­
ta en el dibujo. A todo to llamo dibujo”,
dijo. Consideraba que su estudio de­
bía ser un laboratorio en el que traba­
jaba sus 'Informes de investigación”.
Dibujadue la base de su labor artística
entendida dentro de la expansión del
concepto de arte. Mediante el dibujo y esto to recalcó una y otra vez-adqui­
rió precisamente claridad acerca de
su trabajo social. Siempre dibujó, in­
cluso en tos períodos de intenso com­
promiso político.
Con estos dibujos estamos más
bien frente a sensitivas metáforas grá­
ficas que abren compuertas a nuevos
mediosde expresión. AtravésdeeOos
se despliega el andamiaje estructural
de su actividad, examinando la esen­
cia de cada área de la realidad, y
descubriendo así innumerables rela­
ciones, formuladas en símbolos que
podrían añadirse al fundamento de
las ideas sobre las que pudiera esbo­
zar su creatividad artística. Sus trazos
no respetan en modo alguno las di­
mensiones espaciales y, confrecuencia, el lápiz o el creyón apenas rozan
la superficie del papel. Sus patrones
formales se estructuran a partir de
suaves trazos cuyos contornos emer­
gen entre babuceos o, por el contra­
rio, están integrados a gruesas y ro­
bustas zonas oscuras. Cuando utiliza
el color, lo hace más como sustancia
plástica, como material, que como
medio de representación. De hecho,
para dibujar utilizó no sólo tos clásicos
materiales, sino también el caldo, la
sangre, suero de yogourt, zumos de
frutas, extractos de hierbas, agua con
herrumbre y polvo, yodos y ácidos de
aguafuerte. Beuys amaba los materialessenciltos, insignificantes, pobres’
que, sin embargo, sabía utilizar de
múltiples maneras. Esto b indica tam­
bién la enorme complejidad de sus
obras sobre papel. Solía utilizar so­
bras, y si alguna vez escogía papel
hecho a mano, entonces to rompía y lo
combinaba con las sobras. Junto a
ello, empleaba cartulina y tela y siem­
pre dibujaba sobre hojas selladas,
dobladas, rotas, manchadas de moho
o de humedad. El gesto se vuelve
trazo y en las desleídas líneas se
expresa el inconsciente con todas sus
fuerzas.
La posbilidad de apreciar el traba­
jo de Joseph Beuys, con todas sus
tensones y matices, con el carácter
sagrado que el artista otorgó a la
creación, constituye, sin dudas, una
ocasión única para establecerun nue­
vo diálogo con el arte y sus referencias
ancladas en nuestras culturas.
Encuentros
13
1992
29
En torno al programa de la ACH
Joseph Beuys,
transnacionalización
de un artista canonizable
Miguel von Dangel
La singularísima y por desconta­
do original o arbitraria programa­
ción de exposiciones del gran mu­
seo caraqueño -desconfiables e
improvisados anu ncios de fines del
año pasado- en este caso nos sor­
prende anticipando una muestra
del artista alemán Joseph Beuys;
y me pregunto a estas alturas del
siglo y milenio, en esta situación
política local, cultural y de la políti­
ca cultural de la nueva Alemania,
amén de otros intereses, humores
y dependencias, lo que el mismo
Beuys hubiera pensado del anun­
ciado acontecimiento.
Me he tomado la libertad de con­
frontar algunas opiniones emitidas
por el mismo Beuys en contra de
metodologías aplicadas general­
mente por nuestras instituciones
culturales y sus inmediatos res­
ponsables, anticipando la even­
tual discusión que pueda generar
esta muestra en Caracas.
Además, esta muestra de la que
hablamos ya no se realizará, co­
mo tampoco la del señor Meyer
Weismann, en medio de todas esas infamias y ofensas que en su
momento dejó por estela corrupta
la ingerencia impertinente y sus­
tentada en algo más allá de cual­
30
Encuentros
13
1992
quier regla de juego del artista, y
tampoco nadie va a sentirse aludi­
do ni comprometido más allá del
silencio y la cobardía. Otros ejem­
plos son Juan Félix o Bárbaro R¡vas, que de chamanes y artistas
religiosos se volvieron nada más
que buena y filtrada mercancía. Y
claro, sabemos que Beuys está
muerto, irremediablemente ente­
rrado, y que la ‘comprensión am­
pliada’ (Begriffserweiterung) en los
términos de la dialéctica beuysiana nos refieren permanentemente
a la reestructuración taxonómica
de la palabra y de su contenido. De
allí que adicionalmente nos limite
y dificulte la casi total ausencia
documental en tanto a la discusión
en torno al significado (entre noso­
tros) de la obra de este fundamen­
tal artista.
De facto, no sólo es difícil tradu­
cir a Beuys desde el alemán al
castellano en cuanto a los concep­
tos manejados por el artista, sino
también por un discurso total, al
cual no son ajenos y sí indispensa­
bles la imagen y la palabra por
igual. Este discurso genial es pro­
ducto de una previa autopsia del
cuerpo y sus significados. Sólo a
través de estos procesos anato-
mopatológicos somos capaces de
entender la ulterior intención de
este artista, cual es (fue) el abar­
car el cuerpo social e histórico de
su circunstancia cultural específi­
ca.
Por otra parte, y más allá de los
manejos más o menos indecentes
a los que su discurso puede verse
expuesto entre nosotros, no de­
bemos perder de vista que preci­
samente éstos son similares a las
dificultades que en su vida y en su
país confrontó. Entre otros proble­
mas, el eje fundamental de su ac­
tividad y extraordinaria obra, el
centro político y estético de su pro­
posición, se concentraba (al me­
nos en sus últimos años de vida)
en una nueva actitud moral, reli­
giosa, ecológica, en tanto fenóme­
no estético, del ser humano.
De no ser éste el orden exacto al
cual podamos atenernos, correrí­
amos el riesgo de perder nuestro
tiempo e interés y seguramente
estaríamos planteándonos la vi­
sión y los vicios estéticos y moraloides de cualquier ecólogo más, y
esto nos parece sumamente gra­
ve y delicado.
Por otro lado, la obra gráfica y
escultórica de Joseph Beuys aspi­
En torno al programa de la ACH
raba funcionar a partir o generan­
do una ‘comprensión artística am­
pliada’ (del arte) que él llamaba
‘erweiterterKunstbegriff, visión sin
la cual el artista sabía imposible
romper los moldes del prejuicio de
las convenciones en tanto al arte
en nuestro siglo. De hecho, no
hemos encontrado otro término
que el de la comprensión para
traducir la palabra Begriff y de este
modo comunicar los procesos a
los que nos venimos refiriendo.
Comprensión, de comprehender,
significaría entender, contener, etc.
En este caso iría referido a una
práctica definitivamente espiritual,
de percepción sensible, y no racio­
nal o pragmática, que nos habla de
prender o capturar con ello, o apresar, una nueva manera de acercamiento al objeto comunican­
te, y ya no desde él, aisladamente.
Para el momento de la exposi­
ción de objetos que bajo el título de
‘Muestra tu Herida’ fue realizada
en el Lenbach Museum de Munich
en 1980, Beuys se ve comprome­
tido en la diatriba entre socialdemócratas y socialcristianos de la
dirigencia burocrática cultural de
la ciudad. La adquisición del con­
junto (enviroment) por la ciudad
hace que el artista y su obra se
convierten en motivo expiatorio, y
la pública y ácida discusión sobre
el sentido ulterior de su obra y
actitud eventualmente deviene en
juicios sobre el arte mismo y los
artistas en general.
Es mi firme convicción y la razón
de este artículo que si algo similar
(horizontes ampliados) a lo que en
ese momento se dió en Munich no
sucede en Caracas, será ganan­
cia para los horizontes reducidos
de nuestra perspectiva cultural.
Luego, habríamos perdido una vez
más la oportunidad del señala­
miento de los males (heridas) que
nos aquejan y, al contrario, corre­
ríamos el riesgo de consolidar el
ascendente que aspiran mantener
sobre nosotros quienes confun­
den en propio provecho el poder
de la manipulación, y la dirección
que quieren dar a nuestra deve­
nencia cultural quedaría otra vez
irremediablemente en sus manos.
Esperamos pues sinceramente
que la muestra en ese museo de
Caracas no se convierta en un
frustrado anuncio más, como fue
el de la muestra del cínico geniecillo decadente del New Geo norte­
americano, dándonos así la opor­
tunidad de abocarnos al análisis
de un par de aspectos comple­
mentarios del fenómeno de Beuys,
su personalidad y su vigencia in­
discutible.
Esta exposición, al menos, daría
qué hablar más allá de compromi­
sos indignos de cualquier institu­
ción cultural en tanto a la proyec­
ción de la imagen de políticos más
o menos cultos e inaugurantes o,
peor aún, de los familiares y ami­
gos artistas de algunos de ellos, y
nos permitiría un análisis más pro­
fundo del uso del insólito instru­
mental y los no menos originales
materiales ae expresión de Joseph
Beuys.
Luego, esta muestra, sin me­
noscabo del margen de discusión
seguramente positiva que nos
permite ahora, no estaría signada
por otras intenciones más allá de
las que de por sí nos proponemos
criticar.
No perdamos pues demasiado
tiempo en el análisis de los moti­
vos que inducen a este modus operandi, a las instituciones del
status cultural venezolano, cuan­
do estiman tal método como la
mejor manera de neutralizar la po­
sible rebeldía e incomodidad que
puedan causar los artistas de la
otrora izquierda o vanguardia ver­
dadera, cuando la hemos produci­
do; los primeros refugiándose tras
la idea de estar penetrando la bur­
guesía desde y através del merca­
do del arte y los segundos enga­
ñándose creyendo en una oportu­
nidad justa y real, cuando el siste­
ma hace rato que neutralizó cual­
quier posibilidad de disidencia
ofreciendo reconocimientos no
siempre merecidos y casi nunca
rechazados. ¿Para qué otra cosa
pueden servir premios y espacios
consagrados sino para comenzar
a formar parte del mercado del
arte y la degradación de valores
que ésto significa?
De esta manera, y no sólo por
comparación, más de un guerrille­
ro encontró su vocación policial, y
de políticos artistas, convertidos o
no, están llenas las crónicas pica­
rescas de nuestros últimos años
republicanos. Difícilmente podía
escaparse la cultura de esta aver­
gonzante confrontación, cuando
las instituciones culturales se ofre­
cen como terreno ideal para el
lavado de conciencias, que de la­
var dólares sólamente no vive
nuestra humanidad.
En Venezuela la crítica ha deja­
do de existir hace años. Más allá
de alguna voz que insiste en su
fatuo clamor, esta misma capaci­
dad manipuladora antes denun­
ciada, unida a la avidez y falta de
claridad de quienes dirigen la ma­
yoría de las galerías privadas, y
las pingües ganancias que dejan y
reparten (y a quienes le reparten),
hacen casi imposible la justa apre­
ciación del valor de una obra de
arte.
Más allá de que ésta obra sea
arte o sea una simple manifesta­
ción más de la mentira y el cinismo
generalizado, el fraude hace tiem­
po ha entrado por la puerta grande
de la indolencia a nuestro patio
cultural, a través de la avidez es­
peculativa de coleccionistas neoricos y necios y de los mecenas
interesados del país postsaudita
con sus vestigios de opulencia
material. Pero a realazo limpio y
practicando la falta de escrúpulos
nunca se ha hecho cultura ni arte
en ningún lugar.
Todo lo antes dicho nos sirve de
preámbulo y permite el acerca­
miento al significado que tendría
Joseph Beuys entre nosotros; ve­
amos porqué.
Joseph Beuys no es un ecólogo
artista, sino un artista que inició el
cuestionamiento y la confrontación
con el Estado estimulador del consumismo -hasta el extremo de in­
moralidad y hedonismo- al que fue
conducida la sociedad a la cual
perteneció y de la que ineludible­
mente formó parte. Este crítica de
Beuys se enmarca en un proceso
durante el cual se afirman las disi­
dencias políticas de las izquierdas
alemanas más recientes, a saber,
el espectro que va desde grupos
radicales activistas (Bader- Meinhoff) hasta desertores de la socialdemocracia y el socialcristianis-
Encuentros
13
1992
31
En tom o a l programa de la ACH
mo. Esto, a la postre, devino en el
fenómeno de los así llamados
verdes, en tanto que a nosotros
hoy en día nos cultivan y estimulan
activamente nuestros complejos
de culpa en relación a nuestro en­
torno natural. Mientras tanto, ellos
y sus acólitos locales parecen olvi­
dar generosamente, que gracias
al desarrollismo que practicaron
durante décadas (y siguen culti­
vando), son ellos y no nosotros los
que volvieron mierda al planeta
que supuestamente nos pertene­
ce por igual.
Esta muestra en Caracas previ­
siblemente nos enfrentaría, esti­
mo que positivamente, con pode­
res no exclusivamente locales, si­
no también extraterritoriales. Pero
el caso es que para que podamos
hablar en Venezuela de conservacionismo y ecología, no será sufi­
ciente criticar la ingerencia de
transnacionales como la Veba Oil,
que cofinancia esta muestra, sino
que debemos comenzar por cues­
tionarnos nosotros mismos por es­
tar entre los primeros productores
de contaminantes del mundo, co­
mo lo es el maldito petróleo.
Joseph Beuys confrontó desde
su actividad artística y pedagógica
no sólo la deficiente educación im­
partida en los institutos superiores
de arte de la Alemania que le tocó
vivir, sino que buena parte de su
discurso iba dirigido contra la in­
dustria criminal y contaminante que
allá como aquí se orienta por la
ganancia de capitales en detri­
mento de la salud de todos y de la
natura en particular. Ejerció el pro­
fesorado de escultura en la escue­
la superior estatal de Düsseldorf
desde el año 1961. Once años
después (1972) es expulsado de
la misma sin justificación ni preaviso. Entabla juicio, que posterior­
mente ganará y que marca juris­
prudencia en el tribunal de trabajo
de la ciudad de Kassel en abril de
1978. Es la equivalencia arte-vida
la razón del conflicto narrado, la
tesis que sustenta la potencialidad
artística del individuo y que le ha­
ría decir al artista en una oportuni­
dad, que sería de mayor provecho
que los estudiantes se propusie­
ran no tanto fabricar obras de arte
como impartir una educación co­
32
Encuentros 13
1992
rrecta a sus hijos. Sostiene ia tesis
de la energía o fuerza de juicio
contemplativo latente desde la in­
fancia en todo ser humano hasta
su destrucción por el sistema es­
colar materialista. En otra oportu­
nidad refiere lo místico alquímico
de la creatividad a la estación cen­
tral de ferrocarriles y no al Goetheaneum de la ciudad. Es así como
la trillada apreciación de muchos
de nuestros artistas conceptuales
y aún antropólogos irreflexivos, que
sostienen que todos somos artis­
tas y todo es cultura, en el caso de
Joseph Beuys sufre una alteración
significativa cuando nos revela la
trampa del lugar común y nos ex­
plica que es a través del arte (y no
per se) que la capacidad artística
latente y sensitiva de todo huma­
no, su potencialidad sensible, es
canalizada hacia su revelación. Y
que es a través de ese trabajo de
liberación que se produce un cam­
bio en el ser humano, cambio que
no está dado tan fácilmente. Asi­
mismo afirma Beuys que este pro­
ceso no sólo no está dado, sino
que está impedido por el consumo
y el desarrollismo. De igual modo
Beuys enfrenta el malentendido
mítico de la vida-arte como sinóni­
mos indiscutibles e intercambia­
bles. Nos dice entonces que no se
trata de equivalencias parejas. Es
sólo a partir de la revelación del
arte cuando la vida adquiere ese
sentido y se convierte en el desig­
nio más alto e universal de aque­
lla. Sólo cuando entendemos que
la vida “son preguntas y no afir­
maciones nos acercamos a la esencia profundamente religiosa de
este gran artista, quizás el más
grande artista religioso del siglo
actual. Sin la expresa voluntad de
entender estos procesos nos que­
daríamos en la atardecida y deca­
dente modernidad de Picasso (y
de muchos otros picassitos) de la
no búsqueda y del sólo hallazgo, e
igual que ellos nos veríamos even­
tualmente atrapados entre las
contradicciones del mercado capi­
talista y el avantgardismo estaliniano (o su actual equivalente) de
la supuesta ruptura de los valores
burgueses occidentales.
Escribir sobre Joseph Beuys nos
convierte en patólogos del cuerpo
de la autopsia misma, de su indis­
cutible drama y su mito personal.
La dialéctica (dialegomai) o el arte
de razonar, en Beuys es un proce­
so autobiográfico insobornable,
que hace ineludible dejarle hablar
en los términos de su propia sime­
tría personal. De allí que presentar
una muestra de sus obras en Ca­
racas nos preocupe, si no se ela­
bora previamente por lo menos un
prefacio razonado de los significa­
dos de sus trabajos y las eventua­
les consecuencias de la lectura de
los mismos entre nosotros. Trate­
mos entonces de intercalar al dis­
curso que nos preocupa algunos
extractos testimoniales de y sobre
Beuys y sobre la actividad que
realizara antes de su reciente
muerte; intentemos anticipar de
este modo la posible neutraliza­
ción, cuando no la más o menos
intencional perversión, de la inten­
ción original del discurso de Beuys,
que de otro modo generaría la
incomprensión y el manejo desho­
nesto de su impresionante mensa­
je.
“Nuestra vida entre el nacimien­
to y ia muerte es un llamado a la
investigación del contraespacio,
color, tiempo...’’ Contraespaciotiempo de un momento determina­
do, de una situación política espe­
cífica generada en parte y produci­
da por la exposición que antes
mencionáramos, en Munich, 1986,
Lenbach Museum; “Muestra tu
HeridaT.
Pregunta: ¿Cree Usted que en
el lugar y dada la situación política
cultural que vivimos su exposición
pueda interpretarse de otra mane­
ra que no sea como una ‘manzana
de la discordia’?
Beuys responde: “Estoy cons­
ciente que este ‘enviroment’ en
una situación o atmósfera caldea­
da es inefectivo. Sin embargo, se
encuentra en un espacio (casa)
que también contiene obras de
Klee. Le da a la gente la posibili­
dad de esclarecer ideas y relacio­
nes en su beneficio.’'
Luego Beuys está consciente y
maneja la idea confrontativa,
cuando sabe su trabajo en un mis­
mo espacio (edificio) en el que hay
trabajos de Klee, por ejemplo, y
En torno al programa de la ACH
que se dan nuevas relaciones gra­
cias a esta confrontación. Igual­
mente denuncia indirectamente al establecer esta parábola- la ul­
terior confrontación con la intole­
rancia política que ha generado su
‘performance’, y recordamos que
“las facultades creativas de mu­
chas personas se hallan sepulta­
das por la educación y la praxis
cotidiana del trabajo y la vida en
general. Estas facultades deben
ser liberadas de nuevo, porque el
deseo inconsciente de ser artista
ha permanecido en ellos. Cada
persona es artista. En lo profundo
de su conciencia está anclada la
capacidad y la aspiración de serlo.
De allí que se sienta llamado y
ésto explica su disposición a reac­
cionar." Igualmente rechaza la po­
sibilidad más o menos inmediata
de hacer otra exposición en la ciu­
dad que tan duramente le ha cues­
tionado y dice: “una gran exposi­
ción en un tiempo previsible está
más allá de toda discusión, ya que
me he propuesto otras priorida­
des. Actualmente trabajo menos
en relación a las ‘zonas artísticas’
tradicionales que sobre los proce­
sos de la Gestalt (imagen-presen­
cia) política. También ésto es cre­
ativo y beneficia hoy por hoy mu­
cho más a la gente que ningún
axioma específicamente artístico.
Me comprometo con los ‘verdes’."
En cuanto a los altos precios que
sus productos han ido alcanzando
y la eventual contradicción que
esto puede significar con su com­
promiso social añade: “Hay que
diferenciar entre capitalismo y
mercado. El mercado, aún en el
futuro, nos será necesario. El mer­
cado del arte es proporcionalmen­
te insignificante en relación a otros
tipos de mercado. A través del
mercado y por un tiempo previsi­
ble seguiremos canalizando los
productos en favor de nuestro in­
greso."
Durante la inauguración de su
‘performance’ un testigo observa
cómo firma impasible cualquier
cosa que le alcanzan. Usa un mar­
cador negro. Autentifica postales,
afiches, propaganda impresa, etc.,
“como si se tratara de una acto de
chamanismo comunicante”, nos
dice el visitante y, me atrevería a
agregar de mi parte, como la re­
partición de los peces y los panes
multiplicados a orillas del Genezareth.
Beuys nace el 12 de mayo de
1921 en Krefeld a la orilla izquier­
da del Rhln. Es criado en un am­
biente de rígido misticismo católi­
co, dato sin el cual su singular obra
sólo puede ser entendida a me­
dias. Morirá el 23 de enero de
1986. En tanto a la profesión reli­
giosa de artista, en su caso ésta va
referida a un problema confesio­
nal de profundas raíces históricas.
De algún modo la IMAGEN en
Alemania había sido agredida
desde la fecha de los procesos
revolucionarios de la Reforma,
bastaría mencionar como ejemplo
más que suficiente el profundo
trauma que dejan los extremismos
anabaptistas, hasta su culmina­
ción varios siglos después en la
persecusión de los artistas ‘dege­
nerados’ cumplida durante el Ter­
cer Reich. La recurrencia de la
palabra desdimencionada a los
extremos de fe única y salvadora
(aunque también los libros fueron
quemados durante el nazismo),
más allá de cualquier duda feti­
chista o idolatrante referida a la
imagen, en la obra de Beuys coin­
ciden ambas como nueva GRAPHE en su discurso excepcional.
Ulteriormente el artista hablará de
la necesidad de recuperar la reli­
giosidad más allá de su agotada
institucionalldad. La utopía de una
fe necesaria más allá de los tem­
plos será una de sus máximas
constantes. El cuerpo real readquiere su dimensión de santidad y
esto nos lleva al discurso de su
segunda resurrección. Frustrados
sus estudios de medicina y enrola­
do en las fuerzas aéreas recibe
instrucción de piloto de combate.
Sufre la experiencia de una prime­
ra muerte bajo el cielo de Crimea
cuando, piloteando un Stuka, es
abatido por las baterías antiaére­
as rusas en plena Segunda Gue­
rra Mundial. Liberado de entre los
hierros retorcidos de su máquina,
un grupo nómada de tártaros cui­
da de él hasta que es rescatado y
llevado a un hospital de campaña.
Posteriormente hará referencia a
esta experiencia en una diserta­
ción sobre 'Eurasia'. Requerido una vez más, es incorporado al ejér­
cito donde formará parte del cuer­
po de paracaidistas. Herido grave­
mente en el cráneo se verá ante
los umbrales de lo crepuscular,
para regresar a la vida una vez
más, esta vez consagrado a la
transmisión de su experiencia lí­
mite sensorial y/o sensitiva. Nu­
merosas experiencias y obras nos
dan testimonio de este compromi­
so superior; la Bomba o Filtro de
Miel, Diálogo con la Liebre Muerta
sobre la Finalidad Ulterior del Arte,
el Caballo Blanco y los Platillos
Sonoros, el Bastón del Pastor (que
nos remite tan directamente a Artaud y al báculo de San Patricio) y,
por último, su encuentro con Amé­
rica y que llamamos simplemente
El Coyote, cuando en realidad él
tituló su experiencia “I love Ameri­
ca and America Ioves me".
Más allá de ésto, el uso de mate­
riales en Beuys requeriría de un
ensayo aparte. Bástenos recalcar
que el uso de cada uno de ellos -la
miel, el fieltro, la grasa (energía,
vitalidad) el hierro, etc.- significa
aisladamente otros tantos capítu­
los de su singular y original capa­
cidad de penetración. Especial
significación adquiere en su última
‘acción’ el oro como símbolo de
finalidad última del gran proceso
alquímico, como signo de la su­
prema realización espiritual. De
este modo es materia central y
última de su legado conceptual.
Pocos días antes de su muerte
había inaugurado su muestra pos­
trera en el Museo Capodimonte en
Nápoles. Abordado la noche inau­
gural por un galerista londinense
se negará a la venta de la obra a
pesar de la enorme suma que le es
ofrecida. Destinado previamente
a la custodia del museo en cues­
tión, este ‘enviromenf, o “tumba’,
no es otra cosa que la objetualidad
que testimonia el enorme periplo
cumplido por la terrible y torturada,
hermosa humanidad de Joseph
Beuys
Marzo 1992.
Encuentros
13
1992
33
Noticias sobre actividades recientes de la ACH
En enero de 1992 se presentó el
Ibro, escrito por uno de los miembro
de la Junta Directiva de la ACH:
La Huella del Sabio:
El Municipio Foráneo Alejandro de
Humboldt
Luisa Veracoechea de Castilb
Caracas: Academia Nacional de la Histo­
ria, 1991.
A continuación presentamos algunos
fragmentos del discurso pronunciado por
la autora en la Academia Nacional de la
Historia, con motivo de los 193 años de la
visita de Humboldt a Caracas:
Humboldt guardó siempre bs más
gratos recuerdos de la ciudad de Cara­
cas. Despuésde haber visitado La Haba­
na, Cartagena de Indias, Santa Fé de
Bogotáy Quito, le escribe a Don Domingo
Tovar Ponte en 1802:
“Cuántos motivos, digo, tenemos pa­
ra estar agradecidos a bs buenos ameri­
canos en todas las partes de nuestro
tránsito! Con todo, no hay lugar del cual
nos recordamos con más gusto que la
bella ciudad de Caracas, la que por su
situación pintoresca, su temple, sus edifi­
cios y, partbularmente, por la civilizacbn
intelectualyfinuradel trato social, merece
el trato más distinguido entre las capitales
del Nuevo Continente.”
Para su viaje a América se documen­
ta también con las obras del Almirante
Cristóbal Cobn, Fray Bartolomé de Las
Casas, Juan de Castellanos, Fray Pedro
Simón, Caulín, Gumilla Gilij, Bemal Díaz
del Castilb, Oviedo y Baños, Antonb de
Herrera y muchos otros. En el Nuevo
Mundo confirmó el conocimiento teórico
con la documentación histórica, la tradi­
ción oral y la vivencia personal. Síntesis
de su odisea científica es su obra Viaje a
las Regiones Equinocciales del Nuevo
Continente, su Ensayo Político sobre el
Reino de la Nueva España y su estudios
sobre la esclavitud en Cuba
En su monumental obra Cosmos,
resumen de todos bs conocimientos
científicos de su sigb, se propone abarcar
el conjunto de fenómenos del universo,
desde las nebulosas planetarias, la geo­
grafía de las plantas y de bs animales,
hasta las razas humanas. Afirma que
cualquiera que sea el grado de cultura
intelectual a que el hombre haya llegado,
debe reconocer que existe un equilibro,
34
Encuentros
13
1992
una armonía universal, una unidad den­
tro de lapluralidad, producto de leyes que
el hombre debe llegar aconocer, por estar
también sometido a ellas.
Magistralmente concilia la descripcbn de bs fenómenos científicos con la
pintura viva y animada de imponentes
escenas de la creación en su Cosmos y
en sus Cuadros de la Naturaleza. Se
preocupa por unir al vabr científico el
mérito de la forma literaria, b que bgra a
cabalidad. Afirma: "puede darse a las
descripdones de la naturaleza contornos
fijos y todo el rigor de la ciencia, sin
despojarbs del sopb vivificante de la
imaginación.” [...]
Estudia las descripcbnes de la natu­
raleza en las antiguas literaturas. Analiza
la literatura hindú que demuestra una
profunda reflexión sobre las leyes de la
naturaleza, una tendencia contemplati­
va,fondodesu poesía.Estudíalas Vedas,
el más antiguo monumento de la cultura
de bs puebbs del Asia Oriental, también
el Ramayana, el Mahabarata y bs Puranas. También las naciones semíticas y
arameas presentan el testimonb del sen­
timiento profundo de la naturaleza, expre­
sado con grandeza y esplendor en las
leyendas pastoriles, bs himnos sagrados
y bs cantos líricos en tiempos del rey
David.
Siente que la poesía hebrea ofrece
elevación y profundidad. El Salmo 103es
por sí sób un bosquejo del universo y un
canto a Jehová. E l Libro de Job, con las
descripcbnes de sus aocidentes metereológicos en la regbn de las nubes, con
sus caprichosos juegos de luz, la forma­
ción del granizo y el trueno, constituye la
obra más acabada de la poesía hebrea
También Goethe califica el Libro de Ruth
como el poema más delicado de la epo­
peya y el idilio. Estudia también a bs
griegos y a bs romanos: Platón, Aristóte­
les, Lucrado, Virgilb, Horado, Tibub.JuIb César, Tito Livb, Tácito, Plinb el Viejo,
que se fija en el orden que preside el
universo; con verdadero entusiasmo
Humboldt busca la huella del sentimiento
de la naturaleza en todos bs puebbs.
La literatura árabe, la renacentista, la
contemporánea, buscando entre bs poe­
tas descripcbnes animadas de las esce­
nas de la naturaleza y cómo ha podido
influir diversamente sobre el pensamien­
to y la imaginacbn en diferentes épocas
y razas distintas. Considera que bs dos
medbs que posee el hombre para hacer
revivir la naturaleza son la palabra inspira­
da, llena de sentimiento y emoción, y el
dibujo real del ambiente, percibido a tra­
vés de bs sentidos. En esta forma, las
creadones artísticas constituyen un me­
dra para dar a conocer b s fenómenos ’/
leyes del universo. [...]
Pero Humboldt no es sób el poeta, el
intelectual, el científico, la luminaria más
grande de su sigb, vástago de la Ilustra­
ción. Era el hombre de una gigantesca
dimensión humana, el que se conmovía
ante cualquier acto generoso, el que le­
vantaba su voz de protesta ante una
actitud injusta, el que veía con hondo
pesar las escenas de esclavitud presendadas en la plaza de Cumaná, donde se
marcaba a los esclavos con hierros can­
dentes. Era el hombre de pensamiento y
estudra, de meditacran y sensibilidad, que
creía que la verdadera victoria del ser
humano no está en las armas, ni en el
bienestar económico, sino en el cultivo y
Noticias sobre actividades recientes de la ACH
Marzo fue el mes de la mujer
en la ACH
En marzo de 1992y con motivo del
mes de la mujer se realizaron
varias actividades en la ACH que
intentaron reflexionar más
profundamente sobre la
problemática femenina expresada
en diferentes medios artísticos, en
la literatura, en el cine, en la pintura,
por ejemplo. Presentamos a
continuación parte de las
conferencias dictadas en esa
ocasión, como panorama de las
actividades realizadas en la ACH
en este año y como estímulo a la
larga y difícil discusión sobre lo
femenino en nuestra cultura.
Las mujeres también escriben
con autocrítica
Henning Schroedter-Albers
Una conferencia en contra de bs prejuicbs,
con un análisis de obras de Peter Handke y
Anna Wimschneider
1) Para mí es interesante, investigar có­
mo la mujer, como mujer, está caracteri­
zadas ¡maginadaen la literatura alemana
contemporánea
2) Busqué especialmente presentacio­
nes de la imagen de la mujer, donde se
trata de la mujer conservadora que está
todavía consciente de su posición débil,
pero aún no es capaz de cambiar su
actitud.
3) Enfrentar este punto prominente en el
desarrollo de la historia de la mujer en el
ambiente alemán es b más atractivo para
mí en la literatura alemana, en el marcode
la l'rteraturafeminista-sobre todo: cuando
se trata de la vidade una mujer burguesa
4) Siempre en la historia, mujeres aristo­
cráticas y mujeres de formación cultivada
pudieron tener un campo de libertad para
ellas mismas con el apoyo de su ambien­
te.
5) Los prejuicios y las expectativas de la
sociedad - que se concentraban por si­
glos en bs tres “K”: Kind, Küche, Kirche
(niños, cocina iglesia) limitaban a la mu­
jer y la confrontaban ante esta situación
casi infranqueable.
6)EI clásico poeta Schiller caracterizaba
la posbión de la mujer y del hombre de la
manera siguiente en el poema "La Cam­
pana”:
-”Er stürmt wild ins Leben hinaus” ..
(El penetra con coraje en la vida fuera)
-"Drinnen waltet die züchtige Hausfrau...”
(dentro trabaja la casta ama de casa)
La generación siguiente de bs románti­
cos con la aristócrata Bettina von Arnim
se rió de estos versos - pero nada cambra
la situación de la mujer burguesa.
7) Resultó, que solamente la Segunda
Guerra Mundial permitió poner en duda
bs prejuicios sobre la posbión - tradbranalmente llamada "natural” - de la mujer.
8) Quiero analizar la conciencia que
enfrentamos en dos obras de la literatura
alemana: la conciencia de la mujer cam­
pesina que estaba especialmente abandonadacon referencia a la emancipación
- ¡por supuesto!
Seleccionó intencionalmente una obra
de un autor masculino: Peter Handke:
"MalaSuerte sin Deseos”, y unaobramuy
actual y también ya en película: Anna
Wimschneider: “Leche de Otoño”
9) Ninguna de estas obras es ficticia:
Peter Handke cuenta sobre bs conflictos
en la vida de su madre, y Anna Wimsch­
neider escribe sobre su vida propia.
La madre de Handke y Anna Wimschnei­
der descienden de la misma generación
y del mismo ambiente: nacieron en bs
años '19 y ’20 en puebbs pequeños en
Baja Baviera y en Kárnten/Austria, res­
pectivamente, como hijas de campesinos
muy pobres que debían trabajar dura­
mente en la casa y en el campo.
10)¿Cómo es la imagen de la mujer en las
dos obras? ¿Y cómo se presenta en una
forma literaria?
11) De la obra de Peter Handke seleccio­
nó tres páginas que me parecen típbas
por el “cuento”, como el mismo Handke
llama su obra: después de la guerra, su
madre viajó a Berlín para vivir allí con el
padrastro del autor, a quien ella conoce
por casualidad durante la guerra y con
quien se casó.
12) En las líneas 1 hasta 17 Handke
ofrece un resumen del tipo de vida que
elbs llevaron allí; en las líneas 18 hasta
41, óltratade expresarsu problema como
autor contando los hechos individuales
de lavida de su madre y simultáneamente
abstrae estos hechos en formulaciones
generales como sublimación poética.
13) Después de una descripción detalladasobre la vidaen Berlín, Handkedaeste
mencionado resumen, -¿cómo b formu­
la?
14) En el primer párrafo enfatiza dos
palabras con mayúsculas:
“cuatro paredes”. Lasdos palabras tienen
aquí al mismo tiempo una connotación
negativay positiva, esdecir: positivamen­
te significan la casa propia, el ambiente
familiar e íntimo y protector; negativa­
mente signifban el limitar la libertad a una
habitacran pequeña con la asodacran de
la frase alemana, que las “cuatro pare­
des” se caen sobre uno, porque confinan
la vida cotidiana hasta un extremo que la
limitación de las paredes destruyen la
libertad, es decir, la creatividad del indivi­
duo.
15) Admiro mucho, cómo Handke llega a
presentar esta limitación y aen la introduc­
ción del párrafo: sin descripción de una
actividad, por ejempb del regreso a la
casa él dibuja la situación impactante con
unas pocas palabras: “en casa, las cuatro
paredes, sólo con ellas”.
16) Para mí es interesante, que bs dos
traductores traducen la partícula modal
Ireilbh” solamente en el sentido de confirmadón como “naturalmente”(l) y "dato
está”(ll), y no en el sentido de restrbcran
como “sin embargo”, que tiene su fundón
correcta aquí para enfatizar la limitación
en la casa después de la libertad y la
alegría que disfrutó fuera de casa
Encuentros
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1992
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Noticias sobre actividades recientes de la ACH
17) La destrucción del individuo se expre­
sa claramente:
Handke no hablasobre"ella”o"lamadre”,
sino solamente sobre unos gestos, unos
movimientos impersonales de su cuerpo,
que ya se separaron de su individualidad
libre que ella tenía fuera de su casa y
finalmente llega al uso del pronombre
“uno”(ll) (man) impersonal, que significa
el abandono total de la personalidad en sí.
El verbo “arrastrarse" clarifica plástica­
mente la pérdida de todo el placer en las
“cuatro paredes”.
18) El segundo párrafo comienza con la
referencia a “ella”, pero solamente con
una indicación negativa a su debilidad y a
su desamparo: ella se equivocaba cada
vez. La explicación ya se da otra vez de
una manera impersonal y generalizada
Handke interpreta el mecanismo de con­
ducta en la casa como "pre-burgués” y
explica que “los pequeños sistemas bur­
gueses de salvación” (die kleinen bürgerlichenErlosungssysteme”) línea del NQII,
ya no funcionaban en la casa como fuera
cuando ella usa por ejemplo una sonrisa
ambigua en compañía de otros para ga­
nar una distancia a todas las dificultades
de la vida Por segunda vez Handke
enfatiza dos palabras importantes de la
existencia humana con mayúsculas:
“compañero de vida” y por segunda vez
estas palabras que se refieren a una
connotación positiva reciben en el con­
texto aquí un sentido negativo: “la comu­
nicación reducida”, “la relación sexual
vergonzante” significan que este compa­
ñero de vida no da vida Handke termina
este párrafo con la interjección: ¡eso no
era vida!
19) Es muy interesante como tos dos
traductores interpretan las formulaciones
de Handke: él demanda modestamente,
que uno tenía que salir de casa para que
la vida sirva por lo menos un poco (“um
wenigstens ein bisschen etwas vom Leben zu haben”). La traducción “disfrutar
un poquito de la vida” (línea 9-10 N2II) ya
no está de acuerdo con la humildad de
esta mujer, “participar al menos un poco
de la v¡da”(línea 10 Nfil) significa más la
modestia de la madre.
20) Handke salta de estas formulaciones
generales y literarias al hecho del cuento
de su madre y él se recuerda que ella sí
tenía que contar, y él da tos hechos: que
ella se estremecía de asco y de miseria
durante el relato. Los dos traductores
nuevamente toman caminos diferentes:
N2I explica e interpreta que la madre “no
podía librarse de ambas cosas”(línea 14
N2I), N2!! sigue más de cerca tos hechos
del original, “que ambos no se desprendí­
an de ella”(línea 14 Nell) - “dass sie beides
nicht damit abschüttelte”.
21 )EI resumen culmina en una fórmula
literaria, pero al mismo tiempo analítica:
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Encuentros
13
1992
ella era; se volvió; se volvió nada (línea 17
N2I). La compasión humana de un hijo
con esta vida de mala suerte no puede
decir más.
22) Las líneas siguientes 18 hasta 41
repiten con una vista en el taller del autor
tos resultados que ya hemos investigado
con el análisis de las primeras líneas.
Handke es para mí un modelo de altísima
consciencia del poder y de la capacidad
del lenguaje. El diferencia: las formulas
de la reserva lingüística de la sociedad y
la simple relación del curso de una vida
individual. Como autor, él tiene éxito en
mezclar las dos técnicas para ganar un
cuento atractivo porsusgeneralizactones
para el público.
23) De la obra de Anna Wimschneider
seleccioné también tres páginas que re­
cuerdan la miseria de una mujer como
ama de casa, limitada por la familia y el
trabajo. Pero con razón este cuento se
llama “Recuerdos de Vida por una Cam­
pesina”.
24) Desde la línea 1 hasta la línea 69 la
autora da hechos de su vida con detalles
minuciosos cotidianos, citas y descripcio­
nes exactas.
Ofrecer un cuento tan cotidiano con estos
detalles y llegar así hasta un abuso para
el público sería, según Handke, un peligro
y para mí es extraño que este peligro no
entra en el cuento. ¿Por qué?
25) Ella narra todos tos hechos misera­
bles de su ambiente de una manera tan
simple y sin lamentos, que el carácter
fuerte de la autora convence absoluta­
mente al público. A pesar de su situación
lamentable, no perdió su buen humor
para interpretar su ambiente de la si­
guiente manera: N2I de tos traductores
cita a la suegra (línea 22) como: “a una
desordenada siempre le quedan cosas
pendientes”y olvida mencionar el comen­
tario de la autora N2II cita más de acuer­
do con el original (línea 22-23): “una
mujerzuela siempre se queda atrás en
todo”, y continúa con el comentario de la
autora: “Ella siempre tenía una frase
adecuada”.
26) La fuerza de la heroína desciende de
un consejo de su padre: “dejar hacerse
detodo de tos viejosy no decir nada”. Ella
confiesa que seguir este consejo era a
veces muy difícil, pero se controlaba y no
se quejaba
¿Qué es literatura femenina?
¿Por qué escriben las mujeres?
¿Las mujeres también buscan su
Identidad?
Liesebtte Vareschi
Sólo en una enciclopedia de literatura
encontró el término de ‘literatura femeni­
na’: allí se insiste sobre la distinción entre
el verdadero trabajo literario y poético y "to
escrito con una evidente tendencia de
emancipación intelectual, social y política
de la mujer”. En el diccionario alemán
equivalente al Larousse, el Duden, se
encuentra bajo ’emancipado’, la explica­
ción "libre, independiente, etc... y desfeminizado” (entfraulicht) - me gustaría sa­
ber si ya se formularon protestas por ello.
Lacitadaenáclopediade literatura recha­
za categóricamente cualquier diferencia
entre literatura masculina y/o femenina
como un “'concepto doctrinario y proble­
mático, sin base científica y sólo perdo­
nable por razones sociales e históricas.”
Y precisamente éste es el punto dave: el
mayor número de mujeres que se pre­
sentan en el campo de la literatura hoy se
explica simplemente por la posición so­
ciocultural más libre de la mujerdentro del
desarrollo histórico - pero no existe una
diferenciareal entre autores masculinoso
femeninos. Sin embargo, como no hay
regla sin excepción, parece que la obra
teatral, por to general, es terreno mascu­
lino. A continuación no quiero aburrir con
un 'cementerio' de nombres y fechas,
sólo quiero destacar algunos pasos en el
desarrollo histórico y dar algunos ejem­
plos.
Es bien conocido que en la Edad
Media las mujeres encontraron en tos
monasterios la única posibilidad de for­
mación y educación, sobre todo las hijas
de la nobleza, y por esta razón, tratándo­
se de monjas, la opinión pública siempre
hapensadoque sólo se escribía literatura
religiosa. Pero no es cierto: en el año 789
Cariomagno se vió obligado a decretar
una prohibición a las monjas, paraque no
escribieran canciones de amor terrenal y
se dedicaran únicamente al amor divino.
Estas no obviaron por ello tos temas
sensuales - pero con el atenuante del
triunfo final de la virtud. La monja Roswitha von Gandersheim, por ejemplo, escri­
bió en el siglo X un drama en latín acerca
de un buen monje que logra, en un burdel,
que una prostituta renuncie a su vida
pecaminosa En el siglo XV una condesa,
Elisabeth von Nassau-Saarbrücken, tra­
duce novelas populares francesas al ale­
mán y en 1606 se publica una colección,
anónima, de canciones de amor con el
título de “Primer libro de nuevas cancio­
nes terrenales, tos textos en su mayor
parte escritos por distinguidas señoras y
Noticias sobre actividades recientes de la ACH
señoritas". En la época renacentista la
mujer logró mayor reconocimiento y en
bs siglos XVII y XVIII hasta influencia
importante. En 1733 la Universidad de
Leipzig le concedió el laurel de poeta a la
primera mujer, Christiane Mariana von
Ziegler, algunas de cuyas cancbnes fue­
ron musicalizadas por J.S. Bach. Sin
embargo, la universidad como centro de
estudbs permanecb cerrada para la mu­
jer. De elb se queja amargamente una
colega contemporánea, Sidonia Launemann, también coronada por la Universi­
dad de Gottingen pocos años más tarde.
"Nuestros hombres asquerosos no están
acostumbradostodavíaapermitirles a las
personas femeninas el ejercbb de las
artes libres - quizás serían profanadas
sus aulas por nuestro sexo, al igual que
las mezquitas de bs supersticbsos mu­
sulmanes”. En la época de Goethe las
mujeres jugaron un papel importante en
lavidacultural-y no sólo, como opina Karl
Jaspers, “por pasbn erótica y apego hu­
mano, sino, junto con eso y primordial­
mente, por su esencia espiritual”. La mu­
jer de la cual habla Jaspers era Caroline
von Schlegel/Schelling. Su primer espo­
so, A. W. Schlegel, incluyó en sus obras
b escrito por ella - mencbnando, al me­
nos, en el prefacb que bs ensayos esta­
ban “en parte escritos por la mano de una
mujer ¡ngenbsa, que poseía todos bs
talentos para brillar como escritora, pero
que no tenía esa ambición”. A veces
hasta se atribuía una obra de una poeta a
un escritor, cuando parecía demasiado
buena. La novela Agnes von Lilien de
Karoline von Wolzogen se suponía escri­
ta por nada menos que Goethe. No sé si
éste se sentiría halagado por elb, pero el
mismo Goethe estaba tan encantado con
bs versos que Marianne von Willemer le
escribb como respuesta a sus cancbnes
del Diwan, que sí bs incluyó más tarde en
sus obras completas.
Una amiga de Wieland y Goethe,
Sophie La Roche, escribió la primera
novela femenina exitosa de Alemania hoy en día un campo amplb y fértil de la
literaturafemenina-coneltrtubde Señorita
von Sterneheim. Era la abuela de Bettina
von Arnim-Brentano, la cual, y a pesar de
sus siete hijos y la administración de una
finca en difbultades financieras, no sólo
escribo por ejemplo una novela sobre el
adorado Goethe y otra sobre su amiga la
poeta Karoline von Günderode, sino ade­
más de todo, se comprometo activamen­
te en la lucha social, es decir, escribo
también b que Sartre llamaría 'littérature
engagée', por ejempb, el librito aplaudido
por bs poetas de la 'Joven Alemania’
“Este libro corresponde al rey”, en el cual
acusa a la justicia injusta con bs pobres,
haciendo esto tan audazmente, que el
Ministro prusiano del Interbr la reprendió
severamente. Como lema de su vida dijo:
“Quiero ser como mi abueb, para quien
todos bs hombres eran iguales, y que
nunca fue indolente, logrando así la ar­
món ía entre la más profunda fibsofía y la
vida activa.” Sus esfuerzos por acercarse
aeste ideal bsdemostró cuando en 1831
ayudó a bs enfermos del cólera en bs
barros pobres de Berlin-Norte. Si algu­
nos críticos advierten que estas mujeres
eran musas y compañeras de hombres
famosos y sób por elb ganaron fama - en
referencia no sób a bs círcubs románti­
cos por 1800, sino también a bs ‘sabnes’
por 1900- creo que no siempre tienen
razón, sí pensamos por ejempb en Lou
Andreas-Salomé, la amiga de Nietzsche
y Freud o en Else Lasker-Schüler, amiga
de bs artistas del 'Jinete Azul’ y Benn,
cuya lírica tiene muchas posibilidades de
pasar la 'prueba de bs 100 años’. La
cuestión de la permanencia y del vabr
literario es trascendentaltambiénparabs
escritores masculinos, sobre todo en
nuestra época, cuando muchas veces un
escritor se cree famoso sób por la ayuda
de críticos parcializados y medios de
comunbacbn manipulados.
Suena increíble, pero es verdad: no
sób en la Edad Media, también hoy se
puede oir la preguntada 'porqué escriben
las mujeres.’ La respuesta es simple: ¡por
la misma razón que bs hombres!. Porque
tienen que escribir, por un impulso desde
bs más íntimo de su ser, al igual que
todos bs artistas verdaderos de todos bs
tiempos. Para todos, sean hombres o
mujeres, vale b que dijo Ricarda Huch por
bs años 1900, que bs poetas son seres
andróginos. Esta necesidad de escribir
para librarse de sus problemas b sintió
tanto la famosa Hildegard von Bringen,
abadesa y médica en la Edad Media,
como 900 años más tarde Hilde Domin,
que escribo sus primeras poesías cuan­
do huyó de su patria porculpade bs nazis
y les puso por título “Sólo una rosa de
apoyo”: "... y una flor grande, pálidobrillante nació de mi corazón” - y esta f br
es la lengua materna. “Expulsada y huér­
fana regresé a la palabra y la palabra era
la poesía alemana y desde entonces
escribir es para mí como respirar: uno
muere cuando deja de hacerb.” Escribir
para sobrevivir - hoy como ayer: Margarete Susanna von Kuntsch comenzó a es­
cribir cuando muro su quinto hijo - ella
perdió trece de sus catorce hijos - al final
del sigb XVII. A principbs del sigb XX Ina
Seidel transforma su dobr por la muerte
de su únba hija y de su hermano en
literatura, así como el Tasso de Goethe
que exclama:"... y mientras el hombre
enmudece en su dobr, yo recibí de un
dos el don de expresar b que estoy
sufriendo”. Con sus palabras bs poetas,
sean masculinos o femeninos, dan forma
al sufrimiento de la humanidad como
individuo colectivo y mudo, llevando su
caso individual a b humano y universal
para que bs otros se vean reflejados y
entiendan sus propios destinos. “Para
este fin existe la poesía”, dice Hilde Do­
min, “para ser usada en la situación modeb. Uro escribe porque tiene que escri­
bir. Pero después b escrito, abstraído de
la experiencia individual - tiene conse­
cuencias en otras personas.” El material
crudo que se transforma en poesía y
literatura puede ser tan variado como lo
son bs destinos de bs hombres: en La
haya deljudío Anette von Droste Hülshoff
trata la culpa por un crimen, en la novela
El último verano Ricarda Huch nos pre­
senta el problema lamentablemente tan
actual del terrorismo en la figura de un
idealista que se ve obligado por su ideobgía a matar, a pesar de no querer hacerb al reconocer a su víctima. Otro tema
muy discutido actualmente es tratado por
Ingeborg Bachmann en su novelita Todo.
Describe la situacbn de una pareja des­
pués de perder a su único hijo. Con gran
sensibilidad desarrolla bs diferentes
comportamientos psíquicos de bs pa­
dres, sus deseos o ideas acerca de su
hijo. La madre b aceptaba naturalmente,
así como era, como niño; el padre, en
cambo, deseaba hacer de su hijo el
hombre nuevo q ue no caería en las viejas
trampas, costumbres y palabras, quiere
decir, enseñarle el lenguaje de la sombra
que él mismo no conoce, quería que no
formara parte de la sociedad estableada
y del ‘progreso’. La tragedia mortal revela
el gran abismo que separa a bs seres.
Pero el cuento es sobre todo un análisis
de bs propbs problemas de la autora,
que nunca bgró una feliz relacbn con bs
hombres amados, por ejempb, con Max
Frisch. Para ella y para otras ‘modernas’
como Gabriele Wohmann, pareciera per­
tinente unafrase de Henrik Ibsen: “Vivir es
combatir en las entrañas fantasmas de
poderes oscuros; escribir, enjuiciar su
propb yo.” Con elb se toca un tema muy
moderno: la búsqueda de la propia iden­
tidad - tema que sin embargo encontra­
mos también en el sigb XIX - en la citada
Droste-Hülshoff, considerada por bs crí­
ticos del sigb XX quizás la más grande
poeta alemana Lo que el autoretrato es
para bs pintores, b encuentra ella con­
templando críticamente su imagen en el
espejo. No sabe si puede aceptar ese yo
que se presenta ante ella: “Espectro seguro no eres yo,... si salieras, no sé: ¿te
amaría o te odiaría? ... Si bajaras del
redondo cristal, espectro, y estarías vivo
ante mí, sób temblaría levemente y creo
- que Ibraría por tí.” Escribb esto pocos
años antes de su muerte - ¿Lbró por no
haber vivido la vida que le correspondía?
La misma pregunta por el propb yo, a
Encuentros
13
1992
37
Noticias sobre actividades recientes de la ACH
veces con el mismo miedo, la hacen
muchos poetas en el siglo XX, y varios de
ellos regresan a la época de su niñez para
buscar las raíces de su ser, Rilke, Hesse,
Faulkner, por ejemplo, - la misma bús­
queda que se presenta en el cuento La
niña gorda de Maria Luise Kaschnitz. Es­
crupulosa y autocrítica, ella contempla en
un momento casi Irreal del recuerdo la
aparición de la niña gorda y apática que
era antes, para darse cuenta el final que
esa muchacha antipática se regeneró por
su propia fuerza, en el momento en que
se encontraba entre la vida y la muerte.
En el cuento E lgato rojo Luise Rinser
trata el tema tan difícil de la juventud al
final de la Segunda Guerra Mundial: ¿có­
mo podía un niño en aquelbs tiempos
turbulentos desarrollar un sentido ético,
humano, si era absorbido por la lucha sin
moral y sin piedad por conseguir el pan de
cada día para su hambrienta familia? Es
un animalito, un gato, el que despierta en
el niño la nocbn aún frágil de algo huma­
no. Después de haberb matado, piensa
que “esos animalitos, después de todo,
no comen tanto...”
Finalmentequiero nombrarporb me­
nos tres poetas contemporáneas que
según mi criterb, destacan de la gran
cantidad de mujeres que escriben hoy:
son Use Abhinger, la citada Ingeborg
Bachmann y Christa Wolf. Después de la
guerra, cuando la mayoría de tas poetas
conocidos hablaron de una lala’ comple­
ta en el campo de la literatura, ellas,
nacidas entre bs años 20 y 30, levantaron
su voz, más bien timba e íntima, para
encontrar un sentido en sus propias vi­
das, movbas por bs terrores y temores
experimentados en su juventud - y ellas
buscan ayuda en la sabiduría antigua de
la humanbad: en el mito, el cuento mági­
co, en bs destinos de sus antepasados.
Use Abhinger, por ejempb, entiende b
relativo de todo sufrimiento, cuando b ve
reflejado en un espejo mágico del tiempo
- o al pasar bs límites entre bs seres
humanos y las cosas en el cuento E l afi­
che, para presentarnos un ¡ntercambb
entre b vivo y b muerto. Dice una vez:
“Sób quien puede darse el visto bueno
estará libre para salir.” Ingeborg Bach­
mann, de quien ya hemos citado elcuento
Todo, conjura las estrellas de la Osa
Mayor con sus poemas o llama a bs
hombres con la voz de la ondina para
liberarse de su vba cotbiana para “exigir
la verdad de bs hombres". Christa Wolf
regresa a menudo a tiempos pasados, al
mito, porque, como dice, “no es el mito b
terrible, como piensan muchos, b terrible
son las realbades históricas y sociales, a
lascuales el mitotrataderesponder-para
aliviar el destino ciego y cruel de bs
hombres por medb de su transformación
en imágenes, comprensibles para el ser
38
Encuentros
13
1992
humano sufriente.”
Pero profundizar en ésto nos llevaría
demasiado lejosde este breve panorama
de la mujer y su literatura.
presan bajo diferentes enfoquesde la luz,
de la forma, del cobr, de la perspectiva,
del intento de abstraer b visto en una
imagen prototipo (acuarelas grises de
1966 y pasteles de 1978); V. Estudbs de
luz y reflejo-, esta sección de la exposición
es también un reflejo de la vba artística:
continuamente la mujer, que nació en la
era del emperador conservador Guiller­
mo II, en un ambiente bastante feudal, y
que estudió en contra de la voluntad de
Con motivo de la exposición de pinturas bs miembros machosdesufamilia, inten­
y dbujos de
tó liberarse para una vida de autoreaWaltraud Schroedter-AIbers
lizacbn, pero nunca se liberó totalmente
y Morella Jurado:
para su trabajo, porque su educación
tradbbnal la lanzó siempre atrás, al tra­
Hacia la libertad - Fantasía libre
bajo como ama de casa
Una exposición de generaciones
2.- La v e r d a d e s q u e la obra
y orígenes diferentes (8.-27.3.92)
gráfica y las pinturas de la joven venezo­
lana Morella Jurado demuestran una fan­
Henning Schroedter-AIbers
tasía libre, que a su edad ya alcanzó tal
nivel técnico y espiritual, que uno se pre­
¿Cuál es la razón por la que una alemana gunta con curiosidad: ¿dequémanerava
transita todavía el camino ‘hacia la liber­ a progresar esta joven artista? Nadó en
tad’ y por la cual la obra de una venezola­ Caracas en 1968 en una sociedad con
na y a presenta todos bs síntomas de una mucha independencia para la mujer y
fantasía libre’?¿Se puede evaluar con
retibb todo el apoyo de su familiay de sus
estas frases la obra de dos artistas?
profesores para expresarse artística­
1.- La v e r d a d e s q u e la pintora mente. Ella describe en febrero de 1992
alemana Waltraut Schroedter-AIbers lla­ su obra con bs comentarios siguientes:
mó la exposición de sus obras por humil­ “De cara a la obra, admito que hay ele­
dad Hacia la Ibertad, pues jamás se sintió mentos que intervienen contra mi volun­
maestra y perfeccionista durante las eta­ tad; no como variables de orden mágico,
pas de su desarrolb artístico. Las seccio­ pues no son nada que no pueda contro­
nes de la exposbbn demuestran convin­ larse técnicamente, sino pequeños rui­
centemente la progresión espiritual:
dos, obstáculos cuyo origen de seguro se
I. Estudbs de dbujos en estilo clási­ establece apartir de algunas inconsistenco: experimentos con la luz y la perspec­ das que no he logrado superar. Pero a
tiva, con la línea sencilla y dásba (todos medida que madure mi técnica el discur­
estos estudbs son sanguinasde bs años so gana en consistenda, pues mejores
1950-51); II. Impresbnes experimenta­ imágenes retroalimentan mi reflexión y
das: el estilo clásico estricto gana mayor despiertan en ella una ambición muy
ligereza en estos estudbs, por bs cobres partbular que consiste en definir sus lími­
alegres y claros, que indican la mano tes. En última instanda, he querido hacer
delbaday femenina de la artista-aunque
un balance de bs abanees de esta pro­
la perspectiva y la limitación de bs moti- puesta:
voscontestan a la razón clásica (todas las 1) el cobr como soporte,
impresiones son sombreadas a cobr o 2) la textura como ornamento,
acuarelas de bs años 1947 hasta 1988); 3) la abstracción como herramienta,
III. Artesanía, la moral de trabajo de un 4) la figuracbn como destino,
artista, es decir, la capacidad del poder 5) la mujer como tema,
artesanal de un artista, se demuestra 6) la sexualbad como excusa”
mejor -según Albrecht Dürer- en su obra
básica: estudios de copias de originales,
artesanía para la vba cotbiana La obra
de artesanía de W.Sch.-A es una prueba
de esta tesis: la dedbacbn ambbbsa
permite un nivel técnico de perfección
(calendario de adviento del año 1946
hasta servilleteros con punto de cruz de
bs años 1962-1990); IV. Estudbs de
motivos-, simultáneamente con las ¡mpre­
sbnes experimentadas, un grupo de seis
motivos principales acompañan la obra
de la artista El tratamiento de estos mo­
tivos durante bs años 1958 hasta 1978
sigue las etapas espirituales que se ex­
Noticias sobre actividades recientes de ¡a ACH
Dentro del marco del mes de la mujer
también se trató e l tema de la
emancipación femenina en el campo
del cine, en una conferencia con un
título provocador:
¿Las mujeres sufren por gusto?
Solveig Hoogesteijn
El polémico título de la conferencia, que
por su naturaleza misma da cabida al
sano ejercicio de la duda, tiene su punto
de partida en el análisis de las películas
Einganzundgarverwahriostes Mädchen
(Una muchacha totalmente abandonada
y descuidada) y Hungerjahre (Años de
hambre) de Jutta Brückner.
Nacida en 1941 en Düsseldorf en un
matrimonio pequeño burgués, Brückner
desde un principo estaba destinada a
lograr el ‘ascenso a la dase académica
gracias a un seguro de educación, firma­
do a los 7 días de su nacimiento por sus
progenitores. Si la hija demostrase no
tener el coef ¡dente intelectual necesario,
el dinero le serviría de ajuar. Resulta inte­
resante en este caso la jerarquía escogi­
da: primero una sólida educación para lo­
grar el acceso a la clase académica des­
de la pequeña burguesía, y en segundo
lugar la alternativa común para las muje­
res: encontrar en el ‘seguro’ puerto del
matrimonio su realización personal. Jutta
Brückner cumple con las expedativas de
sus padres: estudia ciencias políticas y
filosofía en Berlín, París y Munich y obtie­
ne su doctorado en dencias políticas.
Desde niña escribe con pasión poemas,
novelas de caballería y composiciones
escolares. Pero a los 14 años descubre
repentinamente que ha perdido las pala­
bras y el sentido global de interpretación
del mundo. La adolescente no sabe expli­
car lo que le sucede, la adu Ha lo interpreta
así: se ve confrontada con dos sistemas
adversos de valoración y por ende, con
criterios opuestos que no sabe unificar.
Por un lado, en esta etapa de su vida, está
obligadaadefinirunaidentidadfemenina,
por el otro, debe cumplir con las expecta­
tivas más bien masculinas de culminar
sus estudios y cumplir las esperanzas de
sus padres. Como no logra unificar estas
dos identidades, su bloqueo se extiende
hasta la edad adulta, cuando através del
cine logra una nueva forma de expresión,
formaque utilizaráparatratar temas auto­
biográficos y cuyo eje central es la bús­
queda de identidad de la mujer. Esta
experiencia, que tematiza con sinceridad
y originalidad en todas sus películas, es
una temática común en mujeres cineas­
tas, escritoras, en mujeres creadoras del
mundo actual, un mundo que por un lado
nos ha abierto las puertas a un desarrollo
más allá de tos límites del hogar en nues­
tro rol de madres y esposas y que por otro
lado continúa exigiéndonos, a pesar de
ser profesionales, aquellas cualidades
conocidas como intrínsecamente feme­
ninas: capacidad de conciliación, abne­
gación ¡limitada, adaptabilidad, intuición,
sabiduría, aguante pasivo. ¿Presupone
eso que disponemos de una interminable
capacidad de sufrimiento?
Quisiera analizar aquí el trabajo de esta
cineasta que ha meditado sobre esta
problemática en las dos películas citadas.
La cinta titulada Ein ganz und gar ver­
wahrlostes Mädchen narra la historia de
una amiga personal de Jutta Brückner,
Rita Rischak, soltera, madre de un niño
de cinco años, sin formación profesional,
educada bajo unaorientación convencio­
nal y tradicional, desempleada. Ueva una
vida errante, pero no en un sentido ele­
gante de libertad y bohemia, sino en
forma bastante miserable y confrontando
una cadena interminable de humillacio­
nes. Quisieraser capaz de amoldarse a la
sociedad, pero es incapaz de hacerlo.
Esto le produce una profunda infelicidad.
Rita tiene un alto grado de conciencia de
su situación, sabe enumerar perfecta­
mente sus errores, pero en el mismo
instante tos vuelve a cometer. El paralelis­
mo entre esta lucidez mental y la incapa­
cidad de conducirse de manera más exi­
tosa es to particular de estaconducta. Rita
Rischak se interpreta a sí misma, existe
una necesidad psicológica de autorepresentarse, y, a la vez, este protagonismo
evidentemente satisface una necesidad
de venganza por las humillaciones recibi­
das. Sus frases cortas y duras develan a
una mujer bastante superficial, incapaz
de conmoverse ante sus propias necesi­
dades, pero también de percibir las nece­
sidades de su hijo. Hay en ella una inma­
durez, una rebeldía adolescente, que la
conducen a su autodestrucción, en vez
de enfrentar las limitaciones de sus posi­
bilidades y buscar un camino personal
viable. Se refugia en sus sueños y perma­
nece estática Es en todo el sentido de la
palabra una antiheroína.
La segunda película Añosde hambre, es
un profundo estudio sobre la generación
de la postguerra alemana Su protagonis­
ta, una joven que al comienzo de la
película tiene 13 años, es observada en
su desarrollo año tras año hasta cumplir
tos 18, edad en que se suicida. Hija única
de un matrimonio pequeño burgués, en el
cual la madre lucha por su derecho a
trabajar con el único y expreso propósito
de mejorar la situación económica fami­
liar, logrando su cometido en contra del
padre, que antes de la guerra tuvo un
compromiso político y social y que se
atrevió a formar parte activa de la oposi­
ción socialdemócrata, capitulando des­
pués ante el totalitarismo nazi durante la
guerra y convirtiéndose después de ésta
y al comienzo de la película en un indivi­
duo silencioso, frustrado y reducido, cuyo
único atrevimiento es tener una relación
extramatrimonial que nunca consuma si­
no hasta la ruptura de su matrimonio. La
madre representa todo el compendio de
limitaciones de la moral y de tos valores
pequeñoburgueses. El norte es el sentido
del debery la ambición de tograratravós
de su hija y de tos estudios un ascenso en
la escala social. En este sentido la pelícu­
la es abiertamente autobiográfica El tra­
bajo que desempeña la madre de ningu­
na manera responde a alguna necesidad
interior de ocupar su vida en algo signifi­
cativo, es simplemente el vehículo para
adquirir una lavadora una aspiradora, un
automóvil. Aún en el ámbito en el que
pudiese quedar un espacio abierto al
goce, al disfrute, a la ensoñación, como
por ejemplo en el de la sexualidad, sólo
existe la negación. La relación de la ma­
dre con la sexualidad en general y con la
suya propia es castrada y mojigata, neu­
rótica. Uega a decir: “Es una infamia estar
hecha así, to mejor sería arrancarse los
ovarios, pues de nada sin/en," después
de hacer el amor con su marido, cuando
va al baño a lavarse temiendo las posibles
consecuencias. Por supuesto, tal cond ucta ind uce a la madre a castrar el desa­
rrollo natural de su hija, quien no logra una
respuesta de su madre o abuela de to que
es la menstruación, por ejemplo. La jo­
ven, que al comienzode la película es una
chica sana, alegre e inteligente, se ve
más y más limitada en su desarrollo,
quedándole al final como única justifica­
ción de su existencia el rendimiento en
sus estudios. La palabra ’Leistung’ - ren­
dimiento es clave para la postguerra y el
milagro económico alemán. Puede decir­
se que dentro de este 'principio del rendi­
miento’ no se es nadie si no se ha logrado
mostrar un rendimiento satisfactorio en
algún campo. Así como en otras culturas
se puede ‘ser’ por el mero hecho de caminaro estar en este mundo, en lacultura
del rendimiento sólo se es alguien en la
medida en que pueda mostrarse un logro
en algo. Y esta premisa se convierte en
principio rector de la sociedad entera La
generación de Jutta Brückner se rebeló
contra este principio de eficiencia y rendi­
miento, sumándose a un movimiento
mundial simbolizado en el parisino mayo
68. Lo que en un principio fue el credo de
una generación, se convirtió en un movi­
miento de las mujeres europeas, que
cuestionaron el rol que la sociedad había
atribuido a sus madres, abuelas y a ellas
mismas. Es en este cuesttonamiento en
el que se inserta la película, que conside­
ro una radiografía excelente de la Alema­
nia de lapostguerray no sólo un retratode
una adolescente. La heroína, ante las
Encuentros
13
1992
39
Noticias sobre actividades recientes de la ACH
limitaciones impuestas por la madre cas­
trante y el silencio de su padre a sus
preguntas sobre el pasado, sumadas a la
indiferencia de éste ante el mundo actual
en el cual bs viejos nazis retoman bs
puestos de mando, se encierra cada vez
más en si misma Su transformación es
gradual pero inexorable: engorda, se afea, es blanco de las burlas de sus compa­
ñeros y peor aún, ya no rinde en la es­
cuela Ante esta situacbn busca la única
salida que le queda: el subido.
¿Qué relacbn tiene esta historia con las
experiencias de mujeres que hemos cre­
cido en otras latitudes y, sobre todo, con
la pregunta inicial sobre el sufrimiento
voluntario de la mujer? Las alemanas y
bs alemanes se ven obligados a cuestio­
nar un sistema de vabres de toda una
sociedad en un momento histórico defini­
do: son testigos y herederos de bs horro­
res cometidos durante el nacbnalsocialismo y víctimas de la postguerra Esta es
una experiencia traumática que incide
fuertemente sobre laautoestima Las mu­
jeres alemanas tienenquehacerundoble
trabajo: sanear la autoestima herida de la
generación enteray reconstruir una auto­
estima reducida por pertenecer al género
femenino. Tal reduccbn se muestra has­
ta en el ámbito familiar, donde la toma de
decisbnes importantes está monopoliza­
da, en la mayoríade bscasos, por elpater
familia; un monopolb, además, asegura­
do por las leyes, la religión, la tradbbn y
la historia. El cristianismo, con su subli­
mación del sufrimiento terreno y la pro­
mesa de compensación en una vida des­
pués de la muerte, puede haber sido un
sostén moral para nuestras abuelas. Pe­
ro sin duda existe en el contexto religbso,
diluido hoy en día, un posible desarrolb
neurótico hada el masoquismo en la mu­
jer, que como b anuntia la Biblia, debe
parir con dobr, seguir y obedecer al ma­
rido y jugar un rol secundarb en bs ritos
y prácticas religiosas. Si intento comparar
a vueb de pájaro la cultura alemán con las
latinas, pienso que en las últimas la mujer
ha sido más respetada y hasta venerada
en su rol de madre que en las culturas
angbsajona y alemana. Su condbbn de
madre le ha brindado un lugar importante
en el grupo familiar, dejando en sus ma­
nos la toma de decisbnes, ya sea de
carácter económico -gerendando bs re­
cursos hogareños- o en su rol de educa­
doras en b relacionado a la crianza y
educacbn de bs hijos. Este rol de madre
paredera induso extenderse a otros per­
sonajes de la familia, transformando a las
mujeresen madresdebsesposos.de bs
suegros, etc. ¿Llevando de esta forma la
carga cotidiana, puede engañarse la mu­
jer pensando tener un poder comparable
al de bs hombres? Es en todo caso así
como el hombre latino se ve liberado de
40
Encuentros
13
1992
asumir en todas sus consecuencias la
paternidad, con el cuadro conocido tanto
del padre ausente en las dases humildes
de nuestro continente, como en el caso
del padre divordado de la clase media y
alta La sandón social más fuerte en el
caso de infidelidad es para la mujer, mien­
tras que el hombre, si puede costearla
económicamente, está amparado por la
permisibilidad sodal en b que se llama
popularmente el 'segundo frente’.
La situación es distinta pero tiene similitu­
des esenciales: el proceso de emancipactón de la mujer para acceder a una
profesión, paradedicarsu vidaa algo más
que la reproducción y el cuido de la fa­
milia, en todas las culturas conlleva la co­
nocida doble carga de la mujer. Ella es la
profesional que debe demostrar su capa­
cidad de trabajo en un mundo preponderantemente masculino, para regresar al
hogar y encontrar un marido furbso por­
que ella ésta ‘en la calle’, la cena no está
servida, bs hijos no hbieron las tareas
escolares, etc, etc. En Latinoamérica las
mujeres de la dase mediay alta tenemos
una inmensa ventaja sobre la mujer euro­
pea: podemos darnos el lujo de disponer
de otras mujeres que hacen por nosotras
el trabajo del hogar. Hay en este aparen­
temente cómodo estado de cosas una
gran desventaja: bs hombres no se ven
obligados acompartir las obligadones del
hogar, a cambiar.
Esaguerraootbianay mezquina entre bs
sexos, que desemboca o a una trans­
formación de bs hombres o en el divorcb,
no la confrontan todas las mujeres latino­
americanas, pero sí las europeas y norte­
americanas.
En el ámbito profesbnal llama la atención
la cantidad de mujeres latinas que acce­
den apuestos de gerencia y de decisión,
tal vez hasta más que en Europa Esto
puede deberse, entre otras cosas, a que
existe una altísima taza de divordos, una
regulacbn legal y económica muy defi­
ciente y una obligacbn al enfrentamiento
solitario de la crianza y educacbn de bs
hijos. Me pregunto si la autoestima de
nuestras mujeres es tan baja como en el
caso de las nórdbas. Cuando pienso en
bs movimientos feministas europeos y
norteamericanos, en su radicalidad y en
las aberradones a las cuales se llegó en
muchos casos, confrontando al sexo
opuesto como el peor enemigo, pero
adoptando armas masculinas criticadas
anteriormente, pienso que nuestra situa­
cbn es otra. También luchamos por una
identidad más plena, por el respeto a
nuestra condbbn de profesbnales, ma­
dres, esposas y mujeres. No estamos en
un mundo igualitario porque no tenemos
las mismas oportunidades y seguimos
siendo objetualizadas sexualmente has­
ta en las cuñas publbitarias, pero tampo­
co hemos caído en extremos patológicos,
como la que se narra en la película Años
de hambre. La mujer latina no ha roto con
su feminidad en su camino hada una ma­
yor realizacbn personal.
Una comparación de dos visiones cine­
matográficas demuestra las diferencias.
En Años de hambre la joven que parte de
la libertad neutra de la infancia es iniciada
por la menstruacbn a un mundo explíci­
tamente femenino, a un 'ser mujer1, es
confrontada y debe aceptar una serie de
tabúes, misterbs y prohibbbnes que
ahogan su espontaneidad. El mundo drcundante termina aplastando este creci­
miento, pervirtiéndob, creando así un ser
indefenso, feo, deprimido y solitario.
Otra historia del tránsito de niña a mujer
es Macu, la mujer delpolicía, aún cuando
la temática central aquí sea otra. Niña
aún, ya es madre, pero su paso a la
maternidad no está plagado de tabúes
sexuales, sino que debe enfrentar ladifícil
tarea de condliar niñez y maternidad en
un mundo dominado por una figura no
sób masculina, sino de poder, represen­
tada en un polbía-hombre-padre. Macu
desde la infancia no sób confronta un
erotismo explícito y más bien libertino,
sino que comprende que su sexo es su
único capital, que debe expbtar en contra
de su madre en la lucha por obtener el
macho como solucbn a sus problemas
económicos. Aquí el conflicto no está en
la búsqueda de una identidad y en la
imposibilidad de lograrla plenamente, aquí
el problema es uno de sobrevivencia en
una cruda lucha de las clases desposeí­
das. Macu utiliza su capital femenino, su
sexo, y no tiene dudas respecto a esta
única arma que maneja En el caso de la
niña alemana se exige un desarrolb inte­
lectual como medb de superacbn eco­
nómica y existe un pasado traumático
que digerir. Pero en ambos casos la
problemática central está en el mundo
circundante, que no acepta la imagen de
la mujer como algo digno, positivo, diná­
mico y respetable.
Volviendo al títub, concluyo que en nin­
gún caso, ni en el latino ni en el europeo,
se puede hablar de un gusto de la mujer
por el sufrimiento, al contrario, y a pesar
de la imagen que podrían transmitir las
telenovelas y sus heroínas, campeonas
en el sufrir lacrimoso, justamente la evolucbn de la mujer actual está dirigida a
disminuir el sufrimiento a través de una
vabrizacbn de b femenino en la familia y
en toda la sociedad.
Colaboradores en este número
Alexis Alzuru
Licenciado en Filosofía de la UCAB, magister de la USB y doctor en Ciencias Políticas de la UCV, es profesor en la UCAB, en la
Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y en el Doctorado de Ciencias Políticas de la UCV, ha publicado varios trabajos en
revistas especializadas y del medio cultural.
Angel Guillermo Alayón
Estudió Filosfía en la Universidad Central de Venezuela y fue luego investigador en el Instituto de Filosofía de esta universidad, en
el Departamento de Teoría Social. Actualmente es docente de la UCV en la Escuela de Educación y publica en la revista Episteme
de la UCV.
Miguel von Dangel
Artista plástico con una obra extensa, es Premio Nacional de Artes Plásticas, 1991, de Venezuela y reconocido por su reflexión y
producción pictórica.
Gines García de Cuevas
Licenciada de la Escuela de Historia de la UCV, es investigadora adscrita al Departamento de Investigaciones Históricas de la
Academia de la Historia en Caracas.
Solveig Hoogesteljn
Cineasta formada en Alemania, es directora de las películas 'El mar del tiempo perdido', 'Manoa' y 'Macu, la mujo- del policía',
actualmente desempeña el cargo de Presidenta del ANAC (Asociación Nacional de Autores Cinematográficos).
Agustín Martínez
Profesor de Filosofía Moderna en la Escuela de Filosofía de la UCV, es doctor en Letras de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, ha
publicado un libro titulado Crítica y Cultura en América Latina, Caracas: Tropikos, 1991 y varios trabajos en revistas especia­
lizadas.
Ernesto Mayz Vallenilla
Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela, 1954. Director de la Escuela de Filosofía de la UCV, 19581962. Miembro de la Comisión Rectoral Universitaria de la UCV, 1958-59. Rector Fundador de la Universidad Simón Bolívar,
1969-79. Actualmente Profesor Titular y Director de la Unidad de Filosofía del Instituto Internacional de Estudios Avanzados
(IDEA). Libros publciados: La Idea de la Estructura Psíquica en Dilthey, 1959; Fenomenología del Conocimiento, 1955,
El Problema de América, 1959; Ontología del Conocimiento, 1960; El Problema de la Nada en Kant, 1966; El Hombre y su
Alienación, 1966; Esbozo de una Crítica de la Razón Técnica, 1974; El Dominio del Poder, 1982; Ratio Technica, 1983; El Sueño
del Futuro, 1984; El Ocaso de las Universidades, 1984; Fundamentos de la Meta-técnica, 1990.
Fabio Morales
Licenciado en Filosofía en la Universidad Central de Barcelona, España, 1977. Magister en 1984 y doctorado en Filosofía en 1990
en la Universidad Lábre de Berlín. 1978-81 investigador en La Casa de Bello. Desde septiembe de 1990 profesor del Departamento
de Filosofía de la Universidad Simón Bolívar. Publicacione: Antikeimena. La teoría de los opuestos en Aristóteles, Frankfurt am
Main, 1991.
Alberto Rosales
Nació en Caracas en 1931, es licenciado de la UCV, 1957 y doctor de la Universidad de Colonia, 1967. Publicó el lib o
Transzendenz und Differenz (La Haya, 1970) y más de treinta ensayos en español, alemán e inglés so b e Aristóteles, Kant,
Heidegger y en tomo a problemas fundamentales de la filosofía.
Henning Schroedter-AIbers
Psicólogo y germanista, trabajó en Israel en el Instituto Goethe para pasar luego con el mismo instituto a Nueva Delhi, donde
permanece 7 años. Es trasladado a Munich como consejero del departamento de cultura del Instituto y es actualmente Director
Gerente del Instituto Goethe/ACH en Caracas.
Lieselotte Vareschi
Germanista de larga trayectoria docente en la UCV, como profesora de la cátedra de alemán y literatura alemana, dirige los talleres
de lectura de literatura alemana en la ACH, de la cual es miembro.
Eduardo Vásquez
Doctor en Filosofía de la Universidad Central de Venezuela, 1965. Profesor de la Escuela de Filosofía de la UCV, de la Maestría de
Filosofía de la Universidad Simón Bolívar, y de la Maestría de la Universidad de Los Andes. Es autor de: Dialéctica y derecho en
Hegel, Libertad y enajenación, Ensayo sobre la dialéctica y En tomo al concepto de alienación en Marx y Heidegger. Ha traducido
del alemán: Filosofía del derecho, de G.W.F. Hegel, Crítica del derecho del Estado hegeliano, de K. Marx, y Filosofía delfuturo,
de L. Feuerbach. Y ha traducido del francés: Investigaciones dialécticas, de Luden Goldmann.
Fabiola Vethencourt
Es licenciada de Filosofía de la UCV, actualmente concluye un doctorado en Ciencias Políticas en la UCV, es profesora en la
Escuela de Filosofía de la UCV e investigadora del Instituto Internacional de Estudios Avanzados, IDEA, ha publicado varios
artículos en diversas revistas.
Luisa Veracoechea de Castillo
Profesora de castellano, literatura y latín en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador y en varios liceos, cursa
actualmente en la Maestría de Historia Económica, Social y Política de Venezuela en la Universidad J.M. Vargas y es investigadora
de la o b a de Alejandro de Humboldt, así como miembro de la Junta Directiva de la ACH desde hace 10 años.
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