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SALIR A CENAR CON LA DIABETES ¿Ha quedado con sus amigos para salir a comer a un restaurante? Tratar la diabetes significa adoptar de manera cotidiana una higiene alimentaria para controlar el exceso de azúcar en la sangre. Hay que comer bien pero en cantidades moderadas, tanto en casa como en un restaurante o comedor. Hay reglas sencillas que le permitirán vivir mejor sin temer por la diabetes. Una vez aprendidos los principios básicos de una alimentación equilibrada que le ha dado su médico o su enfermero (lípidos, glúcidos y proteínas), basta con aplicarlos y hacer las elecciones apropiadas, es decir, priorizar el pescado a la carne, las legumbres a las frituras y el queso o la fruta a los postres muy azucarados. Para mantener el control glucémico cuando cualquiera de los tres componentes de la terapia se altera (dieta, medicación, actividad física) al menos otro de los componentes debe ser también alterado con objeto de compensar el desequilibrio. Así, durante una actividad que no corresponda a la rutina diaria, el paciente debe saber administrarse cantidades suplementarias de alimentos, y por otra parte ante la ingesta de una comida copiosa o demasiado frugal, debe compensar ajustando la dosis de medicación y/o la actividad física. Restaurantes tradicionales La mayoría de restaurantes o bares ofrecen una carta de platos variados; sin embargo, no está de más preguntar por la composición y el modo de cocción para evitar los alimentos fritos o empanados, por ejemplo. También puede pedir que le sirvan la salsa aparte para limitar la cantidad. Comer o cenar en un restaurante puede significar comer a deshora. No dude en tomar un pequeño tentempié antes como un trozo de pan integral, de manera que no se desequilibre la glucemia, al mismo tiempo que no descuidamos la convivencia. En el restaurante, se suele beber más alcohol que en casa. Tenga siempre una copa de agua al lado de la copa de vino para quitarse la sed sin consumir alcohol en exceso, que es perjudicial para el equilibrio de la diabetes. Empiece la comida bebiendo agua y vuelva a llenar la copa cuando se vacíe. Cocina extranjera Hay muchísimos restaurantes (italianos, chinos, rusos, japoneses...) y tener diabetes no tiene por qué significar privarse de ir a ellos. Respetando la norma de "ni demasiado graso ni demasiado azucarado", siempre encontrará algo para comer con placer. La cocina japonesa (con su cocción al vapor, los pescados crudos o el arroz) está especialmente adaptada, la cocina italiana ofrece el aceite de oliva, las legumbres y la pasta, cuyo aporte glucídico es recomendable. En el restaurante marroquí, elija tajines y cuscús con pinchos/pollo. Los bares Los bares para empresas hoy día proponen platos variados que permiten respetar una dieta equilibrada. Elija un entrante de verduras dosificando ligeramente el aliño. Respecto al plato principal, divida el plato en dos. Para la primera mitad, seleccione legumbres y para la segunda, pescado o carne y un trozo de pan. Puede añadir una ración de alimentos feculentos (dos patatas pequeñas o cuatro cucharadas soperas de arroz, pasta o legumbres secas). Para el postre, tome fruta o un yogur. Comer en poco tiempo Si no tiene mucho tiempo para la comida o la cena, sobre todo no se las salte y priorice los bocadillos antes que engullir rápidamente productos de bollería industrial. En muchas panaderías se pueden encontrar bocadillos a base de pan de cereales o de pan integral con pollo y verduras. Evite el pan de molde. Tómese tiempo para masticar bien y digerir mejor los alimentos. Por otra parte, no tome refrescos azucarados. Priorice los productos light o un vaso de leche. Comida rápida A condición de que sea ocasional, puede sucumbir a un menú en un restaurante de comida rápida, pero la comida suele ser bastante grasa y muy salada. Compénsela tomando verduras antes que fritos o una ensalada de fruta antes que un helado. Tome agua mineral en vez de un refresco.