Download Un día diferente Hoy ha sido un día diferente, un día de sol abierto

Un día diferente
Hoy ha sido un día diferente,
un día de sol abierto que calentaba mis raíces;
un día amigo que me llevaba de la mano
entre silencios transparentes.
Ya está la primavera agazapada
debajo de la hierba,
en los hondos tentáculos de los árboles,
en las ramas dormidas sobre el viento.
Se han hinchado las yemas de una nueva esperanza,
en la espera sagrada de las alas futuras,
de los nidos, caldeados al beso de las tórtolas.
La tierra ya está encinta
y como estremecida,
en la loma del tiempo.
En mi escondido huerto,
he plantado unas parras a la luz de la tarde.
Eran cuatro sarmientos, todavía ateridos,
que arrebujé, moroso, en los tibios terrones.
En sus cunas de tierra,
quedaron esperando el milagro seguro
de setiembre.
Están mis manos impregnadas
de tierra limpia y generosa.
El aire germinal me recordaba
la garrida muchacha que encontré en el camino,
y un murmullo de acequias escuchaba mi pecho.
Me había lavado de la angustia,
de la tristeza de los días.
Un canto vegetal me nacía por dentro
y me inundaba el alma de una salud telúrica,
como si Dios hablara con la voz de la gleba.
Pronto
se empinarán los pámpanos; colgarán los racimos
cargados de verano.
Y el vino en los toneles se hará música y vuelo.
¡He sido sembrador de nuevo y para siempre!
Por eso hablo a la vida con tan simple alegría,
milagro de la luz y del ensueño.